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1.

Una úlcera por presión es una lesión en la piel y el tejido


subyacente que resulta de una presión prolongada sobre la piel.
En la mayoría de los casos, las úlceras por presión se manifiestan en la piel
que recubre las partes óseas del cuerpo, como talones, tobillos, caderas y
cóccix.Los mecanismos de producción de las úlceras por presión son la
presión, la fricción, la tracción y el exceso de humedad en la piel. Estas
situaciones pueden reducir o detener el flujo de sangre en la región,
haciendo con que se suministre menos oxígeno y nutrientes a los tejidos,
provocando daño o la muerte de los mismos.
2. Los factores que favorecen la aparición de úlceras por presión
son los siguientes.
o Factores intrínsecos: edad avanzada, desnutrición, deshidratación,
anemia, incontinencia urinaria o fecal, alteraciones de la
sensibilidad, enfermedades crónicas, infecciones, etc.
o Factores extrínsecos: inmovilidad, posturas inadecuadas, falta de
cambios posturales, uso de dispositivos médicos, ropa de cama
arrugada, humedad, temperatura, etc.
3. Los lugares más frecuentes de aparición de las úlceras por
presión en cada una de las posiciones anatómicas que puede
adoptar el paciente son los siguientes:
o En posición supina (boca arriba): la parte trasera o los lados de la
cabeza, los omóplatos, la cadera, la espalda lumbar o el coxis, los
talones, los tobillos y la piel detrás de las rodillas.
o En posición lateral (de lado): la oreja, la mejilla, el hombro, el codo,
la cadera, el trocánter mayor, la rodilla, el tobillo y el maléolo
externo.
o En posición prona (boca abajo): la frente, la nariz, las mejillas, el
esternón, las mamas, las rodillas, los dedos de los pies y el empeine.
o En posición sentada: el coxis o los glúteos, los omóplatos y la
columna vertebral, la parte trasera de los brazos y piernas donde se
apoyan en contacto con la silla.
4. Las principales medidas de prevención y productos que debemos
adoptar para evitar el desarrollo de las úlceras por presión son
los siguientes:
o Valorar el riesgo de cada paciente mediante escalas validadas, como
la escala de Braden o la de Norton.
o Realizar cambios posturales cada 2 o 3 horas, según el nivel de
riesgo, y evitar las posturas que generen mucha presión o fricción en
la piel.
o Utilizar superficies especiales para el manejo de la presión, como
colchones, cojines o almohadillas de aire, agua, gel o espuma
viscoelástica.
o Mantener la piel limpia, seca e hidratada, y evitar el uso de
productos irritantes o abrasivos.
o Proteger la piel de la humedad por la incontinencia, el sudor o las
heridas, utilizando barreras cutáneas, apósitos o pañales
absorbentes.
o Controlar la nutrición y la hidratación del paciente, y suplementar
con vitaminas, minerales o proteínas si es necesario.
o Fomentar la movilización y la actividad física del paciente, siempre
que sea posible, y realizar ejercicios de movilidad articular y
muscular.
o Educar al paciente y a sus cuidadores sobre la prevención de las úlceras
por presión y los signos de alerta para detectarlas precozmente.

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