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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”

Área de las Ciencias de la Salud

Programa de Medicina

Extensión Barinas

Práctica médica

TEMA 2 Inspección General

EXAMEN DE PIEL

Profesor: Bachilleres:

Dra. Altagracia Lopez Cordero José C.I: 27.165.785

Finol Angel C.I: 30.532.770

Fleming Fiorella C.I: 28.489.891

Guerrero Ana C.I: 30.957.290

Semestre V, sección 07

Barinas, abril del 2024


Generalidades de la piel

La piel es el revestimiento que cubre la totalidad de la superficie corporal y el órgano


más extenso del cuerpo, con una superficie aproximada de 2m2 (dependiendo de la
altura y peso de la persona).

Función de la piel

Su función es el aislamiento y protección del cuerpo frente a las agresiones


externas: tóxicas, químicas, mecánicas, calor, frío, radiación ultravioleta y
microorganismos patógenos. Interviene también en la termorregulación, mantenimiento
del equilibrio de fluidos corporales y actuando como barrera ante la posible pérdida de
agua y en la eliminación de diversas sustancias a través del el sudor y la secreción
sebácea. Es el receptor de una gran cantidad de información externa que accede al
organismo por el tacto, la presión, la temperatura y los receptores del dolor. En muchas
ocasiones, la piel es también el lugar de expresión de alteraciones internas del
organismo.

Capas de la piel: Desde un punto de vista estructural, la piel se compone de varias


capas que trabajan en conjunto para desempeñar sus múltiples funciones.

La epidermis: La capa más superficial, actúa como un escudo contra los agentes
patógenos y los daños físicos o químicos.

La dermis: Se encuentra debajo de la epidermis, una capa más gruesa y resistente


que alberga una red densa de fibras de colágeno y elastina. Estas fibras otorgan a la
piel su elasticidad y resistencia, permitiéndonos mover con libertad sin dañar este
órgano vital. La dermis es también el hogar de los folículos pilosos, glándulas sebáceas
y sudoríparas, los cuales desempeñan roles importantes en la regulación de la
temperatura corporal y en la producción de sebo, sustancia que mantiene la piel
hidratada y protegida.

La hipodermis: La capa más profunda de la piel, compuesta principalmente por tejido


adiposo. Esta capa no solo sirve como aislante térmico y amortiguador contra impactos,
sino que también es una fuente importante de energía para el cuerpo.

Vascularización
La piel es un órgano muy vascularizado que se lleva aproximadamente el 20% del
volumen total de la sangre. El plexo vascular profundo se ubica entre el tejido celular
subcutáneo y la dermis, dan origen a los vasos rectos que forman el plexo vascular
superficial, el cual es subcapilar; a partir de ellos se forman las vénulas que acompañan
las arterias y drenan al plexo venoso profundo.

En las capas superficiales de la dermis una anastomosis arteriovenosa regula el flujo


sanguíneo según la temperatura y el volumen sanguíneo.
Por medio de plexos vasculares que irrigan hasta las capas superficiales de la dermis,
allí una anastomosis arteriovenosa regula el flujo sanguíneo. Ya la última capa, la
epidermis es avascular, nutriéndose sólo por difusión.
Inervación
La piel es un órgano sensorial, por definición, ricamente inervado. La inervación
sensitiva se desarrolla de forma segmentaria, siguiendo los dermatomas, gracias a
fibras nerviosas procedentes de neuronas sensitivas cuyos cuerpos celulares están
situados en los ganglios nerviosos espinales. En la piel la inervación trasmiten con
mayor o menor velocidad según su diámetro y recubierta de mielina, existen
mecanorreceptores, termorreceptores y nociceptores.
Los receptores corpusculares encapsulados, se encuentran en la dermis o tejido celular
subcutáneo, con fibras mielinizadas, son de 3 tipos:

 Corpúsculos de Pacini: En la dermis profunda o el tejido celular subcutáneo.


Mecano receptor para vibraciones y la presión mecánica.
 Corpúsculo de Meissner: En la dermis papilar de las palmas y las plantas.
Sensibilidad táctil fina.
 Corpúsculo de Ruffini: En la dermis. Termorreceptor, percibe los cambios de
temperatura relacionados con el calor y mecanorreceptor, identifica la deformación
contínua de la piel y tejidos profundos.

¿Cuáles son los tipos de piel?


Los tipos de piel se pueden dividir en cinco categorías: normal, grasa, seca, mixta y
sensible. Y, aunque la piel puede cambiar debido al clima, la salud y el envejecimiento,
el tipo de piel tiene un origen genético y se mantiene a lo largo de la vida.

Es importante agregar, que no debemos confundir los tipos de piel con los
problemas dermatológicos. Los trastornos de la piel son problemas que aparecen en
los diferentes tipos de piel. Algunos de estos pueden ser característicos de un tipo de
piel en específico, y otros más, que pueden ser parecidos por cualquier persona.

1. PIEL NORMAL: Es una piel que se caracteriza por tener pocos granos, poros
pequeños y no suele irritarse ni enrojecerse con facilidad. Este tipo de piel presenta
una textura regular sin imperfecciones. Además, tiene un aspecto suave y limpio.
Las personas que poseen este tipo de piel tienen un tono rosado y uniforme.
2. PIEL SECA: La piel seca retiene menos humedad que la piel normal y las glándulas
sebáceas segregan menos grasa, lo cual provoca descamación y la aparición de
líneas de expresión. A veces suele tener manchas y en ocasiones parece más
envejecida de lo que realmente.
3. PIEL GRASA: Las pieles grasas se caracterizan por tener poros grandes, tienden a
producir más sebo del necesario y poseen imperfecciones.
4. PIEL MIXTA: Si tienes una sensación grasienta en la zona T, pero el resto del rostro
es equilibrado, tienes lo que se conoce como piel mixta. Este tipo de piel es una
combinación de dos tipos de piel: normal-seca y grasa o con impurezas. Presenta un
aspecto brillante y tiende a desarrollar pequeñas impurezas, sobre todo en la frente,
nariz y barbilla. En cambio, la piel de la zona de las mejillas es entre normal y seca.
5. PIEL SENSIBLE: La piel sensible se caracteriza por presentar rojeces, irritaciones o
tener bultos. Este tipo de piel también tiende a ser más delgada, tiene poros más
pequeños y suele ser más seca.

Fototipos

El fototipo de nuestra piel determina la capacidad de adaptación al sol que tenemos


desde que nacemos. Es decir, es una predisposición innata y no podemos modificarla.
De ella dependerá la facilidad con la que nos pigmentamos (tomemos color) y lo
propensos que somos a sufrir quemaduras. Se clasifican en 6 dependiendo de las
características del tono de la piel, el color de los ojos y del cabello y de las quemaduras
y pigmentación que presenta la piel al exponerse al sol.

I: No se pigmenta, presenta fuertes quemaduras solares y se descama fácilmente. Son


rostros con cutis muy claras o rosadas, ojos azules y cabello pelirrojo o rubio claro.

II: Se quema intensamente, se pigmenta muy poco, es propensa a la descamación.


Tienen la piel clara y los ojos pueden ser azules, grises o verdes. El cabello es pelirrojo
o rubio.

III: Se quema en forma moderada, toma una pigmentación gradual. La piel es clara
(caucásica) y los ojos y pelo castaños.

IV: Se quema mínimamente y se pigmenta con facilidad. Presentan una piel morena
clara, ojos marrones o negros y pelo oscuro.

V: Quemaduras poco frecuentes, pigmentación inmediata. La piel y el cabello son


oscuros y los ojos suelen ser oscuros, aunque también es frecuente que sean verdes.

VI: La quemadura es invisible, pigmentación rápida e intensa. Piel, ojos y cabello muy
oscuros.

Examen de la piel

Los procedimientos fundamentales para el examen de la piel son la inspección, la


palpación. Debe disponerse de buena iluminación natural o también una luz blanca y
difusa fluorescente; la temperatura del ambiente donde se va a realizar el examen no
debe ser muy fría. El médico debe actuar con delicadeza, tranquilidad, comodidad y
consideración con el pudor del examinado; el paciente debe quitarse parcialmente las
prendas de vestir. La observación se hará por regiones; primero, las partes expuestas,
como cuero cabelludo, cara, boca, cuello, brazos, manos y uñas; después la porción
anterior del tórax, espalda, abdomen, muslos, piernas y pies.

En el examen de la piel se buscan alteraciones generales como el color, textura,


humedad, movilidad y turgencia o elasticidad.

Coloracion. Depende normalmente de factores tales como el grupo étnico,


nacionalidad y la frecuencia o grado de exposición a los rayos solares. También
influyen en el color de la piel, el espesor, grado de vasodilatación y el depósito de
pigmentos. La piel puede ser pálida por diferentes factores: anemia, cáncer,
desnutrición, insuficiencia renal, espesamiento patológico de la piel (hipotiroidismo),
vasoconstricción, lipotimia, síncope y shock; rubicunda o rojiza por vasodilatación
periférica, aumento de la hemoglobina (poliglobulia de las grandes alturas y policitemia)
o por dilatación de pequeños vasos de la cara como en los alcohólicos, fogoneros y
cocineros expuestos a altas temperaturas; cianótica o azul violácea como ocurre en las
enfermedades cardiopulmonares crónicas; ictérica o amarillenta por aumento de la
bilirrubinemia (ictericia hemolftica, hepatitis, obstrucción de las vías biliares por
cálculos o tumores del páncreas y la colangitis ascendente) o, hipercarotinemia (por el
consumo exagerado de alimentos amarillos como zanahoria o lechosa); melanodérmlca
o tinte oscuro observado en la insuficiencia corticosuprarrenal, hemocromatosis y la
argiria; finalmente, hipopigmentada como en el albinismo, vitiligo, carate y la lepra.

Color y pigmentación:
 Pigmentación clara: varía de marfil a rosado
 Pigmentación oscura: varía de canela a pardo oscuro.
 Pigmentación amarillenta relacionada con etnia (no ictericia)

Higiene y Lesiones:
 Higiene: Se describe como piel higiénica (conservada) o antihigiénica (no
conservada).
 Lesiones: Se debe evaluar si son pruriginosas confluentes.

Integridad:
Si presenta tumultos, si es lisa.

Lubricación:
Si es opaca, brillante o grasosa.
Panículo Adiposo:
Escaso, regular o abundante

Humedad (hidratación):
 No necesariamente debe palparse, también se puede observar.
 La piel normal debe ser seca.
 En los pliegues cutáneos debe ser ligeramente tibia y húmeda.

Edema
Se debe a una salida del líquido vascular al medio extracelular por cambios
hemodinámicos específicamente aumento de la presión hidrostático o disminución de la
presión oncotica, lo que se traduce como un aumento del volumen del medio
extracelular.

FISIOPATOLOGIA
El edema es el resultado del mayor movimiento del líquido desde el espacio
intravascular al espacio intersticial o del menor movimiento del agua desde el intersticio
hacia los capilares o los vasos linfáticos. El mecanismo se asocia con uno o varios de
los siguientes factores:

 Aumento de la presión hidrostática capilar


 Disminución de la presión oncótica del plasma
 Aumento de la permeabilidad capilar
 Obstrucción del sistema linfático

A medida que el líquido ingresa en el espacio intersticial, el volumen intravascular se


reduce. La depleción del volumen intravascular activa el sistema renina-angiotensina-
aldosterona-vasopresina (hormona antidiurética-ADH), lo que promueve la retención
renal de sodio. Al incrementar la osmolalidad, la retención renal de sodio estimula la
retención renal de agua y contribuye al mantenimiento del volumen plasmático. El
incremento de la retención renal de sodio también puede constituir una causa primaria
de sobrecarga hídrica y, por ende, de edema. La ingesta excesiva de sodio agrava el
cuadro

Los principales tipo de edema son:


 Renal
 Hepático
 Por Insuficiencia Cardiaca
 Inflamatorio
 Linfático

En cuanto a los antecedentes, es necesario preguntar por trastornos circulatorios,


cardiovasculares, renales, hepáticos, traumatismos.

Se debe diferenciar los distintos tipos de edema, para hacer esto se pueden hacer
preguntas sobre aparición, localización, distribución, color, forma, depresión, bordes.

Examen Físico
El reconocimiento del edema, tanto en su forma localizada como generalizada, y aun
su estado precedente, el preedema, es por lo general simple, pero difiere. Para el
edema la inspección esta corroborada por el signo de la huella del dedo o fóvea, y para
el preedema es necesario la mensura comparativa o las pesadas sucesivas, según sea
el caso.
Los datos que aporta la inspección son:

 La deformación en la región edematizada: con borramiento de los surcos, los


pliegues cutáneos y los relieves óseos.
 El color de la piel: habitualmente pálida en el edema de origen renal y en el
linfedema; cianótica en la insuficiencia cardíaca y en la estasis venosa. Si es
rubicunda, debe sospecharse patogenia inflamatoria.
 La simetría: simétrico cuando compromete por ejemplo ambos miembros
inferiores o asimétrico cuando afecta un solo miembro.

La palpación permite apreciar la temperatura: caliente, si hay inflamación (con rubor y


habitualmente doloroso) y fría, en la rémora venosa; la consistencia blanda sugiere
instalación reciente o hipoalbuminemia, en tanto que el edema duro indica larga
evolución y compromiso del drenaje linfático.

Los elementos a tener en cuenta:


 Distribución
 Consistencia (duro en los crónicos)
 Temperatura (normal como en el resto de la superficie corporal, frió o caliente).
 Sensibilidad. (Dolor en los casos inflamatorios)

Distribución
La distribución del edema es una guía importante para averiguar su causa. Con tal
base, el edema limitado a una pierna o a una o ambas extremidades superiores suele
ser el resultado de obstrucción venosa o linfática.

El edema de la hipoproteinemia es generalizado, particularmente notable en los tejidos


muy laxos de los párpados y la cara y tiende a ser más intenso por la mañana, por la
posición en decúbito que se adopta durante la noche.

Entre las causas menos frecuentes de edema facial figuran la triquinosis, las
reacciones alérgicas y el mixedema. Por otro lado, el edema que aparece con la
insuficiencia cardiaca tiende a ser más intenso en las extremidades inferiores y a
intensificarse por la tarde, un hecho que también depende, en gran medida, de la
postura.

Cuando los sujetos con insuficiencia cardiaca permanecen en cama, el edema suele
ser más notable en la región presacra. La parálisis disminuye el drenaje linfático y
venoso del lado afectado
Palidez
Es una perdida anormal del color de la piel normal o de las membranas mucosas.
Se caracteriza por la desaparición del sonrosado natural de la frente, mejillas, nariz y
hasta labios.

La palidez debe ser un indicativo de anemias (si es generalizada) y obstrucciones (si es


localizada)

Su diagnóstico varía con el color de la piel y con el grosor y la cantidad de vasos


sanguíneos en el tejido subcutáneo. Puede ser muy difícil de detectar en las personas
de piel oscura y, algunas veces, se hace notoria sólo en el revestimiento de los ojos y
de la boca.

Etiología
 Congénita o constitucional: Depende del grosor o transparencia de las capas de
la piel o cantidad de vasos sanguíneos.
 Alteraciones sanguíneas: Cantidad de hemoglobina o glóbulos rojos disminuida,
también hemorragia que afecte.
 Causas circulatorias: Se origina por vaciamiento de las redes capilares de la
dermis, debido a causas cardiacas o vasculares.

Ictericia (del griego ílcteros, amarillez). Es la coloración amarillenta de la piel y de las


mucosas teftidas por aumento de la bilirrubinemia (mayor de 1mg %). Debe buscarse a
la luz del dfa y donde mejor resalta es en el fondo blanco de la esclerótica. Puede ser
prehepática como ocurre en las anemias hemolfticas (esferocitosis y drepanocitosis);
en estos casos la bilirrubina generalmente no sobrepasa de 4 a 5 mg % y el paciente
luce más pálido que ictérico (ictericia flavínica). Hepática como en la necrosis hepática
de las hepatitis; el color de la piel es anaranjado (ictericia rubfnica). Posthepática u
obstructiva debida a obstrucción de las vías biliares por cálculos o compresiones por
tumores de la cabeza del páncreas; ésta puede acompañarse de orinas oscuras
(coluria), heces blancas (acolia), hipercolesterolemia, y el color de la piel es verde
aceituna (ictericia biliverdínica).

Cianosis (del griego kyanos, azul). Es la coloración azulada de la piel y mucosas; se


observa mejor a la luz del dfa y puede ser central, periférica y mixta. Las formas raras
de cianosis se deben a la presencia de derivados anormales de la hemoglobina
(metahemoglobinemia y sulfahemoglobinemia).

La cianosis central es generalizada y se observa una coloración azulada en la región


peribucal, lengua, labios, mejillas, nariz y pabellones de las orejas. Se debe a un
aumento de la hemoglobina reducida mayor de 5 g %; coincide con una desaturación
de oxígeno de la sangre arterial por debajo de 85 %y una Pa 0 2 menor de 40 mm Hg.

Ocurre en varias circunstancias, tales como la hipoventilación alveolar (asfixia por


obstrucción-mecánica de las vías aéreas, uso de narcóticos, grandes alturas,
ambientes enrarecidos y enfermedad pulmonar obstructiva crónica), trastornos de la
membrana alveolo-capilar (neumonías y atelectasias severas) y los cortos circuitos de
derecha a izquierda como las cardiopatías congénitas cianógenos y el embolismo
pulmonar.

La cianosis periférica es localizada y predomina en los segmentos acrales (dedos y


lechos ungueales) de las extremidades comprometidas. Se debe a un enlentecimiento
local de la circulación periférica por los capilares, con una mayor extracción del oxigeno
arterial; sin embargo, se mantiene normal la saturación del oxígeno arterial. Se observa
en la vasoconstricción arteriolar, exposición al frío, fenómeno de Raynaud,
crioglobulinemia, obstrucción arterial o trombosis venosa, la congestión venosa de la
insuficiencia cardíaca congestiva y los estados de shock.

Melanodermia (del griego me/anos, negro; der ma, piel). Es la aparición de un tinte
negruzco en la piel debido al aumento del pigmento melánico. Es variable según los
grupos étnicos y la exposición al sol. Hay regiones del cuerpo, como los pezones, la
linea media abdominal, las partes genitales y el contorno de los orificios naturales que
son más pigmentados. La melanodermia difusa más intensa y que afecta también las
mucosas, es la observada en la insuficiencia corticosuprarrenal crónica o enfermedad
de Addison. La hemocromatosis o diabetes bronceada se caracteriza por una
pigmentación oscura debida a depósitos de hemosiderina en la piel.

Textura. La textura varía según la edad, sexo y región de la piel que se examine;
puede ser blanda, dura, suave o áspera. Es fría, tibia o caliente, según la cantidad de
células adiposas de la porción más profunda de la dermis, la circulación de la sangre y
la cantidad de queratina.

Humedad. Puede ser seca (deshidratación e hipotiroidismo); húmeda por difusión de


agua a través de la piel (sudor) y oleaginosa por la mayor lubricación dependiente de
las glándulas sebáceas (aumentada en el acné).

Movilidad. Mayor o menor según la facilidad que tenga para moverse sobre el plano
profundo (disminuida en la esclerodermia).

Turgencia o elasticidad. Esta se refiere a la rapidez con la cual la piel vuelve a su


lugar al tratar de estirarla (disminuida en la deshidratación y la senilidad).

Anamnesis:
Para llegar a un adecuado diagnóstico semiológico de las lesiones dermatológicas es
necesario partir de una adecuada anamnesis que incluye la historia dermatológica y
antecedente hasta llegar a un diagnóstico morfológico y topográfico.

Criterio topográfico. Se refiere al número y distribución de las lesiones. Deben


anotarse las siguientes características: ubicación de las lesiones en zonas o regiones,
el predominio en alguna área y precisar simetría o asimetría; por ej., las lesiones
eritematopapulares se ubican en la región del tórax, a predominio submamario y son
bilaterales. Pueden ser localizadas (aisladas), regionales (tórax o abdomen),
generalizadas (en varias regiones) y universales (incluye uñas, cuero cabelludo y
mucosas).

Criterio morfológico.

Para el diagnóstico de las enfermedades cutáneas se requiere, como en toda la


Medicina, la realización de una historia clínica general, y una historia clínica
dermatológica que incluya la ANAMNESIS sobre las lesiones por las que se consulta y
una EXPLORACIÓN. Muchas veces es necesario el examen de toda la superficie
cutáneo-mucosa que permitirá encontrar lesiones desapercibidas por el enfermo u
otras patologías que pudiesen ser de importancia vital aunque el paciente no las
mencione.

La anamnesis consta de:

1) Interrogatorio abierto o dirigido: debe permitirnos conocer cómo, dónde y


cuándo comenzaron las lesiones, su forma de extensión, si han variado a lo largo del
tiempo, si produce síntomas (dolor, picor, escozor...), posible causa desencadenante, si
existe algún factor que empeore o mejore las lesiones, si se ha recibido algún
tratamiento...

2) Antecedentes familiares: posibilidad de enfermedades hereditarias

3) Antecedentes Personales: Historia personal aficiones, profesión... .Otras


enfermedades y tratamientos. Alergias medicamentosas.

EXAMEN FÍSICO
Criterio morfológico.

Inspección:
Se insiste en la importancia de una adecuada fuente de luz y temperatura adecuada
que nos permita valorar las características de la piel y las mucosas, las lesiones y el
estado general del paciente.
Se inicia con un examen general de la piel que incluye la descripción de su aspecto.
La inspección pone como manifiesto surcos o arrugas relacionados con la edad, líneas
de expresión o movimientos repetitivos, además de sitios de mayor espesor de la piel
como áreas de presión o más delgados como los párpados. Es importante descubrir
toda la piel para hacer una evaluación cercana y a distancia de las lesiones,
obviamente con la discreción y brindando al paciente la confianza necesaria para que
se sienta cómodo, en algunos casos es necesario ir haciéndolo por partes. En algunos
casos en importante evaluar al paciente tanto acostado como de pies en búsqueda de
algunas dermatosis con componente vascular.
El color de la piel evalúa por medio de la inspección la cantidad de pigmento que se
encuentra en la capa de Malpighi, puede ser generalizado y variar desde el blanco al
moreno, o localizado en sitios de hiperpigmentación o melanodermia e
hipopigmentación de la piel y mucosas, también pueden encontrarse hallazgos como
palidez por vasoconstricción en caso de una emoción o por anemia, rubicundez o una
coloración rojiza de la piel en sitios donde la piel es muy fina, existe vasodilatación
periférica o policitemias; cianosis en casos de aumento de la hemoglobina reducida por
encima de 5gr% ya sea central o periférica. Además podemos encontrar ictericia o una
coloración amarillenta en piel y mucosas.
En el pelo y el cuero cabelludo debe evaluarse su localización y distribución la cual
varía entre sexos como carácter sexual secundario, número, volumen, color y
resistencia. Las alteraciones del pelo se conocen como tricosis. Cuando se encuentra
en mayor cantidad (hipertricosis), ausencia (alopecia), distribución masculina del vello
en la mujer (hirsutismo) o canicie por disminución del contenido de melanina en el
cabello se presenta un color blanco en éste como parte del envejecimiento normal.
En las uñas también de observarse su color (palidez o cianosis, leuconiquia o uñas
blancas), ausencia (anoniquia), aspecto (onicolisis o separación de su lecho en el
borde distal, uñas mordidas por onicofagia; onicorrexis o estriaciones longitudinales de
la placa ungueal), forma (de cuchara o coiloniquia), tamaño y consistencia
(hapaloniquia o uñas blandas y flexibles, onicogrifosis, uñas gruesas que terminan
curvándose en forma de garra), además de la observación de los tejidos periungueales
que pueden ser asiento de inflamación, lo cual se conoce como paroniquia y por último
pueden presentarse casos de onicocriptosis.o uñas enterradas que son muy importante
en la evaluación médica..
Posteriormente se evaluarán la topografía de las lesiones, su relación con la
exposición a la luz solar, sitios de presión o hiperqueratósicos (psoriasis), áreas
húmedas (axilas, ingles, pliegues propensas a intertrigo), superficies tendinosas
(xantomas), palpebral (xantelasmas), palmas y plantas (dishidrosis, sífilis), sitios de uso
de pulseras, anillos, cadenas o botones en relación con una dermatitis de contacto;
además se debe valorar simetría, distribución (localizada, generalizada, agrupada,
lineal, confluente o herpetiforme), patrones (anular o en forma de anillo, lineal, reticular
o en red, zosteriforme o en bandas que coindicen con los dermatomas, agrupadas,
moniliforme como en rosario, numular o en monedas) formas (redonda, oval, circinada,
poligonal, sésil, pediculada o umbilicada), tamaño (puede ser en centímetros o en
milímetros), número (única, múltiple, escasas), bordes, límites y contornos (bien o mal
definidos, regulares, irregulares, difusos o elevados), superficie (lisa, rugosa, brillante,
oleosa), color (rojizas, violáceas, hipocrómicas, hipercrómicas, policromáticas), aspecto
(polimorfo, monomorfo).
Palpación
En este punto de la evaluación es importante conocer la turgencia, ésta evalúa el grado
de hidratación de la piel y se logra tomando entre el pulgar y el índice del examinador
una porción de piel hasta formar un pliegue, el cual al soltarse debe regresar en menos
de 2 segundos a su sitio normal. La humedad de la piel depende de la secreción de las
glándulas sudoríparas y se puede ver aumentada (hiperhidrosis) o marcadamente
disminuida (anhidrosis), de mal olor (bromhidrosis) o coloreada (cromhidrosis).
La textura se evalúa al palpar la piel, indicando su suavidad, si es seca, gruesa o
áspera, como en casos de xerosis, común después de los 60 años de edad.
En el cabello debe palparse su resistencia a la caída tomando un pequeño mechón de
cabello entre los dedos del examinador, se hace un pequeño tirón y se determina que
tanta caída presenta.
Al palpar específicamente las lesiones es relevante determinar la consistencia,
profundidad, desplazamiento o adherencia a planos vecinos y profundos, textura y
extensión de las lesiones, sensibilidad o dolor.
Para el diagnóstico completo y más certero de una enfermedad cutánea es necesario
una descripción completa de la lesión y su clasificación en lesiones primarias o
aquellas que se asientan sobre una piel sana, secundarias o aquellas sobre piel
previamente lesionada y combinadas cuando hay las 2 anteriores.

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