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Género: Dramaturgia
Seudónimo: Arroz
“Madre
11. f. Cauce por donde ordinariamente corren las aguas de un río o arroyo.
14. f. Heces del mosto, vino o vinagre, que se sientan en el fondo de la cuba.
Madre
2
“No hay nadie más”. Dije. “En este universo solo estamos tú y yo”.
El huevo
De Andy Weir
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GABRIELA, tiene quince años y el pelo muy corto.
LEONARDO, tiene algunos menos de los sesenta que aparenta y los ojos tan
blancos que no ve.
TETÉ, tiene muchos más de los cincuenta que ella aparenta y bien cascada la
voz.
LA SEÑORA.
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I
GABRIELA
“(…) por último, Gabriela. Esto queda apenas de mí: cenizas. Yo sé que es
poco, pero hay más y te lo prometo. Esto queda apenas de mí: cenizas y una
promesa. Y un deseo. Un querer que cruzará, yo lo sé, mi propia nada y
seguirá sonando enorme a través de tu voz y de tu sangre. Este querer último,
Gabriela, te lo pido a ti. Descansar ahí, en el lugar donde nacen las olas.”
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II
El perfume del pan casero con BLANCA y con GABRIELA y con la urna
también sentada a la mesa. Un ruido breve como de algo que se cae o que se
levanta.
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
Pero estamos en Villa Serrana: acá hay sierra y no hay mar; menos hay olas.
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
Se puede ir en el día y sí, sos mi abuela, pero también tenés el pelo blanco y
entonces sos Blanquita, Blanquita.
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BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
¿Soy su hija?
BLANCA
BLANCA
Esa no es mi hija.
GABRIELA
BLANCA
Esa no es mi hija.
GABRIELA
BLANCA
Esa no es tu madre.
GABRIELA
Y yo te quiero a vos como se quiere a una madre, pero no sos mi madre; sos
mi abuela. Y sea polvo o sea ceniza, sea el aguante o sea el abandono, sea la
palabra que dice en la hoja o sea el silencio que nunca se fue; dice que es mi
madre. Y si dice que es mi madre, capaz lo es. Lo digo entonces fuerte y lo
digo entonces más claro: fue mi madre. Y ahora que lo pienso creo que sí, creo
que quiero que descanse. Y si ayudando a que descanse la puedo conocer,
entonces la quiero conocer.
BLANCA
Ya te lo dije hoy, te lo dije ayer, y también antes de ayer: no hay nadie para
conocer.
8
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
GABRIELA
BLANCA
9
Te voy a ayudar a vos solamente como te ayudo y te ayudé siempre: te prohíbo
que vayas y te prohíbo que la nombres.
GABRIELA
¿Qué no hizo Ruth para dejar de ser hija y dejar de ser madre?
BLANCA
¿Quién anda aquí en esta casa del amparo del Señor haciendo ruidos que no
dejan pensar? ¿Quién está entre las sombras oculto atormentando o
inquietando? Si sos un fantasma, o la cuarta parte de un fantasma, o la mera
esencia del nombre que se nombró y que no voy a volver a nombrar, aparecé
valiente y enfrentate al terror de mi presencia infatigable. Los abandonos no se
perdonan. Esta es mi casa y acá las cosas se hacen como yo digo que se
tienen que hacer. Y punto final.
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III
LEONARDO
Mis manos están secas, pero son tus manos. ¿Qué necesitás?
GABRIELA
LEONARDO
Yo soy más que vecino desde siempre para vos. ¿Por qué cargas con esa urna
así?
GABRIELA
LEONARDO
Blanquita la quiso, pero ella se fue porque pasaron cosas. Yo la quise, pero ella
se fue porque pasaron cosas. Cosas algunas que oí que se dijeron, cosas que
pasan en un pueblo, pero como ya ves, cosas que no pude ver bien. Ruth.
¿Cómo sabes que es de verdad la carta y el pedido y tu madre así?
GABRIELA
LEONARDO
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Cosas que no puedo saber bien ni puedo decir tampoco. Pero estás acá.
¿Estás segura de todo esto?
GABRIELA
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
Fui muchas veces a Piriápolis. Fui muchas veces a los cerros. Fui muchas
veces a la a la costa. Es un camino largo de un día de a pie y de una tarde si
corta si vas motorizada. No te olvides: siempre hay tiempo. ¿No vas a festejar
tu cumpleaños hoy conmigo y con la gente que te quiere?
GABRIELA
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
12
GABRIELA
LEONARDO
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
GABRIELA
13
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
GABRIELA
LEONARDO
Necesito que la próxima vez que nos veamos dejes de mirarme las manos y
empieces a mirarme a los ojos.
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IV
GABRIELA
De ninguna manera.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
El mundo es lo que vos quieras que sea. Este puede ser todo tu mundo si vos
lo querés.
LEO
15
Este mundo no es el que yo quiero. Yo quiero un mundo más grande. Un
mundo con cosas que no conozco y que quiero conocer.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
Y cuarto: entendiste todo y aún así no me dejás hacer lo que tengo que hacer.
LEO
Yo puedo hacer lo que tenga que hacer para que vos hagas lo que tengas que
hacer. Puedo llevarte el frasco feo ese.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
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Dice tu padre que hay el tiempo justo para ir a paso seguro.
LEO
GABRIELA
LEO
Se ríe GABRIELA.
LEO
Te puedo cuidar.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Sí. Te prometo que te voy a cuidar y que voy a hacer todas las cosas que sean
necesarias. Voy a tener la botellita de agua siempre cargada. Voy a ponerte el
gorro para el sol y a juntártelo cuando se te caiga. Voy a llevar la mochila y te
prometo que no te la voy a hacer cargar. Voy a caminar con cuidado para que
no entren piedritas en los zapatos y a saltar bien alto cuando haya que treparse
a algún árbol. Voy a leerte un cuento si querés quedarte dormida y a
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despertarte temprano cuando todavía sea de noche. Te prometo que te voy a
cuidar y que voy a hacer todas las cosas que sean necesarias.
GABRIELA
LEO
Es solamente un día.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
¿Y tu mamá?
LEO
¿Y Blanquita?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
¿Y tu papá?
LEO
18
GABRIELA
LEO
Se detiene GABRIELA.
GABRIELA
LEO
No.
GABRIELA
LEO
LEO
GABRIELA
¿Qué?
LEO
No sé nadar.
19
GABRIELA
20
V
DOMINGO
GABRIELA
Es mi vecino.
DOMINGO
LEO
DOMINGO
LEO
DOMINGO
Lo que yo te dije también... No hago más que querer cuidarlos; ustedes son el
futuro.
GABRIELA
DOMINGO
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Piriápolis… ¿No te enteraste que hoy es domingo? Pasa uno solo y pasa en
una hora.
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
LEO
GABRIELA
Leonardo me dijo que el cobro era exactamente el que tenía que ser; ni más, ni
menos. Y debería no ser menos de dos pasajes.
DOMINGO
LEO
GABRIELA
DOMINGO
Un pasaje es lo que tenés para cobrar. Una hora tenés para decidir.
GABRIELA
22
…
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Creo que no te voy a poder cuidar todo lo que te tengo que cuidarte; aunque
prometí hacer lo que tenga que hacer para que vos hagas lo que tenés que
hacer. ¿Será que a veces hacer lo mejor es hacer nada? Creo que lo mejor
ahora es que vos compres el pasaje.
GABRIELA
LEO
Sí.
GABRIELA
¿A mí suerte?
LEO
GABRIELA
¿Y la vuelta?
LEO
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La vuelta es la vuelta; se disfruta más y con suerte se vuelve con el pecho
inflado y la cabeza tranquila. Podes venir por la ruta, caminando, haciendo
dedo o esperando algo de alguien.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
DOMINGO
Sería una verdadera pena que no pudieran ir juntos… ¿Cuántos años tiene?
LEO
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
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Yo entiendo de ganas y de voluntad que así avanza uno en la vida. Entonces
festejar tu cumpleaños no querés, y tantas ganas de ir a Piriápolis no tenés; el
que quiere y tiene ganas, cuando le cierran una puerta se mete por la ventana.
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
El precio de la necesidad.
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
Si estás curiosa me podes acompañar a ver si queda hay algún pasaje más…
Pero calladita, porque tengo acá en Villa Serrana la reputación de un caballero,
y quiero que valores que la estoy poniendo en juego toda por vos.
LEO
GABRIELA
DOMINGO
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No sé; vamos a revisar juntos… ¿Habrá?
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
DOMINGO
GABRIELA
Voy.
DOMINGO
Vení.
GABRIELA
DOMINGO
LEO
GABRIELA
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simplemente queda. Cuenta uno, cuenta dos, cuenta cinco, y cuenta diez. Si
hubiera contado sesenta hubiera coincidido con el grito de dolor enorme desde
las profundidades y con el ímpetu que emerge desde la oscuridad.
GABRIELA
¡Corré conmigo!
LEO
¿Estás bien?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
¡Salgamos ya de acá!
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VI
LEO
¿Estás bien?
GABRIELA
LEO
Hablame.
GABRIELA
LEO
Por favor.
GABRIELA
Bueno.
LEO
GABRIELA
No.
LEO
GABRIELA
LEO
28
Eso te hizo.
GABRIELA
¿Y si no llegamos a tiempo?
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Al menos nos quedamos con la bola de hierro. No sabemos para qué es; pero
es mucho más que nada. ¿De verdad le cortaste la lengua?
GABRIELA
LEO
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Me dejás sin palabras.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
De hecho, creo que podrías ser un gran poeta. Un poeta del chiste y de la vida.
LEO
“Las vacas no bailan; las niñas no cantan. Los niños son rudos; los monstruos
peludos.”
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Al final ya soy grande y siendo poeta me pagan muy mal; hice reír, pero igual
viajo a pata.
GABRIELA
LEO
Si vos sos una vieja yo soy un adulto; dejémoslo así mejor: dos niños.
GABRIELA
30
Un auto o un camión o una camioneta pasa y los dedos pulgares a GABRIELA
y a LEO se les vuelven locos.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
¿Porque haya pasado lo que haya pasado se fue cerca para ahorrarse camino,
pero lejos para no conocer a nadie, cerca para no extrañar las sierras y los
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cerros, pero lejos para vivir en el mar, cerca para saber de vos, pero lejos para
que no sepas de ella?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
Ese papel es una carta y esas palabras son la voz de Ruth, mi madre.
LEO
GABRIELA
LEO
¿Y tu padre existe?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
32
No sé bien cuánto es; pero es mucho más que nada.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
No lo sé. Ahora, por primera vez, creo que sí. Sí. Estoy triste. ¿Está bien estar
triste?
LEO
GABRIELA
LEO
Astronauta.
GABRIELA
¿Quién?
LEO
33
En la escuela me preguntaron: que qué quería ser cuándo fuera grande.
Primero dije “feliz” y me dijeron que eso no era una respuesta. No supe qué
decir. Después pensé y ahora lo sé: quiero ser un astronauta.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Empecemos.
LEO
34
VII
La música radio de hombres que hablan y que hablan y que se cortan y hablan
llena la cabina ya atiborrada de cosas de cabina sin lujos de camión. El calor y
el ruido a voces lejanas lo acurrucan a LEO que descansa entre el crepúsculo
bañándole una cara y el regazo de GABRIELA cuidándole la otra.
CAMIONERA
Nos va a llevar más tiempo del normal porque desvío por un camino más largo.
Disculpe, señorita. Créame, no lo hago por mí, lo hago por ellas. Ellas las
vacas. La ruta corta está deshecha. Si se van a ir de este mundo, mejor que
viajen cómodas. ¿Entiende lo que digo? La ruta larga está nueva. Por Pan de
Azúcar. Es lindo Pan de Azúcar. Y así se quedan ellas un rato más por acá.
Les damos más tiempo. Y miran el paisaje. ¿Entiende lo que digo? Pobres
bichas.
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
35
Gracias por llevarnos.
CAMIONERA
GABRIELA
Recibí las cenizas de mi madre fallecida y las estoy llevando al mar para que
pueda descansar.
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
36
CAMIONERA
No.
GABRIELA
¿Comés?
CAMIONERA
Conduzco.
GABRIELA
¿Te aburrís?
CAMIONERA
Sí. No. A veces es aburrido; pero así es la vida. Todo no se puede. ¿Entiende
lo que le digo? Es normal aburrirse. Pero la mayoría del tiempo no. Conduzco.
Sola. Miro la ruta. Miro los paisajes. Mire para afuera: estamos empezando a
pasar por una zona muy vistosa, de dinero y de casas con dinero. Hay mucho
dinero en este mundo. Y se ve muy bien. Algunas veces, como hoy que no se
ve, miro la niebla.
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
Que linda pregunta esa. Usted hace muy lindas preguntas. Yo le diría que las
olas son como latidos. Se oyen de a una. A veces vienen más rápido y a veces
más lento, según lo agitado que esté. Las olas son el mar que está vivo.
¿Entiende lo que le digo? Como el tiempo pasando, infinito hasta que un día ya
no pasa.
37
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
Que lindas preguntas que hace. No son normales, pero son hermosas. En el
mar. Nacen en el mar. Profundo. Como nace todo. Del agua venimos y hacia el
agua vamos. ¿Entiende lo que digo?
GABRIELA
CAMIONERA
CAMIONERA
Pobres bichas.
GABRIELA
CAMIONERA
No, señorita. El camión. Usted ahora por un rato y mañana quién sabe. Todo
es muy frágil.
38
Las vacas mugen inquietas.
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
Tampoco tiene por qué. Como las vacas: tal vez si hubiera tenido más tiempo
se hubiese alargado su sufrimiento.
CAMIONERA
GABRIELA
El correo.
CAMIONERA
Sí, señorita. Entiendo. Eso es normal. Pero, ¿quién las puso en una urna y se
las dio al correo para que el correo se las diera a usted?
GABRIELA
39
…
CAMIONERA
Pobres bichas.
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
He mirado muchas cosas ya, pero esta niebla es espesa como yo no he visto.
GABRIELA
CAMIONERA
GABRIELA
CAMIONERA
40
¡¿Qué está haciendo una vaca en el medio de la ruta así?!
Las vacas mugen desesperadas y los frenos tapan sus mugidos y los gritos
tapan los frenos y el sonido lata metal hierro contra asfalto que tapa el sonido
de los gritos. Silencio y las vacas mugen simplemente. Oscuridad.
41
VIII
GABRIELA
¿Por qué las hijas somos madres de las madres? ¿Cómo su sangre sigue
siendo nuestra sangre? ¿O por qué a las hijas nos pesan nuestras madres?
¿Qué hicimos además de nacer? ¿Qué hay que hacer además de vivir? ¿Para
qué siguen naciendo niñas? ¿O cómo los años se olvidan de lo malo a veces?
¿Para qué seguir con esto? ¿Quién es ella? ¿Y quién soy yo?
Pero igual voy a seguir. Quiero viajar muy lejos para seguirme encontrando
muy adentro; aunque el mundo que descubra sea el mundo que me invente yo.
Quiero ver quién está ahí: rodeando lo que fui, dando forma a lo que soy,
proyectando lo pueda ser. Quiero conocer a mi mamá. Porque sigo cansada de
tanto no saber; pero estoy ansiosa de empezar a preguntarme.
Las vacas que mugen simplemente libres caminantes por un campo sumergido
en la niebla. La urna a los brazos de GABRIELA.
42
IX
Vacas libres caminantes por el campo en niebla y GABRIELA y LEO por ahí
perdidos por ahí; buscándose.
GABRIELA
¿Estamos?
LEO
Estamos…
GABRIELA
Te lo voy a preguntar una sola vez y por el cariño que sé que me tenés te pido
que me contestes con el corazón: ¿querés volver a tu casa?
LEO
No.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
No.
GABRIELA
LEO
43
Yo te quiero a vos.
LEO
GABRIELA
Siempre hay tiempo. Vamos caminando y si algo aparece, movemos los brazos
y pedimos por favor. Si seguimos la ruta, vamos a pasar por una estancia; si
pasamos la estancia, vamos a pasar por una escuela; si pasamos la escuela,
vamos a pasar por Pan de Azúcar; si pasamos por Pan de Azúcar, Piriápolis
está al amanecer.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Por acá nada aparece. Si siempre hay tiempo quiero hacerme un tiempo:
necesito comer. Por favor.
GABRIELA
Sí.
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LEO
GABRIELA
Sí.
LEO
GABRIELA
Vamos.
LEO
¿Y el camión?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
Necesitamos comida, baño y abrigo. Ella está triste por la vaca en la ruta, y ya
hizo lo que tenía que hacer por nosotros. Eso está bien; ni más, ni menos.
Vamos a seguir por la ruta. Vamos a confiar en las luces.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
45
Conozco a un poeta que dice que no tiene la menor idea, pero que suena muy
bonito. Hagámoslo. Ya hay un poco menos de niebla.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
46
¿Y si al final no hay nadie, solo cenizas, polvo?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Creo que tengo miedo. Esta noche; así de esta manera. Tengo miedo.
GABRIELA
Mirá.
LEO
GABRIELA
Allá.
LEO
No veo nada.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
47
No me estoy sintiendo nada bien.
GABRIELA
Más adelante hay algunas luces que parecen de una construcción de una
casa…
LEO
Estoy mal.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
¿Leo?
Atolondrado cae LEO al suelo duro de un frío que lo sostiene. GABRIELA grita
y la oscuridad la ahoga. Se lo quita al suelo como puede. Avanza, torpe pero
extraordinaria, con un cuerpo arriba y las cenizas a cuestas hacia la luz. Y en el
camino, la oscuridad.
48
X
Un hogar es donde una o más personas viven, sienten seguridad, calma, y paz.
Luces bajas y cálidas, pero luces al fin, seguras. El perfume delicioso de una
mesa llena de cena casera y con la urna ya sentada en la mesa. LEO observa
que es mirado.
GABRIELA
¿Ves la luz?
LEO
Te veo a vos.
TETÉ
Nos asustaste por un rato. Después vimos que dormías. Estás cansado.
LEO
¿Dónde es acá?
TETÉ
Acá es donde te vamos a dar comida, abrigo y baño. Pero antes te vamos a dar
un vaso con agua.
GABRIELA
LEO
TETÉ
¿No te alcanza conmigo? Ella te estuvo cuidando y ahora te cuido yo. Ya tenés
abrigo; acá, tenés comida. Y cómo lo último siempre será lo primero, allá, el
baño.
49
LEO se adentra en la casa a encontrarse con el baño.
GABRIELA
TETÉ
Este es nuestro hogar y hoy este hogar queremos compartirlo con ustedes.
GABRIELA
TETÉ
GABRIELA
TETÉ
GABRIELA
TETÉ
Pobre tu madre. Seguro fue una gran madre y una gran mujer. Lo siento
mucho.
GABRIELA
LEO
Hay luces en los espejos del baño; hay luces en las escaleras; hay luces en los
rincones; hay muchos cuartos y hay más de una escalera; hay estufas y hay
alfombras; hay cosas que vi. Gabriela: lo que vi... También hay un rico olor.
50
TETÉ
LEO
TETÉ
LEO
TETÉ
Vos pescás los olores que querés, y no los pescados que aparecen; vas a
tener que cuidarte.
LEO
¿Y La Señora?
TETÉ
¡Que insistente con La Señora! La Señora llega cuando tiene que llegar.
LA SEÑORA
LEO
LA SEÑORA
51
GABRIELA
TETÉ
GABRIELA
TETÉ
LEO
TETÉ
Suena mejor como canción, aunque una le cambie alguna palabra cada tanto.
GABRIELA
Estamos cansados y nos queda camino; la ayuda que nos dan nos llena de
alegría en esta noche.
LA SEÑORA
Todas las noches tienen un final; y todos los finales tuvieron una noche.
GABRIELA
No falta mucho para la hora a la que tenemos que llegar y muy pronto tenemos
que seguir.
LA SEÑORA
52
No falta mucho para que termine tu cumpleaños. Feliz cumpleaños.
TETÉ
GABRIELA
¿Gracias…?
LA SEÑORA
Ya te lo dijeron antes y te lo dijeron con razón: siempre hay tiempo para el paso
seguro.
GABRIELA
LA SEÑORA
LEO
TETÉ
LEO
TETÉ
GABRIELA
Yo quiero saber.
53
Las vistas se nublan con el tintineo repentino de la luz que, al final, vuelve más
brillante.
LA SEÑORA
GABRIELA
¿Conoció a mi mamá?
LA SEÑORA
Sí.
GABRIELA
LA SEÑORA
GABRIELA
¿Y ella me quiso?
LA SEÑORA
Mucho.
GABRIELA
LA SEÑORA
...
GABRIELA
…
54
LA SEÑORA
GABRIELA
TETÉ
LEO
LA SEÑORA
Leo.
LEO
¿Señora?
LA SEÑORA
55
XI
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Es largo el camino.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
56
Feliz no cumpleaños.
GABRIELA
LEO
Tal vez no seas una vieja, pero a esta hora te pareces más a una adulta.
GABRIELA
LEO
Me gusta esta idea: juguemos a que sos adulta y después lo vamos viendo.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Me quedé pensando.
GABRIELA
Yo también.
LEO
57
Me quedé pensando en lo que dijo.
GABRIELA
Yo también.
LEO
No. En una cosa que me dijo en un momento como cualquier otro. Lo que vi es
para ver el futuro.
GABRIELA
¿Y qué viste?
LEO
GABRIELA
¿Y qué viste?
LEO
No lo vi.
GABRIELA
LEO
Pero ese es el punto: si una bola de cristal sirve para ver el futuro, ¿para qué
puede servir una bola de hierro?
MINNIE
58
¿Qué buscan por mi esquina una mujer y un hombrecito a las horas en que los
niños duermen y las señoras se hacen las dormidas?
LEO
Buscamos seguir como haya que seguir. No tenemos tiempo para dormir ni
para hacernos los dormidos.
MINNIE
LEO
MINNIE
GABRIELA
No.
MINNIE
GABRIELA
MINNIE
LEO
Venimos de ruta en ruta y ahora hay calles y más calles. ¿Sabés cuál es el
camino?
MINNIE
LEO
59
El más corto; el que nos lleve a la costa.
MINNIE
La costa desde acá es un rato no tan largo pero un rato al fin. ¿Por qué no
vamos al arroyo que es más cerca y hay ojos que no miran y labios que
ocupados no hacen preguntas?
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
MINNIE
Hola Gabriela con una historia. Yo soy Minnie con mil historias. ¿De qué se
trata tu historia y por qué me puede interesar?
60
GABRIELA
Si sos hija, la vas a querer escuchar. Si sos madre, la vas a querer ver.
MINNIE
Contame más.
GABRIELA
Ayer cumplí quince años y hoy estoy acompañando a mi madre a quien nunca
conocí a que pueda descansar en paz. Ese fue el deseo último que dejó: que
yo, su hija, esparza sus cenizas en el mar a las cinco y cuarenta y cuatro del
día de hoy.
MINNIE
Yo soy madre y soy hija. Y también soy mujer y me gustas vos y tu historia.
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
61
XII
Las luces de Pan de Azúcar van quedando detrás de los pies largos y otros
cortos y otros pesados; el Cerro inmenso y la Cruz los contemplan desde todos
los sitios.
LEO
¿Cuánto falta?
MINNIE
LEO
MINNIE
LEO
MINNIE
LEO
MINNIE
Sé de algunas cosas para las que se puede usar una bola de hierro.
LEO
¿Para qué?
MINNIE
No te lo puedo decir.
62
LEO
MINNIE
Menos.
LEO
Estoy cansado.
MINNIE
LEO
¿Por qué cantan tan alborotados esos pájaros si la noche es noche y la noche
cansa?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
MINNIE
Mi mamá contaba que son las madres llamando a sus hijos. Al borde de la
noche, llamándolos para que sepan a dónde volver; al borde de la mañana,
llamándolos para que comiencen el día. Yo siempre hice lo mismo.
GABRIELA
¿Y qué pasó?
MINNIE
63
Crecieron; echaron alas; hicieron otros nidos; algunos volaron lejos y otros
quedaron cerca. A algunos les hablo algunas veces y algunos otros no me
dejan hablarles.
LEO
MINNIE
Piensan que no saben o no quieren saber; piensan que soy un animal o algún
tipo de cosa. No lo sé, pero lo lamento casi todas las mañanas. Gabriela: me
diste tu historia. Te escuché sobre no recordar y sobre no saber; sobre el
silencio y sobre las palabras en papel; te escuché sobre las dudas y sobre
extrañar lo que no conocés. Te oí y te lo agradezco mucho. Ahora me gustaría
contarte yo a vos. ¿Me querés escuchar?
GABRIELA
Te oigo.
MINNIE
64
MINNIE
GABRIELA
¿Y vos?
MINNIE
LEO
¿Qué es?
MINNIE
Llegaron: es el mar.
LEO
MINNIE
GABRIELA
65
Suena el mar y canta el monte; lejos, cerca.
MINNIE
Ya casi llegamos a las olas, y las olas son el final del camino. Yo no llego hasta
ahí, así que los dejo aquí. Me vuelvo al pasado.
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
MINNIE
GABRIELA
Gracias.
GABRIELA
...
LEO
MINNIE
LEO
66
Esperá. No te vayas. Esto es para vos. Hay bolas para ver el futuro; esta es
una bola para no ver el pasado. Al menos hasta que quieras verlo. Sirve para
aferrarte a lo que fue, hasta que quieras lo que va a venir. Ya vas a saber hasta
cuándo, y en ese momento, la soltás. Mientras tanto, hasta entonces. Te deseo
mucha suerte.
67
XIII
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
Es inmenso.
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
No sé. Creo que no. Creo que quiero más. Pero por ahora está bien. Ya
aprenderé a nadar y veré otros mundos. Hoy no es el día.
GABRIELA
Es allá. Donde termina un cerro y empieza el mar. Allá donde tiene que haber
un muelle. Me lo imagino viejo. Roto. Un muelle de madera oxidada que se
mete tímido en el agua a mojarse un poquito los pies.
LEO
68
¿Después nos podemos mojar las patitas?
GABRIELA
LEO
¿Y después?
GABRIELA
LEO
¿Y después?
GABRIELA
LEO
¿Y después?
GABRIELA
LEO
¿Qué cosa?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
69
Yo también.
LEO
No creo que sea el cansancio. Creo que es el aire que nos llega. Sentí.
Suena el mar.
LEO
¿Esto ya es el día?
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
¿Lo justo?
GABRIELA
Falta lo justo.
LEO
GABRIELA
LEO
70
GABRIELA
Ahí.
LEO
¿Será?
GABRIELA
Eso parece.
LEO
Es inmenso. No se moja las patitas; se moja una pierna entera. ¿Tenemos que
ir hasta la puntita?
GABRIELA
LEO
No.
GABRIELA
Entonces sí; tenemos que ir hasta la puntita más puntita del muelle a la punta
sur del sur de este lugar.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
71
¿Qué es eso allá?
GABRIELA
¿Allá dónde?
LEO
Allá en la puntita más puntita del muelle a la punta sur del sur de este lugar.
GABRIELA
LEO
Es una persona.
GABRIELA
Es una persona.
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
GABRIELA
LEO
72
Tengo miedo.
GABRIELA
No lo tengas. Todo lo hoy que tuvo que ser hoy, fue. Y a esta hora, que sea lo
que tenga que ser.
73
XIV
Al filo del mar y al filo del sol; LUNA espera con los pelos al viento al final y al
principio de todas las cosas.
LUNA
Hola Gabriela.
GABRIELA
Hola.
LUNA
¿Cómo estás?
GABRIELA
LUNA
LEO
LUNA
LEO
LUNA
LEO
¿Cómo?
LUNA
74
Palabras que vienen, palabras que van. Es corta la distancia de Villa Serrana a
Piriápolis. Se oye todo.
LEO
A nosotros nos llevó un día entero; y a Gabriela le costó lo que una vida.
LUNA
Lo sé. Lo lamento.
GABRIELA
¿Quién sos?
LUNA
Me llamo Luna.
GABRIELA
LUNA
Te estaba esperando.
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LEO
LUNA
LEO
75
Ahí nacen las olas.
LUNA
LEO
Es muy hermoso.
LUNA
¿Verdad que sí? Acá es donde termina todo y donde todo vuelve a nacer.
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LUNA
No es tan fácil. Todo a su tiempo que todavía sigue faltando. Perdón. Hago lo
que puedo.
GABRIELA
Lo siento.
LUNA
GABRIELA
76
…
LUNA
GABRIELA
Ya lo sé.
LUNA
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LUNA
No lo fue.
GABRIELA
LUNA
77
Sos enorme; en mi mente vos seguías siendo una niña. Supongo que en las
historias que nos cuentan todas parecemos niñas.
GABRIELA
Supongo que hay que contar mejor las historias o habrá que aceptar que todas
somos niñas, aunque ya no lo seamos.
LUNA
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
LUNA
GABRIELA
¿Lo sabe?
LUNA
Siempre lo supo.
GABRIELA
LEO
LUNA
78
GABRIELA
¿De qué?
LUNA
GABRIELA
LUNA
¿Lo hacemos?
GABRIELA
Bueno.
LUNA
GABRIELA
LUNA
Me dijo que te había hecho una promesa. Hizo lo que pudo, pero la cumplió.
GABRIELA
LUNA
¿Vamos?
GABRIELA
Vamos.
La urna al sol que lo baña todo y las cenizas al viento y Ruth al lugar donde
nacen las olas.
79
XV
GABRIELA
“Por último, Gabriela, esto queda apenas de mí: vos. Y si tu voz me dice ahora
somos el eco y vos una mujer; yo cumplo entonces la promesa y vos cumpliste
mi querer. ¿Cómo se le agradece a una hija que se convirtió en hija por deseo
y no por deber? ¿Cómo explicarle a esa hija lo que no es el olvido, pero sí la
distancia? ¿Cómo contar una vida sin la vida? Empezando, supongo, no tan
por el principio.
Blanca es una madre hermosa, pero es una madre dura; dura de corazón, dura
de ideas, dura de mano. Muy dura de mano. No la culpo; no la señalo: la
entiendo. Blanca sin tu abuelo; Blanca sin familia; Blanca sola o conmigo
indefensa, lo que es peor. Blanca en las sierras, es colosal como el mar.
Crecer, Gabriela, fue obedecer para sobrevivir y no ahogarse en esa masa
gigantesca e inconmensurable de agua que es mi madre y es tu abuela.
Leonardo. Fue joven y fue guapo y fue encantador. Leonardo. Fue extraño y
fue tonto y fue hombre. Es hombre. Y aunque no vea lo que hace, hace más de
lo que debería. Él es tu padre, si un padre es el exceso. Él es tu padre, si un
padre es una tarde a la hora de la siesta. No hubo maldad; hubo estupidez. Él
preguntaba y en secreto me veía crecer la vida adentro; él se acercaba y
pasaban minutos y pasaron meses. No hubo maldad; hubo silencio. Pero
Leonardo y su vida ya marcada desde siempre prefirieron a Leonardo y su vida
marcada desde siempre: sus padres y su taller y su prometida y su pueblo
viéndolo echar raíces y secarse las manos y el alma y los ojos cada vez más
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blancos todos los días. En los pueblos de las sierras nunca se pide poco, se
explica poco, y se pregunta menos que poco. Y a mi soledad y mis gritos se los
tragaron los rumores y los ojos que miran buscando el mal. Y nadie creyó, y
nadie escuchó; y nadie lo sabe. Lo sabe él, y quizás Blanca, cuando quiera
escuchar. Quedé sola. Por favor, entendeme: el cariño del que nunca supe
apareció una buena tarde de otoño en un hombre que era tierno lo que podía y
que volvía a su cama compartida a la hora de dormir; así un día, así dos días;
así hasta que no hubo ternura más. Quedé sola. O no; apareciste vos.
Allí empezó mi recuerdo de vos, Gabriela, fuerza de mis días. Allí empezaron
los días contigo y nunca más fueron los días sin ti. Yo estaba feliz; yo estaba
radiante. De pronto, la vida era mucho más que esperar a la lluvia o acompañar
a Blanca al Baño de la India; de pronto, la vida era vida y mi futuro, tu vida. La
alegría no cabía en mi cuerpo y si no había padre, perfecto; y si no había
abuela, perfecto también. Y te quise como no existen palabras para explicarte y
te quise como solo el cuerpo lo sabe.
Pero la vida no es amor. Yo estaba contigo; yo estaba aislada. Las cosas y los
pueblos no son fáciles. Una madre niña antes que madre y una hija sin un
padre es lo que no se debe y es lo que no se puede. Lo prohibido fue mi
sentencia y el castigo un ejemplo: las palabras y los dedos; los ojos y el
maltrato. Así nada; así Blanca: los días y las noches y el encierro. Mi vida sin
vida, aunque mi sangre fueras vos. Y a esa oscuridad profunda, hija, no supe
más que correr como pude. Escapé, pero ¿cómo dejarte y cómo llevarte?
¿Cómo no estar contigo y cómo darte dignidad? Yo era una mujer, pero era
una niña. Espero, hija mía, esta palabra sola pero profunda como el cielo
alcance, aunque sea el más mínimo algo: disculpame. A pesar de la distancia,
creeme, estuve atenta.
Después vino el mar; después vino Luna y los días abajo del cerro y la piel al
sol. Ese es otro capítulo que cierra ahora en el mismo lugar, donde alguna vez
por un rato, fui algo feliz. Hubo más todavía y hubo la amargura de las
despedidas; un irme en el momento de irse que muy pronto vas a descubrir.
Pero ese irse cierra contigo, y entonces estoy, y lo puedo decir sin estar, feliz,
en el aire y en el todo.
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Descanso Gabriela, gracias a ti y por gracia de luna. Vuelvo, después de una
vida larga y triste y larga y amarga y larga y dulce a veces, al principio. Aquí,
donde el todo comienza y seguirá comenzando cada vez que el mar baña la
costa y los pies de los que se atreven. Estamos, tú y yo juntas, hija mía, en el
lugar donde nacen las olas. Siempre vos, Ruth.”
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