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CARAL CUNA DE LA CIVILIZACIÓN

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AMERICANA
En medio del valle de Supe, en la provincia de Barranca, desde hace más de 5 mil años, nació en
Perú una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Caral, reinaba en el norte de Lima en
simultáneo con grandes culturas como Mesopotamia, India, Egipto y China. Siendo construida sobre
tierras eriazas, mostrando armonía con el medio ambiente al encontrarse en un punto estratégico
para el intercambio regional.
La Ciudad Sagrada de Caral fue un complejo formado por distintas construcciones, ubicado sobre
una terraza que los protegía de posibles desastres naturales, huaicos e inundaciones. Las
edificaciones fueron realizadas con piedras y maderas de árboles muertos, sin tener la necesidad de
recurrir a la depredación, cuidando así el medio ambiente y siendo considerada también como la
primera civilización sostenible. Además, de estar inscrita por la Unesco como Patrimonio Cultural de
la Humanidad.

© Diego
Las seis pirámides de esta cultura matriz que resaltaron, fueron sus enigmáticas plazas circulares,
así como instrumentos y restos encontrados perteneciente a sus habitantes, quienes se dedicaron a
trabajar en la pesca y agricultura. Entre los hallazgos más trascendentales se encuentran el quipu
más antiguo y 32 flautas hechas a base de hueso de cóndor y pelícano.
Al encontrarse alejada de otras culturas, Caral logró su desarrollo y sapiencia por sus propios
medios, adelantándose en 1800 años aproximadamente a civilizaciones de Mesoamérica. El
desarrollo de su conocimiento científico se rigió en la producción de técnicas agrícolas, como la
construcción de canales de irrigación; textilería, elaborando vestidos y utensilios; además de
medicina natural, usando plantas para tratar las dolencias y planificación de calendarios climáticos.
Ciudad Sagrada de Caral.

Datos

Cronología: 3000 - 1800 a. C

Localización: Barranca, Costa central del Perú


La civilización Caral o cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1800 a. C., siendo la expresión más
nítida del surgimiento de las primeras sociedades complejas en el área norcentral peruana o Norte
Chico. En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en Barranca, al norte
de Lima, donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado 20 asentamientos de esa
civilización, siendo la de mayor dimensión y complejidad la ciudad de Caral o Caral-Supe, de la que
deriva el nombre de la cultura.
La existencia de esta civilización fue desvelada a partir de 1996, gracias a los trabajos de un equipo
de arqueólogos encabezados por Ruth Shady, a través del Proyecto Especial Arqueológico Caral-
Supe. Los estudios rigurosos han demostrado que esta civilización es contemporánea con otras
civilizaciones primigenias del mundo, como la de Egipto, India, Sumeria, China, pero a diferencia de
ellas (que intercambiaron sus logros), se desarrolló en completo aislamiento. En América, es la más
antigua de las civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro
importante foco civilizatorio situado en Mesoamérica. En el Perú supera en antigüedad a la cultura
Chavín (1200 a. C.), que durante mucho tiempo había sido considerado como la cultura madre del
Perú. Actualmente, según todos los indicios, se puede afirmar que a partir de la civilización caral se
origina la civilización andina.

Ubicación geográfica
El área de desarrollo e influencia de la civilización caral, llamada área norcentral peruana, es de 400
por 300 km, y comprende los valles de la costa (Santa, Nepeña, Sechín,
Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón), los callejones serranos
de Huaylas y Conchucos junto con el altiplano de Junín, y las cuencas de los
ríos Marañón, Huallaga y las cabeceras del Ucayali en la selva.
En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en la provincia de Barranca,
departamento de Lima, donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado 20
asentamientos de esta civilización, cuyas extensiones van de 0,16 hectáreas hasta casi 80
hectáreas.2 Ocho de ellos son los de mayor tamaño, entre los que destaca nítidamente por su
complejidad la ciudad sagrada de Caral, de la que deriva el nombre de la cultura. Fue, sin duda, la
capital de la región. Los otros asentamientos con construcciones monumentales son Pueblo Nuevo,
Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta (en la margen derecha del Supe); y Lurihuasi, Miraya y
Chupacigarro (en la margen izquierda). En el litoral cercano a la desembocadura del Supe
destaca Áspero, que fue según todos los indicios la ciudad pesquera de Caral.
Hasta antes del descubrimiento de esta cultura, ya se conocía la existencia de diversos
asentamientos precerámicos a lo largo de esa área norcentral peruana, a partir de los cuales se
había planteado la existencia de organizaciones sociales de nivel jefatural. Destacan los de La
Galgada, en el callejón de los Conchucos, Piruro en el Marañón, Huaricoto en el callejón de
Huaylas, Kotosh en el Huallaga, Las Haldas en Casma, Los Gavilanes en Huarmey, Áspero en
Supe, Bandurria y Río Seco en Huaura y El Paraíso en el Chillón.

Cronología
En la cronología arqueológica, la civilización Caral corresponde al denominado Arcaico
Tardío (antes Precerámico Tardío), llegando hasta el Formativo Inferior, aproximadamente de 3000 a
1800 a. C.
Esa antigüedad se ha confirmado a través de múltiples fechados radio carbónicos realizados en
los Estados Unidos.
El hallazgo de Caral cambió así los esquemas que hasta entonces se tenían sobre el surgimiento de
las antiguas civilizaciones en el Perú y la América en general. Anteriormente se consideraba
a Chavín de Huántar como el foco cultural de más vieja data en el Perú, con un máximo de 3200
años de antigüedad (1200 a. C.).

Características generales
Aunque en lugares como Valdivia, en Ecuador, se producía cerámica desde 4000 a. C., en Caral no
se utilizó; de allí viene la denominación de precerámica, aunque la doctora Ruth Shady, su
descubridora, prefiere hablar de acerámica (sin cerámica), pues al disponer los antiguos pobladores
de Caral de una gran cantidad de mates (cucurbitáceas) que usaban como recipientes, no
necesitaban de la alfarería. El logro más impactante de esta primera civilización fue la construcción
de extensas ciudades, con edificios monumentales, construidos de una manera muy ingeniosa con
piedra, barro y materiales vegetales, en cestos tejidos y cerrados con dimensiones y pesos muy
variados (shicras) pero bastante homogéneos para facilitar las labores de acuerdo a la fortaleza física
de sus albañiles y constructores. Las formas predominantes son las pirámides escalonadas, las
plazas circulares o semicirculares hundidas en los frentes, con escaleras que daban acceso a la
cima, donde se observan habitaciones y espacios para rituales y ceremoniales.
La evidencia arqueológica muestra también una significativa producción agrícola de algodón para
redes de pesca y prendas tejidas en técnica torzal, así como muy sofisticadas expresiones de arte
musical en la confección de flautas con figuras incisas de animales míticos que sugieren un carácter
religioso.
Las diferencias de tamaño entre los asentamientos y sus edificios evidencian jerarquía entre las
poblaciones que los ocuparon, e incluso la existencia de una organización política que hizo posible
su construcción.

Descubrimiento

Arqueóloga peruana Ruth Shady en Caral, 2014


Los arqueólogos conocían la existencia de sitios monumentales en el valle de Supe desde principios
del siglo XX (por ejemplo, Áspero fue estudiado por Max Uhle en 1905 y Julio César Tello en 1937, y
por Willey y Moseley en los 60's. ) La misma ciudad sagrada de Caral fue explorada en 1948
por Paul Kosok y Richard Schaedel, y publicada con el nombre de Chupacigarro (tomado de una
hacienda local) 17 años después, aunque ninguno de los dos exploradores pudo determinar su
antigüedad. Frederic Engel estudió el lugar en los años 1970, e informó de la naturaleza precerámica
del sitio en 1987, sin embargo, sus afirmaciones no fueron aceptadas por los arqueólogos, como
puede verse en la literatura arqueológica, hasta 1997.
En 1994 Ruth Shady inició una prospección en el valle de Supe, con excavaciones en 1996, cuyos
resultados publicó en 1997, afirmando abiertamente la naturaleza precerámica de la ciudad sagrada
de Caral, y de la primera civilización andina. Esta afirmación fue nuevamente recibida con
escepticismo y rechazo por parte de los arqueólogos. Sin embargo, con el avance de las
investigaciones, y nuevas publicaciones,16 así como las varias y sucesivas decenas de pruebas de
radio carbono 14, quedaría finalmente demostrada la antigüedad, originalidad y naturaleza acerámica
de la civilización Caral.

El Área Norcentral Peruana, territorio formativo de la civilización andina.


El Antiguo Perú ha sido reconocido como una de las seis áreas del mundo donde tuvo lugar el
desarrollo indígena de la civilización, siendo una de las únicas dos zonas del Hemisferio Occidental,
junto con Mesoamérica, donde tal evento se desarrolló pero en forma aislada una de otra por el
espacio y el tiempo: los Olmecas aparecieron 1500 años más tarde que Caral. Lo cierto es que
Caral-Supe ha ampliado el horizonte de las civilizaciones complejas en la región peruana por más de
una docena de siglos. La cultura Chavín, ca. 900 a. C., durante mucho tiempo fue considerada la
primera civilización del subcontinente sudamericano y es aún citada como tal, de una manera regular
en numerosos trabajos generales.
El descubrimiento de Caral ha cambiado el foco de atención de las zonas altas de los Andes (donde
Chavín, Wari, Tiahuanaco y los Incas tuvieron sus mayores centros) hacia la Costa o la región litoral.
Caral-Supe se ubica en el área norcentral de la costa, a aproximadamente 182 km al norte de Lima,
extendida aproximadamente hasta el valle de Casmahacia el norte y hasta el de Lurín por el sur.
Comprende cuatro valles costeños: Huaura, Supe, Pativilca y Fortaleza. Los sitios conocidos se
encuentran entre los últimos tres valles, que se forman en una llanura costera común. Los tres valles
principales cubren solo 1.800 km², y las investigaciones han enfatizado la densidad de los centros
poblados.19 La costa peruana aparece como un candidato "improbable, incluso aberrante" para el
desarrollo "prístino" de la civilización, comparado a otros centros mundiales. Es extremadamente
árido, lindado por dos sombras orográficas (causadas por los Andes al este y el anticiclón
del Océano Pacífico por el este). De cualquier modo, la región es cruzada por más de 50 ríos que
transportan el agua de la cordillera, y el desarrollo de la irrigación extensiva a partir de estas fuentes
parece ser decisivo en la emergencia de Caral-Supe. Todos los yacimientos de arquitectura
monumental fueron hallados cerca de canales de irrigación.
El fechado con radiocarbono hecho por Jonathan Haas y colaboradores halló que 10 de 95 muestras
tomadas en las áreas de Pativilca y Fortaleza dieron fechas anteriores al 3500 a. C.. El más antiguo,
fechado al 9210 a. C., provee "limitadas indicaciones" del asentamiento humano durante el Arcaico
Temprano. Dos fechas del 3700 a. C. están asociadas con arquitectura comunal, pero parecen ser
anómalos. Es a partir del 3200 a. C. en adelante que aparecen claramente el asentamiento humano
a larga escala y la construcción comunitaria. Mann, en una revisión de la literatura en el 2005,
sugiere "algún momento antes del 3200 a. C., y posiblemente antes del 3500 a. C." como fecha
inicial del periodo formativo de Caral-Supe. Su trabajo nota que la fecha más temprana asociada con
certeza a una ciudad es el 3500 a. C., en Huaricanga, en el área norteña de Fortaleza, basado en las
fechas de Hass.
Las fechas tempranas del tercer milenio de Haas sugieren que el desarrollo de sitios costeros e
interiores ocurrió paralelamente. Pero, de 2500 a 2000 a. C., durante el período de mayor expansión,
la población y el desarrollo cambiaron decisivamente hacia los lugares interiores, como Caral,
aunque estos permanecieron dependientes de la pesca y recolección de mariscos de la costa. Estas
fechas están en consonancia con las fechas de Shady en Caral, que muestra una plena habitabilidad
de 2627 a 2020 a. C.
Hacia 1800 a. C., la civilización Caral comenzó a declinar, lo que coincide con la aparición de centros
más poderosos al sur y al norte, a lo largo de la costa, y al este dentro del cinturón de los Andes. Los
caralinos abandonaron sus centros poblados, desconociéndose las razones (posiblemente se debió a
catástrofes naturales, como terremotos y el Fenómeno de El Niño, que colapsaron su economía
agrícola) Pero la continuidad de la civilización andina se mantuvo y siglos después surgió otra gran
cultura peruana, la Chavín.

Caral, cuna de la civilización andina

Los caralinos desarrollaron la actividad cinegética. En la imagen, vértebras de ballena azul usadas
como asientos.
Se ha planteado sobre Caral, que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida
por los jefes o representantes de dichos linajes en donde uno de ellos sería el Curaca principal y los
otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los
habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto,
Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron
una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio. Caral debió ser la cabeza de toda
esta red.
El factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe ha
de haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de cohesión y coerción. La religión en
esa época fue la política del Estado para el control de la población, de la producción de bienes y su
circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides)
con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes
festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural. Las periódicas reuniones y
actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y
fortalecían la identidad cultural. Sin embargo, ello ha de haber gravitado de una manera no menos
significativa en la generación de lo que podríamos denominar una civilización de paz pues no se
observan ni se han encontrado armas ofensivas ni estructuras defensivas. En cambio, parecería ser
que el arte y el comercio fueron utilizados de manera pródiga para mantener la producción
económica de una manera activa y efectiva.
Todo lo anteriormente expuesto serviría de base para la ulterior civilización andina en el caso de
Wari, así como en los Quechuas del Cuzco, y están presentes en Caral como los exponentes más
antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, tales como la
reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial
(ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos e
infraestructura comunal, entre las más destacadas.

Manifestaciones culturales

Una vista del valle de Supe, sede de la civilización Caral.

Organización económica
La sociedad de Caral formaba parte de una red de sitios que se extendían y articulaban a lo largo de
la cuenca del río Supe. En esta red había asentamientos costeros y otros ubicados en zonas más
altas (sierra); entre todos ellos se dio un intercambio de productos (comercio de trueque), siendo la
Ciudad de Caral evidentemente el centro de toda esa red. Visto así, se vislumbra la importancia que
alcanzó la especialización, es decir, la aparición de grupos especializados en determinadas
actividades económicas.
Pesca
La extracción de productos marinos (pescado y mariscos) fue la principal proveedora de proteínas.
Se desarrolló principalmente en la localidad costera de Áspero, desde donde se repartía el producto
marino hacia todos los asentamientos del valle. En Áspero se desarrollaron técnicas de pesca,
consistentes en el uso de anzuelos, cordeles, embarcaciones y redes de fibra de algodón con
flotadores hechos de mates y pesos confeccionados con piedras anudadas. Se vislumbra la
importancia de esta actividad por la cantidad de restos de especies marinas hallados en la ciudad de
Caral. Destaca la presencia abundante de la anchoveta; también capturaron sardina, jurel, lorna,
corvina, cabinza, pejerrey, bonito, róbalo, coco, cachema, machete, tollo; y recolectaron machas,
choros, almejas y conchas de abanico. También se han encontrado restos de ballena azul y tiburón
blanco.
Agricultura
Los hombres de Caral desarrollaron una agricultura intensiva en el valle de Supe. Emplearon
herramientas sencillas como palos y astas para cavar. Construyeron también canales de riego muy
simples que llevaban el agua del río hacia los campos de cultivo. Las plantas alimenticias que
cultivaron fueron: mate o calabaza, achira, pacae, pajuro, maní, ají, guayaba, lúcuma, papa, pallar,
camote, frijol, palta y maíz. Y de especial importancia fue el cultivo del algodón, cuya fibra
aprovecharon en gran escala.
Comercio
Los pobladores intercambiaban su producto mediante el trueque: los del litoral, brindaban sus
productos extraídos del mar (pescado y mariscos), los de los valles costeños, algodón y frutas, y los
de las zonas altas, sus productos agrícolas (cultivos alimenticios) y de pastoreo (camélidos). El
centro de toda esa red era indudablemente la Ciudad Sagrada de Caral.
Es también evidente que dicha red se prolongó a lugares más lejanos, pues en la zona de Caral-
Supe se han hallado productos de la sierra (palos de lloque, plumas de cóndor), la selva (congompe,
pieles de primates, plumas de aves) y la costa ecuatorial (spondylus). No solo intercambiaron
productos materiales sino también conocimientos y elementos culturales.
Organización Política
Cada asentamiento estaría representado por una autoridad o curaca, además de los principales de
sus ayllus o grupos de familias; lo que constituiría el germen de una forma gobierno que habría de
prolongarse milenariamente en todas las sociedades andinas. La clase dirigente se conformaba con
recibir la tributación de los habitantes, tanto en bienes como en prestación de servicios.
Organización Social
Se ha determinado que existía una gran diferenciación social, es decir, la población se dividía en
clases sociales, cada una de las cuales cumplían determinadas funciones y estaban organizadas de
manera jerárquica. Unos grupos se encargaban de la planificación y la toma de decisiones
(gobernantes y sacerdotes), y otros de las tareas manuales, como la pesca, la construcción, la
agricultura, etc.
Arte
Arquitectura

Pirámide de Caral.
Los ejemplos más relevantes de arquitectura monumental se dan en la Ciudad Sagrada de Caral.
Sus edificios principales son pirámides escalonadas o templos, hechas a base de adobe y piedra;
como elementos complementarios, se usaban troncos y fibras vegetales. Son estructuras de diverso
tamaño. El más imponente, tanto en altura como en volumen, es el llamado Edificio Piramidal Mayor
(o simplemente la Pirámide Mayor de Caral).
Las paredes de la estructura piramidal están enlucidas con barro y pintadas de blanco o amarillo
claro, y, raramente, de rojo. Cada edificio tenía una escalera central que conducía hacia la parte
superior, donde se hallaban varios cuartos. En el cuarto principal había plataformas bajas ubicadas
en dos o tres de sus lados, y en el centro, un fogón compuesto por un hoyo en el suelo, recubierto
con barro. Los indicios indican que el fogón tenía una función ritual; allí se quemarían diversos
alimentos como ofrendas.36
Escultura
En Caral no se desarrolló la técnica alfarera (esto es, piezas modeladas en arcilla y cocidas al fuego).
Y es que, en la práctica, los caralinos no necesitaban de cerámica pues contaban con mates de
calabaza como recipientes, cucharas talladas en madera y platos tallados en piedra.
Aunque si modelaban pequeños ídolos antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas
estatuillas, que representan figuras masculinas y femeninas, se han encontrado fragmentadas y
formarían parte de rituales relacionados con la renovación de los edificios y el culto de la fertilidad. A
base de estas representaciones se puede inferir la vestimenta, el tocado y el peinado de los
habitantes de Caral.
Música
Se descubrieron tres conjuntos musicales conformados por instrumentos de viento:

 Un conjunto de 38 cornetas, hecho de huesos de huanaco y venado.


 Un conjunto de 32 flautas traversas, de huesos de cóndor y pelícano, con diseños zoomorfos.
 Un conjunto de 4 antaras (flauta de pan), de carrizo e hilos de algodón.
Este descubrimiento sugiere la práctica musical colectiva, así como una organización compleja de la
sociedad de Caral. Posiblemente, la música acompañaba a las prácticas rituales y sociales.
Ornamentación personal
Los caralinos se adornaban con collares de cuentas y dijes elaborados con conchas marinas (como
el choro y el mullu o spondylus), huesos de animales marinos, piedras semipreciosas, minerales
como la crisocola, andesita y rodocrosita. Muchos de estos productos eran traídos desde regiones
lejanas. Las conchas eran alisadas, pulidas, y algunas veces grabadas con diseños sencillos, como
el espiral. Otros collares tenían plumas amarradas con hilos de algodón.
Ciencia
Matemática
Es evidente que contaron con conocimientos de aritmética y geometría, necesarios para el diseño y
construcción de sus edificios.
Astronomía

Piedra o huanca en Caral.


Se han encontrado evidencias de que los hombres de Caral contaban con conocimientos de
astronomía, que aplicaban en la elaboración del calendario, relacionado con la celebración de
festividades y otras actividades económicas, religiosas y cívicas. Dichos conocimientos lo aplicaron
también en la orientación de los edificios públicos. Se han hallado, por ejemplo, geoglifos y líneas
esparcidos en las planicies desérticas, al lado de piedras talladas dispersas; así como un recinto
subterráneo originalmente techado, que parece ser un observatorio. Es de destacar también un
monolito o huanca hincado en el suelo de una plaza pública, que habría sido un instrumento de
observación astronómica.
Sistema de registro (quipus)
En la pirámide La Galería se ha hallado un resto textil que ha sido interpretado como un quipu, el
conjunto de hilos con nudos que los incas utilizaban como instrumento mnemotécnico (es decir,
como medio de conservación de información estadística o mensajes para comunicarse). Sería pues,
el más antiguo quipu hallado en el Perú y evidenciaría la antigüedad milenaria de su uso. Como para
corroborar el uso del quipu en Caral, se descubrieron representaciones pictóricas de dichos objetos
sobre tres bloques líticos de las plataformas de la pirámide Menor de Caral.
Medicina
El conocimiento médico está evidenciado por la presencia recurrente de plantas medicinales, muchas
de ellas halladas en contextos funerarios. Por ejemplo, son numerosos los paquetes de tallos y hojas
de sauce, usado contra los dolores de cabeza (es el mismo árbol que contiene el principio activo de
la aspirina).
Tecnología]
Tecnología constructiva

Restos de shicras en Caral.


Los constructores de Caral usaban la técnica de las shicras, bolsas hechas con fibras vegetales y
llenas de bloques de piedra, con las que rellenaban las plataformas de los templos, colocándolos
ligeramente separadas. De esa manera lograban estabilidad en las estructuras. Al ocurrir un fuerte
sismo o terremoto, ese núcleo de shicras que hacía de base del edificio se movía con la vibración,
pero de manera limitada, pues las piedras eran contenidas en las bolsas. Luego, las shicras se
reacomodaban encontrando un nuevo punto de estabilidad. La shicras tenía pues, una función
antisísmica.
Tecnología agrícola
Las evidencias halladas indican que hubo grupos especializados en mejorar las especies y el
rendimiento de los cultivos alimenticios e industriales. Mediante la experimentación y la manipulación
genética de las diversas variedades de plantas, se produjeron semillas mejoradas. Ello permitió la
producción de plantas con frutos de mejor calidad y tamaño, y más resistente a las plagas. Un
ejemplo sería el algodón, que pasó por un proceso de mejoramiento genético para lograr una fibra
más larga, variedad de colores (pardo, marrón, crema y beige) y mayor rendimiento.
Tecnología textil
El desarrollo que alcanzó la textilería se evidencia por el hallazgo de cantidad de semillas y motas de
algodón. Con las fibras de este producto se tejían los vestidos, que eran piezas llanas, sin
decoración. Se empleaba la técnica del entrelazado y el torzal. También elaboraron calzado, bolsas,
sogas, redes de pescar, cordeles, etc. Conjuntamente con la fibra de algodón se usaron las de otros
vegetales, como totora, junco, cabuya, etc.
Religión

El Altar del Fuego Sagrado en Caral.


La religión, como ya se ha dicho, debió ser el factor de integración social y cultural que mantuvo
unidos a los habitantes del valle Caral-Supe. La clase dirigente debió ser la mediadora entre el grupo
social que representaban el poder sobrenatural de los ancestros y dioses.
Por la monumentalidad de sus templos o pirámides escalonadas, la Ciudad Sagrada de Caral debió
ser el centro religioso de esta civilización. Allí debía afluir gente venida de otros sitios del valle, e
incluso de regiones más lejanas, para participar de las ceremonias rituales. Estas tendrían como
centro los fogones de los templos, donde se quemaban ofrendas, que consistían sobre todo en
alimentos (peces y moluscos), algodón, cuarzo, mechones de cabello y otros objetos. También se
enterraban con carácter votivo estatuillas de arcilla (previamente rotas), y conglomerados de
vegetales.

Fin de Caral
Todo indica que hacia el 1800 a. C. todos los asentamientos de la cultura Caral en el valle de Supe
fueron abandonados. Se ignora las razones exactas, pero se presume que fue a consecuencia de
eventos naturales, como terremotos y el Fenómeno de El Niño, que obligaron a los pobladores a
emigrar a otros lugares.
Efectivamente, se han hallado indicios de fuerte actividad sísmica en diversos templos
monumentales, como en la Huaca de Sacrificios de Áspero y el Templo Piramidal Mayor de Caral.
Muestran grandes grietas y desniveles entre los pisos que posteriormente fueron cubiertos por
nuevas construcciones. Esos sismos debieron ser de una magnitud de 7 a 8 grados en la escala de
Richter.
Pero posiblemente lo que más afectó fue uno o varios eventos catastróficos de El Niño, caracterizado
por lluvias torrenciales y desbordes de ríos, que causarían sin duda un gran colapso en la economía
agrícola, al quedar convertidos en ciénagas y pantanos las zonas dedicadas al cultivo; otra
consecuencia sería el arenamiento de las playas. También los vientos inusitados por El Niño
ocasionarían grandes tormentas de arena que cubrirían los campos de cultivo del valle de Supe.
Los pobladores se verían así obligados a emigrar a otros lugares donde construyeron sin duda
nuevos asentamientos y aplicaron sus tecnologías. Coincidentemente, surgieron por esa época otros
templos y centros administrativos en los valles costeros cercanos a Caral, así como más al norte y en
la sierra. Entre ellos están Sechín, La Galgada y Huaricoto(Áncash), y Kotosh (Huánuco). Estos
centros demuestran, efectivamente la continuidad de la civilización andina, cuyo foco primigenio es
indudablemente Caral.
CULTURA CHAVÍN, LA CIVILIZACIÓN QUE INFLUYÓ A GRANDES
SOCIEDADES PRECOLOMBINAS
La cultura chavín es propia del Antiguo Perú y se denomina como tal porque su mayor centro cultural
estuvo ubicado en Chavín de Huántar, región cercana al río Marañón. Para muchos historiadores
esta cultura ha supuesto un antes y un después en las culturas mesoamericanas venideras debido a
la gran influencia religiosa y artística que ha tenido en ellas y en sus cimientos. Actualmente Chavín
de Huántar está considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo un referente para
todos los peruanos y el resto del mundo.

Los orígenes de la cultura chavín


La civilización chavín comenzó a desarrollarse en los Andes, situados en la zona norte de Perú, en
torno al 900 a.C. Su descubridor, Julio Tello, famoso arqueólogo, dijo de esta cultura que era la
matriz de muchas, aunque la chavín tuvo su base en la cultura Caral, que se cree fue una de las
grandes poblaciones andinas.

Chavín de Huántar, centro cultural de esta civilización, se ubica en la zona de los Conchucos, región
de gran altitud que se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Pero no fue solo aquí
donde se asentó esta cultura. Los chavines se extendieron por la parte norte de los Andes, al igual
que por el sur. Debido a su gran extensión, la cultura chavín llegó a numerosos puntos andinos,
aunque se cree que la base de esta cultura, sus creencias y costumbres, no se desarrollaron por
igual en todas estas regiones. Los expertos aseguran que esta civilización desapareció alrededor del
200 a.C.

Costumbres de la civilización chavín


Debido a que se la conoce como un horizonte cultural, la civilización chavín ha destacado sobre todo
por sus costumbres dentro de este ámbito y el uso de herramientas y materiales innovadores en
aquella época.

Tradiciones de los chavines


 El naturalismo era la base de su arte, siendo los temas principales los animales, las plantas y el
ser humano.
 Eran expertos agricultores, siendo los principales cultivos de calabaza, maíz y maní. También
trabajaban con la oca, la patata o la chirimoya.
 Utilizaban las piedras preciosas para crear adornos y objetos llamativos.
 Eran especialistas en trabajar con metales, sobre todo el oro, el cobre y la plata.
 Hacían uso del hueso y la madera para fabricar armas.
Forma de vida de los chavines
 Comían lo que cultivaban, añadiendo a su dieta otros alimentos como las verduras, la quinua o
el guayabo.
 Elaboraban sus prendas de vestir con seda. La vestimenta era muy llamativa, con muchos
colores y bordados, destacando el color blanco como elemento predominante.
 Vivían en casas construidas con piedras.
Características de la cultura chavín
A lo largo de la historia muchas son las culturas que han destacado, pero la chavín es una de las
más importantes de Mesoamérica debido a que cuenta con unas características únicas:

Sociedad y política
La civilización chavín era una sociedad que estaba totalmente jerarquizada, estando los sacerdotes
en la cúspide de la pirámide como clase dominante. Luego se encontraba la nobleza guerrera y
finalmente el pueblo, principalmente ganadores y agricultores. El sistema de gobierno era teocrático,
por lo que el poder lo ostentaban los sacerdotes, ya que eran los que tenían mayores conocimientos
del tiempo, el clima y la astronomía.

Economía
Los chavines sustentaban su economía en la agricultura y en la ganadería. Entre los cultivos
destacaban el maíz y la patata, aunque también trabajaron con leguminosas, hortalizas y otros
condimentos. En cuanto a la ganadería, el producto principal era la llama y los cuyes. Todos estos
productos sirvieron para el comercio, intercambiando bienes mediante el trueque.

Tecnología
Los chavines desarrollaron técnicas tecnológicas muy avanzadas para su época. Comenzaron con el
uso de canales y el arado de pie al que se llamaba chaquitaclla y que aumentaban la productividad
de sus cultivos. También construyeron los que serían más tarde los primeros andenes.

Orfebrería
Esta población fue experta en la orfebrería gracias a que conocían la técnica del moldeado utilizando
el martillo. Con ella fabricaban todo tipo de adornos para las personas, como brazaletes, collares u
orejeras, entre otras cosas. Utilizaban principalmente el oro.

Cerámica
Para muchos expertos la cerámica chavín era espectacular. De un solo color, rara vez se añadían
otras tonalidades, como el rojo o el negro para hacerla más llamativa. Se representaban figuras tanto
zoomorfas como antropomorfas.

Escultura
La gran mayoría de esculturas elaboradas en la cultura chavín estaban hechas de piedra, su principal
material. Lo habitual es que estuvieran relacionadas con la religión, siendo las más habituales las
cabezas, las estelas y los monolitos.

Arquitectura
La principal característica arquitectónica chavín era que las estructuras tenían forma de U. Los
chavines levantaron grandes monumentos como las pirámides o distintos tipos de plataforma.
También realizaron plazas rectangulares y pozos circulares. Utilizaban para ello la piedra, el adobe y
el barro.

Textil
Los chavines también se desarrollaron en el terreno textil creando prendas donde el algodón y la lana
eran los materiales más utilizados. También elaboraban tapices, estando la mayoría adornados con
borlas y flecos, al igual que con otros bordados.
Religión
La civilización chavín era politeísta y principalmente se dedicaban a adorar a muchos dioses, la
mayoría terroríficos. Las esculturas religiosas representan a seres sobrenaturales con rasgos felinos.
Contaban también con un gran número de centros ceremoniales.

Aportaciones de la cultura chavín a la sociedad


De entre las muchas aportaciones que se pueden destacar de la cultura chavín, una
de las más importantes es el dominio que tenían de los materiales de construcción.
En este caso hay que hacer especial referencia a la piedra, que sirvió para crear
numerosos edificios y esculturas. Además del uso de la piedra, los chavines han sido
la base de las informaciones que se tienen sobre la creación de otras artes y
técnicas, como es el caso de la cerámica y la pintura. Las representaciones culturales
han sido el principal legado que ha dejado esta cultura en la sociedad, métodos que a
día de hoy se siguen utilizando para fabricar numerosos elementos y construcciones.

Así mismo, la invención de los andenes y el uso de los canales para el cultivo siguen
estando muy presentes en la sociedad actual, siendo todo ello creaciones de esta
cultura que ha pasado a la historia. No se pueden olvidar sus aportaciones a la
metalurgia, aspecto en el cual esta cultura llegó a trabajar de forma frecuente con el
cobre bajo una serie de técnicas que se fueron reaprovechando con el paso de las
épocas.
Esta población es una de las más antiguas y conocidas del Perú, como también
sucede con la wari, la taihuanaco, la moche, la inca y la nazca.

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