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TEÓRICO
Prof. María José Pérez
Unidad IV: Fantasma y síntoma.
-Tiene tres caras. En la p. 85 Lacan compara el fantasma con algún cuadro que viene a situarse en el
marco de la ventana El fantasma está enmarcado. Usa el siguiente ejemplo: imaginen una ventana
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como toda ventana está enmarcada, en esa ventana encaja exactamente un cuadro. Entonces
nosotros creemos que estamos viendo a través de la ventana pero lo que estamos viendo es un
cuadro, o sea una escena imaginaria. Esas escenas tienen un marco, están enmarcadas, o sea tienen
un marco simbólico. Lo que el cuadro no nos deja ver, porque está perfectamente encajado en el
marco, es lo que está más allá de eso, o sea, lo real. Si el cuadro se mueve, se corre un poco,
entonces ahí si hay algo de lo real que aparece para el sujeto.
-El fantasma está enmarcado, es el marco simbólico en donde se desenvuelve una escena imaginaria
que cubre lo real.
Cubre la posibilidad de que aparezca algo del orden de lo real. Cuando el sujeto se angustia,
momento de vacilación fantasmática, es el momento en que aparece algo de lo real
-Es inconsciente sobre todo la función que la frase fantasmática cumple para el sujeto. Cuando en el
análisis incidimos sobre el fantasma una parte resulta conocida para el sujeto y otra desconocida.
-Limita y ordena la realidad. El marco del fantasma hace marco a la realidad. Lo real, el objeto a, es
lo que en la realidad no se ve. El fantasma es marco de la realidad pero también función de velo o
pantalla, vela lo real.
“El grafo inscribe que el deseo se regula sobre el fantasma así establecido, homólogo a lo que
sucede con el yo con respecto a la imagen del cuerpo…” (p. 796, N.E. 776) Hay un desconocimiento
de la función de sostén del deseo realizada por el fantasma y un desconocimiento del yo del sostén de
la imagen del otro.
El fantasma:
-Es el apoyo, soporte del deseo, una versión en la que el deseo del Otro es imaginado, fantaseado.
- Tiene la función del sostén del deseo. Por eso en el grafo del deseo sale una flecha desde d que va
hacia el fantasma.
- Es la posición del sujeto respecto al deseo.
-Es una construcción subjetiva que se produce ante la evidencia del deseo del Otro.
-Es un marco donde el sujeto encuentra referencias imaginarias, puntos identificatorios, que le
permiten significantizar el deseo del Otro, y ubicarse él en tanto objeto.
-Es una respuesta al enigma del deseo del Otro.
-Es donde la pregunta por el deseo del Otro halla una respuesta y se obtura la pregunta.
- Cubre la angustia suscitada por el deseo del Otro.
Hasta el seminario 10 el objeto a figura en el fantasma en su dimensión imaginaria (un semejante).
La dimensión imaginaria del objeto en el fantasma le resultó insuficiente a Lacan para ubicar el
objeto de deseo. Luego del seminario 10 el objeto a es real.
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El objeto a causa del deseo, pero de un deseo que no es, o no es ya lo que se denominara antes,
(deseo visto sencillamente como deseo del deseo del Otro). El deseo causado por (a) implica “el Otro
deseo”. Un deseo como ese no es el deseo del Otro, sino el que Lacan expresó en 1967 al declarar
que seguramente, el deseo es del Otro, pero que con todo, era necesario admitir en efecto un deseo
que el sujeto tendría como propio. (Lacan, J., “Lugar, origen, y fin de mi enseñanza”).
La pregunta que el sujeto dirige al Otro: ¿Qué desea? dada la estructura de toda demanda la retornará
invertida. El sujeto demanda al Otro por su deseo, y cómo le vuelve invertida desde el Otro esa
pregunta, vuelve con otra pregunta: ¿qué quieres? Lacan dice que esta pregunta que el sujeto recibe
del Otro como respuesta lo encamina hacia su propio deseo. Este circuito continúa en una tercera
inversión. El sujeto invierte la pregunta del Otro, (que fue la respuesta a la pregunta del sujeto), y
pregunta ahora: “ ¿qué quieres tu Otro de mí?”. Esta inversión es estructural dado que mi deseo es el
deseo del Otro y solo podré resolver esta encerrona si establezco la función del objeto de deseo del
Otro. Ahí el sujeto se ofrece a sí mismo y es capturado como objeto del deseo del Otro.
Entonces :
1-¿Qué desea?, el sujeto le pregunta al Otro.
2-¿Qué quieres? El Otro le pregunta al sujeto.
3- ¿Qué me quiere? ¿Qué quieres tu Otro de mí? El sujeto le pregunta al Otro.
Aquí responde con la construcción fantasmática.
- La fórmula del fantasma indica la relación del sujeto con el objeto que se hace ser en el fantasma,
en tanto se prende a la demanda del otro. Frente a la pregunta por el que quiere el Otro de mí: lo
que me demanda es la respuesta.
-El argumento del fantasma está hecho con los significantes de la demanda del Otro .
El fantasma en relación a S(A/)
- El fantasma tiene que ver con la relación del Sujeto ante la falta del Otro que el tapona.
- Cubre con velos simbólicos-imaginarios, lo real: el significante de la falta en el Otro.
- Evita que el sujeto se enfrente a la castración. Impide alcanzar el significante de la falta en el Otro,
vela que no hay Otro del Otro .
-La angustia surge cuando hay de desfallecimiento de la cobertura fantasmática, cuando el fantasma
que cubría la angustia se conmueve o vacila.
-El fantasma fija y regula un modo de satisfacción pulsional para cada uno. La pulsión no es
orgánica, la introduce el Otro con los cuidados primeros. Hay pulsiones que son satisfechas
privilegiadamente en cada sujeto y eso está regulado por el fantasma. Por eso también objetos a, que
son rodeados por la pulsión son privilegiados en cada sujeto.
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-El fantasma pone en juego objetos a privilegiados que se producen, recortan en relación del sujeto al
Otro. La relación del Sujeto al Otro determina los objetos a puestos en juego en cada sujeto.
-La satisfacción de la pulsión en el fantasma es masoquista. Todo fantasma neurótico es masoquista.
-En el fantasma el sujeto va a quedar identificado al objeto que se hace ser, esto es lo que Lacan
llama, retomando la gramática de la pulsión, el tercer tiempo el hacerse el objeto que se hace chupar,
mirar, oír, *****, gritar, comer. En el fantasma tenemos el hacerse ver, hacerse cagar, hacerse gritar,
hacerse pegar, hacerse comer, hacerse escuchar, hacerse mirar por el Otro.
Entonces es así que el fantasma tiene por una de sus funciones fijar un modo de satisfacción
pulsional (que es siempre paradójica, porque cuando parece hallarse satisfacción de la pulsión se
encuentra la insatisfacción o porque hay satisfacción en lo insatisfactorio).
Leemos al final de “Subversión del sujeto” que un goce debe ser rechazado [el goce del Otro, el
goce mítico, el absoluto, incestuoso], para que otro goce sea alcanzado según la escala invertida de
la ley del deseo [ otro goce sería un goce a partir de los objetos a causa de deseo y plus de gozar, otro
goce regulado por el fantasma, goce articulado a la castración]
El síntoma está representado en el grafo del deseo por el matema s(A) en el primer piso del lado
izquierdo, se lee como significado del Otro, no significantes del Otro. [Ver célula elemental donde
el Otro determina el significado del mensaje del Sujeto. Entonces el significado es del Otro]
Los significantes del Otro están representados en el grafo del deseo por la letra A en el primer piso a
la derecha.
A s(A/) llegan dos flechas una que designa que la significación es del Otro, que el sujeto recibe
siempre del Otro la significación de su propio mensaje.
La otra flecha que llega es desde el fantasma.
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En el grafo del deseo desde el fantasma salen dos flechas:
-hacia abajo: el fantasma está localizado en una posición que incide directamente sobre el síntoma
(s(A/). El fantasma viene a interferir la significación que le viene del Otro. El fantasma es la matriz
de la construcción neurótica, dado un síntoma es posible identificar el fantasma que lo determina. El
síntoma está determinado por el fantasma, hay una implicación del fantasma en el síntoma.
Esa flecha sigue hacia abajo, hacia la m (moi).El circuito yoico, imaginario [m-i(a)] está
determinado por el fantasma. Los avatares del yo estan determinados por la dialéctica del fantasma y
del deseo. La dialéctica del deseo y del fantasma determina al yo y a la imagen del otro.