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UNIDAD 3

Tema 6: Teorías humanístico-existenciales de la personalidad


Lectura: Una teoría fenomenológica: teoría de la personalidad enfocada en el sujeto de Carl Rogers. Cap 5
Pervin, L. y Cervone, D. (2009). Personalidad: teoría e investigación, pp. 127-

La naturaleza del Self y la tensión entre ser uno mismo y querer ser querido por los demás, son preocupaciones cruciales en la teoría
de la personalidad desarrollada por Carl Rogers (p. 128).

Teoría sobre la totalidad del individuo que priorizaba los esfuerzos de una persona por desarrollar un sentido profundo de su Self.

El trabajo de Rogers puede clasificarse como de teoría fenomenológica. Una teoría fenomenológica es aquélla que se enfoca en la
experiencia subjetiva del mundo del individuo.

La teoría fenomenológica del Self de Rogers puede también ser descrita con otro término: humanista. El trabajo de Rogers forma
parte de un movimiento humanista en psicología cuya principal característica era su interés en el potencial inherente de la gente por el
crecimiento.

Rogers difería drásticamente con los planteamientos principales de la teoría freudiana: su opinión de que el individuo era controlado
por fuerzas inconscientes; su aseveración de que la personalidad estaba determinada, de manera definitiva, por las experiencias
tempranas en la vida, y la creencia que venía relacionada con esta anterior, de que la experiencia psicológica adulta era una mera
repetición de los conflictos reprimidos del pasado (p. 129).

Por lo que Rogers proporcionó una nueva teoría de la persona. Ésta se enfocaba en las percepciones conscientes del presente, más que
en los residuos inconscientes del pasado; en las experiencias interpersonales halladas a lo largo de la vida, más que solamente en las
relaciones con los padres durante la infancia; así como en la capacidad de la gente para desarrollar una madurez psicológica, más que
meramente su tendencia a repetir conflictos de la infancia.

CARL R. ROGERS (1902-1987): Una mirada al teórico (p. 130).

Carl R. Rogers nació el 8 de enero de 1902, en Oak Park, Illinois.

PERSPECTIVA DE ROGERS ACERCA DE LA PERSONA (p. 131).

 Subjetividad de la experiencia

En la vida diaria, se cree experimentar un mundo de realidad objetiva. Cuando una persona ve que algo ocurre, cree que
existe tal y como lo ve. Cuando le comenta a la gente algo acerca de los sucesos del día, cree estar hablando de lo que en
realidad ocurrió. Las personas confían a tal grado en su conocimiento objetivo sobre una realidad objetiva, que rara vez la
ponen en duda.

Este campo fenomenal -el espacio de las percepciones que dan forma a nuestra experiencia- es una construcción subjetiva.
Los individuos construyen el mundo de sus experiencias interiores, y esta construcción no sólo refleja el mundo externo de la
realidad, sino también el mundo interior de las necesidades personales, metas, y creencias. Las necesidades psicológicas
internas dan forma a experiencias subjetivas que se toman como objetivamente reales.

Sin embargo, por lo regular se ignora la influencia de las necesidades internas sobre las percepciones del mundo exterior. No
reconocer esto, lleva al individuo a “percibir su experiencia como una realidad. Su experiencia es su realidad” (Rogers, 1959/
1977).

La excepcionalidad de Rogers está en haber desarrollado este insight con la forma de una teoría de la personalidad: un
modelo del desarrollo individual, y de las estructuras y dinámicas de la mente, al igual que el haber planteado métodos de
evaluación de la personalidad, y para la conducción de la terapia (p. 132).

 Sentimientos de autenticidad
Dos aspectos importantes para el análisis de la subjetividad de la experiencia:

1. El primero es que la gente tiende a presentar una forma distintiva de angustia psicológica. Se trata de un sentimiento de
alienación, o distanciamiento; el sentimiento de que sus experiencias, y que las actividades cotidianas no surgen a partir
de su self verdadero y auténtico. ¿Por qué tienen estos sentimientos? Debido a que necesitan la aprobación de los demás,
se dicen a sí mismos que los deseos y valores de los otros son los suyos.

Cuando esto sucede, el individuo piensa, más no siente, un vínculo con sus propios valores.

2. Para Rogers—al contrario de Freud—, estas reacciones instintivas y viscerales son una fuente potencial de sabiduría. Los
individuos que experimentan abiertamente todo el amplio rango de sus emociones, que “aceptan y asimilan toda la
evidencia sensorial experimentada por el organismo” (Rogers, 1951/ 1977), están bien adaptados psicológicamente.

Dentro de la perspectiva de Rogers, el conflicto entre los elementos instintivos y racionales de la mente no es un rasgo
fijo de la condición humana. En vez de conflicto, las personas bien pueden experimentar congruencia. También pueden
lograr un estado en el que sus experiencias, y sus metas conscientes sean consistentes con sus valores internos y
viscerales.

 Positividad de la motivación humana

Las experiencias médicas de Rogers lo convencieron de que la parte central de la naturaleza humana es, en esencia,
positiva. La motivación fundamental es hacia un crecimiento positivo.

Rogers reconocía que la gente es capaz, y que por lo regular en realidad actúa de ciertas maneras que son destructivas y
malvadas, pero su punto central es que cuando actúan libremente, son capaces de avanzar hacia sus potenciales
como seres maduros y positivos.

Perspectiva fenomenológica (p. 133).

El enfoque fenomenológico es aquél que investiga las experiencias conscientes de la gente. Su interés es por las experiencias propias
del observador: cómo experimenta la persona el mundo.

PERSPECTIVA DE ROGERS ACERCA DE LA CIENCIA DE LA PERSONALIDAD

⁂ Hermenéutica y las ciencias humanas (p. 134).

Un enfoque hermenéutico es aquél en el cual el estilo de explicación se asemeja al estilo de pensamiento empleado cuando se
lee una novela. Cuando se lee acerca de la acción de un personaje en una novela, o en alguna forma de texto, se interpreta esa
acción dentro del contexto general proporcionado por el escrito. Se toma en consideración la personalidad del personaje, las
experiencias del pasado reciente de ese personaje, la relación entre el personaje y los demás personajes en el libro, el
ambiente social en el que esa acción en particular está teniendo lugar, y el ambiente cultural e histórico en general en el que
viven los personajes, y cosas por el estilo. Quizás de mayor importancia para ilustrar la diferencia potencial entre las ciencias
naturales y la ciencia de las personas es preguntarse si las acciones del personaje fueron buenas o malas.

Por lo tanto, en el caso de la interpretación de los personajes de una obra de ficción existen tres pasos clave:1) se busca el
significado de la acción del personaje, 2) el significado se deduce al examinar el contexto social e histórico en general en el
que actúa la persona, y 3) se evalúa la bondad ética y moral de las acciones.

El trabajo de Rogers puede ser entendido como un intento por obtener lo mejor de ambos mundos. Por un lado, su
preocupación con las experiencias subjetivas del individuo lo llevaron a crear un enfoque que es, hasta cierto punto,
significativamente hermenéutico. En lo referente a la terapia, su meta principal no fue la de clasificar a su paciente dentro de
una taxonomía científica, o identificar algún factor causal pasado que fuera clave determinante de la conducta de su paciente.
Su meta fue la de adquirir un entendimiento profundo acerca de cómo experimentaban su propio mundo.

TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE CARL ROGERS (p. 135).

 El Self
Primero habrá de concentrarse en los aspectos estructurales de la teoría rogeriana, en la que el concepto estructural clave es el
self.

De acuerdo con Rogers, el self es un aspecto de la experiencia fenomenológica. Es uno de los aspectos de la experiencia de
las personas acerca del mundo; es decir, una de las cosas que llena su experiencia consciente es su experiencia acerca de ellas
mismas, o de un self. Puesto de manera más formal, de acuerdo con Rogers, el individuo percibe los objetos y las
experiencias externas, y les proporciona un significado. El sistema total de percepciones y significados conforma el campo
fenomenal del individuo.

Esa fracción del campo fenomenal, que es identificada por el individuo como “mí”, o “yo” es el self. El self, o el
autoconcepto, representan un patrón organizado y consistente, de percepciones. A pesar de que el self puede cambiar,
siempre conserva esta cualidad de ajustarse a un patrón, de ser integrada, y organizada. Debido a que la calidad organizada
perdura a lo largo del tiempo y caracteriza al individuo, el self es una estructura de la personalidad.

El self no es como tener una personita dentro de uno. El self no controla la conducta de manera independiente. El self es una
serie de percepciones que posee el individuo; es la persona en su totalidad quien es responsable de sus actos, no el “ self”
independiente.

Segundo, este patrón de experiencias y percepciones conocidas como el self está, por lo general disponible a la consciencia;
es decir, contempla las autopercepciones conscientes. Aunque los individuos sí tengan experiencias de las que son
inconscientes, el autoconcepto es básicamente consciente.

Rogers sí identificaba dos aspectos diferentes en el self: un self real y el self ideal. Él identificaba que la gente piensa
naturalmente no sólo acerca de sí misma, en el presente, sino en su self potencial en el futuro. Con ello, las personas generan
un patrón de percepciones organizado no sólo de su self actual, sino de uno ideal que a ellas les agradaría ser. El self ideal,
entonces, es el autoconcepto que a un individuo le agradaría en realidad poseer. Éste incluye las percepciones y significados
que resultan potencialmente relevantes para el self, y que tienen un alto valor en el individuo.

Escuchaba con atención a sus pacientes, quienes comúnmente expresaban su experiencia psicológica en términos de un self;
los pacientes informaban que “no sentían ser ellos mismos”, que “estaban decepcionados consigo mismos” y cosas por el
estilo. Fue evidente para Rogers, entonces, que el self era una estructura psicológica a través de la cual la gente interpretaba
su propio mundo.

 Calculando el autoconcepto

 Técnica de Q-sort

Una vez que identificó la centralidad del autoconcepto, Rogers supo que necesitaba una forma objetiva de
calcularlo. Con esa finalidad, empleó básicamente la técnica de Q-sort, que había sido desarrollada por Stephenson
(1953).

En la técnica Q-sort, el psicólogo que administra la prueba le presenta a quien la toma un juego de tarjetas, cada una
contiene un enunciado que describe una característica de la personalidad: “hace amigos fácilmente”, “tiene
problemas al expresar enojo”, etc. La persona que toma la prueba ordena las tarjetas según el grado en el que cada
oración es descriptiva de sí misma. Esto se hace en una escala denominada como Las más características en mí,
por un lado, y Las menos características en mí, por el otro. Se le pide a la gente ordenar las tarjetas conforme una
distribución obligatoria, en la que la mayoría de las tarjetas terminan quedando en la mitad y relativamente pocas
acaban en cada uno de los extremos; esto asegura que el individuo considere con cuidado el contenido de cada
atributo de personalidad en comparación con los demás (p. 136).
Dos rasgos de la técnica Q-sort son de particular importancia:

Uno es que logra un balance interesante entre los cálculos fijos y los flexibles.

◦ Los mismos enunciados son ofrecidos a todos los que se someten a la prueba; en cuanto a esto, el cálculo es
fijo.
◦ Sin embargo, quien conduce la prueba no otorga a una persona un puntaje luego de sólo sumar las
respuestas en una manera fija para todas las personas. La prueba es flexible en cuanto a que los que la
toman indican cuál fracción de reactivos es la más característica de sí mismas, desde su personal punto de
vista. Las distintas fracciones de reactivos se caracterizan como los más “como yo” y “no como yo” por
diversos individuos.

El segundo rasgo es que la técnica Q-sort puede ser administrada más de una vez con el fin de evaluar tanto al self
verdadero como al self ideal. En las últimas evaluaciones, se le pidió a la gente ordenar los enunciados conforme al
grado en el que ellos describen al self que idealmente les gustaría ser. Al comparar las dos Q-sorts, el del self ideal y
el del self verdadero, uno puede obtener un cálculo cuantitativo de la diferencia, o la discrepancia entre los dos
aspectos del autoconcepto. Estas discrepancias son importantes para la psicopatología y para la cuestión del cambio
terapéutico.

El reconocimiento del self, ya sea expresado a partir de la conducta al mirarse en un espejo, o de otro modo, puede
estar relacionado con el desarrollo de la consciencia y la mente. Evidentemente es una cuestión de considerable
significado psicológico. No sólo significa que las personas pueden estar conscientes de sí mismas y tener
sentimientos acerca de ellas mismas, sino que también pueden tener conocimiento de, y empatía por los sentimientos
de los demás. Sería en verdad irónico si los mismos procesos que les permiten sentirse mal acerca de sí mismas, al
mismo tiempo fueran los que les brindaran la oportunidad de sentir la mayor empatía por los demás (p. 137).

 Diferencial semántico

Otro método que puede ser empleado para evaluar el autoconcepto es el diferencial semántico (Osgood, Suci
&Tannenbaum, 1957). Desarrollado como una medida de actitudes y el significado de los conceptos, más que como
una prueba específica de la personalidad.

Al completar el diferencial semántico, el individuo califica un concepto en una serie de escalas de siete puntos
definidos por adjetivos polares tales como bueno-malo, fuerte-débil, o activo pasivo. Por lo tanto, un sujeto
calificaría un concepto como es “Mi self” o “Mi self ideal” en cada una de las escalas de adjetivos polares. Una
calificación sobre cualquier escala indicaría si es que el sujeto siente que uno de los adjetivos fue bastante
descriptivo de un concepto o hasta cierto grado descriptivo, o si ninguno de los adjetivos era aplicable al concepto.
Las calificaciones están hechas en términos del significado del concepto para el individuo.

De acuerdo con Block y Robins, la respuesta a esta pregunta puede depender de su género: en promedio, la autoestima
incrementa en hombres y disminuye en mujeres a lo largo de estos años formativos de la vida (p. 138).

El nivel de autoestima fue definido como el grado de similitud entre el self percibido y el self ideal. Ambos constructos
fueron calculados por una Q-sort de adjetivos, que incluye reactivos autodescriptivos como “competitivo”, “afectivo”,
“responsable,” y “creativo”. Los sujetos cuyo self percibido era altamente similar a su self ideal salieron altos en autoestima.
Por el contrario, los sujetos cuyo self percibido era altamente disímil a su self ideal salieron bajos en autoestima.

Entre las edades de 14 y 23, los hombres se volvían más seguros de sí mismos, y las mujeres menos seguras de sí mismas.
Mientras que a la edad de 14 años obtenían un resultado similar en autoestima, para la edad de 23, era mucho más alta en los
hombres. Aparentemente, los hombres y las mujeres difieren en cómo experimentan la adolescencia y cómo negocian la
transición hacia la adultez. Para los hombres las noticias son buenas: esta fase de la vida está asociada con el acercamiento a
nuestro propio ideal. Desafortunadamente ocurre lo opuesto para las mujeres, ellas se alejan de su ideal a medida que entran
en la edad adulta.
El self ideal parece ser particularmente susceptible a la influencia externa, lo que es percibido como valioso en sociedad. El
contenido del self ideal nos dice cosas acerca de los atributos que una persona valora y, por lo tanto, emplea para conseguir
autoestima. Una pregunta interesante para futuras investigaciones es cómo el contenido del self ideal influencia la adaptación
psicológica. ¿Acaso el self ideal de la persona capta las características de un ser humano autorrealizado, o más bien la
definición de la sociedad acerca de lo que constituye el hombre y la mujer ideal? (p. 139).

 Proceso

☺ Autorrealización
Rogers sentía que, en vez de eso, el proceso de la personalidad más fundamental es una tendencia progresista
hacia el crecimiento de la misma. Consideró que ésta era una tendencia hacia la autorrealización.

“El organismo tiene una tendencia básica y pujante; la de realizar, mantener, y elevar la experiencia” (Rogers,
1951).

El concepto de realización se refiere a la tendencia de un organismo a crecer de una entidad simple, hacia una
compleja, de moverse de la dependencia, hacia la independencia, de la fijación y rigidez, hacia un proceso de
cambio y libertad de expresión. El concepto incluye la tendencia de cada persona por reducir las necesidades o la
tensión, pero enfatiza los placeres y satisfacciones que se derivan de las actividades que elevan al organismo.

☺ Autoconsciencia y Congruencia (p. 140).


El principio de la autorrealización, por sí mismo, no es suficiente para dar fe de las dinámicas del funcionamiento de
la personalidad. Mucho de la vida psicológica consiste en conflictos, dudas, y angustia, más que en una marcha
continua hacia la realización personal.

Una forma en la que Rogers concreta esto es al proponer que la gente busca la autoconsistencia y un sentido de
congruencia entre su sentido del self, y la experiencia diaria. De acuerdo con Rogers, el organismo funciona para
mantener la consistencia (una ausencia de conflicto) entre las autopercepciones y para lograr congruencia entre las
percepciones del self y de las experiencias: “la mayoría de formas de comportarse que son adoptadas por el
organismo son aquellas que son consistentes con el concepto del self” (Rogers, 1951).

El concepto de autoconsistencia fue desarrollado originalmente por Lecky (1945). De acuerdo con Lecky, el
organismo no busca obtener placer y evitar el dolor, sino, más bien, busca mantener su propia auto-estructura. El
individuo desarrolla un sistema de valores, el centro de lo que es la valoración individual del self. Los individuos se
comportan de maneras que son consistentes con su autoconcepto, aun cuando este comportamiento les resulte poco
provechoso.

Además de la autoconsistencia, Rogers enfatiza la importancia del funcionamiento de la personalidad de la


congruencia entre el self y la experiencia. Rogers empleó el término congruencia para referirse a una familia de
fenómenos que difieren uno de otro.

Rogers utilizaba el término congruencia para referirse a un “emparejamiento preciso” (Rogers, 1961) entre dos
estados psicológicos.

Un tipo importante de congruencia, para Rogers, es la congruencia entre su sentido del self y su consciencia sobre
sus propias acciones y experiencias. Si una persona se ve a sí misma como alguien amable que expresa empatía
hacia los demás, pero tiene una experiencia en la que ésta cree haber sido fría y antipática, usted enfrenta una
incongruencia entre su sentido del self y su experiencia. Si cree que es alguien callado, pero de repente se encuentra
a sí mismo actuando de una forma bastante extrovertida (p. ej., en una fiesta), puede usted experimentar un sentido
angustiante de haber actuado de una forma que “no era yo”. Para Rogers, lograr un sentido consistente del self es de
tal importancia, que la gente busca vivir experiencias que sean congruentes con sus autopercepciones existentes.

Estados de incongruencia y procesos defensivos

En ocasiones la gente llega a experimentar tal incongruencia entre el self y la experiencia que sugiere la existencia
de una inconsistencia básica en el self. Cuando esto ocurre ¿qué es lo que sucede? Rogers propone que la ansiedad
es el resultado de la discrepancia entre la experiencia y la percepción del self. La persona que, por ejemplo, cree que
no odia a nadie, pero que súbitamente experimenta sentimientos de odio, estará ansiosa luego de estar consciente de
esta incongruencia. Una vez que esto sucede, la persona estará motivada a defender al self; se involucrará en un
proceso defensivo. En cuanto a esto, el trabajo de Rogers se asemeja al de Freud. Sin embargo, para Rogers los
procesos defensivos no se centran en una defensa contra el reconocimiento de los impulsos biológicos básicos en el
Ello. Éstos implican la defensa contra una pérdida de un sentido del self consistente e integrado.
Para Rogers, entonces, cuando una persona percibe una experiencia como amenazadora porque entra en conflicto
con su autoconcepto, puede impedir que la experiencia se vuelva consciente. A partir de un proceso llamado
subcepción, se puede ser consciente de una experiencia que discrepa con el autoconcepto antes de que alcance
nuestra consciencia. La respuesta a la amenaza presentada por el reconocimiento de experiencias que están en
conflicto con el self es aquélla de la defensa. Por ello, las personas reaccionan defensivamente y tratan de negar la
consciencia de las experiencias que son apenas y percibidas por ser incongruentes con la autoestructura (pp. 140-
141).

Dos procesos defensivos son la distorsión del significado de la experiencia y la negación de la existencia de la
experiencia. La negación sirve para preservar la autoestructura de la amenaza al negarle su expresión consciente.

 La distorsión, un fenómeno más común, permite que la experiencia se haga consciente pero en una forma
que la vuelve consistente con el self: “Por ello, si el concepto del self incluye la característica ’Soy un mal
estudiante’, la experiencia de obtener una calificación alta puede ser fácilmente distorsionada para volverla
congruente con el self, al percibir en ella significados tales como, ’Ese profesor es un tonto’; ‘Fue sólo
suerte’ (Rogers, 1956). En otras palabras, es la relación entre la experiencia y el autoconcepto lo que es la
clave.

Recuérdese que Rogers teorizó cómo el individuo psicológicamente adaptado tiene un self integrado y consistente.
Por lo tanto, la teoría de Rogers predice que la alta variabilidad en el autoconcepto puede ser mala para la salud
mental, ya que indica fragmentación y falta de una “corteza” de self integrada. Una predicción alternativa es que la
variabilidad es buena, porque provee roles de identidad especializados que permiten que un individuo responda de
manera flexible y adaptable a varios requerimientos de roles (p. ej., Gergen, 1971) (p. 142).

Los resultados reportados por Donahue y colaboradores favorecían claramente la postura de Rogers. Los individuos
con una alta variable de identidades de rol eran más propensos a ser ansiosos, deprimidos, y a tener una baja
autoestima. Sus relaciones con los padres habían sido por lo regular difíciles al crecer, y en la edad adulta temprana
estaban menos satisfechos en comparación con cómo iban en sus relaciones y en sus carreras. No sorprende que
también cambiaran de trabajos y de parejas sentimentales con mayor frecuencia que quienes mostraban
autoconceptos más consistentes.

Estos descubrimientos sugieren que varios tipos de problemas psicológicos y de inestabilidad, se relacionan con las
inconsistencias en el autoconcepto a través de los distintos roles. En otras palabras, el self inconsistente está
fragmentado, más que especializado. Al pensar acerca de su propio nivel de variabilidad de autoconcepto, sin
embargo, no debe usted asumir que un alto puntaje es necesariamente indicio de problemas psicológicos. Lo que es
más importante es que usted se sienta cómodo con su estilo particular de negociar su propia imagen personal dentro
de los varios roles sociales.

Investigación sobre la autoconsciencia y la congruencia

☺ Necesidad de una estima positiva (p. 144).


¿Por qué, en la teoría rogeriana, el individuo está angustiado debido a una ruptura entre la experiencia y el self, y por
lo tanto necesita defenderse?; ¿por qué la gente no puede aceptar todas las experiencias, buenas y malas, como un
paso hacia la autorrealización?

Rogers responde a esta pregunta proponiendo que todas las personas poseen una necesidad psicológica básica. Se
trata de una necesidad por una estima positiva. La idea es que la gente necesita no sólo los elementos biológicos
obvios de la vida -comida, agua, techo, etc.- sino también algo psicológico. Necesitan ser aceptados y respetados por
los demás; esto es, recibir una estima positiva de los demás.

La gente puede perder contacto con sus propios sentimientos verdaderos y con sus valores, en la búsqueda por la
estima positiva de parte de los demás. Así es como un individuo puede desarrollar sentimientos de distanciamiento
de su verdadero self. Al buscar la consideración positiva de los demás, la gente puede ignorar o distorsionar sus
experiencias con sus propios sentimientos y deseos internos.
Si los padres dan al niño la estima positiva de manera incondicional; esto es, si es que muestran que respetan, y que
aprecian al niño por encima de todo. Una posibilidad alternativa es que los padres muestren un mayor respeto y
amor por el niño sólo cuando éste se adhiere a ciertas maneras de comportarse, y no a otras. Rogers describe a esta
posibilidad como condiciones de valía; se hace sentir al niño como un individuo valioso sólo cuando tiene ciertos
pensamientos y sentimientos, y no otros (p. 145).

Si el niño recibe una estima positiva incondicional, entonces no hay necesidad de negar las experiencias. Sin
embargo, si el niño experimenta condicionantes de valía, se necesitan balancear sus propias tendencias naturales con
su necesidad por una estima positiva de parte de los padres. El niño puede afrontar esta situación negando algún
aspecto de su propia experiencia; esencialmente negando, o distorsionando un rasgo de su self verdadero.

Al hacer esto, los padres habrán creado un escenario interpersonal que obliga al niño a negar, y a perder el contacto
con un aspecto de su propio self.

Para resumir, Rogers no sentía la necesidad de utilizar conceptos para los motivos, o para los impulsos, para con
ellos hacer un recuento de la actividad y la tendencia por las metas de un organismo. Para él, la persona es
básicamente activa y autorrealizable. Como parte del proceso de autorrealización, las personas buscan mantener una
congruencia entre el self y la experiencia. Sin embargo, debido a sus experiencias pasadas con una estima positiva
condicionada, pueden llegar a negar o a distorsionar aquellas experiencias que amenazan su estructura del self.

 Crecimiento y desarrollo

Para Rogers, el desarrollo no está circunscrito a los primeros años de la vida, como sugería Freud. La gente crece rumbo a la
autorrealización a lo largo del curso de la vida, experimentando aun mayor complejidad, autonomía, socialización y madurez.
El self, luego de convertirse en una parte separada del campo fenomenal muy pronto en la vida, continúa creciendo en
complejidad a lo largo de la vida.

El trabajo de Rogers sugiere que los factores de desarrollo deben ser considerados en dos niveles de análisis.

 En el nivel de las interacciones padre-niño, la pregunta es si los padres proveen un ambiente óptimo para el
crecimiento psicológico; para Rogers, éste sería un ambiente que proporcionara una estima positiva incondicional.

 Al nivel de las estructuras psicológicas internas, la pregunta es si los individuos experimentan una congruencia entre
el self y la experiencia diaria, o por el contrario, distorsionan aspectos de su experiencia para ganarse la estima de
los demás, y un autoconcepto consistente.

La principal preocupación acerca del desarrollo para Rogers, entonces, es si el niño es libre para crecer, para lograr la
autorrealización, o si las condicionantes de valor provocan que el niño se ponga a la defensiva y se maneje a partir de un
estado de incongruencia. El desarrollo sano del self toma lugar dentro de un clima en el que el niño pueda experimentar a
fondo, pueda aceptarse a sí mismo, y pueda ser aceptado por los padres, incluso si ellos desaprueban ciertos tipos de
conductas.

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