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Teoría psicoanalítica III.

TEÓRICO
Prof. María José Pérez
Unidad IV: Fantasma y síntoma.

Fórmula del fantasma


En “Subversión del sujeto….” ( p. 794 y N.E. p.775) afirma que la estructura del fantasma liga a la
condición de un objeto [el objeto a] “el momento de un fading o eclipse del sujeto, estrechamente
ligado a la Spaltung o escisión que sufre por su subordinación al significante” [ S/]
“Es lo que simboliza la sigla (S/ losange a) que hemos introducido a título de algoritmo…”
El sujeto barrado en su relación con este objeto a minúscula, está reunido, en esta fórmula escrita en
el pizarrón, por medio de algo que se presenta como un rombo {losange}, que Lacan también llama
poinçon (punzón) y que, en verdad, es un signo forjado muy expresamente para conjugar en él lo que
puede aislarse en él, según que ustedes lo separen con un trazo vertical o con un trazo horizontal.
Separado por un trazo vertical: representa una doble relación que puede leerse en un primer abordaje
como más grande (>) o más pequeño que a.
Lo que resultaría de dividir el poinçon por medio de un trazo horizontal: los signos de la conjunción
(∩) y de la disyunción (∪) del álgebra de relaciones, o los correlativos en el álgebra de clases: la
intersección y la reunión.
-Sujeto: Vimos ya que queda constituido como falta en ser, no puede encontrar una identidad, se
instituye como sujeto dividido, en falta, hay algo que se pierde: el objeto a.
En la primera frase citada dice que el sujeto está en fading es decir en desaparición, desvanecido,
capturado en el intervalo entre dos significantes; y eclipsado: ligado a la spaltung o escisión que
sufre que sufre por su subordinación al significante” [ S/]
-Objeto a. En la página 797 y 798 y N.E. 778 menciona el objeto a: “… pezón, escíbalo, falo( con
objeto imaginario), flujo urinario. (Lista impensable si no se le añade con nosotros el fonema, la
mirada, la voz - el nada.)”
“Un rasgo común a estos objetos en nuestra elaboración: no tienen imagen especular, dicho de otra
manera, de alteridad”.
“Es a ese objeto inasible en el espejo al que la imagen especular da su vestimenta”. [i(a)]

La fórmula del fantasma indica la relación de lo simbólico y lo real determinando la configuración


imaginaria.
El fantasma:
-tiene una dimensión imaginaria y está determinado por las funciones propias de los simbólico y lo
real
-sostiene al sujeto en lo simbólico.

-Tiene tres caras. En la p. 85 Lacan compara el fantasma con algún cuadro que viene a situarse en el
marco de la ventana El fantasma está enmarcado. Usa el siguiente ejemplo: imaginen una ventana

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como toda ventana está enmarcada, en esa ventana encaja exactamente un cuadro. Entonces
nosotros creemos que estamos viendo a través de la ventana pero lo que estamos viendo es un
cuadro, o sea una escena imaginaria. Esas escenas tienen un marco, están enmarcadas, o sea tienen
un marco simbólico. Lo que el cuadro no nos deja ver, porque está perfectamente encajado en el
marco, es lo que está más allá de eso, o sea, lo real. Si el cuadro se mueve, se corre un poco,
entonces ahí si hay algo de lo real que aparece para el sujeto.

-El fantasma está enmarcado, es el marco simbólico en donde se desenvuelve una escena imaginaria
que cubre lo real.
Cubre la posibilidad de que aparezca algo del orden de lo real. Cuando el sujeto se angustia,
momento de vacilación fantasmática, es el momento en que aparece algo de lo real

-Es inconsciente sobre todo la función que la frase fantasmática cumple para el sujeto. Cuando en el
análisis incidimos sobre el fantasma una parte resulta conocida para el sujeto y otra desconocida.

-Limita y ordena la realidad. El marco del fantasma hace marco a la realidad. Lo real, el objeto a, es
lo que en la realidad no se ve. El fantasma es marco de la realidad pero también función de velo o
pantalla, vela lo real.

-Constituye el nombre de un nudo de lo simbólico, de lo imaginario y de lo real. Es una conexión de


lo simbólico y de lo real, del significante y del goce.
-Organiza las relaciones con los objetos de amor, con los semejantes. Condiciona la sexualidad del
sujeto.
-Le aporta un ser al sujeto, una manera de ser.
Fantasma en relación al deseo/ al deseo del Otro

“El grafo inscribe que el deseo se regula sobre el fantasma así establecido, homólogo a lo que
sucede con el yo con respecto a la imagen del cuerpo…” (p. 796, N.E. 776) Hay un desconocimiento
de la función de sostén del deseo realizada por el fantasma y un desconocimiento del yo del sostén de
la imagen del otro.
El fantasma:
-Es el apoyo, soporte del deseo, una versión en la que el deseo del Otro es imaginado, fantaseado.
- Tiene la función del sostén del deseo. Por eso en el grafo del deseo sale una flecha desde d que va
hacia el fantasma.
- Es la posición del sujeto respecto al deseo.
-Es una construcción subjetiva que se produce ante la evidencia del deseo del Otro.
-Es un marco donde el sujeto encuentra referencias imaginarias, puntos identificatorios, que le
permiten significantizar el deseo del Otro, y ubicarse él en tanto objeto.
-Es una respuesta al enigma del deseo del Otro.
-Es donde la pregunta por el deseo del Otro halla una respuesta y se obtura la pregunta.
- Cubre la angustia suscitada por el deseo del Otro.
Hasta el seminario 10 el objeto a figura en el fantasma en su dimensión imaginaria (un semejante).
La dimensión imaginaria del objeto en el fantasma le resultó insuficiente a Lacan para ubicar el
objeto de deseo. Luego del seminario 10 el objeto a es real.

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El objeto a causa del deseo, pero de un deseo que no es, o no es ya lo que se denominara antes,
(deseo visto sencillamente como deseo del deseo del Otro). El deseo causado por (a) implica “el Otro
deseo”. Un deseo como ese no es el deseo del Otro, sino el que Lacan expresó en 1967 al declarar
que seguramente, el deseo es del Otro, pero que con todo, era necesario admitir en efecto un deseo
que el sujeto tendría como propio. (Lacan, J., “Lugar, origen, y fin de mi enseñanza”).

Lacan dice quepara esto es necesario el derrotero de un análisis.

Leemos cita de p. 794: “Por eso la pregunta del Otro…..”

La pregunta que el sujeto dirige al Otro: ¿Qué desea? dada la estructura de toda demanda la retornará
invertida. El sujeto demanda al Otro por su deseo, y cómo le vuelve invertida desde el Otro esa
pregunta, vuelve con otra pregunta: ¿qué quieres? Lacan dice que esta pregunta que el sujeto recibe
del Otro como respuesta lo encamina hacia su propio deseo. Este circuito continúa en una tercera
inversión. El sujeto invierte la pregunta del Otro, (que fue la respuesta a la pregunta del sujeto), y
pregunta ahora: “ ¿qué quieres tu Otro de mí?”. Esta inversión es estructural dado que mi deseo es el
deseo del Otro y solo podré resolver esta encerrona si establezco la función del objeto de deseo del
Otro. Ahí el sujeto se ofrece a sí mismo y es capturado como objeto del deseo del Otro.
Entonces :
1-¿Qué desea?, el sujeto le pregunta al Otro.
2-¿Qué quieres? El Otro le pregunta al sujeto.
3- ¿Qué me quiere? ¿Qué quieres tu Otro de mí? El sujeto le pregunta al Otro.
Aquí responde con la construcción fantasmática.

- La fórmula del fantasma indica la relación del sujeto con el objeto que se hace ser en el fantasma,
en tanto se prende a la demanda del otro. Frente a la pregunta por el que quiere el Otro de mí: lo
que me demanda es la respuesta.
-El argumento del fantasma está hecho con los significantes de la demanda del Otro .
El fantasma en relación a S(A/)
- El fantasma tiene que ver con la relación del Sujeto ante la falta del Otro que el tapona.
- Cubre con velos simbólicos-imaginarios, lo real: el significante de la falta en el Otro.
- Evita que el sujeto se enfrente a la castración. Impide alcanzar el significante de la falta en el Otro,
vela que no hay Otro del Otro .
-La angustia surge cuando hay de desfallecimiento de la cobertura fantasmática, cuando el fantasma
que cubría la angustia se conmueve o vacila.

Relación del fantasma con la satisfacción de la pulsión

-El fantasma fija y regula un modo de satisfacción pulsional para cada uno. La pulsión no es
orgánica, la introduce el Otro con los cuidados primeros. Hay pulsiones que son satisfechas
privilegiadamente en cada sujeto y eso está regulado por el fantasma. Por eso también objetos a, que
son rodeados por la pulsión son privilegiados en cada sujeto.

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-El fantasma pone en juego objetos a privilegiados que se producen, recortan en relación del sujeto al
Otro. La relación del Sujeto al Otro determina los objetos a puestos en juego en cada sujeto.
-La satisfacción de la pulsión en el fantasma es masoquista. Todo fantasma neurótico es masoquista.
-En el fantasma el sujeto va a quedar identificado al objeto que se hace ser, esto es lo que Lacan
llama, retomando la gramática de la pulsión, el tercer tiempo el hacerse el objeto que se hace chupar,
mirar, oír, *****, gritar, comer. En el fantasma tenemos el hacerse ver, hacerse cagar, hacerse gritar,
hacerse pegar, hacerse comer, hacerse escuchar, hacerse mirar por el Otro.
Entonces es así que el fantasma tiene por una de sus funciones fijar un modo de satisfacción
pulsional (que es siempre paradójica, porque cuando parece hallarse satisfacción de la pulsión se
encuentra la insatisfacción o porque hay satisfacción en lo insatisfactorio).

El goce pulsional se enmarca en el fantasma y de ese modo se domestica, no todo, incluyéndose en el


campo del principio del placer. El fantasma tiene la función de transformar el goce pulsional
autoerótico en un goce enmarcado, limitado, ajustado al principio del placer. Goce placentero,
dormitivo, moderado, entonces, el que proviene del fantasma.
Pero en el nivel mismo del síntoma del neurótico, existe un núcleo duro, resto de goce autoerótico,
diferente del goce fantasmático.
En el síntoma confluyen la pura satisfacción autoerótica, y aquella que encuentra marco en el
fantasma. Dos goces heterogéneos, el pulsional y el fantasmático, quedan comprometidos en el
síntoma.
-El fantasma le va a permitir la recuperación de goce, vía los objetos a, que le dará cierta consistencia
a ese sujeto.

Leemos al final de “Subversión del sujeto” que un goce debe ser rechazado [el goce del Otro, el
goce mítico, el absoluto, incestuoso], para que otro goce sea alcanzado según la escala invertida de
la ley del deseo [ otro goce sería un goce a partir de los objetos a causa de deseo y plus de gozar, otro
goce regulado por el fantasma, goce articulado a la castración]

Articulación de fantasma y síntoma

El síntoma es un mensaje a descifrar. Es una metáfora, es decir una sustitución de un significante


(reprimido) x otro significante, y es metáfora porque esta sustitución crea un sentido que el síntoma
porta. El síntoma tiene un núcleo de goce (la satisfacción del síntoma)
Entendemos que síntoma junto al fantasma, evitan dar cuenta de la falta en el Otro, bos taponan,
velan la falta.

El síntoma está representado en el grafo del deseo por el matema s(A) en el primer piso del lado
izquierdo, se lee como significado del Otro, no significantes del Otro. [Ver célula elemental donde
el Otro determina el significado del mensaje del Sujeto. Entonces el significado es del Otro]
Los significantes del Otro están representados en el grafo del deseo por la letra A en el primer piso a
la derecha.
A s(A/) llegan dos flechas una que designa que la significación es del Otro, que el sujeto recibe
siempre del Otro la significación de su propio mensaje.
La otra flecha que llega es desde el fantasma.

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En el grafo del deseo desde el fantasma salen dos flechas:

-hacia abajo: el fantasma está localizado en una posición que incide directamente sobre el síntoma
(s(A/). El fantasma viene a interferir la significación que le viene del Otro. El fantasma es la matriz
de la construcción neurótica, dado un síntoma es posible identificar el fantasma que lo determina. El
síntoma está determinado por el fantasma, hay una implicación del fantasma en el síntoma.

Esa flecha sigue hacia abajo, hacia la m (moi).El circuito yoico, imaginario [m-i(a)] está
determinado por el fantasma. Los avatares del yo estan determinados por la dialéctica del fantasma y
del deseo. La dialéctica del deseo y del fantasma determina al yo y a la imagen del otro.

- hacia arriba, hacia el significante de la falta en el Otro.


El fantasma funciona como tapón a la falta del significante en el Otro.
El analista no debe responder a la demanda sino llevar al sujeto a la Spaltung última por medio de la
interpretación indicando, alusivamente, la función del significante impar ( El falo simbólico, que le
falta al Otro también)
Esa flecha hacia arriba está articulada a la dirección de la cura, es hacia donde apuntan las
intervenciones, el fin del análisis. El S(A/) viene a indicar el exit, la salida “ hacia el horizonte
deshabitado del ser” ( el fin de analisis apunta a la falta en ser, al de-ser , no al llegar al ser!)
Mas allá del fantasma el sujeto se enfrenta a una diemnsión estructural, al S(A/), calve de la salida de
un análisis.

Fantasma neurótico y perverso


En la página 803 y en N.E. p. 783 dice que la perversión instituye la dominancia “del objeto a del
fantasma con el que sustituye al A/”. El sujeto perverso se hace instrumento del goce del Otro, se
hace objeto a del fantasma con lo que sustituye el A/.
“ El neurótico en efecto, histérico, obsesivo o más radicalmente fóbico, es el que identifica la falta
del Otro con su demanda, falo simbólico con D.
Resulta de ello que la demanda del Otro toma la función de objeto en su fantasma, es decir que su
fantasma se reduce a la pulsión: (S/losange D).Por eso el catálogo de las pulsiones ha podido
establecerse en el neurótico.”
En la p. 804, N.E. p. 784 afirma la preeminencia dada por el neurótico a la demanda, lo cual oculta
su angustia del deseo del Otro, que “el obsesivo en la medida en que niega el deseo del Otro al
formar su fantasma acentuando lo imposible del desvanecimiento del sujeto, el otro en el histérico
en la medida en que el deseo solo se mantiene por la insatisfacción que aporta allí escabulléndose
como objeto”.

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