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Nos introduce el autor del artículo citando un aparte del libro “El nacimiento de la tragedia” del
filósofo, poeta, músico y filólogo alemán Friedrich Nietzsche. Donde plantea el origen de la tragedia
griega en dos principios: el apolíneo (todo aquello que posee límites y produce formas) y el dionisíaco
(la realidad bajo formas que simulaban flujos de movimientos sin límites establecidos ni principio de
individuación). Plantea esta, la tragedia griega, como la síntesis de la antítesis entre dichos principios
(sin uno u otro el ritual no podría realizarse), ambos como atributos que permiten hacer una
interpretación de la misma realidad (modo de ser / ilusión).
Este abrebocas tiene todo que ver con el tema central del artículo: LO PÚBLICO Y LO PRIVADO en
nuestros días, para ello se detiene en la multiplicidad de conceptos con que se percibe la palabra
público:
Toma lo privado como aquello diametralmente opuesto; siendo consciente que estos escenarios solo
existen en mutua referencia, el uno es sinónimo del otro y viceversa. Diversas manifestaciones de
colectividad y/o individualidad que tienen origen en los procesos sociales que los constituyen, siendo
cada día, por las relaciones de poder que se dan entre estas dos figuras, lo público y lo privado, más
difícil definir las fronteras y límites de cada aspecto.
EL LIBERALISMO: A través de la crítica al Estado sobre la eficacia del carácter público de sus
políticas sociales, las cuales considera no responden al interés colectivo de la sociedad, sino a los
privilegios de las burocracias o los grupos políticos hegemónicos. Plantea una definición funcional de
lo público y o privado dejando aún lado a los actores sociales y sus relaciones, dando prioridad al tipo
de funciones colectivas o individuales realizadas por los particulares y el Estado, para garantizar
el normal desarrollo del mercado y el individuo. En este punto el Estado, como actor público bajo el
entendido de la libre competencia solo tendría aquellas funciones que los particulares no pueden
cumplir.
Para la doctrina del liberalismo clásico existe subordinación de lo colectivo (estado) a lo individual
(privado). Contrasta con ello el desarrollo del capitalismo durante los últimos siglos, donde el Estado
con su función intervencionista ha garantizado la producción de capital y a su vez limitado el poder
particular.
El liberalismo busca ampliar la esfera de influencia del individuo y le concede poco espacio al accionar
colectivo.
EL FEMINISMO: Esta teoría cuestiona la diferencia moderna entre lo público y lo privado ya que no
permite comprender la naturaleza colectiva de las relaciones de poder que estructuran la división social
de géneros y su sexualidad. Dejando lo doméstico como privado y en la dimensión pública
desconociendo todo aquello de producción social y cultural de masculinidad, feminidad y
heterogeneidad sexual.
Ejemplos: Congreso de la República corrupción fortín privado. El Estado no se apropia de sus espacios
dejándolos a la derivan y en muchos casos descargando la responsabilidad en organizaciones no
gubernamentales – ONG – (derechos humanos, participación ciudadana), en contraste lo público busca
cumplir sus funciones por medio de la acción privada (subsidios o créditos a la demanda), bajo la
bandera de buscar la equidad social. Las mujeres desde su rol doméstico, anteriormente mencionado,
han ido ganando territorio Estatal, bajo figuras como madres comunitarias. En el tema de seguridad
existen ejércitos privados cumpliendo tal función pública; todo ello ha permitido que bajo la justificada
ineficiencia del Estado los servicios se vayan privatizando.
La línea divisoria entre lo público y lo privado cada vez es más difícil de determinar y todo ello en
detrimento de lo colectivo y lo comunitario. Para el autor, Múnera Ruíz, este caos no es exclusivo de la
modernidad, solo que las particularidades actuales del territorio como lo son el capital, la división del
trabajo la globalización del mercado, las ciudades como espacios de producción, entre otros, es lo que
cada día genera mayores tenciones entre lo público y lo privado.
Liberalismo: Busca transformar lo público sin alterar lo privado. Privado que seguirá protegiendo la
propiedad particular de los bienes, el capital y el ser individual.
Comunitarismo: Transformación de lo público desde la sociedad civil y las acciones colectivos, sin
alterar lo privado.
CONTEXTO HISTORICO.
En la época moderna de occidente lo público surgió como respuesta a la necesidad social de dar
garantías institucionales al individuo y su propiedad privada y a la consolidación de nuevos espacios
colectivos que reemplazaran las formas comunitarias particulares de la Edad Media. (Piotr Kropotkin –
escritor y pensador ruso – fundador del anarco comunismo -lo colectivo por encima de lo individual).
Pero estas formas comunitarias, también fueron cambiantes frente a la función del Estado el cual
adoptó una función reguladora y de integración social a fin de que prevaleciera el interés general dentro
de los límites de la dimensión privada de la sociedad. Es decir, canalizó normativamente los procesos
sociales de deliberación y toma de decisiones colectivas, disminuyendo el poder individual del
propietario privad o de los medios de producción social, pero garantizándole su existencia como
capitalista y otorgándole poder colectivo. Bajo este entendido el Estado en las sociedades
contemporáneas funge no solo como regulador sistémico de las actividades, sino como el agente
encargado de conservar y transformar lo comunitario y lo colectivo.
En este devenir de lo público y lo privado, de lo individual y lo colectivo, del papel fundamental del
Estado como institución reguladora de tal tensión se estructuran procesos que garantizaron lo público
así:
Como conclusión es válido decir que la tragedia de lo público es la consecuencia lógica de la falta de
compromiso con el bien común y la priorización de intereses individuales y privados en la gestión de
los recursos públicos.