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Agricultura Urbana o Periurbana:

La agricultura urbana, también conocida como periurbana es la práctica de


la agricultura con cultivos dentro del área urbana.
La tierra usada para las huertas urbanas puede ser privada, pública, residencial o
en espacios como balcones, paredes, techos de edificios, calles públicas,
márgenes deforestados de los ríos o en terrenos de propiedades públicas o privadas
en estado de abandono.
La agricultura urbana se realiza para actividades de producción de alimentos.
Contribuye a la soberanía alimentaria y a proporción de alimentos seguros de dos
maneras: incrementando la cantidad de alimentos y
provee verduras y frutas frescas para los consumidores urbanos.

La agricultura urbana promueve el ahorro de energía y genera un espacio para el


uso de aguas residuales previamente tratadas lo que le da un potencial de
sostenibilidad y ventajas indiscutibles como herramienta para la seguridad
alimentaria y como alternativa válida en la protección del ambiente, por su condición
agroecológica.

En Latinoamérica, la agricultura urbana ha sido un punto de encuentro para actores


locales comunitarios En ciudades como Bogotá la huerta urbana promueve el uso y
reutilización de recursos renovables, protección de ecosistemas, como bordes de
quebradas, humedales, y zonas verdes dentro de la ciudad. A su vez, promueve la
recuperación de tejido social por medio de la integración vecinal, la promoción de
buenos comportamientos y civismo; es un estilo de vida alternativo.

Antecedentes:

En las ciudades semidesérticas de Persia, los oasis se alimentaban a través


de acueductos que llevaban el agua de las montañas para sostener la producción
intensiva de alimentos, nutrida por los desechos de las comunidades.

En Machu Picchu, el agua se conservaba y reutilizaba como parte de la arquitectura


escalonada de la ciudad, y los plantíos de hortalizas estaban diseñados para
recoger el sol con el fin de prolongar la temporada de cultivo.

La idea de la producción suplementaria de alimentos más allá de las operaciones


agrícolas rurales y las importaciones lejanas no es nueva. Se utilizó durante la
guerra y la depresión, cuando surgieron problemas de escasez de alimentos, así
como en épocas de relativa abundancia. Los huertos de cultivo surgieron en
Alemania a principios del siglo XIX como respuesta a la pobreza y la inseguridad
alimentaria.

En 1893, se pidió a los ciudadanos de una Detroit golpeada por la depresión que
utilizaran lotes vacíos para cultivar verduras. Fueron apodados los Parches de
Patatas de Pingree en honor al alcalde, Hazen S. Pingree, que tuvo la idea. Su
intención era que estos huertos produjeran ingresos, suministro de alimentos e
impulsaran la independencia en tiempos de penuria. Los huertos de la
victoria surgieron durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y eran huertos
de frutas, verduras y hierbas en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Este
esfuerzo fue emprendido por los ciudadanos para reducir la presión sobre la
producción de alimentos que debían apoyar el esfuerzo bélico.

No existe un término general para designar las parcelas agrícolas en zonas


urbanas. Los jardines y las granjas, aunque no son fáciles de definir, son los dos
tipos principales. Según el USA, una granja es "cualquier lugar desde el que se
producen y venden 1000 dólares o más en productos agrícolas. En Europa, el
término "granja urbana" se utiliza para incluir jardines y granjas.

Jardín:

Muchas comunidades hacen que la jardinería comunitaria sea accesible al público,


proporcionando un espacio para que los ciudadanos cultiven plantas para la
alimentación, la recreación y la educación. Los huertos comunitarios dan a los
ciudadanos la oportunidad de aprender sobre horticultura a través de la prueba y el
error y obtener una mejor comprensión del proceso de producción de alimentos y
otras plantas.

Un programa de jardinería comunitaria bien establecido es el P-Patch de Seattle. El


movimiento popular de permacultura ha tenido una enorme influencia en el
renacimiento de la agricultura urbana en todo el mundo. Durante la década de 1960
se crearon varios huertos comunitarios en el Reino Unido, influidos por el
movimiento de los huertos comunitarios en Estados Unidos. El Proyecto Severn de
Bristol se creó en 2010 por 2500 libras y proporciona 34 toneladas de productos al
año, empleando a personas de entornos desfavorecidos.

Granjas:

Las granjas urbanas son parcelas agrícolas en zonas urbanas, que cuentan con
personas que trabajan con animales y plantas para producir alimentos. Suelen ser
jardines gestionados por la comunidad que buscan mejorar las relaciones de la
comunidad y ofrecer un conocimiento de la agricultura y la ganadería a las personas
que viven en zonas urbanizadas. Son importantes fuentes de seguridad
alimentaria para muchas comunidades de todo el mundo. Las granjas urbanas
varían en tamaño, desde pequeñas parcelas en patios privados hasta granjas más
grandes que ocupan varias hectáreas. En 1996, un informe de las Naciones Unidas
estimó que hay más de 800 millones de personas en todo el mundo que cultivan
alimentos y crían ganado en las ciudades. Aunque algunas granjas urbanas
cuentan con empleados remunerados, la mayoría dependen en gran medida de la
mano de obra voluntaria, y algunas son dirigidas únicamente por voluntarios. Otras
granjas urbanas funcionan como asociaciones con autoridades locales.
Ventajas y fortalezas.

Economías.
La producción localizada de alimentos en áreas urbanas y peri-urbanas crea
economías locales fuertes al crear puestos de trabajo, siendo también una forma de
incrementar la participación comunitaria en la gestión de los recursos propios para
reducir la pobreza.

Bogotá, capital de Colombia, segundo país más biodiverso del planeta se ha


convertido un referente en Latinoamérica en agricultura urbana, existen más de 20
mil huerteros en la ciudad y más de 4 mil huertos.

Eficiencia energética.
El sistema de agricultura industrial actual se caracteriza por altos costos energéticos
debido a la necesidad de medios de transporte. La energía utilizada para transportar
alimentos se reduciría drásticamente si las ciudades produjeran sus alimentos de
forma local.

Calidad alimentaria.
A pesar de que el aroma y el gusto de los productos locales son subjetivos, muchos
participantes de la agricultura urbana reportan que prefieren el sabor de esos
productos locales, o alimento orgánico, que los de la producción industrial. También,
la agricultura urbana apoya una producción más sustentable de alimentos que
intenta hacer decaer el uso de pesticidas peligrosos26. Los agricultores urbanos y
locales también eliminan la necesidad de conservantes, ya que sus productos no
tienen que viajar a largas distancias.

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