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Actividad 3_Ejercicio teórico-práctico_"Cambios posturales, prevención de ulceras por

presión”

1.- ¿Qué es una úlcera por presión?


Una úlcera por presión se desarrolla cuando se bloquea el suministro de sangre a un área
del cuerpo porque hay una presión excesiva y prolongada sobre la misma. En
consecuencia, la piel en esa área comienza a morir, lo que resulta en una área abierta
como un cráter o úlcera en la piel.

2. ¿Cuáles son los mecanismos de producción de las úlceras?


La úlcera por presión (UPP) es una necrosis de la piel y el tejido subcutáneo de una zona
sometida a presión entre dos planos duros, los huesos del paciente y el soporte (cama o
silla), que provoca una disminución del aporte de oxígeno y nutrientes a esa zona, por el
aplastamiento de los vasos sanguíneos que se produce.

3- Indica qué factores favorecen la aparición de úlceras por presión.


Este tipo de lesiones aparece principalmente en pacientes inmovilizados durante mucho
tiempo y tiene una baja tendencia a la cicatrización espontánea. Constituye un importante
problema de salud pública, dadas las repercusiones que ocasiona en la calidad de vida de
los pacientes, la prolongación de la estancia hospitalaria y el aumento del gasto de
material y de los cuidados por parte del personal de enfermería. Por todo ello, es muy
importante realizar una adecuada prevención para evitar la aparición de las UPP.
También otros factores pueden ser:

 Inmovilidad. Esto puede deberse a una salud debilitada, a una lesión de la médula
espinal y a otras causas.
 Incontinencia. La piel se vuelve más vulnerable con la exposición prolongada a la
orina y las heces.
 Pérdida de la percepción sensorial. Las lesiones de la médula espinal, los
trastornos neurológicos y otras afecciones pueden ocasionar una pérdida de la
sensibilidad. La incapacidad para sentir dolor o malestar puede dar lugar a que no
se tengan en cuenta las señales de advertencia y a la necesidad de cambiar de
posición.
 Nutrición e hidratación deficientes. Las personas necesitan suficientes líquidos,
calorías, proteínas, vitaminas y minerales en su dieta diaria para mantener la piel
sana y evitar la ruptura de los tejidos.
 Afecciones médicas que afectan el flujo sanguíneo. Los problemas de salud que
pueden afectar al flujo sanguíneo, como la diabetes y las enfermedades vasculares,
pueden aumentar el riesgo de daño en los tejidos, como las escaras.

4. ¿Cuáles son los lugares más frecuentes de aparición de las úlceras por presión
en cada una de las posiciones anatómicas que puede adoptar el paciente?
Decúbito supino: talones, sacro y tuberosidades isquiáticas (caderas), codos, omoplatos
y región occipital.
- Decúbito lateral: maléolos (tobillos), cóndilos (rodillas), trocánteres (caderas), costillas,
acromion (hombro) y orejas.
- Decúbito prono: dedos de los pies, rodillas, órganos genitales en los hombres, mamas
en las mujeres, el acromion y las mejillas y orejas.
- Sentado: talones, sacro, codos y las tuberosidades isquiáticas.

5. ¿Cuáles son las principales medidas de prevención y productos que debemos


adoptar para evitar el desarrollo de las úlceras por presión?

Valoración inicial del estado de la piel Identificar el estado de la piel, valorando sequedad,
excoriaciones, eritema, maceración, fragilidad, temperatura e induración, sensación de
picor o dolor y prominencias óseas (sacro, talones, tobillos, codos y occipucio) para
identificar precozmente signos de lesiones. Se debe prestar especial atención a los
siguientes puntos:
- Cambios posturales frecuentes, cada dos horas y si está sentado recolocarlo cada hora.
- Cuidados para disminuir la humedad. La incontinencia duplica el riesgo de aparición de
úlceras.
- Prevenir la fricción, el cizallamiento y el corte (sequedad excesiva, falta de higiene,
malnutrición y deshidratación, arrastre)
- Estimular la actividad y el movimiento del paciente, tanto activo como pasivo - Las
superficies de alivio de la presión disminuyen la incidencia de aparición de ulceras como
almohadones, cojines y colchones anti escaras, de diferentes materiales y sistemas (de
borreguito, látex, de aire con presión alternante, etc.)
- Apósitos hidrocelulares, no adhesivos, de forma específica para talón, adaptables y/o
recortables para zona nasal, alrededor de sondas o gafas de oxígeno.
- Si el paciente tiene la piel seca, utilizar cremas hidratantes.
- No se aconseja hacer masaje sobre las prominencias óseas ejerciendo presión, ni
tampoco amasar la musculatura, pues sólo se conseguirá debilitar más la piel.

Valoración nutricional:

El control y valoración de la nutrición del paciente anciano va a hacer que el riesgo de desarrollar
ulceras disminuya y que en caso de que aparezcan, su curación sea más rápida y con menos
complicaciones.

- Controlar la ingesta de alimentos adecuando la dieta a los deseos individuales del paciente o su
condición de salud y estimular la ingesta de líquidos. La dieta del paciente con riesgo de
desarrollar úlceras deberá garantizar aporte mínimo de calorías y proteínas, así como vitaminas y
minerales (como ácido fólico, vitamina B12, hierro y otros oligoelementos).
- En caso de que la dieta habitual del paciente no cubra estas necesidades se debe recurrir a
suplementos hiperproteicos de nutrición enteral oral para evitar situaciones carenciales.

Consejos para el paciente y el cuidador principal:

El cuidador habitual del paciente dependiente e inmóvil es el personaje más importante en la


prevención de las ulceras por presión. Su educación sanitaria y su colaboración son vitales en este
sentido. Se debe prestar atención especial e insistir en los siguientes puntos:

- Cambios de posición frecuentes, más cuanto más peso; como regla general, cada 2 horas en
encamados y cada hora sentada. El uso de material anti escaras (cojines, colchones) puede alargar
estos intervalos, pero no deben ser sustitutos de los cambios posturales.

- El paciente debe reposicionarse por sí mismo a intervalos frecuentes, en caso de poder


movilizarse por sí solo animar al paciente a hacerlo.

- No arrastrar la piel por las sabanas al reposicionar o elevar al paciente. Son mejor los dispositivos
de ayuda como trapecios o grúas, alzamiento con entremetida u otras alternativas. Se debe
entrenar a los cuidadores a una buena mecánica para evitar lesiones al paciente y a sí mismo.

- Mantener la ropa del paciente limpia, seca y sin arrugas. - Evitar colocarlo sobre las úlceras ya
existentes.

- Inspeccionar la piel de forma sistemática y mantenerla limpia, seca e hidratada.

- Utilizar agua tibia y jabones neutros en la higiene diaria y secado meticuloso sin fricción.

- Usar cremas hidratantes, evitar colonias, alcohol o talco, ya que provocan y facilitan la sequedad
cutánea.

- Lubricar la piel con ácidos grasos hiperoxigenados varias veces al día, con masaje circular suave
sin presión en zonas de riesgo, aprovechar los cambios posturales o de pañal para su aplicación.

- Vigilar las protuberancias. No hacer masajes con presión sobre las prominencias óseas.

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