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La descentralización política y desconcentración administrativa de Humberto Molina

aborda la distribución del poder político y administrativo en un país la descentralización


política implica la transferencia de autoridad y responsabilidad a entidades
subnacionales como estados o provincias mientras que la desconcentración
administrativa implica la delegación de funciones a diferentes niveles dentro de una
misma entidad central el texto analiza los beneficios y desafíos de estos procesos
destacando su impacto en la eficiencia, la participación ciudadana y el desarrollo
regional.
La descentralización en Colombia ha sido implementada de manera formalista y
tecnocrática, lo que ha llevado a mantener un sistema administrativo que reproduce el
centralismo y limita la autonomía de las entidades territoriales.

Se menciona en el documento La descentralización en un ambiente de insatisfacción y


expectativas en la que los agentes interesados en los procesos de descentralización en
un país expresan su descontento y sus expectativas que no han sido cumplidas. A
pesar de que se han registrado avances en aspectos como la descentralización
política, la elección de autoridades locales, la participación ciudadana y la creación de
organismos de representación, las personas siguen sintiendo que no se ha logrado la
autonomía política y administrativa real para las entidades territoriales.

En este contexto, existe un sentimiento general de decepción y escepticismo entre


analistas jurídicos, administradores públicos y gobernantes sobre el avance y la
garantía de la descentralización. Además, grupos étnicos como los raizales, afros e
indígenas esperan un trato diferencial para sus territorios, lo que añade más
expectativas y demandas a la situación.

Descentralizar los territorios y desconcentrar la administración nacional

se plantea la necesidad de centrarse en la construcción de una arquitectura


institucional operante, orientada a fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y
sus comunidades para la toma de decisiones en ejercicio de sus competencias. Se
requiere facilitar formas de asociación o integración entre las entidades sin sustituirlas
ni afectar su autonomía, además de crear un sistema integrado de prestación de
servicios y asesoría técnica por solicitud de las entidades. Se destaca la complejidad y
excesiva normatividad vigente en materia de descentralización, con numerosas leyes y
decretos emitidos en los últimos 30 años. Se critica un sistema de administración
jerarquizado que dificulta la descentralización real y efectiva, propiciando la corrupción,
la ineficiencia y el clientelismo. Se evidencia la falta de presencia del Estado en vastas
regiones del país y se plantea la necesidad de rediseñar el sistema de administración
pública del territorio, con una arquitectura institucional que facilite la autonomía de las
entidades territoriales, la articulación entre ellas y la oferta de servicios oportunos y
accesibles. Se concluye que es imprescindible un cambio radical en el sistema actual
para lograr una gestión territorial eficaz y eficiente.

Para lograr una descentralización efectiva, es necesario utilizar herramientas como la


planeación estratégica para identificar acciones concretas que puedan implementarse a
corto plazo y que permitan una regionalización funcional y diferencial. Esto sería un
paso importante para construir una nueva arquitectura institucional que garantice la
capacidad de decisión de las entidades territoriales y que descentralice los servicios
que requieran y puedan ser ofrecidos por instituciones nacionales

Para lograr una descentralización exitosa, se propone implantar una gobernabilidad que respete la
capacidad decisional de las entidades territoriales, impulsada por instrumentos de gobierno abierto que
promuevan la transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones. De esta forma, se busca
fortalecer la autonomía de las entidades territoriales y promover un sistema de gobierno más eficiente y
democrático.

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