Como Evitar La Ruptura en La Relacion de Pareja - Nydia Rojas.

Como Evitar la Ruptura en la Relación de Pareja
Como Evitar la Ruptura en la Relación de Pareja.
Daniel .M. Mateos - Nydia Rojas Casas
Dirección Nacional de Derechos de Autor. Buenos

Aires .Argentina
Depósito en Custodia Expediente N° 5199715. Octubre 22

2014.
A nuestros hijos, María Florencia, Ana Carolina,
Martín, Daniela, Federico y Elías.
Perdón por los años de abandono y soledad.
1
“De a dos todo se puede, no hay fuerza que detenga al que ama,
al que sueña, al que persigue una ilusión y aún, al que construye
sobre las cenizas.”
Dra. María
Elena Lentini
2
Contenido
Prologo
6
Introducción
10
Capítulo I
13
Comportamientos Adquiridos
Capítulo II
22
Conocimiento de ser Pareja
Capítulo III
51
Decálogo de Comportamientos Adquiridos
El egoísmo.
La dependencia emocional- celos.
El dominador.
Prófugo Interior.
Prófugo exterior.
El Orgullo.
Incomunicación.
El divorcio de corazón que lleva a la infidelidad.
Problemas sexuales no resueltos.
Propósito de la sexualidad..
Disfunciones Sexuales..
Desviaciones. Sexuales..
3
Orientación Sexual.
Las adicciones..
Adicciones Ingestivas..
Trastornos Alimenticios.
Pensamientos.
Religión
Sentimientos.
Actividad
Capítulo IV
127
El Desafío de ser Pareja.
Los reflejos de la Infancia
Capítulo V
143
Principios Fundamentales en la Relación de Pareja.
Principio de Individualidad.
Principio de Amarse a uno Mismo.
Principio de Confiar en uno mismo.
Principio de Conocerse a uno mismo.
Principio de Ser Honesto con uno Mismo.
Principio de Aceptar la Propia Estructura de su Personalidad.
Principio de Comunidad en la Pareja.
Principio de Igualdad.
4
Principio de Dignidad.
Principio de Complementariedad. Trabajo en Equipo.
Epílogo.
183
Bibliografía.
Prologo
La vida no es una tarea sencilla. Requiere de tiempo,

conocimiento, percepción correcta de personas, situaciones y
cosas. Ningún ser humano cuenta con todas las herramientas para
construirla tan fuerte como perfecta. ¿Quién no ha errado? ¿Quién
no se ha equivocado? ¿Quién no ha lastimado? En nuestro afán de
edificar espacios donde habitar compartiendo la bendición del
amor, cometimos el error de creer que en nombre de ese amor
prometido hasta la muerte delante de Dios y decenas de testigos
la vida iba a fluir sin fisuras ni rupturas.
Descubrir el fracaso a la sombra de emociones y sentimientos

desgarrados fue un trauma que nos doblego y nos generó cientos
de interrogantes. Nuestra historia es una historia de fracaso, de
matrimonios rotos, en donde no logramos cumplir la promesa de
ser una sola carne hasta que la muerte nos separe.
Hemos construido, cada uno por nuestro lado, historias en donde

el divorcio fue la única puerta de salida. Años de convivencia que
no terminaron de dar el fruto deseado, relaciones rotas, hijos
lastimados y una sensación que rozaba la frustración nos llevó a
un punto en donde la vida se parece mucho a la muerte. ¿Dónde
estuvo Dios en nuestros respectivos matrimonios? La creencia de
la acción mágica del Creador respondería a esta pregunta, pero
Dios no es un mago que inhibe al hombre y a la mujer de ser
responsables de sus actos y de las consecuencias de ellos. Los
sueños se trocaron en ruinas, páramos en donde la soledad y el
abandono hicieron su aparición más dolorosa. La idea de volver a
comenzar no sonaba muy alentadora en esas horas de fracaso e
5
incertidumbre. Uno alza la vista al cielo y se pregunta: ¿Y ahora

qué?
Si los sueños se acaban, si la esperanza se agota, seguir no tiene

ningún sentido. Cuando ya no existen respuestas posibles Dios
aparece, se hace presente y nos ofrece una nueva oportunidad.
Rehacer la vida de las cenizas es todo un desafío, una prueba
diaria de confianza en Dios, de fe inquebrantable, de seguridad
absoluta que si los hombres infestados de prejuicios y
desafortunadas interpretaciones bíblicas limitan el poder y la
voluntad Divina, nuestro Dios en su infinita gracia y misericordia
juega a favor de sus hijos que de corazón limpio y
arrepentimiento genuino lo buscan.
Han pasado algunos años. La misericordia de Dios se ha

derramado y se sigue derramando sobre nuestras vidas de una
manera asombrosa, de tal manera que más allá de permitirnos
unir nuestras vidas en un compromiso de amor, respeto, verdad,
fidelidad y sinceridad nos ha concedido el asombroso privilegio de
servirle. Siempre decimos que Dios es incoherente, impredecible,
atreverse a usar a dos divorciados, casados nuevamente para
enseñar la manera correcta de ser personas, parejas, padres y
familia….como diría mi abuela: Abrase visto tanto descaro!!!! Pero
Dios es así, por más que le pese a algunos mortales.
Este libro es el resultado de nuestra experiencia dolorosa, de dos

fracasos convertidos en éxito, de años de aprendizaje en
seminarios, universidades, institutos. Química explosiva si la hay.
Teoría y experiencia conjugadas para un mismo fin. La vida no se
rehace como se cose un botón. Pero cuando Dios juega de nuestro
lado todo es posible. Al paso de los años y de las experiencias
adquiridas en cientos de consejerías, terapias, grupos de apoyo,
seminarios, conferencias y talleres hemos llegado a la conclusión
de que la capacidad que el hombre y la mujer tienen de ocultar
sus miserias y fracasos es tan asombrosa como vergonzosa.
Nuestro querido amigo John Bradshaw dice con acierto que las
familias están tan enferman como los secretos que guardan, así
también cada uno de los seres humanos. Dios no busca hombre y
mujeres perfectas/os sino hombres y mujeres sinceros/as.
Siempre compartimos en nuestros seminarios, talleres, charlas y
6
grupos de autoayuda que no somos menos que humanos ni más

que humanos, somos sencillamente dos seres conscientes de su
pasado asociado al fracaso y de su presente exitoso tan arraigado
como cimentado en la voluntad de un Dios misericordioso.
Estas páginas quieren ser un canto de esperanza para muchas

personas, una demostración por demás certera que en medio de
las cenizas hay vida. Abrazamos a todos los que sufren relaciones
de pareja indignas, aquellos que por decisiones incorrectas viven
o vivieron un infierno. A los que regresaron de un divorcio y
decidieron rehacer su vida sentimental, aquellos que están
pensando en hacerlo, aquellos que conviven en relaciones
sentimentales tóxicas. Donde está Dios la esperanza habita
confiada. Estas páginas pretender ser humildemente una luz en
medio de tanta oscuridad, una guía práctica de cómo debe
llevarse a cabo la elección de una pareja, un antídoto eficaz
contra todo lo que atente en el logro de parejas y familias
funcionales. Dispongamos nuestro corazón. Dios hará el resto.
Con amor
Daniel. M. Mateos - Nydia Rojas Casas.
INTRODUCCIÓN
H
ace algunos años descubrimos en nuestra labor como
consejeros, orientadores y facilitadores de familia que las
relaciones de pareja están amenazadas y afectadas por ciertas
conductas que si no las detectamos a tiempo pueden ser letales y
acabar matando el vínculo afectivo.
Ante el dolor y el fracaso nos apura el interrogante de revelar el

porqué de muchas disoluciones matrimoniales. Es en esa
búsqueda de explicaciones que hemos descubierto que la pareja,
y si se puede trazar una analogía, es como un ser vivo, que nace,
crece, se desarrolla, puede enfermar y hasta morir.
Las causas de estos desenlaces inevitables son múltiples y

ninguna pareja o matrimonio está exenta de verse afectada por
ellos. El propósito de escribir este libro, es precisamente crear
7
conciencia y quizás tener la posibilidad de observar y analizar la

problemática actual de las parejas desde otra perspectiva.
Muchos son los libros que hablan de cómo alcanzar una buena
relación de pareja y un matrimonio exitoso, pero raras veces se
ha escrito sobre el origen de las verdaderas causas de los fracasos
conyugales. Atacar las evidencias sin abrevar e investigar en los
orígenes es un suicidio asistido. Por este motivo nuestra tarea
consiste en indagar y recopilar a través de nuestra experiencia y
trato con tantas personas en estos dieciséis años de trabajo
familiar, las actitudes más dañinas y erróneas a la hora de ser
pareja. En los tiempos actuales no es tarea sencilla. Demanda de
cada uno de los integrantes una gran dosis de sinceridad,
humildad y ante todo conocimiento propio de la individualidad.
Las enormes exigencias que imperan en un mundo volcado hacia
un consumismo compulsivo, nos distraen de la tarea fundamental
de cultivar y cuidar la relación matrimonial. En ese descuido que
parece tan natural y carente de consecuencias estos males, que
en el presente libro denominaremos comportamientos adquiridos,
hallan la ocasión para arremeter de manera muy sutil y certera de
acabar con la empresa matrimonial. La intención principal al
escribir estas letras, es compartir de manera sencilla pero útil, los
diferentes descubrimientos que los ayudarán a vencer cualquier
amenaza de destrucción, enfermedad o muerte en el devenir de
ser par.
En la primera parte nos enfocaremos en definir que son los

comportamientos adquiridos y como terminan manifestándose al
paso de los años. En la segunda parte hablaremos del
conocimiento humano aplicado a la relación de pareja y los
beneficios que esta reflexión nos ofrece. En el tercer capítulo
daremos nuestro decálogo de comportamientos nocivos,
desarrollando cada uno en particular y cómo actúan afectando la
relación. En la cuarta parte nos enfocaremos en el desafío de ser
pareja y cómo lograr una relación sana y equilibrada. En la quinta
parte abordaremos los principios fundamentales que todo ser
humano debe tener en claro para abordar una relación de pareja
sana y equilibrada.Finalmente la conclusión nos colocará frente al
desafío de aceptar el reto de modificar y cambiar todo aquello que
8
impide el crecimiento en nuestras relaciones matrimoniales,

contando con elementos necesarios para un funcionamiento
sostenido y perdurable en el tiempo.
Deseamos fervientemente ser facilitadores en esta búsqueda de

hallar soluciones a tantas divergencias y conflictos en los que se
encuentran inmersos un gran porcentaje de matrimonios.
Bienvenidos a la tierra de “Cómo Evitar la Ruptura en la
Pareja.”
Capítulo 1
Comportamientos Adquiridos
C
uando hablamos de comportamientos adquiridos nos referimos a
estructuras de pensamiento conformadas como patrones de vida
en el contexto de las relaciones primarias, forjadas desde los cero
a los siete años de la existencia de un ser humano. Sentimientos
que se generaron en actitudes, luego en conductas y finalmente
se transformaron en hábitos de vida. Lamentablemente y en un
gran porcentaje estas enseñanzas adquiridas no son las que más
benefician el desarrollo adecuado de las relaciones humanas, pues
no están sustentadas en un marco de valores sólidos. Cuando
hablamos de valores necesitamos entender que estos, tienen la
capacidad de influir de manera positiva en las personas más
cercanas a nosotros. El filósofo y maestro Jaime Barylko expone
que valores significa elegir, implica libertad y apostar al valor
superior, al de mayor alcance y mayor permanencia, sobre el
inferior que tal vez prometa un pasajero bienestar muy egoísta
pero que me deja muy solo, tan solo que necesito huir de la
realidad para no percibir la propia existencia. 1
Hablar de comportamientos aprendidos nos propone un panorama

mucho más claro y profundo sobre la importancia de entender que
dentro de las relaciones de pareja se ponen en funcionamiento
ciertos dogmas que nos conducen a interactuar de manera
incorrecta. Las creencias erróneas adquiridas en nuestros
1
Barylko, Jaime. “En Busca de los Valores Perdidos.” Ed. Santillana. Buenos Aires. 1997. Pág. 77.
9
primeros años de vida a través del modelo familiar, se

transforman en focos infecciosos que generan antagonismos,
desgastes y finalmente el rompimiento del lazo afectivo.
Modelos estos, que se presentan de maneras variadas y se

caracterizan por ser disfuncionales, pues no existe una relación de
equilibrio dentro del grupo. La manera de actuar y relacionarse se
produce de manera incorrecta afectando a todos los integrantes,
especialmente a los hijos que perciben e incorporan este patrón.
El niño aprende observando a sus cuidadores, en este caso mamá
y papá, asumiendo como un credo los comportamientos
maternos/paternos que luego serán imitados en la edad adulta. El
famoso y reconocido psicoterapeuta estadounidense John
Bradshaw expone “que es en el seno de nuestra familia donde
aprendemos de nosotros mismos por primera vez. Las señales de
identidad provienen del reflejo que nos transmiten las personas
que cuidan de nosotros. Nuestro destino depende en gran parte
de la salud de esas personas que nos cuidan”. 2
En los años donde se forma la personalidad de los seres humanos

el grupo familiar cobra una importancia inusitada. Es allí donde
comienza a construirse un puente interpersonal entre el niño y su
cuidador. Se forja una relación de intimidad y de mutua espera en
la respuesta del otro. Se genera un vínculo muy fuerte basado en
la confianza mutua que lleva al niño al aprendizaje de modelos
que en un gran porcentaje son nocivos y que al ser expuestos
como correctos por el cuidador serán asumidos de esa manera y
pasarán a formar parte del comportamiento del niño. La pareja se
convierte en el modelador de la personalidad de los hijos y la
manera en que esta se relaciona se convierte en el factor de
equilibrio/desequilibrio más importante en el grupo familiar.
Cuando la relación de pareja no encuentra armonía, mutua
aceptación, comprensión y buena comunicación no funcionará de
manera correcta, afectando directamente la relación con los hijos.
Para que la pareja logre arribar a una funcionalidad adecuada
tanto el hombre como la mujer tienen que ser seres
psíquicamente sanos y haber cubierto sus necesidades
emocionales de manera integral en sus primeros años de vida. En
2
.- Bradshaw, John. “Sanar la vergüenza que nos domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág. 53.
10
la mayoría de los casos, nos atreveríamos a decir que más del

95%, provenimos de hogares donde esas necesidades
emocionales no han sido cubiertas ni satisfechas, lo que nos
convierte en eternos niños, en cuerpos de adultos buscando en
nuestra pareja aquello tan importante que jamás nos dieron
nuestros cuidadores. Ambos, tanto el hombre como la mujer,
esperan ansiosamente que el niño insatisfecho que llevan en su
interior sea atendido de manera total. Este periodo de espera, que
no arroja ningún tipo de resultados ni a corto ni a largo plazo,
tiene el devastador efecto de exacerbar el desamparo que cada
uno lleva incorporado. Es en estas condiciones que el
funcionamiento de la pareja o matrimonio se convierte en una
perpetua puja con el cónyuge para cubrir esos espacios vacíos y
carentes de afecto, cariño, conocimiento y amor. Los roles
comienzan a invertirse y a transmitir como modeladores de la
personalidad de sus hijos, conceptos erróneos que serán tomados,
en un futuro cercano, como válidos. Ya en la etapa adulta, cuando
se encuentren ante el desafío de empezar a elegir y conformar
una familia, lo harán en la medida de lo aprendido.
Un gran porcentaje de los fracasos en la relaciones de pareja y

matrimonio se producen porque están emparentados con las
carencias emocionales y afectivas de cada uno de los miembros.
Ante la alarmante cantidad de separaciones y divorcios, muchos
de los cuales se dan de manera traumática, las explicaciones y
motivos parecieran sencillos pero no lo son. Los reflejos paternos
adquiridos en los primeros años de un ser humano terminan
causando estragos, transformándose en patrones
multigeneracionales, es decir que si no son atacados y destruidos
terminan transformándose en una herencia que pasa de
generación en generación.
Los comportamientos adquiridos son en algunos casos tan letales

que más allá de romper la relación de pareja y causar profundos
daños emocionales a los hijos, producen sentimientos y
emociones sumamente enfermizos. No podemos esperar que
mientras la relación de pareja este “infectada” la relación de
familia sea armoniosa. Nuestra experiencia en crisis de pareja y
familia nos ha enseñado que la mayoría de los matrimonios no va
11
más allá del primer paso, es decir, de entender que hay algo que
ha dejado de funcionar correctamente. El diagnostico oscila
pendularmente en casi las mismas problemáticas a saber: falta de
comunicación, abandono emocional, falta de propósitos conjuntos,
desconocimiento de lo que nos demanda estar en pareja. Se
añaden a estas cuestiones la búsqueda fuera del hogar y con un
tercero lo no suplido, generalmente esto se conoce como
infidelidad. Reconocer que se tiene un problema y que se han
cometido errores es de por sí muy complicado para la mayoría de
las personas. El mecanismo de defensa más frecuente en estos
casos es culpar al otro por el estado de la relación, no se
reconocen los propios errores ni se acepta ingresar a un proceso
de terapia conjunta para intentar salvar la relación. En nuestras
charlas, talleres y conferencias siempre compartimos una frase
que por dura no deja de ser real y que marca el estado de
conformismo y escaso compromiso con el conflicto que muchas
parejas asumen:
“Es más fácil disolver una relación que resolver un conflicto.”
El estado de decadencia y deterioro en muchos matrimonios y

familias es un claro indicio de lo enfermo que está cada uno de
sus miembros. Antes de tomar la decisión de una vida en conjunto
ya existía en cada individuo una profunda herida que ni siquiera
había sido aliviada. John Bradsahw afirma que “las familias están
tan enfermas como los secretos que guardan.” 3
Sacar a la luz esos secretos en medio de una crisis es una de las

decisiones más valientes que un ser humano pueda tomar. Los
costos se presumen muy altos pues lo que ha estado oculto
durante tantos años finalmente saldrá a la luz quedando
expuestas situaciones y personas del grupo familiar. Los incestos,
abusos sexuales, maltrato físico, emocional y financiero son
pactos de silencio durante varias generaciones de familia. En ese
espacio, donde se desarrollan las conductas más bajas del ser
humano, es donde el daño ocasionado a los hijos se multiplica.
Esto es un caldo de cultivo para que los comportamientos
3
. Ibíd. Pág. 57.
12
adquiridos se expandan e infecten el área cognitiva y lógicamente

conductual del futuro adulto. Un niño asume como normal y
correcto los comportamientos y actitudes de sus cuidadores. Si un
niño ve a su padre golpear a su madre tiene altísimas
probabilidades de asumir esa conducta como normal y ser un
golpeador en su edad adulta.
En cierta oportunidad nos encontrábamos en la sala de guardia de

un hospital público y delante de nosotros un niño que no superaba
los 8 años de edad correteaba furiosamente detrás de su hermana
aún menor. De pronto, al alcanzarla, la tomó de los cabellos
lanzándola al piso. Ante nuestro asombro comenzó a golpearla de
manera incesante y violenta. Cuando le preguntamos el porqué de
esa actitud nos observó detenidamente y muy seguro de si nos
respondió: “Porque es lo mismo que hace mi papá con mi mamá.”
Uno tiende a creer que este tipo de casos son situaciones aisladas
y que no hacen al conjunto de la sociedad, pero no es así. Los
alarmantes índices de violencia de género, abuso sexual infantil,
adicciones ingestivas y conductuales marcan un doloroso cuadro
de disfuncionalidad en el comportamiento de la sociedad. Los
modelos adquiridos en el ámbito familiar influyen tanto
positivamente como negativamente en la conformación y el
comportamiento de los individuos y en sus diferentes maneras de
relacionarse. Cabe exponer oportunamente que dentro de estos
modelos multigeneracionales incluimos también los varios tipos de
adicciones que afectan la conducta de las personas. El ejemplo del
niño golpeando a su hermana en la sala de guardia remite
solamente a la violencia de género. Bradsahw define a las
adicciones como “una relación patológica con cualquier
experiencia que altere el estado de ánimo y tenga causas
negativas para la vida de las personas.” 4. Entre el 85 y 95 % de
las personas adictas a alguna sustancia o actividad provienen de
grupos familiares medianamente disfuncionales o gravemente
disfuncionales donde por diferentes motivos no se lograron
evacuar ni cubrir las necesidades materiales y/o emocionales en
los primeros siete a diez años de vida.
4
.- Ibíd. Pág. 35
13
La adicción (así como la violencia de género y el abuso sexual) no

debe tratarse como una problemática aislada sino como la
consecuencia directa de carencias emocionales originadas dentro
del grupo familiar. John Bradshaw dice: "La adicción adquiere una
carácter prioritario porque tiene la capacidad de aliviar un dolor
insoportable y roba tiempo y energía a otros aspectos de nuestra
vida. Debido a esto la adicción tiene consecuencias muy
perjudiciales." 5
Dentro de la dinámica familiar existen aspectos tan importantes y

trascendentes que en el caso de no ejercerlos correctamente
estaremos afectando gravemente a quienes estén a nuestro
alrededor. La falta de atención emocional de parte de los papas
hacia los hijos, una actitud autocrática o permisiva en la
educación, una disciplina basada en gritos, golpes, amenazas y
abuso físico, sexual y emocional son el acceso fácil a cualquier
tipo de adicción. Viajar al abismo profundo de las causas puede no
resultar nada grato, obtener la certeza de cómo, cuándo y porque
se contrajeron esos comportamientos adquiridos, es el único
antídoto efectivo a la hora de comenzar la recuperación y
restauración de la personalidad afectada.
La relación de pareja es como un ser vivo, nace, crece y si no se

cuida adecuadamente cuenta con grandes posibilidades de morir
antes de tiempo, es decir, no puede ser descuidada ni vivenciada
ligeramente. Tanto el hombre como la mujer son enteramente
responsables de mantenerla inmune de este flagelo casi
imperceptible y letal. Los avatares, un tanto alocados y
desenfrenados de la vida moderna, pervierten de manera muy
solapada las motivaciones legítimas que hacen a una relación de
pareja equilibrada y sana. El desafío se plantea por demás
elevado. Desenmascarar las áreas oscuras, vacías, plenas de
dudas y de heridas que pueblan la existencia no es una tarea
sencilla. La salud de la relación depende únicamente de nuestro
compromiso en sustentarla día a día.
El resentimiento se alza como uno de los más graves

comportamientos adquiridos que impide la realización exitosa de
una pareja. F. W. Nietszche lo define como la emoción del
5
.- Ibíd. Pág. 144.
14
esclavo, no porque el esclavo sea resentido, sino porque quien

vive en el resentimiento, vive en la esclavitud. Es un sentimiento
en contra de algo o de alguien que nos ha causado daño, que se
genera sin descanso, es un enojo reprimido o no expresado
correctamente en el momento oportuno. Cuando este se arraiga
en el corazón y la conciencia del individuo cuenta con la capacidad
de producir un tóxico tan certero como letal. Esas personas y
actos que no hemos logrado procesar, expresar y perdonar
terminan transformándose en la excusa perfecta para no
enfrentar los propios miedos e incapacidades, arraigando de
manera progresiva raíces más profundas de amargura. No es
posible desarrollar dentro de una relación de pareja una
conciencia equilibrada si aún persisten pensamientos, actitudes y
hábitos que expongan la culpa y condena a terceros. La relación
debe ser evaluada por quienes la integran, analizada en cada
milímetro de su extensión. Dejar que la conciencia marque los
parámetros para un funcionamiento equilibrado de la relación
requiere de una enorme dosis de sinceridad y autoconocimiento.
Ponerse a cuenta con las emociones y sentimientos lastimadas en
el pasado y que aún continúan reclamando un justo resarcimiento
es fundamental, básico y prioritario para iniciar cualquier proceso
de sanidad emocional. Conectar con el yo interior, con esa parte
tan vulnerable del ser humano abre las puertas a un universo
inexplorado donde habitan cómodamente el egoísmo, los odios,
los silencios y las insatisfacciones más angustiantes que
perpetúan al individuo en cárceles casi inexpugnables.
La relación de pareja es un espacio propicio para el aprendizaje,

el crecimiento personal y conjunto. Es un espacio donde el
hombre y la mujer ingresan para desarrollar sus potencialidades
aun vírgenes, donde puedan exponer sus temores sus
sentimientos y necesidades más profundas. En la medida que la
pareja atienda estos aspectos que hacen al equilibro relacional,
contaran con el inmejorable privilegio de conformar una familia
sana y funcional, que sea artífice de un nuevo rumbo mediante
una modificación total de sus patrones de pensamientos antiguos.
15
Capitulo II
Conocimiento de ser Pareja
Uno de los conceptos más ignorados y escasamente desarrollados

en la relación hombre – mujer es el de obtener un conocimiento
certero de lo que significa ser pareja. Cada uno de ellos percibe
de manera muy diferente la realidad de la que forman parte. Las
necesidades no son las mismas, la sensibilidad ante los desafíos
emocionales y sentimentales no es la misma y están diseñados
para comportarse de manera muy diferente pero a la vez
complementaria. Cada uno es portador de los elementos
espirituales y emocionales expresados en carencias y vacíos por
su par.
El vínculo de pareja es tan profundo como impredecible. Dos

universos chocan y producen una creación totalmente novedosa y
única que debe ser desarrollada y protegida con profunda
dedicación. A pesar de este comienzo maravilloso y esperanzador,
la relación corre el serio riesgo de acabar en un rotundo fracaso.
Ese choque producido por estos dos universos antagónicos
evidencia todas las carencias y necesidades dejando expuestos a
los miembros de la pareja.
En esta tensión es prioritario ejercer un profundo compromiso de

respeto por los espacios particulares de cada uno de los
miembros. Las libertades básicas de cada ser humano están
representadas dentro de la relación de pareja por una permanente
16
aceptación de su individualidad y singularidad la cual no puede ser

violentada ni ignorada. Actuar de manera abusiva en estas áreas
determina el inicio de una serie de conflictos de difícil resolución.
La pareja ingresa en un cono de sombras y dudas, de atajos y
caminos sin retorno lo cual afecta no solo la relación sino los
aspectos emocionales y sentimentales de cada uno.
Ignacio Larrañaga expone: El cónyuge ideal es aquel que

sintiéndose tan seguro de sí mismo jamás considere a su par su
rival sino que, al contrario, viven los dos para siempre como
compañeros leales para una causa común; que establezca un tal
espacio de libertad, que todo lo que diga sea pura transparencia,
de tal manera que no sintamos temor de manifestar todo lo que
sentimos interiormente porque sé que no se ofenderá. Un
conyugue que sea capaz de remover las piedras del camino y que
los dos juntos sean capaces de caminar bajo el sol con la misma
alegría con que los niños levantan castillos de arena en la playa. 6
La causa común, la complicidad, los sueños compartidos, los

proyectos y la inocencia de saberse felices más allá de las
circunstancia son elementos medulares que deben existir,
permanecer y desarrollarse en una relación de pareja. El tedio, los
actos rutinarios, los comportamientos automáticos, la ausencia de
una sexualidad plena que motive a ambos a una expresión libre y
profunda de sus sentimientos, emociones y espiritualidad son
indicios seguros de un peligroso abandono emocional. La
construcción de una relación de pareja sana y funcional debe
transformarse en una prioridad orientada hacia puertos de
reflexión y cambio constante y no hacia abismos oscuros de actos
reflejos, de estructuras de pensamiento nocivas y
comportamientos tan dañinos como egoístas.
La búsqueda de pareja, de un par que desee compartir la vida, se

transforma en una empresa altamente desafiante. Dar forma a
ese vínculo, que necesariamente tiene que estar basado en el
amor, requiere de todo nuestro esfuerzo y voluntad en pos de
ideales compartidos. La relación de pareja necesita
imperiosamente de ciertos estímulos continuos que la mantengan
activa y con una proyección de futuro. El peligro más latente es
6
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed. San Pablo. Bogotá. 2000. Pag 39.
17
que tanto el hombre y la mujer la dejen funcionando en piloto

automático e intenten conservarla únicamente sobre actos
repetitivos sin un permiso para evaluarlos reflexivamente. Esto se
traduce como una segura condena al hastío y al fracaso.
La automatización de la relación perpetúa estilos erróneos de

comportamiento que impiden que se generen nuevos códigos de
relaciones y formas de comunicación. El estar abierto a los
cambios, al dialogo, es imprimirle aire fresco y vida a la pareja.
Billie .S. Ables expone que uno espera que el matrimonio sea
sencillo, conforme a los estereotipos que vemos en la televisión y
con finales parecidos a los de una novela. Esperamos poder borrar
de un plumazo nuestro pasado y empezar una nueva vida.
Creemos que nuestros sentimientos de enamoramiento pueden
durar para siempre, que la rabia es peligrosa, que el problema
radica en el otro y que basta con obligar, regañar y reprender al
compañero para que cambie. 7
La idealización, que lógicamente es totalmente subjetiva, nos deja

al borde de la sistematización, a dar por hecho palabras,
actitudes, acciones y a subestimar lo profundo de la individualidad
del compañero. Cada una de las partes que componen una
relación de pareja debe ser plenamente consciente de sus
carencias afectivas y sentimentales. No podemos dar lo que no
tenemos, y eso que no tenemos, seguramente es lo que necesita
nuestro par. La manera correcta de averiguarlo es practicar la
terapia del espejo. Este ejercicio es tan sencillo como revelador,
doloroso para algunos pues deja al descubierto nuestras
limitaciones e incapacidades para suplirle al otro lo que necesita.
Dicha dinámica consiste en estar delante de mi par, preguntarle
cuáles son sus áreas emocionales que no he logrado satisfacer e
iniciar un proceso de aprendizaje. Nuestro par es el reflejo más
sincero y descarnado en quien poder abrevar. Es quien tiene el
conocimiento más profundo de quienes somos, que nos falta y
que necesitamos. Con quien compartimos nuestra intimidad,
sentimientos, emociones, necesidades y sexualidad. Consolidar a
través del tiempo una relación de pareja es el antídoto más
7
.- Ables, Billie. “No Grite a su Pareja.” Ed. Intermedio Editores. Bogotá. 1994. Pág. 12.
18
efectivo para enfrentar cualquier conflicto que pueda afectarla y

destruirla.
La pregunta ahora es ¿de qué se trata esto de estar en pareja?

Uno se pone en pareja y se casa pero finalmente nunca termina
de entender cabalmente cuál es la esencia de estar casado o estar
viviendo con alguien más allá de la procreación y no permanecer
en soledad. Nuestra conciencia es quien puede ofrecernos un
conocimiento más certero. La podemos definir como el
conocimiento que el ser humano posee sobre sí mismo, sobre su
existencia y su relación con el mundo. Es la capacidad de discernir
entre el bien y el mal a partir de la cual se pueden juzgar los
comportamientos. Cuando el ser humano nace, la conciencia es
parte de su integralidad. No se la tiran, ni se la prestan ni se la
venden, ya viene adherida y lista para ser desarrollada y usada.
Así como vienen conectados los órganos y son fundamentales
para que podamos desplegar una vida equilibrada y sana, la
conciencia nos es dada con el fin de poder ejercerla todos los días
de nuestra vida. Es quien nos da conocimiento reflexivo de lo que
ocurre a nuestro alrededor, el poder deliberar sobre los
acontecimientos, sobre lo que está bien o mal. Es una actividad
mental a la que solo puede tener acceso la propia persona.
Podemos conocernos como individuos, como partes que
conforman una pareja pero ninguno puede tener acceso en la
conciencia del otro. Es quien va a juzgarnos y a hacernos ver si
nuestra actitud es la correcta o no dentro de la relación. También
podemos describirla como un acto psíquico por el que un sujeto se
percibe a sí mismo en el mundo que habita, en el entorno en que
convivimos, en la sociedad a la que pertenecemos, como vemos a
las personas y las cosas que nos rodean, como observamos tanto
a nuestro conyugue como a nuestra familia.
Podemos sintetizar el concepto como ese atributo inherente a los

seres humanos por el cual se disponen a discernir lo que está bien
y lo que está mal, mediante un acto reflexivo y justo del objeto en
cuestión, en este caso su par. Este ejercicio nos lleva a
percibirnos a nosotros mismos, de qué manera actuamos, como
tratamos a nuestro conyugue, si verdaderamente suplimos sus
necesidades, emocionales, espirituales, físicas y materiales.
19
En el ejercicio de ser conscientes, de todo lo que está bien y lo

que está mal, nos conducimos a modificarlo; si tenemos una idea
confusa respecto al matrimonio a aclararla, si mantenemos un
concepto que es erróneo respecto a mi par a transformarlo y si
tengo un comportamiento nocivo tiene que llevarnos a desecharlo
y sustituirlo por uno totalmente novedoso y que beneficie a la
pareja. Es prácticamente imposible sostener una relación si no
contamos con la capacidad de realizar este ejercicio diariamente.
El concepto desarrollado por Ignacio Larrañaga es a nuestra

opinión revolucionario en la comprensión de ser pareja, aspecto
que si no es tenido en cuenta es capaz, por sí solo, de originar
profundas distancias derivando en la ruptura de la relación.
Expone acertadamente que antes de ser pareja somos individuos
únicos e irrepetibles, somos una realidad singular, un misterio en
donde emanan las obligaciones del respeto y la libertad de los
derechos fundamentales de cualquier ser humano. Establece con
sumo acierto que el amor es unificante pero no identificante. La
diferencia entre estos dos aspectos está marcada en que aunque
decidimos unirnos en una relación de par somos seres únicos y
singulares. El matrimonio es pues una integración de dos
interioridades. 8
Otro aspecto fundamental en la singularidad humana expresado

por Larrañaga es la tarea primordial de conocernos a nosotros
mismos, confiar en nosotros mismos, ser sinceros con nosotros
mismos, aceptar y amar la propia estructura de personalidad,
sentirse contento y feliz de cómo se es, en suma hacerse amigo
de sí mismo. Hacernos las preguntas ¿Quién soy?, ¿Cuál es el
proyecto de mi vida?, ¿Cuáles son los compromisos que sostienen
en alto ese proyecto?, ¿Soy consecuente con esos compromisos y
conmigo mismo?, ¿Para qué estoy en este mundo? El aventurarse
en un proyecto de pareja sin haber resuelto estas preguntas
fundamentales de nuestra singularidad humana, es alentar un
seguro fracaso. 9
Otro aspecto fundamental es el que brinda el conferencista

colombiano y magister en Teología Daniel Ortiz Pérez, Director del
8
.- Larrañaga, Ignacio. “El matrimonio feliz.” Ed. San Pablo. Bogotá. 2000. Pág. 9-10.
9
.- Ibíd. Pág. 11.
20
Centro Latinoamericano de Investigación Bíblica, en su seminario

“Conciencia de Pareja” En el primer aspecto asegura, estamos
diferenciados por el sexo, esto significa que somos varón o somos
hembra; estas características son de índole netamente físico. En
segundo aspecto estamos diferenciados por el género masculino o
femenino donde las características son de comportamiento,
actitud e identidad que le son asignadas según la sociedad donde
viven. Estas características de comportamiento, actitudes e
identidad que nos asignaron y con las cuales crecimos nos
generan rivalidades, oposición, diversidad de opinión en la
manera de pensar y actuar en nuestro diario vivir cuando
decidimos unirnos a otra persona. Detectar esas diferencias entre
nosotros y nuestra pareja y renunciar a ellas es un paso
sumamente importante y trascendente para dejar a un lado el Yo
y el Tú y empezar a construir en el NOSOTROS.
Para arribar a la solidez del conocimiento correcto de lo que

significa ser pareja debemos reconocer la urgente necesidad de
invertir en esa relación todos los bienes morales, espirituales y
materiales con el fin de que a lo largo del tiempo podamos
obtener una renta que nos beneficie como par y como familia.
El hombre y la mujer se deben sentir identificados y poseer un

objetivo común. El Apóstol Pablo les rogaba a la comunidad de
Corinto, en el primer siglo de la era cristiana, que por el nombre
de nuestro Señor Jesucristo vivan todos de acuerdo, que no
existan divisiones sino que estén profundamente unidos en un
mismo sentir y parecer. 10 Deben encontrarse constantemente en
transformación y cambio. Deben sentir que se pertenecen y se
preocupa el uno por el otro. Los problemas y los intereses se
comparten y debe existir un espíritu de cohesión y solidaridad.
Deben conocer que existen deberes y derechos, que es vital
poseer la capacidad para realizar acciones conjuntas. Que están
para servir y suministrar todas las necesidades emocionales y
materiales, que necesitan conocer al otro para contenerlo y
apoyarlo.
Ambos han sido diseñados con la misma dignidad e igualdad como

hijos de Dios. Los puntos de vista particulares son absolutamente
10
.- Biblia de Las Américas. Lockman Foundation. La Habra. California. 1997. 1° Corintios 1:10
21
respetables. Los sentimientos y pareceres individuales son

distintos pero no por eso equivocados. Por tal motivo necesitamos
entender el valor del otro para respetarlo y tratarlo con el mayor
de los cuidados y sin aires de superioridad.
Verse reflejado en la persona que decimos amar es todo un

descubrimiento. Interactuar con otra persona donde están
involucrados sentimientos y emociones profundas, desafiantes, es
adentrarse en un universo de tesoros escondidos que tendremos
que ir desenterrando en el devenir del día a día. Ignacio
Larrañaga expone que todo cónyuge es una realidad singular, un
misterio y este misterio es de donde emanan las obligaciones de
respeto y libertad. 11
El otro, quien es lo mismo que yo, debe conducirme al

entendimiento que la relación es una tensión constante entre dos
abismos, es tanto la necesidad de ser uno mismo y la necesidad
de ser para el otro. Toda relación requiere una ocupación en el
mantenimiento de la misma. Esto significa recurrir a todas las
acciones para restaurar y cuidar esta unión con el objetivo de que
pueda marchar adecuadamente. Para ello debemos realizar los
ajustes, reparaciones y cambios que la pareja requiera para su
buen funcionamiento futuro.
Durante el transcurso de la vida el ser humano realiza diferentes

tipos de inversiones, la mayoría de ellas emparentadas con el
aspecto económico. No tiene nada de malo hacerlo pues es un
pilar fundamental de la existencia, pero cuando se comienza a
abandonar y descuidar los aspectos emocionales de mi pareja la
situación se complica. El crecimiento, solidez, futuro y hasta el
grupo familiar corren serio riesgo de enfermar y morir. Invertir en
la pareja significa suplir las necesidades más profundas,
involucrarnos en sus emociones y por sobre todo comulgar la
misma escala de valores. Todo esto dependerá de cuanto estén
dispuestos a invertir tanto el hombre como la mujer.
La relación de pareja debe ser mantenida segundo a segundo.

Toda ocupación está íntimamente emparentada al tiempo. Un
gran porcentaje de parejas fracasan en su intento de lograr un
11
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed. San Pablo. Colombia. 2000. Pág. 9.
22
equilibrio afectivo y sentimental por dedicarle más espacio a otras

cuestiones que terminan siendo baladí en relación al propósito de
ser pareja. El trabajo, los amigos, la vida social, estudios, la
actividad eclesial y aun los hijos se elevan como figuras
amenazantes, maneras sutiles y casi imperceptibles, a veces
como aliados de nuestros vacíos existenciales y emocionales, para
conspirar en detrimento de la actividad medular que es concederle
tiempo a mi pareja y por tanto al crecimiento sano de la relación.
Es en plena conciencia de pareja que sostenemos en momentos

de debilidad, que brindamos compañía en momentos de soledad,
que se comparten alegrías y penas, que mantenemos a quien nos
suple, que me ocupo de el/ella, le concedo tiempo, dedicación,
atención. El éxito de la relación depende en un importante
porcentaje al cumplimiento de este principio.
Nuestra pareja es uno de los regalos más maravillosos que Dios

nos ha concedido. Cuidarla, nutrirla, protegerla y amarla es
nuestra tarea medular en la vida. El ser humano, como sujeto aun
perfectible, se aferra a aquellas cosas o personas que en
determinado momento le cubren ciertas necesidades materiales y
sentimentales. Cuando este mecanismo deja de cumplir su
función principal o cuando percibimos que ya no nos beneficia
accionamos abandonando aquello que en el pasado me nutrió y
colaboro en mi bien personal. Quizás cuando son “cosas” se
justifica, pero cuando se trata de “personas” a quien uno
abandona las consecuencias son definitivamente desgarradoras.
Convengamos que no solo se puede abandonar en lo físico sino
que existe un abandono más sutil y dañino que es estar junto a
nuestra pareja e ignorarla en sus necesidades más profundas.
Desatender al ser que decimos amar por puro egoísmo se
emparenta con un pecado que lastima y atenta contra la dignidad
de mi par y ofende en gran manera a Dios, pues abandonar a un
ser humano, que es la imagen y semejanza de Dios, es abandonar
al mismo Dios que nos creó.
Otro de los aspectos importantes a la hora de ser pareja es el de

contar con la capacidad de cambiar opiniones y llegar a decisiones
conjuntas. A veces las distintas percepciones sobre un mismo
tema, pueden llegar a originar zonas de conflicto. En la sana
23
construcción de una relación, el respeto a ser distintos, es

elemento medular para poder deliberar y tomar decisiones con
libertad que afecten de manera positiva al funcionamiento y
crecimiento de ambos como seres únicos y a la pareja como bien
adquirido.
La relación de pareja requiere de una profunda interacción entre

las dos partes en donde el tú y el yo dejan de ser en lo individual
para pasar a funcionar como el nosotros. La pareja necesita
administrar todos sus bienes de manera que cada una de sus
partes pueda beneficiarse. Cada bien, tanto sentimental como
emocional y/o material, desde el instante en que ambos deciden
incorporarlo debe pasar a constituir parte de los materiales que la
pareja utilizara para construir de manera sólida el compromiso
afectivo.
Creemos que existen tres aspectos fundamentales en la

conformación de una relación de pareja exitosa y que pueda influir
positivamente en el crecimiento, fortalecimiento y dinámica del
grupo familiar.
El rol de la personalidad
La personalidad del ser humano juega un papel fundamental en

cualquier relación. Es imposible y hasta suicida desconocer este
componente inherente a la condición humana pues es la más clara
imagen de nuestra herencia genética y nuestro aprendizaje a lo
largo de nuestra existencia.
La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un

conjunto dinámico de características psíquicas de una persona, a
la organización interior que determina que los individuos actúen
de manera diferente ante una circunstancia. El concepto puede
definirse también como el patrón de actitudes, pensamientos,
sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una
persona y que tiene una cierta persistencia y estabilidad a lo largo
24
de su vida de modo tal que las manifestaciones de ese patrón en

las diferentes situaciones posee algún grado de predictibilidad. 12
Cuando referimos a la personalidad del ser humano necesitamos

abrevar en sus dos componentes distintivos que tienen que ver
con el temperamento y el carácter.
Al hablar de temperamento decimos que es la manera o modo que

una persona interactúa con su entorno. El término proviene del
latín temperamentum: que se entiende como “medida”. Es una
herencia genética y es muy poco probable que sea influenciable
por factores y estímulos externos, sólo si esos estímulos fuesen
demasiado fuertes y constantes, pues está íntimamente ligado a
las características del sistema nervioso (sistema endócrino) quien
es el que determina tanto los rasgos físicos como psicológicos de
un individuo.
Dentro del temperamento existen cuatro características que

marcan un comportamiento bien diferenciado en los seres
humanos. Los sanguíneos que se caracterizan por ser individuos
de humor muy variable, cálidos y receptivos. Son muy dados a
tomar decisiones basadas en sentimientos y no en la reflexión,
sumamente comunicativas, intuitivas como activas.
Los melancólicos que expresan tristeza y son por demás

soñadores, abnegados, perfeccionistas y analíticos. Las emociones
juegan un papel importante pues son muy sensible a ellas,
introvertidos y poco dados a relacionarse con personas. Son de
fiar pues permanecen incondicionalmente en las adversidades
cuando alguien cuenta con él. Es pesimista y dado a tener
variaciones emocionales muy bruscas.
El colérico cuenta con una fuerte voluntad y sentimientos basados

en los impulsos. Poseen un elevado grado de sensibilidad, es
activo y reacciona de manera violenta ante comentarios relativos
a su persona o ante situaciones que lo desagradan. Pragmático en
las decisiones e independiente, ambicioso y no analiza los pro y
los contra de una decisión cuando va en busca de algo que desea.
12
.- Varios autores (1995) (en alemán). Lexikon der Psychologie [Diccionario de psicología].
Publicado por Faktum Lexikoninstitut, prólogo de Eva Jaeggi. Múnich: Bertelsmann Lexikon Verlag.
p. 358
25
Finalmente están los individuos flemáticos que muestran suma

apatía ante las circunstancias de la vida y las relaciones, pocas
veces pierde el equilibrio lo cual lo expone como el más agradable
de los temperamentos. Se basan en la razón y en la impasibilidad,
son muy pacientes a la hora de tomar decisiones. Lejanos a
involucrarse con aspectos trascendentes de la vida. Prefieren una
existencia placentera, cómoda y de sumo disfrute.
El carácter es el otro componente de la personalidad. En este caso

no viene dado en su totalidad por las características genéticas
sino por el medio ambiente que es el que afecta de manera
determinante la existencia de los seres humanos. Es la capa
intelectivo – volitiva de la personalidad que se moldea a partir del
temperamento y en parte somos responsables de nuestro
carácter. 13.
Se entiende también como el resultado del aprendizaje social que

hacen a los hábitos de cada individuo y la manera de reaccionar a
las experiencias y las personas. El carácter es un constructo
psicológico que se adquiere en primera medida con las relaciones
e influencias que el ser humano recibe en su etapa primaria. Es
oportuno aclarar que la persona antes de ser un Yo es un
NOSOTROS pues depende en su totalidad de otros individuos, en
este caso el padre y la madre. Es en esos primeros siete u ocho
años en donde se reciben los estímulos y las enseñanzas, tanto
positivas como negativas, que van a quedar registradas y van a
forjar el carácter del futuro adulto. John Bradshaw expone que
cuando somos niños dependemos de los adultos que nos cuidan
para que nuestras necesidades sean satisfechas. Precisamos a
alguien que nos abrace, un rostro donde vernos reflejados y que
reafirme nuestros sentimientos. Necesitamos una estructura
familiar con límites, que todo sea previsible, mantener una
relación basada en la confianza. Necesitamos seguridad,
alimentos, ropa, un hogar y la atención de nuestros padres.
Concluye que cuando estas necesidades son desentendidas
recibimos el mensaje que no son importantes y comenzamos a
perder el sentido de valor personal. 14
13
.- Palmieri, Julia. “Inteligencia Emocional y su Incidencia en los Aprendizajes Pedagógicos” Ed.
Master. Argentina) Libro 1 Modulo 3-4. Pág. 19.
14
.- Bradshaw, John. “Sanar la vergüenza que nos domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág. 90.
26
Existen tres sistemas de fusión relaciones – aprendizajes

profundamente influyentes y determinantes que finalmente van a
ser los responsables de concebir el carácter de una persona. En
primer lugar la importancia de la familia, que marca la delgada
línea en donde se forjan, o no, los vínculos más importantes y
trascendentes de la vida del futuro adulto. Alice Miller nos expone
que no cabe duda que el mal existe y que los seres humanos
pueden ser muy destructivos. Todo depende, dice la autora, de
cómo se acoge a estos seres humanos desde su nacimiento y de
cómo se las trata después.
“Los niños que desde el nacimiento experimentan el amor, el

respeto, la comprensión, la amabilidad y el afecto desarrollarán
rasgos radicalmente diferentes a aquellos niños que desde el
principio sufren abandono, desprecio, violencia o incluso abusos
sin que en ningún momento una persona bondadosa les sirva de
apoyo y les permita creer en el amor.” 15
EL grupo familiar tiene la inmensa responsabilidad de ser el

primer referente de aprendizaje, es un laboratorio donde los
padres, a partir del conjunto de valores y moralidad que han
recibido, van a conformar el primer pilar en la construcción del
carácter en los hijos.
Miller termina definiendo como opera y las consecuencias que

generan los padres que exaltan la violencia, el abuso y el
abandono:
“Cuando esto no ocurre el niño tenderá a glorificar la violencia

experimentada y a ejercitarla más delante de forma desmedida
siempre que les sea posible. Todos los niños aprenden imitando.
El cuerpo no aprende lo que se le pretende enseñar con palabras,
son lo que el mismo ha experimentado. Por lo tanto a un niño que
al que le han pegado y maltratado aprende a pegar y maltratar
mientras que el niño que ha sido cuidado y respetado aprende a
respetar y a cuidar a los más débiles. Porque solo conoce esta
experiencia. 16
15
15.- Miller, Alice. “Salvar tu vida. La superación del maltrato en la infancia.” - Ed Tusquets 1°
Edición 2009- Buenos Aires –Argentina. Pág. 59-60
16
.- Ibíd. Pág. 59.
27
En segundo lugar el sistema escolar es quien tiene toda la

responsabilidad de transmitir de manera correcta por medio de los
educadores, toda la información necesaria al desarrollo,
crecimiento intelectual y comunicar principios éticos más a través
de sus actitudes que de sus palabras. Existen dos aspectos
sustentadores de este sistema que finalmente cobran la cualidad
de ser negativos en el desarrollo del carácter. En primer lugar el
racionalismo que demuestra una tácita manía a educar la mente
más no los sentimientos y emociones. En segundo lugar el
perfeccionismo que obra de manera muy sutil negando la
naturaleza humana basada en las limitaciones y asumiendo que
podemos y debemos ser perfectos. El perfeccionismo niega que se
puedan cometer errores y que equivocarse es un hecho natural.
En el tercer aspecto está el sistema religioso. En nuestros días

coexisten en la vida del ser humano variadas maneras de
entender todo lo creado como obra de un Ser superior. Existen
algunas instituciones religiosas nucleadas en torno a una sola
persona, que exhibiendo una notable dosis de carisma manipula
de manera muy eficaz ciertos principios divinos con el fin de
generar vergüenza y culpa en la vida de aquellos que lo siguen.
Deforman algunas doctrinas imprimiéndole el desafortunado poder
de hacerle creer al ser humano que no tiene nada de bueno y que
si no está sujeto a su palabrerío, que termina siendo según él una
correcta interpretación de los mandamientos, su vida caerá en el
más profundo abismo de donde jamás podrá salir. Otra de las
características es que algunos sistemas religiosos no han dado
mucha importancia a los sentimientos humanos. John Bradsahw
realiza un notable aporte cuando dice que existen dos tipos de
estructuras religiosas. En primer lugar la apolínea que es muy
rígida, rigurosa e intelectual dando como resultado que no se
admite la manifestación de los sentimientos. En segundo lugar la
dionisiaca se caracteriza por una actividad entusiasta y llena de
carisma. Esto favorece la libre expresión de los sentimientos pero
con limitaciones pues solo pueden manifestarse ciertas clases de
sentimientos. Las emociones se identifican por estar a flor de piel
pero no tienen ningún tipo de conexión con los sentimientos. La
ira no es permitida así como las emociones de carácter sexual que
son reprimidas causando serios trastornos al carácter de la
28
persona. Ciertas religiones se caracterizan por ser un instrumento

de perfeccionismo en donde se enseña una manera de
comportamiento correcta, basada en normas tales como hablar,
vestirse, andar y comportarse. Cualquier actitud que se aparte de
estas normas es considerada pecado. 17.
De alguna manera u otra todos, a lo largo de nuestra vida, hemos

sido influidos por alguno de los sistemas religiosos existentes.
Nuestro carácter fue generado y moldeado a partir de patrones de
pensamientos que nos llevaron a someter bajo la culpa y la
vergüenza los más puros y profundos sentimientos. Las
emociones también sufrieron su asfixia dejando un escaso campo
de acción para que terminen influyendo positivamente en el sano
desarrollo de nuestro carácter.
El Rabino Sergio Bergman, en su excelente prólogo al libro de

Bernardo Stamateas “Intoxicados por la Fe”, apunta que la fe
puede ser tanto un camino de redención de sentido como un
camino en el que se pierde todo sentido, quedando atrapados en
la opresión de entregar por determinadas creencias nuestra propia
autonomía y libertad espiritual. No solo se trata de vivir con
autenticidad en libertad de conciencia en lo que uno cree, sino con
integridad, coherencia unidad en la experiencia vital, ya que
aquello en lo que creemos es lo que somos, lo que hacemos. Esa
fe libera, nutre, expande, permite ser crecer.
Más adelante continua explicando muy acertadamente las

consecuencias toxicas de una fe manipulada por supuestos líderes
que buscan su propio beneficio. Al mismo tiempo, en nombre de
esa fe se construyen trampas tanto internas (en la debilidad de
carácter o del espíritu) como externas (por la acción de
manipuladores inescrupulosos que intoxican en nombre de la
pureza de una fe celestial) al someterse en obediencia debida a lo
más terrenal que conocemos: La corrupción de una noble idea por
el peor de los fines. Someter el ser espiritual del prójimo a un
interés profano, sacrificando lo sagrado de la interioridad de cada
ser humano como ámbito de autonomía, responsabilidad y liberad
indelegable es toxico.
17
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág. 103.
104.
29
En otro de los párrafos expone muy aceradamente que la religión

nos enseña cómo vivir en la fe, mientras que la libertad
responsable de nuestra religiosidad es la que nos permite vivir en
la fe que sostenemos no ya como denominación o dominación sino
como elección libre responsable. En nombre de la religión como
institución pueden desplegarse acciones tan sanas como otras
que, aun desviándose de su misión, no dejan de traer
consecuencias perjudiciales.
Culmina manifestando acertadamente que en cuanto a la acción

dañina que la fe puede originar, puede decirse que todo aquello
que nos aleje de nuestro ser interior para servir a otros en
detrimento de nosotros, que anula nuestro pensamiento crítico y
que cancela nuestro crecimiento espiritual alienándonos en
dependencia, oscuridad, opresión, sufrimiento, dolor o
sometimiento, es necesariamente alienación de la fe misma y por
lo tanto puede lastimarnos. 18.
En la medida que conozcamos la personalidad (temperamento y

carácter) de nuestro conyugue estaremos en la capacidad de
hacer morir ciertos rasgos que atentan contra la convivencia de la
pareja. La idea es ajustarse el uno al otro y combinar sus
múltiples maneras de ser con el objetivo de llegar a una armonía
plena. Para tal fin es necesario que estemos dispuestos a
mantener una actitud autocritica y de aceptación frente a los
rasgos negativos de mi propia personalidad. Billie Ables expone
con sumo acierto que la personalidad de ambos miembros de la
pareja es la que le da forma al matrimonio, y el matrimonio
influye, a su vez, en la personalidad y el comportamiento de cada
cónyuge. 19.
La importancia de la comunicación
Podemos definir la comunicación como el derecho que cada ser

humano tiene de poder expresar con absoluta libertad sus
necesidades, deseos, inquietudes y sentimientos sin temor a ser
rechazado, cuestionado o presionado. Ofrece la posibilidad de
volcar pensamientos y emociones individuales y auténticas pero
18
.- Stamateas, Bernardo. “Intoxicados por la Fe.” Ed. Grijalbo. Argentina. 2010. Pág. 27,28,29,30.
19
.- Ables, Billie. “No grite a su Pareja.” Ed. Intermedio. Colombia. 1994. Pág. 99.
30
que no indican objetividad ante los acontecimientos y personas

involucradas.
La comunicación es un sistema complejo que involucra una serie

de elementos determinantes en el éxito o fracaso del proceso
comunicativo. Cada ser humano posee la cualidad de percibir e
interpretar de manera singular el mundo, las cosas y las personas
que los rodean. Las respuestas a los estímulos externos estará
determinado por el bagaje de experiencias y aprendizaje
particulares de cada uno. Una manera incorrecta de comunicarse
es la principal causa de fisuras en la relación de pareja. El no
lograr involucrar cada uno de los aspectos comunicativos genera
graves fallas en la totalidad del proceso. Una de las causas de los
problemas se debe a los malos hábitos de comunicación que uno
de los dos, o ambos, aprendió en el pasado y que se hacen
presentes en su interacción actual. 20.
Si el proceso de comunicación no fue el correcto ni efectivo por

parte de los cuidadores no se habrá contado con los elementos
adecuados para aprender a comunicar en las etapas sucesivas de
la vida.
Manuel Smith incluye un concepto escasamente desarrollado en

los procesos de comunicación cuando pone a la asertividad como
un constituyente fundamental para el éxito de cualquier intento
comunicativo.21.
Smith, en su desarrollo de la asertividad en la comunicación,

expresa que la persona no asertiva manifiesta ciertas dificultades
para comunicarse. Tanto los adultos como los adolescentes se
encuentran incapacitados para hablar, presos de la ansiedad y no
encuentran palabras con las que expresarse. 22.
Otra buena definición de asertividad la ofrecen Alberti y Emmons

cuando dice que el comportamiento asertivo promueve la igualdad
en las relaciones humanas, capacitándolas para actuar en nuestro
propio interés, para defendernos sin ansiedad, para expresar
nuestros honesta y confortablemente, para ejercer nuestros
20
.- Ibid. Pag 128-129.
21
.- Smith, Manuel. “Cuando digo No , me siento culpable.” Ed. Grijalbo. España. 1977. Pág. 132.
22
.- Ibíd. Pág. 132.
31
derechos personales sin menoscabar los derechos de los demás.

23
. Nadie nace siendo asertivo, sino que es una conducta que se
aprende en los primeros años de vida y se desarrolla en las
sucesivas etapas de crecimiento a medida que uno se involucra en
las diferentes tipos de relaciones humanas.
La comunicación verbal y no verbal se transforma en un elemento

vital en la relación de pareja, pues podemos decir mucho y
finalmente no comunicar nada. La asertividad en los procesos de
comunicación no se produce únicamente por la expresión verbal,
sino que consta de varios componentes sumamente importantes.
Muchas personas ven la asertividad como un comportamiento
verbal creyendo que ha de tener las palabras exactas para
manejar una situación de manera eficaz. Por el contrario hemos
descubierto que el cómo se expresa un mensaje es más
importante que el que se dice.24
Los componentes de la conducta asertiva son diez y cada una

cumple una función específica en el éxito del proceso
comunicativo. Robert Alberti y Michael Emmons describen
acertadamente cada uno de ellos:
El contacto visual es uno de las aspectos más obvios de la

conducta humana pues cuando se habla se debe mirar al
interlocutor. Observar directamente a la persona es un generador
de sinceridad y el mensaje llegara más directo.
La postura corporal cuando es erguida y activa, directamente de

cara al interlocutor, va a ofrecer un grado de asertividad mayor al
mensaje que se desea comunicar. En cambio una postura caída y
pasiva va a desacreditar marcadamente el mensaje.
La distancia o contacto físico: La distancia entre dos personas que

conversan genera un efecto considerable en la comunicación. De
pie o sentados dos personas que dialogan a muy poca distancia o
tocándose sugiere intimidad en la relación.
23
.- Alberti, Robert – Emmons, Michael. “Con Todo tu Derecho.” Ed. Obelisco. 2006. Pág. 41.
24
.- Ibíd. Pág. 61.
32
Los gestos: Acentuar el mensaje con gestos adecuados puede

añadirle énfasis, apertura y cordialidad. El uso relajado de gestos
puede aportar profundidad y fuerza al mensaje.
La expresión facial: Las aserciones eficaces precisan de una

expresión que sea acorde con el mensaje. Un mensaje de enojo
es de lo más claro cuando se emite con un semblante serio, a la
vez que una conversación amistosa no debe realizarse con el ceño
fruncido.
Tono, inflexión, volumen de voz: Un elemento vital en la

comunicación es el modo en que se utiliza la voz. Una afirmación
equilibrada y bien modulada es convincente sin necesidad de ser
intimidatorio. Una voz monótona y en susurros difícilmente
convenza a otra persona.
Fluidez: Una expresión verbal fluida y suave es un valioso

elemento a la hora de manifestar los propios puntos de vista. No
es necesario hablar con rapidez sino no interrumpir la
comunicación con algunas pausas en las que se puede generar
duda.
La escucha: Este es el componente más difícil y el más

importante. La escucha asertiva supone un compromiso activo con
la persona que emite el mensaje. En la escucha se demuestra
todo el respeto poniendo una espera a nuestras propias
necesidades. Escuchar no es solo la respuesta física de oír sonidos
sino dar retroalimentación a la otra persona con el fin de aclarar si
se ha entendido lo que la otra persona declara.
Los pensamientos: El proceso de pensamiento es otro de los

componentes de la asertividad que escapa a la observación
directa. El pensamiento es quizás el proceso más complejo de los
muchos que realiza el ser humano. Asimismo son complejos los
procedimientos para cambiar los pensamientos y lógicamente las
actitudes. La tarea no es sencilla pero lógicamente es necesario a
la hora de expresar los pensamientos asertivos como proceso de
comunicación.
El contenido: El contenido del mensaje puede ser vertido de una

manera agresiva o asertiva. La manera agresiva involucra a un
33
interlocutor en donde se vierte toda la culpa y responsabilidad de

lo que estoy sintiendo. La manera asertiva muestra la expresión
verbal que asume la responsabilidad de sus sentimientos. 25.
Otro de los aspectos significativos es en la diferencia que existe

entre “comunicación” e “información.” Informar es hablar de
aspectos superficiales, intercambiar opiniones, hablar de todo un
poco ejemplo: “como estuvo el día hoy” “pagaste las facturas”,
“los niños tienen una reunión de padres mañana”, “ hay que hacer
las compras del mes”, cuestiones meramente intrascendentes que
no descubren los más profundo de nuestro ser interior.
Comunicarse, en cambio, remite a compartir emociones, sueños,
descubrir nuestras zonas oscuras sin temor a ser juzgado o
criticado y con una plena certeza de ser comprendido y aceptado.
Ignacio Larrañaga explica sabiamente que comunicación no

significa conversación, intercambio de frases, preguntas y
respuestas, antes bien se trata de una revelación interpersonal.
Comunicarse encierra un sentido entrañable y personal que es
entregar algo que es substancialmente mío, algo que forma parte
esencial de mí ser y esto recíprocamente entre la pareja. Continúa
expresando que entre los esposos puede haber conversaciones
superficiales durante las cuales se habla de todo y no se comunica
nada. Los integrantes de la pareja intercambian con frecuencia
opiniones que tienen que ver con temas políticos, culturales,
abordan inquietudes familiares sin olvidar los problemas de los
hijos adolescentes pero rehúyen sistemáticamente a entrar a
fondo en la intimidad de sus vidas. 26
Una comunicación positiva que acerque y conecte depende de la

construcción de un dialogo verdadero que se basa en tres
aspectos fundamentales que son la escucha, el respeto y la
delicadeza. El dialogo va a ser la puerta que permite resolver los
conflictos sin hacerlo por medio de la discusión.
La importancia de los acuerdos
Otro de los aspectos por demás importantes, es el de deliberar y

llegar a acuerdos en los temas fundamentales de la convivencia
25
.- Ibíd. Pág. 63-71.
26
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed San Pablo. Colombia. 2000. Pág. 63-64.
34
humana. Debemos decir que se torna casi imposible convivir en

una relación de pareja si no se establecen acuerdos. Entendemos
la definición de acuerdo como la convergencia de dos voluntades
para arribar a un punto en común. A partir de este concepto cada
asunto que los cónyuges aborden deberá estar dirigido hacia el
crecimiento y el aprendizaje conjunto para el bien de la relación.
El acuerdo es la construcción de estas voluntades. Una imagen
acertada para describir este aspecto es el de una junta de bueyes
que aran una porción de tierra con la finalidad de prepararla para
la siembra. Los animales deben caminar juntos unidos por un
yugo que los mantendrá unidos en un mismo propósito. Los
acuerdos son los yugos de la pareja. Afrontar los desafíos que
plantea el diario vivir y salir airosos de cada uno de ellos necesita
imperiosamente que ambos cónyuges mantengan unidad de
pareceres, sentimientos y proyectos. Un gran porcentaje de
fracasos matrimoniales son producidos por obviar este principio
fundamental del acuerdo. Hacer valer la propia opinión ante
circunstancias tanto positivas como negativas se trasforma en una
dulce tentación para cada miembro de la pareja. No ceder ante las
opciones planteadas por la otra parte conduce a roces y choques
que serán el preludio de pequeñas grietas en la convivencia.
Resolver las cuestiones más elementales de la vida no depende de
una sola voz sino de darle a la otra parte un espacio de
oportunidad para expresar sus puntos de vista ante el conflicto o
la necesidad. Recordar siempre que una pareja está basada en el
principio de la complementariedad, es decir, tengo a un par que
es portador de lo que me falta en beneficio de la relación, para
lograr un crecimiento integral. El aporte de ambos en este sentido
cobra vital importancia en la totalidad de los aspectos en que se
ve enmarcada una relación tales como los valores morales,
espirituales, la crianza de los hijos, la administración del dinero y
los proyectos personales a corto, mediano y largo plazo.
El llegar a un acuerdo frente a una discrepancia no es tarea

sencilla. Las partes están distanciadas por una o varias diferencias
que hacen imposible un punto de alianza. En este proceso
confluyen diferentes aspectos de la personalidad de cada miembro
y es muy probable que comiencen a generarse luchas de poder
por imponer una opinión. Lo que yo quiero y lo que tú quieres son
35
opuestos malévolos que impiden la conclusión de cualquier

discrepancia. Dentro de las posibilidades que existen para
alcanzar acuerdos podemos aplicar el D.I.A que contiene tres de
los elementos que creemos son principales: Despersonalización –
Imparcialidad – Aceptación.
Despersonalizar: Cuando una diferencia o conflicto aflora van a

engendrarse puntos de vista y opiniones diversas. Nuestras
características individuales cimentadas en nuestros primeros años
de vida van a comenzar a desempeñar un papel preponderante.
Brotan ideas, creencias, maneras de percibir la realidad,
necesidades personales que lógicamente jugaran en contra de
cualquier posibilidad de negociación. Él quitar carácter personal a
una cuestión es un reconocer que la otra parte es tenida en
cuenta. El Apóstol Pablo en su carta a los Romanos dice:
“Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los
humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.”27. El
prestigioso escritor y conferencista estadounidense Dyer Wayne,
nos ofrece una visión muy particular de la personalización que el
individuo manifiesta ante ciertas diferencias; en su exposición
denominada “Una solución Espiritual a cada Problema” plantea
que el ego (yo) es la parte de nuestro ser que quiere estar en
guerra, que quiere acumular, que quiere ser mejor, que siempre
quiere más y siempre quiere tener razón.
Imparcialidad: El segundo paso para un acuerdo constructivo es

percibir la diferencia de manera ecuánime, esto es, desprenderse
de lo estrictamente personal para abordar el conflicto desde una
perspectiva de complementariedad. Cuando hablamos de
imparcialidad estamos diciendo que se trata de un criterio de
justicia en donde las decisiones tomadas deben realizarse con
base a criterios objetivos sin permitir ninguna influencia de
interpretaciones ilógicas, prejuicios o tratos diferenciados por
razones inapropiadas. En una historia siempre existe, tu verdad,
mi verdad y la verdad. La imparcialidad consiste entonces en
buscar esa verdad objetiva o ese árbitro que determine y resuelva
la diferencia existente entre las partes en conflicto. El principio de
27
.- Biblia de Las Américas. Lockman Foundation. La Habra. California. 1997. Romanos
36
acuerdo depende en gran medida en abordar esta etapa de

manera sabia, reconociendo las limitaciones personales para
llegar a un puto en común.
Aceptación: En este punto ambas partes han renunciado a sus

criterios personales, reconocido sus limitaciones para resolver el
conflicto y le han dado la bienvenida a una nueva manera de
afrontar el problema existente y comenzar a caminar en una
nueva dirección. Para aceptar esta tercera manera de percibir la
diferencia se necesita un ingrediente fundamental que es la
humildad, sin él es imposible llegar a un acuerdo, porque se hace
necesario despojarse de los criterios, juicios, interpretaciones,
creencias y apreciaciones que hallamos construidos como
verdades absolutas. Un ejemplo sería una conversación cotidiana
entre una pareja donde el esposo argumenta que en su casa
paterna aprendió que los hombres no se involucraban y no les
correspondía participar en los quehaceres domésticos. Por otra
parte la esposa argumenta que al contrario de él, su padre se
involucró siempre en los quehaceres domésticos y que un hogar
se constituía en un equipo donde todos deben tener una
participación en esta esfera hogareña.
Observamos aquí el origen de un conflicto de creencias y posturas

que es necesario resolver y en donde ambos necesitan una alta
dosis de sencillez y sometimiento mutuo. Se llega a la aceptación
cuando la postura equivocada es sometida a prueba por ambas
partes y se concluye en un cambio de comportamiento donde las
dos partes quedan satisfechas.
37
Capítulo 3
Decálogo de Comportamientos Adquiridos
E
n los anteriores capítulos hemos visto algunos aspectos
introductorios que nos permitirán ingresar de lleno a la
problemática concreta de ciertos comportamientos adquiridos que
afectan y destruyen la relación conyugal. En el desarrollo de la
vida diaria son muchos los que pueden influir de manera negativa
en la dinámica sana de una pareja. Tratarlos todos en un solo
libro se transformaría en una empresa casi imposible y que
dejaría lugar a cierto tipo de confusión en la interpretación y
práctica de cada uno de ellos. De acuerdo a este particular
concepto y basado en nuestra experiencia personal, como
consejeros y orientadores de pareja y familia hemos desarrollado
un decálogo que permite visualizar la intensidad y gravedad de
estos comportamientos que atentan con enfermar y destruir la
relación de pareja.
El egoísmo.
La dependencia emocional- celos.
El dominador.
Prófugo Interior.
Prófugo exterior.
El Orgullo.
Incomunicación.
El divorcio de corazón que lleva a la infidelidad.
Problemas sexuales no resueltos.
Propósito de la sexualidad.
Disfunciones Sexuales.
Desviaciones. Sexuales.
38
Orientación Sexual.
Las adicciones.
Adicciones Ingestivas.
Trastornos Alimenticios.
Pensamientos.
Sentimientos.
Actividad
EGOISMO
Para hablar del egoísmo tendremos que recurrir a las diferentes

definiciones que de él se han hecho, pero en la labor de identificar
de donde procede esta actitud perjudicial y dañina dentro de las
relaciones de pareja vamos a remitirnos a un sencillo y profundo
pensamiento:
“EL egoísmo es la actitud antinatural de un ser humano para

cerrarse y no salir de sí mismo, impidiendo relaciones sanas y
armoniosas.”
Cuando hablamos de “actitud antinatural” nos estamos refiriendo

a un comportamiento que no procede de la fuente original en la
que fuimos creados. Como seres humanos no somos frutos de
una casualidad ni de un creador antojadizo e incoherente. Cada
parte de ese universo perfecto y armonioso es portador de varias
funciones que están íntimamente relacionadas con las demás, es
decir, cada una de ellas está diseñada para ser, existir y asistir a
las demás de manera directa o indirecta. La fuente o creador es el
transportador de estas características tan personales que
transfiere a su creación. Toda la naturaleza es receptora y dadora,
es la imagen visible de una fuente invisible que se manifiesta en
lo que observamos. Si deseamos explicar esto con un ejemplo
sencillo podríamos remitirnos al medio ambiente. Cuando
prestamos atención a un árbol notamos que tiene diferentes
características, que es algo creado, inseparable de su fuente y que
39
existe y para que cumpla una o varias funciones. En otras

palabras el árbol es un elemento original diseñado con la finalidad
de dar de lo que tiene para que otros elementos de la creación se
nutran y vivan. Pensemos en lo que un árbol nos ofrece
naturalmente. Primeramente es un agente receptor de las
características de la fuente y segundo un canal por la cual fluyen
esas particularidades tan únicas que reciben y dan.
En la página web www.321judaismo.com se publicó un artículo

denominado “Que hacen los árboles por nosotros” donde se
expone lo siguiente: Los árboles son una parte importante de
nuestro mundo. Ellos nos dan la madera para las construcciones
y la pulpa para hacer papel; ellos proporcionan sombra, nos hacen
la vida más agradable, crean microclimas y hacen que la
temperatura sea más fresca en la proximidad de ellos que lejos de
los mismos; promueven la diversidad, agregan colores,
proporcionan los hábitats (hogares) para todo tipo de insectos,
aves y otros animales; proporcionan diversos tipos de frutas y
frutos secos y en algunas regiones y algunos tipos de árboles
proporcionan la savia para hacer bebidas o alimentos, como el
“jarabe de arce”; también han servido de inspiración a miles de
artistas, tanto profesionales, como aficionados, quienes han
pintado cuadros de árboles, al igual que se han escrito miles de
poemas, canciones e historias sobre ellos.
En las ciudades, dan privacidad, enfatizan vistas u ocultan

aquellas que son desagradables. Reducen la luz intensa y los
reflejos indeseados o molestos, al igual que la energía radiante:
La velocidad y dirección del viento se pueden modificar por los
árboles; la caída directa de la lluvia, nieve o granizo primero se
absorbe o se desvía por los árboles, dando protección a personas,
animales y edificios; los árboles interceptan el agua, almacenan
parte de ella, reducen el escurrimiento excesivo causado por las
tormentas y la posibilidad de inundación. El rocío y las heladas
son menos habituales debajo de los árboles porque el suelo libera
menos energía radiante por la noche en dichas áreas: árboles
plantados con una orientación específica, puede hacer disminuir el
costo de aires condicionados entre un 10 a un 15 %.
40
También se aprecia que la gente se queda y compra más a lo

largo de calles que tienen líneas de árboles y que los negocios que
rentan sus oficinas en espacios de desarrollos forestados tienen
trabajadores más productivos y el absentismo es más reducido.
Los sistemas de raíces de los árboles pueden ayudar a moderar el

impacto de los terremotos; Sus raíces aumentan la permeabilidad
del terreno, por lo cual reducen la cantidad de químicos que son
transportados a los arroyos; reducen la erosión del terreno
causada por el viento y, los árboles en general, ayudarán a
combatir el calentamiento global y a cuidar el planeta….
Los beneficios que produce un árbol a una persona, son los

siguientes: un árbol genera oxígeno para respirar: se calcula que
en las selvas tropicales, cada árbol genera en promedio unos 273
metros cúbicos de oxígeno al año, lo que daría que uno sólo
podría satisfacer de oxígeno a dos personas (La persona media
necesita alrededor de 130 metros cúbicos de oxígeno al año). Un
árbol maduro además, purifica, limpia y filtra 100.000 metros
cúbicos de aire contaminado cada año y absorbe 20 toneladas de
dióxido de carbono. (Otra estimación calcula que por cada
4000m2 de árboles, ellos absorben el C02 suficiente para igualar
la cantidad que se produce al conducir un auto 40.000
kilómetros).
También, el árbol durante su madurez absorbe 20 kg de polvo

anuales y recoge casi 80 kg de metales tóxicos que se encuentran
suspendidos en el aire (mercurio, plomo, litio, etc.), sin contar lo
ya descrito en el beneficio de la madera, el papel y las frutas. Los
árboles acortan la estadía post-operatoria en los hospitales
cuando los pacientes están en dormitorios con vista a árboles y
espacios abiertos.
Además, no olvidemos lo que dice la Torá que “el hombre es como

el árbol” porque del mismo modo como el árbol necesita de agua,
abono, aire, sol y raíces fuertes, el hombre necesita del “agua
espiritual de la Torá, el abono que es provisto por las necesidades
diarias como la alimentación y la vestimenta; el aire que es la
Neshamá o la fuerza espiritual que sostiene al hombre; la luz,
que es la emuná o la fe en el creador, el Todopoderoso proveedor
41
de todas las cosas y de unas raíces fuertes para saber de dónde

viene y hacia dónde va; además, cuánto más firmes son sus
raíces más frondosas serán sus ramas, así también nosotros
cuanto más aprendamos y recibamos en nuestra juventud más
podremos transmitir en nuestra madurez. 28
Como podemos observar en esta hermosa enseñanza el hombre y

la mujer, han sido creados para existir y ser dadores. Cuando el
ser humano se desprende, se desconecta de su fuente de
creación, distorsiona y desfigura su carácter y su misión para lo
cual fue creado. Imaginemos que el árbol dijera que ya no desea
dar más sombra, que no desea que se lo utilice para dar madera,
ni papel, que no desea ser agente de creación de oxígeno y que
asumiera una actitud totalmente independiente de los demás
elementos de la creación. Definitivamente esta sería una actitud
antinatural pues estaría desconectándose de su origen y
funcionando de una manera tan independiente como incoherente.
Los demás elementos del universo se afectarían negativamente
con esta decisión perturbando de manera directa o indirecta todo
el equilibrio universal. Un árbol es, existe como tal, no necesita
hacer nada para que se lo reconozca pues ya tiene en sí mismo
cualidades únicas que lo hacen diferente y necesario. El ego sano
es entender esto, que el ser humano tanto es y existe y que no
necesita nada más que expresar y ofrecer las cualidades con que
ha sido dotado. Si uno se hiciera la pregunta en tal caso de cuáles
son esas cualidades diríamos que tienen que ver con la genética
divina. Hablamos puntualmente de ser capaces de amar, de
perdonar, de ser misericordiosos, bondadosos, compasivos, fieles,
pacientes, benignos, respetuosos.
No comprender este concepto básico en el engranaje de las

relaciones humanas y específicamente de pareja, conduce de
manera directa a la presencia y práctica de un ego totalmente
deformado y enfermo, desprendido de la fuente que reclama toda
clase de derechos, que pelea, que siempre quiere tener la razón,
que siempre mira por lo suyo propio, que se disfraza muchas
veces de bondad y de altruismo pero que finalmente aparece
como el enemigo principal de la estructura matrimonial. La
28
.- http://321judaismo.com/judaismo/ensenanzas/que-hacen-los-arboles-por-nosotros/
42
aparición de ciertas conductas manifestadas en los integrantes de

la pareja, que evidencian características individuales, están
generadas por un ego enfermizo. Saber que somos y quienes
somos se transforma en una de las tareas primordiales de la
singularidad humana. El desconocimiento de estos dos aspectos
conduce al hombre y a la mujer a interactuar y a convivir en
espacios de servidumbre y dolor.
Para poder entender un poco más sobre este tema del ego
enfermizo, tenemos que remontarnos a los primeros años de
nuestra vida y descubrir cuál fue el modelo familiar que nos
formó. John Bradshaw expone claramente que el principal
componente de un sistema familiar es la pareja, si esta funciona
correctamente la familia también funcionará de manera adecuada
pero si el matrimonio es disfuncional, la familia será disfuncional.
29
. Esta idea desarrolla el concepto que tanto el papá como la
mamá son los formadores del ego del niño, que son los
proveedores de elementos emocionales sanos que lo conduzcan a
una adultez madura. Esto se traduce como reflejos equilibrados y
coherentes tales como aceptación, contención, confianza,
seguridad, disciplina, libre expresión emocional, previsibilidad y
limites sólidos. Cuando estos elementos no son proporcionados el
ego se divide como la consecuencia más dramática de un
sentimiento de vergüenza interiorizada. Bradshaw nos aclara
acertadamente que todos los sentimientos pueden interiorizarse
pero cuando esto ocurre, un sentimiento deja de funcionar como
tal y se convierte en un rasgo característico de la personalidad de
un individuo, en su identidad. 30 Este sentimiento nos hace sentir
fracasados y muy poco valiosos y es entonces cuando para
defendernos de ese inmenso dolor buscamos una manera de
aliviarlo, creando unas mascaras o personajes ficticios para poder
sobrevivir a tanto desamparo emocional. Claudio María
Domínguez nos habla de la formación del ego en los primeros
años de vida:
“Si cuando somos niños nadie piensa que somos útiles, nadie nos
aprecia, nadie nos sonríe, entonces también nace un ego. Un ego
29
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. 2004. Pág. 55.
30
.- Ibíd. Pág. 28.
43
enfermo, triste, rechazado, como una herida, sintiéndose inferior,

sin valor. Esto también es el ego. Esto también es un reflejo.
Primero es la madre la que crea nuestro mundo. Después otros se
le suman a la madre y así ira creciendo el mundo del niño. Y
cuanto más crecemos, más complejo se vuelve el ego, porque las
opiniones de muchos más son reflejadas. El ego es un fenómeno
acumulativo; es el subproducto de vivir con otros.” 31.
Ya entendiendo como se forma en el individuo el ego enfermizo,

podemos entender y desenmascarar las manifestaciones sutiles
pero nefastas del egoísmo. Cada integrante de la pareja tiene la
necesidad de crear una muralla con la intención de proteger su
verdadero yo debilitado e inseguro. El miedo y la vergüenza de
llegar a ser descubiertos en nuestra realidad emocional más
íntima nos incapacita para salir de ese escondite y relacionarme
de manera natural con nuestro par. El egoísmo se transforma en
un mecanismo de defensa constante que pelea, discute, quiere
ganar y no acepta la participación de la persona que dice amar.
En nuestra experiencia personal y profesional creemos que este
comportamiento se convierte en el principal enemigo de una
relación de pareja. Las diferencias más notables y que más
controversia producen están sostenidas por argumentos de
realización personal, exigencia de derechos, espacios no
incluyentes, reclamo constante de atención emocional y en una
búsqueda despiadada de lo propio, ante el imperativo
fundamental que es el “nosotros”. Ignacio Larrañiaga nos comenta
que el conyugue neurótico o inadaptado es un sujeto
terriblemente racionalizado; es decir, siempre esgrime razones,
que no son razones sino justificaciones, para demostrar que él no
es culpable. Siempre echa la culpa al otro, porque es incapaz de
reconocer su propia culpabilidad. En suma es incapaz de
autocrítica, y la autocrítica es el pórtico de toda liberación en
todos los sentidos: ascético, psicológico, profesional. La
incapacidad de autocrítica es signo inconfundible de egoísmo
puro, es decir, es la situación de una persona que vive
exclusivamente en sí y para sí. 32
31
.- http://espiritualidaddiaria.infobae.com/%C2%BFque-es-el-ego/
32
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed San Pablo. Colombia. 2000. Pág. 82.
44
Dependencia Emocional - Celos
Para hablar de dependencia emocional primero necesitamos

definir el término “libertad” dentro del contexto de ser pareja. La
libertad como un derecho inalienable del ser humano no tiene que
ver exclusivamente con uno sino con ambos miembros. Todos los
pensamientos, sentimientos y actitudes que se generen en el
individuo tienen que estar necesariamente orientados al bien de la
relación de pareja. La libertad como ámbito de crecimiento
personal del ser humano necesita desarrollarse dentro de un
cauce. El libertinaje ocurre cuando se quiere ejercer un
comportamiento que no está reglamentado por ningún marco
ético o moral. Uno hace lo que le viene en gana sin contar con la
capacidad de evaluar el comportamiento con una medida
referencial. La relación de pareja necesita alimentarse de valores
conjugados en común, experimentados en los actos de vida diaria
y exponiéndolos a una constante evaluación. Jaime Barylko
expone que la libertad no se transmite sino que se ejercita y para
ello se necesitan valores; se ejercita eligiendo entre valores,
optando y prefiriendo. 33
Pilar Parra define la dependencia emocional como un patrón de

necesidades emocionales insatisfechas desde la niñez, que ahora
de mayores buscamos satisfacer, mediante la búsqueda de
relaciones interpersonales muy estrechas.
También la contempla dentro de un trastorno de la personalidad

enmarcado dentro de las dependencias afectivas. Sin embargo,
para otros autores, se trata de un trastorno adictivo, en el que el
objeto que provoca la adicción es la relación de pareja, y su
objetivo es llenar un vacío en el sujeto que la padece.
Más adelante comparte una definición muy interesante que el

psicólogo y escritor argentino Jorge Bucay hace de “dependencia”:
Buscando el origen de las palabras: ―De pendiente‖, viene de
―de pendere‖ que significa: que cuelga, que está suspendido en
33
.- Barylko, Jaime. “En Busca de los Valores Perdidos.” Ed. Santillana. Argentina. 1996. Pág. 71.
45
el aire, sin base A su vez, Pendiente es: incompleto, inconcluso,

sin resolver En masculino es un adorno y en femenino una
inclinación, una cuesta empinada Por lo que llega a la conclusión
de que: Dependiente Es aquel que se cuelga de otro, que vive
como suspendido en el aire, sin base como si fuera un adorno que
el otro lleva. Es alguien que está cuesta abajo, permanentemente
incompleto, eternamente sin resolución Depender significa
entregarse voluntariamente a que otro, me ―conduzca‖ según su
voluntad y no según la mía. 34
Cualquier cosa que impida el crecimiento integral del cónyuge es

un delito contra la autonomía. Donde no existe libertad e
independencia hay temor y al amparo de este, nacen y crecen
todas las asperezas de los complejos y heridas que irán
arruinando la relación conyugal. Cuando un ser humano necesita
apoyarse todo el tiempo en el otro nos encontramos frente a la
dependencia. Estas personas siempre están mendigando amor,
nunca es suficiente, no pueden vivir solos, perennemente
insatisfechos. Todo esto, desde luego, es pura señal de inmadurez
e infantilismo.
La dependencia entonces, se viste de ornatos muy sutiles, pero

peligrosos, pues se constituye en un apego casi violento que a
primera vista puede parecerse al amor, pero está lejos de serlo.
Las personas dependientes poseen una personalidad muy débil,
insegura, obsesiva, que convierte a la relación en una necesidad
irremediable, adictiva y que sólo es un amor invertido o egoísmo
camuflado. Una buena definición de dependencia podría ser:
“Estado emocional de vinculación compulsiva a una persona,
originado por la creencia de que sin esa persona no podemos ser
felices”. Así es como este comportamiento aprendido se convierte
en un terreno seguro para los celos, los malos tratos, la constante
humillación de mendigar amor; es enfermizo, incapacita, elimina
criterios, deprime, desgasta. El psicólogo argentino Walter Riso
asegura que las personas con este perfil mantienen una idea
central que dice: “No soy capaz de renunciar al placer, bienestar y
seguridad que me brinda la persona que amo y no soporto su
34
.- http://www.escuelatranspersonal.com/wp-content/uploads/2013/12/ “De la dependencia
emocional a la libertad de ser. “ PDF Pilar Casas, Madrid. España 2010 Pág. 6.
46
ausencia. No tengo tolerancia al dolor. No me importa que tan

dañina o poco recomendable sea la relación, no quiero sufrir su
perdida. Definitivamente, soy débil. No estoy preparado para el
dolor”.35
El escenario parece poco alentador cuando observamos esta clase

de comportamiento adquirido dentro de las relaciones de pareja y
podría surgirnos una gran pregunta ¿cómo y cuándo se forjó este
modo de percibir el amor? Y es en este momento donde debemos
ser lo suficientemente honestos y reconocer nuestra condición
emocional enfermiza y buscar la ayuda del caso. El 50% de las
parejas que hemos atendido en nuestros 16 años de consejeros
matrimoniales se han debido a problemas ocasionados o
relacionados con dependencia afectiva, y lo asombroso es que a
pesar de que estas relaciones no son saludables, los involucrados
son incapaces de poner fin, por miedo al abandono, la soledad o
la perdida afectuosa.
A través de nuestra experiencia denominamos a este

comportamiento el “SINDROME DE HAMBRE EMOCIONAL” que no
es otra cosa que un vacío de amor desde cuando éramos niños. El
amor, representa la plataforma donde se levanta la personalidad
humana, donde las personas sienten que son y que existen.
Donde se sienten seguros y a salvo, donde saben que pertenecen
a alguien y a una familia. Sin ese amor que desde luego no lo
tuvo que haber brindado papá y mamá o nuestros cuidadores, la
vida parece oscura, silenciosa, peligrosa y se siente en el alma un
vacío que nada ni nadie puede llenar. Crecemos con esa HAMBRE
y empezamos a buscar ese AMOR en todas partes para saciarlo y
es cuando recorremos el mundo entero para encontrar el hombre
o la mujer que nos va a llenar el espacio y nos va a colmar de
toda esa ternura y seguridad que en casa y en nuestros primeros
años no nos brindaron. Pero es ahí precisamente ahí, donde nos
encontramos con una gran pero triste realidad. Mi pareja es una
cisterna rota que no puede retener agua, en este caso no tiene
tampoco mucho amor para dar, pues también viene vacío y roto
como dice el profeta Jeremías. 36
35
.- Riso, Walter. “Amar o depender?: cómo superar el apego afectivo y hacer del amor una
experiencia plena y saludable.” Ed. Norma. Bogotá. 2003. Pág. 42.
36
.- Biblia de Las Américas. Lockman Foundation. La Habra. California. 1997. Jeremías 2:13.
47
“Porque dos males ha cometido mi pueblo: me abandonaron a mí,

fuente de agua vivificante; y han cavado para sí cisternas rotas
que no pueden retener el agua”.
Es así como las personas entran en estas relaciones adictivas y

donde expresan frases como: “vivo por él y para él”, “mi
existencia no tiene sentido sin ella”, “es lo más importante en mi
vida”, “sin ti me muero” y mucha otras más que demuestran lo
enfermizo de este comportamiento llamado dependencia
emocional.
Las características y las maneras de manifestarse de este estado

malsano se pueden expresar desde la actitud posesiva,
absorbente y excluyente impidiendo que su pareja se relacione
con otras personas como familia y amigos. Miedo irracional a la
pérdida de la persona amada lo que conduce a los celos, anulación
recíproca es decir solamente pueden estar los dos y para los dos.
Es tan grave esta patología que los individuos pierden la

capacidad de valoración propia y fundan sus personalidades en las
del otro, produciendo un foco de violencia y comportamientos
destructivos. El mundo de la psicología establece que la gran
mayoría de las personas buscan en sus parejas el modelo familiar
que se construyó en los primeros años de vida, cambiando
únicamente el escenario presente pero con una forma de actuar
del pasado. Y la constante del ayer de esta clase de virus es el
miedo y la inseguridad interior. También Wayne Dyer dice: “la
dependencia es la serpiente en el paraíso de un matrimonio
feliz”37. No se puede confundir amar con depender.
Para nosotros como creyentes y consejeros es muy doloroso y

desconcertante escuchar en nuestras citas personales, tantas
personas encadenadas a este comportamiento, viviendo un
infierno tras puertas cerradas, aparentando en la iglesia que todo
está bien, cuando en realidad todo está mal y lo peor es que
vienen en busca de alivio pero JAMAS de curación completa y
definitiva. Sin embargo es nuestra misión exponer de manera
clara, sencilla pero veraz estas realidades que duermen en los
hogares de muchas familias.
37
.- Wyne, Dyer. “Tus Zonas Erróneas.” Ed. sudamericana. Argentina. 2008. Pág. 270.
48
La dependencia emocional no sucede por sí sola o por estar al

lado de personas controladoras. Como todos los comportamientos
enfermizos es una elección que las personas hacen vinculándose
con personas dominantes, que las traten como ellas están
acostumbradas a ser tratadas desde su infancia. Puede parecer
muy honesta y bondadosa, pero en realidad es un gigante que
destruye la felicidad y la posibilidad de una vida plena.
Los impulsos que llevan a las personas a actuar de esta manera,

se deben a que prefieren ceder la responsabilidad de su propia
vida a otro. Pueden culpar a los demás de sus propias
incapacidades y frustraciones, desean que sean los otros los que
cambien para ellos evitar el difícil compromiso de cambiar. Están
acostumbrados a complacer a los demás y a que otros los dirijan.
Evitan sentir la culpa de ser firmes y autónomos.
Dios nos ha entregado el DON más sagrado que el ser humano

pueda poseer y es el de ELEGIR, por eso ante la amenaza de este
comportamiento, el respeto viene a constituirse como la clave
fundamental para una relación sana y exitosa.
Los celos
Una de las consecuencias más dramáticas de la dependencia

emocional son los celos. Estos salen a luz como una respuesta
emocional de una persona que percibe como una amenaza a algo
o a alguien que desea un objeto de su pertenencia. También
podemos enmarcarlos dentro del temor o miedo a perder algo que
se considera valioso, que ofrece pertenencia y sentido de vida.
La falta de una correcta autoestima, el insuficiente valor como

personas, la escasa seguridad ante los desafíos cotidianos y en
cierta medida un profundo grado de egoísmo también determina
una explicación para los celos. Por lo tanto ante estas actitudes la
relación no está basada en un amor genuino ni sincero que
favorezca el crecimiento conjunto de ambas partes.
49
. Una de las definiciones más profundas de los celos es la que nos

brinda la Biblia en la carta de Santiago. 38
“Los celos y el egoísmo no se originan en Dios; al contrario son

terrenales, carnales y diabólicos. Donde hay celos hay desorden y
todo tipo de maldad.”
Con esta enunciación tan clara y directa podemos decir que los
celos pertenecen al género de los pensamientos obsesivos. Una
combinación de miedo, temor inseguridad y falta de amor propio
que se nos instala como un gigante muy difícil de ser expulsado.
Aunque el celoso sufre y hace sufrir es importante entender que

quizás el que padece de este mal se siente excluido y
desconectado emocionalmente de su pareja y esto lo hace sentir
incierto, temible y sobretodo muy poco valorado. Sin embargo no
siempre resulta así. Esta problemática surge desde luego y como
siempre lo iremos a decir en los primeros años de vida cuando no
nos han otorgado el afecto, atención, y el valor de ser hijos
primeramente y como llevamos dentro ese vacío tan grande,
deseamos llenarlo con el amor y el cuidado de mi pareja. Los
celosos viven compitiendo y comparándose con cualquiera que
represente un peligro para ellos y su relación. Tienen la tendencia
de interpretar de manera distorsionada la realidad y su
imaginación es bastante amplia y a veces malévola. Otra de las
características es que son excesivamente rencorosos y
vengativos. Se convierten en personas muy fastidiosas pues todo
el tiempo están pidiendo se les asegure el amor y la fidelidad,
haciendo del amor una cadena.
Ignacio Larrañaga dice que el celo participa de la naturaleza de la

alucinación. Un extraño sentimiento, mezcla de temor,
inseguridad y ansiedad que se instala en la zona mental y
emocional del sujeto. Los celos son un sentimiento irracional
donde, palpitan complejos de inferioridad y otros brotes del
sistema emocional. Normalmente los celos reflejan un bajo nivel
de autoestima. Es difícil convivir con una persona celosa porque
se sienten inseguros, tienden a interpretar mal las cosas que
suceden a su derredor, siempre están temiendo e imaginando que
38
.- Biblia de Las Américas. Lockman Foundation. La Habra. California. 1997. Santiago 3:14.
50
se los está subestimando porque ellos sienten que no valen nada.

En otro párrafo emparenta el fenómeno de los celos al participar
de las características de la obsesión y la obsesión está a su vez
emparentada con el rencor. Los celosos tienden a ponerse
fastidiosos reclamando constantemente que se les asegure amor y
fidelidad. 39
Es muy importante entender que este es un comportamiento

enfermizo y desgasta la pareja, y que se hace urgente buscar la
solución del caso. Recordar que esta actitud no procede del cielo,
sino que es un desorden mental que hay que ponerlo bajo
tratamiento y revisión.
El DOMINADOR
Así como la dependencia emocional es la máscara del temor y el

miedo este comportamiento se manifiesta en la imperiosa
necesidad de “control”. El presente estado, desde luego malsano y
poco útil en las relaciones de pareja, se presenta dando órdenes,
colocando a prueba al otro, suscita complejos de inferioridad y de
inseguridad.
Derek Prince establece que todo intento de manipular o controlar

la mente, los sentimientos y las conductas de los que nos rodean
está dentro del ámbito de la brujería y hechicería. Afirma lo
siguiente: La hechicería es la rama del poder del ocultismo. La
hechicería es una expresión de la rebelión del hombre contra Dios.
Es un intento del hombre de ganar sus propios fines sin someterse
a la ley de Dios. Su fuerza motriz es un deseo de controlar a las
personas y las circunstancias. Para llegar a estos fines, puede
usar presiones psicológicas, técnicas psíquicas, o una combinación
de ambas. Hay tres palabras claves que descubren la actividad de
la hechicería: manipular, intimidar y dominar. La dominación es
su propósito final. 40
El historiador francés Fabrice d'Almeida en su libro La

Manipulación nos expone que dentro de un concepto más amplio
se podría afirmar que la manipulación mental o control mental se
produce cuando un individuo o grupo de individuos ejerce una
39
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed. San Pablo. 2000. Pág. 104-105.
40
.- Prince, Derek. “Bendición o Maldición.” Ed. Unilit. U.S.A. 1995. Pag. 68.
51
tentativa de toma de control del comportamiento de una persona

o de un grupo, utilizando técnicas de persuasión o de sugestión
mental, en busca de eliminar las capacidades críticas o de
autocrítica de la persona, esto es, su capacidad de juzgar o de
rehusar informaciones u órdenes.
Se refiere a un amplio rango de tácticas psicológicas capaces de

subvertir el control de un individuo sobre su propio pensamiento,
comportamiento, emociones o decisiones. Ciertas formas de
manipulación podrían ser altruistas, pero la noción de
manipulación mental tiene, por lo general, una connotación
negativa que evoca a los manipuladores de comportamiento
egoísta o malintencionado. 41
El control o la dominación se convierten en un lazo opresor,

malévolo que impide la libertad y la singularidad de nuestro
cónyuge. Esta conducta es nociva para la convivencia de la pareja
pues mortifica el amor, termina con la confianza, el deseo sexual
y se manifiesta como un comportamiento abusivo. El intento de
vigilancia empieza con cosas pequeñas como no te vistas así, no
te rías con esas personas, no vayas a este lugar, pero finalmente
termina por dirigir la forma de pensar, sentir y actuar. Dichas
relaciones son las que se convierten en campos de violencia
verbal, psicológica y física.
Dentro de la relación de pareja existen personas que desean

obtener el “poder” y no les interesa cultivar el amor como un acto
diario de construcción conyugal. La persona controladora cree
que su pareja es pertenencia privada y considera que no tiene
derecho a tener sus propias cosas. El dominador busca saber todo
de su par para manipularla y así satisfacer sus propias
necesidades y minimizar sus temores y ansiedades ante una
posible pérdida.
Existen parejas donde la mujer es la que domina o el hombre es

quien lo hace mostrando que el equilibrio no existe y dando inicio
a desacuerdos y problemas pues la parte afectada por el dominio
termina ocupándose más en hacer valer sus derechos que en
nutrir la relación con el fin de que esta crezca y se desarrolle
41
.- Fabrice d'Almeida “La manipulation.” Presses universitaires de France. París: (2005).
52
sanamente. Cualquier atisbo de dominación se transforma en una

postura muy dañina y se aleja del modelo divino para el hombre y
la mujer. Dios los ha creado para que caminen a la par, en el
mismo nivel, sin que ninguno de los dos asuma el papel de
dominador. Uno de los aspectos más complicados en nuestro
trabajo como consejeros es lograr que aquel miembro de la pareja
que asume una postura dominante se baje para iniciar el proceso
de reconstruir la relación, la dificultad consiste en que quien
asume esta posición tan nociva mantiene todo bajo control. El
control puede estar oculto tras la máscara de lo económico, de la
manipulación afectiva, de los hijos, de la violencia física, de las
amenazas y del desgate de la autoestima de la parte dominada.
Otro de los problemas que ocasiona estar sometido o dominado es
generar resentimiento, guardar rencor y experimentar una
existencia vacía y de odio hacia sí mismo lo cual puede ocasionar
desajustes en su organismo y terminar con alguna enfermedad o
desajuste mental por la imposibilidad de poder expresar tanto
sentimiento de insatisfacción y amargura.
Como explicamos anteriormente el control es la máscara del

miedo, y este sentimiento nubla la razón y nos hace creer que
solo fiscalizando al otro, sus acciones, sus sentires, estamos en el
camino correcto para ello. En definitiva es una gran falta de
confianza en nuestra pareja y desde luego en nosotros mismos
primeramente. Esta pasión oscura, se origina como los anteriores
comportamientos en nuestros primeros años de vida. Habría que
inspeccionar a profundidad que aspectos de nuestra existencia
nos produjeron tanto temor, si nuestros cuidadores fueron
personas que nos inspiraron una gran confianza y si nos sentimos
seguros y protegidos, o si por el contrario solo estamos repitiendo
y perpetuando una actitud aprendida de uno de nuestros padres.
Un indicador de que nuestro matrimonio va por buen camino es

en el que tanto el hombre como la mujer son libres para elegir y
se ponen de acuerdo para vivir en compañía. Pero cuando este
comportamiento de la manipulación aparece no siempre de
manera violenta, muchas veces es sutil y silencioso pero ataca
como la víbora a su presa. Sin embargo para que exista el control
se necesitan dos para entrar en ese juego oscuro y macabro.
53
Muchas veces los papeles se intercambian, una vez el hombre,

otra la mujer.
Podríamos hablar entonces del perfil de la persona manipuladora,

y para empezar podríamos decir que son personas basadas en
pensamientos rígidos y normas estrictas. Su lema favorito es el
“DEBERIA”. Todo debe hacerse a la manera de ellos, como ellos
creen y como están acostumbrados a hacer las cosas y su objetivo
es salirse siempre con la suya. Las estrategias más comunes de
este rol son la crítica, la amenaza, la culpa y utilizan los gritos y
los insultos. El dominador se puede convertir en un personaje
muy agresivo que infunde temor para someter al otro. Diremos
también que la persona que ejerce el control desea tener el
mando, tomará todas las decisiones sin consultar, aun las que
afecten a los dos; se hace responsable de todo y no deja
participación a su pareja. Como podemos ver esta actitud irá
destrozando la personalidad de nuestro cónyuge, el cual ya no
poseerá el criterio para tomar decisiones y ser parte importante
de esta relación
Nos cuesta demasiado reconocer que las familias se encuentran

enfermas y que lamentablemente conviven en el día a día con
este tipo de circunstancia y desorden. La misión dada por nuestro
Redentor y Señor JESUCRISTO de ser sal y luz en este mundo se
está haciendo imposible, pues la iglesia, que es la herramienta
creada y escogida para hacer visible la voluntad de Dios, en
general ha perdido su eje central educativo en el tema de formar
al hombre y a la mujer para ser pareja y padres. Existe el mito de
que la sola asistencia a una confesión religiosa determinada
tendrá el mágico resultado de sanar los efectos destructivos de
este comportamiento. Nada más alejado de la realidad. El
universo conformado a partir de la voluntad divina nos muestra lo
contrario. Cada aspecto de esa creación remite a un proceso de
crecimiento y perfeccionamiento que dota a cada elemento de una
particularidad y singularidad maravillosa. El ser humano, como
creación distintiva de Dios, nos escapa a esta verdad. Esto se
logra a través de procesos educativos y de tiempo para revertir
cierta particularidad que nada tiene que ver con la esencia de su
creador.
54
El desertor hacia el interior.
Los siguientes conceptos de Desertor hacia afuera y Desertor

hacia adentro son desarrollados por Ignacio Larrañaga en su libro
El Matrimonio Feliz como “Fugitivos hacia adentro - Fugitivos
hacia afuera” y son de su autoría. Los autores de este libro toman
esos dos conceptos para desarrollarlos libremente respetando
ampliamente la esencia de cada uno de ellos en cuanto a la
intención de su autor.
Definir con claridad cada concepto es fundamental para la

posterior comprensión de cada uno de los comportamientos
aprendidos que atacan de manera letal nuestra relación de pareja.
El término desertor refiere a una persona que abandona un deber
o la defensa de una causa; que se fuga o se escapa de un lugar
sin ser visto, un prófugo que huye ocultando miedos oscuros e
inconfesables. Por lo tanto un desertor hacia adentro es la
persona o el integrante de la pareja que desaparece, se corre de
la convivencia matrimonial, para refugiarse o esconderse dentro
de él mismo y no tener que involucrarse emocionalmente con su
cónyuge. En conclusión son las personas solitarias, introvertidas.
El amor requiere de apartar espacios, de atender al otro en uno
de los aspectos principales de ser pareja, la comunicación. Y no
estamos hablando de decir mucho, sino de abrir el alma y dejar
entrar a mi compañero para que pueda navegar sin miedo en mis
zonas más íntimas, más sagradas. A los desertores hacia adentro
se les hace muy difícil compartir la vida, pues han crecido sin el
modelo de relacionarse con otros, por lo general fueron cuidados
por abuelos y no tuvieron el vínculo afectivo con otras personas
de la familia. Por este motivo es que ellos prefieren tener mucho
espacio a solas a puerta cerrada haciendo “sus cosas” y estando
en “su mundo”.
Sus actividades favoritas son el escuchar música, leer, pintar y las
expresiones creativas en general. Su tendencia es a estar callados
y un tanto sumisos. Los introvertidos tienen dos personalidades:
una privada y una pública por ese motivo pueden confundirnos
tanto. Pues existen escenarios donde hablan mucho y se sienten
muy cómodos pero en casa y en la relación de pareja son
ausentes y muy callados.
Pero el problema empieza a surgir cuando se aíslan del mundo de
pareja para estar solo en el de ellos y prefieren esa soledad a
compartir con la persona que se tiene al lado. En el primer
55
capítulo hablamos de la importancia de comprender que ser

pareja es vivir en comunidad, de a dos, y es por este motivo que
se hace tan complicado vivir al lado de un fugitivo hacia adentro.
Las personas que se comportan de esta manera se confeccionan
una armadura, son egocéntricos, pues no logran comprender y
valorar con profundidad su relación, descuidándola y
escondiéndose poco a poco en esa muralla, hasta que dejan de
brillar y se oxidan, convirtiéndose en personas muy distantes,
indiferentes y hasta poco misericordiosas pues pareciera que nada
les importa excepto ellos mismos.
Dice Ignacio Larrañaga que este se debe a la falta de confianza.
“Ella, la confianza, ha sido zarandeada una y otra vez como una
hoja seca al viento. Un día habla a un arroyo acerca del mar y el
arroyo me trató de exagerado; otro día hablé al mar acerca del
arroyo el mar me calificó de difamador. No había manera de
entendernos. Y la confianza, asustada como una paloma,
emprendió la fuga hacia mundos desconocidos”42
También la fuga hacia adentro se debe a una resistencia resentida
de aquellos que fueron tratados de manera injusta, abusiva y
cruel en los primeros años de vida, entonces el niño crece
aprendiendo a esconderse dentro de él mismo para poder hallar la
seguridad o falsa seguridad y así no ser lastimado ni atropellado
por los que le rodean. Pero esa manera de huida solo hará de ese
niño un adulto incapaz de salir de su cueva y relacionarse de
manera asertiva con su cónyuge, evitando toda comunicación
profunda es decir, se destruye la vida de las interioridades y muy
pronto se llegará a lo que Larrañaga establece como el
“DIVORCIO DE CORAZON”, pues las puertas de esos corazones ya
están cerradas con cerrojos de hierro muy difíciles de romper. Es
entonces cuando las parejas viven y duermen juntos pero
emocionalmente están apartadas del alma, distantes, ausentes.
No puede existir tragedia más grande que esta ¿Cuántos de los
hogares que asisten regularmente a los servicios en todo el
mundo en todas las denominaciones posibles, viven de esta
manera, aparentando tener una relación perfecta y una familia
feliz, cuando en realidad tras puertas cerradas solo existe el
abandono y la apatía emocional? Y es cuando entonces podemos
entender tantos problemas de adulterios y engaños en el interior
de las parejas pero que por miedo y vergüenza no se animan a
curar este comportamiento que como hemos dicho es letal a la
hora de ser pareja.
El daño que causa esta conducta es tan profundo como
destructivo. Vivir al lado de un desertor hacia adentro es como
42
56
vivir con un muerto en vida, con una pared o un muro que no se

puede derrumbar. Hace sentir una inmensa soledad y un vacío
emocional que es difícil de llenar. La pareja se convierte en un
mundo de extraños, de silencios, de pausas interminables, de
miradas sin sentido, de una desesperanza desgarradora que
atenta contra la resistencia más firme a la hora de la convivencia.
Una de las máscaras más habituales de esta conducta se expresa
a partir de una actitud de ir a “conquistar el mundo”; salen a
deslumbrar con su carisma, y buen humor, a entretener a los
demás para hacerse notar y así hacer creer que es el ser más
maravilloso del planeta pero cuando llegan a casa se convierten
en seres totalmente invulnerables, distantes, apáticos e incapaces
de involucrarse pues llevan siempre su armadura de hierro puesta
para no ser heridos en lo inconfesable de sus sentimientos y
emociones.
El mundo de estas personas es un espacio infranqueable donde
ellos se transforman en los únicos habitantes. Es allí donde
encuentran su refugio más seguro de los cuestionamientos
exteriores, de los intrusos indeseados que atentan contra su más
oscura intimidad. El silencio, la inexpresividad, la carencia de
afecto y la negación de todo sentimiento y emoción son las leyes
que rigen su universo. Existe en ellos una fuerza invisible que les
impide interactuar de manera asertiva ante su conyugue. Las
causas de este comportamiento hay que escudriñarlas en la más
temprana edad. La herida causada por los padres en los años de
formación del niño está determinada por los silencios que fueron
impuestos, por las maneras autoritarias en que estos se llevaron a
cabo. Cercenar la posibilidad de expresión de un niño es
condenarlo a un exilio vergonzoso de donde le será casi imposible
regresar. La importancia de la tarea de los padres frente a la libre
expresión de los hijos es fundamental a la hora de formar un
adulto con la capacidad de comunicar sus necesidades más
íntimas sin temor a ser criticado o atacado por su par.
John Bradshaw nos ofrece una descripción profunda de este
comportamiento originado en el seno del grupo familiar. Dentro
de la dinámica familiar disfuncional existen siete normas que la
rigen; dos de ellas nos proporcionan datos exactos en la
concepción de este comportamiento introvertido. El autor habla de
la negación de las cinco libertades que describen las funciones
humanas de cada individuo enunciadas oportunamente por
Virginia Satir. Cada libertad está relacionada con un poder
humano básico: el poder de percibir, de pensar e interpretar, de
sentir, de desear y elegir y de imaginar. Esta norma tiene el
maligno efecto de impedir la expresión de estas libertades e
57
instruye al niño a interiorizar de manera violenta y dañina la

propia capacidad de expresión. En otra de las normas Bradshaw
nos habla de la plena prohibición de poder expresar cualquier
sentimiento o deseo y de ocultar necesidades e inquietudes que
deberían ser atendidas por los demás miembros del grupo
familiar.43
Esta es la manera en que el niño silenciado, atemorizado y
minimizado por la vergüenza se convierte en su adultez en un
desertor hacia adentro.
El desertor hacia el exterior.

Una de las características principales del egoísmo es la fuga. Las
personas que empiezan una relación por la superficie, por las
ramas, por los lados sin llegar a una verdadera intimidad se
llaman desertores hacia afuera. Existen tres elementos que
impiden la confianza de la vida de pareja y son la dispersión, la
diversión y la distracción. 44
En física se puede llamar dispersión al fenómeno de separación de
las ondas de distinta frecuencia al atravesar un material. Y
trazando una analogía para la relación de pareja el desertor hacia
afuera es un personaje que se separa de su compañero y no
puede conectarse en la misma frecuencia u onda emocional. El
disperso fracciona y divide la convivencia pues solo vive para él y
trabaja para sus propios fines, pues está incapacitado para
concentrase en cultivar el amor y el cuidado de su par en el
camino de ser matrimonio.
El segundo elemento es la diversión que no es otra cosa que
utilizar el “tiempo” de los dos para distraerse de manera individual
y personal sin compartirla con la persona que se tiene al lado. Y
no hablamos de no tener el derecho de espacios privados, pero el
desertor hacia afuera solo piensa en pasarla bien solo o es decir
en planes donde no se involucre a su pareja como por ejemplo ir a
beber, jugar, compartir tiempo con los amigos, en vez de dedicar
ese mismo tiempo a su esposa (o) y a sus hijos. El tercer
elemento es la distracción y es cuando las personas se involucran
en actividades de tal manera que les absorbe demasiado tiempo y
energía fuera de casa y de las relaciones de familia. Estos son los
llamados adictos al trabajo o a otra actividad que les demanda
cantidades de horas fuera de su núcleo familiar. Así que los
refugios son muchos y podemos nombrar también el éxito
profesional, realización profesional, compromisos políticos,
religiosos, vida social, aventuras amorosas y en todos estos
43
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed Obelisco. 2004. Pág. 66.
44
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.”. Ed. San Pablo. 2000. Pág. 51.
58
amparos, las personas concentran toda su pasión olvidándose de

la obligación primordial que es la de labrar y mantener ardiente
en el matrimonio el fuego del amor.
Estos individuos no aman pues están excesivamente preocupados
por lograr sus objetivos personales, su prestigio, el orgullo y la
vanidad de la vida. En conclusión son seres individualistas,
superficiales y altamente egoístas.
Pero lo que no saben estos personajes es que solo se fabrican una
imagen exterior, y que su conducta se debe a que poseen una
baja autoestima, acompañada de una exagerada sobrevaloración
de la importancia propia y de un deseo de ser admirado y
reconocido por los demás. El perfil del desertor hacia afuera es el
de ser una persona vanidosa, presuntuosa, que vive mucho de la
opinión ajena y le gusta aparentar siempre que es exitosa, segura
de sí, sabedora de lo que quiere y completamente resuelta o
decidida. Son muy elitistas pues les gusta sentirse de clase alta y
solo las cosas de marca y finas tienen valor para ellos pues se
aprecian a través de los objetos costosos. Con esto el desertor
hacia afuera está camuflando un gran vacío interno y muy poco
amor propio. ¿Pero por qué se hace tan difícil vivir al lado de una
persona que posea este comportamiento? Porque incapacitan al
individuo para ver al otro. El mundo se guía y debe obedecer a
sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles,
infalibles, y auto-generados. Se crea entonces una pugna de
poderes y de rivalidades constantes porque son explotadores, se
aprovechan y utilizan a su pareja para sus propios fines y alcanzar
sus logros. Pero como lo expresamos anteriormente el desertor
hacia afuera solo busca el reconocimiento de los de fuera por eso
en la gran mayoría de los casos son los peores esposos y padres
de familia y sus relaciones más íntimas están fracturados. Ellos no
conocen el término nosotros, ni bien común, ni como somos. Por
este motivo vincularse con una persona que posea esta actitud es
por demás desgastante, doloroso y nos dejará profundas
cicatrices.
El Orgullo
Esta palabra que procede del latín (soberbia) y del francés (orgeil)
y es la actitud que pretende valorarse por encima de los demás.
Según David Hawkins en su libro el Poder Contra la Fuerza es un
bálsamo para todo el dolor experimentado en los niveles más
bajos de la conciencia. 45 En nuestras conferencias definimos a
este comportamiento como la máscara de los complejos y los
sentimientos de inferioridad, que se encubre de grandeza para
45
.- David R. Hawkins. “El Poder Contra la Fuerza.” Ed Hay House. EE.UU. 2003.
59
sentirse seguro. Desde el punto de vista espiritual el orgullo se

convierte en lo que la biblia establece como dureza de corazón
que no es otra cosa que negarse a escuchar y cambiar, pues es
una muralla infranqueable que impide y bloquea la verdadera
mudanza o arrepentimiento.
En las relaciones de pareja se convierte en una conducta letal
pues siempre está a la defensiva y justificando sus malas
acciones. Las características de las personas soberbias son
muchas, entre ellas, la excesiva vulnerabilidad a la crítica y a que
se les contradiga. Están siempre luciéndose para ser vistos y
como pudiera decirse “pavoneándose” para deslumbrar en el
desfile de la vida. Aparentemente esta actitud parece positiva
pero huele muy mal a la hora de relacionarse con los demás pues
su única pretensión es rodearse con personas inferiores según su
concepto para no ser opacados. Las personas orgullosas prefieren
morir, romper una relación matrimonial a cambiar sus posturas.
Son excesivamente tercas y rebeldes. Es tan nocivo en la relación
de pareja que destruye toda posibilidad de acuerdos, diálogos y
sobre todo, unidad de criterios que se hace indispensable a la
hora de compartir la vida. Otro maquillaje de este enemigo
conyugal es el de la gran incapacidad para perdonar las heridas y
las ofensas repetidas provocando lesiones que terminan con
distanciar y enfriar la relación hasta el punto del divorcio.
Las caras de este mal pueden ser también diversas entre las que
se encuentra el perfeccionismo, la competencia, la falta de
perdón, la indisposición a admitir los errores propios, estar
dudando de todas las cosas, la costumbre casi eterna de culpar a
otros. Es una concentración del Yo (mis deseos, mi manera, mis
ideas, lo que yo quiero) y lo más grave de todo es que saca a Dios
y a los demás de su vida.
Adquirir este comportamiento puede socavar y matar nuestras
relaciones más anheladas. Siempre vamos a recurrir a esos
primeros años de vida humana donde adquirimos estas maneras
equivocadas de ser y de actuar que se convierten en nuestro
estilo de vida. Las personas que fueron muy heridas y
avergonzadas a través de golpes, insultos, crítica, abandono
emocional, tuvieron que “fabricarse” este escudo defensivo para
poder sobrevivir al dolor en un medio altamente destructivo para
la autoestima personal. John Bradshaw establece que:” la
arrogancia es una forma de encubrir la vergüenza. Tras años de
arrogancia, el individuo está tan convencido del papel que
representa que ya no sabe quién es realmente. Ésta es una de las
grandes tragedias para encubrir la vergüenza: el individuo no sólo
60
se esconde de los demás, sino que también se esconde de sí

mismo”. 46
Es por este motivo que se hace urgente reconocer y atacar de
manera radical este mal que se convierte en un gigante y en una
actitud fingida dentro de las relaciones afectivas destruyéndolas,
llevando cautivos a los miembros más indefensos de nuestro
círculo de amor, pareja e hijos. No en vano la Biblia, a través del
profeta Ezequiel, implanta la premura de darnos un corazón,
deseos, un espíritu nuevo y recto dentro de nosotros y la promesa
de quitar el corazón de piedra y de pecado por uno blando y lleno
de amor y lo más hermoso y maravilloso, promete poner en
nosotros su Espíritu para que obedezcamos sus leyes y hagamos
todo cuanto Él manda. 47
El orgullo se hace tan peligroso pues nos convierte en hipócritas,
falsos y expertos mentirosos, manteniéndonos en una tensión y
agotamiento constante debido a que nos toca proteger nuestra
imagen. Nos vuelve descorteses pues no le gusta recibir
corrección ni consejo de los demás. Cree tener siempre la
respuesta para todos los asuntos de la vida y su postura es la
correcta. Busca lo suyo propio y sueña con los elogios de los
demás. Pelea para poseer un gran nombre, título propio y
popularidad; ama la publicidad, desea ser el centro de todas las
miradas y vive de la opinión de los demás más que la de Dios.
Por esto y mucho más se hace tan difícil convivir con esta tóxica
conducta, pues es la razón de una disposición a las guerras y
peleas diarias en casa. Si se les contradice sufren de terribles
ataques de cólera pues quieren salirse siempre con la suya y de
esta manera es imposible generar un ambiente de paz en el
hogar. Muchos conflictos acaban cuando la soberbia ha sido
purificada.
Debemos tener sumo cuidado con este intruso en nuestras
familias y especialmente en nuestra relación matrimonial pues es
uno de los factores que más contribuyen a los desórdenes
mentales y emocionales atormentando, destrozando,
consumiendo y vaciando el alma y cuerpo del individuo. Por otra
parte el orgulloso distorsiona la verdad y se enfurece a la más
mínima sugerencia de error diciendo la frase típica: “Nadie tiene
que decirme lo que debo hacer, yo sé lo que hago”
La tarea fundamental entonces consistirá en conocernos y
examinarnos en lo más profundo de nuestros corazones para ser
honestos y así emprender el viaje hacia un nuevo rumbo y una
nueva manera de encarar las relaciones de pareja desde la
46
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed Obelisco. 2004. Pág. 138.
47
.- Biblia de las Américas. The Lockman Foundation. La Habra. California. Ezequiel 36:26-27.
61
perspectiva de ser siervos los unos de los otros, de recurrir a ese

ejercicio de “lavarnos los pies” mutuamente y de reconocer
nuestra gran necesidad de ser mudados, cambiados y vueltos a
nuestro estado natural y original de cuando fuimos creados.
La Incomunicación.
Cuando prestamos atención al significado de la palabra
incomunicación podemos observar de manera sorprendente que
se trata de falta de relación, intimidad, acercamiento y contacto
profundo con la persona que está a nuestro lado. Este germen, no
es otra cosa que el mundo de los silencios y de la ausencia de
palabras que abren distancias. En el diario vivir estamos
acostumbrados y ahora de manera más peligrosa gracias a los
avances técnicos, en el arte de informar pero no de comunicar.
Todos los aparatos electrónicos y desde luego de última tecnología
atentan contra esta necesidad de relacionarnos y tener
inmediación con nuestra pareja. Existe en la Biblia un pasaje que
puede simbolizar la gran necesidad de compartir tiempo, cercanía
y sentimientos. 48
” Mientras tanto el fuego se mantendrá encendido sobre el altar;
no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña
sobre el altar, y encima de éste colocará el holocausto para
quemar en él la grasa del sacrificio de comunión. El fuego sobre el
altar no debe apagarse nunca siempre deberá estar encendido”.
El hogar significa “fuego” y en los antiguos hogares existía el

fogón que era símbolo de unidad y de contacto de todos alrededor
del calor y del ardor en tiempos de invierno. Notemos también
que en el texto se habla del sacrificio de comunión que no es otra
cosa que el de compartir interioridades, riquezas profundas que
emergen de cada corazón y de la participación igualitaria para ser
atendidos y escuchados.
La comunicación significará para la pareja una puerta que se abre
de par en par, donde se invita de manera gentil a pasar, recorrer
y conocer los diferentes lugares del alma humana, sin temor y sin
miedo a ser juzgado ni condenado.
No puede existir más desdicha que la incomunicación con la
persona que elegimos para vivir el resto de nuestros días. La
brecha y el abismo que se abre por este flagelo son
desgarradores, porque convierte a la pareja en dos extraños y
ausentes durmiendo en la misma cama. Hablar de lo que está en
lo más profundo de nuestro ser debe constituirse en nuestra más
alta meta. La conexión emocional se establece como el pilar más
48
.- Ibid Levitico 6:12.
62
elevado, incluso más que el deseo y la práctica de la sexualidad,

pues crea un lazo indestructible, difícil de romper, mi pareja se
convierte en mi único confidente, amigo, capaz de apoyarme y
entenderme sin juicios ni reproches. Por este motivo en el diario
vivir y cuando aparecen los imprevistos y los problemas que no
teníamos en mente, la comunicación y el diálogo deben estar
presentes para unirnos y no una causa para aislarnos.
El desafío que se nos presenta a la hora de entender los
sentimientos y las reacciones de mi pareja se constituye en un
trabajo arduo y perseverante pues es aquí con este enemigo
donde la gran mayoría de las parejas nos quebramos. Es muy
importante exteriorizar lo que nos sucede adentro pues de lo
contrario cuando esos sentimientos no han aflorado tienden a salir
de manera equivocada, violenta y exagerada. Por otro lado nunca
debemos olvidar que el silencio resentido se convierte en el más
cruel desquite y crimen conyugal.
¿Qué hacer entonces con esos sentimientos que desean
desbordarse como un caudal sin freno y atentan contra la armonía
y paz de la relación? Será que la solución consistirá en callar o
guardar nuestras impresiones por miedo al conflicto y la
discusión. Paz no significa ausencia de conflicto, ni negación
emocional, ni fingimiento de lo que nos sucede, ni menos la
utilización de máscaras para encubrir lo que realmente está
pasando en nuestro interior. Cuántas personas piensan para sí
“Debo callar como me siento frente a nuestra área sexual, o la
manera en que se gasta el dinero, o la forma de criar a nuestros
hijos por miedo a la confrontación y a la pelea. Aquí lo importante
se constituye en reconocer lo que sentimos y expresarlo de
manera constructiva.
Si hay algo delicado en el ser humano, son los sentimientos
propios y por ello es importante tener sumo cuidado y sutileza a
la hora de escuchar lo que sale de ese otro ser llamado pareja.
Esas pasiones deben ser acariciadas como un bebé o un cristal
muy fino, sensible, frágil, para que lleguemos a sentirnos
aceptados, comprendidos, respetados y estemos en la capacidad
de volver a confiar.
El doctor Larry Crabb expone que existen seis maneras de
rechazar los sentimientos de nuestra pareja. El primero es
defenderse o dar explicaciones después de que su cónyuge le dice
cómo se siente. El segundo es ofrecer disculpas demasiado
rápido, antes de decirle a su cónyuge que entiende los
sentimientos expuestos. El tercero consiste en atacar o devolver
con palabras es decir pagar mal por mal. El cuarto es aconsejar
inmediatamente después de que mi pareja nos revela sus
63
sentimientos. El quinto es decirle a nuestro compañero: “No te

sientas así”. La sexta manera consiste en corregir como nuestra
pareja evalúa un problema que está generando una emoción.
Estas seis maneras de rechazar y criticar los sentimientos que en
determinados momentos las personas podemos llegar a
experimentar pueden ser devastadoras y lo único que van a
producir son discusiones interminables que para nada aprovechan.
49
La comunicación asertiva se constituye en poder recapacitar y

meditar en primer lugar los sentimientos expuestos por mi pareja,
en segundo lugar poder descifrar esos sentimientos con frases
como: “dijiste que… entiendo que lo que me dices es…” en tercer
lugar debemos indagar y ahondar en que otros momentos y
circunstancias mi pareja se ha sentido de la misma manera y por
último ampliar esos sentimientos poniéndonos en el lugar de él o
ella para que se sienta cómodo, amado y respaldado. La
comunicación conyugal se convierte en la plataforma sobre la cual
el hombre y la mujer pueden llegar a conocerse y entenderse de
manera real y profunda. Es a través de conversar y escudriñar la
historia personal, gustos, antecedentes familiares, sueños,
frustraciones de cada uno para llegar a saber al dedillo quién es el
otro. Si no logramos expresar a nuestro cónyuge como nos
sentimos, que pensamos, lo que nos disgusta, o lo que esperamos
de la relación se hará difícil la convivencia, y andaremos como a
tientas sin conocer las reacciones o los comportamientos de mi
pareja.
Pero en la gran mayoría de los casos existe una comunicación
mucho más directa que las palabras y es la comunicación gestual.
Ella dice más que mil vocablos. Una mirada, un ceño fruncido, el
tono de la voz, una sonrisa o la postura del cuerpo a veces nos
dicen mucho más. El psicólogo estadounidense Albert Mehrabian
descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es
verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un
55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para
comunicar información y el no verbal para comunicar estados y
actitudes personales. Este investigador afirma que en una
conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más
del 65% es comunicación no verbal. Esta manera de
comunicarnos es inconsciente pero nos revela demasiado de lo
que nuestra pareja siente realmente, por este motivo hay que
estar muy atentos a dicha declaración gestual y entenderla sin
juicios apresurados. La gran mayoría de los conflictos en el hogar
49
.- Crabb, Larry. “El Edificador Matrimonial”. Ed. Centro Literatura Cristiana. Colombia. 1999. Pág.
106-107.
64
se deben a una inadecuada manera de comunicarnos. Los gritos,

los insultos las humillaciones, las discusiones, solo son la
evidencia de que no estamos por la vía correcta.
De esta manera recorremos el camino de la incomunicación que
nos conduce a un nuevo puerto, el de los problemas no resueltos.
Los que no se han hablado de frente, los temas tabú o peor aún
“de este tema en esta casa no se habla”. John Bradshaw dice que
“las familias están tan enfermas como los secretos que guardan.
Como estos aspectos permanecen ocultos no pueden analizarse o
solventarse” 50
El error consiste en almacenar calladamente rencor sobre rencor,
alimentando la mente y el corazón de los recuerdos dolorosos y
negativos y no haberlos hablado en el momento oportuno,
guardándolos en la bodega del alma para que en el momento de
la crisis salgan de manera venenosa en medio de críticas,
amenazas y demás, rasgando lesiones incurables. Por este motivo
se hace importante decidirse por la fórmula de la solución
pertinente que es comunicar y colocar la problemática frente a
nuestra pareja para encontrar la solución del caso.
El Divorcio de Corazón y la Infidelidad.

La primera vez que escuchamos este concepto, realmente todo
nuestro ser se estremeció al pensar que tantos matrimonios
estaban atravesando este periodo de relación que nos parece
normal pero que finalmente deja consecuencias nefastas.
Mientras se vive bajo el mismo techo pero la pareja está
desconectada emocionalmente, es decir ausentes en sus
sentimientos y emociones, cuando se ven pero no se miran,
cuando se hablan pero no se comunican, cuando se tocan pero no
se acarician, cuando pueden estar juntos en un mismo lugar pero
la soledad es su única y fiel compañera, estamos hablando de
DIVORCIO de corazón.
Cuando se percibe que a mi pareja le interesa “todo” menos yo,
que nos sentimos ignorados, poco valorados y excluidos del
círculo del amor, empezamos a aislarnos afectivamente día a día.
Quizás al principio de la relación lo expresábamos pero las
respuestas eran siempre las mismas: “ no molestes, que quieres?
Te doy toda la plata del sueldo, no basta? Estoy muy ocupada/o y
tengo demasiado trabajo. Ante esas respuestas poco gentiles y un
tanto agresivas nos vamos arrinconando y entendiendo que
debemos emprender la fuga hacia adentro de nosotros mismos y
centrar la vida en otras cosas y actividades que puedan anestesiar
el dolor que causa el desamor y el desinterés afectivo en la
50
. Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina. Ed. Obelisco. 2004. Pág. 57.
65
relación conyugal. Para matar el amor no se necesitan los gritos,

insultos, ni las infidelidades amorosas. El desinterés, la falta de
cuidado, el ignorar las necesidades, el dar prioridad a “otras”
cosas que a la misma relación harán que muy pronto se esfume
en el corazón de los esposos el amor o el poco amor que alguna
vez pudo existir en el comienzo del matrimonio.
Cuando el amor se descuida y no se riega a diario decae y se
desvanece. Al sentirse poco amado y valorado uno de los
cónyuges lo experimenta como una traición al pacto inicial, cae en
un sentimiento de dolor, humillación e indignación y anida en su
corazón un resentimiento tal que lo conduce a una nueva pero
mortal salida: La Infidelidad.
Y es que deseamos vengarnos poco a poco y lentamente por ese
abandono emocional que nos causó nuestra pareja, por habernos
ignorado y desatendido en lo más sublime del pacto matrimonial
que es el de amarnos en todos los momentos compartidos, sean
buenos o malos. Como ya a esta altura de la relación nos
sentimos tan infelices buscamos en otra persona eso que
carecemos en nuestro hogar. Escapamos a todas nuestras
frustraciones y a la incapacidad para comunicarnos y resolver de
manera adecuada y pertinente nuestras diferencias. En muchas
ocasiones no se llega a consumar el acto sexual como tal pero
solo basta con tener nuestra mente y corazón ocupados por otro
nombre y rostro que no es el de nuestra pareja para ser infieles.
Ser traidor es cuestión de propósito o ambición, también incluso
de ilusión.
Ante esta devastadora realidad la infidelidad es sólo un síntoma
de problemas sin resolver en la pareja que puede desencadenar
en el divorcio. En estos casos es preciso emprender una autopsia
de la relación para poder establecer que es lo que ocurrió en el
transcurso de los años y que motivó al que la cometió. Es un error
muy grave condenar y juzgar al infiel pues la relación es de dos y
algo produjo esta situación tan dolorosa pero que hay que
enfrentar con valor y madurez. Estamos hablando en el caso de
que el infiel no es una persona adicta al sexo, pues eso lo
estaremos abordando en un capitulo posterior. Hablamos de que
el infiel lo hizo una vez nada más y que debe hacerse en estos
casos.
Como lo mencionamos anteriormente es conveniente hacernos
algunas preguntas que nos pueden ayudar a resolver la situación
de manera exitosa. Como por ejemplo, ¿faltó amor y compromiso
por parte de alguno? ¿Qué aspectos se descuidaron entre los dos?
¿Qué cosas de mi pareja me están molestando y no he podido
expresarlo?
66
Hay tres cosas que debemos tener en cuenta a la hora de poner al

frente la infidelidad: Ustedes no son perfectos, los dos han
cometido errores graves, necesitan ayuda y comprensión para
superar este episodio. En estos casos es muy importante pedir
ayuda pues es signo de responsabilidad y entereza. Es tiempo de
analizar y ser autocríticos pero sobretodo de ser honestos y
veraces el uno con el otro, sin temor y con la sabiduría que los
años han brindado. En este momento se hace imprescindible dejar
de lado las justificaciones, las quejas y los reclamos y emprender
el camino de la bondad, la generosidad para comprender sin
rencores lo ocurrido. Cuando cada uno se dispone a reconocer su
parte y entender que la infidelidad solo es un síntoma de que algo
estaba mal entre ellos la relación se hace más fuerte y sólida y se
supera con gran entusiasmo y paz. Pero si el que fue engañado y
burlado no reconoce su parte en este suceso, sino que al contrario
ataca y juzga de manera implacable al que la cometió muy pronto
esa relación ya no podrá ser salvada por nadie pues esa actitud
solo deja ver el gran egoísmo y la falta de honradez para
reconocer que también se falló.
Carlos Cuauhtémoc Sánchez expone que existen dos tipos de
infidelidad, la que se da en aventuras sexuales rápidas, con
personas casi desconocidas dispuestas a un encuentro erótico
furtivo y la que se da lentamente, involucrando intimidad
emocional e ideas privadas con alguien por quien sentimos cariño.
Ambas modalidades son malas, pero la primera que obedece a la
promiscuidad mutila el matrimonio mientras la segunda, originada
por la ingenuidad lo devasta. 51
La relación de pareja se debate en una tensión constante entre
dos personalidades que difieren en su percepción de las carencias
sentimentales y emocionales de su par. Convivir bajo un pacto de
mutualidad, compromiso y amor no es una tarea complicada, solo
se trata de conocer que necesidades tienen que ser suplidas,
cuando y como. La finalidad de esta interacción de dos voluntades
es proveer un espacio común en donde se pueda hallar
satisfacción mutua y no salir del ámbito matrimonial con el fin de
satisfacer con un tercero la necesidad no suplida.
¿Qué es pues la infidelidad? Es proyectar en otra persona las
potencias emocionales y sexuales aunque no se llegue a consumar
el acto. Ser infiel es cuestión de intención, deseo o incluso
fantasía. 52
Problemas Sexuales no Resueltos.
51
.- Cuauhtémoc Sánchez, Carlos. “Contraveneno”. Ed. Selectas Diamantes México. 2000. Pág. 27
52
67
Dentro de las relaciones de pareja la sexualidad se convierte en

un regalo divino para ser disfrutado y vivido de la manera más
sagrada y a la vez personal, pues tanto el hombre como la mujer
componen un universo único donde solamente ambos pueden
experimentarla de manera singular. En ella se funde tanto el
aspecto físico o anatómico como el afectivo y emocional. Hablar
de sexualidad es hablar del mismo ser humano, del acto más
profundo y placentero que podamos alcanzar. Pero así como la
sexualidad es motivo de encuentro íntimo, de comunión
perdurable y de búsqueda de nuevas experiencias de placer puede
también convertirse una cuestión de discrepancia y división que
acabe con la relación.
Los primeros años de una persona dentro de la dinámica familiar
cobran una inusitada importancia. Serán sus padres o cuidadores
quienes tendrán la enorme responsabilidad de enseñarle los
rudimentos en cuanto al correcto conocimiento y ejercicio de la
sexualidad. Si en nuestro entorno familiar el sexo fue un tabú “de
esto no se habla” y tuvimos que aprender de él por otras fuentes
puede que estemos serios en problemas. No existe nada más
peligroso que percibir y experimentar la sana expresión de la
sexualidad de manera equivocada y distorsionada a través de una
enseñanza antinatural.
Kevin Leman expone que se llega a una relación de pareja con
más equipaje del que se conoce. Este equipaje se ha formado en
“el libro de reglas”: creencias inconscientes pero muy influyentes
que uno tiene en cuanto a cómo se debe practicar la sexualidad.
Más adelante, al hablar en detalle, dice que están determinados
por nuestras experiencias en la niñez, nuestra crianza y nuestro
orden de nacimiento. Estas reglas dentro de las diferentes
dinámicas familiares tendrán algunas similitudes pero también
marcadas diferencias, son sumamente individuales y van a
gobernar casi todo lo que se haga en materia de sexualidad. La
pregunta sería si se puede cambiar o modificar este “libro de
reglas, Leman responde que sí, que uno puede editar el suyo
propio pero que a su vez pude resultar un tanto complicado y
llevar una buena cantidad de tiempo. El haber experimentado un
trauma severo, abuso sexual u otras agresiones emparentadas a
la sexualidad van a necesitar a un terapeuta profesional que
colabore a sobreponerse de estos primeros recuerdos y la trágica
influencia paterna/materna negativa. 53 Ignacio Larrañaga expone
que si la sexualidad es activada fuera de la órbita de amor, jamás
53
.- Leman, Kevin. “Música entre las Sábanas.” Ed. Unilit. Florida. EE.UU. 2004. Pág. 33-43.
68
llegará a la cúspide de la plenitud pues siempre quedarán flotando

en el aire restos de frustración” 54
La sexualidad se transforma en el centro de la individualidad de
cada ser humano, nuestro sexo no es algo que tenemos o
hacemos, sino lo que somos. Los padres que vieron su sexualidad
reprimida no logran aceptar la sexualidad natural de sus hijos, la
reprimen al igual que hicieron con ellos, imprimiéndoles un
profundo sentimiento de vergüenza toxica. 55
Educar para el correcto desarrollo de la sexualidad en los hijos es
tarea fundamental de padres y madres. En el campo de la salud y
enseñanza pública desplegada por algunos estados democráticos
se ofrece ciertos parámetros o guías en el campo de la educación
sexual. El programa típico intenta enseñar la técnica del sexo sin
tratar la moralidad del sexo. Estos componentes nunca deberían
separarse. Cuando se enseñan fisiología y hechos sin una
consideración ética, es como si se enseñase a un joven a disparar
una pistola sin decirle adonde apuntar. Creo que un programa
bien pensado de educación sexual para las escuelas podría
constituir una valiosa contribución, pero debería incorporar más
que el cómo. 56
Francisco Mira Moya define acertadamente este concepto cuando
expone que se insiste mucho desde las instancias sanitarias que
este problema debe enfrentarse desde la vertiente educativa,
según ellas, una buena educación sexual en la escuela y en los
institutos ayudaría a controlar y reducir el número de embarazos.
El enfoque de dichos programas educativos se centra en la
dimensión fisiológica, en la mecánica del acto sexual y en el uso
de los métodos anticonceptivos. Las premisas éticas de las que se
parte son completamente amorales (la neutralidad ética no
existe), dan por sentado que desde temprana edad se pueden
mantener relaciones sexuales, y de lo que se trata es de reducir el
impacto de estas relaciones en términos de embarazos o
enfermedades de transmisión sexual. Si sólo enfrentamos esta
cuestión desde una perspectiva educativa neutral o amoral,
vamos a estar enfocando erróneamente el problema. No basta el
conocimiento fisiológico y técnico de la sexualidad, necesitamos
formar en valores. Sólo desde un conocimiento de la naturaleza y
propósitos de la sexualidad basada en convicciones personales y
morales, podrá reducirse significativamente estos problemas. 57
54
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.”. Ed. San Pablo. Colombia. 2000. Pág. 31.
55
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. 2004. Pág. 87-88.
56
.- Josh Mc Dowell. “Mitos de la Educación Sexual.” Ed. Clie. Barcelona. 1992. Pág. 225.
57
.- Mira Moya, Francisco. “Sexo y Dios: Una presentación de las principales perspectivas de la
sexualidad.” Ed. Andamio. España. 2005. Pág. 88.
69
También la iglesia como institución divina y poseedora de las

verdades trascendentes de Dios tendría que estar a la altura de
semejante desafío. A nivel eclesial el tema continúa siendo tabú.
Siglos de represión injustificada y apoyada en cuestiones
netamente culturales alejaron al ser humano de un análisis de la
sexualidad a partir de preceptos bíblicos.
El reto de una educación sexual sana descansa en la seguridad de
padres y estado basada en la enseñanza de una ética que se
origine y abrace lo trascendente, esencia de una mente superior
que prioriza, sustenta y protege a su creación más acabada a su
imagen y semejanza: El ser humano.
Propósitos de la sexualidad
El ser humano, desde el instante mismo de su creación, fue
dotado con un sinnúmero de características que lo diferencian de
los demás seres creados. El poder ejercer la sexualidad más allá
del acto creativo es maravilloso y digno de ser experimentado de
manera correcta y saludable.
Cuando hablamos de sexo nos estamos refiriendo al conjunto de
características biológicas que diferencian a los seres humanos en
dos grupos: Masculino y Femenino; en consecuencia decimos que
sexo es algo que SOMOS (hombre o mujer) y no algo que
HACEMOS. Cuando describimos la sexualidad decimos que esta es
la manifestación de nuestros componentes biológicos, culturales y
educativos como seres masculinos o femeninos. Como tal no está
enmarcada en una simple intimidad física con otra persona sino a
un encuentro sustentado por profundos y gruesos hilos
emocionales que conducen a ambas partes al propósito
trascendente de ser hombre y ser mujer.
Dios como creador absoluto de todas las cosas es también el
creador y diseñador de la sexualidad y por supuesto no es ajeno a
esta dimensión. Ella cumple el propósito maravilloso de que la
existencia del ser humano se vea enriquecida y lógicamente
completada. Cuando la entendemos solamente como un acto de
éxtasis momentáneo y que tiene como meta suplir necesidades
únicamente de índole físico estamos negando su carácter
trascendente. Gary y Barbara Rosberg exponen que una relación
sexual mutuamente satisfactoria que crezca, madure y se
fortalezca en el transcurso de la vida está más íntimamente
relacionada con el vínculo espiritual, la conexión emocional, la
mutua sumisión y el anteponer los intereses de la pareja a los
propios.” 58
58
.- Rosberg, Gary y Bárbara. “Las cinco necesidades sexuales de los hombres y las mujeres” Ed.
Tyndale House Publishers. 2008. Pág. 5.
70
El hombre y la mujer han sido creados para extenderse, para

arribar a puertos nunca antes imaginados, para convivir en
exclusividad, a experimentar cotidianamente el profundo placer
que significa ejercerla dentro del marco establecido por su
creador. Abrazar el placer sexual desde la perspectiva bíblica
significa que es un medio y no un fin en sí mismo y que viene a
responder a las más profundas necesidades del ser humano.
Los alcances de la sexualidad son netamente trascendentes, uno
de ellos es conducir a la pareja a un espacio de espiritualidad
plena, donde ambos encuentren su realización más acabada en
beneficio de la relación. El concepto de intimidad ligada al
compromiso es otro de los propósitos. Aprender a conocer a
nuestro conyugue requiere de tiempo, qué es lo que necesita y
cuál es la manera más acertada de suplirle esa necesidad. Una
unión sexual sana implica intimidad y compromiso. Bernardo
Stamateas dice que no es lo mismo una experiencia íntima que
una relación íntima. La primera tiene que ver con un momento y
con un tiempo en especial, la segunda con un estado y con un
estilo de vida de la pareja. Aquellos que no pueden intimar buscan
constantemente experiencias íntimas sin ningún compromiso. 59
Otro de los propósitos es el otorgarle al hombre y a la mujer la
inmejorable oportunidad de disfrutar el placer. Cuando ocurre lo
contrario el goce se transforma en una mera descarga fisiológica
produciendo un profundo desequilibrio en nuestra integralidad de
seres humanos. Gary y Bárbara Rosberg lo exponen
oportunamente al decir que el sexo profundamente satisfactorio
ocurre cuando ambos conyugues integran lo físico con los
aspectos espirituales, emocionales, relacionales y psicológicos. 60
El carácter circunstancial que se le imprimen a ciertas relaciones
afectivas con el sexo opuesto impide que el propósito profundo y
trascendente de la sexualidad sea llevado a cabo. La simple
genitalidad no es garantía suficiente que asegure a la pareja una
inmunidad absoluta contra las circunstancias adversas. El fracaso
en un gran porcentaje de relaciones está sustentado en el aspecto
epidérmico. Una dinámica correcta en el ejercicio de brindarse
mutuamente, más allá del goce físico, contribuirá a fortalecer los
lazos afectivos y de confianza, otorgándole a la pareja una
inmejorable oportunidad de nutrirse y crecer sanamente.
Pero en muchas alcobas y a puerta cerrada la realidad es dolorosa
y devastadora. Son numerosos las mujeres y los hombres que
han venido a nosotros a confesarnos sus más frecuentes
59
.- Stamateas, Bernardo. “Sexualidad y Erotismo en la Pareja”. Ed. Clie. 1996. Pág. 173.
60
.- Rosberg, Gary y Bárbara. “Las cinco necesidades sexuales de los hombres y las mujeres” Ed.
Tyndale House Publishers. 2008. Pág.7.
71
problemáticas en esta área. Por este motivo consideramos

pertinente exponer algunos problemas de índole sexual.
En el caso de las mujeres existe un gran porcentaje que no puede
disfrutar la relación de manera espontánea y plena. La frigidez, la
culpa y la vergüenza para dar rienda suelta a la hora del acto
sexual se convierte en una gran pesadilla. En estos casos
investigando en sus historias personales hemos llegado a la
conclusión que el 55% de ellas sufrieron abuso o violación sexual
en su niñez. Son pocas las que se han atrevido a confesarlo a sus
esposos y por este motivo prefieren espiritualizar el asunto
diciendo que la sexualidad no es un asunto trascendente y hay
cosas más importantes que hacer. Recuerdo el caso de una gran
líder que nos confesaba que no podía disfrutar del sexo con su
esposo y que ella veía como él dejaba ir su mente hacia otras
mujeres pues ella no podía responderle en esos momentos como
él le solicitaba. Muchas otras como no lograban ese deleite con
sus compañeros vieron a estos, involucrarse sexualmente con
otras mujeres, haciendo de estas relaciones un infierno diario.
Una de las preguntas determinantes que realizamos en el
inventario personal de las parejas que acuden a nuestras
consejerías es: ¿a qué edad y con quién fue su primera
experiencia sexual? Dependiendo de la respuesta estaremos en
condiciones de determinar el origen de la problemática sexual y
resolver asuntos originados desde muy temprana edad que
causan profundos conflictos en la adultez.
Disfunciones Sexuales
Todos los seres humanos somos “sexuales” desde el preciso
instante de nuestro nacimiento. Por medio de la genética nuestra
primera característica sexual es dada y por este motivo nacemos
con características fiscas definidas: hombre o mujer. Este
concepto implica la capacidad de ejercer la reproducción sexual,
pero aun así la sexualidad no es solo una consecuencia en la
combinación de genes sino que incluye otro aspecto que
denominamos “genero” tanto masculino como femenino.
Hablamos de “genero” cuando decimos de la identidad sexual
aprendida socialmente
Las disfunciones sexuales se definen como los problemas o
dificultades durante el coito como, excitación, frigidez,
lubricación, deseo, orgasmo, que evita y coarta el disfrute y
deleite de la relación sexual. Las causas de estas disfunciones
pueden ser emocionales o físicas o ambas. En el caso de ser
emocionales están los traumas adquiridos en la niñez o en esa
primera experiencia que nos determina la manera correcta o
72
incorrecta de relacionarnos sexualmente con nuestra pareja. En el

caso de los factores físicos está el consumo de sustancias
adictivas como el alcohol, drogas, antidepresivos, medicamentos
psicoterapéuticos, diversas enfermedades como la neuropatía
diabética, tumores, enfermedades venéreas entre otras.
Las disfunciones sexuales son transitorias y se pueden resolver.
Las pueden experimentar tanto los hombres como la disfunción
eréctil, eyaculación precoz, la eyaculación retrasada, las mujeres
como disfunción orgásmica, la dispareunia que es el dolor y la
irritación a la hora de la penetración, el vaginismo que consiste en
la dificultad de realizar la relación sexual debido a la contracción
involuntaria de los músculos de la vagina.
También cabe anotar una razón muy recurrente en el caso de las
mujeres que tendremos en cuenta a la hora de hablar de
sexualidad que es cuando ellas se sienten poco amadas,
valoradas, entonces encubren estos vacíos bajo una capa de
resentimiento que las puede llevar incluso a la frigidez. Par las
mujeres el mayor de los afrodisiacos es el sentirse valiosas y
reconocidas por su pareja. Otras veces el problema radica en la
falta de amor propio y una autoestima baja, donde las mujeres se
sientes feas y poco atractivas, añadiendo tal vez conceptos
erróneos a la hora de disfrutar el acto sexual.
Las disfunciones sexuales son de orden psicológico y nos ofrecen
la gran esperanza de poder ser resueltas si nos ponemos en
contacto con un terapeuta o sexólogo que nos pueda orientar de
manera específica, por lo tanto no debe verse de manera
traumática.
Desviaciones sexuales
Desafortunadamente también existen las desviaciones sexuales
que ya se convierten en una problemática mayor. Las podemos
definir como un patrón de comportamiento sexual en que la
fuente predominante del placer no se encuentra en la cópula sino
en alguna otra cosa o actividad que lo acompañe, como por
ejemplo objetos no humanos, sufrimiento y humillación propia o
del compañero, niños o personas que no consienten.
Los individuos no pueden funcionar adecuadamente en relaciones
sexuales normales y sustituyen su fuente de placer por un objeto,
persona o cosa que no puedan criticarle o hacer sentir insegura en
su identidad sexual. La necesidad de estas personas es más
psicológica que sexual.
Los tipos de desviación sexual son los siguientes:
Voyerismo: Mirar a otras personas envolverse en actos sexuales.
Pedofilia: Satisfacción sexual con menores de edad.
73
Zoofilia: Satisfacción sexual con animales.

Sadismo: Producir dolor físico o emocional o ambos en una
persona.
Masoquismo: Experimentar dolor o sufrimiento físico o mental.
Travestismo: Vestir, robar, comprar o tocar ropa de sexo
contrario.
Fetichismo: Utilizar objetos que sustituyen a una persona como
muñecos, ropa.
Necrofilia: Satisfacción sexual con los muertos.
La sexualidad atrofiada, si así la podemos llamar, constituye uno
de los problemas actuales más complicados de resolver en la
práctica. Muchas de las enseñanzas dadas en las diferentes
denominaciones cristianas oscurecen la salida y solución a tanto
dolor en las pareas y familias. Es absurdo que en pleno siglo XXI
se tenga como un tema TABU la sexualidad y sus múltiples
maneras, correctas o no, de ser ejercida. La iglesia, en un elevado
porcentaje, desde su ética trascendente no ejerce la función
educativa, formativa y de transformación. Esta ausencia que
termina transformándose en un lastimoso abandono deja
huérfanas a las personas que padecen este tipo de problemáticas
asumiendo una postura de encubrimiento de sus prácticas a partir
de un sentimiento de vergüenza toxica.
Lo más importante a la hora de escuchar y abordar este tema, es
verlo como una situación más que hay que conocer y escudriñar,
pero sin ningún tipo de juicio o señalamiento por parte de los
pastores o líderes, pues de hecho causa una vergüenza extrema
en aquellos que padecen o han padecido algún tipo de violencia o
depravación sexual.
De la misma manera hay que comprender porque el área sexual
toma tanta preponderancia sobretodo en el género masculino. Por
muchos años al varón se le ha despojado de una parte
fundamental para su existencia humana. La necesidad de que se
le permita ser amado y acariciado desde su tierna infancia por sus
padres, y pueda convertirse en un adulto saludable
emocionalmente. Como esto no ha ocurrido el sexo fuera del amor
y la pornografía se han convertido en los sustitutos de esas
carencias, generando en estos hombres una adicción muy fuerte.
Laurie Sharlene Hall establece que mirar pornografía hace que las
endorfinas sean liberadas en el cerebro, y esas poderosas
hormonas son doscientas veces más potentes que la morfina y
más adictivas que la cocaína; son un agente de entumecimiento
muy poderoso. 61
61
.- Hall, Laurie Sharlene. “El Gozo del Matrimonio a la Manera de Dios” Ed. Casa Creación. EE.UU.
Pág. 147.
74
Por este motivo se hace urgente y necesario implementar un

espacio profesional y terapéutico para ayudar a resolver este
drama que viven muchas personas dentro de las familias.
Orientación Sexual
La orientación sexual de un ser humano se determina dentro de
su grupo familiar en sus primeros siete años de vida. Esto
depende de algunos factores que establecen la dinámica de
relación en el núcleo familiar como una comunicación sana y
fluida, valores adecuados en cuanto provenientes de una ética
divina, confianza y roles ejercido a partir de una masculinidad y
feminidad representadas por el hombre y la mujer.
Definimos la tendencia u orientación sexual como la atracción
sexual, erótica y emocional de un conjunto de personas
concretadas por su género. Esta orientación se divide en tres
grupos a saber: los heterosexuales (sexo entre hombre y mujer),
los homosexuales (sexo entre personas del mismo sexo) y
bisexuales (sexo con personas de ambos sexos). Son muchos los
casos que hemos llegado a conocer de hombres y mujeres que
han llegado inmersos en la homosexualidad y bisexualidad. Lo que
realmente preocupa es como a veces se cree que han sido
verdaderamente libres de estos patrones de falsa orientación
sexual y en realidad siguen viviendo y sintiendo las mismas
preferencias. Los comportamientos sexuales son una gran
fortaleza en las mentes humanas. El enorme peligro es que en
algunas ocasiones se utiliza la relación matrimonial para ocultar
estos patrones de orientación sexual pensando que la
heterosexualidad va a funcionar como un antídoto a este
comportamiento. El resultado es desastroso pues los conflictos en
la pareja no tardan en aparecer y la continuidad de la relación se
halla en un grave riesgo.
En el matrimonio la sexualidad es parte importante e integrante
del amor. La sexualidad sin el amor es una simple satisfacción del
instinto tal como sucede en el reino animal, un acto que no deja
de ser mecánico, sin belleza ni significado sentimental, emocional
y espiritual. En la correcta dirección por donde avanza la
naturaleza humana, primero hace su aparición el amor y la
sexualidad al pasar por la órbita del amor acaba por convertirse
en acto pleno de sentido y espiritualmente satisfactorio. 62
Comportamientos adictivos- compulsivos.

A través de nuestros años de experiencias e investigando de
manera profunda y responsable en tantos temas de pareja y
62
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed. San Pablo. Colombia. 2000. Pag.31.
75
familia nos encontramos con ciertos comportamientos adictivos-

compulsivos (adicciones) que se erigen como peligrosos gigantes
difíciles de erradicar de los modelos afectivos. Según Pia Mellody
la adicción es cualquier proceso utilizado para evitar o ignorar la
insoportable realidad. 63. John Bradshaw nos ofrece otra acertada
definición en donde expone que toda adicción es una relación
patológica con cualquier experiencia que altera el estado de ánimo
y tiene consecuencias negativas para la vida del individuo. 64.
Esto no es obra de una casualidad sino de un proceso
medianamente o gravemente disfuncional dentro del grupo
familiar. Es ahí, en ese espacio de interacción cotidiana, donde
recibimos los primeros estímulos, los primeros reflejos de
identidad, en donde se forman los hábitos y en donde se forja el
adulto que seremos. Dentro de esta dinámica familiar existen
aspectos tan importantes y trascendentes que en el caso de no
ejercerlos correctamente estaremos afectando gravemente a
quienes estén a nuestro alrededor. La falta de atención emocional
de parte de los papas hacia los hijos, una actitud autocrítica o
permisiva en la educación, una disciplina basada en gritos, golpes,
amenazas y abusos tales como físico, sexual y emocional son el
caldo de cultivo para el fácil acceso a cualquier tipo de adicción.
Recordemos que todas las adicciones ya sean Ingestivas o
conductuales tienen su origen en los primeros siete años de
nuestra vida
Trabajar en la prevención y en la orientación en adicciones es
anticiparse al abismo; es iniciar un proceso de cambio
primeramente en los conceptos mentales erróneos para luego
llevarlos a la práctica en la vida diaria; es empezar a tratar al
potencial adicto como una consecuencia del grupo familiar
disfuncional y no como un ente desprendido sin ningún tipo de
conexión.
La gran mayoría de nosotros provenimos de familias
disfuncionales y esta es una verdad dolorosa pero necesaria de
enfrentar. Uno de los episodios más tristes en mi vida fue cuando
tuve que escuchar a mi padre, Rafael Rojas Bueno, en un
encuentro de parejas a sus ochenta años, confesar que durante
toda su vida no había podido superar la muerte de su madre
cuando el apenas era un niño de diez años y que esa era la razón
por la que se refugió durante cuarenta años en el alcohol. En ese
momento lo vi llorar como un niño y fue entonces cuando
comprendí lo que no lograba entender.
63
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. 2004. España. Pág. 144.
64
.- Ibíd. Pág. 35.
76
Los seres humanos nos resistimos al dolor de una manera

inimaginable. Pero lo que no alcanzamos a comprender es que
esas adicciones y compulsiones nos roban tiempo y voluntad y
son capaces de arruinar por completo no solo nuestra vida sino la
vida de los que están a nuestro lado. El origen de toda adicción
está relacionado con la profunda vergüenza encubierta por haber
carecido de las necesidades emocionales y afectivas en los
primeros años de vida por parte de nuestros padres. Este doloroso
sentimiento provoca en nuestra mente un abanico de creencias
tales como “soy un fracasado” “soy un inútil” “soy un error”
“nadie me ama” “soy un estorbo” “estoy solo”. Toda persona
atada a una adicción tiene el potencial de despreciarse y odiarse a
sí mismo; conduciéndolo a una distorsionada manera de pensar y
obligándolo a crear una relación íntima, destructiva y paralela con
algo o alguien (persona o cosa)
Es necesario asumir que todo aquello que prometa anestesiar
nuestro más profundo dolor en el alma se convertirá en nuestro
amo y señor. Desconocemos mucho acerca de este tema y solo
creemos que las peores adicciones son el alcohol, cigarro, sexo,
drogas. Pero existe una lista amplia de comportamientos adictivos
en nuestros hogares que vale la pena analizar al detalle. Toda
adicción es una enfermedad triple que atenta contra lo físico,
emocional y espiritual. Es sumamente importante entender que el
primer paso para reconocer si estamos transitando el camino de
las adicciones es ceñirnos a la VERDAD, rechazarla solo nos
ocasionará profundos conflictos de difícil resolución. Muchas áreas
de nuestra vida personal están fuera de balance y esto perjudica
enormemente la relación de pareja.
ADICCIONES INGESTIVAS
Alcohol - Fármacos
E
xisten algunas maneras de alterar el estado del ánimo que son
más adictivos que otros. Centraremos primeramente nuestra
atención en el consumo de alcohol y fármacos para terminar con
el excesivo consumo de alimentos.
El alcohol es la droga social más utilizada en nuestra sociedad.
Afecta la actividad del hipotálamo y causa euforia y desinhibición
pero a la vez actúa como depresor del sistema nervioso. El etanol
que es la sustancia química activa en el alcohol, produce un efecto
depresivo sobre el cerebro y con el tiempo llega a desarrollar
dependencia en las personas predispuestas. La consecuencia del
consumo de alcohol en el funcionamiento del sistema nervioso se
traduce en la depresión, como resultado de la disminución de la
actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Un mínimo nivel de
77
alcohol dentro del cuerpo aletarga las reacciones, dejando como

resultado el empeoramiento de la concentración y el juicio. Las
causas psicológicas incluyen la necesidad de consuelo para niveles
altos de ansiedad, relaciones personales conflictivas y una
marcada desvaloración personal. El uso de fármacos o
estimulantes tienen características similares. Su consumo
frecuente ocasiona graves disfunciones en la vida de las personas.
Generalmente se ignora el proceso que estas llevan a cabo en el
funcionamiento del sistema nervioso y porque el ser humano las
utiliza para anestesiar sus más profundas miserias, carencias y
necesidades.
La Dra. Nora D. Volkow, Directora del Instituto Nacional sobre el
Abuso de Drogas (NIDA) expone de manera magistral algunas
cuestiones fundamentales del efecto nocivo de las drogas sobre el
cerebro y cómo afecta la vida de las personas. La activación de
ciertas regiones cerebrales provoca sensaciones placenteras. El
centro de este sistema es un grupo de neuronas que sintetizan el
neurotransmisor dopamina. Todas las drogas de abuso aumentan
la liberación de dopamina en el sistema de recompensa imitando
la acción de diversas sustancias químicas propias del organismo.
El uso repetido de estas drogas disminuye la posibilidad de
generar placer. El abuso de drogas lleva a la adicción, una
enfermedad crónica del cerebro que involucra al sistema de
recompensa. Las drogas cambian el cerebro disminuyendo la
motivación por los placeres normales y el control sobre nuestras
acciones. Experimentos con animales e imágenes cerebrales de
humanos muestran que el abuso genera cambios neuroquímicos
persistentes en regiones del cerebro asociadas con la motivación y
la toma de acciones. Existen razones químicas para que la
rehabilitación sea un proceso complejo y a veces insalvable pues
el cerebro funciona en base a un sistema de retroalimentación
muy fino para responder a los estímulos y demandas internas
externas. Las evidencias sugieren que estos cambios persistentes
desencadenan una serie de otros cambios moleculares en un
intento del sistema por reestablecer las condiciones iniciales.
El uso y abuso de sustancias psicoactivas genera unas condiciones
de extrema inestabilidad en el ser humano. Dentro de una
relación de pareja los resultados llegan a ser, en un gran
porcentaje, catastróficos si alguna de las partes involucradas
mantiene este tipo de adicciones en su vida diaria.
TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Adicción a la comida-Obesidad
78
L
os trastornos alimenticios son una combinación de factores
genéticos y emocionales. Las estadísticas muestran que un 60%
de las mujeres y el 50% de los varones sufren de exceso de peso.
Según Fossum y Mason consideran que una persona está en
sobrepeso si excede a más de 7 kilos de su peso ideal.
Con el correr de los años y en nuestra experiencia personal
llegamos a la conclusión que la obesidad es otro de los refugios
donde las personas esconden sus miedos y su falta de apoyo
emocional en la vida, además de ser personas que guardan
resentimientos e iras de mucho tiempo sin confesar. John
Bradshaw establece que la ira se manifiesta en el estómago, y el
hecho de comer y sentirse lleno hace que un individuo crea que se
sentirá bien cuando esté lleno y no cuando expresa la rabia que
necesita exteriorizar. El notable psicoterapeuta agrega que a
menudo se utilizan argumentos defensivos para excusar el
comportamiento obeso y negar sus consecuencias perjudiciales,
como por ejemplo trastornos glandulares, el dar a luz, factores
hereditarios el paso de los años, el ritmo de vida y los
acontecimientos sociales que obligan a comer. Estos factores
pueden contribuir en alguna medida a la obesidad pero los
factores emocionales juegan un papel medular en el proceso de
obesidad. 65
En un notable artículo denominado:” Obesidad: ¿Baja
Autoestima? Intervención Psicológica en pacientes con obesidad.”
Se vierten algunos aspectos sumamente importantes cuando se
expone las causas de la obesidad, las cuales pueden ser físicas o
psicológicas. Dentro de las físicas se demuestra que los riesgos
principales son los incrementos metabólicos, las enfermedades
cardiovasculares, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la
intolerancia a la glucosa. Por otra parte dentro de las
implicaciones psicológicas se enlistan alteraciones emocionales y
elevados niveles de ansiedad y depresión. La gente obesa
muestra miedos e inseguridad personal, pérdida de autoestima,
desórdenes alimenticios, distorsión de la imagen corporal, frigidez
e impotencia, perturbación emocional por hábitos de ingesta
erróneos, así como tristeza, infelicidad y depresión. Tener
problemas de obesidad es una amenaza decisiva para la salud y la
felicidad de la persona, tanto en la vida diaria como en la vida
entera. Una de las consecuencias de la obesidad es la perdida de
la autoestima lo cual puede llevar a la persona a presentar un
65
.- Ibíd. Pág. 148.
79
cuadro de depresión, por lo que algunas personas tratan de

compensar dicha depresión usando la comida para aliviarla. 66
Las personas que comen en exceso actúan de manera muy
irracional y destructiva contra ellos mismos. Buscan la seguridad
emocional en la comida y sobretodo en los azúcares pues estos
producen el mismo efecto que el alcohol, produciendo la hormona
de la dopamina o la recompensa agradable solicitando cada vez
más su consumo. También hemos reconocido en las personas
obesas un sentimiento que los ha aniquilado en lo más profundo
de su ser y es la CULPA TÖXICA, que tiene sus orígenes en un
desarrollo frustrado, perfeccionismo y presiones familiares, donde
se comienza a asumir una enorme responsabilidad ante los demás
y los errores no pueden tolerarse. La rigidez es una actitud
invariable en la interacción con otros seres humanos y el concepto
de ser buena persona se establece únicamente en el cumplimiento
de todas las normas.67 Transmitida por los primeros cuidadores
pero que luego se encarnó como una poderosa fuerza difícil de
erradicar, convertida con el correr de los años en un estilo de
vida. Esa culpa tóxica los hace esconderse de los verdaderos
problemas y encubrirlos para poder sentir esa paz tan anhelada.
La gran mayoría de los adictos sea de fármacos o comida tienen
un común denominador, la MENTIRA y el AUTOENGAÑO y
transitan en ellos por el sendero de sus vidas. El aislamiento y
soledad también caracteriza a los personas con esta problemática.
Aunque muchos se disfrazan de tímidos, arrogantes, agresivos,
alegres, sólo existe abandono y un gran desierto.
ADICCIÓNES CONDUCTUALES.
LOS SENTIMIENTOS
M
uchas personas desconocen que los sentimientos se pueden
convertir en una adicción. Es conveniente marcar la diferencia
entre emoción y sentimiento. La emoción es un movimiento o
impulso del alma que te mueve hacia…, es rápida y de corta
duración. El sentimiento es un estado del alma también, donde la
emoción queda congelada en el tiempo y se arraiga causándonos
algunos problemas.
Uno de los sentimientos más encubiertos, complicados y
altamente adictivo en los seres humanos es la IRA. Enraizada en
el interior divide y hace sentir poderoso a quien la ejerce, se
66
.- http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29210214. Alvarado Sánchez, María Alicia, Benavidez
Guzmán, Evelyn, Gonzales Ramírez, Teresa Mónica:” Obesidad: ¿Baja Autoestima? Intervención
Psicológica en pacientes con obesidad.” Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 10, núm. 2,
julio-diciembre 2005.pp 417-428. Consejo Nacional para la Investigación en psicología. México.
67
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. Pág. 39.
80
repele a cualquier persona que se convierta en una amenaza para

la vida emocional. La ira es un mecanismo de defensa contra la
vergüenza y el abandono que siente en el corazón pero que no se
sabe manejar. Es demoledora a la hora de ser pareja y familia
pues intimida, controla, tiraniza y construye un ambiente de
temor a su alrededor. Es la generadora de violencia en los
hogares, del silencio antes el maltrato verbal, de los golpes de
quienes sufren de esta adicción pero que no la han reconocido
como tal. Un alto porcentaje de las personas que se han acercado
a nosotros para hablarnos con verdad y franqueza acerca de este
problema en sus vidas han reconocido que durante su niñez
fueron profundamente maltratados, violentados y abandonados
por sus cuidadores. Cualquier sentimiento que no ha sido
procesado y expresado correctamente y que se ha interiorizado
puede llegar a ser adictivos en nuestras vidas tales como el
miedo, la tristeza, la ansiedad, la alegría, la perfección o querer
hacer siempre lo correcto.
La ira interiorizada favorece la amargura interior. La amargura
con su inevitable tendencia pesimista, destruye el ego. Con
frecuencia la ira provoca que la amargura se intensifique y se
termine convirtiendo en odio. Si la persona con ira interiorizada
también consigue poder, el resultado puede ser violencia,
venganza y criminalidad. 68
Muchos de nosotros hemos padecido de este mal sin encontrar
una verdadera salida al respecto afectando la relación de pareja.
La solución consiste en reconocer con humildad que existe un
problema y ponernos en contacto con profesionales que nos
ayuden a salir de este pozo donde sufrimos y hacemos sufrir.
La Religión.
Existe una adicción conductual muy peligrosa y encubierta que es
la religiosidad. Las personas adictas a la religión se caracterizan
por ser legalistas, estrictas, enérgicas, rígidas pues están
ocultando la vergüenza tóxica que los domina. Entienden que es
más fácil poner una capa de “espiritualidad” que los hace sentir
menos sucios, pero altamente enjuiciadores de las conductas
ajenas y muy duros de corazón con los pecados de los demás. Es
una de las adicciones conductuales más sutiles. La religión
mantiene la virtud de conducir al individuo a realizar una serie de
actividades rígidas y compulsivas que lo inhibe de descubrir sus
miserias y traumas ocultos, enmascarándose de piedad y de
buenas acciones que no tienen otro propósito que el beneficio
propio. La religión se convierte en el refugio preferido de aquellos
68
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed Obelisco. España. 2004. Pág. 138.
81
seres humanos que no logran convivir con sus sentimientos de ira

y de dolor. Cada actividad que realizan los ayuda a alejarse de
esos abismos oscuros, de verse reflejados como en un espejo.
Bajo la práctica de la religión subyace la cobardía, la mentira y la
hipocresía. Pacho O´Donnell expone que la religiosidad tóxica y
opresiva, amedrentadora no libera sino que achicharra, que no
está basada en el amor sino en el temor. Que nos insta a albergar
en nuestro interior a un Dios que nos ama, que aspira que seamos
lo que debemos ser y no lo que la religión burocrática y formalista
pretende que seamos. Se trata de tener el coraje de estar en
contacto con nosotros mismos, con nuestro deseo, de buscar y
encontrar a Dios no en las formalidades de la burocracia religiosa
sino en el amor y la alegría por ese maravilloso don de la Vida que
debe ser consagrada a las dos leyes divinas fundamentales: el
amor a Dios por sobre todas las cosas y el amor al prójimo como
nos amamos a nosotros mismos. 69
John Bradshaw expone que cuando uno es consciente de sus
limitaciones, de sus carencias y que cuenta con la capacidad de
mostrarse de esta manera hacia los demás sin tapar u ocultar
nada es el mejor de los caminos a una espiritualidad plena. Para
el notable psicoterapeuta, que denomina a estas actitudes como
expresión de la vergüenza sana, ser conscientes de nuestras
limitaciones nos hace saber que existe algo superior a nosotros,
Dios que se eleva por sobre todo y todos, que es nuestra plenitud
humana. La espiritualidad sana implica la unión del individuo con
un Dios personal que conduce a la cumbre de la vida humana
cuando conjugo la plenitud personal con el amor. Bradsahw
realiza un notable trabajo en cuanto expone que un ser humano
necesita haber sido atendido de manera íntegra en sus
necesidades de dependencia (sentimentales y emocionales que
dan origen al ego) Podemos determinar algunas tales como:
caricias, afecto, seguridad, alimento, refugio, verse reflejado,
pertenencia, reconocimiento, estimulación, experiencia de placer y
dolor, sensación de importar y autoestima. Por mucho que se ore
y buenas obras que se realicen, si no hemos atendido de manera
integral las necesidades insatisfechas del ego siempre se volverá a
donde esas necesidades insatisfechas existen hasta que se
satisfacen. El problema consiste en que la satisfacción de estas
necesidades depende siempre de otras personas. Cuando son
desatendidas se bloquea la energía que debería surgir de la
satisfacción de estas necesidades. Estas necesidades humanas
son jerárquicas, es decir que uno no puede atender necesidades
superiores si no se han atendido y satisfecho antes las inferiores.
69
.- Stamateas, Bernardo. “Intoxicados por la Fe” Ed. Sudamericana. Argentina. 2010. Pág. 18-19.
82
No se va a poder buscar la verdad, la belleza ni a Dios cuando

nuestro ego tiene aún problemas que debe solucionar. 70
La religión se transforma en adicción cuando nos impide
mostrarnos como un ser integral, cuando depende y se sustenta
únicamente en ritos compulsivos, que alejan a la persona de sus
necesidades insatisfechas. El miedo a exhibir las miserias
interiores más oscuras y vergonzantes es el motivo por el cual
muchas personas se disfrazan de religiosos. Dentro del ambiente
cristiano existe una enseñanza sobre la santidad que enfatiza en
demasía la relación personal con Jesucristo sin indicar sus
consecuencias en términos de relación con la gente con la cual
nos relacionamos. En contraste con tal santidad en el vacío que
magnifica la experiencia y minimiza la ética se debe tener en
cuenta la integralidad de la espiritualidad en situaciones concretas
de la vida, en este caso lo que corresponde a las relaciones más
importantes del ser humano ocurridas dentro del ámbito familiar.
71
La piedad y la devoción cumplen la labor de encubrir todas estas

necesidades insatisfechas, funcionan como una máscara o un
disfraz que oculta todas o algunas de estas carencias que no me
atrevo a exponer y que me dejarían expuesto ante los demás. La
piedad y la devoción se manifiestan con el perfeccionismo, la
crítica y la culpa. Una buena medida para determinar si un tipo de
espiritualidad es verdadero o no, consiste en aplicar el siguiente
criterio: ¿En qué grado culpabiliza y juzga? ¿La adicción a la
religión es en muchos casos promotora de desórdenes y
desequilibrio en las relaciones de pareja? ¿Se transforma en un
hábito compulsivo que pervierte la sana dinámica y el crecimiento
conjunto de un hombre y una mujer involucrados afectivamente?
Los pensamientos.
Razón tenía Pablo de Tarso cuando a través de la carta a los
Romanos en el siglo I de nuestra era nos escribe: “No se adapten
a las costumbres de este mundo, transfórmense por medio de la
renovación de su mente para saber cuál es la voluntad de Dios,
todo lo que es bueno, agradable y perfecto” 72
Él tenía muy claro que los pensamientos son la base de nuestros
comportamientos. Esta gran verdad debe hacernos pensar mucho
acerca del apresuramiento en un trabajo de limpieza de nuestra
70
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág.311-
316.
71
.- Stott, John. “La Nueva Humanidad. El Mensaje de Efesios.” Ed. Certeza. Ecuador. 1987. Pág.
206.
72
.- Biblia de las Américas. The Lockman Foundation. La Habra. EE.UU. 1997. Romanos 12:2
83
casa mental. La mente se convierte en un manantial de dicha o

desdicha según lo que haya en ella y la manera en que la usamos.
La encrucijada más grande que encontramos en las personas que
solicitan nuestra ayuda consiste en entender este pasaje bíblico y
ponerlo en práctica en sus vidas diarias ¿Cómo renuevo mi mente
y mis pensamientos? nos dicen. Y cabe explicar que cuando la
palabra de Dios nos ofrece un nuevo nacimiento, incluye nuestra
alma que contiene: la mente, la voluntad y las emociones. Cuando
nos concentramos en un solo pensamiento, nos distraemos del
dolor que llevamos dentro y también nos puede impedir sentir
sufrimiento, dando giros a los pensamientos una y otra vez.
¿Cuáles son los pensamientos más adictivos en el ser humano y
nos hacen esclavos de ellos? La preocupación, la ansiedad, la
duda, la confusión, el juicio, la crítica, la queja, la culpa, el
resentimiento y todo aquello que te mantenga cautivo y no te
deje avanzar en la vida.
Uno de los pensamientos y desde luego comportamientos que
heredé de mi madre Carmen Casas y que me ha costado años
deshacerme de él es la ansiedad y la preocupación. Ella siempre
estaba apurada y preocupada. Todo debía hacerse rápido y
siempre andaba de afán. No recuerdo verla en paz y relajada.
Esto lo adquirí como un modelo de vida, como un hábito que me
ha ocasionado muchos problemas y desde luego enfermedades
como la migraña, dolores musculares, gastritis entre otras.
Cuando llegué al evangelio me encontré con un Dios que para
nada vive preocupado o afanado. Todo lo contrario, empecé a
conocer a un Dios que se toma su tiempo para hacer las cosas y
que jamás esta de afán. Entonces emprendí la tarea de deshacer
esos modelos mentales equivocados y adictivos que impiden
disfrutar de la vida y de la paz que Dios mismo nos ofrece.
Los pensamientos pueden transformarse en adictivos porque
tienen la capacidad de eliminar algunos sentimientos que
involucran dolor, trauma, abuso o abandono. Dentro de la relación
de pareja este tipo de adicción puede causar innumerables
conflictos internos. Negar la realidad emocional interior cargada
de dolor e insatisfacción genera pensamientos que hacen
extraviar a la persona de su propia realidad y de sus propios
sentimientos. Finalmente se termina viviendo y experimentando la
relación de pareja fuera de sí mismo, como un ente desintegrado
y sin conexión entre experiencias negativas vividas y
consecuencias reales y actuales.
A una actividad.
84
Otra de las maneras de aturdir nuestro estado de ánimo, es a

través de las actividades. Recordemos que estos comportamientos
adictivos tienen la finalidad de alejarnos de una realidad dolorosa
y de una vergüenza extrema que necesitamos ocultar. Las
actividades adictivas más comunes son: trabajar, comprar,
acumular cosas, el sexo, leer, jugar, el deporte, la televisión y el
internet y una última, cuidar animales domésticos. Cuando
pasamos más del tiempo normal y actuamos de manera
compulsiva con algunas de estas actividades estamos queriendo
evitar algún sentimiento de soledad y tristeza interior. Toda
actividad elevada al máximo de su expresión se transforma en
modeladora de personalidades falsas. Ser activo compulsivo es
clara señal de inmadurez, de ser un fugitivo errante, de
personalidades quiméricas transformadas en hábitos de vida. En
nuestro trabajo como terapeutas y dentro del ambiente cristiano,
nos ha tocado afrontar casos muy puntuales. Hombres y mujeres
adictos/as al ministerio o a la congregación que pastorean, al
grupo de alabanza al que pertenecen. En estos casos se
argumenta un concepto sumamente particular y es creer de
manera errónea que por estar realizando una actividad espiritual
no estamos exentos de caer en una adicción a estas actividades.
Los casos que hemos tenido que atender de hijos de personas
asociadas a esta actividad compulsiva manifestando que sus hijos
odian las cosas de la iglesia porque sencillamente esas “cosas” les
robaron su tiempo, atención, amor y cuidado en momentos
importantes de sus vidas, todo y todos los demás estaban primero
que ellos que debían ser realmente la única prioridad. Que decir
de las esposas y esposos que de la misma manera traicionaron su
relación conyugal por estar inmersos en un activismo que empaña
y adormece la dolorosa realidad de muchos de nosotros.
La fuente de toda adicción está relacionada en la ruptura con el
YO, la creencia de que uno ha fracasado como persona. Cualquier
adicción, sea ingestiva o conductual, es un intento de mantener
una relación íntima. El adicto al trabajo tiene una aventura con su
profesión y el alcohólico con su botella: De esta manera el estado
de ánimo de ambos se altera para evitar el sentimiento de dolor y
soledad causado por el abuso y el abandono. 73
Por este motivo estos comportamientos son tan nocivos a la hora
de conformar una pareja. Recordemos que para el adicto su
adicción será su dios y su única prioridad y gastará tiempo,
dinero, energía y todo lo que sea necesario para tenerla a su lado
eternamente. Entonces este “amo” alejará y pondrá una pared
73
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. Pág. 35
85
intermedia entre la persona adicta y los demás, en este caso

esposa (o) e hijos.
CAPITULO 4
EL DESAFÍO DE SER PAREJA.
U
no de los desafíos más trascedentes que el ser humano enfrenta
durante su existencia es el de las relaciones interpersonales. Esta
interacción ocurre en todos los ámbitos, tanto en lo laboral,
educativo, social; pero lo que más nos desafía y confronta es la
relación que decidimos mantener con la persona que elegimos
para que sea nuestra pareja. Esta dinámica, que involucra
sexualidad, pasión, compromiso, fidelidad, verdad, comunicación,
es la que finalmente va a determinar la condición emocional y
afectiva del grupo familiar, donde los más afectados y/o
beneficiados van a ser los hijos.
Los desafíos que plantea la elección de una persona para
involucrarnos en una relación de pareja no son para nada
sencillos, ni para ser tomados a la ligera. En un gran porcentaje
priman cuestiones o necesidades que están íntimamente
emparentados con lo emocional, tales como ser reconocido, tenido
en cuenta, cuidado, protegido y amado.
Existe una verdad, expuesta por Ignacio Larrañaga, aun no
desarrollada plenamente que cuestiona cualquier alternativa que
tenga la sana intención de pretender ayudar o colaborar a salvar
una relación de pareja en crisis. En estos casos la atención y el
interés está depositado únicamente sobre la problemática o el
conflicto ya desatado. Esta verdad es la siguiente: “Antes de
llegar a ser pareja y/o matrimonio somos individuos.”
Esta profunda afirmación determina que cada una de las partes
que componen la relación de pareja convive e interactúa bajo
percepciones totalmente opuestas a las de su par. Cuando dos
personas se unen dos universos totalmente diferentes colisionan;
cada uno de ellos trae consigo creaciones disímiles,
construcciones de pensamientos, sentimientos y comportamientos
que son únicos. La elección de una pareja es una ecuación donde
intervienen factores sociales y personales.
Billie.S. Ables comenta con acierto que todos esperamos que la
relación de pareja sea sencilla, conforme a los estereotipos que se
observa en televisión y con finales parecidos a los de una novela.
Esperamos borrar al instante nuestro pasado y comenzar una
nueva vida a partir del matrimonio. Creemos que nuestros
sentimientos de enamoramiento pueden durar para siempre, que
86
el problema radica siempre en el otro y que basta con obligar,

regañar y reprender a nuestro compañero para que cambie. 74
LOS REFLEJOS DE LA INFANCIA.

Con nuestra pareja experimentamos los sentimientos más
intensos. Esta relación de amor se basa con mucha frecuencia en
nuestras primeras experiencias de acercamiento a otras personas
en edades muy tempranas. La influencia de nuestros padres es
medular pues junto a ellos aprendimos a amar y expresar el
amor, a acercarnos o distanciarnos de los demás y a expresar
nuestros sentimientos, ese primer niño que permanece vivo en
nosotros es el que va a escoger a la persona que amaremos y va
a expresar nuestra sexualidad. Existe una verdad que por ser
dura no puede ser ignorada y es que lo que se aprendió en la
relación con los padres lo vamos a transferir a la relación de
pareja.
John Bradshaw continúa desarrollando este concepto al exponer
claramente que cuando dos personas deciden involucrarse en una
travesía sentimental cada uno espera que el otro cuide del
desamparado niño que hay en él. Cada una de las partes que
componen esta nueva alianza aguarda con ansias que se
comiencen a satisfacer las necesidades ignoradas. Cada uno es
incompleto e insaciable y el serlo determina que la insaciabilidad
es el fruto de las necesidades infantiles no satisfechas de cada
individuo.
Cuando dos niños-adultos se enamoran, el niño que hay en cada
uno de ellos desea que el otro satisfaga sus necesidades. Como el
enamoramiento es un estado natural de fusión, los niños
incompletos se fusionan experimentando una sensación de unidad
y plenitud. Como el enamoramiento tiene connotaciones eróticas
cada uno se siente completo en la experiencia. El amor es tan
poderoso como cualquier narcótico. Desgraciadamente este
estado no puede durar. Pronto empiezan a manifestarse
diferencias en el comportamiento social de ambos pues las
respectivas familias comienzan a hacer valer sus derechos, aquí
es donde se originan los conflictos…”Si me amaras lo harías a mi
manera” ¿quién conseguirá imponer sus normas? Cada uno lucha
por imponer su voluntad. 75
Ante estas verdades un poco desalentadoras tenemos que
reconocer que ser pareja hoy en día se convierte en una
experiencia que desafía nuestras más altas expectativas. En esta
travesía hacia los puertos más deseables se nos ha olvidado un
74
.- Ables, Billie. “Solo Para Párejas.” Ed. Intermedio. Colombia. 1994. Pág. 12.
75
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág. 65.
87
principio fundamental para evaluar y examinar de manera

concienzuda: El hombre y la mujer son seres espirituales viviendo
en un cuerpo material. Pablo en su segunda carta a los
Tesalonicenses 5: 23 dice:
“Que el Dios de paz los mantenga perfectamente limpios, para
que en espíritu, alma y cuerpo sean ustedes fuertes e
irreprensibles hasta el día que el Señor vuelva”.
El ser humano se compone de estas tres partes indivisibles que
conforman su integralidad. Necesariamente estas tres piezas
tienen que funcionar en una armonía plena y constante para
lograr el cometido de colocar el ser humano en un plano de luz y
comprensión tanto de sí mismo, de sus semejantes y del universo
que lo rodea. Cada una de ellas manifiesta y ejerce una función
específica siendo el ser humano quien debe tomar la iniciativa
para desarrollarlas en bien propio.
El espíritu es quien nos capacita para conectarnos con lo
trascedente es decir descubrir, aceptar, alimentar y existir en
acuerdo con esa fuente divina de la cual provenimos. De ella es
que proviene toda nuestra energía, toda sabiduría y bienestar;
quien nos creó es quién conoce con absoluta certeza todo aquello
que necesitamos. La decisión de rechazar esta genética divina es
la causa de los infernos más ardientes dentro de la existencia
humana. El negarnos a aceptar nuestro origen nos impide de
manera tajante la posibilidad de ser seres completos que puedan
funcionar en armonía y plenitud dentro del universo que los
rodea. Un ejemplo acertado para comprender más claramente
esta afirmación es citando cualquier electrodoméstico. Cuando
vamos al comercio y adquirimos uno, en este caso un televisor,
sabemos que es un complejo sistema para la transmisión y
recepción de imágenes en movimiento y sonido a distancia que
emplea un mecanismo de difusión, que es efectuada por medio de
ondas de radio, por redes de televisión por cable, televisión por
satélite o IPTV. El receptor de las señales es el televisor. Más allá
de todo este intrincado ramillete de términos técnicos que
generalmente no tenemos en cuenta cuando adquirimos uno y
llegamos presurosos y ansiosos a nuestro hogar sabemos
ciertísimamente que si no conectamos el aparato con el voltaje
requerido este no funcionará. Lo que hace que este conjunto de
diversos y complejos elementos electrónicos que conforman un
aparato de televisión ejerza la tarea para lo cual fue creado es
que necesariamente tiene que estar conectado a la fuente que le
va a proveer la energía. Esta sencilla analogía es muestra
suficiente de que el ser humano no puede lograr un
funcionamiento pleno consigo mismo, ni en sus relaciones con
88
otros seres humanos ni con todo lo creado en el universo si no

está conectado a la fuente de energía primaria que es el Creador.
El alma, por su parte, alberga tres componentes fundamentales y
determinantes en el equilibrio integral como son la mente la
voluntad y las emociones. Esta área se muestra como la más
vulnerable pues es donde el ser humano debe proveer para el
sustento de su armonía integral.
El área psicológica de la vida trata con la mente, la voluntad y las
emociones. Llamamos a esta área el “alma”. La palabra “alma” en
el Nuevo Testamento viene del griego “psuche”. De hecho, el
término “psicología”, el estudio de la mente, voluntad y
emociones viene de esta misma palabra. Nos referimos a la mente
como nuestros pensamientos, a la voluntad como las decisiones
que tomamos y a las emociones como nuestros sentimientos. Lo
que se piensa, la manera en que se toman decisiones y cómo uno
se siente son importantes, pues estas cosas afectan cada área de
nuestra vida. 76
Hablar del funcionamiento de la mente seria ingresar en un
intrincado laberinto de información científica que desviaría nuestra
atención primaria. Por este motivo vamos a ceñirnos únicamente
a los conceptos primarios y fundamentales. La mente es la que
manifiesta la capacidad del entendimiento, de crear
pensamientos, la creatividad, el aprendizaje, el raciocinio, la
percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad,
y otras habilidades cognitivas.
La mente integra diversas facultades del cerebro que permite
reunir información, razonar y extraer conclusiones y contiene tres
tipos de procesos que son el consciente el subconsciente y el
inconsciente. 77
Cada uno de ellos desempeña un papel preponderante en el
ejercicio de entender y manifestar nuestro comportamiento y
realidad. Dentro de nuestra mente existen tres partes bien
diferenciadas que ejercen, cada una de ellas, una función
determinada. Cuando hablamos del consciente nos estamos
refiriendo a la relación que existe entre en el aquí y en el ahora;
es mi interacción con los elementos presentes, con personas y
objetos que conforman mi realidad diaria.
El subconsciente es un nivel más profundo de la mente, donde
podemos evocar recuerdos y traerlos al presente. Es el lugar
donde se almacena toda la información recibida como por ejemplo
números de teléfono, nombres de personas, nombre de una
76
.- Vida Cristiana Victoriosa Internacional. S.A.L.T “Entrenamiento en las Siete Áreas de la Vida
Espiritual. Mi Relación con Dios.“ Versión 2.0. 2006.
77
.- Pinillos, José Luis “La Mente Humana.” Ediciones Temas de Hoy. (2001).
89
canción de lugares visitados etc. El subconsciente es la parte de la

mente que no hace juicios, que acepta todo lo que decimos y crea
en concordancia con lo que pensamos, que siempre dice si pues
archiva toda la información que recibimos de manera literal, no
tiene la capacidad de distinguir entre lo falso y lo verdadero, no
tiene sentido del humor; todo lo cree, sea bueno o malo. El
subconsciente es muy directo y honrado, no usa estrategias, él
solo oye y cree.
Finalmente el inconsciente es el nivel más profundo de la mente
donde está ubicada la línea de represión, que se define como el
lugar donde se encuentran almacenados todos los eventos
traumáticos que se reprimen o contraen para no sentir dolor y se
manifiestan como mecanismos de defensa. Dentro del
inconsciente existe una capa protectora contra las experiencias
dolorosas en los primeros años de la vida que podemos
denominar línea de represión. Detrás de esta línea están
almacenados eventos negativos que produjeron profundo dolor
como por ejemplo violación, agresión física, abusos y abandonos
que se transforman en inaccesibles para la misma persona y que
solamente Dios que es nuestro creador, puede descorrer ese velo
que oculta nuestro más grandes secretos y dolores para
finalmente ser libres de ellos.
El otro componente de nuestra alma es la voluntad que definimos
como la facultad de decidir y ordenar nuestra conducta
constituyéndose en la herramienta con la cual tomamos nuestras
decisiones y establecemos nuestros comportamientos en la vida.
Ella es muy importante en nosotros pues es la primera que nos
gobierna y nos regala el privilegio de ser autónomos y libres a la
hora de elegir. Es medular para el correcto funcionamiento del ser
humano pues lo capacita para tomar las decisiones y las acciones
necesarias para el crecimiento y desarrollo emocional. Según John
Bradshaw la voluntad humana es la intensidad del deseo elevada
al nivel de la acción. La voluntad es un deseo que depende de la
mente (razón e intelecto). Sin la mente, la voluntad es ciega y no
puede verse satisfecha. Si no hay satisfacción, la voluntad
empieza a desearse a sí misma. Las actividades intelectuales de
percepción, juicio y razonamiento son absolutamente
imprescindibles para el correcto funcionamiento de la voluntad.
Estas permiten que la voluntad sea consciente de las posibles
alternativas antes de hacer una elección. 78
El ser humano ha sido diseñado para ejercer este don; es
inherente a él como lo es cualquier parte del cuerpo. Digamos que
todos los seres humanos cuentan con capacidades ejercidas a
78
.- Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág 44
90
través de los sentidos vista, olfato, tacto, oído y gusto. Estas

cumplen la función de conocer y relacionarnos con nuestro
entorno. Si durante el transcurso de la vida no las ejercitamos
correctamente estas finalmente perderán todo su potencial y
limitarán la existencia a niveles muy por debajo de las demandas
naturales. Con la voluntad ocurre exactamente lo mismo pues
cuando no es ejercida correctamente y en el momento adecuado
pierde paulatinamente todo su potencial. Podemos asirnos a ella y
tomarla sin reparos en el instante que deseemos, en cualquier
medida, pues la diferencia entre el ser humano y otros elementos
de la creación radica en que el hombre y la mujer cuentan con la
inmejorable y única posibilidad de obrar con total libertad para
determinar qué hacer con la vida concedida. Más allá de las
limitaciones con que cada ser humano tenga que lidiar en la vida
gracias al entrenamiento de la voluntad cada uno se convierte en
el determinante supremo de su destino.
La posibilidad de elección se ve notoriamente atrofiada y
desvalorizada desde el entorno familiar. A partir de los primeros
años de vida nuestros cuidadores no han contado con la capacidad
de guiarnos en la toma de decisiones ni en el derecho de ser
autónomos de acuerdo a las etapas de crecimiento. Las trilladas
frases “usted se calla” “no tiene derecho a opinar” “acá el que
manda soy yo” “usted hace lo que yo digo” se convierten en
claros ejemplos de cómo nuestra voluntad es violentada y
cercenada por quienes tendrían que haberla valorado y alentado.
En la adultez estos daños causados son parte de nuestra
personalidad y se hacen evidentes en todas nuestras relaciones.
Buena parte de la salud sentimental y emocional de las parejas y
matrimonios esta puesta en jaque por una voluntad débil y de
toma de decisiones ante situaciones de conflicto. La voluntad
correctamente ejecutada se transforma finalmente en un
elemento vital para el equilibrio de cualquier relación sentimental.
Hablar de las emociones es hablar de algo cotidiano para el ser
humano. Las emociones están caracterizadas por instantes de
gran intensidad. No se extienden en el tiempo como los
sentimientos, solo ocurren en un espacio de tiempo limitado y no
son buenas ni malas solo son respuestas a los estímulos emitidos
desde el entorno y realidad que vivenciamos diariamente. Las
emociones tienen su origen tanto en los pensamientos propios
como en determinadas circunstancias que se suceden en el
entorno y en conceptos y opiniones de terceros. En ambos casos
el nivel de autoestima con que uno cuente será determinante para
experimentar las emociones de manera positiva o negativa.
91
Dentro de las relaciones de pareja y debido al escaso

conocimiento que uno posee de su propia individualidad las
emociones, en un elevado porcentaje, son experimentadas de
manera negativa. El equilibrio de las emociones es una parte
fundamental de la integralidad del ser humano pues cuando uno
de los integrantes de la pareja cuenta con la patología de fluctuar
en la expresión de sus emociones se corre el serio riesgo de
alcanzar el fracaso en la relación. El dolor y la frustración de un
pasado no asumido ni sanado es un caldo de cultivo para que las
emociones desempeñen dentro de la dinámica familiar en los
primeros años de vida tales un papel totalmente negativo y
conflictivo. Las heridas causadas como abandono emocional,
violencia física y psicológica, abusos verbales y sexuales y
negación de necesidades básicas son para cualquier ser humano
campo propicio para cultivar emociones nocivas en el adulto
constituido. Lograr un equilibrio en estas circunstancias se torna
prácticamente imposible y es un obstáculo insalvable para convivir
dentro de una relación sana y armoniosa.
Por último, en este abordaje de la integralidad del ser humano,
vamos a referirnos al cuerpo. Después de hablar del espíritu y el
alma con sus tres componentes, el cuerpo o la parte material de
nuestro ser mantiene una importancia suma en esta trilogía.
Creemos que el cuidado del cuerpo está solamente orientado a
embellecerlo y ofrecerle cuidados que solo traen gracia a los ojos
propios y ajenos. La verdad es que esto representa solo un
mínimo porcentaje de los cuidados que el cuerpo necesita. ¿Qué
es entonces lo que verdaderamente requiere con mayor urgencia
nuestro cuerpo?
Una de las tareas olvidadas o ignoradas por gran cantidad de
personas es que muchas de las enfermedades que padece el ser
humano no son causadas por desajustes biológicos. El cuerpo no
funciona desprendido del espíritu y el alma sino que lo hace en
concordancia con ellos. Aquí se halla la clave para entender el
correcto desempeño de la integralidad humana y que lógicamente
tanto el hombre como la mujer tienen que coexistir en un
permanente equilibrio con estas tres áreas. Toda manera
distorsionada de pensar y sentir provoca desde luego un
desajuste físico. El prestigioso médico y psiquiatra David Hawkins
comprobó científicamente que el cerebro humano posee una red
neuronal de atractores de energías altas y bajas. Las energías
bajas tales como la vergüenza la culpa, el temor, la ira, el orgullo
equivalen a aquellos pensamientos derivados luego en
sentimientos que debilitan y desgastan el cerebro y terminan
redundando en enfermedades físicas y mortales. Las energías
92
altas representadas en pensamientos de paz, amor, bondad,

perdón, alegría producen el mayor de los bienestares físicos. Louis
Hay, en su libro “Usted Puede Sanar su Vida.” nos conecta con
esta realidad cuando expone que nosotros mismos creamos todo
lo que llamamos enfermedad. El cuerpo, como todo en la vida, es
un espejo de nuestras ideas y creencias. El cuerpo está siempre
hablándonos, solo falta que nos molestemos en escucharlo. Cada
célula del cuerpo cada una de las cosas que se piensa y cada
palabra expresada se transforman en una influencia positiva o
negativa. Cuando un modo de hablar y de pensar se hace
continuo, termina expresándose en comportamientos y posturas
corporales, en formas de estar y de mal estar.
Hoy día la medicina tradicional reconoce la enorme influencia que
el buen o mal manejo de los pensamientos y las emociones tiene
sobre el cuerpo del ser humano. En un artículo escrito por el
prestigioso psicólogo estadounidense Daniel Golemán titulado
“Como influyen las emociones en la salud.” se expone este
concepto de manera clara y profunda.
El citado texto describe la importancia de un descubrimiento
realizado en 1974 en un laboratorio de la Facultad de Medicina y
Odontología de la Universidad de Rochester. Allí se reescribió el
mapa biológico del organismo: el psicólogo Robert Ader descubrió
que el sistema inmunológico, al igual que el cerebro, podía
aprender. Su conclusión causó gran impacto; el saber
predominante en la medicina había sido que solo el cerebro y el
sistema nervioso central podían responder a la experiencia
cambiando su manera de comportarse.
El descubrimiento de Ader llevó a la investigación de lo que
resulta ser una infinidad de modos en que el sistema nervioso
central y el sistema inmunológico se comunican: sendas biológicas
que hacen que la mente, las emociones y el cuerpo no estén
separados sino íntimamente interrelacionados. El sistema
inmunológico es el “cerebro del organismo" como dice el
neurólogo chileno Francisco Varela, de la Ecole Polytechnique de
París, al definir la noción que el organismo tiene de sí mismo: de
lo que le pertenece y de lo que no le pertenece. Más adelante el
artículo afirma que las células del sistema inmunológico se
desplazan en el torrente sanguíneo por todo el organismo,
poniendo prácticamente en contacto a todas las otras células. Al
encontrar células que reconocen las dejan en paz, cuando
encuentran células que no reconocen, atacan. El ataque nos
defiende contra los virus, las bacterias y el cáncer o, si las células
del sistema inmunológico no logran reconocer algunas de las
células del propio organismo, crean una enfermedad autoinmune
93
como la alergia o el lupus. Hasta el día en que Ader hizo su

inesperado descubrimiento, todos los anatomistas, todos los
médicos y todos los biólogos creían que el cerebro (con las
extensiones que posee en todo el cuerpo gracias al sistema
nervioso central) y el sistema inmunológico eran entidades
separadas, y que ninguna de ellas era capaz de influir en el
funcionamiento de la otra.
Un colega de Ader, David Felten aportó pruebas mucho más
concretas sobre una vía física directa que permite que las
emociones afecten el sistema inmunológico cuando comenzó
notando que las emociones ejercen un efecto poderoso en el
sistema nervioso autónomo, que regula todo, desde cuánta
insulina se segrega, hasta los niveles de presión sanguínea. Felten
detectó un punto de reunión en donde el sistema nervioso
autónomo se comunica directamente con los linfocitos y los
macrófagos, células del sistema inmunológico. En estudios
realizados con microscopio electrónico se descubrieron contactos
semejantes a sinapsis en los que las terminales nerviosas del
sistema autónomo tienen terminaciones que se apoyan
directamente en estas células inmunológicas; en efecto éstas
envían y reciben señales.
El descubrimiento es revolucionario pues nadie había imaginado
que las células inmunológicas podían ser blanco de los mensajes
enviados desde los sistemas nerviosos tanto central como
periférico. Para probar lo importante que eran estas terminaciones
nerviosas en el funcionamiento del sistema inmunológico, Felten
fue un paso más allá. En experimentos con animales eliminó
algunos nervios de los ganglios linfáticos y del bazo- donde se
almacenan o se elaboran las células inmunológicas- y luego utilizó
los virus para desafiar al sistema inmunológico. El resultado fue
una marcada disminución de la respuesta inmunológica al virus.
Su conclusión es que sin esas terminaciones nerviosas el sistema
inmunológico sencillamente no responde como debería al desafío
de las bacterias o los virus invasores. En resumen el sistema
nervioso no solo se conecta con el sistema inmunológico, sino que
es esencial para la función inmunológica adecuada.
Más allá de la lectura de este artículo que expone científicamente
las dañinas consecuencias del mal uso de los pensamientos,
sentimientos y emociones negativas está la responsabilidad de
cada ser humano en iniciar un proceso de cambio hacia maneras
positivas de comprender la vida. Nuestro cuerpo no es ajeno ni
inmune al entorno emocional así como no lo es al material. De
manera constante cuidamos que nuestro cuerpo no sufra daños
exteriores tales como golpes, quemaduras, cortes, fracturas; así
94
mismo debemos extremar los cuidados al percibir y experimentar

el ambiente emocional. Espíritu, alma y cuerpo coexisten en un
delicado equilibrio que determina nuestra calidad de vida,
cualquier variabilidad supone un serio riesgo que en casos
extremos puedan causarnos dolencias extendidas en el tiempo y
hasta la misma muerte.79
El desafío se torna por demás profundo. Se hace extremadamente
complejo reconstruir o restaurar una relación de pareja si nos
olvidamos que somos seres integrales y que todo el individuo
debe ser regenerado, es decir vuelto a nacer, para poder
experimentar ese vínculo perfecto creado por un Ser amoroso y
que desea vernos felices.
La gran verdad que hemos aprendido, basados primeramente en
nuestros propios fracasos, es que solo se puede lograr un
verdadero cambio si el hombre y la mujer están dispuestos a
erradicar y deshacerse de las creencias heredadas de los modelos
paternos alejados del plan divino. Se necesita una gran dosis de
humildad para emprender la tarea ardua de modificar esos
comportamientos tan nocivos y enfermizos que arrastramos por
años. Desentenderse de la verdad es un asunto supremamente
peligroso. Negar u ocultar que estamos mal por orgullo, nos hace
débiles y faltos de autoridad. Tenemos la responsabilidad de
asumir que hemos errado y que nos hemos desconectado de la
fuente divina y suprema convirtiéndonos en seres egoístas, viles,
deformados en nuestra manera de pensar, sentir y actuar.
Creemos en la urgente necesidad de una revolución en el tema de
ser pareja y adoptar una nueva perspectiva. Una de las premisas
que consideramos absolutamente novedosa, revolucionaria y
fresca dice: antes de ser esposos somos personas, cada individuo
que llega a este mundo es un alguien que no se había dado antes
ni se dará después; es decir, alguien inédito, irrepetible, único. 80
Cuando cada uno, hombre y mujer, en esa singularidad, llega al
matrimonio sin resolver los asuntos primordiales de la vida tales
como: Amarse a sí mismo. Conocerse a sí mismo. Confiar en sí
mismo. Ser honesto consigo mismo y aceptarse en su propia
estructura de personalidad; ya está empezando de manera
complicada y difícil la vida conyugal. Apelando a una sinceridad
descarnada es oportuno afirmar que más del 95% de las parejas
que se constituyen como tal no tienen en cuenta estos conceptos
y el 5% restante asume algunos de ellos con escaso
convencimiento. El enorme porcentaje de fracasos en las
relaciones de pareja se debe al desconocimiento y a la puesta en
79
.- http://www.yogakai.com/goleman.htm
80
.- Larrañaga, Ignacio. “El Matrimonio Feliz.” Ed. San Pablo. Colombia. 2000. Pág. 7
95
práctica de estos fundamentos. Reconocidos en su importancia se

transforman en pilares elementales hacia la completa
conformación de un individuo sano y equilibrado.
CAPÍTULO 5
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES EN LA RELACIÓN DE PAREJA
LA INDIVIDUALIDAD.
La individualidad es el principio de gobierno que favorece la
libertad del individuo. No llegar a aceparse a uno mismo traducido
al desprecio por el color de piel, origen, rasgos o estatura es una
actitud que genera desconfianza en uno mismo. No es lo exterior
lo que determina la grandeza del hombre. Contar con la capacidad
para generar excelentes frutos a través de los dones espirituales y
avanzar con resolución por el camino de la vida va a determinar
en gran medida que posición vamos a ocupar. Cultivar el mundo
interior. Dedicar al alma los mismos cuidados que al cuerpo
traerán finalmente la felicidad tan anhelada.
La individualidad te hace libre para hacer lo que es ético; para
amar sin dependencias y sin egoísmos; para cumplir sus deberes,
para que respeten sus derechos; para ser original y creativo; para
apreciar los valores espirituales. La individualidad debe ser la llave
que te conduzca al éxito, pero ¿consiste el éxito en poseer dinero,
poder o fama? NO, si por eso has sacrificado tranquilidad, salud,
amigos y hogar. El éxito es entonces una conquista integral, es el
logro de la armonía con tu propio ser y con los demás; solo lo
alcanzan los sabios, los que saben vivir porque saben amarse ya
amar; los que saben darse, dar y recibir.
El éxito en la vida se mide, no tanto por lo que se tiene, como por
los obstáculos que se han superado. Eres exitoso cuando das lo
mejor de ti, fiel a los valores éticos y espirituales. Éxito y paz
interior se identifican. Para alcanzar el éxito te afanas por
convivir, no por competir; creces en humanismo, sin que te asfixie
el materialismo. Se logra cuando nos desarrollamos en primer
lugar como individuos en toda nuestra integralidad. La Biblia
describe de manera muy precisa el progreso de Jesús en sus
primeros años de vida y se transforma en una buena medida para
evaluar el nuestro.
“Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracias para con Dios
y con los hombres. 81
81
.- Biblia de las Américas. The Locke Foundation. La Habra. EE.UU. 1997. Lucas 2:52.
96
Sabiduria
Estatura
Espiritualidad
Social
Ser Integral.
El éxito es un proceso donde se vencen los defectos propios y se

avanza por el desierto hasta alcanzar el oasis del verdor.
Debemos entonces conocer nuestras limitaciones y honrarlas;
pero también debemos conocer nuestras facultades para
exaltarlas y convertirlas en habilidades y destrezas.
Los hombres esconden sus debilidades en la rudeza y en las
adicciones (alcohol, cigarrillo, mujeres, etc.), y las mujeres
esconden sus debilidades en la perfección y el control. Debemos
aprender a ser bondadosos con nosotros mismos; a olvidar el
fracaso de ayer y los temores del mañana. Hay que pensar en el
día de hoy.
No debemos esclavizarnos del concepto de los demás. Tú eres tú;
si te dejas influenciar por los juicios de los que te rodean, estarás
siempre acumulando tensión, inseguridad y preocupación; porque
del mismo modo que hoy te llaman bueno y ello te alegra,
mañana te llaman malo y te deprimes. Todo lo que impide el
crecimiento integral de un ser humano es un atentado contra la
libertad. Donde no hay libertad hay temor, a la sombra del temor,
nacen y crecen todas las malezas de los complejos y traumas que
irán asfixiando inexorablemente el proceso de la maduración
humana. Comportamientos como la dominación y la dependencia
se transforman en duros adversarios de la individualidad.
En al caso del dominador trata de controlar al otro, no
necesariamente de manera grosera. Lo somete a prueba. Imparte
órdenes. Promueve sentimientos de inferioridad o mejor de
inseguridad. Existen mil formas de camuflar el dominio, el poder y
la opresión, situaciones donde se desvanece el respeto, y la
libertad es mortalmente herida. No olvidemos que toda debilidad
psíquica es madre fecunda de rencor y de violencia. El otro
comportamiento es la dependencia. Cuando un ser humano
necesita apoyarse todo el tiempo en otro ser. Estas personas
siempre están mendigando amor. Sienten que algo les falta. Son
incapaces de estar solos. Eternamente insaciables buscan y
97
buscan apoyo, afecto y seguridad. Todo ello es señal de

inmadurez e infantilismo.
Amarse a sí Mismo.
Uno de los aspectos fundamentales que colocan al ser humano en
un espacio de privilegio para afrontar los desafíos de la vida es el
de amarse a sí mismo. Existe un concepto básico y poco tratado
que dice que para poder amarme tuve primeramente que haber
sido amado. El amor es una experiencia que se aprende y es en el
seno de la familia donde esta dinámica debe llevarse a cabo a
través de las palabras, los gestos y actitudes de aquellos que son
nuestros cuidadores. Sería muy honesto reconocer que en la gran
mayoría de los modelos familiares no se ha desarrollado de
manera correcta la experiencia del amor.
Con nuestros padres aprendemos a amar o a no amar, a intimar o
a distanciarnos de los demás, y a expresar de algún modo
nuestros sentimientos. Ese “primer niño” que permanece vivo en
nosotros, es por lo general el que escoge a la persona que
amaremos, decide con quien nos casaremos y expresa nuestra
sexualidad. 82
Alice Miller habla de las necesidades narcisistas básicas que tienen
que ver directamente con que los niños necesitan verse reflejados
en un adulto; si el adulto no ha logrado amarse a sí mismo en
definitiva se convertirá en una influencia negativa en la dinámica
de transmitir al hijo este concepto del amor propio. 83 Más allá de
las relaciones interpersonales que todo ser humano desarrolla a lo
largo de su vida existe una que es más importante y es la relación
con uno mismo. El amor es un acto que está relacionado
íntimamente con la voluntad, por lo tanto, pasa a formar parte de
una de las decisiones más importantes del ser humano. De esta
decisión dependerá el éxito o el fracaso de mis futuras relaciones.
Para empezar a amarnos, debemos comenzar a hacerlo con el
niño interior que convive en el adulto vacío de amor. Recuperarlo
es el primer paso para entender que aunque nuestros padres o
cuidadores no nos dieron ese amor tan necesario para la
existencia humana. Reconocer esta carencia demanda de cada
persona una enorme dosis de sinceridad y de búsqueda de la
verdad oculta durante años. Realizar semejante ejercicio es una
tarea sumamente dolorosa donde el ser humano debe bucear en
el océano de los tiempos y descubrir la parte negativa de las
relaciones primarias (padre – madre) reconociendo las áreas
afectivas no satisfechas. Creemos firmemente en este proceso de
82
.- Ables, Billie. “No Grite a su Pareja.” Ed. Intermedio. Colombia. 1993. Pág. 15.
83
.-Bradshaw, John. “Sanar la Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág. 72.
98
recuperar al niño herido y abandonado rescatándolo de ese

espacio de soledad y aislamiento. Vivimos nuestra vida
mendigando el amor de papá y mamá, corriendo tras ese amor
que quizás nunca se concretó. El error humano consiste en
colocar las expectativas emocionales en seres terrenales, falibles,
incompletos también heridos y abandonados. El no poder amarse
a uno mismo es producto de no haber resuelto este lazo primario
que solo puede recuperarse y sanarse a través de un ejercicio
espiritual donde podamos perdonar y dejar en libertad a esos
seres maravillosos pero tan humanos y falibles llamados padres.
John Bradsahw expone que las primeras relaciones de nuestra
vida estuvieron caracterizadas por el abandono provocando una
identidad falsa que nos condujo a aferrarnos de las personas que
cuidaban de nosotros mediante un vínculo imaginario; estos
hechos marcaron de manera profunda todas nuestras relaciones
posteriores. Remarca un concepto muy oportuno y es que nunca
podremos participar de otras relaciones si no resolvemos nuestras
relaciones primarias.
Entrar en contacto con el niño herido y solitario que habita en
nuestro interior y que fue abandonado hace ya mucho tiempo, es
vital para comenzar el proceso de sanar el área del amor. Aquí se
presenta una instancia crucial pues el prestigioso terapeuta nos
alerta de una verdad objetiva y es que este niño herido y
abandonado es la parte de nosotros que alberga toda nuestra
energía emocional bloqueada pues hemos sufrido graves abusos.
La clave está en el iniciar el proceso de contactarnos con ese niño
herido, volver atrás y experimentar de nueva todas esas
emociones bloqueadas pues afectan gravemente la capacidad de
pensar y razonar. El producto de no lograr resolver este complejo
acertijo conduce a que la mente se vea limitada e impida la
posibilidad de juzgar, percibir o razonar acerca de
acontecimientos personales en la vida. Comenzar a amarse a uno
mismo es un acto de voluntad pura, una decisión. Es un acto
puntual y mental que determina el inicio de un proceso de cambio
extendido en el tiempo en cuatro aspectos fundamentales de la
existencia de cualquier ser humano:
 Cambiar en la manera de pensar sobre uno mismo.
 Cambiar la manera de sentir sobre uno mismo.
 Desear las mejores cosas para uno mismo.
 Actuar a favor de uno mismo.
No intentar al menos dar inicio a estos procesos implica
permanecer en el mismo espacio de oscuridad e incertidumbre.
CONFIAR EN SI MISMO.
99
Al nacer estamos unidos a nuestra madre por simbiosis. Antes de

ser yo, primero somos nosotros. Muchas cosas dependen de esa
relación inicial. Después de establecer un vínculo de confianza
mutua durante un año y medio, empezamos a separarnos de la
madre para experimentar nuestra propia autonomía. 84 Cuando
esto no ocurre en nuestras vidas, crecemos atormentados por los
miedos, los temores, y se nos hará muy difícil creer en nosotros
mismos. Podemos decir que confiar en nosotros mismos es el
potencial para expresarnos y comunicarnos con los demás de
manera correcta. Con esta confianza podremos respetar y hacer
que nos respeten .La persona que confía en sí misma, es capaz de
enfrentar la vida y dar soluciones pertinentes en cada caso. Pero
por el contrario, cuando no confiamos en nosotros bloqueamos
toda decisión y acción. Nuestros pensamientos empiezan a
imaginar imposibilidades y a sabotear todo intento de emprender
algo.
El psicólogo alemán Erik Erikson fue quien diseñó la teoría del
desarrollo psicosocial del ser humano. En esta se expone que los
infantes se desarrollan en un determinado orden. Su análisis no
estuvo enmarcado en el progreso cognitivo sino cómo los niños se
sociabilizaban y cómo ésta actividad afecta su sentido de
identidad personal. La teoría de Erikson del desarrollo psicosocial
está formada por ocho etapas distintas y cada una de ellas aporta
dos resultados posibles.
Según la teoría, el éxito de cada etapa coloca al infante frente a
una personalidad sana y a interacciones acertadas en sus
relaciones personales. En el caso de que algunas de estas etapas
no logren completarse en satisfacción se puede engendrar una
capacidad reducida para la culminación de las otras etapas y en
definitiva a una escasa autoestima. La primera de estas etapas es
la que nos ocupa aquí y es la de la confianza frente a la
desconfianza que se desarrolla desde el nacimiento hasta los
dieciocho meses. En ella se postula que desde el nacimiento hasta
la edad de un año, el infante desarrolla la capacidad de confiar en
los demás basándose en la estabilidad integral de su madre y
padre. Si esta etapa se desarrolla con éxito, el infante fortalece su
confianza y seguridad en la interacción con el medioambiente
generando seguridad incluso cuando se vea amenazado. El
fracaso en esta etapa puede originar una incapacidad para
confiar, generando una sensación de miedo, sentimiento de
ansiedad, inseguridades, y a una excesiva desconfianza en las
personas y cosas que lo rodean.
84
.- Ibíd. Pág. 24
100
Cuando los padres o tutores no inspiran seguridad, se desarrolla

en los niños un profundo sentido de desconfianza. El mundo se
asemeja a un lugar peligroso, hostil e impredecible. Por lo tanto,
el niño debe estar siempre alerta y tener todo bajo control. El
pensamiento que se forma en el niño es que "si yo lo controlo
todo, entonces nadie me podrá sorprender descuidado y
lastimarme". De esta manera el control pasa a convertirse en un
tipo de adicción.
El afamado psicoterapeuta afirma que la adicción por controlar
todo causa severos problemas en el adulto pues cuando se
involucra en una relación sentimental se torna una tarea compleja
intimar con un cónyuge que desconfía de uno. La intimidad exige
que cada uno acepte al otro tal como es. También existe el
problema inverso de confiar en extremo en los demás. Uno cede
todo el control y confía de una manera tonta, se aferra a los
demás y los estima en demasía, o uno se sumerge en la soledad y
el aislamiento y erige murallas para los que desean entrar.
El especialista en adicciones Patrick Carnes aclara que una
persona que no ha aprendido a confiar, confunde la intensidad con
la intimidad, la obsesión con el cuidado, y el control con la
seguridad. Lo primero que debemos aprender en la vida es que
los otros (mamá, papá, el mundo exterior) son dignos de
confianza. Si podemos confiar en el mundo, seremos capaces de
aprender a confiar en nosotros mismos. 85
Desde muy temprana edad el ser humano debe ser tratado como
una persona independiente de sus padres y/o cuidadores que
ejercen una función de guías y están para ayudarles a crecer y a
mejorar, proporcionándoles todo el amor necesario, entendiendo
que los hijos son personas autónomas funcionando de maneras
disimiles en las diferentes áreas de la vida. Surge la necesidad
medular de que esos primeros años de vida traigan aparejadas
responsabilidades de acuerdo a cada etapa de crecimiento tales
como sus tareas escolares, mantener su habitación en orden
cumplir con ciertas reglas y normas de convivencia intrafamiliar
tales como hora de descanso colaboración en los quehaceres
domésticos etc. De esta manera sabrán diferenciar su vida de la
de sus padres y empezarán a adquirir su propia manera de ver y
expresar su medioambiente.
Uno de los pilares de la confianza en uno mismo es que en esas
etapas de crecimiento el infante tenga la libertad de poder tomar
decisiones en algunos aspectos de su vida. Es importante sentar
las bases que alienten la seguridad, la utilidad y la capacidad para
tomar decisiones. También el comenzar a relacionarse con otros
85
.- Bradshaw, John. “Nuestro Niño Interior.” Ed. Obelisco. España. Pág. 18.
101
niños de forma autónoma e independiente, sin sus padres

alrededor, es otra opción que les ayudará a aumentar la confianza
en sí mismos. Crear relaciones y lazos externos a los familiares
les ayudará a crecer como personas. Fomentar los espacios
familiares donde reine el amor y la contención son fundamentales
para un crecimiento basado en la seguridad, donde se reconozcan
y enaltezcan las buenas actitudes, fomentando un espíritu de
agradecimiento de las cosas que sean realizadas de corazón,
haciendo notar que hacer las cosas bien realizadas tienen la
finalidad de aportar seguridad y confianza. El aprender a confiar
en uno mismo nos ofrece por lo menos cinco cualidades que nos
harán más rica y equilibrada nuestra vida:
a) Nos da seguridad en las relaciones personales, afectivas y
laborales.
b) Podremos expresar verbalmente lo que sentimos, creemos y
necesitamos sin temor.
c) Podremos emprender proyectos sin temor al fracaso ni a la
crítica ajena pues los resultados no afectarán mi valor ni esencia
del ser humano.
d) Nos da la posibilidad de autoevaluarnos sin caer en el
autoengaño ni en la autocompasión.
e) Podremos afrontar y resolver los conflictos a partir del dialogo
y no de discusiones o violencia.
CONOCERSE A SÍ MISMO.
El ser humano se orienta desde sus primeros instantes de vida a
interactuar de manera completa con todos los elementos
exteriores, con sus relaciones, con su medio ambiente y con los
objetos que forman parte de él. Necesita aprender a partir de sus
padres o cuidadores a desarrollar sus cualidades para ser amo y
no siervo del mundo que lo rodea. Lamentablemente esta actitud
de convivir y existir con lo exterior se deja ver mucho más
evidente con el paso de los años constituyéndola en un hábito de
vida.
El hombre y la mujer dejan de “ser humano” y se transforman en
un “hacer humano”. La existencia depende no de nuestra esencia,
única y tan particular, sino de la suma de todas las cosas que
podemos realizar y obtener. Nuestro más elevado nivel de
satisfacción lo logramos amparándonos en la imagen de personas
exitosas y de la obtención de metas y objetivos que generalmente
están íntimamente ligados a los conceptos externos y no internos.
El alcanzar este ideal es básico para sustentar cualquier relación.
Cuando hablamos de pareja es aún más profundo. El
conocimiento propio implica necesariamente la conciencia de mis
102
debilidades y limitaciones, pero también de mis fortalezas y

destrezas con el fin de cambiar mis rasgos negativos y fortalecer
los positivos. El escritor y orador hindú Jiddu Krishnamurti
expresa en una sencilla pero profunda oración la importancia de
este concepto cuando dice que: “El conocimiento propio es el
principio de la sabiduría y por lo tanto el comienzo de la
transformación”
La psicóloga colombiana Nelly Lugo Galindo expone que el
conocimiento propio es la comprensión del proceso de uno mismo,
sin juzgarse, sin condenarse, sin justificarse, sin auto
recriminarse; esto se convierte en una tarea de toda la vida que
nos lleva a aceptarnos tal como somos y a no compararnos con
los demás. 86.
Dentro de las relaciones de pareja esta carencia se expresa en los
innumerables conflictos irresueltos, pues impide el logro de
acuerdos y la transformación de esos lados oscuros que muchas
veces resultan en un gran misterio para nosotros mismos. El
conocimiento de uno mismo se plantea como el desafío más
urgente y necesario. La relación de pareja expresa la sana y sabia
virtud de dejar al descubierto múltiples carencias emocionales, de
espacios vacíos que conviven pacíficamente en el interior del ser
humano y que obligan ser descubiertos. Las crisis y los conflictos
producidos en la dinámica de la pareja tienen su origen en el
temor de los integrantes a enfrentarse con estas áreas irresueltas
de su personalidad. El saberse descubierto implica una enorme
dosis de vergüenza tóxica ante la incapacidad de satisfacer las
necesidades del conyugue. La negativa a embarcarse hacia el
descubrimiento y la iluminación interior resulta en asumir papeles
rígidos y en exponer mecanismos de defensa que solo terminan
menoscabando la integridad de la persona amada.
El camino a recorrer en el autoconocimiento implica una enorme
dosis de sinceridad, y apelando a una hipérbole la definiríamos
como brutal. Es interesante abrevar en la etimología de este
valor. Sinceridad proviene del termino latin “sincerum” que
podemos definir como algo “sin cera” En tiempos antiguos,
cuando los elementos de uso diario tales como recipientes para
calentar o cocinar alimentos eran hechos de arcilla por el alfarero,
se utilizaba un proceso artesanal que requería amasar la materia
prima, trabajarla hasta dejarla a punto, colocarla en la rueca,
darle forma y finalmente introducirla en un horno para darle la
consistencia justa y necesaria para su posterior venta. Cuando los
elementos cumplían su tiempo dentro del horno eran retirados por
el alfarero que luego del enfriado revisaba cuidadosamente. En
86
.- Galindo, Nelly Lugo. “Padres Felices Hijos Triunfadores.” Ed. Graficor. Colombia. 1999. Pág. 84.
103
algunas ocasiones el producto final no había soportado la prueba

de cocción y presentaba pequeñas grietas que lógicamente hacían
imposible su venta. Con el fin de no desechar el elemento y
perder horas de trabajo, el alfarero tenía la capacidad de cubrir
esas grietas con capas de cera para luego encubrirlas con algún
dibujo. De esta manera el producto se exponía para su
comercialización como nuevo. Al ser adquirido era usado para los
fines que había sido creado, es decir para cocer alimentos; cuando
era expuesto al calor extremo la cera, que tan hábilmente había
sido esparcida sobre la grieta por el alfarero, se derretía dejando
expuesta la falla y lógicamente la inutilidad del elemento
adquirido de buena fe. Cuando hablamos de sinceridad referimos
a una actitud que deje a luz nuestras falencias, que no apelemos
a la maligna habilidad de encubrir nuestro yo interior agrietado y
lastimado y contar con la valentía necesaria de mostrarnos ante
nuestro entorno afectivo tal cual somos. El poder conocerse a uno
mismo depende de ejercer en uno mismo una sinceridad brutal.
Contar con la capacidad de cambiar la crítica destructiva por el
elogio. Ver los errores como los más sabios maestros de nuestra
vida, como nuevas oportunidades y no como meros fracasos.
Reconocer mis áreas de debilidad en las relaciones interpersonales
con el fin de realizar las modificaciones oportunas y necesarias
iniciando una nueva etapa.
En la vida de los seres humanos los errores son tan comunes y
normales como los aciertos, el problema radica en como
asumimos finalmente cada uno de ellos. Los aciertos son como un
dulce. Nos es sumamente agradable y produce un efecto tan
placentero que nos dejamos llevar sin cuestionarnos demasiado
hacia donde, nos desentendemos de la realidad y disfrutamos de
ese instante tan maravilloso y único. Creemos que es conveniente
compartir algunos aspectos tanto positivos y negativos que ofrece
poder conocerse a uno mismo.
ASPECTOS NEGATIVOS
1) Buscamos el valor personal en lo exterior, en objetos y
espacios intrascendentes.
2) Creer que las personas que me rodean son las responsables de
mis errores y fracasos (autoestima)
3) Incapacidad para generar acuerdos en conflictos.
ASPECTOS POSITIVOS
1) Nos reviste de una profunda seguridad en todos los ámbitos de
nuestra vida Ej: que quiero – como lo quiero- donde lo quiero-
para qué – porque.
2) Nos da la capacidad de poder cambiar y transformar los lados
oscuros de nuestra personalidad.
104
3) Nos da la posibilidad de ser más empáticos, más

misericordiosos con las debilidades del otro.
SER HONESTOS CON NOSOTROS MISMOS.

Definimos la honestidad como un valor y como tal se adquiere por
influencia de modelos familiares, cultura y lógicamente por
convicción. Platón la definió acertadamente cuando expresó que la
mayor de las victorias es la conquista de uno mismo. La verdad se
constituye en la plataforma para reconocer si algo está mal en
nosotros y poder corregirlo. Es más sencillo construir caretas y
disfraces que ocultan nuestra verdadera esencia y fingir ser
alguien que en realidad no somos.
La honestidad es el valor de ser decente, recatado, justo y
honrado; también podemos entenderla como el sencillo acto de
respeto a la verdad en relación con el mundo y con las personas
que nos rodean. Este valor necesita ser transmitido en los
primeros años de vida, cobra importancia para la formación del
futuro adulto y debe cuidarse como el mayor de los tesoros. Los
cuidadores o el papá y la mamá son los reflejos que el niño busca
para poder desarrollarse, si esos reflejos no son los correctos el
niño no va a lograr incorporar el valor de la honestidad. Este no
se enseña a través de la palabra sino del ejemplo. Para los hijos
pesan más los modelos íntegros. Hay una anécdota que se cuenta
de San Francisco de Asís, el santo de los pobres, que tenía su
monasterio afuera de la ciudad, sobre una montaña. Allí convivía
con monjes que aprendían de sus enseñanzas de como predicar y
vivir el evangelio. Pasado un tiempo San Francisco los reunió a
todos y les anunció que bajarían a la ciudad a practicar lo que
habían aprendido. Antes de iniciar el descenso les dijo: Vayan y
prediquen el evangelio a todas las personas de la ciudad y si es
necesario utilicen la palabra. Este es el desafío que tenemos como
seres humanos, de mostrar lo que somos sin siquiera usar la
palabra. La mentira es una de las fortalezas más fuertes que
tenemos como seres humanos, es un hábito pecaminoso muy
difícil de desarraigar. La honestidad es un valor y se adquiere por
influencia del medio y lógicamente por convicción. No es estática
y requiere de un proceso de aprendizaje en interacción con todas
mis relaciones. A la hora de iniciar una relación de pareja se
producen situaciones muy complejas cuando uno de los dos
adopta posturas que tienen como finalidad ocultar ciertas
características negativas o que no se quieren dar a conocer. Es en
la relación de pareja donde nos descubrimos tal cual somos,
quedamos finalmente descubiertos en emociones y sentimientos.
Cuantas personas se casan y afirman, lo conocí hasta después de
105
diez años de casado, o realmente no sabía que ella tenía ese

problema sexual. La mentira se hace tan natural que a veces ya
no sabemos ni quienes somos en realidad. Es muy importante la
verdad, la autenticidad, la transparencia en la manera de pensar,
sentir y actuar con nuestra pareja. Ser honestos con nosotros
mismos es ser libre de la opinión ajena y poder ser lo que en
realidad somos sin temor a ser criticados o juzgados. Y lo más
importante, nos libera de esos conflictos internos irresueltos y que
a veces se hacen una carga muy pesada de llevar.
La pregunta es, ¿por qué existirá esa mala actitud de esconder los
rasgos negativos de nuestra personalidad y solo mostrarlos
después de la boda? Hay desafíos que se van a presentar para
llamarnos a la práctica de la honestidad, uno tiene que estar
preparado y convencido de quien es. Ser honesto con uno mismo
demanda una enorme dosis de sinceridad a la hora de abrirme al
otro, se traduce también en una constante actividad de vida
congruente (equilibrio entre lo que se piensa, se dice y se hace).
En los momentos de crisis uno conoce quien es la otra persona,
con quien convive. En nuestras consultas asisten muchas mujeres
y hombres que vienen a decirnos que son víctimas de infidelidad
por parte de sus parejas, nosotros siempre decimos que en estos
casos el primero que se miente y que nos es honesto con el
mismo es el que comete el acto pues se está engañando así
mismo.
La honestidad está muy emparentada con la verdad y debe
convertirse en un asunto prioritario a la hora de ser pareja.
Cuando se inicia una relación sentimental es necesario exponer
toda la verdad del pasado para que con el tiempo no existan
situaciones que terminen destruyendo años de convivencia y
amor. Muchas relaciones finalizan de manera abrupta por no
haber sido limpios desde un principio. La mentira se hace tan
natural en nosotros que a veces ya no sabemos quiénes somos en
realidad. Necesitamos asumir la verdad como una plataforma
donde apoyar la relación, como una bandera que me identifica.
Tengamos también como un valor la autenticidad, la
transparencia en la manera de pensar, sentir y actuar. Ser
honorable es ser libre pues quien se permite sentir, pensar y
actuar a su verdadera esencia no va a dar espacio a conflictos
internos que atenten contra el buen funcionamiento de la relación.
Ser incoherentes, es decir, pensar, sentir de manera ilógica y
desconectada causa muchos problemas personales y desde luego
a todas las personas que nos rodean.
La pureza como tal requiere de un proceso de aprendizaje
extendido en el tiempo en interacción con todo tipo de relaciones.
106
Los desafíos y obligaciones surgidas nos pondrán de cara a

situaciones de compleja resolución que estarán íntimamente
emparentadas con actuar pudorosamente o no.
La decisión de actuar de acuerdo a los principios de honestidad se
tiene que traducir en una constante actividad de vida congruente.
El no actuar de esta manera abrirá profundos interrogantes ante
cada actitud que asumamos y pasaremos a ser objeto de una
lógica desconfianza. El saberse una persona creíble y confiable
potencia el autoconocimiento y ofrece la posibilidad de iniciar
procesos de cambio y crecimiento personal y relacional.
ACEPTAR LA PROPIA ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD.

El último de los aspectos de importancia dentro de la singularidad
humana es poder contar con la capacidad de aceptarse tal cual
uno es. Esto no significa que nos endurezcamos en actitudes
incorrectas y maneras de relacionarnos toxicas; sino todo lo
contrario debe transformarse en nuestra plataforma de cambio y
renovación para mejorar nuestra vida.
Aceptar la estructura de personalidad es reconocerme como un
ser humano dotado de fortalezas pero también de debilidades.
Tenemos que entender que lo que somos como adultos es el
resultado de la opinión y de las etiquetas que nuestros cuidadores
y nuestro entorno colocaron en nuestros primeros años de vida.
Todos los seres humanos somos una suma de aspectos de luz y
de oscuridad y lo importante es entender y analizar por qué
somos como somos y trabajar en aquellas áreas oscuras para
crecer y evolucionar.
La vida es un camino de aciertos y desaciertos, lo que no significa
que cuando las cosas no salen bien o fracasamos, está
íntimamente ligado a mi valor personal. Debemos aceptarnos
cuando acertamos y cuando nos equivocamos cuando nos
sentimos apoyados y aunque tenga que luchar en soledad.
Cuando tengo una estabilidad económica o cuando estoy
atravesando un momento de escases, cuando puedo ser una
persona destacada o cuando pase inadvertido, cuando puedo
recibir un elogio o cuando soy criticado, cuando soy amado o soy
lastimado. Una de las cuestiones esenciales en lograr aceptar la
propia estructura de la personalidad, involucra el reconocer un
delicado equilibrio entre los aspectos exteriores e interiores. Los
complejos más profundos y dañinos que sufren el hombre y la
mujer del siglo veintiuno es la disconformidad con la estructura de
su cuerpo físico. Las innumerables ofertas y difusión de cuerpos
perfectos y el acento puesto únicamente sobre la estética en sus
más variados colores conducen a un elevadísimo y casi imposible
107
estándar de perfeccionismo. Un revelador ejercicio consiste en

presentarse delante de un espejo con el fin de identificar aquellas
partes del cuerpo que nos gustan es una buena y sincera manera
de comenzar a trabajar en aquellas que no apruebo o me
disgusten. La no aceptación de esas partes no se logra en un abrir
y cerrar de ojos sino a través de un proceso que puede llevar años
de convivencia con esa disconformidad. Quizás, impulsados por el
ideal perfeccionista y contando con los recursos económicos se
puede lograr un cambio instantáneo en las partes no aceptadas
del cuerpo. Mediante variados procedimientos de medicina
quirúrgica se accede a mutaciones que intentan y generalmente
logran una aceptación que impide ese proceso tan necesario y
profundo de convivir con lo original de nuestra creación. Cada vez
que un ser humano alza una crítica hacia sí mismo, en este caso
hacia su estructura física, está directamente criticando a su
Creador que lo creó en perfección. En el Salmo 139: 13-16
lograremos saciarnos de la maravillosa cualidad divina de la
creación. Dios nos ha dotado de todas las cosas con el fin de
mostrarnos hermosos y aceptos primeramente por nosotros
mismos y luego por los demás.
El otro aspecto que debemos tener en cuenta para aceptar
nuestra propia estructura de personalidad es el interno. Todos
poseemos lados oscuros e irresueltos que magnifican de manera
exagerada los aspectos negativos. Convivir con un
comportamiento iracundo, con mal humor, con pensamientos
compulsivos y pesimistas, con celos y temores ante cada desafío
de la vida nos coloca en una peligrosa situación de conflicto en la
interacción con nuestro abanico de relaciones, siendo la más
vulnerable ante estas formas de pensamientos y comportamientos
la de pareja.
Nelly Lugo Galindo nos expone que las personas que no creen
tener razones suficientes para autovalorarse de una manera
elevada mantienen una vaga idea de sí mismos. Saben cuáles son
sus defectos y que aspectos de sus ser le disgustan pero tiende a
desconocer las cualidades más importantes, negándose a
reconocerlos por temor a ser cuestionadas por otras personas.
Con suma certeza opina que se deben analizar los planos
intelectuales, familiares, laborales y afectivos. También aconseja
revisar periódicamente el resultado de esta reflexión y estar
atentos al descubrimiento de otros aspectos positivos para
incluirlos a la lista, sabiendo que todos los seres humanos cuentan
con defectos pero que ellos no deben transformarse en una carga
y anular los valores que cada uno posee. La señora Lugo Galindo
concluye acertadamente cuando expone que detenerse
108
únicamente en los defectos y lamentarse en ellos son actitudes

que conducen a la depresión y parálisis del comportamiento, pero
apreciar las características positivas se transforma en una
experiencia reconfortante y motivadora. El ignorar zonas oscuras
de nuestro ser no es saludable, se precisa una valentía suma para
penetrar en ellas sin miedos y trabajar la situación con un
verdadero deseo de mejorar. El análisis correcto estaría
determinado por la pregunta ¿Que no me agrada de mí? En caso
de que nos encontremos ante dilemas y problemas de difícil
resolución se torna conveniente la urgente búsqueda de ayuda
idónea. 87
Principio de comunidad en la relación de pareja.

Podemos definir a una comunidad como un grupo o un conjunto
de individuos, en este caso la pareja, que comparten elementos
en común por ejemplo tareas, valores, la manera en que perciben
el mundo. Por lo general, un grupo se crea bajo una misma
identidad y se unen bajo la necesidad o la meta de un objetivo
consensuado. Este concepto se encuentra como escasamente
recordado en la dinámica de ser pareja. Dios como tal es un Dios
de comunidad pues cuando creo todas las cosas expresó:
HAGAMOS; nunca ha estado solo sino que habita en conjunto con
otros seres que actúan con el fin de alcanzar objetivos afines.
En la relación de pareja ya no somos tu ni yo sino que somos
nosotros. Cuando decidimos unirnos a otra persona debemos
dejar de lado esa palabra de dos letras que hace tanto daño que
es el YO desfigurado y que hemos adquirido de manera errónea
en los primeros años de aprendizaje, para comenzar a cambiarla
por un NOSOTROS, que define el bien que aprovecha a los dos.
Después del tema de la individualidad este principio aparece como
el primer logro en la conformación y en la identidad de la relación
de pareja. En primera medida solucionamos todo lo que implica
nuestra individualidad, amarse, confiar, conocerse ser honestos y
aceptar nuestra propia estructura de personalidad, que es lo que
nos corresponde a cada uno. Ya iniciada la relación debemos
entender que uno no es uno sino somos nosotros trabajando para
un bien común. Generalmente la mayoría de los conflictos que se
originan en la pareja ocurre por el no cumplimiento de este
principio, es decir yo quiero lo mío y vos lo tuyo, esta actitud de
priorizarse por encima del otro hace complicado llegar a acuerdos.
Es muy común extraviar este concepto de entender que estamos
viviendo una unidad y que se tienen todas las cosas en común. La
87
.- Ibíd. Pág. 111.112.
109
finalidad de ser pareja requiere de acuerdos, de unidad de

pareceres, sentimientos y propósitos.
Cuando dejamos la casa paterna comenzamos a construir lo
nuevo, lo nuestro, lo que nos pertenece a nosotros. Muchos de los
problemas que se generan en las relaciones tienen su origen en
las maneras de ser de cada uno, como fueron educados, de qué
manera se les transmitió los valores, las costumbres, cosas que
caprichosamente nos separan más que unirnos. Hay que dejar de
lado lo que no nutre a la pareja y contar con la sabiduría de
rescatar lo que si sirve para colocarlo en bien de la relación.
Vivimos en una época que nos demanda mucha actividad y
responsabilidad para sobresalir, para ser alguien a partir de
nuestros logros, confundimos el hacer con el ser. Dentro de la
relación de pareja esto se traduce en la concreción de logros
personales que finalmente no terminen beneficiando a la pareja.
Si se pierde la perspectiva de comunidad van a comenzar a llegar
los desacuerdos y una serie de problemáticas por demás graves.
Lo más importante en la relación de pareja es comenzar a vivir el
amor oblativo, que es el amor que sacrifica. Podemos observar a
la pareja a través de una simple analogía, como la unión de dos
árboles que son ya maduros, con sus ramas, sus frutos pero que
deciden unirse y como afirma Ignacio Larrañaga aunque el amor
es unificante pero no identificante, en la unión de esos dos árboles
cada uno trae sus ramas y generalmente esas ramas al juntarse
comienzan a hacerse daño. Lo importante es empezar a podar y
cortar las ramas que están lastimando al otro. Lo ideal sería
preguntarse siempre: ¿esto qué voy a pensar y hacer nutre a la
relación o la deteriora? Es conveniente que ambas partes tengan
la capacidad de poder dirigir sus proyectos personales a la
concreción de metas y objetivos que fortalezcan la relación. En el
principio de ser comunidad las posesiones y posiciones
particulares dejan de ser un bien personal para pasar a formar
parte de bienes y posesiones pero de uso común. Si se está
decidido y convencido de entablar una relación debe tratarse en lo
posible que los proyectos personales terminen beneficiando a la
pareja.
El pensamiento en común es contar con la capacidad de compartir
juntos el mismo universo, hallar en la otra parte los mismos
intereses, los conceptos éticos e ideales pues no existe nada más
alentador que se comparta lo fundamental y trascendente de la
vida. Una pareja no puede funcionar de manera correcta y
equilibrada si no define esto antes de comenzar la relación. El
enamoramiento impide de manera tácita este ejercicio pues uno
se embarca en la relación por estímulos externos que tienen que
110
ver con algún atributo físico, posición económica o status elevado.

Es muy importante que todas las cosas y los aspectos
fundamentales que cada uno sostiene como válidos sean
colocados primeramente frente al otro y tenerlos claros para no
llevarse sorpresas en un estadio avanzado de la relación. Temas
como por ejemplo el económico en donde existen posturas
antagónicas son caldo de cultivo para serios conflictos. La manera
de gastar el dinero, de qué manera lo administra, cuales son las
prioridades de cada uno. También el tema de cómo ejercer la
sexualidad, la crianza de los hijos, la administración del tiempo
compartido son cuestiones medulares que tienen que formar parte
de un proyecto de vida definido y compartido antes de llegar al
altar. Otro aspecto de suma importancia en el principio de
comunidad es contar con la capacidad de poder comunicarse sin
temor. Uno de los obstáculos más difíciles de sortear en la
relación de pareja es la incapacidad de no saber comunicarse
asertivamente y es ahí donde surgen la mayoría de los
malentendidos y conflictos. Lamentablemente no hemos sido
entrenados en este arte tan complejo y necesario que nos
posibilita adentrarnos en lo profundo de los sentimientos y
emociones de mi par. También es necesario saber escuchar, dejar
expresar al otro sin sentirse atacado ni avasallado, aceptar su
sentimiento, su necesidad o sus gustos.
Dios a partir de la creación misma deja expuesto de manera clara
que tipo de dinámica y funcionamiento pretende. Define al
hombre y a la mujer como dos seres que necesariamente
conviven en comunidad, que comparten lo que tienen, que se
unen y finalmente se funden para llegar a ser una sola cosa. El
principio de comunidad es un principio divino, trascendente, que
está nutrido de valores profundos y llenos de significado. Que
colocan al hombre y a la mujer en una posición de privilegio y
responsabilidad en cuanto a su posición en la creación.
Principio de igualdad.
El concepto de igualdad en la relación de pareja tiene que ver más
con culturas y tradiciones que con el diseño divino. Dios nos ha
provisto de lo que desea del ser humano a través de su voluntad
escrita. Los conceptos vertidos son en su totalidad
desestructurantes pues cuando se internalizan, la vida y las
diferentes maneras de relacionarnos con nuestros semejantes, las
cosas y el mundo se modifican de manera radical. EL mensaje es
revolucionario por donde se lo mire haciendo todo absolutamente
nuevo.
111
Existen cinco aspectos o principios que están íntimamente

conectados al tema de la igualdad en la pareja y se comienzan a
definir a partir de una palabra.
a. Equilibrio
b. Justicia
c. Unanimidad
d. Comunicación
e. Roles
a. Equilibrio.
El principio de igualdad en la relación de pareja está determinado
por el concepto de homeostasis. Si una relación de pareja no está
sustentada sobre un equilibrio sano y constante va a comenzar a
funcionar de manera incorrecta, desbalanceada y con el acceso a
posibles conflictos de compleja resolución. Este principio depende
en una gran medida de la armonía interna que cada miembro de
la pareja posea. Lo que está adentro determina y maneja lo
externo. Cuando no se logra respetar este orden el ser humano
permanece a oscuras, en un profundo hermetismo que lo aleja de
una interacción correcta con sus semejantes y medio ambiente.
Sustentar las necesidades emocionales y sentimentales
contribuirá a un crecimiento más integral y justo, a un balance
adecuado en lo que cada uno necesite en relación a sus carencias.
Convivir en un espacio de desconexión, de desconocimiento, de
ignorancia propia no contribuye para que el principio de equilibrio
ejerza una influencia positiva en bien de la relación. El ser
humano es un ser en relación constante y dinámica consigo
mismo, con sus semejantes, con Dios y con el mundo que lo
rodea. El responderse adecuadamente las cuestiones medulares
de toda existencia tales como: quien soy, para que soy, que soy,
como soy y adónde voy son las señales que van a conducirme a
un equilibrio constante. La relación de pareja encuentra su punto
medio, es decir, su punto de apoyo en el constante
descubrimiento y crecimiento de uno mismo. El no arribar a este
puerto necesario, de ser uno mismo para poder ser con el otro,
coloca a la relación frente a un abismo sin final.
b. Justicia.
Los derechos y las obligaciones que podemos resumir en las
funciones o los desempeños que se llevan a cabo en la relación de
pareja deben estar íntimamente ligados a la definición de justicia.
Todas las cosas que se hacen dentro de una relación deben estar
apoyadas en este concepto, cada vez que vamos a hacer algo o
que pensemos en algo es conveniente desarrollar la conciencia de
ser justos con el otro. Donde no hay justicia existe la injusticia y
112
donde existe la injustica nace el resentimiento, conflictos y peleas.

La relación de pareja es exclusiva, es necesario priorizarla y no en
otras cuestiones o personas que son satelitales y ajenas a ella. La
pregunta sería: ¿Es justo lo que estoy haciendo con mi pareja? La
respuesta debe venir a nuestra conciencia y ser coherente con la
realidad que vivamos.
La justicia no debe remitirse únicamente a pretender ofrecer
resolución a conflictos graves o que amenacen la continuidad de la
relación sino a interacciones diarias en donde las pequeñas
acciones dejan a uno de los integrantes en desventaja para con el
otro. Las tareas del hogar, el cuidado de los niños, la distribución
del tiempo libre y la administración de los momentos a compartir
son las claves en donde la pareja va a afirmar su continuidad con
base a un correcto ejercicio de la justicia.
c. Unanimidad.
La capacidad de poder arribar a una unidad en medio de las
diferentes percepciones que la pareja tiene de las cosas, personas
y situaciones es fundamental en el logro de una convivencia
armónica. Es muy probable que en un gran porcentaje ambos
integrantes no coincidan en un mismo punto, en la percepción del
mundo ni de las personas ni de las cosas. Percibimos diferentes
porque somos dos seres humanos únicos, dos universos que
chocan y producen consecuencias cuando tenemos que llegar a un
punto de acuerdo. El tema de las percepciones se torna muy
complejo dentro de la relación, motivo por el cual se hace tan
necesario poner en práctica este principio de unanimidad. Rige las
relaciones humanas a todo nivel, desde los gobiernos hasta
instituciones eclesiales y sobre todo a una relación tan profunda y
comprometida como la de pareja y familia. Aprender a ceder y a
renunciar. No es lo que tú digas ni lo que yo diga, se trata de que
juntos podamos aportar y construir a través de una enorme dosis
de humildad y sacrificio. Una gran verdad es que sin alianza es
muy difícil que exista una pareja, sin acuerdos no hay paz, ni
justicia, ni equilibrio. La clave es intentar hallar puntos comunes,
porque no se trata de hacerlo una sola vez y para siempre. La
vida es movimiento y como tal exige de continuos pactos y puntos
de encuentro ante constantes cambios, decisiones y conflictos.
Uno se empeña en llevar a cabo el deseo de realizar su propia
voluntad ignorando al otro. Cuando en una relación de pareja
quedan cuestiones sin resolver permanece abierta la puerta a la
duda, el cuestionamiento y la desconfianza. Lo ideal es ofrecer
solución a todas las diferencias y conflictos por medio del principio
de unanimidad y así avanzar de manera armónica en la aventura
de ser pareja. Existe un pasaje bíblico en donde el profeta Amós
113
lanza un interrogante que sugiere una respuesta segura:

¿Andarán dos juntos si no se ponen de acuerdo? Este principio
trae paz, armonía y abre un amplio campo virgen apara sembrar
en la relación de pareja.
d. Confianza y Comunicación.
El desarrollo de una comunicación basada en la confianza y en la
aceptación mutua refuerza de una manera clara y profunda el
concepto de igualdad en la pareja.
En primer lugar la comunicación necesita estar sustentada sobre
la confianza compartida, pues es imposible poder expresar
abiertamente lo que se siente y necesita. La confianza es lo que
nos abre las puertas a un espacio de sano intercambio y sin ella
como aliada es muy complejo que se puedan abordar puntos
álgidos. El peligro es que se comience a gestar una desconfianza
extrema que inhiba cualquier intento de comunicación con el
inminente riesgo de un proceso de incomunicación que divorcie a
la pareja de los sentimientos y emociones que necesita expresar.
En segundo lugar la aceptación también juega un rol sumamente
importante. Se debe estar dispuesto y preparado para aceptar lo
que el otro desea expresar y comunicar. Sin la presencia de estos
dos componentes el concepto de igualdad se comienza a pervertir,
los integrantes no logran expresarse, no tienen oportunidad de
decir lo que se piensa y siente para finalmente convivir con el
silencio, con lo hermético pues no se quiere expresar por miedo a
las reacciones negativas de una de las partes de la pareja.
Tanto el hombre como la mujer necesitan adquirir conciencia de
que han sido creados por un Dios que nos da la posibilidad de
poder expresar, de poder hablar, de comunicarse, de sentir que
se convive en un mismo nivel con total libertad. Ambos deben
aprender a servirse mutuamente tal cual lo hizo Jesús con sus
discípulos cuando en un gesto de profunda identificación e
igualdad les lavó los pies.
Desafío extremo nos coloca el Creador. La vida no se trata de
buscar la santidad en relaciones etéreas sin indicar sus
consecuencias en términos de relación con mi pareja. En contraste
con tal santidad en el vacío, que magnifica la experiencia y
minimiza la ética se encuentra el deber cristiano de vivir la vida
en situaciones concretas que involucren a mi cónyuge. 88
Una relación con Dios que no proponga cambios internos y como
consecuencia ofrezca efectos positivos es sencillamente una farsa
y una automentira que muchos seres humanos asumimos por
88
.- Stott, John ”La Nueva Humanidad: El Mensaje de Efesios. Ed. Certeza Illinois. EE: UU. 1987.
Pág. 206
114
temor y cobardía de enfrentarnos a nuestra propia historia y

dolor.
e. Roles
Cuando hablamos de roles nos referimos a las actividades que se
deben desempeñar dentro de una relación de pareja. El tener bien
claro cuáles son las responsabilidades que cada uno va a asumir
es una buena manera de evitar futuros conflictos. La vida
moderna demanda en un gran porcentaje dinámicas muy
complejas en cuanto a funciones y uso del tiempo. Las
asignaciones de roles debe realizarse de manera justa y
equilibrada, sin cargar a una de las partes. El cuidado de la casa,
sus quehaceres, la crianza de los hijos, el tiempo libre y el
desempaño laboral son desafíos que tanto el hombre como la
mujer deberán manejar y resolver sin perder de vista el bien
común que es la relación de pareja y su éxito a través del tiempo.
Principio de dignidad.
La dignidad es un término que parece habitar en nuestro
inconsciente, permanece oculto en el arcón de los recuerdos.
Necesitamos ser veraces y reconocer que nos cuesta mucho
desempolvarlo. Como fundación siempre compartimos una frase a
la cual le hemos dado vida en medio de nuestras largas charlas
como matrimonio, charlas que solemos tener en esto de poder
entender un poco más cada día la vida y los oscuros abismos que
hibernan en el ser humano.
“La dignidad se entiende como inherente al ser humano, es un
atributo y un derecho que Dios le otorgó al hombre y a la mujer
cuando los creó a su imagen y semejanza. Cualquier palabra o
acto que prive al ser humano del derecho divino de la dignidad es
un acto oscuro y siniestro que proviene del mismo corazón de las
tinieblas.”
La dignidad es algo que nos ha sido dado por Dios, es algo que
está dentro de nosotros, en nuestra esencia de ser humano. La
cualidad de ser digno deriva de un adjetivo latino que se traduce
por valioso, esto hace referencia al valor inseparable del ser
humano en cuanto es un ser racional, dotado de libertad y de
poder creador. La dignidad humana es un valor, un derecho
inviolable de la persona pues es siempre digno porque puede
decidir qué y cómo quiere ser y se basa en el reconocimiento de la
persona de ser merecedora de respeto. La dignidad es el
resultado del buen equilibrio emocional. Cuando las personas no
se sienten dignas están pasando por alto un derecho fundamental,
el simple hecho de ser creados por Dios nos hace de una vez
dignos de respeto y consideración.
115
Nuestra labor de consejeros de pareja y familia nos ha llevado a

enfrentarnos a casos por demás complejos en donde la mujer ha
soportado abusos hacia su integridad en nombre de Dios y en
nombre de una institución. Callan y guardan conviviendo con un
sentimiento de tristeza, desengaño y frustración que termina
manifestándose en alguna evidencia física negativa que la ponen
al borde de la misma muerte. Otros casos en donde las mujeres le
tapan a sus esposos actos inmorales, corruptos; esposas de
pastores y líderes cristianos que conocen de sus infidelidades, de
sus aberraciones sexuales y callan por mantener la imagen de su
ministerio. Cuando las mujeres se acurrucan en el silencio y
permiten cualquier tipo de abuso, de malas acciones con el
propósito de guardarle la espalda a la pareja, están corrompiendo
su propia dignidad. El llamado es a no continuar soportando,
guardando ni escondiendo la corrupción moral y espiritual de un
esposo por mantenernos en un ministerio. Los hijos se
transforman en testigos exclusivos, pues captan esos ambientes
nefastos y tóxicos que en el futuro van a engendrar en ellos
pensamientos y comportamientos igualmente nocivos. Estas
realidades pueden quedar ocultas delante de nuestros semejantes
pero jamás van a permanecer ocultas delante de Dios.
En los casos donde en una relación de pareja existe abuso,
maltrato, adulterio repetidamente, violencia física, sexual y
psicológica creemos que es un desatino, una elección incorrecta y
una injusticia colocar la institución del matrimonio por encima de
la dignidad humana. Esto puede sonar revolucionario como
también un negar el ideal bíblico del matrimonio, hay que
recordar que venimos de culturas en donde a la mujer le tocaba
aguantar todos los excesos del marido sin evaluar las nefastas
consecuencias no solamente en la esposa sino en la dinámica del
grupo familiar. La voluntad del Altísimo es que la relación sea
para toda la vida, que perdure hasta la muerte, pero cuando uno
de los dos pervierte este ideal la institución pierde su esencia de
santificación, de relación íntima, de comunión y de amor
profundo. Necesitamos entender que la dignidad no es solo es un
derecho sino un atributo divino, Dios es digno y transfirió ese
atributo al ser humano cuando lo creó a su imagen y semejanza.
Al avasallar la dignidad de cualquier ser humano por cualquier
circunstancia se está avasallando directamente la dignidad de
Dios. La pregunta sería ¿Por qué nos cuesta dignificar a quienes
tenemos frente a nosotros? La dignidad se inicia en el interior del
ser humano, con uno mismo, sabiendo de donde provenimos,
quien es nuestro Creador. La mayoría de los seres humanos viven
conectados exclusivamente con el mundo exterior, olvidando su
116
origen y esencia, provocando una incapacidad para amarse,

conocerse, sentirse digno y por consecuencia dignificar al prójimo.
La historia reciente nos muestra ejemplos cabales de como la
dignidad ha sido avasallada. Antes y durante la segunda guerra
mundial el nacionalsocialismo, que existió en Alemania durante los
años 1932 a 1945 con Adolfo Hitler como su máximo líder,
justifico su ejercicio del poder en una ética sumamente curiosa.
Para justificar el estado de esclavitud en algunos seres humanos
se decía que el esclavo no era persona humana, sino solamente
un objeto, una cosa, esta fue la manera que catalogaron a judíos,
gitanos y homosexuales. Esta negación constante y al límite de lo
obsesivo de la dignidad humana sirvió para justificar los atentados
más aberrantes contra ella.
Es muy oportuno tratarla desde dos aspectos complementarios
que son el valor y el trato. La dignidad está directamente asociada
al valor que se le confiere a la persona y en la relación de pareja
este sentido de valor tiene una característica doble. La primera la
podríamos empezar a definir con un interrogante: ¿Qué valor
tiene un ser humano? El valor no está dado por las percepciones,
que son limitadas e intrascendentes del hombre y la mujer, el
valor está dado por la infinitud de Dios, que no solamente ha
creado a la raza humana sino que lo ha hecho a su imagen y
semejanza. Esto se entiende en que el Creador le confiere
atributos (transferibles) propios y únicos que pertenecen a su
divinidad, tales como el amor, la comprensión, la misericordia, la
paciencia, el perdón. La dignidad se encuentra dentro de estos
atributos que Dios nos transfiere. Cuando nos hacemos la
pregunta de cuanto valor tiene un ser humano debemos empezar
a respondernos con lo que Dios ES. Somos la representación
visible de un Dios invisible, somos lo tangible de un Dios
intangible. La respuesta a la pregunta qué valor tiene un ser
humano es que no podemos igualarlo a valor alguno. Como no
podemos ponerle valor necesitamos tratarlo como si tratáramos a
Dios mismo delante de nosotros, porque delante de nosotros
cuando tenemos a cualquier ser humano, llamase pareja, hijos
padres tenemos a Dios mismo. Ellos son el rostro de Dios por eso
hay que tener muy en claro que cuando se agrede a cualquier ser
humano se está agrediendo a Dios directamente.
John Bradshaw nos dice que la espiritualidad es la esencia de la
existencia humana; no somos seres materiales en un viaje
espiritual, sino seres espirituales que necesitamos realizar un
viaje terrenal para alcanzar la plenitud espiritual. La espiritualidad
es una forma de vida: la que realza y la expande, está ligada con
el crecimiento, la expansión, la evolución y la creatividad. La
117
espiritualidad está relacionada con el hecho de Ser, que es esa

gloriosa hazaña con que vencemos la nada, es la existencia de
algo en lugar de la presencia de la nada. El hecho de Ser
constituye los cimientos de todos los seres que existen. 89
Por este motivo no podemos tratar de cualquier manera a la
persona que hemos elegido para compartir la vida. Se permanece
en una relación que conlleva sentimientos, emociones,
comprensión, paciencia, amor que es exclusividad, aspectos estos
tan profundos y sensibles del ser humano. Para que la dignidad
sea un pilar en donde la relación de pareja pueda hallar apoyo
necesita estar sustentada en un profundo y constante compromiso
que se podría traducir de la siguiente manera: En acuerdos, en
cambios, en autocritica, en aceptación y comprensión.
El otro punto de vista tiene que ver con la manera en que trato a
mi pareja. Si le confiero valor a un ser humano no puedo ni debo
suministrarle un trato diferente a lo que reconozco como valioso.
En una relación de pareja saludable no puede convivir lo lógico
con lo ilógico; digo amar a una persona, pero le doy un trato
indecente. No puedo decir que amo a alguien y tratarlo mal. Dios
a través de Jesucristo nos pide coherencia; si uno se cree hijo de
Dios debería parecerse a su padre, como hijos de Dios amados
imitándolo, pronuncia el Apóstol Pablo en una de sus cartas.
Principio de complementariedad o trabajo en equipo.

La dinámica en una relación de pareja implica el constante
ejercicio de descubrir a quien tenemos adelante. Cada
pensamiento, cada palabra, cada actitud va a revelarnos una
faceta totalmente novedosa que afectará de manera positiva
como negativa. Cuando las individualidades bien entendidas
comienzan a ejercer su función distintiva, se hace preciso
procurarse espacios de soledad relacionados con la búsqueda
interior y el descubrimiento personal. Las fortalezas y debilidades
juegan un rol más que medular en el equilibrio de la relación. Lo
que tengo y lo que me falta necesita ser comunicado
asertivamente a mi par. Se trata de nutrirnos y alimentarnos con
el fin de crecer en la misma medida. Cuando un integrante hace
más énfasis en la atención de su persona la relación comienza a
volverse injusta y desequilibrada. Para no arribar a este punto en
donde se pierden las metas y objetivos en necesario descubrirse
mutuamente los aspectos negativos que impiden un crecimiento
constante. Cuando las diferencias son notorias y comienzan a
contar con la virtud de lastimar la relación se hace fundamental la
89
.-Bradshaw, John. “Sanar La Vergüenza que nos Domina.” Ed. Obelisco. España. 2004. Pág.
44.45.
118
búsqueda de acuerdos que permitan una actitud positiva y de

crecimiento. Llegar a semejantes acuerdos en medio de
diferencias es aceptar que mi pareja es portadora de formas y
actitudes completamente diferentes a las mías y que nuestras
individualidades no deben atentar contra el bien común que es la
relación
Descubrimiento:
Vivir en una relación de pareja es estar atento y vigilante en como
esa relación se va desarrollando en medio de las diferentes
circunstancias de la vida, de los conflictos, los cambios y
decisiones a tomar. Participar en una relación implica convivir con
un universo totalmente diferente. Si no se cuenta con la
capacidad de descubrir la dinámica de ese universo la relación
corre el peligro de fracasar o estancarse en lugares comunes
donde la rutina gobierna como el mejor de los déspotas. En un
primer aspecto debemos ser descubridores de lo positivo de mi
par, que pensamientos, emociones, sentimientos, actitudes y
maneras de percibir la vida aporta para el crecimiento
primeramente individual y luego para el bien común que es la
pareja. Descubrirlos significa magnificarlos, darles el valor que
realmente tienen, comenzando a generar una empatía que
asegure la función nutridora de dicho descubrimiento.
Aceptación:
El descubrir implica dos aspectos posibles. En primer lugar se
encuentra todo lo positivo, aquello que nutre y trae crecimiento a
la relación, aceptarlos e incorporarlos y que pasen a formar un
bien común que va a acompañar a la pareja toda la vida. Una
sana dinámica es construir sobre el bien descubierto, tomarlo
como base y ampliarlo en base al crecimiento de la relación. El
otro aspecto posible en la tarea del descubrir es que sean
aspectos negativos, que no beneficien a la pareja, que generen
divisiones, que abran distancias y que terminen generando fisuras
que llevan a la relación a un colapso terminal. Lo más aconsejable
en estos casos es que ambos trabajen en busca de puntos de
acuerdo sobre lo negativo y convivir con eso sin que llegue a
agredir ni desestabilizar la relación. En cuanto a las cuestiones
negativas que no pueden ser resueltas y no se halle punto de
acuerdo es aconsejable abandonar ese comportamiento. Todo
aquello que beneficie a uno solo en detrimento del otro marca un
claro indicio de inmadurez y de desinterés en la salud de la
relación.
Incorporación:
El principio de la complementariedad o de trabajo en equipo se
afianza primeramente en el descubrimiento, luego en la
119
aceptación y en tercera medida en la incorporación. Esta última

etapa del principio es lo que va a demostrar el nivel de madurez y
comprensión adquiridos durante las primeras dos etapas. Es la
parte práctica donde en hechos y actitudes hacemos visible y
creíble lo que interiorizamos primeramente como pensamientos
luego como sentimientos , pasando luego a las actitudes y
sellándolo como un hábito de vida. Este hacer diario de ambos
miembros va a nutrir la relación, va a fortalecerla y a generarle un
plus de confianza que no había logrado anteriormente. El “vivir” la
relación la transforma en creíble, en un espejo donde muchos van
a desear verse reflejados, le confiere un valor que se incrementa
en el transcurso del tiempo.
El fiel cumplimiento de este principio requiere de un condimento
sumamente importante que es una dosis de sinceridad brutal. Sin
ella es casi imposible darle curso y beneficiar a cada uno de los
integrantes y a la relación misma.
EPILOGO.
El desafío está planteado. La decisión más importante en la vida
de un ser humano no es que estudios va a cursar, ni en qué casa
va a vivir, ni que automóvil va a conducir sino a quien va a elegir
para compartir el resto de la vida. Si fracasamos en esta elección
el desengaño se va a extender a todas las otras áreas, tanto en lo
social como en lo laboral y lógicamente va a causar un enorme
daño en la propia personalidad y autoestima.
Abordar una relación sentimental sin tener solucionadas los
aspectos fundamentales de la existencia humana es jugar a la
ruleta rusa. En algún momento la bala va a salir. Los perjuicios
son evidentes. La percepción de la existencia se desfigura de tal
manera que en algunos casos se extravía hasta las convicciones
más profundas. Es importante y necesario tomar conciencia que
una de las problemáticas más graves, a nivel de relaciones
humanas que se nos presenta en nuestras sociedades
occidentales, se produce en el seno de la relación conyugal. La
intensidad, complejidad y diversidad que caracteriza a nuestro
tiempo atenta contra la integridad del vínculo matrimonial.
Entendemos que frente al permanente deterioro y la aparición de
nuevas conductas contrarias al normal desarrollo de los hogares
tales como violencia física, psicológica, adicciones, infidelidad,
malos manejos de las finanzas, falta de comunicación, egoísmo,
se hace urgente el compromiso de ejercer una acción
concientizadora y reparadora de tales males que atentan y
120
destruyen la relación de pareja. La consecuencia más grave de las

disfunciones en una relación es el divorcio. Lo entendemos como
la ruptura definitiva del pacto realizado por un hombre y una
mujer. Ante esta difícil encrucijada se torna casi imposible tomar
decisiones saludables, El divorcio no es un acontecimiento aislado,
de hecho es una crisis gradual. Entendemos que las problemáticas
que llevan a la disolución del vínculo matrimonial son tan
numerosas como disímiles y que en la mayoría de los casos
afectan de manera profunda la dignidad de uno de los cónyuges
en conflicto, pero aun así creemos en la capacidad del ser humano
en resolver positivamente las causas que acaban con el pacto
matrimonial. Nuestro deseo es que ya nadie más sufra por una
relación rota, que no queden hijos a la deriva esperando que dos
adultos que aún son niños insatisfechos y perdidos en el bosque
de la vida encuentren el rumbo por donde deben caminar en
orden. Sabemos que en la realidad no es así, que las relaciones se
van a pervertir y a quebrar bajo el influjo de patrones perversos
de enseñanza familiar disfuncional; que van a existir hijos
desamparados, abandonados y abusados. Aun así nuestra tarea
implica más responsabilidad, más capacitación y lógicamente
aceptación, amor y paciencia extrema en los casos en donde el
reino de las tinieblas parece no ceder un milímetro de terreno.
Conectar a las personas con su realidad, con sus errores, con sus
creencias adquiridas en los primeros años de sus vidas, tan
desafortunadas como tóxicas, es en la práctica de las labores más
complejas. Siempre decimos que nos ha tocado hacer el trabajo
sucio, ese que nadie desea realizar, no suavizar las realidades
infestadas de desaciertos y egoísmos es un punto clave del éxito o
fracaso de la labor que llevamos a cabo. El egoísmo y la cobardía
de muchas personas hacen imposible el éxito de nuestra
propuesta. La Fundación promueve su funcionalidad a partir de
ocho principios que definen el perfil de las exigencias a que deben
someterse todas las personas que llegan buscando ayuda y
consejo. El primero expone que es necesario reconocer que se
está enfermo y se necesita ayuda externa. Cuando las situaciones
de la vida, en este caso, las que tienen que ver con la relación de
pareja, matrimonio, hijos y familia están quebradas o a punto de
colapsar son indicadores certeros de que las personas que
componen esa microsociedad están enfermos emocional,
sentimental y psíquicamente. Es imposible encarar algún tipo de
ayuda si no se acepta tácitamente este primer punto. En el caso
de la pareja o matrimonio la responsabilidad no recae en una sola
de las partes sino en ambas pues es un trabajo conjunto que
debería haberse hecho para bien de la relación; la crisis existente
121
demuestra a cabalidad que se falló en el intento. Siempre

trazamos una analogía sobre la relación de pareja, decimos que
es como una danza, en donde uno da el primer paso y el otro se
acopla y se da el siguiente y se vuelven a acoplar pero siempre al
mismo ritmo, cuando alguno de los dos se vuelve arrítmico la
danza deja de ser armoniosa tornándose caótica.
Cuando hablamos de crisis familiar en donde los hijos son el
emergente visible, la responsabilidad no recae sobre ellos sino
sobre las figuras paternas y maternas que han influido de manera
negativa sobre la vida de sus hijos. Resolver una crisis familiar en
este caso en particular es entender que no existen hijos
problema sino padres problema. La dinámica de la pareja o
matrimonio determina la manera de ser y relacionarse del grupo
familiar, no puede haber hijos sanos cuando no existe una
relación de pareja sana y equilibrada.
El segundo principio es determinante y sin este los demás no
tienen razón de ser. Aceptar que solo Dios puede sacarme de
donde estoy rindiéndome totalmente a El. La aceptación e
intervención de un poder superior, de la trascendencia, es
indispensable para semejante labor. Las capacidades humanas
son limitadas, escasas ante los abismos que se abren en la vida
de los seres humanos. Llegar hasta esos espacios de oscuridad
donde habita el resentimiento, la ira, el dolor insoportable de no
haber sido aceptado, amado, de haber sido abandonado, abusado.
El ser humano extravía la comprensión de su esencia y su razón
de ser en la vida cuando Dios es solo una fábula casi olvidada que
adorna, calma y adormece las conciencias más laxas y llenas de
prejuicios. La vida es una dadiva hermosa que proviene del
mismísimo corazón de Dios pero a la vez es un desafío de
conquista, de superación ante las circunstancias adversas. La vida
nos impulsa al movimiento, al cambio constante, a
transformarnos en eternos exploradores. El reto de ser pareja se
asocia plenamente a este concepto. Quien no esté dispuesto a
modificar pensamientos, sentimientos y hábitos se transforma en
un muerto vivo. La vida misma exige ir hacia adelante, batallar
con cada escollo que se nos presente, los más complejos son
lógicamente aquellos que se asocian a nuestro ser interior. Para
que algo fluya correctamente en una dirección determinada
necesita estar encausado, moverse hacia un punto determinado.
La relación de pareja no es una cuestión ajena a la vida, no es un
espacio solitario que se debe asumir de cualquier manera, sin
cauce, sin dirección, sin propósitos. Amar es un arte al alcance
aún de los más iniciados. Se puede aprender en cualquier etapa
de la existencia humana. No pueden existir excusas que nos
122
anclen en esos presupuestos tan oscuros, negativos y letales

como yo soy así, no puedo cambiar, es demasiado tarde. Nada es
para siempre, ni siquiera lo incorrecto que hemos aprendido sobre
cómo debe expresarse el ser humano en cuanto se relaciona con
otros seres humanos. La vida es una vertiente, una corriente
continua que nos impulsa a puertos de aprendizaje y superación.
Solo las piedras permanecen inmóviles, inmutables ante cualquier
estímulo. Estar vivo es una clara declaración de movimiento, de
cambio, de crisis, de conflicto, quien apenas respira por una
cuestión de reflejo automático en el organismo, asume la plena
responsabilidad de reconocerse y conocerse como un ser vivo.
Lamentablemente algunos seres humanos se desentienden de
este principio y desprecian la vida encerrándola en sus
caprichosas limitaciones autoimpuestas. Si la vida dependiera de
una facultad voluntaria para realizar el ejercicio de inhalar y
exhalar el aire, es penoso reconocer que muchas personas
estarían muertas.
La relación de pareja es un compromiso de aceptación,
comprensión y comunión en constante cambio y regeneración.
Quien no lo entienda así está destinado al fracaso o a permanecer
inmutable en un desierto de dolor y frustración en donde los oasis
son quimeras diabólicas que solo tienen cabida en la mente de
algunos que ignoran de qué se trata este regalo divino de la vida.
Dios como creador y dador de la existencia es quien hace que ésta
tenga sentido, y dirección. Él es quien nos lleva a la profunda
comprensión de saber quiénes somos, para que estamos en esta
tierra y como debe ser vivida en relación con los demás seres
humanos. Si nuestra relación de pareja va a tener algún sentido,
propósito, equilibrio tiene que deslizarse en la vertiente del
Creador. No existe nada fuera de un cauce que puede existir en
libertad. El carecer del mismo es sinónimo de libertinaje, de
desborde, de catástrofe, de daño, de muerte en cuanto nada ni
nadie es capaz de poner límite a tanto desenfreno. Existe una
frase que sintetiza el escaso interés de muchos seres humanos
por la superación personal y dice que “la ignorancia es atrevida”.
Decidir permanecer en ese estado es no asumir responsabilidades,
es negar la profundidad de la existencia humana, es aceptar la
derrota antes que golpee a la puerta. Permanecer solo con los
rudimentos básicos para afrontar la vida y las relaciones, con
estructuras limitadas de pensamientos es una clara afrenta al
Creador. Las capacidades con las que el ser humano fue investido,
de alterar y cambiar su propia realidad son asombrosas. El único
problema con este concepto es que depende únicamente de la
voluntad humana. La idea de un Dios Mago, ese mito oscuro y
123
tenebroso creado por los mercenarios de las tinieblas, cautiva y

enceguece las conciencias, las adormece, las transforma en
idílicos monólogos internos que no sobrepasan las ramas del árbol
más pequeño. Dios como creador nos ha llamado a crecer, a
desarrollar cada parte de nuestro cuerpo, alma y espíritu que El
mismo ha creado.
Pareciera que hubiésemos sucumbido a un mundo de oscuridad.
Caminamos como a tientas en este proyecto llamado matrimonio,
distraídos, sin tener la claridad y la conciencia de por qué y para
qué nos unimos a otra persona. Quizás este tiempo de
postmodernismo no nos ayuda mucho, estamos saturados de
mensajes donde reina el egoísmo, las recetas fáciles, mágicas y la
ausencia de procesos de transformación y cambios profundos.
Plantear la relación de pareja a partir de una base de igualdad en
términos de convivencia es uno de los desafíos más complejos
que el ser humano enfrenta en toda su existencia. Convivir en
igualdad significa desarticular conceptos de género desarrollados
por culturas y tradiciones extraviados de la regla divina. Ser
pareja es someterse a la voluntad de un Dios Omnisciente que
crea valores para favorecer la interacción del ser humano consigo
mismo y con su entorno. Los conflictos, los abusos, la violencia
son consecuencia directa de la no aplicación de los valores
divinos.
En conflictos originados dentro de la relación de parejas, el rendir
cuentas a un Ser Superior, a unos códigos éticos y a un referente
espiritual que está por encima de nuestros propios criterios se
entiende como lo más conveniente. El problema de los seres
humanos es que no queremos ser gobernados en ninguna
manera. La sumisión se transforma en una palabra que nos
asusta a la hora de un compromiso afectivo. Tal vez la experiencia
familiar no fue la más adecuada y odiamos toda forma de
autoridad que atente contra nuestra gran necesidad de ser
nosotros mismos. El problema consiste entonces en que como
individuos tendemos a ser extremistas y los extremos se
transforman en abismos que nos hunden y de los cuales muchas
veces no logramos salir. Existe una verdad profunda,
escasamente discutible y es que para amar a mi pareja, primero
debo amarme a mí mismo.
Los invitamos a continuar este viaje en la tierra de “cómo
podemos evitar la ruptura en la relación de pareja.” en donde
ningún mortal nos ofrece la certeza absoluta que no existirán las
sombras, ni los abismo, ni demonios sedientos de fracaso
humano, ni paramos de locura de donde nadie regresa. La obra
Redentora de Dios en su Hijo Jesucristo es el único pasaje a la
124
eternidad y la seguridad de una vida plena en donde las sombras,

los abismos, los demonios y los páramos son solo una utopía
barata clavada hace más de dos mil años al medero del Gólgota.
Hagamos nuestra esa frase tan cierta que Don Enrique Angelelli
(1923 – 1976) solía decir en momentos aciagos: “Habrá que
seguir andando, nomás”
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“ PDF Pilar Casas, Madrid. España 2010.
CENTRO ALAS
Web: www.fuceal.wix.com/alas
Mail: fundacioncentroalas@gmail.com
Tel: 3526-4908 – 1523183103
126

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Como Evitar la Ruptura en la Relación de Pareja

Como Evitar la Ruptura en la Relación de Pareja.

Daniel .M. Mateos - Nydia Rojas Casas

Dirección Nacional de Derechos de Autor. Buenos

Depósito en Custodia Expediente N° 5199715. Octubre 22

A nuestros hijos, María Florencia, Ana Carolina,

Martín, Daniela, Federico y Elías.

Perdón por los años de abandono y soledad.

Conocimiento de ser Pareja

Decálogo de Comportamientos Adquiridos

La dependencia emocional- celos.

El divorcio de corazón que lleva a la infidelidad.

Problemas sexuales no resueltos.

El Desafío de ser Pareja.

Los reflejos de la Infancia

Principios Fundamentales en la Relación de Pareja.

Principio de Amarse a uno Mismo.

Principio de Confiar en uno mismo.

Principio de Conocerse a uno mismo.

Principio de Ser Honesto con uno Mismo.

Principio de Aceptar la Propia Estructura de su Personalidad.

Principio de Comunidad en la Pareja.

Principio de Complementariedad. Trabajo en Equipo.

La vida no es una tarea sencilla. Requiere de tiempo,

Descubrir el fracaso a la sombra de emociones y sentimientos

Hemos construido, cada uno por nuestro lado, historias en donde

incertidumbre. Uno alza la vista al cielo y se pregunta: ¿Y ahora

Si los sueños se acaban, si la esperanza se agota, seguir no tiene

Han pasado algunos años. La misericordia de Dios se ha

Este libro es el resultado de nuestra experiencia dolorosa, de dos

grupos de autoayuda que no somos menos que humanos ni más

Estas páginas quieren ser un canto de esperanza para muchas

Daniel. M. Mateos - Nydia Rojas Casas.

Ante el dolor y el fracaso nos apura el interrogante de revelar el

Las causas de estos desenlaces inevitables son múltiples y

conciencia y quizás tener la posibilidad de observar y analizar la

En la primera parte nos enfocaremos en definir que son los

impide el crecimiento en nuestras relaciones matrimoniales,

Deseamos fervientemente ser facilitadores en esta búsqueda de

Hablar de comportamientos aprendidos nos propone un panorama

primeros años de vida a través del modelo familiar, se

Modelos estos, que se presentan de maneras variadas y se

En los años donde se forma la personalidad de los seres humanos

la mayoría de los casos, nos atreveríamos a decir que más del

Un gran porcentaje de los fracasos en la relaciones de pareja y

Los comportamientos adquiridos son en algunos casos tan letales

“Es más fácil disolver una relación que resolver un conflicto.”

El estado de decadencia y deterioro en muchos matrimonios y

Sacar a la luz esos secretos en medio de una crisis es una de las

adquiridos se expandan e infecten el área cognitiva y lógicamente

En cierta oportunidad nos encontrábamos en la sala de guardia de

La adicción (así como la violencia de género y el abuso sexual) no

Dentro de la dinámica familiar existen aspectos tan importantes y

La relación de pareja es como un ser vivo, nace, crece y si no se

El resentimiento se alza como uno de los más graves

esclavo, no porque el esclavo sea resentido, sino porque quien

La relación de pareja es un espacio propicio para el aprendizaje,

Conocimiento de ser Pareja

Uno de los conceptos más ignorados y escasamente desarrollados

El vínculo de pareja es tan profundo como impredecible. Dos

En esta tensión es prioritario ejercer un profundo compromiso de

aceptación de su individualidad y singularidad la cual no puede ser

Ignacio Larrañaga expone: El cónyuge ideal es aquel que