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El fuera de campo de la poesía: mística cinematográfica

Para Raimon Panikkar, la mística es la experiencia de la plenitud porque participa de la vida


infinita: “...la experiencia de la vida es la experiencia del misterio, es la consciencia de que se
está experimentando algo que no se puede pensar” (Panikkar, 2005:26). Esto quiere decir que
el fenómeno del misterio1 no sólo le sucede a ciertas personas, sino que es parte integral del ser
humano.

Esto es, la experiencia mística parte de algo más real que la realidad misma. Si lo real es un
“impasse de la formalización” (Badiou, 2016:41) quiere decir que lo que sucede en ese plano
es conciencia sin velo. La cultura es formalizar dicha realidad, la cubre de palabras, objetos,
relaciones, jerarquías. Lo real espera desnudo en plena oscuridad, quieto y sereno. Cuando es
develado, el lenguaje enmudece, se congela la cotidianeidad. Ha habido un quiebre.

Un camino hacia lo real, entonces, es la mística que trasciende y desdobla, muestra y revela.
Es la desnudez del cuerpo ante lo numinoso2 (Otto, 1996). No hay presencias ni ausencias pero
está el todo y la nada al mismo tiempo. Es un conocimiento oscuro, luminoso, fluido y sólido
a la vez. Es oxímoron de lo divino y lo humano porque: “…el hombre se define, pues, como
más que mero hombre: como vínculo o síntesis entre el tiempo o el mundo y la eternidad o
Dios” (García-Baró, 2007:56).

El místico es un buzo espiritual que navega por las aguas de lo Sagrado y cuando regresa a
tierra firme, su humedad divina salpica al mundo al mismo tiempo que se evapora. Es por ello
que recurre al lenguaje indirecto como la poesía para plasmar su experiencia. Para el arte
poético, la mística es su fuera de campo porque su expresión está en la frontera de las palabras
y el silencio. La mística es el pliegue escondido y revelado del arte y de la fe.

El lenguaje, en su mar de significación encuentra su ruptura en la poesía pues lo muestra real


y desnudo. Los poemas juegan, se escurren de la rigidez de la formalidad. Ante la poesía, el
lenguaje se rinde y manifiesta su belleza. Cuando se ha pensado que no hay algo detrás del
poeta, se erige el silencio. Otro impasse, un quiebre, un terremoto que desintegra el alma de las

1
La etimología de la palabra mística, es misterio.
2
El numen para Rudolf Otto es lo otro radical, lo inaccesible y lo innombrable. Es la experiencia religiosa original.
palabras. En la oscuridad del derrumbe, se ilumina la mística: el misterio de lo Sagrado hecho
humano desgarra la visión del reino poético.

El camino místico es el de la soledad -que no aislamiento- por lo que busca un entorno que
favorezca dicho recogimiento: todo ello, para favorecer su encuentro con lo real -o lo divino-.
En una era del ruido, capitalismo y consumo, ¿dónde quedan los místicos? ¿Qué espacio les
queda para congregar o convocar lo real? Aquí, se propone que el cine es una comarca mística:

¿Por qué va la gente al cine? ¿Qué los lleva a ese cuarto oscuro en donde durante dos
horas observan un juego de sombras sobre una pantalla? […] Acude al cine para obtener
una cierta experiencia vital, ya que el cine, como ningún otro arte, amplía, acrecenta y
concentra la experiencia de una persona -y no sólo la acrecienta, sino que la amplía
significativamente-. Ése es el poder del cine: las “estrellas”, los argumentos y el
entretenimiento no tienen nada que ver con él (Tarkovski, 2016:72).

El cine no sólo es un espectáculo, sino un receptáculo de emociones y en la sala, se congrega


al espectador: “¿no puede ser en cierto modo, la sala de cine el único gran templo de nuestros
días?” (Rodríguez, 2016, 19m23s). Y es en ese espacio sagrado donde la gente ve historias de
todo tipo, pues el creador decide si hace un discurso para entretener, deleitar, sacudir o
conmover las miradas. Si bien el cine es una industria 3, varios artistas han logrado realizar
discursos que despiertan al espectador a que vean fuera del campo que se ha presentado en la
película.

Y esto es porque “...el real de una imagen cinematográfica es lo que está fuera de campo. La
imagen debe su potencia real al hecho de ser extraída de un mundo que no está en la imagen
pero que construye su fuerza” (Badiou, 2016:46). Entonces, la imagen cinematográfica: “…no
únicamente vive en el tiempo, sino que el tiempo vive en ella, en todos y cada uno de los planos”
(Tarkovski, 2016:76). El espacio de la imagen es el tiempo. “Esculpir el tiempo” es hacer cine;
este es el hogar de la imagen, una película se proyecta haciendo un lugar de convergencia más
allá del sitio como tal.

3
Sobra decir que en esta reflexión, se habla del cine como arte y como lenguaje, muy específicamente el cine de
Pasolini.
En ese encuentro, acaece o se desoculta una verdad porque el cine “…debe por su naturaleza
misma, aclarar la realidad, no oscurecerla…” (Tarkovski 2016:80). Si es así, entonces se
propone entender al cine como morada, como hogar que proyecta luz en la oscuridad.
Adicional, es la habitación de la imagen, la cobija. Y su creador, un místico que explora lo real
con su cámara. En este caso, Pasolini y su cinta, El evangelio según san Mateo.

Fuentes de consulta
Badiou, A. (2016). En busca de lo real perdido. Amorrortu editores.
Blanco, L. (2010). Lo sagrado en la obra cinematográfica de Pier Paolo Pasolini. Trama &
Fondo. Lectura y teoría del texto. Número 28. pp. 101-114.
Deleuze, G. (1994). La imagen-movimiento: estudios sobre cine. Paidós.
Fantuzzi, V. (2021). Pasolini y lo sagrado. La civiltà cattolica.
https://www.laciviltacattolica.es/2022/03/04/pasolini-y-lo-sagrado/
Otto, R. (1996). Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios. Alianza Editorial.
Panikkar, R. (2005). De la mística. Experiencia plena de la Vida. Herder.
Pasolini, P. (Director). (1964). El evangelio según san Mateo [Película]. Arco Film, Lux
Compagnie, y Cinématographique de France.
Pasolini, P., Rohmer, E. (1970). Cine de poesía contra cine de prosa. Anagrama.
Pasolini, P. (2005). Pasiones heréticas. Correspondencia 1940-1975. El cuenco de plata /
Extraterritorial.
Rodríguez, A. (21 de mayo de 2016). Cine, luz, verdad. [Video]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=2M7ucaqbFlI
Tarkovski, A. (2016). Esculpir el tiempo. Universidad Nacional Autónoma de México.
Zamora, F. (2006). Filosofía de la imagen. Lenguaje, imagen y representación. Universidad
Nacional Autónoma de México, Escuela Nacional de Artes Plásticas.

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