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Caminando hacia la luz 2

Caminando hacia la luz

Por: Nilson Castillo Erazo

Febrero del 2020.


Caminando hacia la luz 3

Agradecimientos
Quiero agradecer con todo el corazón, a
nuestro gran Dios y salvador Jesucristo,
ya que solo su gracia y su misericordia es
la que nos sostiene y nos ilumina cada día
para avanzar en este camino, y a si
mismo lo que hoy podemos transmitir en
este libro es una fuente que él nos ha
dado a través de su palabra con la cual
nos edificamos cada día, y esperamos
que también sea para usted una bendi-
ción de parte de Dios.
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Introducción
Son tiempos muy difíciles los que está vi-
viendo el mundo entero. Muchos al no
encontrar una solución, toman decisio-
nes tan equivocadas y su situación se
hace aún más difícil.
Otros miran en Dios una vida diferente,
y en él una fuente de esperanza y de con-
suelo. Sin embargo, muchos se pregun-
tan ¿cómo poder llegar a Dios, Y encon-
trar el camino hacia él? Mirando la nece-
sidad y el anhelo de muchos de encontrar
el camino hacia él, quiero a través de la
palabra de Dios mostrar algunos princi-
pios necesarios, y que no se pueden alte-
rar, o pasar por alto para lograr llegar a
él, y poder vivir por siempre con él.
Espero que este libro basado en la pala-
bra de Dios, sea de mucha bendición a to-
dos aquellos que lo lean y que puedan en-
contrar en él, una lámpara encendida en
medio de la oscuridad que les alumbre,
por el camino hacia Dios
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Manifestaciones de Dios
Muchos se preguntan quién es Dios. Sí
realmente existe, ¿de tantos que dicen
las gentes que existen cual es el verda-
dero?
Es en medio de esta crisis que el mundo
está viviendo, donde vemos que este
mundo se debate entre la vida y la
muerte, el descontrol de la mente del
hombre, lo ha llevado a sumergirse en
un pozo profundo de desesperación, al
mirar que no hay nada ni nadie que
pueda hacer algo, e intentan buscar a
través de un ser divino, una ayuda para
salir de su triste situación, y buscan en
diferentes dioses, o en diferentes creen-
cias si tal vez pudieran, encontrar una
vida mejor, y quien les resuelva sus pro-
blemas.
A través delos tiempos han existido mu-
chos dioses a los cuales muchas personas
los adoraron y aun hasta estos tiempos
son venerados por muchos. Sin em-
bargo, de ellos solamente ha quedado
una tradición fundamentada en un re-
cuerdo porque conforme existieron mu-
rieron y con ellos todas sus obras.
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Pero el Dios de la biblia ha sido el Dios


que de tiempo en tiempo se ha manifes-
tado a la creación y aunque los tiempos
han pasado sus obras siguen siendo
reales conformé a sus palabras.
En el transcurso de los tiempos Dios
siempre se ha manifestado mostrando su
poder, amor, misericordia, juicio y justi-
cia, y lo podemos comprobar por medio
de su palabra ya que su palabra es tan
real que todos los días podemos mirar
que se cumple en medio nuestro. Génesis
en su primer capítulo empieza mos-
trando a Dios manifestándose como el
creador de todas las cosas y así mismo
dando mandamientos y preceptos los
cuales el hombre al cumplirlos recibiría
bendiciones, para ellos y sus descenden-
cias.
De generación en generación Dios sea a
manifestado a la raza humana, como ese
buen padre que cuida de sus hijos. Dios
siempre ha visitado su creación para
darles toda bendición a cambio que el
hombre le reconozca como el único Dios
y obedezcan su palabra, de lo contrario
como ese buen padre castiga al hijo que
ama Dios también nos corrige, nos ad-
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vierte y nos castiga cuando no obedece-


mos, permitiendo que recibamos el fruto
de las malas obras que sembramos.(leví-
tico 26 verso 3 al 6) dice: Si anduvieres en
mis decretos y guardares mis manda-
mientos, y los pusiereis por obra, yo daré
vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra
rendirá sus productos, y el árbol del
campo dará su fruto. Vuestra trilla al-
canzara a la vendimia, y la vendimia al-
canzara a la cementera, y comeréis vues-
tro pan hasta saciaros, y habitareis segu-
ros en vuestra tierra.
Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y
no habrá quien os espante; y hare quitar
de vuestra tierra las malas bestias, y la
espada no pasará por vuestro país.
En la biblia encontramos muchos ejem-
plos podríamos hablar de Noé, Abraham,
Moisés y muchos más. Lo cierto es que,
en cada tiempo conocido como una dis-
pensación, Dios se ha manifestado a los
seres humanos, tomado formas visibles
para los seres humanos llamadas: (teofa-
nías). Una teofanía es una manifestación
visible de Dios, ya que ningún ser hu-
mano puede mirar a Dios en toda su glo-
ria. Ejemplo, a Abraham se le presento
como un varón, a Moisés en una zarza
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que ardía y a otros en ocasiones como un


ángel, sin embargo, no es otro Dios dife-
rente sino el mismo Dios manifestado en
diferentes formas.
Otras de las maneras de Dios manifes-
tarse a los hombres, aunque no ha sido
una manifestación en una forma visible,
lo ha hecho a través de personas que han
creído en él de corazón entre ellos los pa-
triarcas, los profetas y apóstoles, a los
cuales les dio su Espíritu y les rebelo, su
palabra y ellos siendo inspirados por
Dios, escribieron sus palabras y a si
mismo amonestaron y enseñaron a las
generaciones. 2 de crónicas 36 (15-16)
dice. Y jehová el Dios de sus padres envió
constantemente palabra a ellos por me-
dio de sus mensajeros, porque él tenía
misericordia de su pueblo y de su habita-
ción.
Mas ellos hacían escarnio de los mensa-
jeros de Dios y menospreciaban sus pala-
bras, burlándose de sus profetas, hasta
que subió la ira de Dios contra su pueblo,
y no hubo ya remedio. Fueron los profe-
tas quienes en el tiempo que muchos lla-
mamos el antiguo testamento fueron
usados por Dios, para enseñar corregir y
apercibir por medio de la palabra de Dios
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como leímos en los textos anteriores


comprendiendo cual era la reacción de
las gentes al oír a los mensajeros.
La biblia dice que el corazón del hombre
siempre ha sido inclinado al mal desde el
principio, Su dureza e incredulidad lo ha
llevado siempre a desviarse de los cami-
nos de Dios, por lo cual los seres huma-
nos han sido castigados, no ignorando
que Dios siempre da una oportunidad
para el arrepentimiento, ya que él es una
fuente de perdón y misericordia.
Jesús “Dios manifestado
en carne”
En este propósito de que el ser humano
no sea castigado, y al mirar el descontrol
de las gentes, la maldad, el pecado, la vio-
lencia y la destrucción de unos contra
otros, y después de enviar a sus profetas
mirando el rechazo a su palabra y al mi-
rar cómo mataban a sus profetas, Dios
mismo decide visitar su creación y esta-
blecer un nuevo pacto. En el libro del
profeta Jeremías cap. 31. Verso 31 dice
he aquí vienen días dice el señor, en los
cuales hare nuevo pacto con la casa de Is-
rael y la casa de Judá. El versículo 33 al
34 dice, pero este es el pacto que aré con
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la casa de Israel después de aquellos


días, dice el señor: daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón; y yo
seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo.
Y no enseñará ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: conoce
al señor; por qué todos me conocerán
desde el más pequeño de ellos hasta el
más grande, dice el señor; por qué per-
donaré la maldad de ellos, y no me acor-
daré más de su pecado.
Como bien sabemos que Dios es Espíritu
y un espíritu no se puede ver, pues no
tiene cuerpo ya que es un ser espiritual,
la pregunta es. ¿Cómo podría Dios mani-
festarse al mundo siendo que él es Espí-
ritu y que nadie podría contemplarlo tal
como él es en toda su gloria? En éxodo
cap. 33 versos 20 Dios le dice a Moisés,
no podrás ver mi rostro; porque no me
verá hombre, y vivirá.
Muchas personas se han confundido al
buscar una respuesta y es por esa razón,
que han surgido una cantidad de concep-
tos acerca de las manifestaciones de
Dios, y las han establecido como parte
fundamental de su creencia. A pesar de
todos los conceptos que puedan existir,
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Dios en su palabra nos enseña que él


mismo vendría en forma de hombre to-
mando un cuerpo de carne, y a través de
un nuevo pacto reconciliar consigo al
mundo.
La biblia nos enseña que Dios por medio
de los profetas hablo diciendo que él es-
taría presente. Isaías cap. (9 verso 6)
dice: por que un niño nos es nacido, hijo
nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre admira-
ble, consejero, Dios fuerte, padre Eterno,
príncipe de paz. Este texto de la palabra
de Dios nos habla de un ser que nacería,
y tendría todos los atributos de Dios, en-
tre ellos: DIOS FUERTE.
En Isaías cap. (52 verso 6) dice, por
tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por
esta causa en aquel día; porque yo mismo
que hablo, he aquí estaré presente.
Esta porción nos habla de una causa por
la cual el, estará presente y el versículo
anterior nos presenta esa causa. (Isaías
52 verso 55) el señor dice que su nombre
es blasfemado continuamente y su pue-
blo es llevado cautivo. La blasfemia de
los seres humanos contra Dios siempre
ha existido, las malas obras, su idolatría
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y con ellos sus ritos paganos como sacri-


ficios de niños, invocación a los muertos,
inmoralidad, ocultismo brujería entre
otros, llevaron al hombre de aquel en-
tonces a una terrible ceguera espiritual
al punto de aborrecer la palabra de Dios
dada por los profetas, y caer en un estado
espiritual al cual el señor llamó tinieblas
u oscuridad. Es entonces cuando Dios
promete venir como ya lo hemos leído en
los pasajes anteriores, y que en otras ci-
tas bíblicas lo encontramos manifestán-
dose en forma de hombre, y como hom-
bre sometiéndose a su misma palabra
para cumplirla. En el libro de Isaías (cap.
11 verso 1 al 4) dice saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de
sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu del señor;
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu
de conocimiento y de temor del señor.
Y le hará entender diligente en el temor
del señor. No juzgará según la vista de
sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus
oídos;
Sino que juzgará con justicia a los po-
bres, y argüirá con equidad por los man-
sos de la tierra; y herirá la tierra con la
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vara de su boca, y con el espíritu de sus


labios matará al impío. Otra porción de
la palabra de Dios que nos enseña clara
mente esta obra preciosa del señor y es el
evangelio según juan cap. (1 verso 1 al 18)
donde dice: Que en el principio era el
verbo, y el verbo era con Dios y el verbo
era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por el fueron hechas, y
sin el nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho. En él estaba la vida y la vida era la
luz de los hombres. En estos textos Juan
dice que en el principio era el verbo. La
palabra verbo viene del griego ´´logos``
que significa ´´palabra`` ósea que juan
declara que en el principio era la pala-
bra, y esa palabra era Dios, y así mismo
todas las cosas fueron hechas por él. El
versículo catorce dice: y aquel verbo fue
hecho carne, y habitó entre nosotros y vi-
mos su gloria, gloria como del unigénito
del padre), lleno de gracia y verdad. Juan
dice que esa palabra que era Dios se hiso
carne ósea se hizo hombre y habitó entre
nosotros, dando ejemplo y predicando
diciendo arrepentíos y creed en el evan-
gelio, porque el reino de los cielos se ha
acercado. Si analizamos los evangelios
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encontramos algunos pasajes bíblicos


acerca de Jesús, que confirman profecías
dadas por los profetas, por ejemplo
(Isaías cap. verso 14) dice: por tanto, el
señor os dará señal: he aquí que la virgen
concebirá, y dará luz un hijo, y llamará
su nombre Emanuel. Esta profecía tiene
cumplimiento en el evangelio según ma-
teo (cap. verso 21 al 23). y darás a luz un
hijo, y llamaras su nombre Jesús, porque
el salvara a su pueblo se sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cum-
pliese lo dicho por el señor por medio del
profeta cuando dijo:
He aquí una virgen concebirá y dará a luz
un hijo, y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros. Hay
que tener en cuenta que en el libro del
profeta Isaías, es donde más encontra-
mos profecías acerca de la manifestación
del señor Jesús, o de Dios manifestado
en carne, por esta razón el profeta Isaías
es conocido como el profeta mesiánico.
Otra profecía la encontramos en Isaías
cap. (40 verso al 3) consolaos, consolaos,
pueblo mío, dice vuestro Dios.
Hablad al corazón de Jerusalén; decidle
a voces que su tiempo es ya cumplido,
que su pecado es perdonado; que doble
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ha recibido de la mano del señor por to-


dos sus pecados.
Voz que clama en el desierto: preparad
camino a Jehová; enderezad su calzada
en la soledad a nuestro Dios. Este pasaje
bíblico nos muestra un tiempo de reden-
ción para Israel, sin embargo, el verso
tres nos habla de una misión, pero no nos
muestra clara mente quien es el enviado
a preparar el camino a jehová, y en qué
tiempo podría suceder, pero al llegar el
tiempo de la profecía y cumplirse lo di-
cho por el profeta, el señor hace memo-
ria de lo dicho antes por sus ciervos. En
el evangelio según mateo (cap. 3 verso al
3) dice: en aquellos días vino juan el bau-
tista predicando en el desierto de Judea,
y diciendo: Arrepentíos porque el reino
de los cielos se ha acercado.
Pues este es aquel de quien hablo el pro-
feta Isaías, cuando dijo: voz que clama en
el desierto: preparad el camino del se-
ñor, enderezad sus sendas.
Mateo nos hace recordar lo dicho por el
profeta, pero también nos dice, que el en-
viado a preparar el camino a jehová en
Isaías cap. 40 verso 3, es juan el bautista,
preparando el camino del Señor Jesús.
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Dándonos a entender que Jesús es el


mismo Jehová del antiguo testamento.
Otra profecía que nos habla de lo que se-
ría el ministerio del señor Jesús, su per-
sonalidad y como sería su vida aquí en la
tierra está en: Isaías cap. (53 verso 1 al 5)
dice ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y sobre quien se ha manifestado el
brazo del señor?
Subirá cual renuevo delante de él, y como
raíz de tierra seca; no hay parecer en él,
ni hermosura; le veremos, más sin atrac-
tivo para que le deseemos.
Despreciado y desechado entre los hom-
bres, varón de dolores, experimentado
en quebranto; y como que escondimos de
él el rostro, fue menospreciado, y no lo
estimamos.
Ciertamente llevo él nuestras enferme-
dades, y sufrió nuestros dolores; y noso-
tros le tuvimos por azotado, por herido
de Dios y abatido.
Mas el herido fue por nuestras rebelio-
nes, molido por nuestros pecados; El cas-
tigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados.
Esta es una de las profecías más claras
que encontramos de lo que sería la vida
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del señor Jesús, su carácter, pero tam-


bién sus sufrimientos, desprecios y re-
chazos de su misma creación, como lo
describe, varón experimentado en que-
branto. Al cumplirse esta gran profecía,
podemos encontrar en todos los evange-
lios la realidad de ella, al mirar a un
hombre sencillo que experimentó el su-
frimiento desde su infancia, la pobreza el
desprecio de aquellos que como dice la
biblia eran los suyos, pero que con
grande amor a algunos resucitó, sanó, li-
bertó y ayudó a los necesitados como dice
en Mateo (cap. verso 16 al 17) y cuando
llegó la noche, trajeron a él muchos en-
demoniados; y con la palabra echó fuera
a los demonios, y sanó a todos los enfer-
mos; para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo: el mismo
tomó nuestras enfermedades, y llevó
nuestras dolencias.
Dentro de ese gran ministerio lleno de
obras encontramos también que Jesús,
comenzó a dar a conocer este plan de sal-
vación llamado evangelio, enseñando a
todas las gentes sin importar su condi-
ción social, política o religiosa. Con po-
der y autoridad enseñó su doctrina, ha-
blo acerca de los juicios que vendrán y se
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dio a conocer quién era. En el evangelio


de Jesucristo según Mateo (cap. 4 verso 1
al 11) dice: Entonces Jesús fue llevado
por el Espíritu, al desierto para ser ten-
tado por el diablo. Y después de haber
ayunado cuarenta días y cuarenta no-
ches, tuvo hambre.
Y vino a él el tentador, y le dijo: si eres
hijo de Dios, di que estas piedras se con-
viertan en pan.
Él respondió y dijo: Escrito esta: no solo
de pan vivirá el hombre, sino de toda pa-
labra que sale de la boca de Dios. Enton-
ces el diablo le llevo ala santa ciudad, y le
puso sobre el pináculo del templo, y le
dijo: si eres hijo de Dios, échate abajo;
porque escrito esta: A sus ángeles man-
dará acerca de ti, y en sus manos te sos-
tendrán, para que no tropieces con tu pie
en piedra.
Jesús le dijo: Escrito esta también: no
tentarás al señor tu Dios. Otra vez le llevo
el diablo a un monte muy alto, y le mos-
tró todos los reinos del mundo y la gloria
de ellos, y le dijo: todo esto te daré, si pos-
trado me adorares.
Entonces Jesús le dijo: Vete, de mi sata-
nás, porque escrito esta: al señor tu Dios
adorarás, y a él solo servirás.
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El diablo entonces le dejó; y he aquí vi-


nieron ángeles y le servían.
Poco antes de Jesús comenzar su minis-
terio, viene el mismo diablo a tentarlo, y
este como aquel que conocía a Dios y
ahora mirando a un ser de carne y hueso,
viene a querer ponerle en poco, usando
la misma palabra de Dios. Los términos
usados por el diablo sí eres ´´hijo de
Dios´´ muestra en la posición, en la cual
el diablo lo pone como alguien que tiene
que depender de Dios confiando en las
promesas dadas en su palabra, pero Je-
sús le demuestra que él no tiene que de-
pender de otro diciéndole: No tentarás al
señor tu Dios, y al señor tu Dios adora-
rás, y a él solo servirás.
Lo hermoso de estas palabras, es que
conforme a lo que está escrito en la pala-
bra de Dios que solo Dios es digno de
adorar y solo él es digno de servirle, en
ese momento vienen ángeles y servían a
Jesús confirmando que él es Dios.
En el evangelio de Jesucristo según juan
(cap. 14 verso 1 al 11) dice: No se turbe
vuestro corazón; creéis en Dios, creed
también en mí.
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En la casa de mi padre muchas moradas


hay; sí así no fuera, yo os lo hubiera di-
cho; voy, pues a preparar lugar para vo-
sotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, ven-
dré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros tam-
bién estéis.
Y sabéis a donde voy, y sabéis el camino.
Le dijo Tomás, señor, no sabemos a
dónde vas; ¿Cómo, pues, podemos saber
el camino?
Jesús le dijo: yo soy el camino, y la ver-
dad, y la vida; nadie viene al padre, sino
por mí.
Si me conocieseis, también a mi padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y
le habéis visto.
Felipe le dijo: señor, muéstranos al pa-
dre, y nos vasta.
Jesús le dijo: ¿tanto tiempo hace que es-
toy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto
al padre; ¿Cómo pues, dices tú: muéstra-
nos el padre? ¿No crees que yo soy en el
padre, y el padre en mí? Las palabras que
yo os hablo, no las hablo por mi propia
cuenta, si no que el padre que mora en
mí, él hace las obras.
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Creedme que yo soy en el padre, y el pa-


dre en mí; de otra manera, creedme por
las mismas obras.
Poco antes de Jesús ser entregado em-
pieza a declararles algunas cosas, como
la traición de judas, y la negación de pe-
dro, pero al mirar la reacción de sus dis-
cípulos, Jesús les consuela diciéndoles,
que él volvería otra vez para llevarles con
él, de lo contrario sabían a donde él iría y
también conocían el camino. Parece ser
que en ese momento no podían compren-
der lo que Jesús les decía, por esa razón
Tomás, le dice: No sabemos a dónde vas;
¿Cómo, pues, podemos saber el camino?
Entonces, Jesús les declara quien es él,
diciéndoles: yo soy el camino, y la ver-
dad, y la vida. Y con autoridad les declara
que él es el padre diciéndoles: Nadie
viene al padre si no por mí. El término
“viene” es una acción del verbo venir o
regresar, que significa dirigirse a una
persona o traer una cosa de allá para acá,
ósea que Jesús dijo yo soy el camino y yo
soy el padre, como dijo en juan cap. 14
verso 7: si me conocieseis, también a mi
padre conoceríais; y desde ahora le cono-
céis y le habéis visto. Me imagino a Felipe
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diciéndole al maestro; señor aun no com-


prendemos, y hablando como si todos,
tuvieran duda dice: Muéstranos al padre,
y nos basta. Cómo si dijera solo así esta-
remos seguros. Jesús le dice ¿tanto
tiempo hace que estoy con vosotros, y no
me has conocido Felipe? El que me ha
visto a mí ha visto al padre; ¿cómo pues,
dices tú muéstranos al padre? Las pala-
bras de Jesús nos llevan a comprender
clara mente que él es el padre en su divi-
nidad como Dios todo poderoso, como
creador de todas las cosas, sin embargo,
en su obra redentora participó de una
naturaleza humana, ósea de un carácter
o de cualidades, como las que puede te-
ner un ser humano. En esa naturaleza
humana se hizo llamar hijo de Dios, por
qué se hizo semejante a los hombres,
pero sin pecado. Como hombre lloró,
pero como Dios dio consuelo a muchos,
como hombre sintió hambre, pero como
Dios, multiplicó los panes y los peces y
dio de comer a muchos, como hombre pi-
dió agua para beber, pero como Dios, da
agua viva que salta para vida eterna,
como hombre no tenía cincuenta años,
pero como Dios dijo antes que Abraham
fuese yo soy, como hombre oró, pero
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como Dios respondió las súplicas de mu-


chos.
En el evangelio de Jesucristo según Juan
cap. (7 verso 37 al 39) dice: en el último y
gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie
y alzó la voz, diciendo: si alguno tiene
sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de reci-
bir los que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, Porque
Jesús no había sido a un glorificado.
Estos pasajes bíblicos nos dan una base
para continuar estudiando acerca de las
manifestaciones de Dios.
El Espíritu santo. Dios
manifestado en Espíritu
Dentro de las enseñanzas de Jesús
acerca del reino de Dios, acerca de los
tiempos, de los juicios y de las cosas que
iban a suceder, les declaró que era nece-
sario que él se fuera, pero volvería otra
vez. Los versículos que leímos anterior-
mente en Juan cap. 14 versos 1 en ade-
lante nos lo explican detalladamente.
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En el versículo (18 del capítulo 14 de


Juan) dice: No os dejaré huérfanos; ven-
dré a vosotros. Cómo ese buen padre que
se va pero que les da consuelo diciéndo-
les no les dejo huérfanos, asegurándoles
que él volvería. En el (cap. 16 verso 7)
dice: pero yo os digo la verdad: Os con-
viene que yo me vaya; porque si no me
fuera, el consolador no vendría a voso-
tros; más si me fuere, lo enviaré. En va-
rias ocasiones Jesús hablo de la promesa
del padre, el cual era el Espíritu santo,
promesa que se cumpliría después que
Jesús fuera crucificado y resucitara de
entre los muertos al tercer día.
En hechos de los apóstoles (cap.2 verso 1
al 4) dice: cuando llegó el día de pente-
costés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo
como de un viento recio que soplaba, el
cual llenó toda la casa donde estaban
sentados;
Y se les aparecieron lenguas repartidas,
como de fuego, asentándose sobre cada
uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo,
y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen.
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La biblia nos enseña que después que Je-


sús resucitó, se apareció a sus discípulos
por cuarenta días hablándoles acerca del
reino de Dios, y diciéndoles que se que-
daran en Jerusalén hasta que se cum-
pliera la promesa del padre, y como vi-
mos en los versículos anteriores aquella
promesa se cumplió con la manifesta-
ción del Espíritu Santo, sobre aquellos
que habían creído en Jesús. Existen mu-
chos conceptos, acerca del Espíritu
Santo entre ellos, que el Espíritu Santo es
otro ser diferente al padre y a Jesús, pero
vamos a través de la palabra de Dios a co-
nocer si el Espíritu Santo es el mismo pa-
dre y es el mismo Jesús, o puede ser otra
divinidad diferente.
Cuando existe un anhelo por conocer o
entender mejor la palabra de Dios, no
hay mejor manera de comprenderla, que
pedir en oración al dueño de la palabra.
Él es aquel que rebela los misterios más
ocultos o desconocidos para la mente hu-
mana, él dice en el libro del profeta Jere-
mías (cap. 33 verso 3) clama a mí, y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes
y ocultas que tú no conoces. Si pedimos a
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Dios cuando vamos a escudriñar su pala-


bra él nos dará discernimiento y podre-
mos comprenderla mejor.
Hay algunos aspectos en la palabra de
Dios acerca de las manifestaciones de
Dios que es muy importante escudriñar-
los, para comprenderlos mejor. Por
ejemplo: aunque Dios es omnipresente,
o sea que está en todo lugar, sin em-
bargo, no encontramos en la biblia que él
se halla manifestado en mismo lugar, de
dos o más formas al mismo tiempo para
dirigir o ministrar a su pueblo, por ejem-
plo. El arca del pacto era un símbolo de
la presencia de Dios guiando a su pueblo,
sin embargo, hubo un tiempo profeti-
zado por el profeta Jeremías Cap. (3
verso 16) dice: y acontecerá que cuando
os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en
esos días, dice Jehová, no se dirá más:
arca del pacto de jehová; ni vendrá al
pensamiento, ni se acordarán de ella ni
la echarán de menos, ni se hará otra. Es
interesante que algo tan valioso para el
pueblo de Israel como lo era el arca del
pacto se fue perdiendo hasta ignorar to-
talmente su lugar para dar cumplimiento
a la profecía. Se dice que, en el tiempo co-
nocido como los cuatrocientos años de
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silencio, antes de venir el Mesías donde


no hubo escritor inspirado por Dios ni
hubo profeta, al contrario fue uno de los
tiempos más terribles que han existido
para el pueblo de Dios, al cumplirse este
periodo de cuatrocientos años, se mani-
fiesta el señor Jesús para dar fin a este
tiempo tan terrible y estar con su pueblo,
ya no en un arca si no en un velo de carne
o sea un cuerpo.
Otro ejemplo es el del señor Jesús antes
de morir, al hablar de la manifestación
del Espíritu Santo dijo: os conviene que
yo me vaya; porque si no me fuera, el
consolador no vendría a vosotros; más si
me fuere, os lo enviaré. Ya hemos estu-
diado un poco esta parte y miramos que
después que Jesús ascendió al cielo el Es-
píritu santo descendió, y desde ese mo-
mento fue el guiador de los discípulos y
de la iglesia primitiva, y hasta nuestros
días.
Otro de los aspectos, acerca de las mani-
festaciones de Dios es que siempre ha ve-
nido la profecía antes. Por ejemplo,
Isaías hablo aproximadamente setecien-
tos cuarenta años antes de la manifesta-
ción del Mesías.
Caminando hacia la luz 28

El profeta Joel también profetizó mu-


chos años antes de Cristo acerca del Es-
píritu Santo en el cap. (2 verso 28 al 29)
diciendo: y después de esto derramaré
mi Espíritu sobre toda carne, y profetiza-
rán vuestros hijos y vuestras hijas; vues-
tros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones.
Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré de mi Espíritu en
aquellos días.
En estos textos de la palabra de Dios
donde Dios mismo promete derramar su
Espíritu, seda cumplimiento en el día de
pentecostés cuando aquellos que se ha-
bían reunido en el aposento alto y todos
fueron llenos del Espíritu Santo. La bi-
blia dice que las gentes al mirar lo que
había sucedido estaban admiradas, pero
otros burlándose de ellos decían están
ebrios. Es entonces cuando el apóstol Pe-
dro les da una respuesta en hechos cap.
(2 verso 14 al 18) diciéndoles: varones ju-
díos; y todos los que habitáis en Jerusa-
lén, esto os sea notorio, y oíd mis pala-
bras.
Porque estos no están ebrios, como voso-
tros suponéis, puesto que es la hora ter-
cera del día.
Caminando hacia la luz 29

Más esto es lo dicho por el profeta Joel:


Y en los postreros días dice Dios, derra-
maré mi Espíritu sobre toda carne, y
vuestros hijos y vuestras hijas profetiza-
rán; vuestros jóvenes verán visiones, y
vuestros ancianos soñarán sueños; y de
cierto sobre mis siervos y sobre mis sier-
vas en aquellos días derramaré mi Espí-
ritu y profetizarán.
Debemos comprender que, en la profe-
cía, Dios promete derramar su Espíritu y
no otro, o que tal vez algún ser espiritual
se ofreciera para cumplir el propósito, y
Dios se lo autorizara. De manera que no
debemos pensar que, Dios y el Espíritu
Santo sean dos seres diferentes, aunque
en el antiguo testamento se le llama Espí-
ritu de Dios y en el nuevo testamento se
llama Espíritu Santo. En el libro del pro-
feta Isaías (cap. 44 verso 3) dice: porque
yo derramaré aguas sobre el sequedal, y
ríos sobre la tierra árida, mi Espíritu de-
rramaré sobre tu generación, y mi bendi-
ción sobre tus renuevos. Y en hechos de
los apóstoles cap. (4 verso 31) dice:
cuando hubieron orado, el lugar en que
estaban congregados tembló; y todos fue-
ron llenos del espíritu Santo, y hablaban
con denuedo la palabra de Dios.
Caminando hacia la luz 30

Estudiando estos versículos podemos


ver que Dios (el padre) y el Espíritu
Santo, son el mismo, y entonces pode-
mos comprender lo que dice en el evan-
gelio de Jesucristo según Mateo (cap. 1
verso 18) El nacimiento de Jesucristo fue
así: Estando desposada María su madre
con José, antes que se juntasen, se halló
que había concebido del Espíritu santo.
El significado más claro para la palabra
concebir es “quedar embarazada” Es por
esa razón que Jesús, aunque espiritual-
mente su padre es el Espíritu Santo, él
dice ser hijo de Dios (el padre) porque es-
tos dos son el mismo.
Después de haber estudiado y poder
comprender mejor a cerca del Espíritu
Santo, y de Dios (el padre) con la ayuda
de nuestro Dios y a través de su palabra
vamos a mirar que en este tiempo y que
conocido como la dispensación de la
“gracia” el Dios del antiguo testamento
sigue siendo uno y uno su nombre, y aun-
que lo miramos en tres manifestaciones:
padre, hijo y Espíritu, son manifestacio-
nes de Dios, y no tres dioses manifesta-
dos.
Caminando hacia la luz 31

Jesús, el padre y el Espíritu


Santo ¿son el mismo?
En la biblia encontramos, al padre dando
testimonio de Jesús y del Espíritu Santo.
Encontramos a Jesús dando testimonio
del padre y del Espíritu Santo, y encontra-
mos al espíritu santo dando testimonio
del padre y de Jesús. En ocasiones a Jesús
tomando el lugar del padre por ejemplo
cuando dijo no os dejaré huérfanos. En el
evangelio de Juan (cap. verso 13) dice:
Nadie subió al cielo, sino el que descendió
del cielo; el Hijo del Hombre que está en
el cielo.
Sabemos que Jesús se dio a conocer
como el Hijo del Hombre, y en este ver-
sículo él declara estar en el cielo, aunque
en ese momento estaba en la tierra, así
mostrando que él es omnipresente. Ósea
que está en todo lugar en el mismo
tiempo, que el llena los cielos y la tierra
con su presencia, un atributo que es solo
de Dios.
En el santo evangelio según Juan cap. (10
verso 37 y 38) dice: si no hago las obras
de mi padre, no me creáis. Más si las
hago, aunque no me creáis a mí, creed a
Caminando hacia la luz 32

las obras, para que conozcáis y creáis que


el padre está en mí, y yo en el padre.
También encontramos a Jesús con la au-
toridad de enviar al Espíritu Santo cómo
Dios. En juan cap. 14 verso 26) dice: más
el consolador, el Espíritu Santo, a quien
el padre enviará en mi nombre, él os en-
señará todas las cosas, y os recordará
todo lo que os he dicho. Aquí encontra-
mos al padre enviando al Espíritu Santo
en nombre de Jesús, pero en juan cap.
(15 verso 26) dice: pero cuando venga el
consolador, a quien yo os enviare del pa-
dre, el Espíritu de verdad, el cual pro-
cede del padre, él dará testimonio acerca
de mí. En este versículo encontramos
que es Jesús quien envía del padre al Es-
píritu Santo, declarando que son el
mismo ya que muestra claramente que
no hay diferencia en autoridad.
Lo que para algunos les es difícil com-
prender es que Jesús después que murió
y resucitó al tercer día al ascender al
cielo y ser glorificado, luego vendría otra
vez en Espíritu para cumplir la promesa
dada a los que creyeran en él, y aunque
en las escrituras, desde los hechos de los
apóstoles en adelante hasta apocalipsis a
veces encontramos que somos templo de
Caminando hacia la luz 33

Dios, o que recibimos el Espíritu Santo, o


que tenemos el Espíritu de Cristo, no son
tres Espíritus diferentes, sino un solo Es-
píritu como dice en (1 corintios cap. 12
verso 13) porque por un solo Espíritu fui-
mos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
La siguiente cita bíblica nos hace enten-
der un poco más lo escrito anterior
mente.
En la carta del apóstol pablo a los roma-
nos (cap. 8 Verso 9) dice: más vosotros
no vivís según la carne, si no según el Es-
píritu, si es que el Espíritu de Dios mora
en vosotros. Y si alguno no tiene el Espí-
ritu de Cristo, no es de él. El versículo ha-
bla de la importancia de que el Espíritu
de Dios more en nosotros, pero al mismo
Espíritu de Dios el apóstol pablo le llama
Espíritu de Cristo, demostrando que son
el mismo. En la carta el apóstol Pablo a
los gálatas cap. (4 verso 6) dice: y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros
corazones el Espíritu de su hijo, el cual
clama: ¡Abba, padre!
Tomando en cuenta lo que hemos estu-
diado hasta ahora, podemos concluir que
Caminando hacia la luz 34

en el nuevo testamento, él verdadero


Dios se ha manifestado en carne y en Es-
píritu, como nos lo enseñan los siguien-
tes textos bíblicos.
1 de Timoteo cap. (3 verso 16) dice: E in-
discutiblemente, grande es el misterio de
la piedad:
Dios fue manifestado en carne, justifi-
cado en el Espíritu, visto de los ángeles,
predicado a los gentiles, creído en el
mundo, recibido arriba en gloria.
El apóstol pablo le dice a Timoteo que es
indiscutible. Dios fue manifestado en
carne. Y a los romanos en el cap. (9 verso
4 y 5) les dice: que son israelitas, de los
cuales son la adopción, la gloria, el pacto,
la promulgación de la ley, el culto y las
promesas; de quienes son los patriarcas,
y de los cuales, según la carne, vino
cristo, el cual es Dios sobre todas las co-
sas, bendito por los siglos. Amen.
En estos textos pablo muestra la proce-
dencia de cristo según la carne, pero con-
cluye diciendo que cristo es Dios, sobre
todas las cosas. El apóstol juan en la pri-
mera carta cap. (5 verso 20) dice: pero
sabemos que el hijo de Dios ha venido, y
nos ha dado entendimiento para conocer
Caminando hacia la luz 35

al que es verdadero; y estamos en el ver-


dadero, en su hijo Jesucristo. Este es el
verdadero Dios, y la vida eterna.
Aquí Juan presenta a Jesucristo como
hijo de Dios, pero al igual que el apóstol
pablo, Juan concluye diciendo que este
es el verdadero Dios y la vida eterna, y
este es el mensaje que hasta hoy, sé sigue
predicando.

El nombre de Dios
Dentro del estudio de las manifestacio-
nes de Dios, hay algo muy importante de
estudiar, y es el nombre de Dios, ya que,
en las diferentes traducciones de las sa-
gradas escrituras, encontramos algunos
nombres con los cuales los antiguos lo
identificaron. Como sabemos las sagra-
das escrituras fueron escritas en los idio-
mas hebreo y griego, y unas pocas por-
ciones en arameo, de ahí encontramos
en las diferentes traducciones nombres
como Jehová, Jah, Yahvé, Señor entre
otros. Estos nombres surgieron a causa
de la difícil pronunciación del nombre de
Dios, ya que el idioma hebreo carece de
letras vocales.
Caminando hacia la luz 36

El nombre Dios que en hebreo es YHWH


Se dice que los antiguos dejaron de pro-
nunciarlo, por temor a tomar en vano
este nombre tan sagrado para ellos, y es
así como toman el término hebreo “Ado-
nai” que significa Señor, y se pronun-
ciaba, Adonai en vez de YHWH, cuando
se leían las escrituras. Muchas de las tra-
ducciones de la biblia al castellano, se
han traducido usando este término Ado-
nai ósea Señor, entre ellas la traducción
Reina Valera de (1602). Con el tiempo se
tomaron las vocales de Adonai, y se las
añadieron a YHWH, formando a si el
nombre Yahveh o Yahvé usadas en algu-
nas traducciones.
El nombre “Jehová” que aparece en mu-
chas traducciones de las escrituras, es la
traducción al español del término he-
breo Yahveh, y se dice que fue usado des-
pués del siglo (XLL) después de cristo
por algunos traductores. Cuando estu-
diamos todo esto, encontramos algunas
contradicciones entre los escritores,
puede ser porque cada uno defiende su
posición o concepto en cuanto al nombre
de Dios. Sin embargo, lo que sí podemos
tener claro, es que los primeros hom-
bres, conocieron un nombre con el cual
Caminando hacia la luz 37

invocaron a Dios, que con el tiempo deja-


ron de pronunciarlo, y que los traducto-
res de las sagradas escrituras lo rempla-
zaron, por los que hoy conocemos, aun-
que su significado tenga una gran rela-
ción con Dios, Sin embargo cuando escu-
driñamos las escrituras, la misma pala-
bra de Dios nos puede sacar de toda
duda que pueda haber, ya que la palabra
de Dios es como una lámpara que nos
alumbra en la oscuridad.
En el libro del profeta Isaías cap. (52
verso 5 y 6) dice: y ahora ¿Qué hago aquí,
dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado
injustamente? Y los que en él se enseño-
rean, lo hacen aullar, dice Jehová, y con-
tinuamente es blasfemado mi nombre
todo el día.
Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre
por esta causa en aquel día; porque yo
mismo que hablo, he aquí estaré pre-
sente.
En estos versículos encontramos a Dios
hablando por medio del profeta, di-
ciendo mi nombre es blasfemado todo el
día, ósea todo el tiempo, y dice que por
esta causa su pueblo sabrá su nombre,
como hablando a una generación que
Caminando hacia la luz 38

desconocerían su nombre, o que si lo co-


nocían lo habían olvidado, sin embargo,
está hablando en un tiempo futuro, ósea
a una generación que vendría, diciendo
sabrá mi nombre, i añade yo mismo que
hablo he aquí estaré presente. No pode-
mos ignorar que el cumplimiento de esta
profecía se cumplió con la manifestación
del Mesías.
En el evangelio según juan cap. (1 verso
18) dice: A Dios nadie le vio jamás; el uni-
génito hijo, que está en el seno del padre,
él le ha dado a conocer. Miramos que Je-
sús viene para dar a conocer al padre, y
lo más lógico es que cuando queremos
presentar o dar a conocer a alguien, ma-
nifestamos o presentamos su nombre.
Hay que mirar que Dios o padre, son tí-
tulos y no son distintivos, por ejemplo,
padres hay muchos, pero todos tienen su
nombre, y dioses puede haber muchos,
pero también todos tienen su nombre.
En el libro de los salmos cap. (96 verso 4
y 5) dice: por qué grande es el señor, y
digno de suprema alabanza; temible so-
bre todos los dioses. Porque todos los
dioses de los pueblos son ídolos, pero el
señor hiso los cielos.
Caminando hacia la luz 39

Como sabemos existen muchas doctrinas


que han surgido acerca del nombre de
Dios. Muchos creen que como aparecen
en las diferentes traducciones de la bi-
blia, ese es realmente el nombre, ósea,
que, si con el tiempo aparece otra traduc-
ción con otro nombre, dirían que ese es
ahora su nombre. No hay que ignorar
que desafortunadamente muchos son los
que han querido alterar las escrituras,
añadiendo o quitando al verdadero texto
de la palabra. Como dice el apóstol pedro
en su segunda carta, cap. (3 verso 15 y 16)
y tened entendido que la paciencia de
nuestro señor es para salvación; como
también nuestro amado hermano pablo,
Según la sabiduría que le ha sido dada, os
ha escrito, casi en todas sus epístolas, ha-
blando en ellas de estas cosas; entre las
cuales hay algunas difíciles de entender,
las cuales los indoctos e inconstantes
tuercen, como también las otras Escritu-
ras, para su propia perdición.
Como hablamos en las páginas anterio-
res, bíblica mente encontramos que Je-
sús, no solamente dio a conocer quién es
él padre, sino también su nombre, sin
embargo, al presentar el nombre, no dio
un nombre diferente, sino que dijo: yo he
Caminando hacia la luz 40

venido en nombre de mi padre. En juan


cap. (10 verso 25) dijo: os lo he dicho, y
no creéis; las obras que yo hago en nom-
bre de mi padre, ellas dan testimonio de
mí. Y en juan cap. (5 verso 43) dice: yo he
venido en nombre de mi padre, y no me
recibís; si otro viniere en su propio nom-
bre, a ese recibiréis. En este texto es muy
fácil comprender el reproche que Jesús
hace a los judíos, ya que el mismo les dice
si otro viniera en su propio nombre, a ese
recibiréis, dando a entender que el vino
con el nombre del padre, y es por esa ra-
zón que los judíos querían matarlo, por-
que según ellos él se hacía igual a Dios,
como leemos en todo el capítulo cinco.
También en el cap. (17 verso 5 y 6) dice:
Ahora pues, padre, glorifícame tú al lado
tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese.
He manifestado tu nombre a los hombres
que del mundo me diste; tuyos eran, y me
los diste, y han guardado tu palabra. En
los versículos (25 y 26) dice: padre justo,
el mundo no te ha conocido, pero yo te he
conocido, y estos han conocido que tú me
enviaste.
Y les he dado a conocer tu nombre, y lo
daré a conocer aún, para que el amor con
Caminando hacia la luz 41

que me has amado, esté en ellos, y yo en


ellos.
Ya hemos hablado acerca de la humani-
dad de Jesús, y de cómo esa naturaleza
humana de él, se sometía a lo divino y
que, en esa naturaleza, como hombre in-
tercedió y en su intercesión, declara ha-
ber cumplido el propósito, de dar a cono-
cer el nombre de Dios, diciendo: les he
dado a conocer tu nombre, y lo daré a co-
nocer aún. De manera que lo dicho por
los profetas todo se ha cumplido. Dios vi-
sitó su creación y estuvo en este mundo,
en forma de hombre y dio a conocer su
nombre, para que se cumpliera lo dicho
por medio de sus profetas, en aquellos
días todos sabrán mi nombre.
Virtudes del nombre de
Jesús
Para muchos es ilógico pensar que Jesús
sea el nombre de Dios, pero vamos a mirar
a través de la palabra de Dios algunas vir-
tudes del nombre de Jesús, empezando por
saber que es el único nombre, con el cual
Dios responde sin importar en que idioma
se lo pronuncie.
Caminando hacia la luz 42

Como sabemos Dios estableció un plan


de salvación por medio del evangelio, sin
embargo, debemos comprender que él
puso un fundamento, que si queremos
ser salvos no podemos quebrantarlo, o
también podríamos decir que es un ca-
mino, del cual no podemos desviarnos
por qué no llegaremos a nuestro destino.
Creer en el nombre de Jesús
para ser salvos. Ciertamente es una
virtud única del nombre de Jesús.
En el evangelio de juan cap. (1 verso 11 al
12) dice: A lo suyo vino, y los suyos no lo
recibieron. Mas a todos los que le recibie-
ron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios.
En estos textos encontramos el gran va-
lor de creer en su nombre. Tener la po-
testad significa, tener el derecho y la ca-
pacidad, y Cuando hablamos de creer ha-
blamos de una acción de fe, confianza,
firmeza, fidelidad, prueba, buena con-
ciencia, y doctrina. Como vemos creer es
un acto de virtudes u obras que se hacen
visibles, y cuando creemos de verdad en
su nombre tenemos la base principal del
evangelio.
Muchos dicen que todos somos hijos de
Dios, porque todos hemos sido creados
Caminando hacia la luz 43

por él. Pero no debemos ignorar que


Dios hace diferencia, entre los que obe-
decen su palabra, y los que la desprecian
y hacen lo malo. Por ejemplo, en el evan-
gelio según Juan capítulo ocho y ver-
sículo treinta y nueve en adelante, los ju-
díos contendiendo con Jesús le dicen
nuestro padre es Dios, pero el cono-
ciendo que sus obras eran malas, y lo
querían matar les dice, vosotros sois de
vuestro padre el diablo. También en la
primera carta de Juan capítulo tres y
verso doce, dice que Caín era del maligno
porque sus obras eran malas. De manera
que todos somos hijos de Dios por crea-
ción, pero a causa del pecado, y de nues-
tras maldades venimos a ser del maligno.
Por tal razón necesitamos ser adoptados
por Dios como hijos de él, siendo regene-
rados por su palabra creyendo por la fe
en su nombre, para salvación y vida
eterna. En hechos de los apóstoles cap.
(2 verso 21) dice: Y todo aquel que invo-
care el nombre del señor será salvo. Sa-
bemos bien que el mandato de Jesús fue:
Id por todo el mundo y predicad el evan-
gelio a toda criatura. El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; más el que
no creyere, será condenado como dice en
Caminando hacia la luz 44

el evangelio de Jesucristo según Marcos


cap. (16 verso 15 y 16). También en el
evangelio de Jesucristo según Lucas cap.
(24 verso 46 y 47) dice: Así está escrito, y
así fue necesario que el cristo padeciese,
y resucitase de los muertos al tercer día;
y que se predicase en su nombre el arre-
pentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén.
El bautismo es en el nombre de
Jesús. Ya hemos escudriñado la impor-
tancia de creer en su nombre y el man-
dato del señor, de que se predicara en su
nombre el arrepentimiento y el perdón
de pecados, para poder ser salvos. Sin
embargo, habla también de un bautismo
diciendo: el que creyere y fuere bauti-
zado este será salvo. También encontra-
mos a Jesús comisionando a sus discípu-
los, en el evangelio según Mateo cap. (28
verso 19) diciéndoles: por tanto, id, y ha-
ced discípulos a todas las naciones, bau-
tizándolos en el nombre del padre, del
hijo, y del Espíritu Santo.
Cuando leemos estos textos bíblicos
donde se habla del bautismo, podrían na-
cer algunas preguntas tales como.
Caminando hacia la luz 45

¿Por qué hoy existen varios bautismos? o


¿Por qué los discípulos no bautizaron
como se lee, en Mateo 28 verso 19? Y tal
vez existirán muchas preguntas más, que
vamos con la ayuda del señor a contestar,
pero antes es necesario, conocer que es
el bautismo.
En la biblia el primer bautismo que en-
contramos es el bautismo de juan, aun-
que en el antiguo testamento encontra-
mos que los sacerdotes, hacían algunos
ritos de purificación antes de ministrar
en el lugar santo, o en el caso del sumo
sacerdote antes de entrar al lugar santí-
simo. El bautismo de juan fue una señal
de arrepentimiento, la biblia nos enseña
que las gentes venían, a juan para ser
bautizados confesando sus pecados. En
el evangelio de Jesucristo según Marcos
cap. (1 verso 4) dice. Bautizaba juan en el
desierto, y predicaba el bautismo de
arrepentimiento para perdón de peca-
dos. Y en Mateo cap. (3 verso 11) dice: yo
a la verdad os bautizo en agua para arre-
pentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es
más poderoso que yo; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. Después que Je-
Caminando hacia la luz 46

sús comienza su ministerio, encontra-


mos que Jesús también bautizaba, aun-
que él no lo hacía, pero si sus discípulos.
En el evangelio según juan cap. (4 verso 1
al 3) dice: cuando, pues, el señor enten-
dió que los fariseos habían oído decir: Je-
sús hace y bautiza más discípulos que
juan (aunque Jesús no bautizaba si no
sus discípulos), salió de Judea y se fue
otra vez a galilea.
Después que Jesús murió, al resucitar y
aparecer a sus discípulos por algunos
días, antes de ascender al cielo, comi-
siona a sus discípulos para ir a predicar
el evangelio, y les da el mandamiento de
bautizar. Como leímos en Mateo 28 verso
19 Jesús manda a bautizar en el nombre
del padre, del hijo, y del Espíritu Santo, y
después de comisionarlos fue llevado al
cielo, como dice en Lucas: capítulo 24
verso 52, de manera que desde ese mo-
mento fueron sus discípulos quienes
cumplieron el mandamiento del señor.
Sin embargo, encontramos en hechos de
los apóstoles, a los discípulos cum-
pliendo esta misión bautizando en el
nombre de Jesús. Hechos cap. (2 verso
38) dice: Pedro les dijo: arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el
Caminando hacia la luz 47

nombre de Jesucristo para perdón de los


pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.
Tal vez surja la pregunta ¿por qué razón
no obedecieron? ¿O tal vez son dos bau-
tismos diferentes? No, La razón es que
ellos discernieron ese bautismo, ya que
padre, hijo, y Espíritu Santo no son nom-
bres, si no títulos. Y Mateo 28 verso 19
dice bautizar en el nombre, 0 sea, un solo
nombre, de esta manera cumplieron el
mandamiento bautizando en el nombre
de Jesús como dice en: Lucas cap. 24
verso 46: y que se predicase en su nom-
bre el arrepentimiento y el perdón de pe-
cados comenzando desde Jerusalén, y
discerniendo Mateo 28 verso 19 nos dan
a entender que Jesús es el nombre del pa-
dre, es el nombre del hijo, y es el nombre
del Espíritu Santo.
El nombre de Jesús es nombre
sobre todo nombre. Ciertamente
hay muchas razones más para creer, que
Jesús es el nombre del Dios todo pode-
roso. El apóstol Pablo dijo: y en ningún
otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos. Hechos cap.
Caminando hacia la luz 48

(4 verso 12) también en la carta a los fili-


penses cap. (2 verso 9 y 10) dice: por lo
cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla de los que es-
tán en los cielos, y en la tierra, y debajo
de la tierra. Estos textos nos enseñan cla-
ramente, que no hay otro nombre. Po-
dríamos invocar cualquier otro nombre,
de los que están en la biblia, pero lo más
seguro es que no sucedería nada. Pero en
el nombre de Jesús se sanan los enfer-
mos, se sujetan y se echan fuera los de-
monios, se hacen grandes milagros, solo
en su nombre hay salvación como lo leí-
mos, y también como dice en la carta a
los colosenses cap. (3 verso 17) y todo lo
que hacéis, sea de palabra o, de hecho,
hacedlo todo en el nombre del señor Je-
sús, dando gracias a Dios padre por me-
dio de él. De manera qué él lo llena todo.
En la carta a los filipenses cap. (1 verso 15
al 18) dice: él es la imagen del Dios invi-
sible, el primogénito de toda creación.
Porque en él fueron creadas todas las co-
sas, las que están en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
Caminando hacia la luz 49

tronos, sean dominios, sean principa-


dos, sean potestades; todo fue creado por
medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en el subsisten; Y él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia, él que es el prin-
cipio, el primogénito de entre los muer-
tos, para que en todo tenga la preeminen-
cia. Creo que podemos comprender cuán
grande es el nombre de Jesús, y que no
encontramos en la biblia otro nombre,
que tenga tanta autoridad y virtudes, que
al invocarlo se manifieste el mismo Dios,
haciendo prodigios, milagros, señales, li-
beraciones y bendiciones.
Gracias a Dios por darnos esta luz que es
su palabra, y por medio de ella poder
comprender mejor, acerca de las mani-
festaciones de Dios, y poder seguir avan-
zando en este tema que es caminando ha-
cia la luz, y poder escudriñar y aprender
principios para aplicarlos en toda nues-
tra vida cristiana, hasta poder llegar a un
estado espiritual agradable a nuestro
Dios. De manera que esperando tener un
mejor conocimiento, vamos a Continuar
en este tema aplicando resumida mente
algunos principios, que ya hemos estu-
diado anterior mente.
Caminando hacia la luz 50

Como sabemos hay muchas clases de


doctrinas y conceptos, sin embargo, ya
hemos estudiado que el señor estableció
un plan de salvación llamado evangelio,
y dentro del evangelio algunos principios
que no podemos transgredir como dice el
apóstol Pablo a los gálatas (cap. 1 verso 7
y 8). No que haya otro, sino que hay algu-
nos que os perturban y quieren pervertir
el evangelio de cristo. Más si aún noso-
tros, o un ángel del cielo os anunciaren
otro evangelio diferente del que os he-
mos anunciado, sea anatema. De manera
que teniendo en cuenta estos versículos
vamos a escudriñar que es el evangelio y
sus principios.
Como ya lo hemos estudiado, el evange-
lio es el plan, u obra de Dios para salvar
al ser humano. Conforme a su signifi-
cado, “buenas nuevas” podemos definir
el evangelio como un mensaje de poder,
dirigido a toda persona y que tiene la au-
toridad de libertar, transformar, perdo-
nar y salvar a todo aquel que lo recibe.
Esta obra poderosa de salvación co-
mienza con la manifestación del señor
Jesús a este mundo, sin embargo, era ne-
cesario que se cumpliera, todo lo que es-
Caminando hacia la luz 51

taba escrito de él, por medio de los pro-


fetas que era necesario que el fuera me-
nospreciado de su mismo pueblo (o sea
Israel) hasta llegar a ser crucificado,
muerto, y como dicen las escrituras resu-
citar de entre los muertos al tercer día.
De manera que el señor Jesús, es el autor
y dueño de este poderoso mensaje. Él fue
el primero que inició esta obra predi-
cando, diciendo arrepentíos y creed en el
evangelio porque el reino de los cielos se
ha acercado. Es importante saber que el
ministerio del señor Jesús, aunque fue
un ministerio poderoso, fue un ministe-
rio corto, de tres años y medio en el cual
el mismo vino como dueño de este evan-
gelio, para darlo a conocer y de los que
creyeran en él, escoger, preparar, y co-
misionar, aquellos quienes serían los en-
cargados, de predicar este mensaje, de
llevarlo a todas las gentes por todos los
lugares, y a si mismo tomando el ejemplo
de él, instruir a aquellos que creerían en
él, para que siguieran proclamando este
mensaje asta extenderlo por todo el
mundo, como sucede hoy. Cuando el se-
ñor comisiona a sus discípulos, los envía
a predicar el evangelio como dice en mar-
cos cap. (16 verso 15 al 18) id por todo el
Caminando hacia la luz 52

mundo y predicad el evangelio a toda


criatura. El que creyere y fuere bauti-
zado, será salvo; más el que no creyere,
será condenado.
Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las
manos serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les hará daño; sobre los en-
fermos pondrán sus manos, y sanarán.
Las sagradas escrituras nos enseñan que
los discípulos después que Jesús los en-
vía ellos salieron, y predicaron en todas
partes, y el señor confirmaba la palabra
con las señales que la seguían. Es algo es-
pecial al leer la palabra de Dios, escudri-
ñar todos los milagros que se hacían por
manos de los apóstoles, que aun los en-
fermos los ponían sobre las calles para
que, al pasar Pedro, su sombra cayera so-
bre los enfermos y eran sanos.

El mensaje predicado a
través del evangelio
En los hechos de los apóstoles encontra-
mos el comienzo de la obra del evangelio.
Es hermoso mirar como el Espíritu
Caminando hacia la luz 53

Santo, abrió puertas para que los apósto-


les pudieran dar a conocer el mensaje de
salvación. Las sagradas escrituras dicen,
en los hechos capítulo dos en adelante,
que cuando el Espíritu Santo descendió
sobre aquellos cientos veinte, aquellos
que habían venido de muchos lugares, al
mirar lo que estaba sucediendo estaban
maravillados y se preguntaban ¿qué es lo
que estaba sucediendo? Entonces Pedro
lleno del Espíritu Santo empieza a predi-
car, el mensaje del evangelio. Este men-
saje trajo quebranto de corazón, y Pedro
les declara lo que era necesario hacer.
En hechos de los apóstoles, cap. (2 verso
37 al 39) dice: al oír esto, se compungie-
ron de corazón, y dijeron a Pedro y a los
otros apóstoles: varones hermanos, ¿qué
haremos?
Pedro les dijo: arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Je-
sucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y
para vuestros hijos, y para todos los que
están lejos; para cuantos el señor nues-
tro Dios llamare.
Caminando hacia la luz 54

El versículo treinta y ocho nos hace re-


cordar nuevamente las palabras del se-
ñor Jesús, dadas a sus discípulos cuando
los comisionó, y encontramos tres prin-
cipios muy importantes dentro del men-
saje del evangelio, que debemos discer-
nir, o sea distinguir con acierto, y poner-
los por obra en nuestro corazón.

Arrepentimiento.
Podemos definir el arrepentimiento
como un estado o sentimiento que pro-
duce tristeza, pesar cuando entendemos
que hicimos algo que no estuvo bien, o al
contrario dejamos de hacer algo que de-
beríamos hacer. De manera que serían
muchas las veces, que nos hemos arre-
pentido por muchas cosas que hemos he-
cho, o tal vez por qué no las hicimos, pero
la pregunta es. ¿Hemos cambiado
cuando nos hemos arrepentido? Así
mismo Cuando queremos acercarnos a
Dios, y tener una mejor comunión con él,
o estar más cerca de él, miramos a través
de su palabra que también es necesario
tener un arrepentimiento, pero debemos
comprender que la obra de Dios empieza
Caminando hacia la luz 55

en el corazón, por tal razón es en el cora-


zón, donde debe empezar el arrepenti-
miento.
Como sabemos arrepentirse es sentir pe-
sar, dolor, tristeza de haber hecho algo,
pero el arrepentimiento debe tener una
conversión, de lo contrario el arrepenti-
miento sería vano. Ya que estaríamos ex-
puestos a cometer nuevamente el mismo
error, una y otra vez. El apóstol Pedro en
los hechos cap. (3 verso 19) dice: así, que
arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que
vengan de la presencia del señor tiempos
de refrigerio. La conversión es la base
principal de un arrepentimiento verda-
dero, ya que la conversión, produce cam-
bios en nuestra manera de pensar, de ra-
zonar, y de actuar. Hay muchas personas
que al mirar la vida que llevan que, su-
mergidos en los vicios, en malos deseos,
llevan una vida de peligro y al ver que
cada día se auto destruyen, se arrepien-
ten de lo que son, pero cuando no hay un
deseo de convertirse, o sea cambiar,
puede haber muchos arrepentimientos,
pero su vida seguirá siendo igual.
Caminando hacia la luz 56

Es necesario comprender que para que


haya un arrepentimiento, y una conver-
sión verdadera, debemos dejarnos guiar
por la palabra de Dios. Ella nos enseñará
como llevar una vida agradable, ante los
ojos de Dios, y será como un espejo en la
cual todos los días, podremos examinar-
nos y corregirnos cuando andamos mal.
Tener la palabra de Dios es tener el te-
soro más grande en casa, y al estudiarla
aprenderemos sabiduría, no sabiduría
de los sabios de este mundo, si no sabi-
duría de Dios, que sobrepasa a toda la sa-
biduría terrenal. El apóstol Pablo en su
primera carta a los corintios cap. (2
verso 6 al 9) les escribe: sin embargo, ha-
blamos sabiduría entre los que han al-
canzado madurez; y sabiduría, no de este
siglo, ni de los príncipes de este siglo, que
perecen.
Más hablamos sabiduría de Dios en mis-
terio, la sabiduría oculta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nues-
tra gloria, la que ninguno de los prínci-
pes de este siglo conoció; porque si la hu-
bieran conocido, nunca habrían crucifi-
cado al señor de gloria.
Antes bien, como está escrito: cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en
Caminando hacia la luz 57

corazón de hombre, son las que Dios ha


preparado para los que le aman. Des-
afortunadamente muchos son los que ig-
noran el gran valor de la palabra de Dios,
y si la tienen en casa la tienen en un rin-
cón empolvada, simplemente como un
amuleto, o como una reliquia, pero no
quieren escudriñarla y mucho menos
obedecerla.
Bautismo en el nombre
de Jesús.
Otro de los principios que encontramos
en el versículo treinta y ocho del capítulo
dos, de los hechos, es el bautismo en el
nombre de Jesús. Como ya hemos estu-
diado, la razón por la cual los apóstoles
bautizaron en el nombre de Jesús, fue un
acto de obediencia al mandamiento del
señor, y además discerniendo cual es el
nombre del padre, el nombre del hijo y el
nombre del Espíritu Santo, ya que estos
tres no son nombres si no títulos, por esa
razón no encontramos en la biblia un
solo bautismo en estos tres títulos, pero
si todos los bautismos realizados por los
apóstoles se hicieron invocando el nom-
bre de Jesús. De manera que teniendo
Caminando hacia la luz 58

conocimiento de esto vamos con la ayuda


del señor, a discernir la eficacia del bau-
tismo. Como leímos que el bautismo es
para perdón de los pecados, tiene un va-
lor muy importante en nuestra vida, pero
es importante discernir el bautismo, y
entender cómo obra en nosotros. Hoy
miramos muchas personas que se han
bautizado, y sin embargo siguen en el pe-
cado, porque piensan que ya sus pecados
son perdonados por el bautismo. Otro
error que se mira hoy en las iglesias es de
pastores, que su interés solamente es
bautizar gente y llenar sus templos, pero
aquellas personas realmente no han
comprendido que es el bautismo, y aun
no se han convertido de corazón, o sea
que no han dado a un el primer paso que
es el arrepentimiento.
La palabra bautismo significa (sumergir)
es por esta razón que se debe hacer por
inmersión en las aguas. Existen muchos
conceptos acerca del bautismo, pero la
biblia nos enseña que el bautismo es un
acto de fe, para personas que son cons-
cientes de sí mismos, o sea que saben que
es lo bueno y que es lo malo y que pueden
reconocer que son pecadores, y que por
decisión propia deciden cambiar de vida
Caminando hacia la luz 59

y apartarse del pecado, y cuando están


seguros de no tomar en vano el bau-
tismo, van a las aguas como un símbolo
de que deciden dar este paso de fe. Es im-
portante comprender que no son las
aguas las que perdonan o lavan el pe-
cado, si no la fe en aquel que es invocado
cuando se los sumerge. Un ejemplo de lo
que hemos leído anterior mente lo en-
contramos en Jesús, en el evangelio se-
gún Mateo cap. (3 verso 13 al 15) dice: en-
tonces Jesús vino de galilea a juan al Jor-
dán, para ser bautizado por él.
Más se le oponía, diciendo: yo necesito
ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Pero respondió: deja ahora, porque así
conviene que cumplamos toda justicia.
Entonces le dejo.
Juan reconoce que Jesús no tenía que ser
bautizado ya que él no tiene pecado, an-
tes, al contrario, él tenía que ser bauti-
zado por Jesús, pero el señor le responde
que era necesario cumplir toda justicia,
para darnos ejemplo. En el evangelio se-
gún Lucas cap. (3 verso 23) dice: Jesús
mismo al comenzar su ministerio era
cómo de treinta años, hijo según se creía
de José, hijo de Elí. Este versículo nos da
a entender que Jesús descendió a las
Caminando hacia la luz 60

aguas del Jordán, cuando tenía casi


treinta años, ya que en Israel una per-
sona a esta edad era considerada como
una persona adulta, totalmente madura,
y que tenía derecho de decidir por sí
misma. El versículo nos muestra su edad
cuando comienza su ministerio, pero la
biblia también nos enseña que Jesús
poco después que fue bautizado comenzó
su ministerio, enseñándonos que el bau-
tismo es para personas que saben discer-
nir que es el pecado, y toman una deci-
sión propia sin ser obligadas.
Bíblicamente encontramos que el bau-
tismo es un símbolo de muerte y resu-
rrección, de manera que vamos a estu-
diar, cómo se efectúa esa muerte y esa re-
surrección en nuestra vida. Las sagradas
escrituras nos enseñan que existe una
muerte física, y una muerte espiritual. La
muerte física a la que todos estamos ex-
puestos, o sea la muerte de nuestro
cuerpo, cuando ese espíritu de vida que
Dios nos dio vuelve a él, y nuestro cuerpo
vuelve al polvo de la tierra. Hebreos cap.
(9 verso 27) dice: y de la manera que está
establecido para los hombres que mue-
ran una sola vez, y después de esto el jui-
cio.
Caminando hacia la luz 61

A diferencia de la muerte física la


muerte espiritual, es la muerte del alma,
por causa de nuestras malas obras,
cuando estamos en pecado y no obedece-
mos a la palabra de Dios, o sea que, aun-
que estemos vivos físicamente, estamos
muertos espiritualmente a causa de
nuestros pecados. En romanos cap. (6
verso 23) dice: porque la paga del pecado
es la muerte, más la dádiva de Dios es
vida eterna en cristo Jesús señor nues-
tro. De manera que todas aquellas malas
obras que hacemos con nuestras manos,
con nuestra mente, con nuestro cuerpo,
mientras estamos vivos son una muerte
para el alma, o sea que mientras nues-
tros pecados y nuestras malas obras vi-
van en nosotros, nuestra alma está
muerta, por tal razón es necesario que el
pecado muera en nosotros, para que
nuestra alma viva. En la carta del apóstol
Pablo a los filipenses cap. (3 verso 5 y 6)
dice: Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasio-
nes desordenadas, malos deseos y avari-
cia, que es idolatría; cosas por las cuales
la ira de Dios viene sobre los hijos de
desobediencia. Como hemos estudiado,
Caminando hacia la luz 62

antes de ser bautizados es necesario mo-


rir al pecado, en otras palabras, esto se-
ría un arrepentimiento y una conversión
verdadera. Cuando alguien muere, va a
la sepultura, así mismo, cuando alguien
muere al pecado viene la sepultura que
es el bautismo, pero la garantía que nos
da el bautismo es que nos da vida nueva
para Dios. En romanos cap. (6 verso 11 al
13) dice: así también vosotros conside-
raos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en cristo Jesús, señor nuestro.
No reine, pues, el pecado en vuestro
cuerpo mortal, de modo que lo obedez-
cáis en sus concupiscencias; ni tampoco
presentéis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, si no
presentaos vosotros mismos a Dios como
vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de
justicia. De esta manera podemos com-
prender que, al recibir el bautismo en el
nombre de Jesús, nuestra alma que es-
taba muerta a causa del pecado ahora
vive para Dios, en una vida diferente.
Muchas personas se sorprenden al mirar
el cambio, cuando alguien puede enten-
der y aceptar este glorioso evangelio.
Para ellos es como si fuera otra persona,
Caminando hacia la luz 63

porque ahora lleva una vida totalmente


diferente, y es que realmente se ha pro-
ducido en él un nuevo nacimiento. En
otras palabras, esa persona llena de pe-
cados, de malos pensamientos, malas pa-
labras, de ira, de amargura, de odio, mu-
rió, y ahora ha nacido un nuevo ser
creado según la palabra de Dios. Jesús le
dijo a Nicodemo que es necesario nacer
de nuevo. En el evangelio según juan cap.
(3 verso 3) dice: de cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. El capítulo
tres empieza con una conversación entre
Jesús y un hombre llamado Nicodemo.
Este hombre importante de una secta co-
nocida como los fariseos, había venido
de noche a Jesús y como dicen las escri-
turas que era fariseo, podemos pensar
que era de aquellos hombres que creen
saberlo todo y ser defensor de su secta,
pero con el gran anhelo de conocer más
de Jesús. Al igual que Nicodemo pienso
que muchos pueden decir lo mismo, al
oír que, para ver el reino de Dios, es ne-
cesario nacer de nuevo. Nicodemo dice:
¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el
vientre de su madre y volver a nacer?
Caminando hacia la luz 64

Creo que, ese sería también nuestro pen-


samiento, pero el señor le responde a Ni-
codemo en el versículo cinco: De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere
del agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios. Este nuevo naci-
miento es espiritual y no físico como lo
hemos venido estudiando, y significa
aquella regeneración que se efectúa en
nosotros cuando por la fe obedecemos la
palabra de Dios, dando estos pasos tan
importantes como es el arrepentimiento,
el bautismo y ser llenos del Espíritu
santo. El apóstol Pablo nos enseña cómo
vivir en esa vida nueva, y dejando aquella
vida pasada de malas obras, ahora ser un
ejemplo para otros. En la carta que es-
cribió a los efesios en el cap. (4 verso 22
al 32) dice: en cuanto a la pasada manera
de vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos enga-
ñosos, y renovaos en el espíritu de vues-
tra mente,
Y vestíos del nuevo hombre, creado se-
gún Dios en la justicia y santidad de la
verdad.
Por lo cual, desechando la mentira, ha-
blad verdad cada uno con su prójimo;
Caminando hacia la luz 65

porque somos miembros los unos de los


otros.
Airados, pero no pequéis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.
El que hurtaba, no hurte más, sino tra-
baje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con
el que padece necesidad.
Ninguna palabra corrompida salga de
vuestra boca, si no la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gra-
cia a los oyentes.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios
con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención.
Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia.
Antes sed benignos unos con otros, mise-
ricordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a voso-
tros en cristo.
Creo que después de lo que hemos estu-
diado a cerca del bautismo podemos te-
ner un mejor conocimiento, y así pode-
mos continuar discerniendo el versículo
Caminando hacia la luz 66

treinta y ocho del capítulo dos, de los he-


chos, y estudiar el tercer principio que
encontramos en este versículo.
El don del Espíritu
Santo.
Como ya lo hemos leído, el tercer princi-
pio que encontramos es, recibir el don
del Espíritu Santo. Para comprender me-
jor, la palabra don significa, regalo o dá-
diva. De manera que es algo dado por
Dios, y que todos podemos recibirlo si
obedecemos su palabra. Ya hemos estu-
diado acerca de las manifestaciones de
Dios y también como Dios prometió de-
rramar de su Espíritu, y como se cumplió
el día de pentecostés, donde aquel ciento
veinte fueron llenos del Espíritu Santo.
De manera que el Espíritu santo es el
cumplimiento de la promesa de Dios,
como un don, o regalo para todos los que
crean en él, como dicen las escrituras. En
hechos cap. (2 verso 39) dice: porque
para vosotros es la promesa, y para vues-
tros hijos, y para todos los que están le-
jos; para cuantos el señor nuestro Dios
llamare. Muchos piensan que el Espíritu
Caminando hacia la luz 67

santo fue solo para el pueblo de Israel, o


solo para los discípulos, pero la biblia
nos enseña que esta promesa fue dada a
todos, tanto a israelitas como a gentiles,
pero, de cualquier manera, no se puede
recibir el Espíritu Santo, es por esta ra-
zón, que vamos a estudiar algunas carac-
terísticas muy importantes. Existen hoy
en día muchas iglesias, que han tomado
la manifestación del Espíritu Santo,
como si fuera algo para jugar, ya que
creen y enseñan que no hay necesidad de
apartarse del pecado, para poder recibir
el Espíritu Santo, o sea no importa la
condición espiritual. Muchos piensan
que no es necesario un sometimiento a
Dios, o sea un cambio en lo interior y en
lo exterior. Ejemplo: una buena con-
ducta, un vocabulario sano evitando pa-
labras vulgares, un vestuario modesto,
una mente sana o sea que no esté atada
de pensamientos perversos, y otras vir-
tudes. Estos solo buscan una manifesta-
ción, así como sucedió el día de pentecos-
tés, donde la biblia dice que hablaban en
otras lenguas, según el Espíritu les daba
que hablasen, y así buscan la manera de
hablar otras lenguas, sin tener cuidado
de que esas lenguas vengan, real mente
Caminando hacia la luz 68

de Dios o no. Muchas veces ni siquiera se


escucha hablar una lengua o idioma, si
no gritos y aullidos que causan temor a
los oyentes, algo total mente contrario a
lo que dice la palabra de Dios, hágase
todo decentemente y con orden. Otros
motivan a las gentes a producir un es-
truendo, y a través de música con ritmos
que hacen exaltar la carne, así producir
un movimiento y decir, que es una mani-
festación del Espíritu Santo. No quiero
decir que el hablar en lenguas no es de
Dios, al contrario, la biblia dice, habla-
rán nuevas lenguas, pero hay lenguas da-
das por el Espíritu de Dios, y hay lenguas
dadas por una fuerza dela misma carne o
que pueden provenir de un espíritu de
error. E escuchado a predicadores di-
ciendo que fue tanto la manifestación de
Dios, que hasta gente no arrepentida ni
bautizada recibieron el Espíritu Santo.
Sin embargo, la biblia nos enseña que
Dios es un Dios de orden y santidad. Por
tal razón ¿Cómo puede una persona que
está en pecado, que ni siquiera ha discer-
nido que es un arrepentimiento, y tal vez
ni siquiera ha pasado por su mente, apar-
tarse de esa vida de pecado, poder recibir
Caminando hacia la luz 69

el Espíritu Santo? E escuchado a perso-


nas decir que en cierto culto personas re-
cibieron el Espíritu Santo, pero al salir
del culto siguieron siendo las mismas
personas, con la misma vida de pecado y
sin ningún cambio en su corazón. Esa no
es la obra del Espíritu Santo.
La obra del Espíritu Santo, en una per-
sona la transforma o sea la cambia, y la
santifica. He oído testimonios de perso-
nas que han tenido una experiencia con
Dios, sin tener aún mucho conocimiento
o sin ser aún bautizadas, pero cuando tu-
vieron esa experiencia sus vidas cambia-
ron para siempre, demostrando que
cuando Dios entra en un corazón para
habitar en él, él lo limpia y lo santifica,
porque él no habita donde hay pecado.
Decir que Dios llenó un corazón con su
presencia, cuando este siguió siendo el
mismo pecador, es poner en poco el po-
der que Dios tiene para cambiar al hom-
bre, e ignorar el celo que él tiene por lo
santo y lo puro. De manera que es muy
importante conocer las siguientes carac-
terísticas para no desviarnos de lo que
Dios ha establecido.
Caminando hacia la luz 70

El Espíritu Santo dado por Dios.


Como ya lo hemos estudiado el Espíritu
Santo es una promesa hecha y cumplida,
directamente por Dios, de manera que, él
es quien pone las condiciones para que po-
damos recibir su promesa. Nosotros sim-
plemente debemos obedecer, y esperar ser
dignos de recibir, lo que el prometió hasta
cuando él quiera hacerlo real en nosotros,
y no podemos tomar el lugar de Dios, y es-
tablecer nuestras propias ideas, evadiendo
lo que él ha establecido, y crear una falsa
manifestación del Espíritu Santo y engañar
a muchos. El apóstol pablo a los gálatas
cap. (6 verso 7) dice: no os engañéis Dios
no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, esto también segará.

El Espíritu Santo se recibe por


fe. En la carta del apóstol Pablo a los efe-
sios cap. (1 verso 13) dice: en el también
vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salva-
ción, y habiendo creído en él, fuisteis se-
llados con el Espíritu Santo de la pro-
mesa. Sabemos que la fe es una acción de
creer con certeza y convicción, o sea es
una acción basada en obras. El apóstol
Caminando hacia la luz 71

Santiago escribió en su carta universal


en el cap. (2 verso 19 al 20) tú crees que
Dios es uno; bien haces. También los de-
monios creen, y tiemblan. ¿Más quieres
saber, hombre vano, que la fe sin obras
es muerta? No podemos pensar que al-
guien que no ha creído de corazón pueda
recibir el Espíritu Santo, ya que la incre-
dulidad enceguece el corazón, para en-
tender y tomar una decisión firme, con el
propósito de ser diferente. O sea, el que
no ha creído está atado todavía al pe-
cado. Cuando hablamos de creerle a
Dios hablamos de creer en su palabra, y
en todas sus promesas sin dudar, pero
también de obedecer a su palabra sin
evadirla o cambiarla.
El Espíritu Santo produce
“fruto” Para poder comprender mejor
la obra, o el fruto del Espíritu Santo, po-
dríamos tomar el ejemplo de una per-
sona que tiene alguna adicción a algo,
por ejemplo si es adicta al alcohol, su
vida estará rodeada de actitudes negati-
vas causadas por el alcohol, que podrían
ser amargura, desesperación, sin amor a
sí misma, sin valores, sin entendimiento
y su apariencia sería, triste, sin aseo per-
sonal, tal vez llena de ira, sin respeto a
Caminando hacia la luz 72

los demás, y muchas cualidades más que


son el fruto, o lo que produce la adicción
al alcohol.
La obra del Espíritu Santo también pro-
duce un fruto que es notable, ya que ese
fruto está lleno de virtudes que hacen
que una persona, sea totalmente regene-
rada y agradable ante los ojos de Dios. En
la carta del apóstol pablo a los gálatas
cap. (5 verso 22 al 23) dice: más el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, pacien-
cia, benignidad, bondad, fe, mansedum-
bre, templanza; contra tales cosas no hay
ley.
Este versículo de la palabra de Dios nos
enseña clara mente, las virtudes que es-
tán dentro del fruto del Espíritu Santo, y
creo que son muy fáciles de comprender,
sin embargo, muchos podrían pensar
que se refiere a ese amor que común
mente todos decimos tener, o del gozo
que todos pueden sentir por algo que fue
grato, e inclusive algunos podrían pensar
en ese gozo que dicen sentir cuando reci-
ben algo que satisface sus deseos, aun-
que sea malo o dañino para su propia
vida. ¡No! Estas virtudes son especiales,
ya que más que palabras, son obras sem-
bradas en el corazón y el mismo Espíritu
Caminando hacia la luz 73

Santo las hace operar en nosotros, en


medio de todas las circunstancias de la
vida. Por ejemplo, el amor que produce
el Espíritu Santo es un amor vasado en
hechos, podría escribir muchas citas bí-
blicas que nos enseñan del amor verda-
dero, pero solo quiero tomar el ejemplo
que nos dio el mismo señor Jesús,
cuando dijo que es necesario amar hasta
nuestros enemigos. El amor verdadero
está lleno de perdón, misericordia, sin-
ceridad, respeto y mucho más. O sea, no
es ese amor que todos decimos tener, que
solo brindamos cuando nos conviene, o
ese amor que tiene términos o condicio-
nes o está lleno de hipocresía y falsedad.
De esta misma manera el gozo del Espí-
ritu Santo no es un gozo temporal que se
siente en la carne por algo que nos satis-
face, si no que ese gozo está en el corazón
siempre sin importar las circunstancias
de la vida, o sea podríamos estar enfer-
mos, en pobreza, en dificultades, y po-
dría decir que aun en nuestras mismas
tristezas, hay un gozo que viene de Dios
que nos consuela y nos reanima, como
dice el apóstol Pablo a los corintios en su
segunda carta, cap. (7 verso 4 )Mucha
Caminando hacia la luz 74

franqueza tengo con vosotros; lleno es-


toy de consolación; sobreabundo de gozo
en todas mis tribulaciones.
A si mismo las demás virtudes del fruto,
que da el espíritu Santo operan de una
forma muy diferente a lo que humana-
mente los seres humanos pueden ser.
En todo esto que estamos estudiando tal
vez podría surgir la pregunta ¿Por qué
unos creyentes tienen más amor que
otros, o son más humildes que otros? La
biblia dice que Dios da de su Espíritu sin
medida. De manera que, si yo busco más
de su Espíritu, voy a abundar más en su
fruto. Ósea más Espíritu más amor, más
humildad, más fe, más paciencia. Con-
clusión: Más de su Espíritu mejor su
fruto en nosotros, mejores personas de-
lante de Dios y ante la sociedad. El após-
tol Pablo a los colosenses cap. (1 verso
10) dice: para que andéis como es digno
del señor, agradándole en todo, llevando
fruto en toda buena obra, y creciendo en
el conocimiento de Dios.
El Espíritu Santo reparte dones
Los hechos de los apóstoles relatan el co-
mienzo de la iglesia, y en ellos podemos
notar los grandes milagros que eran he-
Caminando hacia la luz 75

chos por los apóstoles. Era tanta la mani-


festación del poder de Dios en ellos, que
sacaban los enfermos a las calles para
que al pasar Pedro al menos su sombra
cayera sobre ellos. En el capítulo uno en-
contramos una pregunta de los discípu-
los, y una respuesta de Jesús, antes de as-
cender al cielo. Ellos preguntan. ¿Res-
taurarás el reino a Israel en este tiempo?
Jesús les responde diciéndoles. No os
toca a vosotros, saber estas cosas que
Dios puso en su sola potestad Y añade;
pero recibiréis poder cuando haya ve-
nido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos. Después de la mani-
festación del Espíritu Santo en pentecos-
tés empieza el movimiento del poder de
Dios en los apóstoles, pero no solamente
fue el poder para sanar o echar fuera de-
monios, sino diferentes dones, que Dios
repartió a través de su Espíritu a cada
uno, y así cada uno cumplía un ministe-
rio diferente, según el don que había re-
cibido, de parte de Dios para edificación
de su iglesia. El apóstol Pablo a los corin-
tios en su primera carta en el cap. (12
verso 1 al 7) dice: No quiero, hermanos,
que ignoréis acerca de los dones espiri-
tuales.
Caminando hacia la luz 76

Sabéis que cuando erais gentiles, se os


extraviaba llevándoos, como se os lle-
vaba, a los ídolos mudos.
Por tanto, os hago saber que nadie que
hable por el Espíritu de Dios llama ana-
tema a Jesús; y nadie puede llamar a Je-
sús señor, si no por el Espíritu Santo.
Ahora bien, hay diversidad de dones,
pero el Espíritu es el mismo.
Y hay diversidad de operaciones, pero
Dios, que hace todas las cosas en todos,
es el mismo.
Pero a cada uno le es dada la manifesta-
ción del Espíritu para provecho. Es in-
teresante ver como el apóstol Pablo, hace
comparación entre la iglesia y un cuerpo
que tiene muchos miembros, y cada
miembro cumple su función formando
así un cuerpo en un estado cabal. De esta
manera también la iglesia, aunque tiene
muchos miembros, esta forma un solo
cuerpo, y cada miembro cumple su fun-
ción por medio del don que ha recibido
por el Espíritu Santo. El versículo doce
dice: porque, así como el cuerpo es uno,
y tiene muchos miembros, pero todos
los miembros del cuerpo, siendo mu-
chos, son un solo cuerpo, así también
cristo.
Caminando hacia la luz 77

El apóstol Pablo también escribió que la


iglesia es el cuerpo de cristo y cristo es la
cabeza de la iglesia. En la carta a los efe-
sios cap. (5 verso 23) dice: porque el ma-
rido es cabeza de la mujer, así como
cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su salvador. Como estu-
diamos en la carta a los corintios en el ca-
pítulo doce el verso seis, que hay diversi-
dad de dones que son dados por el Espí-
ritu tal como él quiere darlos, de esta ma-
nera el poder de Dios, obra en la iglesia
con milagros y sanidades, pero también
hombres y mujeres llenos de sabiduría y
de virtud, para ministrar, maestros para
discernir la palabra de Dios, predicar y
enseñar, todo conforme a lo que Dios
apuesto en cada uno según el don que ha
recibido. En la carta que el apóstol Pablo
escribió a los romanos en el cap. (12
verso 4 al 8) dice: porque de la manera
que en un cuerpo tenemos muchos
miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, así nosotros,
siendo muchos, somos un cuerpo en
cristo, y todos miembros los unos de los
otros.
De manera que, teniendo diferentes do-
nes, según la gracia que nos es dada, si el
Caminando hacia la luz 78

de profecía, úsese conforme a la medida


de la fe;
O si de servicio, en servir; o el que en-
seña, en la enseñanza; el que exhorta, en
la exhortación; el que reparte, con libe-
ralidad; el que preside, con solicitud; el
que hace misericordia con alegría.
El apóstol Pablo nos enseña a tener cui-
dado y pensar con cordura, o sea ser mo-
derados, y cual quiera de los dones que
pudiéramos recibir, ya sea de hacer mi-
lagros, o sanidades, o profecía, o descer-
nimiento, o interpretación, en fin, enten-
der que no somos nosotros, sino el Espí-
ritu Santo en nosotros de manera que
todo lo que pudiéramos hacer, hacerlo
con toda humildad y sencillez de cora-
zón.
Esta parte que hemos estudiado acerca
de los dones, nos dan a comprender me-
jor que de cualquier manera no se puede
recibir el Espíritu santo. Podríamos pen-
sar, como algo tan grande, digno de ad-
miración, de respeto, de reverencia, algo
tan puro, tan santo habría de manifes-
tarse en alguien que no tiene temor a
Dios y a su palabra.
Caminando hacia la luz 79

El Espíritu santo hace morada


en el hombre. Otra característica
muy importante del Espíritu Santo es
que hace del hombre una morada, o sea
un templo. En la segunda carta del após-
tol Pablo a los corintios en el cap. (3
verso 16) dice: ¿no sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?
Creo que a medida que vamos avanzando
en este estudio, podemos notar la obra
tan hermosa que ha hecho Dios con no-
sotros, y tan perfecta tal como lo prome-
tió en su palabra, de estar con nosotros
hasta el fin del mundo. El apóstol Pablo
escribe unas palabras a la iglesia de co-
rinto bastante fuertes, diciéndoles: que
son carnales, ya que miró una iglesia
llena de inmadurez espiritual y esclava a
un de muchos pecados. En esta exhorta-
ción les recuerda que son templo de Dios
y que el Espíritu de Dios mora en ellos.
En el cap. (6 verso 19) dice: ¿o ignoráis
que vuestro cuerpo es templo del Espí-
ritu Santo, el cual está en vosotros, y que
no sois vuestros? Como podemos com-
prender en estos versículos somos noso-
tros los que, al recibir, el Espíritu Santo
nos convertimos en templo de Dios, por
Caminando hacia la luz 80

tal razón el Apóstol nos exhorta a llevar


una vida apartada del pecado, ya que
cuando pecamos destruimos ese templo
y nuestra recompensa será ser destrui-
dos también. En el capítulo tres y el verso
diecisiete de la primera carta a los corin-
tios dice: si alguno destruyere el templo
de Dios, Dios le destruirá a él; porque el
templo de Dios, el cual sois vosotros
santo es. Una forma más clara de com-
prender es que cuando alguien recibe el
Espíritu Santo, el Espíritu hace morada
en ese corazón, y mientras Dios habite en
ese corazón, debe conservarse limpio o
sea sin pecado, pero cuando alguien em-
pieza a pecar y a llevar otra vez esa vida
desordenada que antes vivió, el Espíritu
Santo se marcha, porque esa casa o tem-
plo que era de Dios, la hemos destruido,
a causa del pecado que habita otra vez, en
nuestro corazón.
Tal vez surja la pregunta. ¿Por qué Dios
tiene que salir por el pecado? ¿O el pe-
cado es más fuerte y vence a Dios? No, la
biblia nos enseña que Dios es santo y ha-
bita en la santidad, por eso no comparte
con el pecado y abandona ese corazón
para que el día del juicio tenga que ser
juzgado.
Caminando hacia la luz 81

Otra pregunta que podría surgir con res-


pecto a esto es. ¿cuándo pecamos, con-
forme destruimos el templo de Dios, e in-
mediatamente Dios nos destruye? No, la
biblia dice que Dios es un Dios, de mise-
ricordia y mientras tengamos vida tene-
mos una oportunidad para pedir perdón,
pero en el día del juicio si no nos hemos
convertido nuevamente a Dios, entonces
se cumplirá la palabra. “él nos destruirá
a nosotros”
Por esa razón el Apóstol Pablo nos acon-
seja en la carta que él escribió a los efe-
sios, en el cap. (4 verso 30) diciendo: y no
contristéis al Espíritu Santo de Dios con
el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. De esta manera podemos
comprender hasta donde llegará la obra
del Espíritu Santo en nosotros. La pala-
bra redención significa “salvación” o sea
que el señor salvará, y se llevará con él a
los que tengan su Espíritu santo, como
una muestra de que perseveraron, en
santidad y fidelidad a Dios. Hay muchos
que creen que no es necesario tener el Es-
píritu Santo para poder ser salvos, y su
idea surge de la porción bíblica, cuando
Jesús dijo: el que creyere y fuere bauti-
zado este será salvo. Ellos dicen que solo
Caminando hacia la luz 82

hay que creer y ser bautizados para ser


salvos, pero como hemos estudiado
cuando creemos de corazón, todas estas
promesas de Dios se cumplen, y si no se
cumplen en nosotros, es porque no he-
mos creído aun, y la biblia dice que los
cobardes e incrédulos estarán fuera. En
otras palabras, el sello del Espíritu
Santo, es un sello que nos garantiza que
somos actos para el reino de los cielos, ya
que el Espíritu Santo se manifiesta
donde hay santidad, y las sagradas escri-
turas dicen, que sin santidad nadie vera
al señor.
Es interesante ver como en un texto de la
palabra de Dios, se encuentran tantas co-
sas que para muchos es un misterio, que
no pueden entender. ¡Gracias sean dadas
a nuestro Dios! por darnos de su Espí-
ritu, y a través de él poder comprender
estos principios tan importantes, para
nuestra salvación. estudiando estos tres
principios que nos enseña el versículo
treinta y ocho del capítulo dos de los he-
chos, como son arrepentimiento, bau-
tismo en el nombre de Jesús, y el sello del
Espíritu Santo. A si mismo discerniendo
cada uno de estos principios bíblica
mente, vamos a continuar estudiando
Caminando hacia la luz 83

otros principios que son necesarios para


poder llegar hasta Dios.
Cierta mente el camino hacia Dios es un
camino vasado en principios, que todos
los días podemos perfeccionar en noso-
tros. No podemos pensar que tal vez los
años que llevemos en el evangelio, nos
pueden ya hacer perfectos. La obra de
Dios empieza en nosotros desde el día
que nos arrepentimos, pero se perfec-
ciona día tras día si le permitimos a Dios.
El apóstol Pablo a los filipenses en el cap.
(1 verso 6) dice: estando persuadido de
esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día
de Jesucristo. A sí que es necesario hasta
este momento pedirle a Dios que nos per-
feccione, porque pienso que aun necesi-
tamos mucho más de él.
La santidad
La santidad es un principio que está fun-
damentado en un verdadero carácter es-
piritual, aprobado por Dios.
Dios siempre ha exigido santidad a todo
aquel que quiere acercarse a él, ya hemos
mirado que sin santidad nadie vera al se-
ñor. En la palabra del señor, tanto en el
antiguo testamento como en el nuevo,
Caminando hacia la luz 84

encontramos muchos textos donde mira-


mos la importancia de vivir en santidad,
entre ellos Isaías cap. (57 verso 15) donde
dice: porque así dijo el alto y sublime, el
que habita la eternidad, y cuyo nombre
es el santo: yo habito en la altura y la san-
tidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu, para hacer vivir el espíritu de
los humildes, y para vivificar el corazón
de los quebrantados. Este y muchos tex-
tos más nos enseñan, que la santidad es
morada de Dios, y por tal razón si quere-
mos que Dios more en nosotros, debe-
mos vivir en santidad. Pero ¿Qué es san-
tidad? El termino santidad viene del he-
breo “qadosh” que significa separar o
apartar. De manera que podríamos decir
que la santidad es estar separados o
apartados para Dios. En otras palabras,
la santidad es un tipo o modelo de vida
que todo aquel que quiere agradar a
Dios, decide llevar, apartado(a) de todo
lo que es inmundo, y es pecado ante los
ojos de Dios. Es muy necesario estudiar
este principio, ya que podemos mirar
que de tiempo en tiempo, muchos han
querido buscar a Dios, pero lo han bus-
cado conforme a sus propios pensamien-
Caminando hacia la luz 85

tos, dejando a un lado la verdadera san-


tidad y se han creado un tipo de santidad,
a la medida de poderla llevar, dejando a
un lado los principios, sin importarles
que no es lo que Dios ordena. Para mu-
chas personas que profesan hoy un cris-
tianismo, a la verdadera santidad le lla-
man fanatismo o se les dice, ser anticua-
dos, pero esto no es raro, pues la biblia
dice que desde tiempos antiguos las gen-
tes han querido buscar a Dios a su ma-
nera, y no a la manera de Dios. Quieren
tener a Dios, pero no quieren apartarse
de las cosas pecaminosas que están en el
mundo. Cuando hablamos apartarse de
las cosas del mundo que son injustas, o
pecaminosas podría enumerar muchas,
pero, vamos a estudiar algunos textos bí-
blicos que nos van a enseñar, como vivir
en santidad. En la primera carta del
apóstol Juan cap. (2 verso 15 al 17) dice:
no améis al mundo, ni las cosas que están
en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos,
y la vanagloria de la vida, no proviene del
padre, si no del mundo.
Caminando hacia la luz 86

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el


que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre. Pareciera que el apóstol
juan nos manda a hacer algo que no po-
demos, ya que parece ser contrario a lo
que la biblia dice acerca del amor, pero el
apóstol no se refiere a no amar a los seres
humanos, sino a no amar las malas obras
que practican los seres humanos. El
apóstol nos muestra tres cosas que hay
en el mundo, de las cuales debemos tener
cuidado.
Los deseos de la carne. Estudiando
más a fondo el deseo, denota una inclina-
ción excesiva, hacia algo que lo atrae, que
puede traer perturbación o desequilibrio
en nuestro razonamiento. Debemos en-
tender que hay deseos por cosas buenas
las cuales no afectan nuestra comunión
con Dios, pero cuando nuestros deseos
son malos ya sean hechos, o sean pensa-
mientos ese desequilibrio en nuestra ma-
nera de razonar, puede sembrar envi-
dias, celos, avaricia, malas intenciones y
muchas más conductas malas.
Cuando el apóstol Juan escribe los de-
seos de la carne, se refiere a deseos de co-
sas pecaminosas que satisfacen el
Caminando hacia la luz 87

cuerpo, las cuales estudiaremos más


adelante.
Los deseos de los ojos. Creo que es
muy fácil comprender esta parte, sabe-
mos que de todo lo que está a nuestro al-
rededor, los ojos siempre estarán ex-
puestos a contemplarlo, y siempre causa-
rán una reacción, después de mirar. Sin
embargo, pecamos cuando maquinamos
en la mente cosas perversas o injustas
por lo que vemos, y con las cuales nos de-
leitamos, y somos seducidos a hacerlas
realidad. Muchas personas se hacen
adictas a mirar cosas que pervierten su
mente, y los llevan a tener un carácter
que se asemeja a lo que siempre ven. Por
ejemplo. Si su obsesión es mirar escenas
ya sean reales o ficticias, donde hay crí-
menes, robos, codicias, venganzas, vio-
lencia, así mismo su carácter será fuerte,
iracundo, vengativo, codicioso, ya que lo
que ve trasmite una influencia que lo se-
duce a ser igual. Un ejemplo de cómo los
ojos nos hacen pecar, es el ejemplo de
Acán, el cual cuando Dios ordenó des-
truir a Jericó, el miró un manto babiló-
nico, doscientos ciclos de plata, y un lin-
gote de oro, los cuales al mirar los codi-
ció y los escondió desobedeciendo el
Caminando hacia la luz 88

mandato de Dios de no tomar nada de Je-


ricó, pues todo era anatema. Dela misma
manera alguien que su deseo está en ver
toda clase de inmoralidad como, porno-
grafía, lesbianismo, prostitución, esta
persona tendrá un carácter sensible a es-
tas cosas y a causa de la influencia que
esto transmite será un esclavo de todo
esto. La biblia dice que el rey David en
cierta ocasión, mientras descansaba
subió al terrado, y miró a una mujer que
se estaba bañando la cual era muy her-
mosa, la codició y mando a traerla para
estar con ella, aprovechándose de su au-
toridad como rey, no le importó que era
cazada, solo en ese momento quiso satis-
facer sus deseos, olvidándose de su te-
mor a Dios, e ignorando cuanto mal ven-
dría sobre él y su familia, por lo que es-
taba haciendo. El señor Jesús hablo de
como los ojos, nos pueden llevar a come-
ter pecado, y a tener cuidado, porque por
ellos podemos ir al mismo infierno. En el
santo evangelio según Mateo cap. (5
verso 27 y 28) dijo: Oísteis que fue dicho:
no cometerás adulterio. Pero yo os digo
que cualquiera que mira a una mujer
para codiciarla, ya adulteró con ella en
su corazón. De manera que Dios juzga,
Caminando hacia la luz 89

no lo que aparece de repente a nuestros


ojos, desapercibidamente, sino la forma
como reaccionamos en nuestro corazón,
y las cosas que vemos intencionalmente,
para nuestros deleites. Cuantas cosas po-
dría enumerar, en las que no deberíamos
poner nuestros ojos, pero creo que
cuando tenemos temor de Dios, ese
mismo temor hablará a nuestro cora-
zón, y nos enseñará y nos dará dominio
propio. Proverbios cap. (17 verso 24)
dice: en el rostro del entendido aparece
la sabiduría;
Más los ojos del necio vagan hasta el ex-
tremo de la tierra.
La vanagloria de la vida. Muchas
personas se dejan llevar por un mundo,
lleno de cosas ficticias creadas en su co-
razón a causa de su orgullo, pero al pasar
el tiempo, y que por mucho que crea te-
ner en esta vida, todo con el tiempo ter-
minará, y también vendrá su caída, por-
que, así como lo que cree tener es vano,
también su carácter o su fuerza.
Este pensamiento que es posible que
muchas personas lo hayan vivido, es una
introducción a lo que vamos a estudiar,
acerca de la vanagloria de esta vida.
Caminando hacia la luz 90

Salomón escribió que todo en esta vida,


es vanidad y aflicción de espíritu, y cier-
tamente todo, por grande, fuerte, o her-
moso que sea tiene su fin. El salmista Da-
vid en el libro de los salmos, cap. (103
verso 15 y 16) dice. El hombre, como la
hierba son sus días; florece como la flor
del campo, que pasó el viento por ella, y
pereció y su lugar no la conocerá más.
Este texto nos enseña que a una nuestra
propia vida, es algo que en cualquier mo-
mento perece, de manera que no debe-
mos llenarnos de altivez u orgullo, por lo
que podamos ser en cierto tiempo de
nuestra vida, nuestra hermosura, nues-
tra intelectualidad, nuestras riquezas,
nuestra fama, en fin, todo tiene el tiempo
de terminar y llegará el tiempo cuando
tendremos que reconocer, que somos se-
mejantes a todos los hombres. “somos
polvo” y al polvo volveremos.
El apóstol Juan, en el texto que estamos
estudiando, nos enseña a no dejarnos lle-
var de la vanagloria de la vida así como
de los deseos de la carne, y delos ojos, ya
que nos puede envolver, y llevarnos por
una vida llena de orgullo, de envidia, de
arrogancia, de soberbia, que encegue-
Caminando hacia la luz 91

cerá el corazón, y lo llevará cautivo al pe-


cado y a la maldad. El querer alcanzar co-
sas de esta vida, tales como riqueza,
fama, belleza, solo por mostrarse ser
más que los demás, para muchos se con-
vierte en una adicción, que lo hunde más
y más hasta destruirlo, o podríamos de-
cir que es como una enfermedad, que lo
va consumiendo, hasta llevarlo a la
muerte donde solo Dios, puede sanar y
poner un corazón nuevo. Cierta mente
este mundo ofrece tantas cosas, la cien-
cia, la tecnología, la riqueza y otras co-
sas, nos ofrecen una vida que aparente
mente, parecen todo lo que el hombre
necesita para ser feliz, pero al tomarlas,
su corazón no se puede saciar. Parece ser
que es algo interminable.
Es triste ver como los seres humanos
hoy en día, se preocupan tanto por las co-
sas de esta vida, e ignoran o se olvidan,
que en cualquier momento tenemos que
partir, de este mundo hacia una eterni-
dad. Cuando miramos el proceder del
mundo de hoy, podemos recordar y com-
prender lo que dijo, el señor Jesús en el
evangelio según Lucas cap. (21 verso 34)
Mirad también por vosotros mismos,
que vuestros corazones no se carguen de
Caminando hacia la luz 92

glotonería y embriaguez y de los afanes


de esta vida, y venga de repente sobre vo-
sotros aquel día.
Retomando nueva mente lo que el após-
tol Juan escribió, en la primera carta en
los versículos quince al diecisiete, del ca-
pítulo dos, encontramos que es real
mente amar al mundo y las cosas que es-
tán en el mundo, y ya estudiando lo que
es el deseo de la carne, de los ojos y la va-
nagloria de la vida, podemos compren-
der que una persona que quiere vivir en
santidad o reservada para Dios, no puede
ser amigo de estas cosas, como dice San-
tiago, en el cap. (4 verso 4) ¡oh almas
adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cual-
quiera, pues, que quiera ser amigo del
mundo, se constituye enemigo de Dios.
El apóstol Pedro en su primera carta en
el capítulo uno en el versículo 13 en ade-
lante, también nos exhorta a llevar una
vida en santidad diciendo. Por tanto, ce-
ñid los lomos de vuestro entendimiento,
sed sobrios, y esperad por completo en la
gracia que se os traerá cuando Jesucristo
sea manifestado; como hijos obedientes
no os conforméis a los deseos que antes
teníais estando en vuestra ignorancia;
Caminando hacia la luz 93

Sino, como aquel que os llamó es santo,


sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito
esta: Sed santos, porque yo soy santo.
Ciertamente existen muchos conceptos,
con respecto a lo que estamos estu-
diando, ya que todos no miran la santi-
dad de la misma manera, algunos dicen
que no hay que ser extremistas, otros di-
cen que lo importante es lo que se lleva
en el corazón, un vestuario desordenado,
un vocabulario vulgar, las mezclas con el
mundo o sea participar en fiestas, tradi-
ciones o costumbres paganas, la música
del mundo, las modas del mundo, las di-
versiones del mundo, y otras cosas más,
no tienen nada de malo. Otros dicen que
lo importante es creer en Dios de cora-
zón, otros dicen que solo hay que poner
la mirada en el señor, en fin, quieren
buscar evasivas para no someterse. Pero
cuando escudriñamos que es real mente
santidad todos estos conceptos quedan
sin fundamento. Hoy existen iglesias
para todos los gustos, porque lo que a
muchos les interesa es llenar un templo
de gente, o una estabilidad económica, o
Caminando hacia la luz 94

sobresalir como organización sin impor-


tarles, que están predicando un evange-
lio diferente al que está escrito.
El apóstol Pedro en los versículos que
leímos anterior mente nos exhorta a no
vivir en los deseos en los que antes vivi-
mos estando en ignorancia, ósea ignorá-
bamos estas cosas, pero ya teniendo co-
nocimiento nos manda, a ser santos en
toda nuestra manera de vivir. El mundo
que no ha conocido el evangelio, que vive
según sus propios pensamientos porque
no conocen la palabra de Dios, y real
mente no tiene ningún conocimiento
acerca de la santidad, sabemos que, para
ellos, no tiene importancia como se viva,
se hable, se vista, o se divierta, por que
como dice el apóstol ellos ignoran estas
cosas. Pero que los que ya tenemos cono-
cimiento de la palabra del señor, debe-
mos someternos a ella, para dar testimo-
nio a los que aún no han conocido y que
anhelan conocer la verdad. Desafortu-
nada mente muchos que han conocido la
verdad, y aun maestros de la palabra se
encargan de presentar un evangelio di-
luido el cual ha hecho mucho daño a las
gentes. Muchos miran la manera de vivir
de muchos que se dicen ser cristianos, y
Caminando hacia la luz 95

ellos queriendo salir de un mundo que


está destruyendo sus vidas, con su pe-
cado, sus placeres, sus modas, y su estilo
de vida, van a una iglesia en donde prac-
tican muchas cosas de las cuales ellos
quieren salir, solo con la diferencia que
les hablan de Dios. He escuchado a algu-
nos diciendo ¡para seguir siendo lo
mismo! prefiero quedarme aquí y no
burlarme de Dios. Otros se acostumbran
y siguen llevando ese modelo de vida, ig-
norando que no es el verdadero evange-
lio confiados de lo que sus maestros les
enseñan. Mi pregunta es. Si el anhelo de
ellos era ser salvos ¿quiénes serán los
culpables?
Si estudiamos todas las cartas del nuevo
testamento, los que escribieron, no es-
cribieron las cartas a los que no conocen
el evangelio, si no a los creyentes, porque
parece ser que en todo tiempo han exis-
tido creyentes mediocres y a si mismo
falsos maestros que engañan a muchos.
Estudiemos algunos versículos que escri-
bió el apóstol Pablo. En la carta a los gá-
latas cap. (6 verso 16 al 21) dice. Digo,
pues: Andad en el Espíritu, y no satisfa-
gáis los deseos de la carne. Porque el de-
seo de la carne es contra el Espíritu, y el
Caminando hacia la luz 96

del Espíritu es contra la carne; y estos se


oponen entre sí para que no hagáis lo que
quisiereis.
Pero si sois guiados por el Espíritu, no
estáis bajo la ley.
Y manifiestas son las obras de la carne,
que son: adulterio, fornicación, inmun-
dicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contien-
das, disensiones, herejías, envidias, ho-
micidios, borracheras, orgias, y cosas se-
mejantes a estas; acerca de las cuales os
amonesto, como ya os lo he dicho antes,
que los que practican tales cosas no here-
darán el reino de Dios.
Creo que, al echar, como común mente
decimos un vistazo al mundo, de todas
estas cosas se viste el mundo, y son las
cosas que a diario se pueden mirar en
muchas personas. Pero mirar estas cosas
en alguien que dice tener a Dios en el co-
razón, con seguridad podemos decir que
esta persona aún no ha entendido el
evangelio, y mucho menos se ha arrepen-
tido. El apóstol pablo en estos versículos
nos muestra una lista de obras de la
carne que nos impiden entrar en el reino
de Dios, y si recordamos lo que es la san-
tidad, es reservarnos solo para Dios y
Caminando hacia la luz 97

apartarnos de todas las cosas que conta-


minan nuestro corazón. De manera que
tan importante es la santidad para poder
entrar en el reino de Dios, como dice el
escritor a los hebreos. ¡Sin santidad na-
die verá al señor!
En la carta que escribió el apóstol Pablo
a los efesios en el cap. (4 verso 17 al 21)
dice: Esto, pues, digo y requiero en el se-
ñor; que ya no andéis como los otros gen-
tiles, que andan en la vanidad de su
mente, teniendo el entendimiento ente-
nebrecido, ajenos de la vida de Dios por
la ignorancia que en ellos hay, por la du-
reza de su corazón; los cuales, después
que perdieron toda sensibilidad, se en-
tregaron a la lascivia para cometer con
avidez toda clase de impureza.
Mas vosotros no habéis aprendido así a
cristo, si en verdad le habéis oído, y ha-
béis sido por él enseñados, conforme a la
verdad que está en Jesús.
El apóstol Pablo en los versículos veinte
y veintiuno, recuerda que cuando al-
guien ha conocido a cristo y ha recibido
su palabra su vida es transformada a una
vida diferente, y pone como ejemplo, y
maestro a cristo, que es el maestro por
excelencia.
Caminando hacia la luz 98

Que maravilloso es dejarnos enseñar de


cristo, permitir que su palabra nos mol-
dee y haga en nosotros una obra per-
fecta. Ciertamente a veces su palabra es
dura, como dice el apóstol Pablo a los co-
rintios, nos contrista. Pero cuando per-
mitimos que esa palabra llegue al cora-
zón no rechazándola, Dios empieza ha-
cer en nosotros una obra especial, como
ese buen alfarero que trabaja el barro,
así también Dios, hasta hacer de noso-
tros un instrumento especial para él, lle-
vándonos a un nivel espiritual mucho
mejor y más cerca de él.
Es de esta manera que Dios nos lleva a la
perfección, apartándonos cada día de las
cosas del mundo que dañan nuestra rela-
ción con Dios. Pero si pasa el tiempo y
nuestro diario vivir esta esta relacionada
una parte con Dios y otra con el mundo,
y nos conformamos a llevar esa vida,
aunque pasen muchos años estaremos
parados en el camino, claudicando entre
dos pensamientos, como el pueblo de Is-
rael en el desierto queriendo la tierra
prometida, pero recordando y anhe-
lando lo que dejaron en Egipto.
Muchas personas se preguntan por qué
un verdadero cristiano o evangélico
Caminando hacia la luz 99

como algunos nos llaman, nunca se lo


mira en una fiesta, o feria, o carnaval
donde se promueven toda clase de vicios,
como drogas, licor, prostitución, toda
clase de obscenidad, ocultismo, brujería,
juegos de azar en fin todo lo que entre-
tiene al mundo, la razón es, porque ha
aprendido a vivir en santidad para Dios.
Al contrario, cuando alguien que siendo
conocedor de la palabra frecuenta estas
cosas, a un el mundo lo tiene cautivo. El
apóstol Pedro en su segunda carta en el
cap. (2 verso 20 al 23) dice: ciertamente,
si habiéndose ellos escapado de las con-
taminaciones del mundo, por el conoci-
miento del señor y salvador Jesucristo,
enredándose otra vez en ellas son venci-
dos, su postrer estado viene a ser peor
que el primero.
Porque mejor les hubiera sido mejor no
haber conocido el camino de la justicia,
que después de haberlo conocido, vol-
verse atrás del santo mandamiento que
les fue dado.
Pero les ha acontecido lo del verdadero
proverbio: El perro vuelve a su vómito, y
la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
De manera que siendo libres de la escla-
vitud del pecado debemos ser siervos de
Caminando hacia la luz 100

Dios, santos, reservados para él, y con la


esperanza de poder tener la vida eterna
como dice el apóstol Pablo a los romanos
cap. (6 verso 22) más ahora que habéis
sido libertados del pecado y hechos sier-
vos de Dios, tenéis por vuestro fruto la
santificación, y como fin la vida eterna.
Hay algunos principios que influyen mu-
cho en la santidad, los cuales son necesa-
rio estudiar bíblicamente, ya que mu-
chos creyentes lo miran sin importancia.
En otras palabras, piensan en lo impor-
tante que es apartarse de pecados tales
como adulterio, fornicación, mentiras,
robos, borracheras, brujería, idolatría
en fin lo que muchos llaman pecados de
muerte, pero cosas como, las modas del
mundo, el vestuario, la música del
mundo, y otras más, muchos dicen que es
un concepto personal, y que Dios solo
mira lo de adentro. Es por eso que vamos
a mirar por la palabra de Dios que estas
cosas también nos contaminan y son
causa de pecado.
En la primera carta del apóstol Pablo a
los tesalonicenses cap. (5 verso 21 al 23)
dice: examinadlo todo; retened lo bueno.
Absteneos de toda especie de mal. Y el
mismo Dios de paz os santifique por
Caminando hacia la luz 101

completo; y todo vuestro ser, espíritu,


alma y cuerpo, sea guardado irreprensi-
ble para la venida de nuestro señor Jesu-
cristo. En este texto el apóstol nos enseña
a conservar todo nuestro ser irreprensi-
ble para la venida del señor, o sea no de-
bemos reservarnos algo ya que al cielo no
entrará cosa inmunda, aunque sabemos
que este cuerpo mortal va a ser transfor-
mado de inmortalidad, para entrar en el
reino de Dios, debe estar en santidad
para poder ser transformado. Ahora
bien. ¿Qué es irreprensible?
Irreprensible significa sin mancha o que
no tiene de que ser acusado. Podríamos
pensar en cosas que muchas veces son
causa de vituperio o crítica del evangelio,
cuando las miran en los que profesan ser
creyentes, por ejemplo, si una mujer que
dice ser creyente del evangelio se viste
exhibiendo su cuerpo, siendo consciente
o inconscientemente, que está expuesta a
palabras, codicias, o propuestas pecami-
nosas, sea soltera o casada. ¿Estaría su
cuerpo irreprensible delante de Dios?
¡No!
Caminando hacia la luz 102

El vestuario en un hijo
de Dios.
Miremos que dice la palabra de Dios
acerca del vestido. ¿Qué pensaría usted?
¿Cree que a Dios le interesa como vesti-
mos sus hijos?
Muchos miran esto como algo sin impor-
tancia, e inclusive maestros de la palabra
de Dios, lo pasan por alto, y dicen que
Dios solo mira el corazón, pero deberían
comprender que lo que hay en el corazón
se refleja por fuera, porque Jesús dijo;
que del corazón salen todas las cosas ma-
las. Ejemplo. La vanidad o el orgullo es-
tán en el corazón, pero su obra se refleja
por fuera, o sea hacen reaccionar a todo
nuestro cuerpo, en nuestro carácter y las
cosas que hacemos. Creo que el vestir de
una forma indecente, exhibiendo su
cuerpo sin sentir vergüenza o temor de
Dios, es una influencia del mundo que
está en el corazón y se refleja por fuera.
Dios siempre ha querido que sus hijos lo
honren en su cuerpo con su manera de
vestir. Recordemos que lo primero que el
hombre sintió al desobedecer, fue ver-
güenza delante de Dios, y al mirarse que
Caminando hacia la luz 103

estaban desnudos, e hicieron delantales


de hojas de higuera para cubrir su desnu-
des, pero aquel vestuario fue cambiado
por Dios, él mismo hizo túnicas de pieles
para cubrirlos, ya que los delantales solo
cubrían una parte de la cintura hacia
abajo, las túnicas cubrían todo el cuerpo.
Pero no solamente es el caso de adán y
Eva, por que miramos que de tiempo en
tiempo, Dios siempre ha dado manda-
mientos de santidad y de justicia y entre
ellos un vestuario con forme a su volun-
tad. Cuando dio mandamientos por me-
dio de Moisés, según éxodo capitulo vein-
tiocho versos uno en adelante, también
ordenó un diseño para las vestiduras de
los sacerdotes, que ministraban en la
presencia de Dios, e incluso dio un di-
seño, aun para los calzoncillos de los sa-
cerdotes que deberían ser desde los lo-
mos o sea las caderas, hasta los muslos.
Dentro de las vestiduras una lámina de
oro y en ella marcado como un sello la
frase: “SANTIDAD AL SEÑOR” que iría
sobre una mitra la cual debería llevar el
sumo sacerdote sobre su cabeza, Todo de
una forma santa a la voluntad de Dios.
Caminando hacia la luz 104

Tal vez se podría pensar que eso fue en el


antiguo testamento y fue en la ley de Moi-
sés, y fue para los sacerdotes, pero debe-
mos entender que todo esto es una som-
bra de lo que sería el ministerio del señor
Jesús, su obra preciosa a través de este
glorioso evangelio y el pueblo que ha
sido escogido para él, como dice en la
carta a los hebreos capitulo ocho versos
uno en adelante, y como dice el apóstol
Pedro en su primera carta cap. (2 verso
9) más vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adqui-
rido por Dios, para que anunciéis las vir-
tudes de aquel que os llamó de las tinie-
blas a su luz admirable.
En hebreos leemos que el sacerdocio le-
vita, fue una sombra del sacerdocio real,
y el apóstol Pedro nos dice que nosotros
somos ese real sacerdocio. Somos un li-
naje escogido, una nación santa. Mi pre-
gunta es ¿será que un verdadero sacer-
docio delante de Dios, puede vestir de
cualquier manera? Creo plenamente que
no. Miremos lo que dicen las escrituras.
En la primera carta del apóstol Pablo a
Timoteo cap. (2 verso 9) dice: Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa deco-
Caminando hacia la luz 105

rosa, con pudor y modestia; no con pei-


nado ostentoso, ni oro ni perlas, ni vesti-
dos costosos, sino con buenas obras,
como corresponde a mujeres que profe-
san piedad.
Cuando leemos este versículo, pareciera
ser que el apóstol manda a vestir ropa
con decoraciones, cuando dice ropa de-
corosa. Pero en la biblia la palabra deco-
rosa viene del término decoro que signi-
fica: honor, respeto, reverencia, decen-
cia. El término pudor significa: temor o
vergüenza, y modestia, significa: pureza.
De manera que, si quisiéramos, aplicar
estas cualidades a nuestra manera de
vestir, ¿cómo sería nuestro vestuario?
Es triste ver el mundo de hoy como han
perdido sus valores, ciertamente el
mundo no sabe distinguir entre lo santo
y lo inmundo. Muchos dicen que hay que
estar a la moda y cada día se inventan
modas diferentes, y para satisfacer el
gusto de todos ahora todo es unisex.
Ropa unisex, corte unisex, perfume y
maquillaje unisex. Pero debemos com-
prender que Dios formo hombre, y
formo mujer, y no hombre con aparien-
cia de mujer y mujer con apariencia de
hombre. Ahora bien, sabemos que de
Caminando hacia la luz 106

esto se viste el mundo, pero mirar esto en


personas que dicen que han conocido a
Dios y profesan un evangelio, es lamen-
table.
Desafortunadamente esto sucede en mu-
chos, y no menciono iglesias ni títulos
porque no soy un predicador o defensor
de títulos, pero la verdad a un también en
los varones se mira indecencia en su ma-
nera de vestir, pero esto no nace en las
iglesias, esto nace en el mundo, y los cre-
yentes lo adoptan. El vestir ceñido o
apretado, dando figura al cuerpo es una
forma de vestir de la mujer en el mundo,
ya sea en vestido o en pantalón o cual-
quier tipo de ropa. En el mundo ahora
esto es unisex, o sea que la ropa que viste
una mujer, la usa un hombre. Pero no se
debería ver esto en alguien, que dice ser
creyente y más aún si es un varón.
En la primera carta del apóstol Pablo a
los corintios cap. (12 verso 22 al 24) dice:
Antes bien los miembros del cuerpo que
parecen más débiles, son los más necesa-
rios; y aquellos del cuerpo que nos pare-
cen menos dignos, a estos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son
menos decorosos, se tratan con más de-
coro.
Caminando hacia la luz 107

Porque los que en nosotros son más de-


corosos, no tienen necesidad; pero Dios
ordenó el cuerpo, dando más abundante
honor al que le faltaba.
El apóstol Pablo enseñando acerca de los
dones del Espíritu Santo, hace una com-
paración entre un cuerpo y la iglesia. Nos
habla de la relación que existe entre to-
dos los miembros del cuerpo, pero tam-
bién nos enseña que hay partes del
cuerpo que se deben vestir con más dig-
nidad y honor, o sea decoro. ¿Por qué?
Pablo dice que tenemos partes del
cuerpo que parecen menos dignos, y
otras que en nosotros son menos decoro-
sos, y otras faltas de honor. Como hemos
estudiado lo que significa decoro, digni-
dad, honor. ¿Cuáles serían las partes del
cuerpo que podrían tener menos decoro,
o sin dignidad? En otras palabras, cuales
son las partes del cuerpo a las cuales el
hombre trata sin respeto, o sea de una
forma vulgar e irreverente, y son causa
de vergüenza. A estos dice el apóstol, ves-
timos con más decoro, dándoles digni-
dad y honor. Un ejemplo que podríamos
tomar es. Si una persona mira el rostro,
o la cabeza, o las manos o los pies de una
mujer. ¿Qué palabras o pensamientos
Caminando hacia la luz 108

podrían salir de aquella persona, a dife-


rencia si lo que ve de una mujer son sus
piernas, o sus pechos, o sus caderas? Ha
se un tiempo que escuché el informe de
una encuesta hecha a personas acusadas,
de haber abusado o intentado abusar se-
xualmente de alguna mujer, y en la en-
cuesta una de las preguntas era porque lo
hacían, y muchos respondían que se sen-
tían atraídos por su manera de vestir, al
exhibir la figura de su cuerpo.
Si estudiamos en la biblia sobre la ma-
nera de vestir encontramos que la exhor-
tación siempre se ha hecho a las mujeres,
alguien dijo parece ser que son más sen-
sibles a no obedecer. Yo digo que la mu-
jer es más sensible al orgullo y a la vani-
dad, por la apariencia física. Siempre en-
contramos a la mujer preocupada por su
cuerpo, por su rostro, por su belleza, y en
muchas el orgullo que las induce a que-
rer ser mejor que todas, entrando en una
exageración o descontrol por ganarse la
admiración de los demás, ignorando que
está deshonrando su propio cuerpo al ser
exhibido.
He escuchado muchos conceptos acerca
del vestuario, y lo miran como algo sin
importancia, y muchos los comparten
Caminando hacia la luz 109

porque esta carne siempre busca, el sen-


tirse bien, sin tanto esfuerzo. Pero Dios
demanda santidad en nuestra manera de
vestir. Desafortunadamente este princi-
pio, muchos que dicen tener la verdad lo
están dejando a un lado, y han cambiado
la santidad por la sensualidad en su ves-
tir. En muchas iglesias se ve hoy la falta
de respeto a la misma presencia de Dios.
Muchos constituyen el altar como el lu-
gar de ministrar la presencia de Dios. Re-
cuerdo tiempos atrás se enseñaba el res-
peto por este lugar, y se tenía un temor,
al punto de no subir de cualquier ma-
nera, así mismo los que participaban del
servicio debían ser dignos de servir en
aquel lugar siendo de buen testimonio,
de consagración, en toda su manera de
ser y en su vestir. Es triste ver como hoy
muchas iglesias han profanado este lu-
gar que es tan especial y de tanto respeto
dando lugar al libertinaje, a lo impuro y
al desorden. El sensualismo en el lugar
donde se ministra la presencia de Dios.
La mujer con una forma de vestir mun-
dana sirviendo a Dios, y a la misma vez
exhibiendo su cuerpo, como lo hacen en
el mundo, sin tener ningún temor de
Dios, y de igual manera los varones que
Caminando hacia la luz 110

sirven a Dios con una vestimenta inade-


cuada a la manera del mundo.
Qué bueno sería conservar siempre la
santidad en el vestir y reconocer que es
una forma de honrar a Dios en nuestro
cuerpo, y si tal vez por alguna razón este
principio se lo ha ignorado sentir sem-
brarlo en el corazón y ponerlo por obra
en nuestra vida, y si aún lo guardamos,
sentir conservarlo, porque Dios quiere
una iglesia santa en toda su manera de vi-
vir, reservada para él como una esposa
que se ha reservado solo para su esposo.
En efesios cap. (5 verso 27) dice: Afín de
presentársela a sí mismo, una iglesia glo-
riosa, que no tuviese ni mancha ni arruga
ni cosa semejante, si no que fuese santa y
sin mancha.
Ciertamente hay muchas cosas más que
se podrían decir acerca del vestuario,
pero, creo que cuando uno quiere estar
bien con Dios, y su anhelo es estar más
cerca de él, su mismo Espíritu habla a
nuestra conciencia, y nos corrige cuando
estamos haciendo algo incorrecto. Pero
cuando queremos llevar una vida con
Dios, pero sin cohibirnos de las cosas que
nos atraen, o nos gustan, nada nos será
malo. Y nos sentiremos bien con Dios, y
Caminando hacia la luz 111

decimos. ¡Sin necesidad de hacer tanta


cosa! Pero no olvidemos que Dios nos ha
dado un libre albedrío y nosotros decidi-
mos como vivir en esta vida, Pero el após-
tol Pablo dice que todo me es lícito, pero
no todo conviene; todo me es lícito, pero
no todo edifica, y muchas veces nos deja-
mos engañar de la influencia del mundo,
y permitiéndole guardar en nuestro co-
razón cosas que no convienen, y nos es-
tamos separando de Dios.
Creo que a lo largo de este estudio hemos
avanzado escudriñando principios, que
nos permitirán acercarnos a Dios, pero
creo que pueden existir, muchos princi-
pios más que a un no los comprendemos,
pues sería una hipocresía decir que ya lo
sabemos todo, cuando sabemos que so-
mos humanos y que estamos en un pro-
ceso de perfección, esperando por la gra-
cia de Dios, poder crecer en nuestra vida
espiritual, apartándonos de lo que aún
nos impide, para poder ser lo que Dios
quiere que seamos.
Caminando hacia la luz 112

El dominio propio
Quiero para concluir con este estudio
añadir algo que creo que muchos lo ve-
mos como un principio, que debemos
guardar, y aunque es de reconocer que
los tiempos que vivimos son muy dife-
rentes, a los tiempos pasados, la ciencia
aumentada, la tecnología, un mundo
subdesarrollado, la maldad multiplicada
y muchas cosas más, pero debemos tener
en cuenta que Dios no ha cambiado ni su
palabra por tal razón debemos tener un
dominio propio para no dejarnos in-
fluenciar de cosas que pueden destruir
no solo nuestra relación con Dios, si no
el hogar, los hijos, o toda una familia.
Todos deberíamos saber que este mundo
está cubierto de tinieblas, y que satanás
quiere tener cautivo por completo al
mundo, y ha usado la misma ciencia, la
tecnología, el modernismo de hoy para
influenciar y poseer el corazón de mu-
chos.
Hay muchas cosas que hoy se han inven-
tado, y se han hecho con una influencia
satánica por varias razones.
Caminando hacia la luz 113

Una razón es porque todos sabemos que


satanás también tiene muchos seguido-
res, que lo adoran, se han rendido a él, y
buscan cada día que las gentes de alguna
manera se sientan seducidos para tam-
bién adorarlo, y sean esclavos de él.
Otra razón es por tener éxito o fama en lo
que hacen siendo ayudados por el mismo
satanás, ya que lo están honrando en lo
que hacen.
Podríamos decir también que esto su-
cede para dar cumplimiento a la palabra
de Dios, y en todo esto se conozcan real-
mente los verdaderos hijos de Dios. Es-
tamos viviendo un tiempo donde el sata-
nismo está tomando fuerza, quiero decir
que antes todo era más reservado u
oculto, pero ahora hay tanta libertad
para estas cosas que cualquiera puede
promover e inducir sin impedimento a
seguir estas prácticas. Hay una diversi-
dad de cosas que las promueven, sin nin-
gún impedimento tales como ropas, mú-
sica, peinados o cortes de cabello, juegos,
juguetes, películas, y redes sociales que
también las promueven. Cuando hablo
de un dominio propio no quiero decir
que nada de esto se puede tener o usar, si
no saber reconocer entre todo esto, lo
Caminando hacia la luz 114

que puedo usar, y no dejarme seducir, de


aquello que puedo ver que tiene una in-
fluencia, no solo mundana si no diabó-
lica. En otras palabras hay ropa que se ha
hecho para personas que son atraídas al
satanismo, pero esto se vende en cual-
quier parte, siempre son ropas con es-
tampados, símbolos, cruces, sangre ver-
tida, calaveras, monstruos o figuras de
demonios y muchos más con los cuales
se promueve un mundo de oscuridad es-
piritual. Así mismo un peinado o corte de
cabello que parece simplemente algo que
está de moda, pero detrás de esos símbo-
los o figuras hechos en la cabeza, muchos
de ellos son usados para invocaciones a
satanás, o para presentarse en un rito.
La música, películas, novelas y muchas
páginas de internet, se han creado direc-
tamente para adorar a satanás, e influen-
ciar a las gentes y tenerlas cautivas y ter-
minar siendo poseídas por espíritus in-
mundos. Muchas personas son impulsa-
das a quitarse la vida. Otras a matar, o
impulsadas a la venganza o al odio, a tra-
vés de una canción o una novela. Tal vez
surja la pregunta ¿por qué? o ¿cómo una
Caminando hacia la luz 115

canción, o una simple escena de televi-


sión pueden tener la fuerza para llevar, a
hacer cosas tan malas?
La razón es que hay canciones que son
compuestas bajo un pacto con el diablo,
y así tanto su ritmo como su letra causan,
impacto a las gentes, de manera que sus
letras hacen que muchos terminen ha-
ciendo o sintiendo lo que dice la canción.
De la misma manera sucede con las no-
velas o las películas, algunas se han he-
cho haciendo pactos satánicos, con pro-
pósitos específicos, para crear en las per-
sonas impacto y así tener éxito y fama.
Por ejemplo. Muchos hogares se destru-
yen, se divorcian se vuelven a casar, o en
ocasiones hacen cosas tan terribles
como, matar sin importarles sus hijos o
su familia y terminar en una cárcel, y
todo porque creó una fantasía inspirado
en la historia de una novela que descon-
troló su razonamiento. He tenido que
mirar y también he oído de experiencias,
de personas que han terminado siendo
poseídas por espíritus inmundos, escu-
chando algunas canciones o mirando al-
gunas películas, donde su contenido es
una exaltación a satanás o a la brujería o
al ocultismo. Debemos saber que muchas
Caminando hacia la luz 116

películas llevan escenas de ocultismo, o


brujería, o satanismo, y no son una dra-
matización, sino son escenas reales, y
también los nombres de los personajes
que se usan son nombres de demonios, o
brujos, o grandes satánicos. Desafortu-
nada mente los niños has sido un blanco
fácil para el enemigo destruir, ya que
ellos son inocentes, y muchos padres son
insensatos. Muchos no examinan lo que
sus hijos miran o tienen, solo porque
para ellos son una diversión, y no pueden
mirar el gran daño que causa en la mente
de un niño que apenas se está desarro-
llando. Muchos padres lo primero que le
regalan a su hijo es un revólver de ju-
guete, o la película que está de moda, o el
celular para que se entretenga jugando,
u otros les compran juguetes con una in-
fluencia satánica simplemente porque es
lo que está de moda, pero lo triste es que
no examinan lo que están poniendo en
las manos de sus hijos. Hace algún
tiempo tuve que ministrar liberación a
un niño poseído por espíritus, que lo ha-
bían tomado mirando algunas series de
una película, y mientras orábamos se
manifestó un demonio, diciendo por me-
Caminando hacia la luz 117

dio de aquel niño, (tenemos muchos ni-


ños en nuestras manos, porque sus pa-
dres son ignorantes, y ellos mismos ha-
cen que los niños nos adoren por medio
de los programas de televisión, y muchos
nos invocan cuando juegan, queriendo
imitarnos y así los poseemos) pero no
solo son los programas, por que aquellos
dibujos animados, como se los llaman,
también los venden en las jugueterías y
muchos niños hasta duermen con ellos.
Podría poner muchos ejemplos más, y
testimonios de niños poseídos por medio
de muñecos o juguetes, pero quiero lle-
gar al punto principal, y es el tener domi-
nio propio en todas estas cosas, y es que
muchas de estas cosas pasan en personas
que han conocido el evangelio, a veces
somos tan despreocupados e ignoramos
que estas cosas se van metiendo en nues-
tra vida hasta hacernos esclavos.
Muchos lo hacen por falta de conoci-
miento, pero otros porque creen que esto
no es verdad, y es la vida que les gusta lle-
var, y salen diciendo lo mismo de siem-
pre, que todo eso es fanatismo. Pero que
importante es saber que tenemos una lu-
cha continua por conservarnos para
Caminando hacia la luz 118

Dios, y que el enemigo con el cual lucha-


mos es astuto, y una de sus mejores ar-
mas es el engaño. Por eso creo que un
buen creyente tiene el dominio propio
como un gran principio o base, y sabe
discernir que puede vestir, mirar, o te-
ner. También un buen creyente se exa-
mina a diario, y puede conocer cuáles
son las cosas que lo contaminan, y que lo
apartan de Dios, que le roban la santi-
dad, la oración, que lo seducen a pecar, y
que lo atan, en otras palabras, sabe cono-
cer todos los portales que el enemigo
quiere abrir, y con sabiduría y dominio
propio dice no a esas cosas, y sierra todos
esos portales como un buen soldado. El
apóstol pablo en su primera carta a Ti-
moteo en el cap. (4 verso 16) dice: Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; per-
siste en ello, pues haciendo esto, te salva-
rás a ti mismo y a los que te oyeren.
Que hermoso consejo del apóstol a Timo-
teo, y que importante ponerlo por obra.
El tener cuidado de nosotros mismos y
de la enseñanza o doctrina, persistiendo
en ello, o sea no retroceder, ni cambiar
de lo que hemos aprendido, dejándonos
arrastrar de otras enseñanzas contra-
Caminando hacia la luz 119

rias, ya que de ello depende no solo nues-


tra salvación, sino también de los que
nos oyen. También en su segunda carta a
Timoteo cap. 1(verso 7) porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio.
Creo que mientras hemos avanzado en
este libro hemos estudiado, y compren-
dido muchas cosas que nos ayudarán a
conocer mejor a Dios, y seguir cami-
nando hacia él, que es la luz verdadera,
como dice Juan en su primera carta cap.
1(verso 5) Este es el mensaje que hemos
oído de él, y os anunciamos: Dios es luz,
y no hay ningunas tinieblas en él. Este ca-
mino hacia la luz, empieza en esta tierra,
pero termina en la eternidad, sin em-
bargo, debemos saber que esta vida que
Dios nos ha dado, en ella tenemos la
oportunidad de conocer el camino hacia
él, y cada día que pasa podemos acercar-
nos más haciendo lo que él nos ha man-
dado en su palabra, y siendo mejores en
nuestras obras, perseverando hasta que
nuestros días lleguen a su fin. Entonces
en la eternidad podremos mirar el resul-
tado de nuestro caminar en la tierra,
mientras estuvimos vivos, porque si fui-
mos fieles a su palabra haciendo siempre
Caminando hacia la luz 120

su voluntad, viviendo en santidad o sea


apartados del mundo y todos sus place-
res, entonces se cumplirá su palabra
cuando dice, le veremos tal como él es.
Dios ha prometido el final de todas las
cosas que existen y a determinado un
tiempo en el cual sucederán estas cosas,
pero al terminar todo esto, Dios nos ha
prometido, una morada en el reino de los
cielos donde viviremos por siempre con
él. El apóstol Pedro en su segunda carta,
en el cap. (3 verso 10 al 13) dice: Pero el
día del señor vendrá como ladrón en la
noche; en el cual los cielos pasaran
Con grande estruendo, y los elementos
ardiendo serán deshechos, y la tierra y
las obras que en ellas hay serán quema-
das.
Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros an-
dar en santa y piadosa manera de vivir,
esperando y apresurándoos para la ve-
nida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los
elementos siendo quemados se fundirán!
Pero nosotros esperamos, según sus pro-
mesas, cielos nuevos y tierra nueva, en
los cuales mora la justicia. De manera
que no solamente debemos esperar, el
Caminando hacia la luz 121

día de la muerte para este encuentro con


Dios, sino que en cualquier momento
puede suceder lo que él ha prometido.
Sabemos que ese día está cerca, pues
grande señal dejó, y todo esto que hoy es-
tamos viviendo en el mundo entero es el
cumplimiento de estas señales, y una voz
de alerta que nos dice que él, viene
pronto.
Es por esta razón que debemos, de cami-
nar hacia él, buscando, alcanzar todas
estas bendiciones que Dios tiene para to-
dos los que le aman de verdad, y no tener
que pasar por todo el sufrimiento que
vendrá sobre aquellos que no caminaron
hacia él, o que lo hicieron de cualquier
manera. En mateo cap. (7 verso 21 al 23)
Jesús dijo: no todo el que me dice: señor,
señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi padre
que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: señor, se-
ñor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre echamos fuera demonios, y en
tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: nunca os co-
nocí; apartaos de mí hacedores de mal-
dad. ¡Por eso vale la pena buscarlo de co-
Caminando hacia la luz 122

razón sincero! Muchos se dedican a lle-


var un evangelio a medias, lleno de mez-
clas, y han introducido una cantidad de
falsas enseñanzas, que han desviado al
pueblo de la verdad, parece ser que, la
historia se vuelve a repetir, como en los
tiempos antiguos. La biblia nos relata
que en el tiempo de los jueces existió una
generación, que tenía temor de Dios y go-
bernaban y guiaban al pueblo bajo la vo-
luntad de Dios, pero al morir toda aque-
lla generación, se levantó otra genera-
ción que no tenía conocimiento de Dios,
y entonces el pueblo cayó en un estado de
apostasía, que trajo muchas consecuen-
cias. Qué triste cuando dejamos a un lado
el consejo de nuestros ancianos solo por-
que se piensa que lo que ellos enseñan ya
es pasado de moda, y a si dejamos morir
con ellos la verdad, ocasionando así que
se levanten generaciones con un mensaje
cambiado, lejos de la verdad. Lo mismo
sucedió en el tiempo de los reyes, existie-
ron reyes que hicieron lo recto ante los
ojos de Dios, y respetaban la vos de los
profetas, y esto traía bendición al pueblo
de Dios, pues mientras existían reyes te-
merosos de Dios, el pueblo buscaba a
Dios de corazón y Dios los prosperaba.
Caminando hacia la luz 123

Pero hubo reyes perversos que desvia-


ban al pueblo de la verdad y mataban a
los profetas, rechazando la vos de Dios,
dada por medio de los profetas y de los
ancianos, provocando así la ira de Dios y
entregándolos en manos de sus enemi-
gos.
La biblia dice que, muchas de estas cosas
sucedieron para ejemplo a nosotros,
para que no caigamos en el mismo error
de desobediencia. Si rechazamos el con-
sejo de aquellos ancianos que conocie-
ron un evangelio puro, donde se vivía
bajo el temor y la santidad, y así mismo
pudimos mirar la presencia de Dios ma-
nifestada con poder, y si no lo conserva-
mos, ¿qué tipo de evangelio recibirán
nuestra generación, al morir a aquellos
ancianos que conocieron la verdad?
Creo que hoy muchos pueden ver, que
muchas iglesias predican un evangelio
moderno, dicen algunos. Conforme al
tiempo de la nueva era, pero es mejor se-
guir la senda antigua como dice el pro-
feta, porque Dios no ha cambiado ni tam-
poco su palabra. Vale la pena como dice
el apóstol Pablo a los corintios en su pri-
mera carta cap. (9 verso 25 al 27) todo
aquel que lucha, de todo se abstiene;
Caminando hacia la luz 124

ellos, a la verdad, para recibir una co-


rona corruptible, pero nosotros, una in-
corruptible.
Así que, yo de esta manera corro, no
como a la ventura; de esta manera peleo,
no como quien golpea el aire, sino que
golpeo mi propio cuerpo, y lo pongo en
servidumbre, no sea que, habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser
eliminado.
Qué bueno que todos comprendiéramos
que en el camino del señor, hay que sa-
crificar algunas cosas que nos son difíci-
les de separarnos y de olvidar, y tenemos
que esperar con paciencia hasta que lle-
guemos a él, pero también debemos sa-
ber que lo que él tiene para nosotros pre-
parado, no se puede comparar con nada
de lo que se pueda alcanzar o tener en
este mundo, como dice el apóstol: Antes
bien, como está escrito: Cosas que ojo no
vio, ni oído oyó ni han subido en corazón
de hombre, son las que Dios ha prepa-
rado para los que le aman. Es por eso
que debemos luchar legítimamente,
como buenos soldados hasta llegar a
nuestro encuentro con él, como dice el
apóstol. Por qué el señor mismo con vos
de mando, con voz de arcángel, y con
Caminando hacia la luz 125

trompeta de Dios, descenderá del cielo; y


los muertos en cristo resucitaran pri-
mero.
Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para
recibir al señor en el aire, y así estaremos
siempre con el señor. Por tanto, alentaos
los unos a los otros con estas palabras.
Caminando hacia la luz 126

Dedicatoria
Quiero dedicar este libro a todos los pas-
tores y maestros de la palabra del señor
de todas las denominaciones, que se es-
fuerzan por conservar la santidad y el te-
mor a Dios en sus iglesias, y que cada día
dedican su tiempo en el estudio de las sa-
gradas escrituras, para darle a sus reba-
ños un buen alimento espiritual bajo una
doctrina bíblica, y principios que han
sido establecidos por Dios. Espero que
este libro sea de mucha bendición, y
pueda ser una guía para enseñar en sus
congregaciones, y a si mismo puedan
usarlo como un material para evangeli-
zar, y dar a conocer el mensaje de salva-
ción a todas las almas perdidas que
desean conocer la verdad.
Caminando hacia la luz 127

Atentamente
Nilson Castillo Erazo.

Que el señor Jesús les bendiga


Caminando hacia la luz 128

ÍNDICE

Titulo página
1) Agradecimiento. --------------------------------------3
2) Introducción. -----------------------------------------4
3) Manifestaciones de Dios. --------------------------5
4) Jesús Dios manifestado en carne. ---------------9
5) El Espíritu Santo Dios manifestado en
Espíritu. -----------------------------------------------23
6) Jesús, el padre y el Espíritu Santo. ¿Son
el mismo? ---------------------------------------------31
7) El nombre de Dios. --------------------------------35
8) Virtudes del nombre de Jesús. -----------------41
9) Creer en el nombre de Jesús para ser
Salvos. -------------------------------------------------42
10) El bautismo es el nombre de Jesús----------44
11) El nombre de Jesús es nombre sobre
Todo nombre --------------------------------------47
12) El mensaje predicado a través de
Evangelio. -------------------------------------------52
13) Arrepentimiento. ---------------------------------54
14) Bautismo en el nombre de Jesús. ------------57
15) El don del Espíritu Santo. ---------------------66
16) El Espíritu Santo dado por Dios. -------------69
17) El Espíritu Santo se recibe por fe ------------70
18) El Espíritu Santo produce fruto. --------------71
19) El Espíritu Santo reparte dones. -------------74
Caminando hacia la luz 129

20) El Espíritu Santo hace morada


El hombre. -------------------------------------------79
21) La santidad. ----------------------------------------83
23) Los deseos de la carne. -------------------------86
24) Los deseos de los ojos. -------------------------86
25) La vanagloria de la vida. -----------------------89
26) El vestuario en un hijo de Dios. -------------102
27) El dominio propio. -----------------------------112
28) Dedicatoria. -------------------------------------126
29) Índice. ---------------------------------------------128
Caminando hacia la luz 130
Caminando hacia la luz 131

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