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Tema: “Razones para ser Santos”

Texto: 2 Corintios 7: 1
Introducción: ¿En qué piensa usted cuando oye la palabra santo?: La Biblia
explica que una persona santa es una que está separada, o apartada, del mal
para Dios; una persona santa está apartada para el servicio y la consagración a
Dios. La santidad tiene tres lados o aspectos que nos caracteriza como hijos de
Dios. La santidad en cuanto a nuestra posición. Somos justificados, llamados
santos y justos por nuestra fe en Cristo y su sacrificio en la cruz. La santidad en
cuanto a nuestra orientación. Nos aparatamos del pecado y nos acercamos a
Dios. La santidad en cuanto a nuestra condición. Lo que somos. Esta santidad de
carácter interna comienza en el nuevo nacimiento. En la regeneración,
participamos de la naturaleza de Dios y llegamos a ser sus hijos. Poco a poco,
crecemos en gracia y perfeccionamos (aumentamos) la santidad a medida que
nos sometemos al Espíritu Santo (2 Co 3:18; 7:1). Este proceso alcanza un nuevo
nivel en la glorificación.

I. Dios nos manda a que nos apartemos del pecado


A. El pecado nos conduce al fracaso y a la perdición
B. El pecado nos aleja de Dios y su propósito para nosotros
C. El pecado nos excluye de las bendiciones eternas de Dios

II. Dios nos ha escogido para que seamos sus hijos


A. Para que vivamos y tengamos una mejor esperanza
B. Para que conozcamos el propósito de su voluntad
C. Para que tengamos el privilegio de conocerle a travez de Jesucristo

III. Dios nos ha llamado para que tomemos nuestro lugar con él en el cielo
A. Porque nuestra morada no está en esta tierra
B. Porque su voluntad es que vivamos con él por toda la eternidad
C. Porque el cielo es la herencia de todos los hijos de Dios

Conclusión: El principio de la santidad en nosotros empieza en la regeneración.


En el momento del nuevo nacimiento ocurre un cambio en nosotros . Recibimos
nueva vida de Dios. El objetivo de nuestra santidad es la glorificación. Dios desea
que cada uno de nosotros andemos y vivamos en santidad, ya que sino lo
hacemos no podremos entrar al cielo. Él transformará nuestro cuerpo humilde en
un cuerpo celestial, con deseos totalmente santos, celestiales . Entonces
lograremos el objetivo de la santidad perfecta en nuestra vida.

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