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MOSCAS QUE PRODUCEN MIASIS:

El término miasis se aplica a la enfermedad producida por larvas que viven como parásitos en
los tejidos humanos. Desde el punto de vista clínico, las miasis pueden clasificarse de acuerdo
con la parte del cuerpo afectada (p. ej., miasis nasal, genital, urinaria). El número de moscas
productoras de miasis y la diversidad de ciclos vitales es enorme.

Una miasis específica hace referencia a la miasis producida por una mosca que requiere un
hospedador para el desarrollo de su estado larvario. Un ejemplo importante es el moscardón
humano, Dermatobia hominis, que se encuentra en las regiones húmedas de México y de
Centroamérica y Sudamérica. El moscardón adulto fija los huevos al abdomen de mosquitos o
moscas hematófagas, que, a su vez, distribuyen los huevos mientras se alimentan de la sangre
de un animal o del ser humano. Las larvas entran en la piel a través de la herida creada por la
picadura del insecto. Las larvas se desarrollan en 40-50 días y durante este tiempo aparece una
lesión dolorosa e indurada. Cuando las larvas llegan a la madurez, abandonan el hospedador
para convertirse en pupas. La lesión resultante puede tardar meses en curar y puede producir
una infección secundaria. Si la larva muere antes de dejar el hospedador, se forma un absceso.
Una miasis semiespecífica es la debida a moscas que normalmente dejan los huevos sobre
animales o plantas en descomposición; también se puede desarrollar en un hospedador
cuando su entrada se ve facilitada por la existencia de heridas o erosiones. Como
representantes de este grupo se encuentran el género Phaenicia, la moscarda (Cochliomyia) y
las moscas del género Phormia. La distribución de estas moscas es universal y su presencia
guarda relación directa con condiciones sanitarias deficientes. Ocasionalmente depositan los
huevos en las erosiones o heridas abiertas de animales y del ser humano. Otro grupo causante
de miasis en el ser humano es el de la mosca de la carne o sarcofágida. Estas moscas tienen
una distribución universal y suelen alimentarse de materia en descomposición. Pueden
depositar sus larvas en alimentos que, al ser ingeridos, pueden actuar como fuente de
infección.

Las moscas que producen las miasis accidentales no tienen la necesidad de desarrollarse en un
hospedador. La infección accidental puede producirse cuando los huevos se depositan sobre las
aberturas oral o genitourinaria y las larvas resultantes logran acceder al tubo digestivo o al
aparato genitourinario. Entre las moscas que pueden producir una miasis accidental se
encuentra M. domestica, la mosca común.

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