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EL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación está compuesta por nueve elementos: 1) Emisor, 2) Receptor, 3) Mensaje, 4) Código, 5) Canales, 6) Contexto, 7)
Presencia o ausencia de ruido 8) Interpretación o descodificación, 9) Respuesta o Retroalimentación.

RUIDO RUIDO

MENSAJE MENSAJE

EMISOR CODIFICACIÓN CANAL DECODIFICACIÓN RECEPTOR

RETROALIMENTACION

1) Emisor: Es aquella persona que tiene pensamientos o sentimientos (mensaje) qué intenta comunicarlos a otros por medio de
símbolos verbales y conductas no verbales.

2) Receptor: Es la persona o personas a quienes va dirigido el mensaje.

3) El Mensaje: Son los pensamientos y sentimientos que existen en la mente del emisor y que éste pretende transmitir y
compartir con el receptor. Es algo que tiene sentido o significado. Es el objeto de la comunicación.

4) Codificación: Es la transformación de un pensamiento o sentimiento en códigos verbales (lenguaje, palabras, gráficos, etc.),
paraverbales (tono de voz, sonidos, etc.) y no verbales (gestos, contacto visual, posturas, conductas diversas) y su
correspondiente organización dentro de un mensaje. Por ejemplo: cuando expongo acerca de la Depresión, transformo mis ideas
en palabras, en gráficos y cuadros, los organizo de la mejor manera a fin de que representen lo más exacta posible la idea que
tengo acerca del tema que voy a explicar, que, a su vez, sea la forma más clara y sencilla para que el receptor la comprenda y
reaccione frente a mi mensaje.

5) Canales: son los medios a través del cual se transmite el mensaje. se puede clasificar en tres categorías: verbales, para verbales
y conductuales.
a) Verbales: El lenguaje, las palabras, habladas o escritas, la jerga, etc.
b) Para verbales: El tono de voz, volumen, el ritmo, las inflexiones que utilizamos al hablar, los sonidos que emitimos (ej.: imitando
el ruido del viento).
c) Conductuales: Son los gestos, posturas (manos en la cintura, brazos cruzados), contacto visual (la forma en que miramos a
la persona que amamos en un momento de intimidad, la forma en que miramos cuando alguien nos sorprende haciendo algo
incorrecto, o la forma de mirar a una persona que nos inspira respeto, etc.), la distancia que permitimos se dé entre nosotros y
el receptor, los olores o fragancias que utilizamos para dar fuerza a nuestros mensajes, la textura y color de papel donde se
escribe el mensaje, etc.).

Cuando los canales o medios que utilizamos impactan en alguna forma uno o más de los sentidos de nuestro receptor, estamos
posibilitando que la comunicación se produzca, o sea, que el receptor comprenda lo que el emisor ha transmitido y emita una
respuesta. Si no hay comprensión y respuesta no hay comunicación (una carta impregnada de nuestro perfume personal en un
papel fino y delicado, transmite nuestro mensaje utilizando la vista, el olfato y tacto).

“Mientras más canales se utilicen para transportar un mensaje, es más probable


que la comunicación sea exitosa”

6) Contexto: Es también un canal de comunicación. Son las condiciones o medio en que ocurre la comunicación, que incluye lo
que antecede y lo que va después de lo que se dijo. El contexto nos da una pauta de cómo debemos entender lo que se
dice.
Si alguien dice “las manos arriba” y estamos en un gimnasio tendrá un significado muy distinto a que si es dicho por una persona
con pistola en mano y en un banco.
Por otro lado, el contexto por sí puede comunicar un mensaje. Por ej.: Si José invita a María a cenar a un lugar discreto, a media
luz, con una botella de champagne, música suave y romántica, con un bello ramo de rosas al centro de la mesa, estará
comunicando a María su interés por ella y su deseo de establecer una relación amorosa, a lo cual María podría contestar de
manera positiva o negativa.
Los contextos de comunicación pueden ser:
a) Físicos: lugar, condiciones ambientales, distancia entre las partes, hora,
distribución de asientos, etc.
b) Sociales: Naturaleza de las relaciones que existen entre las partes: familiares,
amigos, conocidos, colegas de trabajo, socios, extraños, etc.
c) Históricos: Son los antecedentes que tienen las partes en sus comunicaciones y
que influyen en el entendimiento del mensaje que se desea transmitir.
d) Psicológicos: Estados de ánimo, sentimientos, etc. que tienen las partes en el
momento en que se efectúa la comunicación.
e) Culturales: son creencias, valores y normas que tienen las partes.

7) Ruido: es cualquier estímulo que interfiere la transmisión del mensaje,


distorsionándolo o impidiendo que el receptor capte el sentido y el significado del
mensaje. Los ruidos pueden presentarse en cualquier etapa de la comunicación,
incluyendo al emisor y al receptor.

Los ruidos pueden ser externos (miradas, sonidos o cualquier otro estímulo del ambiente
que distraiga la atención de la gente), internos (pensamientos o sentimientos, temor, falta
de atención, prejuicios, creencias, valores, etc.), o Semánticos (idioma empleado,
palabras o frases poco claras que inhiben la precisión del mensaje para el receptor).

8) Interpretar o Descodificar: es el proceso inverso de la codificación. El receptor la


realiza para comprender el mensaje, para entender su significado. Si se falla en esta etapa
fracasa la comunicación.

9) Respuesta o Retroalimentación: Es la respuesta al mensaje. La retroalimentación


indica a la persona que envía el mensaje si éste se escuchó, y si se entendió y cómo se
entendió. Si las respuestas verbales y no verbales del receptor indican al emisor que el
sentido pretendido no se captó, entonces el emisor, puede intentar una manera diferente
de codificar el mensaje para hacerlo más claro a fin de que sea entendido conforme lo
siente y piensa el emisor.

Stephen P. Robbins afirma que:

“La retroalimentación es el control para saber si hemos


logrado transmitir nuestros mensajes de acuerdo con el
propósito original determina si ha habido comprensión.”
"Me Cansé... Me rindo" Por Leonardo Haberkorn
Publicado el Sábado, 03 de Noviembre de 2018
Después de muchos, muchos años, hoy di clase en la universidad por última vez.
No dictaré clases allí el semestre que viene y no sé si volveré algún día a dictar clases en una licenciatura en comunicación.
Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla.
Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono
que no cesa de recibir selfies.
Claro, es cierto, no todos son así.
Pero cada vez son más.
Hasta hace tres o cuatro años la exhortación a dejar el teléfono de lado durante 90 minutos -aunque más no fuera para no ser
maleducados- todavía tenía algún efecto. Ya no. Puede ser que sea yo, que me haya desgastado demasiado en el combate. O que
esté haciendo algo mal. Pero hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo ofensivo e hiriente que es lo que
hacen.
Además, cada vez es más difícil explicar cómo funciona el periodismo ante gente que no lo consume ni le ve sentido a estar
informado.
Esta semana en clase salió el tema Venezuela. Solo una estudiante en 20 pudo decir lo básico del conflicto. Lo muy básico. El resto
no tenía ni la más mínima idea. Les pregunté si sabían qué uruguayo estaba en medio de esa tormenta. Obviamente, ninguno sabía.
Les pregunté si conocían quién es Almagro. Silencio. A las cansadas, desde el fondo del salón, una única chica balbuceó: ¿no era
el canciller?
Así con todo.
¿Qué es lo que pasa en Siria? Silencio.
¿De qué partido tradicionalmente es aliado el PIT-CNT? Silencio.
¿Qué partido es más liberal, o está más a la “izquierda” en Estados Unidos, los demócratas o los republicanos? Silencio.
¿Saben quién es Vargas Llosa? ¡Sí!
¿Alguno leyó alguno de sus libros? No, ninguno.
Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta
donde no existen los vegetales.
En un ejercicio en el que debían salir a buscar una noticia a la calle, una estudiante regresó con esta noticia: todavía existen kioscos
que venden diarios y revistas.
En la Naranja Mecánica, al protagonista le mantenían los ojos abiertos con unas pinzas, para que viera una sucesión interminable
de imágenes, veloces, rápidas, violentas.
Con la nueva generación no se necesitan las pinzas.
Selfies Facebook Naranja Mecánica Una sucesión interminable de imágenes de amigos sonrientes les bombardea el cerebro. El
tiempo se les va en eso. Una clase se dispersaba por un video que uno le iba mostrando a otro. Pregunté de qué se trataba, con la
esperanza de que sirviera como aporte o disparador de algo. Era un video en Facebook de un cachorrito de león que jugaba.
El resultado de producir así, al menos en los trabajos que yo recibo, es muy pobre. La atención tiene que estar muy dispersa para
que escriban mal hasta su propio nombre, como pasa.
Llega un momento en que ser periodista te juega en contra. Porque uno está entrenado en ponerse en los zapatos del otro, cultiva
la empatía como herramienta básica de trabajo. Y entonces ve que a estos muchachos -que siguen teniendo la inteligencia, la
simpatía y la calidez de siempre- los estafaron, que la culpa no es solo de ellos. Que la incultura, el desinterés y la ajenidad no les
nacieron solos. Que les fueron matando la curiosidad y que, con cada maestra que dejó de corregirles las faltas de ortografía, les
enseñaron que todo da más o menos lo mismo.
Entonces, cuando uno comprende que ellos también son víctimas, casi sin darse cuenta va bajando la guardia.
Y lo malo termina siendo aprobado como mediocre; lo mediocre pasa por bueno; y lo bueno, las pocas veces que llega, se celebra
como si fuera brillante.
No quiero ser parte de ese círculo perverso.
Nunca fui así y no lo seré.
Lo que hago, siempre me gustó hacerlo bien. Lo mejor posible.
Justamente, porque creo en la excelencia, todos los años llevo a clase grandes ejemplos del periodismo, esos que le encienden el
alma incluso a un témpano. Este año, proyectando la película El Informante, sobre dos héroes del periodismo y de la vida, vi a gente
dormirse en el salón y a otros chateando en WhatsApp o Facebook.
¡Yo la vi más de 200 veces y todavía hay escenas donde tengo que aguantarme las lágrimas!
También les llevé la entrevista de Oriana Fallaci a Galtieri. Toda la vida resultó. Ahora se te va una clase entera en preparar el
ambiente: primero tenés que contarles quién era Galtieri, qué fue la guerra de las Malvinas, en qué momento histórico la corajuda
periodista italiana se sentó frente al dictador.
Les expliqué todo. Les pasé el video de la Plaza de Mayo repleta de una multitud enloquecida vivando a Galtieri, cuando dijo: “¡Si
quieren venir, que vengan! ¡Les presentaremos batalla!”.
Normalmente, a esta altura, todos los años ya había conseguido que la mayor parte de la clase siguiera el asunto con fascinación.
Este año no. Caras absortas. Desinterés. Un pibe despatarrado mirando su Facebook. Todo el año estuvo igual.
Llegamos a la entrevista. Leímos los fragmentos más duros e inolvidables.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Ellos querían que terminara la clase.
Yo también.
El periodista y académico uruguayo Leonardo Haberkorn renuncio a seguir dando clases en la carrera de Comunicación en la
Universidad ORT de Uruguay, mediante esta carta.

ACTIVIDADES
1.- Elabora una síntesis del texto leído. Incluye las ideas principales y secundarias seleccionadas.
La lectura se llama "Me Cansé... Me rindo" y el autor es Leonardo Haberkorn, nos dice que renunciara a dar clases
en la universidad donde trabaja debido a que sus estudiantes están mas atentos al celular que a las clases como
nos dice “Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un
teléfono que no cesa de recibir selfies.” Nos sigue explicando como hace preguntas de una realidad mundial o nacional durante sus
clases, pero no encuentra respuesta, nadie habla, o si contestan es para dar conceptos muy básicos de problemáticas que van
sucediendo hace años, también en las clases se esfuerza para que sean interesantes, muestra a periodistas que a el le apasionan,
temas relacionados al tema, personajes importantes, les explica a detalle todo, para que puedan comprender a su totalidad pero sus
alumnos siguen sin interesarse, por esas razones se da por vencido y renuncia.

2.- Escribe tus impresiones y comentarios acerca de la lectura.


Me pareció muy interesante pero sobre todo algo realista, debido a que con la era digital para un adolescente o adulto joven estar todo el tiempo
con el celular es algo normalizado como si este fuera parte de ellos, además, es una cruda realidad que las personas se interesan mas por temas
superficiales que por informarse sobre la realidad de su país o sobre noticias relevantes que están pasando alrededor del mundo y me llamo
mucho la atención saber que estaba dando clase para futuros periodistas debido a que ellos en algún momento (no todos) serán los responsables
de hacer llegar esa información importante a las demás personas.
3.- ¿Qué consejos le darías al autor de este artículo?
El consejo que le daría seria que busque una universidad con prestigio en el tema de comunicaciones para que así le de clases a personas que
realmente deseen aprender, que les importe su carrera y que den todo de si mismos para ser unos buenos profesionales. Por otro lado, me
pareció muy buena su decisión de renunciar porque era algo que él no podía controlar, que los estudiantes se interesaran por algo que a el le
apasionara.

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