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UNIVERSIDAD FEDERICO HENRIQUEZ Y CARVAJAL

(UFHEC)

DERECHO ADMINISTRATIVO
Introducción

El Derecho Administrativo, como rama del ordenamiento jurídico, ha


experimentado una transformación sin precedentes en las últimas décadas. Este
fenómeno, conocido como la constitucionalización del Derecho Administrativo, ha
modificado sustancialmente la estructura, funcionamiento y relaciones de la
Administración Pública con los ciudadanos.

La consolidación del Estado constitucional de Derecho ha colocado a la Constitución


en una posición de centralidad, condicionando la validez y el sentido de las normas
que regulan la actuación administrativa.

La creciente importancia de la protección de los derechos fundamentales, el


fortalecimiento del principio de legalidad administrativa y la exigencia de una
"buena administración" basada en principios como la eficacia, eficiencia e
imparcialidad, son algunos de los factores clave que han impulsado este proceso de
constitucionalización.

Analizar en profundidad este fenómeno es crucial, pues la forma en que el Derecho


Administrativo se articula con la Constitución tiene amplias repercusiones en la
organización y funcionamiento de la Administración Pública, así como en las
relaciones entre esta y los ciudadanos.

En las siguientes secciones, abordaremos con detenimiento los principales factores


que han dado lugar a la constitucionalización del Derecho Administrativo, así como
su impacto en diversos ámbitos. Este recorrido nos permitirá obtener una visión
integral y actualizada de esta trascendental transformación jurídica.
MATERIAL CONSTITUCIONALIZACIÓN DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

La constitucionalización del Derecho Administrativo es un fenómeno que ha cobrado


especial relevancia en las últimas décadas, producto de la consolidación del Estado
constitucional de Derecho. En este contexto, la Constitución ha adquirido una posición
central en el ordenamiento jurídico, condicionando la validez y el sentido de las normas
inferiores, incluidas aquellas que regulan la organización y funcionamiento de la
Administración Pública.

Uno de los principales aspectos que ha impulsado este proceso es la protección de los
derechos fundamentales. La Constitución, como norma suprema, establece un catálogo
de derechos que deben ser respetados y garantizados por toda la organización y actividad
administrativa. Ello ha implicado una revalorización de principios constitucionales como
la dignidad humana, igualdad, debido proceso y seguridad jurídica en el Derecho
Administrativo.

Aunado a ello, el principio de legalidad administrativa ha sido fortalecido, pues la


Constitución impone que la actuación de la Administración Pública esté sometida al
imperio de la ley y al control jurisdiccional, limitando sus potestades discrecionales. Esto
ha conllevado a una mayor intensidad del control sobre la Administración, así como la
invalidación de actos y reglamentos que contravengan preceptos constitucionales.

Otro aspecto relevante es la exigencia de buena administración. Principios como la


eficacia, eficiencia, imparcialidad, objetividad y transparencia se irradian desde la
Constitución hacia la actividad administrativa, transformando su estructura, contenido y
funcionamiento.

En este sentido, la constitucionalización del Derecho Administrativo implica una


profunda reconfiguración de esta rama del Derecho, sometiéndola a los mandatos y
principios establecidos en la Carta Magna. Ello ha tenido un impacto significativo en la
organización, procedimientos y relaciones entre la Administración y los ciudadanos,
propiciando una mayor protección de los derechos y garantías constitucionales.

Se refiere al proceso por el cual las normas, principios y garantías constitucionales se


integran e irradian en el ordenamiento jurídico-administrativo, transformando su
estructura, contenido y funcionamiento.

Algunas de las principales razones que han impulsado este proceso son:
1. La expansión del Estado de Derecho: La consolidación del Estado constitucional
de Derecho ha llevado a que la Constitución adquiera una posición de centralidad
en el ordenamiento jurídico, condicionando la validez y el sentido de las normas
inferiores.

2. La protección de los derechos fundamentales: La Constitución, como norma


suprema, establece un catálogo de derechos fundamentales que deben ser
respetados y garantizados por toda la organización y actividad administrativa.

3. El principio de legalidad administrativa: La Constitución impone que la actuación


de la Administración Pública esté sometida al imperio de la ley y al control
jurisdiccional, limitando sus potestades discrecionales.

4. La exigencia de buena administración: Principios como la eficacia, eficiencia,


imparcialidad, objetividad, transparencia, entre otros, se irradian desde la
Constitución hacia la actividad administrativa.

Algunos de los efectos más relevantes de este proceso son:

• La interpretación y aplicación de las normas administrativas de conformidad con


la Constitución.

• La invalidación de actos y reglamentos administrativos que contravengan


preceptos constitucionales.

• La creación de nuevas instituciones, procedimientos y garantías de protección de


los administrados.

• La revalorización de principios constitucionales como la dignidad humana,


igualdad, debido proceso, seguridad jurídica, etc. en el Derecho Administrativo.

• La mayor intensidad del control jurisdiccional sobre la Administración Pública.

En este contexto, la Constitución ha asumido una posición central en el ordenamiento


jurídico, condicionando la validez y el sentido de las normas que regulan la organización
y funcionamiento de la Administración Pública.

Uno de los factores clave que ha impulsado este proceso es la creciente importancia de la
protección de los derechos fundamentales. La Constitución, como norma suprema,
establece un catálogo de derechos que deben ser respetados y garantizados por la
Administración. Ello ha conllevado a una revalorización de principios constitucionales
como la dignidad humana, igualdad, debido proceso y seguridad jurídica en el ámbito
administrativo.

Asimismo, el principio de legalidad administrativa ha sido fortalecido, pues la


Constitución exige que la actuación de la Administración Pública esté sometida al imperio
de la ley y al control jurisdiccional, limitando sus potestades discrecionales. Esto ha
derivado en una mayor intensidad del control sobre la Administración y la posibilidad de
invalidar actos y reglamentos que contravengan preceptos constitucionales.

Otro aspecto relevante es la exigencia de una "buena administración", donde principios


como la eficacia, eficiencia, imparcialidad, objetividad y transparencia se irradian desde
la Constitución hacia la actividad administrativa, transformando su estructura, contenido
y funcionamiento.

Algunas ideas sobre la constitucionalización del Derecho Administrativo:

1. La posición central de la Constitución en el ordenamiento jurídico:

• La Constitución ha adquirido un papel fundamental como norma suprema


que condiciona la validez y el sentido de las normas inferiores.

• Esto implica que la actividad administrativa debe interpretarse y aplicarse


de conformidad con los preceptos constitucionales.

2. La protección de los derechos fundamentales:

• La Constitución establece un catálogo de derechos que la Administración


Pública debe respetar y garantizar en su actuación.

• La revalorización de principios constitucionales como la dignidad


humana, igualdad y debido proceso en el ámbito administrativo.

3. El fortalecimiento del principio de legalidad:

• La Constitución somete la actuación de la Administración al imperio de la


ley y al control jurisdiccional.

• Esto limita las potestades discrecionales de la Administración y aumenta


la intensidad del control sobre sus actos.

4. La exigencia de una "buena administración":


• Principios como la eficacia, eficiencia, imparcialidad, objetividad y
transparencia se irradian desde la Constitución hacia la actividad
administrativa.

• Esto transforma la estructura, contenido y funcionamiento de la


Administración Pública.

5. El impacto en la organización y relaciones administrativas:

• La constitucionalización del Derecho Administrativo implica una


profunda reconfiguración de esta rama del Derecho.

• Ello se traduce en nuevas instituciones, procedimientos y garantías de


protección de los administrados.

Estas ideas demuestran cómo la consolidación del Estado constitucional de Derecho ha


llevado a que la Constitución ocupe un lugar central en la definición y transformación del
Derecho Administrativo, con importantes repercusiones en la organización y
funcionamiento de la Administración Pública.

Otros aspectos importantes que no podemos dejar atrás:

La irradiación del control de convencionalidad: Más allá del control de


constitucionalidad, la constitucionalización del Derecho Administrativo implica también
la necesidad de someter la actuación administrativa al control de convencionalidad. Esto
significa que la Administración Pública debe velar por la armonización de sus actos y
decisiones con los instrumentos internacionales de derechos humanos.

La emergencia de nuevos principios administrativos: El proceso de


constitucionalización ha dado lugar a la consolidación de principios como la buena fe, la
confianza legítima, la proporcionalidad y la tutela judicial efectiva como pilares
fundamentales del Derecho Administrativo. Estos principios, de raigambre
constitucional, imponen nuevas exigencias a la Administración.

La participación ciudadana como garantía constitucional: La Constitución, al


establecer el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos, ha
transformado los procedimientos administrativos, exigiendo una mayor apertura y
transparencia en la toma de decisiones que afectan a los administrados.
La responsabilidad patrimonial del Estado como deber constitucional: La
consagración constitucional del derecho a la reparación de los daños causados por la
actuación administrativa ha generado mayores obligaciones indemnizatorias para la
Administración, limitando su discrecionalidad.

Más allá del control de constitucionalidad tradicional, la constitucionalización ha


implicado la incorporación del control de convencionalidad como una exigencia
ineludible para la Administración Pública. Esto significa que los actos y decisiones
administrativas no solo deben armonizarse con la Constitución, sino también con los
instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado. Esta doble
perspectiva de control fortalece la protección de los derechos fundamentales y las
libertades públicas frente al poder estatal.

Aunado a ello, el proceso de constitucionalización ha dado lugar a la consolidación de


nuevos principios administrativos que tienen su raíz en la Carta Magna. Principios como
la buena fe, la confianza legítima, la proporcionalidad y la tutela judicial efectiva se han
erigido como pilares fundamentales del Derecho Administrativo, imponiendo a la
Administración deberes de actuación más exigentes en sus relaciones con los ciudadanos.

Otro aspecto relevante es la transformación de los procedimientos administrativos,


impulsada por el reconocimiento constitucional del derecho de participación ciudadana
en los asuntos públicos. Esto ha exigido una mayor apertura y transparencia por parte de
la Administración en la toma de decisiones que afectan a los administrados, generando
nuevos mecanismos de consulta, intervención y control social.

Igualmente, la consagración constitucional del derecho a la reparación de los daños


causados por la actuación administrativa ha generado mayores obligaciones
indemnizatorias para el Estado, limitando su tradicional discrecionalidad y fortaleciendo
la responsabilidad patrimonial como un deber constitucional ineludible.
Conclusión

A lo largo de este análisis, hemos podido apreciar la profunda transformación que ha


experimentado el Derecho Administrativo como resultado de su creciente
constitucionalización. Este fenómeno, derivado de la consolidación del Estado
constitucional de Derecho, ha colocado a la Constitución en una posición central del
ordenamiento jurídico, condicionando la validez y el sentido de las normas que regulan
la actuación de la Administración Pública.

La protección de los derechos fundamentales, el fortalecimiento del principio de legalidad


administrativa y la exigencia de una "buena administración" basada en principios como
la eficacia, eficiencia e imparcialidad, han sido factores clave que han impulsado este
proceso de constitucionalización. Dichos elementos han irradiado desde la Carta Magna
hacia el Derecho Administrativo, reconfigurado sus estructuras, procedimientos y
relaciones con los ciudadanos.

Como hemos visto, la constitucionalización ha tenido un impacto significativo en


diversos ámbitos, tales como la creación de nuevas instituciones y garantías de
protección, la intensificación del control jurisdiccional sobre la Administración y la
revalorización de principios constitucionales en el quehacer administrativo. Todo ello ha
derivado en una mayor salvaguarda de los derechos y libertades de los administrados
frente al poder público.

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