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ACTIVIDAD N° 1
«El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día»
INTRODUCCION
La actual aparición de la epidemia del COVID 19, del SIDA y la
prevalencia de infecciones por el VIH, VHB Y VHC, nos pone en
alerta para implementar medidas de protección destinadas a
disminuir al máximo el riesgo de contaminación, sobre todo en los
servicios hospitalarios.
La bioseguridad debe entenderse como una doctrina de comportamiento encaminada a lograr actitudes
y conductas que disminuyan el riesgo del trabajador de la salud de adquirir infecciones en el ambiente
laboral.
“No existen normas ni reglamentos absolutamente seguras. La seguridad proviene de una actitud y
conducta consciente y responsable de la persona y depende del esfuerzo de cada persona para eliminar
toda condición y acto inseguro que pueda conllevar a un accidente”.
BIOSEGURIDAD
PRINCIPIOS DE BIOSEGURIDAD
1. PRINCIPIO DE UNIVERSALIDAD: Asume que “toda persona está infectada y que sus fluidos y todos los
objetos que se han usado en su atención, son potencialmente infectantes”, ya que es imposible saber a
simple vista, si alguien tiene o no alguna enfermedad.
Por tanto, todo el personal debe seguir las precauciones estándares rutinariamente para prevenir la
exposición de la piel y de las membranas mucosas, en todas las situaciones que puedan dar origen a
accidentes con sangre u otro fluido corporal.
2. USO DE BARRERAS DE PROTECCIÓN: mediante el uso adecuado de guantes, mascarilla, respirador N95,
bata, etc. que no necesariamente evitan la exposición a fluidos pero que disminuyen las probabilidades
de una infección.
4. EVALUACIÓN DE RIESGOS:
La evaluación de riesgos corresponde a un proceso de análisis de la probabilidad que ocurran
daños, heridas o infecciones. La mayoría de los riesgos están relacionados con las inadecuadas
prácticas, uso inadecuado de equipos de protección personal, malos hábitos del personal e
incumplimiento de las normas.
Lavarse las manos antes y después de tener contacto con el paciente o haber estado expuesto a
superficies contaminadas.
Usar guantes siempre que exista la posibilidad de tener contacto con fluidos orgánicos de alto riesgo
(sangre, derivados, semen, fluido vaginal, secreción purulenta y líquido amniótico).
Usar bata o delantales impermeables cuando exista la posibilidad de contaminar la ropa.
Usar máscara o lentes protectores cuando exista la posibilidad de recibir salpicaduras (partos,
cesáreas, cirugía traumatológica o cardiovascular, intubaciones.)
Desechar las agujas u otros instrumentos punzo cortantes en recipientes rígidos de cartón o plástico
grueso, no perforables para su descontaminación, previa al descarte o lavado y esterilización en caso
de material reutilizable. Los NO reusables, colocarlos a su vez en cilindros grandes (plásticos o
metálicos) para su traslado a incineración.
Nunca colocar el capuchón protector de las agujas con las manos.
Después de limpiar cuidadosa y minuciosamente el instrumental, desinfectarlo o esterilizarlo.
En el caso de instrumentos cortantes o punzantes no descartables, se les dará desinfección química,
a condición de que se pueda garantizar la concentración y actividad desinfectante del producto
químico. Para ello se limpiará cuidadosa y minuciosamente el instrumental antes de sumergirlo en el
desinfectante químico.
Limpiar las superficies potencialmente contaminadas con hipoclorito de sodio al 01%.
Identificar y clasificar el equipo, material y ropa probablemente contaminados para ser
desinfectados, esterilizados o destruidos según sea el caso.
Colocar y transportar la ropa contaminada en bolsas impermeables para prevenir el derrame de
líquidos.
Manipular todos los líquidos, fluidos y tejidos humanos como posiblemente contaminados.
Las heces, orina, secreción nasal, esputo, vómito y saliva, no se consideran líquidos potencialmente
infectantes, excepto si están visiblemente contaminados con sangre.