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LO QUE LEES?
Por
Luis Alberto de la Cruz Ramos
Ministerio la Gloria de Dios
Hoja Legal
1
Nota: Las citas de la Biblia que se presenta en este material, han sido tomadas
de la versión reina Valera de 1960, por ser la más conocida y fidedigna, las
cuales aparecen en cursiva. El énfasis que se ha colocado en las referencias
(ya sea negritas o entre paréntesis), ha sido con el propósito de resaltar lo más
importante del pasaje bíblico del tema a tratar.
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pensamientos más que vuestros pensamientos”. (Isaías
55:8-9)
Dios ha señalado en su Palabra, que existe en esta
tierra, una iglesia que proclama su verdad, el pasaje
bíblico, hablando el apóstol san Pablo a Timoteo, precisa
“para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la
casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad”. (1 Timoteo 3:15)
La iglesia de Dios, es columna y baluarte de la
verdad, es decir, que sostiene, porque enseña y defiende
la verdad de Dios, y si Dios, ha señalado que hay una
iglesia en esta tierra que enseña la verdad, es importante
preguntarnos ¿realmente importa lo que creo? ¿Mi
creencia forma parte de esa verdad o estoy en el error?
Este asunto mi amigo lector, es algo serio, porque
miles de creyentes cuando Cristo venga se van a llevar la
sorpresa más grande de su vida, y se la van a llevar
porque creyeron que honraban a Dios con sus creencias
y acciones, cuando en realidad le daban la espalada. Las
Escrituras dicen:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel
día: (hablando de su venida) Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos
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fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mat 7:21-23)
“Estas cosas os he hablado, para que no tengáis
tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene
la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que
rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen
al Padre ni a mí.” (Juan 16:1-3)
¿Te imaginas? Habrá gente que pensará que con sus
acciones estaban adorando a Dios, sin embargo, lo triste
es que estaban adorando al diablo, porque la gran
mayoría de los habitantes de este planeta no están
adorando a Dios, pues la Biblia dice:
“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar
una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en
sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un
nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un
leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca
de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande
autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte,
pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la
tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que
había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia,
diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar
contra ella? (Apocalipsis 13:1-4)
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¿Quién es el dragón?
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña
al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12:9)
El dragón es el diablo, ¿puedes creer entonces que el
mundo entero está maravillado, hechizado o fascinado
con una adoración falsa que pre-cursada por el poder
descrito que es la bestia, pero que en el fondo, al que se
le está rindiendo el culto es al mismo diablo? Esto es un
asunto que debe meditarse, y tomarse muy enserio,
porque ninguna religión que se llame cristiana dirá: ¡aquí
se adora al diablo! más las Escrituras no miente, la gran
mayoría de las personas estarán imbuidos en la falsa
adoración que no conduce la Dios verdadero, sino al
príncipe de las tinieblas.
¿Realmente importa saber en dónde está fundada
mi fe?
“Por tanto, es necesario que con más diligencia
atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos
deslicemos. [Es decir, que nos apartemos del
camino].Porque si la palabra dicha por medio de los
ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia
recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros,
si descuidamos una salvación tan grande? La cual,
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habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,
nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos
milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su
voluntad. (Hebreos 2:1-4)
“Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón
está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando
como doctrinas, mandamientos de hombres”. (Mateo
15:8-9)
¿Te das cuenta? Si tú quieres honrar a Dios, pero si
no haces lo que Dios te dice por medio de las Sagradas
Escrituras, o si enseñas algo contrario a lo que él delimitó
en su Palabra, el señor Jesús dijo, que esa adoración no
sirve de nada, es algo hecho en vano, y es que así es
amigo mío, el amor que decimos tener hacia Dios se
traduce en las acciones que hacemos, si realmente lo
amamos, lo vamos a honrar en todo lo que él manda, y
no en lo que nosotros pensamos. El reino de los cielos no
se va ajustar a mis caprichos, sino que mi voluntad es la
que se tiene que ajustar a lineamientos que Dios ya ha
establecido.
“El que me ama, mi palabra guardará….El que no
me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que
habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”.
(Juan 14:23-244)
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En un mundo donde impera una vasta de credos
diferentes ¿Cómo entonces podemos conocer la voluntad
de Dios? ¿Cómo podemos estar seguros de que es la
verdad y cuál es la mentira? A través de la Biblia y sola
la Biblia.
“Tenemos también la palabra profética más segura,
a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día
esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada,
porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Pedro 1:19-
21)
Las Sagradas Escrituras, más que un libro, es el
divino mensaje que Dios ha concedido a la raza humana
para su restauración, es el camino seguro en medio de las
diversas creencias e ideologías de los hombres más
ilustres de este mundo, la Biblia no nos llegó porque el
hombre quiso hacerlo, ni fue por iniciativa humana, sino
que Dios mismo fue el que se encargó de seleccionar a
los escritores de su divino mensaje y la forma en que él
se los reveló a ellos. “Porque no hará nada Jehová el
Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas.”(Amos 3:7) Yo estoy sumamente convencido
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de la veracidad de la Biblia, porque su origen y su
historia demuestran la dirección divina, por eso, mientras
el ser humano se contradice y se confunde la Biblia
presenta una verdad irrefutable, “No os he escrito como
si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y
porque ninguna mentira procede de la verdad”. (1 Juan
2:21) solo los que estén dispuestos a descubrir la verdad
y obedecer lo que Dios mandó, son los que podrán
alcanzar la victoria sobre el pecado y las promesas de
Dios.
Ahora, el estudio de la Biblia es fascinante, no solo
nos da la certeza de lo que es verdadero, no solo nos
muestra el tiempo en el que estamos viviendo, sino que
sus enseñanzas son como a una lámpara que va guiando
nuestros senderos, el que las obedece jamás tendrá
tropiezo alguno, vendrán pruebas y problemas, pero su
fe y su victoria estarán seguros mientras permanezca
confiando en lo que la Santa Palabra de Dios señala.
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
palabra.” (Salmos 119:9)
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que
desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe
que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
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corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.” (2 Timoteo 3:14-17)
No solamente es un libro que posee bendiciones, sino
que el resultado que trae consigo el estudio de la Biblia,
es que Jesús se refleje en mi vida. “Tenemos también la
palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones;” El lucero de la
mañana es Cristo mismo, “Yo Jesús he enviado mi ángel
para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo
soy la raíz y el linaje de David, la estrella
resplandeciente de la mañana. (Apocalipsis 22:16)
¿Cómo es que se realiza la obra de transformación en
el hombre? A través de Biblia.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las
que dan testimonio de mí;” (Juan 5:39)
¿Qué es escudriñar? Es desentrañar, comprender, o
entender lo que está escrito, escudriñar las Escrituras es
más que simplemente leerlas, va más allá, a investigar
todas las cosas bajo el mismo contexto bíblico, y eso
traerá como resultado dos cosas:
1) El conocer a Dios.
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2) Nuestra vida eterna segura en Cristo.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón”. (Hebreos 4:12)
Las Sagradas Escrituras tienen poder para
transformar tu vida, pero esa transformación va apareja
con el actuar, porque de nada sirve leer y no obedecer,
esto mismo lo enseña las Escrituras: “Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia,
recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual
puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos”. (Santiago 1:21-22)
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi
palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a
él, y haremos morada con él”. (Juan 14:23)
El Estudio de la Biblia nos proporciona la presencia
de la santa Deidad, es un pedacito del cielo concedido en
nuestras vidas, también es la verdad que nos liberta de
toda duda e incertidumbre.
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
(Juan 8:32)
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“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”
(Juan 17:17)
“Porque nada podemos contra la verdad, sino por
la verdad”. (2 Corintios 13:8)
Por medio de la Biblia discernimos la verdad y la
mentira, por eso el señor Jesús dijo:
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá
si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia
cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia
gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió,
éste es verdadero, y no hay en él injusticia”. (Juan 7:17-
18)
¿Cómo podemos comprender correctamente las
Sagradas Escrituras?
El estudio de la Biblia resulta una maravilla, cuando
realmente estamos deseosos de descubrir la verdad o de
conocer el mensaje de Dios, “Fueron halladas tus
palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y
por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó
sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.” (Jeremías
15:16) Cuando uno investiga diligentemente las
Escrituras, el alma se irradia de gozo, cosas maravillosas
son las palabras de Jehová, ¿pero porque muy a menudo
no se comprenden en su totalidad los propósitos de Dios?
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Porque muchas veces queremos apoyar o fundamentar
ideas propias que no concuerdan con la verdad bíblica,
y esto produce una confusión de la pura realidad.
Lamentablemente en la actualidad muchos ministros
toman la Biblia para apoyar sus fundamentos humanos y
apartan a toda una congregación de la bendición que
Dios ha prometido.
Cuando se toma a la Biblia para apoyar
pensamientos propios, se está siguiendo los pasos de
Satanás, porque él fue el que tomó las Escrituras para
apoyar sus fundamentos cuando tentó a Cristo en el
desierto. Una autora cristiana comenta acertadamente
que:
…Si escudriñas las Escrituras para defender tus
propias opiniones, nunca alcanzaras la verdad,…
las Escritura no deben adaptarse para satisfacer los
perjuicios y los celos de los hombres… la
compresión bíblica significa obediencia a los
mandatos de Dios.2
¿Tan grave es el asunto de querer poyar mis ideas
con la Biblia, si de todos modos al quererlas apoyar la
estoy escudriñando? No te auto-engañes, escudriñarla
es descubrir que es lo que Dios quiere decir para la
humanidad, pero cuando se toma la Biblia para apoyar
ideas propias se están cometiendo graves pecados:
2
G. de White, Elena, Palabras de vida, Las inmortales enseñanzas de Jesús, México,
Pacific Press Publishing Association, 1983, p.50.
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1. Estoy colocando mi voluntad por encima de la
voluntad de Dios.
2. Estoy torciendo las Escrituras para mi propia
perdición.
3. Estoy siguiendo el camino de Satanás y por
consiguiente me convierto en su agente, ¿de qué
manera? En la manera en que yo presente a una
congregación mis ideas e induzco a creer que eso es
cierto cuando la verdad es diferente, estoy haciendo
el mismo trabajo que Satanás.
¿Cómo puedo entonces estudiar la Biblia? O ¿Cómo
puedo yo saber que lo que estoy comprendiendo de ella
es lo que Dios quiere que yo sepa?
Las Sagradas Escrituras se estudian con el fin de
saber qué es lo que Dios está diciendo, cuando tenemos
esta actitud, Dios ha prometido dirigirnos con su Santo
Espíritu, “Te haré entender, y te enseñaré el camino en
que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”. (Sal. 32:8
Dios ha fijado principios y reglas para que se tenga una
mejor comprensión de la Biblia, estos principios que
están contenidos en la Biblia misma, nos permite
identificar la verdad y el error.
Ahora tomando en cuenta las siguientes
consideraciones o lineamientos que la Biblia precisa
podemos tener una correcta comprensión del texto
bíblico:
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1.- La Biblia, como no es un libro cualquiera, sino
netamente divino, por lo tanto, su correcta
interpretación es espiritual, no procede de la mente
más brillante, sino en la humildad de corazón para
encontrar por la misma Biblia la verdad, es decir, la
Biblia se interpreta sola.
“Lo cual también hablamos, no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las que
enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo
espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas
que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura,
y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.”(1 Corintios 2:13-14)
La interpretación Bíblica es espiritual, he aquí el
error de muchos que quieren comprender sus enseñanzas
humanamente, es decir a su propio criterio, sin embargo
su correcta comprensión es Espiritual, se recomienda
que antes de empezar el Estudio bíblico, se invite a Dios
a través de la oración para que él, el mismo autor que
inspiró su bendito mensaje, sea el que dirija a nuestra
mente a la compresión de toda la verdad.
El apóstol Pablo nos dice “no ceso de dar gracias
por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis
oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo,
el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él,” (Efesios 1:16-17)
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En la experiencia del profeta Daniel, él demandó a
Jehová el pedido de su corazón, al profeta se le había
dado una visión que tenía que ver con su pueblo, sin
embargo no la entendió, “Yo, Daniel, sentí que me
faltaban las fuerzas, y estuve enfermo varios días.
Después me levanté y seguí atendiendo los asuntos del
gobierno de la nación. Pero estaba yo muy preocupado
por la visión que había tenido, pues no podía
comprenderla.” (Dan 8:27 DHH-D) ¿Cómo podría
Daniel entonces entender el mensaje Divino, en el
entendido que su mente finita no podía comprenderlo, y
eso que Daniel fue hallado diez vece mejor preparado
que todos los sabios de Babilonia? Esto confirma, que no
se trata de tener una mente brillante o de poseer grandes
estudios académicos lo que me puede llevar a conocer la
verdad bíblica, sino lo que nos dará la respuesta es lo que
mismo Dios nos dé a través de la oración, tal como el
señor Jesus nos dice “Y todo lo que pidiereis en oración,
creyendo, lo recibiréis”. (Mat 21:22)
¿Cómo fue que el hombre de Dios, el profeta Daniel
encontró la respuesta a sus inquietudes en cuanto al
mensaje divino? La Biblia nos dice: “en el año primero
de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros
el número de los años de que habló Jehová al profeta
Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el
Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio
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y ceniza.” (Dan 9:2-3) “…Oye, Señor; oh Señor,
perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por
amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es
invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo. Aún estaba
hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado
de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de
Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios; aún
estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a
quien había visto en la visión al principio, volando con
presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la
tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo:
Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y
entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la
orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres
muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la
visión.” (Dan 9:19-23)
Entonces ¿qué es lo primero que debemos hacer
antes de estudiar la Biblia? Orar a Dios.
3
G. de White, Elena, Seguridad y Paz en el conflicto de los siglos, México, Pacific
Press Publishing Association, 1913, p.585.
4
G. de White, Elena, Seguridad y Paz en el conflicto de los siglos, México, Pacific Press Publishing Association, 1913P. 651
17
El apóstol Pedro declara “Esto hace más seguro el
mensaje de los profetas, el cual con toda razón toman
ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una
lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día
amanezca y la estrella de la mañana salga para
alumbrarles el corazón. Pero ante todo tengan esto
presente: que ninguna profecía de la Escritura es algo
que uno pueda interpretar según el propio parecer,
porque los profetas nunca hablaron por iniciativa
humana; al contrario, eran hombres que hablaban de
parte de Dios, dirigidos por el Espíritu Santo”. (2 Pedro
1:19-21. DHH5)
El Apóstol Pedro nos enseña, que la Biblia no es de
interpretación privada, es decir, que cada persona lo
interprete a su modo, sino que ella es su misma intérprete
y expositor a la vez. Por eso, cabe resaltar que la Biblia
debe ser la base principal de toda doctrina, ni las
opiniones de sabios ni eruditos se podrá comparar con lo
revelado, ningún argumento humano podrá ser utilizado
como evidencia de la verdad si no tiene un respaldo
Bíblico, antes de aceptar cualquier doctrina o precepto
debemos cerciorarnos si lo autoriza un categórico “así ha
dicho Jehová o escrito está”
Tal como lo expresó Martin Lutero, retomo sus
palabras que expresan una gran verdad:
5
Versión Dios Habla Hoy.
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No se puede llegar a comprender las Escrituras, ni
con el estudio, ni con la inteligencia, vuestro primer
deber es pues empezar por la oración. Pedid al señor
que se digne, por su gran misericordia, concederos
el verdadero conocimiento de su Palabra. No hay
otro interprete de la palabra de Dios, que el mismo
Autor de esta palabra, según lo he dicho todos
seremos enseñados por Dios. Nada esperéis de
vuestro estudio, ni de vuestra inteligencia, confían
únicamente en Dios y en la influencia de su Santo
Espíritu.6
6
G. de White, Elena, Seguridad y Paz en el conflicto de los siglos, México, Pacific
Press Publishing Association, 1913, p.142.
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“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche
a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado,
entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más
nobles que los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando
cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
(Hechos 17:10-11)
No creas que por su cargo o jerarquía que ocupa esa
persona es la garantía que lo que dice es verdad, Cristo
nos amonesta “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que
nadie os engañe.” (Mateo 24:4) “Y muchos falsos
profetas se levantarán, y engañarán a muchos;” (Mateo
24:11) por eso, tú mismo, debes de darte a la tarea de
escudriñar por ti mismo las Santas Escrituras, Dios ha
prometido guiarte por su santo Espíritu a toda la verdad.
2.- La presentación de la verdad bíblica, es
conocida al aceptar todo lo que está escrito, no
colocando lo que pienso por sobre lo que está escrito,
sino atendiendo al mismo sentido del texto.
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sería interpretación más bien seria modificación o
alteración y Dios nunca dio esa autorización.
Este principio, Dios lo señaló por medio de Moisés
en el libro de Deuteronomio, “No añadiréis a la palabra
que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que
guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que
yo os ordeno.” (Deuteronomio 4:2)
El sabio Salomón dirigido por Espíritu de Dios,
señaló: “He entendido que todo lo que Dios hace será
perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se
disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman
los hombres”. (Eclesiastés 3:14)
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Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti,
Y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro,
Y ponga en ti paz”. (Números 6:24-26)