Una úlcera por presión es una lesión en la piel y el tejido
subyacente que resulta de una presión prolongada sobre la piel. En la mayoría de los casos, las úlceras por presión se manifiestan en la piel que recubre las partes óseas del cuerpo, como talones, tobillos, caderas y cóccix.Los mecanismos de producción de las úlceras por presión son la presión, la fricción, la tracción y el exceso de humedad en la piel. Estas situaciones pueden reducir o detener el flujo de sangre en la región, haciendo con que se suministre menos oxígeno y nutrientes a los tejidos, provocando daño o la muerte de los mismos. 2. Los factores que favorecen la aparición de úlceras por presión son los siguientes. o Factores intrínsecos: edad avanzada, desnutrición, deshidratación, anemia, incontinencia urinaria o fecal, alteraciones de la sensibilidad, enfermedades crónicas, infecciones, etc. o Factores extrínsecos: inmovilidad, posturas inadecuadas, falta de cambios posturales, uso de dispositivos médicos, ropa de cama arrugada, humedad, temperatura, etc. 3. Los lugares más frecuentes de aparición de las úlceras por presión en cada una de las posiciones anatómicas que puede adoptar el paciente son los siguientes: o En posición supina (boca arriba): la parte trasera o los lados de la cabeza, los omóplatos, la cadera, la espalda lumbar o el coxis, los talones, los tobillos y la piel detrás de las rodillas. o En posición lateral (de lado): la oreja, la mejilla, el hombro, el codo, la cadera, el trocánter mayor, la rodilla, el tobillo y el maléolo externo. o En posición prona (boca abajo): la frente, la nariz, las mejillas, el esternón, las mamas, las rodillas, los dedos de los pies y el empeine. o En posición sentada: el coxis o los glúteos, los omóplatos y la columna vertebral, la parte trasera de los brazos y piernas donde se apoyan en contacto con la silla. 4. Las principales medidas de prevención y productos que debemos adoptar para evitar el desarrollo de las úlceras por presión son los siguientes: o Valorar el riesgo de cada paciente mediante escalas validadas, como la escala de Braden o la de Norton. o Realizar cambios posturales cada 2 o 3 horas, según el nivel de riesgo, y evitar las posturas que generen mucha presión o fricción en la piel. o Utilizar superficies especiales para el manejo de la presión, como colchones, cojines o almohadillas de aire, agua, gel o espuma viscoelástica. o Mantener la piel limpia, seca e hidratada, y evitar el uso de productos irritantes o abrasivos. o Proteger la piel de la humedad por la incontinencia, el sudor o las heridas, utilizando barreras cutáneas, apósitos o pañales absorbentes. o Controlar la nutrición y la hidratación del paciente, y suplementar con vitaminas, minerales o proteínas si es necesario. o Fomentar la movilización y la actividad física del paciente, siempre que sea posible, y realizar ejercicios de movilidad articular y muscular. o Educar al paciente y a sus cuidadores sobre la prevención de las úlceras por presión y los signos de alerta para detectarlas precozmente.