Está en la página 1de 5

Acción Formativa N° 89: “El alfabeto

pedagógico”.

1-INTRODUCCIÓN:

La presente publicación comparte los aportes del alfabeto pedagógico que acompaña
a Mi cuaderno curioso como parte de la propuesta de escritura en los primeros grados.
También se ofrece como herramienta pedagógica y objeto de consulta permanente de
las y los docentes no solo en alfabetización inicial sino en el aprendizaje de segundas
lenguas y lenguas extranjeras.

Es nuestro deseo que puedan consultarlo cotidianamente con las niñas y los niños en
ricas situaciones de escritura.

Lic. Nanci Noemí Alario

Subsecretaria de Educación Primaria

Módulo: Identidades, cultura y sociedad.

2-RECORDAMOS ALGUNOS ACUERDOS:

“Hasta mediados del siglo XIX, los pocos niños o adultos que aprendían a leer lo
hacían utilizando fundamentalmente tres instrumentos: la paleta (horn-book) donde
estaban escritos el alfabeto, algunas sílabas y una oración cristiana; las cartillas o
silabarios conteniendo el abecedario y la combinación de sílabas; y por último, los
catecismos y los manuales de urbanidad que eran utilizados una vez que se habían
memorizado las series de ejercicios del silabario. A comienzos del siglo XIX, se
enseñaba a leer tal como hacían los griegos veinticinco siglos atrás.”

María C. Linares. “Abecedario escolar. Historia de objetos y prácticas”.

Museo de las escuelas, M.E., 2007

3-COMPARTIMOS ALGUNOS SABERES:

El abecedario ha estado presente desde el comienzo de la historia de la alfabetización.


Y si bien a principios del siglo XX se produjeron enormes cambios en la enseñanza de
la lectura, que trajeron aparejada la desaparición de la mayoría de los instrumentos
que se usaban hasta entonces, el abecedario sigue siendo un objeto imprescindible.
Hoy está naturalizado en las paredes de muchas aulas y en otras, despojado de su
habitual naturalización, provoca una pregunta por parte de docentes, equipos
directivos y formadores:

¿Es necesario usar el abecedario y colgarlo en el aula para enseñar a leer y


escribir?

Lo que sigue es una respuesta fundamentada a esta pregunta, que comienza por una
primera y sencilla afirmación: sí, es absolutamente necesario que esté presente en el
aula y en un papel o cartón del tamaño del cuaderno para que el alumno lo manipule
cotidianamente en las actividades de escritura y de juegos.

¿Qué es un abecedario?

El abecedario o alfabeto es una serie ordenada de letras de una lengua o idioma en el


orden que se les ha asignado en dicha lengua. Es parte del sistema alfabético
necesario para leer y escribir. Necesario pero no suficiente porque no se puede leer y
escribir bien sabiendo solo las letras: hace falta además, conocer los signos de
puntuación (punto, coma, dos puntos, punto y coma, puntos suspensivos, paréntesis,
raya de diálogo), los signos de entonación (de exclamación y de pregunta) y los signos
auxiliares (tilde, diéresis, guión de separación de palabras). También es imprescindible
conocer las relaciones que las letras mantienen con los fonemas o sonidos de la
oralidad y fundamentalmente la construcción ortográfica de las palabras. En resumen,
el abecedario es solo una parte de lo que debemos enseñar en alfabetización inicial.
Una parte importante, heredada y transmitida de generación en generación con los
lentos cambios que va sufriendo a través del tiempo.

¿Qué es un abecedario pedagógico o didáctico?

Es un abecedario que contiene facilitadores del aprendizaje, es decir que no repite el


alfabeto oficial de la lengua escrita que se trate (en nuestro caso el español) sino que
produce una transposición didáctica a partir de la cual se introducen modificaciones en
beneficio del aprendiz, (sea niño, adolescente o adulto) que transita la alfabetización
inicial. El abecedario (tanto el oficial de la lengua como el pedagógico) es un objeto
relevante y de gran ayuda en contextos de aprendizaje de segundas lenguas y de
lenguas extranjeras, en alfabetización inicial y un objeto de consulta permanente en
todas las etapas de la alfabetización.

4-RESOLVEMOS, CREAMOS Y PROPONEMOS:

Mi cuaderno curioso está acompañado de un abecedario pedagógico. ¿Qué


ayudas brinda al docente, niñas y niños el uso cotidiano de un abecedario
pedagógico?

1. Uno de los descubrimientos más importantes es que con esas pocas


letras del abecedario se forman las más de 93.000 palabras del español
que figuran en el diccionario de la lengua.
2. Por otra parte, tanto letras como signos son grafemas y tienen rasgos
distintivos propios que los diferencian entre sí y que permanecen a pesar
de los diferentes diseños o fuentes. El abecedario permite descubrir y
memorizar los rasgos distintivos de cada letra (orientación, largo,
ancho, redondeces y flacuras, dificultosas curvas, recordar “para dónde
tiene la patita o el rulo”; descubrir letras con “un mosquito en la frente” o “un
gracioso peluquín”-como dice M. E. Walsh del puntito de la i y la virgulilla
de la ñ-, etc.).
3. El uso cotidiano del alfabeto permite memorizar gradualmente el nombre
de cada letra. Ese conocimiento opera en varios sentidos: por un lado
como estrategia de lectura para abordar textos ordenados por completo o
en parte a partir del orden alfabético; por otro lado conocer el nombre de
la letra que le corresponde a cada sonido cuando se está escribiendo
(componiendo, construyendo) las primeras palabras; en tercer lugar y no
por eso menos importante, la consulta permanente del abecedario brinda
un modelo seguro de letras para reproducir.
4. Una de las funciones más importantes del abecedario pedagógico
es conocer las correspondencias fono-gráficas, es decir qué sonido (o
seña en el caso de las lenguas de sustancia gestual) se corresponde con
cada letra. Pero más importante todavía es que el abecedario muestra las
posibles alternativas de escritura frente a un único sonido que tiene más de
una representación, como es el caso de la s, c, z. La pregunta ¿Con cuál
va, seño? se responde con una búsqueda guiada en el abecedario
pedagógico.
5. El abecedario pedagógico también contiene los dígrafos “ch”, “ll”. Un
dígrafo es una secuencia de dos letras que se corresponden con un solo
sonido. Si bien los sonidos de la ch y la ll son diferentes según las regiones
de nuestro país, siempre representan un solo sonido. Desde 1803 estos
dígrafos han figurado en la confección de todas las listas alfabéticas del
diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.) pero en el Congreso de
1994 se quitaron como letras independientes y desde entonces figuran
dentro de la c y la l respectivamente. No obstante, para facilitar el
aprendizaje, incluímos los dígrafos de modo independiente.
6. El abecedario pedagógico presenta los otros dos dígrafos del
sistema: “qu” y “gu”. La q en español no se escribe nunca sin u. Por eso
el abecedario pedagógico evita el enredo de enseñarla “sola” para luego de
aprendida agregarle una u, y la demora que acarrea todo ese proceso. Al
figurar “qu” en el abecedario, el aprendiz se familiariza con la forma
completa y correcta del dígrafo cada vez que lo usa o que lo busca para
escribir o jugar. Lo mismo ocurre con el dígrafo “gu”. En este caso,
la g también puede escribirse sola, en cuyo caso representa otro sonido.
Cuando ambas opciones figuran como posibilidades en el abecedario
pedagógico, los aprendices se refieren a ellas como la “gue” y la “ge”. Esta
diferenciación precoz facilita la reflexión sobre los lugares donde se usa
una u otra opción, lo cual constituye una gran ayuda para distinguir los
casos de correspondencias biunívocas restringidas (gu– antes de –e, –i
como en gueto y guiso).
7. Los alfabetizados no advertimos que al escribir árbol, Ana o hamaca, no
representamos el fonema inicial /a/ de una sola forma: escribimos árbol con
dos grafemas en el mismo lugar (la a y la tilde), en Ana usamos
la A mayúscula, y en hamaca escribimos una h antes de la a, aunque no
suena. Esas son situaciones importantes a descubrir y resolver en los
primeros grados. Por eso en relación con las vocales, el abecedario
pedagógico recupera la visión del aprendiz (que debe descubrir
regularidades y excepciones en el sistema) e incluye las
habituales vocales sin tilde pero también las vocales con tilde,
mostrando que ¡existe la tilde! y que solo recae sobre esos cinco
elementos. Le hacemos prever al aprendiz que esas son opciones
presentes en el sistema de escritura. No esperamos que cometa el error
y lo practique durante años para después corregir. Por el contrario,
enseñamos –ofrecemos, mostramos, presentamos- las dos posibilidades
de escritura de fonemas que suenan igual: a con tilde y a sin tilde. El error
aparecerá igual, pero no persistirá para siempre, porque en las situaciones
de escritura autónoma de palabras y oraciones, los niños (jóvenes y
adultos en alfabetización inicial) aprenderán precozmente a preguntar y
luego a preguntarse ¿Con cuál va? ¿Con a? ¿Con a con tilde?
¿Con a minúscula o mayúscula?
8. Entonces, las posibilidades de escritura de las vocales en español son las
siguientes (atención, hablamos de escritura y no solo de pronunciación, ya
que en la pronunciación siempre suenan igual; las diferencias solo
aparecen en la escritura):

a, e , i o, u A E I O U

á, é, í, ó, ú Á É Í Ó Ú

¿Es conveniente que los niños crean durante años que las vocales escritas son solo
las de la primera línea? La clasificación de vocales y consonantes es una clasificación
de fonemas, pero en la escritura, las vocales tienen todas las representaciones
anteriores. Una de las funciones de la alfabetización inicial es que los aprendices
comprendan la estructura y las relaciones de los elementos del sistema alfabético. Con
ese objetivo, es importantísimo que sepan desde el principio que estas formas son
posibles y que gradualmente aprendan a usarlas donde corresponde.

El abecedario es un objeto de conocimiento y un instrumento de la escritura en todas


las lenguas. En esta acción formativa lo hemos puesto bajo la lupa pero eso no
significa que empecemos a enseñar a leer y escribir por letras. Muy por el
contrario, el abecedario pedagógico se usa para enseñar a leer y escribir tal como está
propuesto en todos los documentos oficiales de nuestro país, es decir a partir de
unidades con significado (palabras, textos, oraciones); se usa para pensar cómo están
armadas las palabras, tanto para leerlas como para escribirlas, pero siempre en el
marco de unidades plenas de significado.

5-BIBLIOGRAFÍA:

Academia Argentina de Letras. El abecedario o alfabeto


español https://www.aal.edu.ar/?q=node/30

Alisedo, G. Marco teórico para una didáctica de la ortografía. En Zamero, M.


Alfabetización inicial y avanzada. Enfoques, problemas y reflexiones. Colección
Andamios. Editorial UADER, 2019.

Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es/

Linares, M. (2007) Abecedario escolar. Historia de objetos y prácticas. Museo de las


escuelas, M.E.

Principales novedades de la última edición de la Ortografía de la lengua española


(2010) https://www.rae.es/sites/default/files/Principales_novedades_de_la_Ortografia_
de_la_lengua_espanola.pdf

Zamero, Marta (2016). Clase Nro. 3. Alfabetización Inicial: componentes de la


programación didáctica. Módulo: Seminario Final. Especialización Docente Superior en
Alfabetización Inicial. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes.

Zamero, M. (2020) Clase 4. Seminario Políticas de alfabetización. Especialización en


Educación Inicial. FAy CS. UADER.

Agradecemos la colaboración de la Magister en Didácticas Específicas Mención


Letras. Universidad Nacional del Litoral. Prof. Marta Zamero miembro del Equipo
Pedagógico de la Subsecretaría de Educación Primaria.

¡Nos encontramos en la próxima publicación!

Subsecretaría de Educación Primaria

También podría gustarte