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(TLED)
Módulo I
Susana Nothstein
Natalia Bengochea
Romero, J. L. (2013). Breve historia de la Argentina. FCE.
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pasado al presente. Esto es, el historiador sugiere la continuidad del conflicto entre
las poblaciones autóctonas y no ya los españoles, sino el hombre blanco, como
suele decirse.
A través de este análisis parcial de un breve texto, observamos que el
proceso de lectura implica, entonces, una cierta sensibilidad, una capacidad de
percepción, hacia a la multiplicidad de elementos que conforman un texto, los
cuales construyen su sentido.
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Actividad 1
1. Lea el siguiente texto:
LA METÁFORA
[1] Ya hemos expuesto en la Poética1, según dijimos, (…), cuántas son las especies de metáforas
y que éstas son de mucha importancia así en la poesía como en los discursos. Y tanto más hay
que trabajar respecto de éstas en el discurso cuanto que éste tiene menos recursos que los versos.
La metáfora posee sobre todo la claridad, lo agradable y lo novedoso, y no es posible tomarla
de otro2.
[2] Hay que emplear también los epítetos y las metáforas adecuadas, lo cual se logrará por
analogía3; de lo contrario, parecerá impropio, porque los contrarios resaltan más cuando se
opone el uno al otro. Pues como al joven le queda bien la púrpura, así también habrá que
considerar qué es lo que le queda bien al anciano, porque no les sienta bien lo mismo.
[3] Si se quiere alabar, hay que tomar la metáfora de lo mejor en el mismo género, y si se desea
vituperar, de lo peor. Doy como ejemplo: como los contrarios se encuentran en un mismo
género, el hacer ver que el que mendiga suplica y que el que suplica mendiga, es hacer lo que
hemos dicho, porque ambas acciones son súplicas4. Como lo hizo Ifícrates, que llamó a Calias
pordiosero de Cibeles y no portanatorcha5, y éste afirmó que aquél no estaba iniciado, pues no lo
hubiese llamado pordiosero de Cibeles6, sino portanatorcha. En verdad que ambas cosas se refieren a
una divinidad, pero lo uno es honorable y lo otro es deshonroso. Y aquellos a quienes se llama
aduladores de Dionisio7, ellos a sí mismos se denominan artistas. Ambos términos son metáforas,
pero una es propia de los que pretenden envilecer, y la otra lo contrario. También ahora los
ladrones se llaman a sí mismos buscadores de ganancias.
[4] Por consiguiente, del que comete injusticia se puede decir que se equivoca, y del que se
equivoca, que comete injusticia, y que el ladrón ha tomado o que ha saqueado8. Pero resulta
inadecuado en la forma como lo dice Télefo en Eurípides, a saber: “reinando sobre los remos y
queremos alabar al que pide, diremos que éste ruega, y si deseamos vituperarlo, afirmaremos que mendiga”.
(Silvestre Mauro)
5 Efectivamente, Jenofonte lo denomina dadoûkhos, o sea, portaantorcha, en las Helénicas (VI, 3,3). Calias era hijo de
Hipónico y descendiente de doble linaje ateniense. De familia sacerdotal, consagrada al servicio de los misterios de
Eleusis, presidía las ceremonias de iniciación. “El daduco era el segundo personaje en la jerarquía sacerdotal de
Eleusis… Primitivamente, el oficio de daduco era hereditario en la familia de Calias” (cfr. Daremberg et. Saglio:
Dictionnaire des Antiquités Grecques er Romaines).
6 El insulto que infiere Ifícrates a Calias resulta mucho mayor si se tiene en cuenta que el culto de carácter orgiástico
de la diosa frigia Cibeles (que, por lo demás, nunca tuvo pública aceptación en Atenas), nada tenía que ver con las
antiguas tradiciones de Eleusis, que se celebraban en honor a Deméter. En esa cofradía (la de la diosa Cibeles), el
“mêtraguýrtês” era una especie de monje mendicante que se dedicaba a pedir y a introducir entre el pueblo bajo el
culto orgiástico de la diosa frigia.
7 Actores que ejercían su arte principalmente en las fiestas dionisíacas.
8 Es decir, del ladrón se puede decir que ha tomado, y del que simplemente ha tomado algo, se dirá que ha saqueado.
4
descendiendo en Misia”9, porque reinar es más importante que lo que conviene al caso y por lo
tanto no pasa inadvertido10.
[5] También hay un error en las sílabas si no representan un sonido agradable. Como Dionisio
Calco11, que en sus elegías llama a la poesía grito de Calíope, porque ambos son sonidos; pero la
metáfora es mala, porque se trata de sonidos inarticulados12.
[6] Además, cuando se da un nombre a lo que no lo posee, no hay que emplear metáforas traídas
de lejos13, sino las cosas del mismo género y especie, que al decirlas resultan claras porque son
del mismo género, como en el bien conocido enigma: “vi un hombre que con fuego soldaba
bronce sobre un hombre”14; porque esta acción carece de nombre, pero ambas consisten en la
aplicación de una cosa sobre otra, y por consiguiente llamó soldadura a la aplicación de la
ventosa. En general, es posible tomar metáforas convenientes de los enigmas bien formados,
porque las metáforas son de naturaleza enigmática, y por eso es evidente que la traslación ha
sido hecha correctamente.
[7] La metáfora debe tomarse también de las cosas bellas. La belleza de las palabras reside, como
dice Licimnio15, bien en los sonidos, bien en el significado, y lo mismo la fealdad.
[8] La tercera cualidad es la que deshace la argumentación sofística, pues no es exacto que nadie
dice palabras torpes, como afirmó Brisón16, alegando que se dice lo mismo diciendo una palabra
en lugar de otra17. Esto es falso, porque un término es más propio que otro, más conforme al
objeto y más adecuado para presentar la cosa ante los ojos. Además, las palabras no expresan
de igual manera una u otra cosa, de modo que también bajo este aspecto hay que establecer que
una palabra es más hermosa o más fea que otra, porque ambas expresan lo hermoso o lo feo,
pero no en cuanto hermoso o en cuanto feo; o bien, expresan ciertamente esto, pero en mayor
o en menor grado.
41,163).
14 Se cita como autora de este enigma a la poetisa Cleobulina (Tovar, p. 231, nota 26).
15 Licimnio, sofista y retórico, discípulo de Gorgias y maestro de Polo. Lo cita Plantón en el Fedro (267C). No debe
Analíticos, I, 9. La doctrina de Brisón fue la que luego propugnaron los estoicos. Cicerón critica la doctrina estoica
a propósito del lenguaje en una carta a Papirio Peto (IX, 22). También trata de este asunto en el De Oratore (III, 41,
163) y en el De Officiis (I, 35).
17 (…) Silvestre Mauro expone así la argumentación de Brisón acerca de la tercera cualidad. “Afirmaba (Brysón)
que ninguna palabra era obscena, y lo demostraba basándose en que otra palabra que indicase la misma cosa
obscena, no era obscena; por consiguiente, tampoco es obscena esta palabra de la cual se afirma que es obscena.
Porque, como ambas palabras significan lo mismo, ¿por qué una de ellas será torpe y obscena y la otra no?” Cicerón,
en una carta a Papirio Peto, expone de otra manera el razonamiento de los estoicos: “Porque razonan de esta
manera, a saber, que no existe ninguna palabra obscena o torpe. Pues, si hay alguna ignominia en lo obsceno, ello
reside en la cosa o en la palabra; no hay una tercera posibilidad. No está en la cosa… mucho menos en la palabra”.
(Cicerón; loc. cit.)
5
[9] Por consiguiente, hay que tomar las metáforas de aquí, a saber, de lo bello, ya sea por el
sonido, o por la fuerza de expresión, ya sea con respecto a la vista o a otro de los sentidos. Pues
es distinto decir, por ejemplo, aurora de rosados dedos, más bien que de purpúreos dedos, o bien, lo
que estaría peor aún, de rojos dedos18.
Actividad 2
Responda las consignas que siguen:
2.1. ¿De qué obra fue tomado el fragmento leído? ¿Conoce algo sobre ella o sobre
su autor? En caso afirmativo, ¿puede establecer alguna vinculación entre los datos
que conoce y lo leído? Si no conoce nada sobre Aristóteles, lea la biografía que se
presenta debajo y determine si hay alguna información que le permite ampliar,
completar, contextualizar el fragmento anterior o alguna de sus partes.
Aristóteles, (Estagira, 384-Calcis, 322 a.J.C.). Filósofo griego. Hijo del médico real de
Macedonia, estuvo veinte años en la Academia de Platón, primero como discípulo y luego como
investigador y como tutor. Candidato a ser el sucesor del maestro, se afirma (aunque es dudoso)
que quedó despechado por el nepotismo de la elección de Espeusipo y marchó a Assos (Asia
Menor), donde escribió su diálogo Sobre la filosofía (la «carta de Assos») y fundó un centro de
estudio bajo la protección de su amigo Hermias, gobernador de Atarnea, con una de cuyas
parientes, llamada Pitias, se casó.
Muerto Hermias (capturado y crucificado por el sátrapa Mentor), partió hacia Lesbos como
huésped de Teofrasto; fiel a la amistad, compuso la Oda a la virtud, en memoria de Hermias y
por la que veinte años después sus enemigos intentaron procesarlo por impiedad. Aceptó, luego,
de Filipo II de Macedonia el cargo de preceptor de Alejandro Magno (de 13 años), quien
siempre conservaría un gran respeto por su maestro, le apoyaría económicamente e incluso le
mandaría desde el Indo ejemplares de la fauna y de la flora de su imperio.
Aristóteles se había trasladado mientras tanto de nuevo a Atenas y había fundado el Liceo, donde
enseñaba paseando (de ahí el nombre de escuela «peripatética»), seguía sus investigaciones y
análisis de datos, correspondientes a los más diversos campos (arte dramático, constituciones
políticas, deportes olímpicos, zoología), y elaboraba una veintena de obras. Sin embargo, al
morir Alejandro (a los 33 años), el clan de Demóstenes (autor de las Filípicas y, por tanto,
enemigo de Aristóteles) se envalentonó y «el Estagirita» volvió a decidir su partida, para «ahorrar
a los atenienses un segundo atentado contra la filosofía» (el primero lo habían cometido
con Sócrates). Al año siguiente, moría en Eubea de úlcera de estómago.
18El primero de los tres términos es el mejor, porque pone ante los ojos el color rosa “que es más agradable a la
vista que el color bermejo o cualquier otra especie de rojo”. (Silvestre Mauro)
6
Escondidas en una bodega (para protegerlas de los proveedores de Pérgamo), sus obras fueron
olvidadas, descubiertas por azar, ordenadas y editadas por Andrónico de Rodas en la Roma de
Cicerón, redescubiertas como totalidad en la Edad Media por los árabes, cristianamente
interpretadas (bautizadas) por los tomistas y neoescolásticos, relegadas por los modernos y, por
último, definitivamente rehabilitadas a partir de Hegel.
De ellas, la tradición ha recogido con el nombre de Órganon las obras de lógica: Categorías, De la
interpretación, Primeros y Segundos analíticos, Tópicos y Refutaciones de los sofismas. Además de la Retórica,
de la Poética (en parte) y de Sobre el alma, la «antropología» de Aristóteles comprende la Ética a
Eudemo, la Ética a Nicómaco, la Política y la Constitución de Atenas. Sus obras sobre la naturaleza
son Del cielo, De la generación y corrupción, los Meteoros, la Mecánica, De las partes de los animales, De la
generación de los animales, Sobre el caminar, Sobre el movimiento, etc. Los varios libros de la Física y de
la Metafísica fundamentan y coronan el conjunto.
Gracias a él, sabemos de la ciencia positiva de la época y de los trabajos y concepciones de sus
predecesores y contemporáneos. Aristóteles aporta siempre agudas y originales observaciones y
no pocas de sus adquisiciones lo han sido de las ciencias naturales de todos los tiempos (algunas,
incluso, no confirmadas hasta el siglo XIX): describió unas 400 especies (de las que disecó unas
50), distinguió entre animales «sanguíneos» (vertebrados) y «exangües» (invertebrados), clasificó
a los murciélagos como mamíferos, describió la vida social de las abejas, distinguió entre insectos
dípteros e himenópteros y entre rocas y minerales y aportó la noción capital de especie.
Clasificador y analista universal (de regímenes políticos, de géneros literarios, de categorías y de
modos de razonar e, incluso, del ser y de las causas) y tan atento al fenómeno del lenguaje como
reticente con los abusos del habla, Aristóteles se planteó además y sobre todo las grandes
cuestiones de fondo: la estructura de la materia, la organización de la vida, el poder del espíritu
y sus límites, la libertad del hombre y su sentido, y la trascendencia misma de la divinidad y su
misterio.
2.4. ¿El título del texto y el del capítulo al que pertenece tienen alguna vinculación
con el tema que ha enunciado como respuesta a la consigna anterior? Justifique.
2.5. ¿Cuál es el problema que el autor plantea en el texto? Formule una pregunta
que lo sintetice.
7
2.6. En el párrafo [1], Aristóteles afirma: “La metáfora posee sobre todo la
claridad, lo agradable y lo novedoso, y no es posible tomarla de otro [autor]”.
Identifique en el texto algunos ejemplos que le permiten al filósofo ilustrar las
cualidades que le atribuye al recurso en cuestión.
2.7. El párrafo [8] comienza de la siguiente manera: “La tercera cualidad es la que
deshace la argumentación sofística…” ¿Cuál es el contraargumento de Aristóteles
a la posición de los sofistas?
2.7.1. Subraye el término que resulte más adecuado para denominar “la tercera
cualidad” que Aristóteles atribuye a la metáfora.
2.8. ¿Cuáles son las otras dos cualidades? La relectura del párrafo [5] orienta
respecto de una de ellas.
2.9. Relea las notas al pie y haga un listado del tipo de información que en ellas se
da. ¿Hay algunas que le han resultado necesarias para comprender el texto?, ¿cuáles
y por qué?
2.10. En la nota [1], se hace referencia a los capítulos XXI y XXII de la Poética,
otra de las obras de Aristóteles incluida dentro del mismo grupo que la Retórica.
Mientras que esta constituye un tratado sobre el arte de persuadir o —
parafraseando a Aristóteles— de encontrar lo que en cada caso es más adecuado
para persuadir, en la Poética el filósofo ofrece una reflexión sobre el lenguaje
estético que ilustra, centralmente, a partir de la tragedia. A continuación, se cita un
fragmento de la Poética al que alude la nota al pie. Léalo:
8
Entiendo por analogía el hecho de que el segundo término sea al primero como el cuarto al
tercero; entonces podrá usarse el cuarto en vez del segundo o el segundo en vez del cuarto; y a
veces se añade aquello a lo que se refiere el término sustituido. Así, por ejemplo, la copa es a
Dioniso como el escudo a Ares; [el poeta] llamará, pues, a la copa «escudo de Dioniso», y al
escudo, «copa de Ares». O bien, la vejez es a la vida como la tarde al día; llamará, pues, a la tarde
«vejez del día», o como Empédocles, a la vejez, «tarde de la vida» u «ocaso de la vida». Pero hay
casos de analogía que no tienen nombre, a pesar de lo cual se dirán de modo semejante; por
ejemplo, emitir la semilla es «sembrar», pero la emisión de la luz desde el sol no tiene nombre;
sin embargo, esto con relación a la luz del sol es como sembrar con relación a la semilla, por lo
cual se ha dicho «sembrando luz de origen divino». Y todavía se puede usar esta clase de
metáfora de otro modo, aplicando el nombre ajeno y negándole alguna de las cosas propias; por
ejemplo, llamando al escudo «copa», no «de Ares», sino «sin vino»
Aristóteles (1999). Poética (pp. 204-206. 3° ed. Edición trilingüe de Valentín García Yebra). Ed.
Gredos. Obra original publicada entre los años 335 a. C. y 323 a. C.
2.11.1. Relea la primera oración de La metáfora. ¿A cuál de los temas que en ella
se mencionan refiere el fragmento de la Poética?
2.11.2. ¿Qué operación discursiva implica el uso de una metáfora? ¿Cuáles son los
tipos de metáforas a los que da lugar tal criterio? Complete el cuadro; para la última
columna puede presentar un ejemplo propio o citar alguno que recuerde.
por analogía
2.12. Escriba una definición de metáfora que integre los aspectos que Aristóteles
refiere en la Poética y en la Retórica. Considere que su definición se incluirá en un
diccionario de retórica.
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LA ILUSTRACIÓN DE NOCIONES Y TEORÍAS
Actividad 3
Lea el siguiente texto escrito por Lelia Gándara:
Cada enunciado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora
sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos.
La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa porque las posibilidades de
la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un
repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y se
complica la esfera misma (1995:248).
Luego propone analizar cada género discursivo mediante tres aspectos relacionados a la
especificidad de una esfera de la comunicación: el contenido temático, el estilo verbal y la
composición o estructura.
Nos valdremos de estos tres niveles de análisis para señalar las particularidades del
grafitti como género discursivo.
10
El contenido temático
El contenido temático de los graffiti es bastante amplio, y debe analizarse tanto a nivel
del lenguaje verbal como del lenguaje icónico. Pese a ser muy variado, presenta algunos tópicos
recurrentes que permiten definir subgéneros. En efecto, una cantidad considerable de graffiti
tiene como objetivo la propaganda política y sindical, y por lo tanto tematiza a los agentes
sociales (el gobierno, los trabajadores, el pueblo, etc.), entidades y procesos sociales y
económicos (la crisis, el hambre, la huelga, las elecciones, la organización, etc.). Su contenido se
relaciona con expresiones de crítica o de apoyo a instancias de poder, reivindicaciones sociales,
políticas y gremiales, llamados a la acción, etc.
Otra parte de la producción graffitera contiene expresiones de tipo identitario, y allí la
tematización recae en la mayor parte de los casos en una banda de rock, un equipo de fútbol o
un barrio, con la simbología icónica relacionada a estos tópicos (por ejemplo: la lengua de los
Rolling Stones, o los símbolos propios de los cuadros de fútbol, como el globo que representa
a Huracán). Hay otros grafitti que incluyen, también apuntando a la expresión identitaria,
nombres propios o seudónimos, diversas simbologías de grupos urbanos, e incluso
representaciones de la oralidad mediante la transcripción de interjecciones (como, por ejemplo,
“oi!”), grito identificatorio de los skin heads –en particular los que se identifican con la Oi Music–
que hoy aparece en algunas paredes de Buenos Aires.).
Otro grupo de graffiti abarca temas relacionados con la expresión de sentimientos, con
un uso recurrente del ideograma del corazón, y de verbos como amar, extrañar, adorar, querer.
Luego, están los graffiti que incluyen dibujos o frases con contenido sexual explícito o
sugerido, que suelen ser más frecuentes en espacios menos expuestos, tales como puertas de
baños o cabinas telefónicas. Y finalmente, hay otro grupo de graffiti cuyos ejes temáticos están
relacionados a reflexiones filosófico-poéticas acerca del hombre, la sociedad y el mundo.
Aunque el listado anterior no pretende ser exhaustivo, refleja bastante bien la mayor
parte de los casos. Algunos de los tópicos se despliegan en un universo vocabular bastante
constante y acotado. Por ejemplo, en el caso del graffiti identitario con temática futbolera las
expresiones utilizadas son en la gran mayoría de los casos las mismas: “capo”, “aguanta”,
“campeón”, “puto”, “manda”, “botón” acompañado de la denominación de un equipo
(nombre, apócope o seudónimo: “Ferro”, “Chaca”, “Tense”, “River”, “Boca”, “Globo”, etc.),
antepuesto o pospuesto con el verbo cópula elidido.
El estilo verbal
11
–por un lado, el minimalismo, la síntesis, que consiste en evitar todo lo innecesario, algo
así como “ir al grano”,
–y por el otro, la exploración al máximo de la significación utilizando recursos que
potencian la riqueza expresiva de cada elemento y permiten decir “más con menos”. (…)
La estructura
A nivel de la composición, podemos tomar como estructura del graffiti su fórmula más
desplegada, que incluye un encabezamiento, un cuerpo de mensaje y una firma, como suele
suceder en los mensajes de amor. Estas tres instancias son constitutivas de la matriz discursiva
que subyace al graffiti aunque no siempre estén explicitadas., ya que en muchos casos uno o dos
de estos componentes pueden estar elididos. Algunas combinaciones son más frecuentes que
otras: encabezamiento y cuerpo del mensaje sin firma, cuerpo del mensaje y firma sin
encabezamiento, sólo el cuerpo del mensaje sin encabezamiento ni firma, e incluso sólo la firma.
El lector siempre busca restituir los elementos constitutivos de la estructura típica del género.
(…)
El graffiti construye un destinador, un “otro” que interpela, desde la firma explícita o
desde la acción discursiva que consiste en apropiarse de un espacio en busca de visibilidad.
Prácticamente, infaltable en el graffiti de contenido político o sindical, la firma suele no aparecer
en el graffiti de fútbol, ni en el poético-filosófico, ni en el de contenido sexual explícito. Ese
destinador, presente o implícito, se impone a la mirada del lector intencional u ocasional,
interpelando a su vez explícita o implícitamente (cuando el encabezamiento está elidido, lo cual
puede dar una máxima extensión a la interpretación, como sucede en buena parte de los casos).
En el graffiti hip hop, en cambio, normalmente no se utiliza encabezamiento y el cuerpo
del mensaje (muchas veces, icónico) puede estar ausente o integrado a la firma, que es el
elemento infaltable y ocupa un foco del enunciado. (…)
12
ritualizadas”. Se ofrecen algunos ejemplos que resultan próximos al/a la lector/a
(receta de cocina, novela) con el propósito de “traducir” la noción a casos
concretos. También, Gándara refiere las categorías de análisis que el autor ruso
determina para el abordaje de los géneros discursivos: “Luego propone analizar
cada género discursivo mediante tres aspectos relacionados a la especificidad de
una esfera de la comunicación: el contenido temático, el estilo verbal y la
composición o estructura”. Incluye algunas citas directas de la obra bajtiniana que
amplían la conceptualización que realiza. Finalmente, cierra el apartado señalando
que, a partir de esos tres aspectos referidos, indicará las particularidades del graffiti
como género discursivo. Efectivamente, cada uno de los subtítulos posteriores
corresponde a uno de los criterios: el contenido temático, el estilo verbal y la
estructura.
En el segundo apartado, Gándara analiza las características temáticas de los
graffitti, que requiere atender a la combinación de palabras y de imágenes. Una
dificultad que ofrece el graffiti es su heterogeneidad temática. Sin embargo,
considerando que Bajtin señala que la estabilidad de los rasgos que identifican un
género es relativa, la autora los agrupa en clases, de acuerdo con el predominio de
un tema: propaganda política, identificación de grupos diversos, expresión de
sentimientos, etc. Para cada uno de ellos, menciona alguna/s característica/s
sobresaliente/s: “Su contenido se relaciona con expresiones de crítica o de apoyo
a instancias de poder”, “con un uso recurrente del ideograma del corazón, y de
verbos como amar, extrañar, adorar, querer”.
Si continuáramos con el análisis pormenorizado de los dos aparatados
finales, podríamos advertir que ocurre algo semejante a lo descripto. Este estudio
del fragmento nos permite afirmar que la autora conoce, domina una noción (la
de género discursivo) que aplica al graffiti.
Actividad 4
14
Texto 1
15
mundo. La mentira terminó por sustituir a la verdad. Algo semejante ocurre en nuestro triste
contexto político.
[9] No debemos permitir que la mentira se expanda, debemos impedir esa metástasis social.
Debemos marcar un alto a la impunidad declarativa. No podemos permitir que se siga
devaluando el lenguaje público. Las palabras deben volver a importar. Es una cuestión de higiene
verbal y social.
[10] La mentira en nuestro país, como instrumento político, es barata y goza de total impunidad.
No se puede denunciar legalmente al presidente por decir mentiras. Se pueden exhibir en los
medios sus mentiras, unos medios que el presidente ya descalificó cientos de veces al llamarlos
mentirosos.
[11] Las mentiras deben de tener consecuencias, al menos electorales. El pésimo manejo de la
pandemia fue una catástrofe histórica. Lo peor que le ha ocurrido a México desde la Revolución,
hace cien años. Cuando nos dicen que no hubo nunca 800 mil muertos por covid-19, cuando
desde el poder se repite una y otra vez que fuimos de los mejores países en atender la pandemia,
y la gente responde que sí, que el presidente tiene razón, que por eso la gente lo quiere, que por
eso es tan popular, que casi no hubo muertos, o no tantos, y el que lo ponga en duda es un
cretino, desinformado e hipócrita.
[12] Cuando la mentira termine por sustituir a la verdad fatalmente sabremos que hemos perdido
lo más valioso: la verdad.
[13] Por eso mismo, no deja de ser curioso que uno de los presidentes más mentirosos de que
tengamos memoria haya incluido en su programa matutino una sección dedicada a revelar
“quién es quién en las mentiras de la semana”. Pronto la sección devino en ridículo. Ya no
exhibe “mentiras” sino “exageraciones”.
[14] La mentira sistemática mina los cimientos de la República. Al día siguiente de las elecciones
de junio de 2021 el presidente reportó unas elecciones tranquilas en las que hasta los
delincuentes “se portaron bien”. Pero no ocurrió así, se secuestraron operadores políticos y
candidatos de la oposición, el crimen organizado operó a favor de Morena. Hace un par de días
López Obrador afirmó: “Por primera vez en décadas, a lo mejor en siglos, el gobierno federal
no interviene en un proceso electoral”. Aseveración totalmente falsa: el presidente ha
intervenido numerosas veces descalificando a la oposición en sus conferencias al mismo tiempo
que se ha tolerado el escandaloso dispendio en la promoción de los precandidatos de Morena.
[15] Las palabras tienen peso e historia. Deben importar en la esfera común, pero sobre todo
en la vida pública. Las palabras, como los actos, deben tener consecuencias. No se puede torcer
su significado impunemente.
[16] La verdad importa, todavía. Cada vez menos, pero importa. El presidente miente de manera
cotidiana sin que eso afecte su popularidad. La mentira está instalada en el centro de nuestra
vida pública. Vivimos en el país de la mentira y la simulación.
16
Texto 2
17
resultado, especialmente en el ámbito académico. Por ejemplo, mostrar nuestra satisfacción por
el grado de implicación o esfuerzo y no por la nota obtenida.
Mejorar el aprendizaje o estigmatizar
[7] Pese a que varias investigaciones demuestran que separar a los estudiantes de acuerdo a sus
capacidades podría ser positivo para una educación más personalizada y por lo tanto más eficaz,
otros expertos consideran que estas prácticas llevan a la estigmatización y al rechazo y
ridiculización por parte de los compañeros, y al consiguiente aislamiento y retraimiento.
[8] Las etiquetas tienen el poder de definir en qué se convertirá un individuo. Impactan
directamente en nuestras creencias sobre nuestras capacidades, de manera que un individuo, una
vez etiquetado, esperará ese mismo resultado de sí mismo en situaciones similares sin
enfrentarse a ellas con las expectativas intactas. Por ejemplo: “Como me dicen que soy mala en
matemáticas, ya sé que no voy a entender la lección”. Es lo que conocemos como una “profecía
autocumplida”.
La profecía ‘autocumplida’
[9] En psicología, el efecto Pigmalión hace referencia a la influencia potencial que puede ejercer
la creencia de un individuo en el rendimiento de otro. Este fenómeno se hace notorio cuando
las etiquetas repetidas hacia los niños son interiorizadas y se convierten en una realidad asumida.
[10] Los expertos han encontrado un vínculo entre el etiquetado infantil y el efecto Pigmalión,
evidenciando que existe alta probabilidad de que las expectativas de los adultos pueden
convertirse en profecías autocumplidas. Este fenómeno ocurre a menudo con las percepciones
que padres y maestros transmiten a los niños acerca de quiénes son. Las percepciones cognitivas
de estos niños “fuerzan” la realidad (mediante la acción) de manera tal que llegan a ser
confirmadas las percepciones y las expectativas.
Promoviendo ambientes positivos para el desarrollo personal
[11] Es posible, y positivo, no categorizar a los niños según sus características, habilidades o
capacidades. Podemos lograrlo si tenemos en cuenta el impacto que nuestras palabras pueden
tener y aprendemos a abordar los desafíos de la crianza con comunicación y refuerzo positivo.
Por ejemplo, frente a la dificultad de un menor por mantener sus pertenencias y espacios
personales de forma organizada, en lugar de decir “eres desordenado”, podemos proponerle la
organización de los espacios de manera conjunta o pedirle: “Intenta recoger tu habitación,
seguro que lo harás fenomenal, y si necesitas ayuda, dímelo”.
[12] Expresar “eres muy especial para mí” resalta la singularidad del individuo más allá de sus
logros específicos. A la hora de transmitir a un menor que es “bueno” en determinada tarea sin
relacionarlo con su grado de obediencia o sumisión, se puede decir: “Me encanta cómo te
esforzaste en terminar tu tarea” o “noté que compartiste tus juguetes con tu amigo, eso fue muy
amable”. En lugar de decir: “Eres talentoso”, podemos comentar: “Veo que disfrutas pintando.
¿Te gustaría probar nuevas técnicas o colores?”. Los elogios y refuerzos positivos deben
otorgarse de manera oportuna, es decir, en el momento exacto en que ocurre la acción meritoria.
[13] Brindar reconocimiento inmediato para reforzar la conexión entre la conducta y la respuesta
positiva fortalece la percepción del individuo sobre su acción específica, contribuyendo a
18
mantener la autenticidad del refuerzo. Vinculamos nuestra valoración con la acción destacada,
y no con la identidad del niño.
*Montserrat Magro Gutiérrez es directora de los Grados en Educación Infantil y en Educación Primaria,
Universidad Nebrija y Paula Contesse Carvacho es directora del Máster en Atención Temprana, Universidad
Nebrija.
Magro Gutiérrez, M. y Contesse Carvacho, P. (13 de diciembre de 2023). ‘Talentoso’, ‘vago’, ‘desordenado’: el
efecto de las etiquetas en el desarrollo de la personalidad. The Conversation. https://theconversation.com/talentoso-
vago-desordenado-el-efecto-de-las-etiquetas-en-el-desarrollo-de-la-personalidad-217937
19
Texto 3
20
[9] Por tanto, una interpretación estricta de la normativa europea parece frontalmente
incompatible con los sistemas como ChatGPT. De ahí que Italia lo haya prohibido. Lo malo es
que una medida así perjudica gravemente la competitividad de un país. Por ejemplo, este tipo
de herramientas multiplican la productividad de los programadores. Si una empresa tecnológica
quiere contratar personal, ¿lo hará en un país donde se permitan o donde se prohíban? La
pregunta se responde sola.
[10] Así, los legisladores europeos se enfrentan a una situación incómoda: conciliar la protección
de datos personales con no perder el tren de la IA frente a países con normas más laxas, como
los anglosajones.
¿Cómo la usamos?
[11] Otro aspecto clave de la regulación de la IA es para qué se usa. Hay que recordar que un
algoritmo no es de por sí ético o no: es una herramienta que alguien usa para un fin. Por ejemplo,
imaginemos un sistema que analice datos de un paciente y sugiera un diagnóstico. Puede ser
muy valioso para ayudar a un médico, adoptando este la decisión última según su propio criterio.
En cambio, la misma tecnología sería un peligro si toma la decisión final, sustituyendo al
facultativo. La UE es consciente de esto, y está preparando una regulación bajo el principio de
“poner a la persona en el centro”: IA, sí, pero siempre bajo supervisión humana.
[12] El problema es cómo llevarlo a cabo. Europa partía con unos años de ventaja preparando
certificaciones para un uso responsable de la IA, pero ha retrasado el proceso al irrumpir
ChatGPT: ahora hay que contemplar el uso de una herramienta tan versátil que la puede usar
cualquiera para multitud de fines, éticos o no.
[13] Mientras tanto, Estados Unidos ha lanzado una consulta pública sobre cómo crear una
regulación así. Y China también quiere hacerlo, añadiendo el objetivo de que los sistemas de IA
reflejen “los valores del socialismo”.
¿Podría volverse contra nosotros?
[14] Hemos tratado algunos de los retos legales y éticos que plantea la IA en el presente. Pero
¿qué pasará a más largo plazo? Desde un punto de vista técnico, aún no está claro si se podrá
seguir avanzando a un paso tan frenético como el de los últimos años. Pero si fuese así, los
aspectos regulatorios que hemos visto serían solo el principio. De ahí la petición de pausar por
seis meses el desarrollo de nuevos sistemas, firmada a finales de marzo por cientos de expertos
y figuras mediáticas.
[15] En este sentido, un desafío muy comentado es el de la automatización de muchos puestos
de trabajo. Pero revisando la historia, la humanidad siempre ha creado tecnologías para aligerar
la carga laboral, y hoy no renunciaríamos a ninguna. La clave está en cómo repartir el trabajo y
la riqueza: lo ideal sería evitar empleos innecesarios (como denunciaba el antropólogo David
Graeber) y desigualdad que impida a parte de la población el acceso a una fuente de ingresos.
[16] Otra preocupación a futuro es qué pasará si llegamos a desarrollar sistemas de IA
conscientes. Hace poco, Google despidió a un ingeniero por decir que uno de sus sistemas
conversacionales ya lo era. Según el filósofo de la mente David Chalmers, no parece que esto
sea así; entre otras cosas, porque sistemas como ChatGPT no tienen memoria ni una
personalidad estable.
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[17] Pero podría lograrse algún día. Si así fuera, habría que sopesar las implicaciones éticas de
causar daño a un ser consciente, enfrentando dilemas parecidos a los que plantea la clonación.
También tendríamos que evitar que la IA pudiese volverse contra nosotros, una de las
motivaciones de la petición de pausa.
[18] En suma, los últimos avances en IA obligan a un debate amplio sobre cómo regular su uso.
Debemos prestar atención a los riesgos, pero sin olvidar que las revoluciones tecnológicas
siempre han mejorado nuestra calidad de vida.
*Carlos Gómez Rodríguez es Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Universidade da
Coruña
Gómez Rodríguez, C. (7 de mayo de 2023). El difícil equilibrio de regular la inteligencia artificial: entre el progreso
y la cautela. The Conversation. https://theconversation.com/el-dificil-equilibrio-de-regular-la-inteligencia-artificial-
entre-el-progreso-y-la-cautela-204559
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