LA PALABRA ESCRITA

“Nuestros libros son nuestro deleite y nuestra riqueza en tiempo de paz, nuestras armas ofensivas
y defensivas en tiempo de guerra, nuestro alimento cuando tenemos hambre y nuestra medicina
cuando enfermamos”
San Hugo de Lincoln.
Los monjes copiaron textos antiguos, preservaron la educación, fueron pioneros en tecnología,
enseñaron las técnicas de la metalúrgica, introdujeron nuevos cultivos, inventaron el champán,
mejoraron el paisaje europeo, proporcionaron bienestar a los viajeros y se ocuparon de los
extraviados y de los náufragos, la Iglesia que dio a Occidente sus monjes es la misma que creó
las universidades.
La preservación de la palabra escrita se dio a través de la honrosa labor del copista, la cual era
difícil y exigente, era frecuente que los monjes trabajasen bajo un frío lacerante y hasta bien
entrada la noche. Casiodoro, un senador romano s. VI tenía una visión de la empresa cultural
que habrían de desempeñar los monasterios, a él se debe el monasterio de Vivarium en el sur de
Italia, al que dotó de una excelente biblioteca, se subraya la Importancia de la copla de
manuscritos.
bibliotecas y scriptoria (las salas habilitadas para la copia de textos) monásticos a las que
debemos el gran corpus de literatura latina que ha sobrevivido hasta nuestros días, además de las
transcripciones de los monjes, debemos la supervivencia de textos a las bibliotecas y las escuelas
asociadas con las grandes catedrales medievales, además de aportaciones originales de la iglesia,
se destaca la conservación de no solo los libros, si no documentos de Importancia para la
civilización.
Alcuino de York entre los fondos de su biblioteca contaba con obras de Aristóteles, Cicerón,
Lucano, Plinio, Estatio, Pompeyo Trogo y Virgilio; correspondencia con autores clásicos como
Ovidio, Horacio y Terencio, del mismo modo Lupo, abad de Ferrieres, Desiderio, abbad de
Montecasino, San Anselmo y el propio papa Silvestre Il, no se limitaban a la enseñanza de la
lógica sino que animaba a sus alumnos a apreciar las obras clásicas y antiguas, en ese sentido la
Iglesia cultivó, preservó, estudió y enseñó las obras de los autores clásicos, que de otro modo
habrían desaparecido.
Algunos monasterios destacaron por sus conocimientos en determinadas disciplinas ciencias y
artes, como medicina, pintura y grabado, y en ciertos monasterios alemanes se pronunciaban
conferencias en griego, hebreo y árabe, los monjes ampliaban sus estudios en alguna de las
escuelas monásticas que se crearon durante el renacimiento carolingio y en épocas sucesivas,
incluso viajando entre monasterios en busca de más conocimientos.
Junto a su esmerada conservación de las obras del mundo clásico y de los padres de la Iglesia,
destaca también la preservación de la Biblia, la cual no habría sobrevivido a los barbaros sin la
numerosa cantidad de copias que se hicieron, incluso convirtiéndose en obras de arte debió a que
los monjes iluminaban los evangelios con exquisitas ilustraciones artísticas, la historia de los
monasterios ofrece abundantes ejemplos de la devoción que los monjes profesaban a los libros.
La admiración que la civilización Occidental siente por la palabra escrita y por los textos de los
autores clásicos es un legado de la Iglesia católica, que los preservó durante la época de las
invasiones bárbaras, adicionalmente a ello los monjes también ejercieron la docencia, con mayor
o menor grado de Intensidad a lo largo de los Siglos, entre el 347 407 aproximadamente era
costumbre entre las gentes de Antioquia enviar a sus hijos para ser educados por los monjes.
Figuras como San Benito, San Agustín y San Patricio fomentaban la construcción de escuelas y
la erudición constituyendo los monasterios en importantes centros de conocimiento, que
dispensaban Instrucción laicos y clérigos, quienes no ingresaban en el monacato recibían sus
enseñanzas en otros lugares, como las escuelas catedralicias que se crearon durante el reinado de
Carlomagno, cabe destacar que si se hubieran limitado a enseñar lectura y escritura, el logro no
habría sido en absoluto desdeñable, puesto que se habia vivido tres Siglos de analfabetismo
absoluto, desde la invasión de los Dorios en el siglo XII a. C, en esta Edad Oscura de Grecia la
escritura sencillamente sucumbió al desorden y al caos.
El compromiso de los monjes con la lectura, la escritura y la educación garantizó el rescate de la
cultura europea tras la caída del Imperio romano, la cultura sobrevivió a la hecatombe política y
Social, los monasterios y las escuelas monásticas Vivieron un gran florecimiento, y cada casa se
convirtió en un centro de enseñanza y de Vida religiosa, sentando las bases de las universidades.
Fueron los pensadores y los filósofos de su tiempo y modelaron el pensamiento político y
religioso, tanto individual como colectivamente, se les debe la pervivencia del pensamiento y de
la Civilización del mundo clásico a lo largo de la Edad Media y el período moderno, por tanto,
hablamos de una contribución inmensa.