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Asignatura: Macroeconomía
Sección: 1
Integrantes Grupo-6:
- Wendi Adali Chinchilla Peña – 122270031
- Ronald Jose Hernández Villeda – 319450019
- Katherin Belinda Garay Lopez – 118140048
- Ellen Michelle Caballero Pineda – 221390016
- Lucy Yorleny Guevara Gonzalez – 120090008
- Candy Nazareth Calix Calix – 121630021
- Gethza Julissa Henrriquez Fuentes - 1120280011
Fecha:
19-03-2023
IMPACTO ECONÓMICO DEL COVID 19 EN EL PERIODO DE 2020 Y
2021
La tasa de variación anual del IPC en El Salvador en diciembre de 2020 ha sido del
-0,1%, 1 décima superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice
de Precios al Consumo) ha sido del 0,2%, de forma que la inflación acumulada en
2020 es del -0,1%. Hay que destacar la subida del 0,8% de los precios de Menaje,
hasta situarse su tasa interanual en el 2%, que contrasta con el descenso de los
precios de Medicina del 0%, y una variación interanual del 1,8%. En esta página te
mostramos la evolución del IPC en El Salvador. Puedes ver la inflación en otros
países en IPC y ver toda la información sobre El Salvador en Economía de El
Salvador.
El Gobierno del presidente Nayib Bukele, que asumió el cargo en junio de 2019, ha
implementado diversas medidas económicas y sociales para aminorar el impacto de
la crisis. El 16 de junio, después de 85 días de confinamiento, comenzó la reapertura
económica, que se programó en cinco fases graduales. El PIB real de El Salvador
se expandió un 2,4% en 2019, tasa similar a la que se había registrado en 2018.
Esta expansión se sustentó en el consumo privado, impulsado por el incremento de
las remesas familiares y el mayor poder de compra producto de la baja inflación. A
partir del segundo semestre de 2019, hubo un mejor clima de negocios, que se
reflejó en una mayor inversión del sector privado, acompañada de una expansión
del crédito destinado a los hogares y las empresas. Al cierre de 2019, la tasa de
inflación interanual era del 0,0% (0,44% en 2018). El saldo de la cuenta corriente
mejoró y el déficit fue del 2,1% del PIB, frente al 4,7% en 2018, sobre todo gracias
a la disminución de la factura petrolera.
Con esta evolución, el déficit fiscal general ascendió a un 6,8% del PIB en los
primeros diez meses del año, por encima del 2,4% del PIB que se había registrado
en el mismo período del año anterior. Entre las medidas adoptadas por el gobierno
nacional para enfrentar la crisis sanitaria y económica, cabe destacar el Programa
de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que implicó la
postergación o reducción de las contribuciones patronales destinadas al sistema
previsional, el pago por parte del Estado del 50% del salario de los trabajadores
registrados del sector privado (un pago mínimo equivalente a un salario mínimo y
un máximo equivalente a dos salarios mínimos), la actualización del seguro de
desempleo por un monto de entre 6.000 y 10.000 pesos (entre 80 y 130 dólares) y
un subsidio del costo financiero de los créditos destinados a los trabajadores
independientes; y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), un programa que
consiste en una transferencia monetaria de 10.000 pesos (130 dólares) para los
trabajadores informales y para los independientes que pertenecen a las categorías
más bajas del monotributo, del que se hicieron tres pagos hasta octubre.
El impacto que provocó la pandemia del covid-19 sobre el consumo doméstico llevó
a la inflación colombiana a registrar en 2020 su dato anual más bajo de la historia
estadística del Dane. Los graves impactos en el crecimiento y el empleo
comenzaron a disiparse en la segunda mitad de 2020, cuando las medidas de
distanciamiento se flexibilizaron de forma gradual. En el tercer trimestre de 2020 la
economía decreció un 9,0% anual, caída atenuada por el mayor dinamismo desde
septiembre. Las ramas con menores restricciones en su operación, como la
agricultura y las actividades inmobiliarias y financieras, presentaron un mejor
desempeño, en tanto que el comercio, la construcción y la minería presentaron los
mayores decrecimientos. La demanda interna inició su recuperación desde abril
gracias al mejor comportamiento del consumo de los hogares y al impulso sostenido
del consumo público, mientras la inversión presenta una fuerte contracción, aunque
con una tendencia favorable en la segunda parte del año. La inflación anual a
noviembre de 2020 se ubicó en un 1,49%, y se proyecta que alcanzaría el 1,9% al
finalizar 2020, por debajo de la meta del 3,0% de las autoridades. La amplia liquidez
suministrada por el Banco de la República y las medidas fiscales de apoyo a los
hogares vulnerables y a las empresas atenuaron la caída de la actividad. Los
resultados del mercado laboral de octubre confirman la recuperación, con una tasa
de desempleo que alcanzó el 15,7%. La consolidación de esta senda en el cuarto
trimestre permite prever un decrecimiento del PIB del 7,0% en 2020 y una
recuperación en 2021, con un crecimiento del 5,0%. La política fiscal se orientó en
2020 a mitigar las consecuencias de la pandemia a través de un mayor gasto
público. El déficit del gobierno central pasaría del 2,5% del PIB en 2019 al 8,9% del
PIB en 2020, debido a una notable reducción de los ingresos tributarios. La caída
esperada en la actividad económica en 2020 afectaría la recaudación del impuesto
al valor agregado de bienes duraderos y semiduraderos y el impuesto al consumo
en restaurantes y bares y ventas de vehículos, sectores con las mayores caídas en
sus ventas. Los diferentes rubros de gasto del gobierno se incrementan y, en
especial, los gastos extraordinarios, equivalentes al 2,5% del PIB, asignados a
financiar la emergencia económica decretada para enfrentar la pandemia. Los
mecanismos de ajuste cíclico permitidos por la regla fiscal fueron insuficientes, por
lo que el Gobierno la suspendió en 2020 y 2021, con la opinión favorable unánime
del comité consultivo de la regla fiscal.
La evolución del saldo de la Deuda Pública como porcentaje del PIB mantuvo un
ritmo de crecimiento constante y controlado durante el periodo de 2013 a 2019, los
cuales oscilaron entre un 43.8% al 48.7%, manteniéndose dentro de los techos
globales de los lineamientos para la contratación de endeudamiento público. Para
2021, se presenta un crecimiento más pronunciado, incrementándose en más de
diez puntos porcentuales al observado en 2019, situación explicada por la mayor
negociación de recursos para atender las consecuencias de la pandemia. Con la
crisis económica se ha acelerado el proceso de endeudamiento, alcanzando a
marzo del presente año una relación Deuda Pública/Producto Interno Bruto del
59.6%, de acuerdo con las cifras del informe de la Situación y Evolución de la Deuda
Pública de la Administración Central de Honduras al primer trimestre de 2021
publicado por la Secretaría de
Finanzas, situación alarmante debido a que se están sobrepasando los umbrales
de sostenibilidad de la misma, ya que según recomendaciones de organismos
internacionales se plantea que el ratio Deuda/PIB debe mantenerse en parámetros
inferiores al 50.0%, misma que se contempla en la Política de Endeudamiento
Público 2021-2024.
En 2021 el déficit público en Honduras alcanzó el 3,14% del PIB, por lo que se
encuentra en el puesto 75, de 192 países, del ranking de déficit respecto al PIB
ordenado de menor a mayor.
EL SALVADOR
Nivel de Endeudamiento
Esta cifra supone que la deuda en 2021 alcanzó el 82,44% del PIB de El Salvador,
una caída de 6,96 puntos respecto a 2020, cuando la deuda fue el 89,4% del PIB.
La pobreza aumentó en 4,6 puntos porcentuales entre 2019 y 2020. Sin embargo,
las estimaciones indican que la pobreza habría aumentado hasta en 7,6 puntos
porcentuales sin las medidas de mitigación implementadas por el Gobierno. Se
espera que la desigualdad haya aumentado de 0,38 a 0,39.
El déficit fiscal de El Salvador totalizó los $1,606.45 millones al cierre de 2021, una
brecha que se redujo un 35.7 % contra 2020, según los datos del Banco Central de
Reserva (BCR).
El BCR actualizó los resultados del sector público no financiero (SPNF) del año
pasado a finales de enero, incluyendo el déficit fiscal que se origina cuando los
gastos de un gobierno son superiores a sus ingresos, una brecha que en su mayoría
es cubierta con financiamiento adicional (deuda).
Sin embargo, el gasto público en 2021 siguió aumentado en 2021 y cerró con 5.7 %
de crecimiento interanual. El BCR reporta que llegó a los $8,424.47 millones, una
cifra que es de $456.61 millones adicionales a los resultados de 2020 o un 27.3 %
superior a 2019.
¿Hay solución?
Es interesante mirar atrás para ver que en 2011 la deuda por persona era de 3.578
euros
Balanza de Pagos