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López i Chacón, Marc

Reflexión: Técnica de la Tortuga


La Técnica de la Tortuga parece realmente una herramienta de gran valor para que los niños
puedan aprender a gestionar sus emociones: en lugar de reaccionar de manera impulsiva ante
situaciones desafiantes o adversas, esta técnica les ofrece un método para detenerse, respirar
pausadamente y reflexionar antes de actuar. Además de la evidencia científica que existe en el
hecho que controlar la respiración nos permite manipular la química cerebral, y que esta es una
técnica que podrán generalizar a edades posteriores y que les ayudará a seguir gestionando sus
emociones en su versión adulta.
Hemos aprendido que las rabietas y las conductas agresivas suelen responder a sentimientos de
colapso emocional o no saber expresarse de una forma más adecuada. Con dicha técnica, al
enseñarles a reconocer las señales de advertencia de la ira o la frustración, como el aumento
cardíaco o las sensaciones de tensión corporal, se les invita a retirarse temporalmente, y no solo
para aplacar dichas emociones, sino que también para buscar formas más constructivas de lidiar
con la situación precedente. Así, la Técnica de la Tortuga en una actividad que ayuda a los niños
a autorregularse en diversas esferas (emocional y socialmente).
Además, esta técnica también fomenta la empatía y la comprensión social hacia los demás, pues
al invitar a los niños a tomarse un momento para reflexionar cómo se sienten, también podemos
invitarles a que reflexionen sobre las consecuencias de sus acciones y como afecta a los que le
rodean, pudiendo desarrollar así una mayor conciencia de las necesidades y sentimientos de los
demás.
En resumen, la Técnica de la Tortuga brinda a los niños una forma práctica y efectiva de
gestionarse emocional y conductualmente. Al ofrecerles estas herramientas para autorregularse
y aprender a ser consecuentes, les estamos ayudando a desarrollar habilidades importantes para
la vida cotidiana que les servirán en su madurez emocional y consciencia social.

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