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3 Tratamiento de Activos y Pasivos

En el proceso de liquidación de una sociedad, se procede a la venta de los activos de la

empresa para pagar a los acreedores y distribuir cualquier remanente entre los accionistas.

Primero, se identifican y valoran todos los activos de la sociedad, que pueden incluir bienes

tangibles como propiedades y maquinaria, así como activos intangibles como patentes o marcas

registradas.

Luego, se clasifican y liquidan los pasivos de la empresa, incluyendo deudas con

proveedores, préstamos bancarios y obligaciones fiscales. Los activos se utilizan para saldar

estas deudas en orden de prioridad legalmente establecido, con los acreedores garantizados

teniendo preferencia sobre los acreedores no garantizados.

Una vez que se han pagado todas las deudas y obligaciones, cualquier remanente se

distribuye entre los accionistas de acuerdo con su participación en la sociedad. Si los activos no

son suficientes para cubrir todas las deudas, la sociedad puede ser declarada en quiebra y los

accionistas pueden perder su inversión.

2.3.1 Valoración de Activos

El primer paso es identificar todos los activos de la sociedad. Esto puede incluir

propiedades, equipos, inventarios, inversiones financieras, cuentas por cobrar y cualquier otro

bien que la empresa posea.


Valoración de Activos Tangibles: Los activos tangibles, como terrenos, edificios y

maquinaria, se valoran generalmente a su valor de mercado actual. Esto puede implicar la

contratación de tasadores profesionales para determinar el valor justo de estos activos.

Valoración de Activos Intangibles: Los activos intangibles, como patentes, marcas

registradas y derechos de autor, también deben valorarse. Esto puede requerir la ayuda de

expertos en propiedad intelectual o valoradores especializados.

Revisión de Inversiones y Cuentas por Cobrar: Se revisan las inversiones de la

sociedad en otras empresas, así como las cuentas por cobrar de clientes. Se determina cuánto se

espera recuperar de estas inversiones y cuentas por cobrar.

Consideración de Depreciación y Obsolescencia: En el caso de activos tangibles, se

debe considerar la depreciación y posibles obsolescencias para determinar su valor realizable en

la liquidación.

Descuentos por Costos de Venta: Al valorar los activos, es común aplicar descuentos

para tener en cuenta los costos asociados con la venta de esos activos, como comisiones de

agentes o gastos legales.

Documentación y Transparencia: Es fundamental documentar y ser transparente en el

proceso de valoración de activos para garantizar que se realice de manera justa y precisa,

evitando conflictos o disputas posteriores.


Informe de Valoración: Una vez completada la valoración de activos, se genera un

informe detallado que describe los activos valorados, los métodos utilizados para la valoración y

los valores asignados a cada activo.

Al completar este proceso de valoración de activos, la sociedad en liquidación tendrá una

mejor comprensión de su patrimonio neto y de los recursos disponibles para pagar a los

acreedores y distribuir entre los accionistas. Esto contribuye a una liquidación ordenada y justa

de la empresa.

2.3.2 Liquidación de pasivos

Identificación de Pasivos: El primer paso es identificar todos los pasivos de la sociedad

en liquidación. Estos pueden incluir deudas comerciales, préstamos bancarios, obligaciones

fiscales, salarios y beneficios pendientes de pago, reclamaciones legales pendientes y cualquier

otra obligación financiera.

Clasificación de Pasivos: Los pasivos se clasifican en función de su prioridad de pago.

Los pasivos garantizados, como préstamos con garantía hipotecaria, tienen prioridad sobre los

pasivos no garantizados, como deudas comerciales ordinarias.


Valoración de Pasivos Garantizados: Los pasivos garantizados se valoran según el

monto total adeudado más los intereses acumulados hasta la fecha de liquidación. Es importante

tener en cuenta cualquier disposición de garantía asociada con estos pasivos al determinar su

valor.

Valoración de Pasivos No Garantizados: Los pasivos no garantizados se valoran en su

totalidad, teniendo en cuenta cualquier interés acumulado y los términos de pago acordados

previamente.

Provisión para Pasivos Contingentes: Además de los pasivos conocidos, también se

deben considerar los pasivos contingentes, como reclamaciones legales pendientes o garantías de

productos. Se puede requerir la evaluación de expertos legales o contables para determinar la

probabilidad y el monto estimado de estos pasivos.

Revisión de Contratos y Compromisos: Se revisan los contratos y compromisos

pendientes para identificar cualquier obligación financiera adicional que la sociedad pueda tener

en el futuro.

Negociación de Acuerdos de Pago: En algunos casos, la sociedad en liquidación puede

negociar acuerdos de pago con sus acreedores para liquidar los pasivos de manera más favorable.
Documentación y Transparencia: Al igual que con la valoración de activos, es

fundamental documentar y ser transparente en el proceso de valoración de pasivos para

garantizar una liquidación justa y ordenada de la sociedad.

2.3.3 Distribución de Remanentes

Pago de Pasivos: El primer paso en la distribución de remanentes es liquidar todos los

pasivos de la sociedad. Esto incluye el pago de deudas comerciales, préstamos bancarios,

obligaciones fiscales, salarios y beneficios pendientes, así como cualquier otra obligación

financiera.

Prioridad de Pago: Los pasivos se pagan en función de su prioridad legal. Los pasivos

garantizados generalmente tienen prioridad sobre los no garantizados. Además, algunos pasivos,

como impuestos y salarios adeudados, pueden tener prioridad sobre otras deudas.

Distribución a Acreedores Garantizados: Una vez que se han pagado todos los pasivos

garantizados, se distribuyen los remanentes restantes a los acreedores no garantizados en

proporción al monto de sus reclamaciones.

Distribución a Acreedores No Garantizados: Los remanentes se distribuyen entre los

acreedores no garantizados de acuerdo con la proporción de sus reclamaciones pendientes. Esto

puede implicar el prorrateo de los fondos disponibles entre todos los acreedores no garantizados.
Pago a Accionistas: Después de satisfacer todas las reclamaciones de los acreedores,

cualquier remanente restante se distribuye entre los accionistas de la sociedad. La distribución a

los accionistas se realiza de acuerdo con su participación en la empresa, es decir, en proporción

al número de acciones que poseen.

Registro y Documentación: Es esencial mantener un registro detallado de todas las

distribuciones realizadas durante el proceso de liquidación, incluidos los pagos a acreedores y

accionistas. Esto garantiza transparencia y facilita la rendición de cuentas.

Informe Final: Al finalizar el proceso de distribución de remanentes, se elabora un

informe final que detalla todas las transacciones realizadas durante la liquidación. Este informe

se presenta a las autoridades correspondientes y se archiva para futuras referencias.

Cierre de la Liquidación: Una vez completada la distribución de remanentes y

cumplidos todos los requisitos legales, se procede al cierre formal de la liquidación de la

sociedad. Esto puede implicar la disolución legal de la empresa y la cancelación de su registro

ante las autoridades competentes.

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