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LA TRAGEDIA DE LO PÚBLICO

Prof. Leopoldo Múnera Ruiz.

Nos introduce el autor del artículo citando un aparte del libro “El nacimiento de la tragedia” del
filósofo, poeta, músico y filólogo alemán Friedrich Nietzsche. Donde plantea el origen de la tragedia
griega en dos principios: el apolíneo (todo aquello que posee límites y produce formas) y el dionisíaco
(la realidad bajo formas que simulaban flujos de movimientos sin límites establecidos ni principio de
individuación). Plantea esta, la tragedia griega, como la síntesis de la antítesis entre dichos principios
(sin uno u otro el ritual no podría realizarse), ambos como atributos que permiten hacer una
interpretación de la misma realidad (modo de ser / ilusión).

Este abrebocas tiene todo que ver con el tema central del artículo: LO PÚBLICO Y LO PRIVADO en
nuestros días, para ello se detiene en la multiplicidad de conceptos con que se percibe la palabra
público:

 Sinónimo de Estado y sus instituciones.


 Escenario de lo colectivo.
 Lugar de la democracia política.
 Expresión de la voluntad general
 Lugar de encuentro común – coliseo, plaza, etc. –

Toma lo privado como aquello diametralmente opuesto; siendo consciente que estos escenarios solo
existen en mutua referencia, el uno es sinónimo del otro y viceversa. Diversas manifestaciones de
colectividad y/o individualidad que tienen origen en los procesos sociales que los constituyen, siendo
cada día, por las relaciones de poder que se dan entre estas dos figuras, lo público y lo privado, más
difícil definir las fronteras y límites de cada aspecto.

Teniendo presente los aspectos generales de la globalización y comprendiendo lo público como el


ámbito donde se relacionan el estado y la ciudadanía y, lo privado como el ámbito donde se relacionan
los particulares entre sí, detalla la concepción que tienen tres corrientes del pensamiento al respecto.

EL LIBERALISMO: A través de la crítica al Estado sobre la eficacia del carácter público de sus
políticas sociales, las cuales considera no responden al interés colectivo de la sociedad, sino a los
privilegios de las burocracias o los grupos políticos hegemónicos. Plantea una definición funcional de
lo público y o privado dejando aún lado a los actores sociales y sus relaciones, dando prioridad al tipo
de funciones colectivas o individuales realizadas por los particulares y el Estado, para garantizar
el normal desarrollo del mercado y el individuo. En este punto el Estado, como actor público bajo el
entendido de la libre competencia solo tendría aquellas funciones que los particulares no pueden
cumplir.

Para la doctrina del liberalismo clásico existe subordinación de lo colectivo (estado) a lo individual
(privado). Contrasta con ello el desarrollo del capitalismo durante los últimos siglos, donde el Estado
con su función intervencionista ha garantizado la producción de capital y a su vez limitado el poder
particular.

El liberalismo busca ampliar la esfera de influencia del individuo y le concede poco espacio al accionar
colectivo.

EL FEMINISMO: Esta teoría cuestiona la diferencia moderna entre lo público y lo privado ya que no
permite comprender la naturaleza colectiva de las relaciones de poder que estructuran la división social
de géneros y su sexualidad. Dejando lo doméstico como privado y en la dimensión pública
desconociendo todo aquello de producción social y cultural de masculinidad, feminidad y
heterogeneidad sexual.

Proponen entender la construcción de lo público desde lo colectivo de la sociedad, transformando los


sujetos individuales a fin de eliminar las desigualdades sociales. Para ello plantea un relación cercana
Estado – Ciudadanía, bajo un esquema de: Públicos Débiles (deliberación en la sociedad civil) y
Públicos Fuertes (decisiones institucionalizadas en el Estado) y aquellos públicos que estén en disenso
serán Contra públicos subalternos. Esta visión comparte criterios con la teoría comunitarista.

EL COMUNITARISMO: Para esta vertiente del pensamiento la SOCIEDAD CIVIL es el eje


mediador, ya que, como actores no estatales, producirían lo público en forma conjunta o paralela con el
Estado desde el interés general a fin de generar una debida intermediación entre ambos actores. Busca
esta corriente un autogobierno en permanente definición a través de la extensión de la democracia al
conjunto de movimientos y acciones colectivas que produce la sociedad, este proceso es conocido
como una repolitización. Este ejercicio, como es planteado desdibuja los rangos característicos de lo
público y lo privado ya que pasa a ser determinante la relación de poder: comunitario / público.

Al igual que el feminismo, el comunitarismo fomenta el proceso comunitario o colectivo frente a la


función estatal.
Al analizar el caso Colombia bajo la luz de los preceptos del liberalismo, el feminismo y el
comunitarismo se encuentran acciones recurrentes que bien se pueden enmarcar en la crisis de lo
público que en el imaginario colectivo existe.

Ejemplos: Congreso de la República corrupción fortín privado. El Estado no se apropia de sus espacios
dejándolos a la derivan y en muchos casos descargando la responsabilidad en organizaciones no
gubernamentales – ONG – (derechos humanos, participación ciudadana), en contraste lo público busca
cumplir sus funciones por medio de la acción privada (subsidios o créditos a la demanda), bajo la
bandera de buscar la equidad social. Las mujeres desde su rol doméstico, anteriormente mencionado,
han ido ganando territorio Estatal, bajo figuras como madres comunitarias. En el tema de seguridad
existen ejércitos privados cumpliendo tal función pública; todo ello ha permitido que bajo la justificada
ineficiencia del Estado los servicios se vayan privatizando.

La línea divisoria entre lo público y lo privado cada vez es más difícil de determinar y todo ello en
detrimento de lo colectivo y lo comunitario. Para el autor, Múnera Ruíz, este caos no es exclusivo de la
modernidad, solo que las particularidades actuales del territorio como lo son el capital, la división del
trabajo la globalización del mercado, las ciudades como espacios de producción, entre otros, es lo que
cada día genera mayores tenciones entre lo público y lo privado.

Al respecto existen tres propuestas de redefinición conceptual:

Liberalismo: Busca transformar lo público sin alterar lo privado. Privado que seguirá protegiendo la
propiedad particular de los bienes, el capital y el ser individual.

Comunitarismo: Transformación de lo público desde la sociedad civil y las acciones colectivos, sin
alterar lo privado.

Feminismo: Propone la transformación simultanea de lo público y lo privado, ya que concibe lo público


y lo privado como dimensiones mutuamente dependientes, en la complementariedad de lo
contradictorio.

CONTEXTO HISTORICO.

En la época moderna de occidente lo público surgió como respuesta a la necesidad social de dar
garantías institucionales al individuo y su propiedad privada y a la consolidación de nuevos espacios
colectivos que reemplazaran las formas comunitarias particulares de la Edad Media. (Piotr Kropotkin –
escritor y pensador ruso – fundador del anarco comunismo -lo colectivo por encima de lo individual).
Pero estas formas comunitarias, también fueron cambiantes frente a la función del Estado el cual
adoptó una función reguladora y de integración social a fin de que prevaleciera el interés general dentro
de los límites de la dimensión privada de la sociedad. Es decir, canalizó normativamente los procesos
sociales de deliberación y toma de decisiones colectivas, disminuyendo el poder individual del
propietario privad o de los medios de producción social, pero garantizándole su existencia como
capitalista y otorgándole poder colectivo. Bajo este entendido el Estado en las sociedades
contemporáneas funge no solo como regulador sistémico de las actividades, sino como el agente
encargado de conservar y transformar lo comunitario y lo colectivo.

El autor afirma que el Estado y el individuo, en sus dimensiones de lo público y lo privado, en su


historia siempre se han encontrado transversalizadas por la tragedia, pues en la media que un aspecto
gana terreno el otro pierde, siendo una simbiosis permanente, donde todo converge en relaciones de
poder que van de lo público a lo privado y de lo privado a lo público, de lo individual a lo colectivo y
de lo colectivo a lo individual.

En este devenir de lo público y lo privado, de lo individual y lo colectivo, del papel fundamental del
Estado como institución reguladora de tal tensión se estructuran procesos que garantizaron lo público
así:

A. EL CONCENSO COMO CONSTRUCCIÓN DE LA VOLUNTAD COMÚN. Democracia


dentro del capitalismo o democracia dentro del socialismo, que permitiera garantizar la
formación de consensos que interpretaran de forma veraz la expresión del conjunto de la
sociedad y que ante todo garanticen la protección del interés común.
Para el liberalismo y su subjetividad es posible lograr dicho consenso, para el marxismo solo se
es posible en la medida que exista la sociedad comunista. Entonces, el autor plantea que la
reflexión al respecto gira alrededor de que si el consenso es subjetivo u objetivo (ciencia o
verdad) puede conducir en una sociedad a lo colectivo; para ello introduce en su análisis los
temas de libertad y equidad, real o formal, estas dos categorías son contrastadas bajo la óptica
un sistema capitalista (ley que la garantiza) y uno socialista (material). El proceso para llegar a
uno de estos Estados es inherente en ambos casos: la formación de consensos a través de la
democracia política o por medio de la construcción de una voluntad común. Si estos procesos
no se garantizan la autonomía individual se debilita y se llega a un Estado privatizado que desde
todo punto de vista deteriora lo colectivo y lo comunitario imposibilitando la realización de lo
público.

B. PROCESOS PARA VISIBILIZAR LAS DECISIONES EN LO PÚBLICO. En la Edad


Contemporánea se realizan grandes esfuerzos por garantizar que las decisiones del Estado
obedezcan a procesos participativos mayoritarios, pero aún persisten prácticas que desdibujan
estos procesos como las arcanas (ejercicio secreto del poder) y los simulacras (consensos
artificiales). “Visibilidad de lo aparente y la invisibilidad de lo real en el ejercicio del poder
público. No se garantiza el principio de publicidad de las decisiones públicas propendiendo por
la privatización.

C. CONSTITUCIÓN DE COMUNIDADES REGLADAS. Lo privado implica unos fines


particulares ya sea esta actuación particular o colectiva pero siempre orientada por fines
económicos, religiosos políticos o culturales). En contrate lo público busca un interés común al
conjunto de la sociedad a través de actores colectivos sometidos a un control de la colectividad.
Cuando los bienes públicos son administrados por asociaciones con acceso restringido se está
fomentando la privatización.

D. UNIVERSALIDAD DE LA NORMA EN LAS RELACIONES SOCIALES. El deber ser


común al conjunto sociedad como producto de consensos políticos y sociales. Sobre este
proceso de universalización objetiva de la norma jurídica se avala el derecho moderno para dar
un respaldo a lo público. No contar con normatividad común a todos (Kelsen: diferenciar el
derecho de la moral privada) fomentaría la esfera privada.

E. FORMACIÓN DE COLECTIVIDADES HETOROGENEAS, PLURALISMO


POLÍTICO Y SOCIAL. Lo público implica la articulación de lo diverso en un espacio común.
En contrario la imposición de las formas totalitarias de poder implican la sustitución de lo
público por lo privado. El pluralismo reconoce en lo público posibilidades de diferencia y en lo
privado la afirmación del propio yo.

F. APROPIACIÓN DE LO COLECTIVO CONLLEVA A LA DISOLUCIÓN DE LO


PÚBLICO. Lo preocupante de este punto es la extensión de la autonomía privada como criterio
de regulación de lo social ya que lo común puede llegar a ser fuente de satisfacción de los
intereses particulares. público obedece a procesos sociales donde todo puede ser distribuido, su
fundamento libertario garantiza la libertad del colectivo sin limitar la propia libertad. Se plantea
la transformación simultanea de lo público y lo privado a fin de lograr desarrollos individuales
donde prevalezca el interés general sobre el particular.

Como conclusión es válido decir que la tragedia de lo público es la consecuencia lógica de la falta de
compromiso con el bien común y la priorización de intereses individuales y privados en la gestión de
los recursos públicos.

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