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ASIGNATURA:
ADMINISTRACION DE LA PRODUCCION II
DOCENTE:
Ma. PATRICIA BETSABÉ QUINTANA PACHECO
PRESENTADO POR:
JUAN JOSÉ CHÁVEZ DÁVILA
ANGELA MICHELLE LOPEZ VENTURA
ROBERTO ANTONIO QUINTANILLA CHACÓN
FECHA DE ENTREGA:
LUNES 07 DE ABRIL DEL 2024
HISTORIA: COMPROMISO
En el año 2022, me encontraba cursando matemática IV. Las clases comenzaban a las
6:45 de la mañana los lunes y miércoles. Para mí, despertar temprano era todo un desafío
para asistir a la clase. Sin embargo, durante ese año, se implementaron las clases semi
presenciales, lo que me permitía conectarme a la clase o verla grabada desde la comodidad
de mi hogar.
Después del primer examen corto, me di cuenta de que no estaba aprendiendo lo suficiente
para obtener una buena calificación. Por ello, me comprometí a despertar aún más
temprano para desayunar y asistir a las clases de manera presencial. Al principio, me
costaba mucho adaptarme, hasta que organicé mi día en torno a esa clase. Empecé a
despertar temprano, desayunar y luego ir al gimnasio. Con ese compromiso, logré
establecer una rutina diaria durante todo el ciclo. Mis calificaciones mejoraron
notablemente, ya que comprendía cada tema visto en clase de manera más profunda.
Con el tiempo, el compromiso se convirtió en disciplina. Realizaba estas actividades de
manera automática, sin dificultad para levantarme temprano y desayunar. La clase de
matemáticas se convirtió en el punto de partida de mi rutina diaria.
Después de un tiempo siguiendo esta rutina, comencé a asistir a más clases de forma
presencial. Esto me ayudaba a mejorar mi forma de aprendizaje y también me permitía
salir de mi casa, cambiando el entorno al que estaba acostumbrado, especialmente durante
el encierro de la cuarentena.
HISTORIA: COMUNICACIÓN
Una noche, estaba con mi grupo de amigos en uno de nuestros habituales paseos de fin
de semana. Fuimos al parque, salimos a cenar y compartimos nuestras experiencias
universitarias durante toda la noche. Sin embargo, en un momento dado, surgió una
confusión entre uno de mis amigos y yo. Nuestra reacción inmediata fue separarnos y
cada uno seguir por su lado.
Después de reflexionar sobre lo sucedido, me di cuenta de que no era necesario llegar a
ese punto de molestia y dejar las cosas así. Valoraba mucho la amistad que tenía con mi
amigo, así que decidí escribirle para resolver el problema. Afortunadamente, estuvo
dispuesto a hablar sobre ello. Aunque nuestra conversación no fue larga, nos permitió
expresar cómo nos sentíamos y lo que pensábamos sobre el malentendido. Esto nos ayudó
a solucionar el problema y seguir adelante como buenos amigos.
Ambos pudimos llegar a un acuerdo gracias a una comunicación abierta y honesta sobre
lo sucedido. Esto nos permitió mantener nuestra amistad y resolver cualquier conflicto
que surgiera en el futuro.
PREGUNTAS FORMULADAS DEL CAPITULO 27.