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Puntualizando las nociones que nos competen, podemos establecer de manera resumida y
parafraseada (en pos de la naturaleza poco académica que supone una reflexión) lo siguiente:
Por otro lado, abriendo otra línea de información y haciendo un fugaz repaso
histórico, tenemos la creación y concepción, de el distrito federativo de Baja California, a
Estado de la Federación en el año 1952. Ignorando, claro está, por fines de la extensión del
trabajo los procesos que orillaron la fundación de la Baja California como Estado.
Infiriendo en base a los documento: “Políticas Culturales y Frontera Norte” tesis de
Cuauhtemoc Ochoa Tinoco, el Testimonio documentado en “La ciudad del Hombre” de
Ruben Vizcaino Valencia y el acuerdo oficial del Programa Cultural de las Frontera
publicado en el Diario Oficial de la Federación, podemos decir, como ya se ha dicho en
muchos otros textos, que hubo una urgencia e interés nacional por construir la infraestructura
necesaria para, aparentemente, arrebatarle una supuesta influencia que estaba teniendo
Estados unidos sobre la región limítrofe del estado federativo mexicano. digo supuestamente
porque como menciona Ochoa Tinoco, hay una visión de la frontera norte, construida desde
el centro político y económico que en base a prejuicios, apreciaciones falsas y concepciones
ortodoxas, que caracteriza la región como: un desierto cultural, en el que la producción de
formas simbólicas que ayudan a perpetuar el poder del estado mexicano sobre la región, es
efimera y de poca relevancia.
En la misma línea el testimonio, con tintes biográficos, recogido en La Ciudad del
hombre, de Ruben Vizcaino. de igual manera retrata la región como despoblada y
desculturizada cuando expresa que:
Esta frontera fue una ranchería de indios Kumiai y más tarde un poblado de
mexicanos nacidos en la Alta California. La misión de San Diego era el lugar
sagrado y hacia ella transitaban al bautismo, al matrimonio o a recibir la
bendición los pocos lugareños de los altozanos de Tijuana, que recibían la idea
cristiana de la cultura occidentaljunto Con otros pueblos primitivos. Para Tijuana,
la cultura se inicia en San Diego. Pero en el momento en que Alta california se
queda con san Diego, Tljuana pierde su origen y la fuerza creadora de su propio
cristianismo, su único memorial de arraigo, en un punto lejano donde las
concepciones de Estado, autoridad y sociedad tienden a un vacío (p. 255)
De esta cita podemos señalar que, como ya se mencionó anteriormente, al igual que
en el pasado este fenómeno en el cual se niega una previa ocupación de territorio por una
población con diferente modo de operar en la región, es necesariamente invisibilizado, para
instaurar otro orden a través de los mecanismos simbólicos, institucionales y urbanísticos ya
mencionados.
Es por ello que en el programa nacional de las fronteras, gran parte de las políticas
buscan y apelan a crear asideros culturales nacionales en la región fronteriza, ofrecer
conciencia de identidad nacional, rescatar e implementar traiciones y caracterizar las zonas
fronterizas bajo la consigna de Soberanía, solidaridad y nacionalismo.
Evidentemente el mecanismo de subordinación e implementación del orden de los
estratos y sectores sociales a través de la cultura y sus diferentes instituciones se ha
preservado en el tiempo desde la época de la colonia, no obstante abarcar y sustentar esa tesis
invita a una investigación más extensa y rigurosa, claramente excediendo las limitaciones de
este trabajo. Por igual motivo el tema acerca de las narrativas que surgen después de este
proceso histórico queda inconcluso.