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El protocolo empresarial se define como el conjunto de normas y técnicas necesarias para la planificación,
preparación, desarrollo y control de cualquier acto promovido por una empresa privada o institución.
Comprenderá todas aquellas normas o referencias que marca la propia empresa, conforme a su organigrama,
estatutos o beneficio que persiga el acto, y conforme a los usos sociales o las costumbres establecidas.
El protocolo empresarial, como tal, quedaría entonces restringido al sector privado; pero ¿qué ocurre cuando
una empresa colabora en un acto en el que hay participación institucional? La respuesta es sencilla, en ese caso
se trataría de un acto mixto (público y privado) en el que se aplicaría, por un lado, la normativa establecida por
el Estado y, por otro lado, los usos y las costumbres establecidos por la empresa, tratando de combinarlos sin
derivar en contradicciones. Un ejemplo sería la visita del Ministro de Industria al primer hotel inteligente abierto
en la Comunidad de Madrid.
El origen del protocolo empresarial propiamente dicho data de 1975, momento en que el protocolo oficial se
expande al sector privado y adquiere relevancia en el ámbito empresarial. No obstante, hay autores que datan
el origen del protocolo empresarial en la Revolución Industrial, ya que con el desarrollo empresarial se hace
evidente la necesidad de profesionales de protocolo en las empresas para cuidar las relaciones con los clientes,
empleados, proveedores y distribuidores.
El protocolo en la Administración está muy arraigado y cuenta con una enorme tradición y experiencia en la
organización de actos. Los empresarios intentan trasladar la organización y el buen hacer de la Administración
al ámbito empresarial.
Antes del saludo, cuando nos encontramos con la persona en cuestión, lo adecuado es pronunciar «buenos
días» o «buenas tardes», según la hora del día. «Hola» solamente está indicado para el ámbito informal o
familiar. El saludo ha de realizarse a todas las personas presentes, de lo contrario, puede resultar un enorme
agravio. En el momento de la presentación, siempre es un detalle y se agradece pronunciar algu-na expresión
del país en el idioma o alguna palabra para saludar, indica interés por la cultura y las costumbres. En cuanto a
la distancia física que debemos mantener para saludar, depende de los países. En los países occidentales suele
ser de 1,5 metros, en los países orientales si se realiza una reverencia la distancia es mayor, y en los países
árabes la distancia es mucho menor y los saludos más prolongados, incluso hasta los 10 segundos.Las
presentaciones en la empresa son un formalismo necesario a la par del saludo y siem-pre se realizan de pie.
En cuanto al orden de las presentaciones, el protocolo aconseja presentar primero al cargo de menor rango y el
último al de mayor rango (aunque en la práctica se haga al contrario, para que quien tiene un rango mayor
espere el menor tiempo posible). Si tienen igual categoría, se presenta quien inicia la conversación. La persona
de menor rango profesionalmente es el presentado al superior; el más joven al mayor; el caballero a la señora.
Si se trata de una pareja, se presenta primero a la señora y luego al caballero.En cuanto a lo que se aconseja
decir en el momento de la presentación un «encantado de conocerle...», «es un placer…» puede ser lo más
apropiado.
En el mundo de los negocios la fórmula más utilizada es: nombre, apellidos, cargo o función que desempeña
dentro de la empresa, o primero el cargo y nombre del miembro de la empresa, y después como es lógico, los
mismos datos del cliente o invitado. Si el caballero va acompañado de su esposa la presentación será, por
ejemplo: señor y señora Martínez. Nunca se presentará como «su mujer», sino como «su esposa».