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MÓDULO:
Enfermería I
CAPITULO I:
DESARROLLO 7
HISTÓRICO
DE LA
ENFERMERÍA
El hombre primitivo tuvo que enfrentarse constantemente al peligro; sin embargo con
el paso del tiempo, pudo distinguir lo útil de lo pernicioso, así como los valores
alimenticios y curativos de las plantas. Es de esta manera, como algunos hombres se
hicieron más expertos que otros en el arte de adivinar los síntomas de las
enfermedades y curar; a estos hombres se les denomino brujos.
Posteriormente, los -
trasmitió aquella mezcla extraña de verdad y superstición.
Estos, al igual que los anteriores, se encargaban de curar a los enfermos.
En todas las culturas antiguas de la humanidad (desarrolladas desde 5 000 años a.C.),
la atención de los enfermos en el hogar, corría a cargo de la mujer, ya sea de la madre
o de la hija.
Debido al impacto social tan grande, producido por la presencia de Cristo en la tierra,
se incremento tremendamente el numero de cristianos deseosos de ejercitar la
caridad; beneficiándose con ello, un sin número de personas enfermas, que recibieron 12
atención de enfermería de estos cristianos, quienes en su afán de servir a Dios, lo
hacían con la mejor voluntad y de la mejor manera posible.
que
estaban conformadas por mujeres de buena posición social y económica y que tenían
como objetivo, servir a Dios, a través de la atención que ellas brindaban a los enfermos
y de la ejecución de diversas obras de caridad.
posición social y económica y con una gran vocación de servicio a sus semejantes, en
especial a los enfermos.
Se hacía poca distinción entre la medicina y la enfermedad; eran los monjes y las
monjas quienes atendían a los enfermos y lo hacían inspirados en Cristo. Todos ellos
no rehuyeron tarea alguna por más desagradable que fuera, pues estaban convencidos
de que con ello, expiaban pecados y experimentaban una elevación personal al servicio
de Dios a través del servicio del hombre. Las Diaconisas, enfermeras de tiempos
pasados, solo tenían oportunidad de realizar su labor de vez en cuando; siendo los
monjes y las monjas quienes pasan a convertirse en los enfermeros de la sociedad
occidental, durante los primeros tiempos de la edad media.
Durante los años 1 100 a 1 200, y como consecuencia de las guerras de las cruzadas y
de las precarias condiciones de salubridad y alimentación, las enfermedades se
incrementaron grandemente. Ante ello, el Cristianismo y el Feudalismo buscaron
juntos una solución. La Iglesia fomentó la construcción de hospitales que eran
sostenidos por los mismos pobladores. Los caballeros feudales tomaron a su cargo
gran parte de la tarea de aliviar la enfermedad y la pobreza, tanto en Europa como en
Los hospitales civiles introducían en ocasiones a mujeres de bajo nivel moral para
aumentar un personal inadecuado de enfermería, pero que les resultaba muy
económico. De tal manera que quienes brindaban atención de enfermería, eran desde
hombres y mujeres bien educados, hasta los del nivel más bajo. La Enfermería había
entrado en un periodo de decadencia que se prolongo por mucho tiempo.
Como hemos podido apreciar, durante la edad media, el pensamiento científico habla
cedido ante el pensamiento anticientífico; sin embargo en la edad moderna se va
superando esta situación al producirse el renacimiento de la medicina y con ello, el
médico pasa a ser un individuo con estudios académicos, mientras que el cirujano es
considerado simplemente un hábil artesano. Pese a esta mejora en la situación de la
medicina, el mecanismo científico seguía siendo incompleto y la superstición seguía
dominando la práctica médica corriente, así como dominaba también las creencias del
público, dando lugar inclusive, a que algunos médicos sean objeto de burla debido a
sus nuevas ideas, a las que el público no daba crédito alguno y que por el contrario
seguía creyendo en brujas. Es hacia el año de 1830, en que se inicia recién la era de la
sanidad.
La decadencia en la calidad del servicio público para los enfermos, observable ya desde
fines de la edad media, se fue haciendo cada vez más pronunciada, que como
podemos apreciar se prolonga incluso hasta los primeros 70 años de la edad
contemporánea.
La enfermería alcanza el nivel más bajo de su historia entre los anos de 1680 hasta
1860, conociéndose a esta época como el periodo oscuro de La Enfermería. Durante
esta época se construyeron muchos hospitales, pero por sus condiciones insalubres,
constituían fuente de muchas epidemias. Las salas de estos hospitales eran enormes,
casi sin ventanas y podían contener hasta 100 pacientes. Las mujeres y los hombres no
siempre estaban separados y se los agrupaba indistintamente sin tener en cuenta la
enfermedad que adolecían. No era raro colocar a un nuevo enfermo en una cama
ocupada ya por varios compañeros, estando muchas veces los enfermos y los que
deliraban en la misma cama junto con aquellos que estaban todavía conscientes. La
higiene de los pacientes no se realizaba ni en su ingreso ni durante su permanencia en
el hospital. El tratamiento a que eran sometidos los pacientes era por lo general la
sangría y la purga.
La enfermera que estaba de tumo todo el día, dormía en una sala contigua, para
escuchar a los pacientes y atender sus Ilamadas por la noche. Como es de suponerse,
con las características del personal, sumado al elevado número de pacientes y a las
jomadas tan largas de trabajo, la atención recibida por los pacientes era de lo peor; es
por ello que en ese entonces la población, dentro de su modesto entender, catalogaba
a las enfermeras, como borrachas, despiadadas e inmorales.
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Esta que continué hasta el año de 1860, fue superada gracias a la valiosísima labor
realizada por Florence Nightingale, quien logra sacar a la enfermería del periodo
oscuro en el cual se encontraba.
A los 17 anos termino su instrucción en Europa, viajando después con su familia por
Francia, Italia y Suiza, disfrutando del paisaje, del arte y de la sociedad. Florence
mostraba interés por la política y por la gente; pero eran las instituciones caritativas
quienes le intrigaban extraordinariamente. Le gustaba el estudio y continuo
autoeducándose, siendo la enfermería la labor que más le agradaba practicar, quería
ser enfermera; sin embargo y por la situación que esta carrera atravesaba, a sus padres
les desagradaba la idea.
Es al cumplir los 33 años, cuando sus padres se resignan a aceptar la idea de que su
hija estudie una camera; siendo así como la envían al extranjero a estudiar la Obra de
las Hermanas de la Caridad en Paris, logrando con ello su propósito de ser enfermera.
I cobrando
importancia, a partir de ese momento, la medicina preventiva y quedando en segundo
poniendo fin de esta manera al Periodo Oscuro de la enfermería. Es por ello que en los
diferentes países del mundo, todas las enfermeras y enfermeros, la siguen
reconocien de la La enfermería pudo, a partir de esta
fecha, proporcionar un servicio eficaz, fuera del control de todo grupo religioso.
En Inglaterra, los balbuceos de la enfermería Módena datan de 1860, año en que las
primeras alumnas se inscribieron en la Escuela de Enfermería fundada por Florence
Nightingale en el Hospital de Santo Tomas. La Escuela, no dependía del hospital, sino
que era una institución distinta con fondos y administración propios. Ingresaban en
ella dos tipos de alumnas:
Las teorías de Florence Nightingale llegaron a los Estados Unidos de América, donde se
percibió inmediatamente que seria muy ventajosas para los hospitales; pues reducirían
bs costos de funcionamiento, ya que como las enseñanzas tenían un carácter
mayormente practico, donde las alumnas mas avezadas instruían a las más jóvenes, se
confió a las estudiantes de enfermería la marcha de los hospitales a cambio de la
formación recibida. Como puede apreciarse, con ello los hospitales se beneficiaban
tremendamente, ya que al reducirse los costos de funcionamiento, las ganancias de
sus propietarios eran considerablemente mayores. Esta situación, como podremos
apreciar más adelante, se constituyo en un factor negativo para el desarrollo de la
enfermería profesional.
Con el paso del tiempo y a medida que se fue estructurando la atención médica, con la
correspondiente necesidad de un personal de enfermería capacitado, a comienzos del
siglo XX, se hizo una campaña enérgica a favor de la titularización de las enfermeras
experimentadas. Sin embargo los caóticos sistemas de enseñanza habían creado una
situación tal, en la que las enfermeras capacitadas no se distinguían de las que no
habían recibido ninguna formación.
En algunos países esta campaña suscité la oposición de diversos grupos. Los médicos
se opusieron a la titularización y al establecimiento de la profesión de enfermería de
manera reglamentaria, con el argumento de que una iniciativa así, reduciría las
posibilidades de contratación y conduciría a una falta de enfermeras. También se
registraron oposiciones dentro del personal, las parteras por ejemplo, temían que la
reglamentación redujera sus atribuciones y su prestigio.
Florence Nightingale dio un paso muy grande al sacar a la Enfermería del periodo
oscuro en que se encontraba, imponiendo para ello políticas muy estrictas, acordes a
la situación del momento y que le permitía magen de la
Enfermería
demasiado, constituyéndose con el paso del tiempo, en un factor negativo para el
desarrollo de la profesión, ya que dichas políticas tenían como característica primordial
Los enfermeros debemos estar conscientes de que nuestra profesión por estar en un
proceso constante de evolución requiere de profesionales con espíritu innovador y
dispuesto a luchar permanentemente por su superación y la superación de la
profesión.
Los enfermeros del futuro, necesitan más que nunca una amplia educación, confiar en
sí mismos, tener competencia técnica y ser capaces de adaptarse con rapidez a los
cambios.