• Diversas crisis amenazan gravemente la economía mundial. Se prevé
que el crecimiento real del PIB mundial per cápita se desacelere en 2023. Las difíciles condiciones económicas empujan a más trabajadores al empleo informal. • A medida que las economías comienzan a recuperarse, la tasa de desempleo mundial ha experimentado un descenso significativo. Sin embargo, la tasa de desempleo de los jóvenes continúa siendo muy superior a la de los adultos, lo que indica que siguen existiendo dificultades para garantizar oportunidades de empleo para los jóvenes. • La pandemia aceleró la adopción de medios digitales y transformó el acceso a la financiación. A nivel mundial, el 76 % de los adultos tenían cuentas bancarias o cuentas en instituciones reguladas en 2021, frente al 62 % de 2014. • Cumplir con el Objetivo 8 exigirá una profunda reforma del sistema financiero para hacer frente al aumento de la deuda, la incertidumbre económica y las tensiones comerciales, al tiempo que se promueva la remuneración equitativa y trabajo digno para los jóvenes.
La recuperación económica mundial continúa en una lenta
trayectoria La economía mundial se enfrenta a una inflación persistente, crecientes tasas de interés y una mayor incertidumbre. El PIB real per cápita a nivel mundial aumentó a una tasa media anual del 1,8 % del año 2015 al 2019, para luego caer bruscamente un 4,1 % en 2020 debido a la pandemia de la COVID-19. Volvió a repuntar en 2021 con un sólido aumento del 5,2 %, para desacelerarse al 2,2 % en 2022. Se estima que la tasa de crecimiento seguirá disminuyendo hasta alcanzar el 1,4 % en 2023, seguido de un modesto aumento del 1,6 % en 2024. En los PMA, la tasa de crecimiento anual del PIB real cayó del 5 % en 2019 a solo el 0,2 % en 2020, antes de recuperarse al 2,8 % en 2021. Sin embargo, se estima que el crecimiento se reanudará con una tasa anual que aumentará hasta alcanzar el 4,3 % en 2022, y continuará aumentando hasta alcanzar el 4,1 % y el 5,2 % en 2023 y 2024, respectivamente. Sin embargo, estas tasas de crecimiento continúan por debajo de la meta del 7 % de los ODS
Las difíciles condiciones económicas empujan a más trabajadores al
empleo informal Antes de la pandemia, la incidencia del empleo informal había disminuido lentamente, del 58,6 % en 2015 al 57,8 % en 2019. Sin embargo, los confinamientos y las medidas de contención de la COVID-19 provocaron pérdidas desproporcionadas de puestos de trabajo para los trabajadores informales, en particular para las mujeres. La recuperación posterior fue impulsada por el empleo informal, que experimentó un ligero repunte y alcanzó el 58,0 % en 2022. Esto corresponde a unos 2.000 millones de trabajadores en puestos de trabajo precarios y sin protección social. La situación fue más alarmante en los PMA, donde el empleo informal se situaba en el 89,7 % en 2022, sin mejoras desde 2015. África subsahariana y Asia central y meridional también continúan presentando elevadas tasas de informalidad, con un 87,2 % y un 84,8 %, respectivamente. Las mujeres fueron las más afectadas durante la recuperación del empleo, ya que cuatro de cada cinco puestos de trabajo generados en 2022 para mujeres eran informales, frente a solo dos de cada tres para los hombres
Los retos económicos de la frontera norte en la era post-Covid: Las consecuencias económicas de la pandemia y la recuperación económica en los estados de la frontera norte