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AMERICANA
En medio del valle de Supe, en la provincia de Barranca, desde hace más de 5 mil años, nació en
Perú una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Caral, reinaba en el norte de Lima en
simultáneo con grandes culturas como Mesopotamia, India, Egipto y China. Siendo construida sobre
tierras eriazas, mostrando armonía con el medio ambiente al encontrarse en un punto estratégico
para el intercambio regional.
La Ciudad Sagrada de Caral fue un complejo formado por distintas construcciones, ubicado sobre
una terraza que los protegía de posibles desastres naturales, huaicos e inundaciones. Las
edificaciones fueron realizadas con piedras y maderas de árboles muertos, sin tener la necesidad de
recurrir a la depredación, cuidando así el medio ambiente y siendo considerada también como la
primera civilización sostenible. Además, de estar inscrita por la Unesco como Patrimonio Cultural de
la Humanidad.
© Diego
Las seis pirámides de esta cultura matriz que resaltaron, fueron sus enigmáticas plazas circulares,
así como instrumentos y restos encontrados perteneciente a sus habitantes, quienes se dedicaron a
trabajar en la pesca y agricultura. Entre los hallazgos más trascendentales se encuentran el quipu
más antiguo y 32 flautas hechas a base de hueso de cóndor y pelícano.
Al encontrarse alejada de otras culturas, Caral logró su desarrollo y sapiencia por sus propios
medios, adelantándose en 1800 años aproximadamente a civilizaciones de Mesoamérica. El
desarrollo de su conocimiento científico se rigió en la producción de técnicas agrícolas, como la
construcción de canales de irrigación; textilería, elaborando vestidos y utensilios; además de
medicina natural, usando plantas para tratar las dolencias y planificación de calendarios climáticos.
Ciudad Sagrada de Caral.
Datos
Ubicación geográfica
El área de desarrollo e influencia de la civilización caral, llamada área norcentral peruana, es de 400
por 300 km, y comprende los valles de la costa (Santa, Nepeña, Sechín,
Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón), los callejones serranos
de Huaylas y Conchucos junto con el altiplano de Junín, y las cuencas de los
ríos Marañón, Huallaga y las cabeceras del Ucayali en la selva.
En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en la provincia de Barranca,
departamento de Lima, donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado 20
asentamientos de esta civilización, cuyas extensiones van de 0,16 hectáreas hasta casi 80
hectáreas.2 Ocho de ellos son los de mayor tamaño, entre los que destaca nítidamente por su
complejidad la ciudad sagrada de Caral, de la que deriva el nombre de la cultura. Fue, sin duda, la
capital de la región. Los otros asentamientos con construcciones monumentales son Pueblo Nuevo,
Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta (en la margen derecha del Supe); y Lurihuasi, Miraya y
Chupacigarro (en la margen izquierda). En el litoral cercano a la desembocadura del Supe
destaca Áspero, que fue según todos los indicios la ciudad pesquera de Caral.
Hasta antes del descubrimiento de esta cultura, ya se conocía la existencia de diversos
asentamientos precerámicos a lo largo de esa área norcentral peruana, a partir de los cuales se
había planteado la existencia de organizaciones sociales de nivel jefatural. Destacan los de La
Galgada, en el callejón de los Conchucos, Piruro en el Marañón, Huaricoto en el callejón de
Huaylas, Kotosh en el Huallaga, Las Haldas en Casma, Los Gavilanes en Huarmey, Áspero en
Supe, Bandurria y Río Seco en Huaura y El Paraíso en el Chillón.
Cronología
En la cronología arqueológica, la civilización Caral corresponde al denominado Arcaico
Tardío (antes Precerámico Tardío), llegando hasta el Formativo Inferior, aproximadamente de 3000 a
1800 a. C.
Esa antigüedad se ha confirmado a través de múltiples fechados radio carbónicos realizados en
los Estados Unidos.
El hallazgo de Caral cambió así los esquemas que hasta entonces se tenían sobre el surgimiento de
las antiguas civilizaciones en el Perú y la América en general. Anteriormente se consideraba
a Chavín de Huántar como el foco cultural de más vieja data en el Perú, con un máximo de 3200
años de antigüedad (1200 a. C.).
Características generales
Aunque en lugares como Valdivia, en Ecuador, se producía cerámica desde 4000 a. C., en Caral no
se utilizó; de allí viene la denominación de precerámica, aunque la doctora Ruth Shady, su
descubridora, prefiere hablar de acerámica (sin cerámica), pues al disponer los antiguos pobladores
de Caral de una gran cantidad de mates (cucurbitáceas) que usaban como recipientes, no
necesitaban de la alfarería. El logro más impactante de esta primera civilización fue la construcción
de extensas ciudades, con edificios monumentales, construidos de una manera muy ingeniosa con
piedra, barro y materiales vegetales, en cestos tejidos y cerrados con dimensiones y pesos muy
variados (shicras) pero bastante homogéneos para facilitar las labores de acuerdo a la fortaleza física
de sus albañiles y constructores. Las formas predominantes son las pirámides escalonadas, las
plazas circulares o semicirculares hundidas en los frentes, con escaleras que daban acceso a la
cima, donde se observan habitaciones y espacios para rituales y ceremoniales.
La evidencia arqueológica muestra también una significativa producción agrícola de algodón para
redes de pesca y prendas tejidas en técnica torzal, así como muy sofisticadas expresiones de arte
musical en la confección de flautas con figuras incisas de animales míticos que sugieren un carácter
religioso.
Las diferencias de tamaño entre los asentamientos y sus edificios evidencian jerarquía entre las
poblaciones que los ocuparon, e incluso la existencia de una organización política que hizo posible
su construcción.
Descubrimiento
Los caralinos desarrollaron la actividad cinegética. En la imagen, vértebras de ballena azul usadas
como asientos.
Se ha planteado sobre Caral, que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida
por los jefes o representantes de dichos linajes en donde uno de ellos sería el Curaca principal y los
otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los
habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto,
Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron
una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio. Caral debió ser la cabeza de toda
esta red.
El factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe ha
de haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de cohesión y coerción. La religión en
esa época fue la política del Estado para el control de la población, de la producción de bienes y su
circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides)
con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes
festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural. Las periódicas reuniones y
actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y
fortalecían la identidad cultural. Sin embargo, ello ha de haber gravitado de una manera no menos
significativa en la generación de lo que podríamos denominar una civilización de paz pues no se
observan ni se han encontrado armas ofensivas ni estructuras defensivas. En cambio, parecería ser
que el arte y el comercio fueron utilizados de manera pródiga para mantener la producción
económica de una manera activa y efectiva.
Todo lo anteriormente expuesto serviría de base para la ulterior civilización andina en el caso de
Wari, así como en los Quechuas del Cuzco, y están presentes en Caral como los exponentes más
antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, tales como la
reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial
(ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos e
infraestructura comunal, entre las más destacadas.
Manifestaciones culturales
Organización económica
La sociedad de Caral formaba parte de una red de sitios que se extendían y articulaban a lo largo de
la cuenca del río Supe. En esta red había asentamientos costeros y otros ubicados en zonas más
altas (sierra); entre todos ellos se dio un intercambio de productos (comercio de trueque), siendo la
Ciudad de Caral evidentemente el centro de toda esa red. Visto así, se vislumbra la importancia que
alcanzó la especialización, es decir, la aparición de grupos especializados en determinadas
actividades económicas.
Pesca
La extracción de productos marinos (pescado y mariscos) fue la principal proveedora de proteínas.
Se desarrolló principalmente en la localidad costera de Áspero, desde donde se repartía el producto
marino hacia todos los asentamientos del valle. En Áspero se desarrollaron técnicas de pesca,
consistentes en el uso de anzuelos, cordeles, embarcaciones y redes de fibra de algodón con
flotadores hechos de mates y pesos confeccionados con piedras anudadas. Se vislumbra la
importancia de esta actividad por la cantidad de restos de especies marinas hallados en la ciudad de
Caral. Destaca la presencia abundante de la anchoveta; también capturaron sardina, jurel, lorna,
corvina, cabinza, pejerrey, bonito, róbalo, coco, cachema, machete, tollo; y recolectaron machas,
choros, almejas y conchas de abanico. También se han encontrado restos de ballena azul y tiburón
blanco.
Agricultura
Los hombres de Caral desarrollaron una agricultura intensiva en el valle de Supe. Emplearon
herramientas sencillas como palos y astas para cavar. Construyeron también canales de riego muy
simples que llevaban el agua del río hacia los campos de cultivo. Las plantas alimenticias que
cultivaron fueron: mate o calabaza, achira, pacae, pajuro, maní, ají, guayaba, lúcuma, papa, pallar,
camote, frijol, palta y maíz. Y de especial importancia fue el cultivo del algodón, cuya fibra
aprovecharon en gran escala.
Comercio
Los pobladores intercambiaban su producto mediante el trueque: los del litoral, brindaban sus
productos extraídos del mar (pescado y mariscos), los de los valles costeños, algodón y frutas, y los
de las zonas altas, sus productos agrícolas (cultivos alimenticios) y de pastoreo (camélidos). El
centro de toda esa red era indudablemente la Ciudad Sagrada de Caral.
Es también evidente que dicha red se prolongó a lugares más lejanos, pues en la zona de Caral-
Supe se han hallado productos de la sierra (palos de lloque, plumas de cóndor), la selva (congompe,
pieles de primates, plumas de aves) y la costa ecuatorial (spondylus). No solo intercambiaron
productos materiales sino también conocimientos y elementos culturales.
Organización Política
Cada asentamiento estaría representado por una autoridad o curaca, además de los principales de
sus ayllus o grupos de familias; lo que constituiría el germen de una forma gobierno que habría de
prolongarse milenariamente en todas las sociedades andinas. La clase dirigente se conformaba con
recibir la tributación de los habitantes, tanto en bienes como en prestación de servicios.
Organización Social
Se ha determinado que existía una gran diferenciación social, es decir, la población se dividía en
clases sociales, cada una de las cuales cumplían determinadas funciones y estaban organizadas de
manera jerárquica. Unos grupos se encargaban de la planificación y la toma de decisiones
(gobernantes y sacerdotes), y otros de las tareas manuales, como la pesca, la construcción, la
agricultura, etc.
Arte
Arquitectura
Pirámide de Caral.
Los ejemplos más relevantes de arquitectura monumental se dan en la Ciudad Sagrada de Caral.
Sus edificios principales son pirámides escalonadas o templos, hechas a base de adobe y piedra;
como elementos complementarios, se usaban troncos y fibras vegetales. Son estructuras de diverso
tamaño. El más imponente, tanto en altura como en volumen, es el llamado Edificio Piramidal Mayor
(o simplemente la Pirámide Mayor de Caral).
Las paredes de la estructura piramidal están enlucidas con barro y pintadas de blanco o amarillo
claro, y, raramente, de rojo. Cada edificio tenía una escalera central que conducía hacia la parte
superior, donde se hallaban varios cuartos. En el cuarto principal había plataformas bajas ubicadas
en dos o tres de sus lados, y en el centro, un fogón compuesto por un hoyo en el suelo, recubierto
con barro. Los indicios indican que el fogón tenía una función ritual; allí se quemarían diversos
alimentos como ofrendas.36
Escultura
En Caral no se desarrolló la técnica alfarera (esto es, piezas modeladas en arcilla y cocidas al fuego).
Y es que, en la práctica, los caralinos no necesitaban de cerámica pues contaban con mates de
calabaza como recipientes, cucharas talladas en madera y platos tallados en piedra.
Aunque si modelaban pequeños ídolos antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas
estatuillas, que representan figuras masculinas y femeninas, se han encontrado fragmentadas y
formarían parte de rituales relacionados con la renovación de los edificios y el culto de la fertilidad. A
base de estas representaciones se puede inferir la vestimenta, el tocado y el peinado de los
habitantes de Caral.
Música
Se descubrieron tres conjuntos musicales conformados por instrumentos de viento:
Fin de Caral
Todo indica que hacia el 1800 a. C. todos los asentamientos de la cultura Caral en el valle de Supe
fueron abandonados. Se ignora las razones exactas, pero se presume que fue a consecuencia de
eventos naturales, como terremotos y el Fenómeno de El Niño, que obligaron a los pobladores a
emigrar a otros lugares.
Efectivamente, se han hallado indicios de fuerte actividad sísmica en diversos templos
monumentales, como en la Huaca de Sacrificios de Áspero y el Templo Piramidal Mayor de Caral.
Muestran grandes grietas y desniveles entre los pisos que posteriormente fueron cubiertos por
nuevas construcciones. Esos sismos debieron ser de una magnitud de 7 a 8 grados en la escala de
Richter.
Pero posiblemente lo que más afectó fue uno o varios eventos catastróficos de El Niño, caracterizado
por lluvias torrenciales y desbordes de ríos, que causarían sin duda un gran colapso en la economía
agrícola, al quedar convertidos en ciénagas y pantanos las zonas dedicadas al cultivo; otra
consecuencia sería el arenamiento de las playas. También los vientos inusitados por El Niño
ocasionarían grandes tormentas de arena que cubrirían los campos de cultivo del valle de Supe.
Los pobladores se verían así obligados a emigrar a otros lugares donde construyeron sin duda
nuevos asentamientos y aplicaron sus tecnologías. Coincidentemente, surgieron por esa época otros
templos y centros administrativos en los valles costeros cercanos a Caral, así como más al norte y en
la sierra. Entre ellos están Sechín, La Galgada y Huaricoto(Áncash), y Kotosh (Huánuco). Estos
centros demuestran, efectivamente la continuidad de la civilización andina, cuyo foco primigenio es
indudablemente Caral.
CULTURA CHAVÍN, LA CIVILIZACIÓN QUE INFLUYÓ A GRANDES
SOCIEDADES PRECOLOMBINAS
La cultura chavín es propia del Antiguo Perú y se denomina como tal porque su mayor centro cultural
estuvo ubicado en Chavín de Huántar, región cercana al río Marañón. Para muchos historiadores
esta cultura ha supuesto un antes y un después en las culturas mesoamericanas venideras debido a
la gran influencia religiosa y artística que ha tenido en ellas y en sus cimientos. Actualmente Chavín
de Huántar está considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo un referente para
todos los peruanos y el resto del mundo.
Chavín de Huántar, centro cultural de esta civilización, se ubica en la zona de los Conchucos, región
de gran altitud que se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Pero no fue solo aquí
donde se asentó esta cultura. Los chavines se extendieron por la parte norte de los Andes, al igual
que por el sur. Debido a su gran extensión, la cultura chavín llegó a numerosos puntos andinos,
aunque se cree que la base de esta cultura, sus creencias y costumbres, no se desarrollaron por
igual en todas estas regiones. Los expertos aseguran que esta civilización desapareció alrededor del
200 a.C.
Sociedad y política
La civilización chavín era una sociedad que estaba totalmente jerarquizada, estando los sacerdotes
en la cúspide de la pirámide como clase dominante. Luego se encontraba la nobleza guerrera y
finalmente el pueblo, principalmente ganadores y agricultores. El sistema de gobierno era teocrático,
por lo que el poder lo ostentaban los sacerdotes, ya que eran los que tenían mayores conocimientos
del tiempo, el clima y la astronomía.
Economía
Los chavines sustentaban su economía en la agricultura y en la ganadería. Entre los cultivos
destacaban el maíz y la patata, aunque también trabajaron con leguminosas, hortalizas y otros
condimentos. En cuanto a la ganadería, el producto principal era la llama y los cuyes. Todos estos
productos sirvieron para el comercio, intercambiando bienes mediante el trueque.
Tecnología
Los chavines desarrollaron técnicas tecnológicas muy avanzadas para su época. Comenzaron con el
uso de canales y el arado de pie al que se llamaba chaquitaclla y que aumentaban la productividad
de sus cultivos. También construyeron los que serían más tarde los primeros andenes.
Orfebrería
Esta población fue experta en la orfebrería gracias a que conocían la técnica del moldeado utilizando
el martillo. Con ella fabricaban todo tipo de adornos para las personas, como brazaletes, collares u
orejeras, entre otras cosas. Utilizaban principalmente el oro.
Cerámica
Para muchos expertos la cerámica chavín era espectacular. De un solo color, rara vez se añadían
otras tonalidades, como el rojo o el negro para hacerla más llamativa. Se representaban figuras tanto
zoomorfas como antropomorfas.
Escultura
La gran mayoría de esculturas elaboradas en la cultura chavín estaban hechas de piedra, su principal
material. Lo habitual es que estuvieran relacionadas con la religión, siendo las más habituales las
cabezas, las estelas y los monolitos.
Arquitectura
La principal característica arquitectónica chavín era que las estructuras tenían forma de U. Los
chavines levantaron grandes monumentos como las pirámides o distintos tipos de plataforma.
También realizaron plazas rectangulares y pozos circulares. Utilizaban para ello la piedra, el adobe y
el barro.
Textil
Los chavines también se desarrollaron en el terreno textil creando prendas donde el algodón y la lana
eran los materiales más utilizados. También elaboraban tapices, estando la mayoría adornados con
borlas y flecos, al igual que con otros bordados.
Religión
La civilización chavín era politeísta y principalmente se dedicaban a adorar a muchos dioses, la
mayoría terroríficos. Las esculturas religiosas representan a seres sobrenaturales con rasgos felinos.
Contaban también con un gran número de centros ceremoniales.
Así mismo, la invención de los andenes y el uso de los canales para el cultivo siguen
estando muy presentes en la sociedad actual, siendo todo ello creaciones de esta
cultura que ha pasado a la historia. No se pueden olvidar sus aportaciones a la
metalurgia, aspecto en el cual esta cultura llegó a trabajar de forma frecuente con el
cobre bajo una serie de técnicas que se fueron reaprovechando con el paso de las
épocas.
Esta población es una de las más antiguas y conocidas del Perú, como también
sucede con la wari, la taihuanaco, la moche, la inca y la nazca.