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RECTO, CONDUCTO

ANAL Y FOSA Dr. Irving Josué Villalta Blanco


ISQUIOANAL
RECTO
Es la porción pélvica del tubo digestivo que se continúa , proximalmente, con el colon
sigmoideo, y distalmente con el conducto anal.
Inicio: La unión rectosigmoidea se sitúa anterior a la vértebra S3. En este punto , las tenias del
colon sigmoideo se dispersan y forman una capa longitudinal externa y continua de músculo
liso, y desaparecen los apéndices omentales grasos.
Finalización: En la flexura anorrectal cuando el intestino atraviesa el diafragma de la pelvis,
convirtiéndose en el conducto anal.
Desde una vista lateral , el recto tiene forma de S, con la presencia de 2 flexuras:
Flexura sacra del recto o de la unión rectosigmoidea (superiormente)
Flexura anorrectal del conducto anal o de la unión anorrectal (inferiormente)
· La flexura anorrectal, se produce cuando el
intestino atraviesa el diafragma de la pelvis
(elevador del ano)

· El ángulo de unos 80° que forma la flexura


anorrectal es un mecanismo importante para
la continencia fecal; se mantiene durante la
situación de reposo por el tono del músculo
puborrectal y por su contracción activa
durante las contracciones peristálticas, si no
se produce la defecación.
Cuando el recto se observa anteriormente, se aprecian
tres flexuras laterales del recto:
· Superior e inferior (en el lado derecho)
· Intermedia (en el lado izquierdo)
Las flexuras se forman en relación con tres pliegues
internos (pliegues transversos del recto):
· Dos en el lado izquierdo y
· Uno en el lado derecho.
La porción terminal dilatada del recto, situada
directamente superior y sostenida por el diafragma
pélvico (elevador del ano) y el ligamento anococcígeo,
es la ampolla del recto.
La ampolla recibe y retiene la masa fecal que se va
acumulando hasta que sea expulsada con la defecación.
La capacidad de la ampolla para relajarse y acomodar la
llegada inicial y las llegadas posteriores de materia fecal
constituye otro elemento esencial para el mantenimiento
de la continencia fecal.
RELACIONES PERITONEALES DEL RECTO
· El peritoneo cubre las caras anterior y lateral del tercio superior del recto, solo la cara anterior
del tercio medio y ninguna superficie del tercio inferior, porque es subperitoneal.

· En el hombre, el peritoneo se refleja desde el recto hacia la pared posterior de la vejiga


urinaria, donde forma el piso del fondo de saco rectovesical.

· En la mujer, el peritoneo se refleja desde el recto hacia la porción posterior del fórnix de la
vagina, donde forma el piso del fondo de saco rectouterino.

· En ambos sexos, las reflexiones laterales del peritoneo desde el tercio superior del recto
forman las fosas pararrectales, que permiten que el recto se distienda cuando se llena de
heces.

· El colon sigmoideo es intraperitoneal y está suspendido por el mesocolon sigmoideo, pero el


recto, a medida que desciende, pasa a ser retroperitoneal y luego subperitoneal.
RELACIONES VISCERALES DEL RECTO
· Con relación al recto:
· Posterior: tres vértebras sacras inferiores y el cóccix, el cuerpo o ligamento anococcígeo, los
vasos sacros medios y los extremos inferiores de los troncos simpáticos y los plexos sacros.
· Anterior:
· En el hombre, el recto se relaciona con el fondo de la vejiga urinaria, las porciones
terminales de los uréteres, los conductos deferentes, las vesículas seminales y la
próstata. El septo rectovesical se sitúa entre el fondo de la vejiga urinaria y la
ampolla del recto.
· En la mujer, el recto se relaciona anteriormente con la vagina, y está separado de la
porción posterior del fórnix y del cuello del útero por el fondo de saco rectouterino.
Inferior a este fondo de saco, el débil septo rectovaginal separa la mitad superior de
la pared posterior de la vagina del recto.
IRRIGACIÓN DEL RECTO
· Porción proximal del recto: irrigada por la arteria rectal superior, (la cual es
continuación de la arteria mesentérica inferior).
· Porciones media e inferior del recto: irrigada por las arterias rectales medias derecha
e izquierda, (que suelen originarse de las divisiones anteriores de las arterias ilíacas
internas en la pelvis).
· Unión anorrectal y el conducto anal: irrigada por las arterias rectales inferiores, (que
se originan en las arterias pudendas internas en el periné).
· Las anastomosis entre las arterias rectales superiores e inferiores pueden
proporcionar una posible circulación colateral, aunque las anastomosis con las
arterias rectales medias son escasas.
DRENAJE DEL RECTO
· La sangre del recto drena a través de las venas rectales superior, medias e inferiores. Se producen
anastomosis entre las venas portales y sistémicas en la pared del conducto anal. Esta comunicación
es un área clínicamente importante de la anastomosis portocava.
· La vena rectal superior drena en el sistema de la vena porta hepática.
· Las venas rectales medias e inferiores drenan en la circulación sistémica.
· El plexo venoso rectal submucoso rodea el recto y comunica con el plexo venoso vesical en el
hombre y con el plexo venoso uterovaginal en la mujer.
· El plexo venoso rectal consta de dos porciones:
· El plexo venoso rectal interno, profundo a la mucosa de la unión anorrectal, y
· El plexo venoso rectal externo, externo a la pared muscular del recto.
· Aunque estos plexos se denominan rectales, son principalmente «anales» por su localización,
función y relevancia clínica.
INERVACIÓN DEL RECTO

· El recto está inervado por los sistemas simpático y parasimpático.


· La inervación simpática procede de la médula espinal lumbar, a través de
los nervios esplácnicos lumbares y los plexos hipogástricos (pélvicos), y a
través de plexos periarteriales de la arteria mesentérica inferior y las
arterias rectales superiores.
· La inervación parasimpática procede de los niveles S2-S4 de la médula
espinal, y discurre por los nervios esplácnicos pélvicos y los plexos
hipogástricos inferiores derecho e izquierdo, hasta el plexo rectal
(pélvico).
· Como el recto es inferior (distal) a la línea de dolor de la pelvis, todas las
fibras aferentes viscerales siguen a las fibras parasimpáticas,
retrógradamente, hasta los ganglios sensitivos de los nervios espinales
S2-S4.
FOSAS ISQUIOANALES

· Las fosas isquioanales (antiguamente fosas isquiorrectales),


situadas a ambos lados del conducto anal, son grandes
espacios cuneiformes, tapizados por fascia, entre la piel de
la región anal y el diafragma pélvico.
· El ápice de cada fosa se sitúa superiormente en el punto
donde el músculo elevador del ano se origina en la fascia
obturatriz. Las fosas isquioanales, anchas inferiormente y
estrechas superiormente, están rellenas de tejido adiposo y
conectivo laxo. Las dos fosas isquioanales se comunican a
través del espacio post-anal profundo sobre el cuerpo o
ligamento anococcígeo, una masa fibrosa localizada entre el
conducto anal y el ápice del cóccix.
LÍMITES DE LA FOSA · Lateralmente: el isquion y la porción inferior del
obturador interno, cubierto por la fascia
ISQUIOANAL obturatriz.
· Medialmente: el esfínter externo del ano, con
una pared medial superior o techo, inclinada,
formada por el elevador del ano cuando
desciende para fusionarse con el esfínter; ambas
estructuras rodean el conducto anal.
· Posteriormente: por el ligamento sacrotuberoso
y el glúteo mayor.
· Anteriormente: por los cuerpos de ambos pubis,
inferiormente al origen del músculo puborrectal;
estas porciones de las fosas, que se extienden
hacia el interior del triángulo urogenital superior
a la membrana perineal (y la musculatura de su
cara superior), se conocen como recesos
anteriores de las fosas isquioanales.
CONTENIDO DE LA FOSA ISQUIOANAL

· Las fosas isquioanales están rellenas de grasa,


que forma los cuerpos adiposos de las fosas
isquioanales. Estos cuerpos adiposos sostienen
el conducto anal, aunque se desplazan con
facilidad para permitir la expansión de este
durante el paso de las heces. Los cuerpos
adiposos están atravesados por fuertes bandas
fibrosas y varias estructuras neurovasculares,
que incluyen los vasos y nervios anales/rectales
inferiores y otros dos nervios cutáneos: el ramo
perforante de S2 y S3, y el ramo perineal del
nervio S4.
CONDUCTO ANAL

· Es la porción terminal del intestino grueso y del tubo digestivo. Se extiende desde la
cara superior del diafragma pélvico hasta el ano. El canal (con una longitud de 2,5
cm a 3,5 cm) se inicia donde la ampolla rectal se estrecha bruscamente, al nivel del
asa en forma de U constituida por el músculo puborrectal. El conducto anal termina
en el ano, la salida al exterior del tubo digestivo.
· El conducto anal, rodeado por los esfínteres interno y externo del ano, desciende
posteroinferiormente entre el cuerpo o ligamento anococcígeo y el cuerpo perineal.
El conducto anal suele estar colapsado, salvo durante el paso de las heces.
ESFÍNTER INTERNO DEL ANO
· Es un esfínter involuntario que rodea los dos tercios superiores del conducto anal. Es un
engrosamiento de la capa muscular circular. Su contracción (tono) es estimulada y
mantenida por fibras simpáticas de los plexos rectal superior (periarterial) e hipogástrico.
Es inhibido por fibras parasimpáticas, tanto intrínsecamente en relación al peristaltismo
como extrínsecamente por fibras que pasan a través de los nervios esplácnicos.
· Este esfínter está contraído tónicamente la mayor parte del tiempo para evitar la salida de
líquido o gases; sin embargo, se relaja (es inhibido) temporalmente en respuesta a la
distensión de la ampolla rectal por heces o gas, lo que requiere la contracción voluntaria
del puborrectal y del esfínter externo del ano si no se produce la defecación o la
expulsión de los gases.
ESFÍNTER EXTERNO DEL ANO
· Es un gran esfínter voluntario que forma una banda ancha a cada lado de los dos tercios
inferiores del conducto anal (figs. 6-52 E y 6-56). Este esfínter está fijado anteriormente al
cuerpo perineal y posteriormente al cóccix mediante el ligamento anococcígeo. Se fusiona
superiormente con el músculo puborrectal.
· El esfínter externo del ano consta de tres porciones: subcutánea, superficial y profunda. Se
trata más bien de zonas que de vientres musculares, y no suelen diferenciarse. El esfínter
externo del ano está inervado, fundamentalmente, por S4 a través del nervio rectal inferior,
aunque su porción profunda también recibe fibras del nervio para el elevador del ano, en
común con el puborrectal, con el cual se contrae al unísono para mantener la continencia
cuando el esfínter interno está relajado (excepto durante la defecación).
ESTRUCTURAS DEL CONDUCTO
ANAL

· Columnas anales: Crestas longitudinales


· Unión anorrectal: Señalada por los extremos superiores de las
columnas anales
· Válvulas anales: Unen los extremos inferiores de las columnas
anales.
· Senos anales: pequeños recesos encima de las válvulas
· Línea pectínea: unión de la porción superior e inferior del
conducto anal, señalada por el límite inferior de las válvulas
anales
IRRIGACIÓN ARTERIAL DEL CONDUCTO ANAL

· La arteria rectal superior irriga la porción del conducto anal superior a la línea
pectínea. Las dos arterias rectales inferiores irrigan la porción del conducto anal
inferior a la línea pectínea, así como los músculos circundantes y la piel perianal.

· Las arterias rectales medias colaboran en el aporte sanguíneo al conducto anal


formando anastomosis con las arterias rectales superior e inferiores.
DRENAJE VENOSO DEL CONDUCTO ANAL
· El plexo venoso rectal interno drena en ambas direcciones desde el nivel de la línea
pectínea.
· Superior a la línea pectínea: el plexo venoso rectal interno drena principalmente en
la vena rectal superior (una tributaria de la vena mesentérica inferior) y en el sistema
porta hepático (figs. 6-32 B y 6-59).
· Inferior a la línea pectínea: el plexo venoso rectal interno drena en las venas rectales
inferiores (tributarias del sistema de la vena cava), alrededor del margen del esfínter
externo del ano. Las venas rectales medias drenan, principalmente, la capa muscular
externa de la ampolla rectal y forman anastomosis con las venas rectales superior e
inferior.
INERVACIÓN DEL CONDUCTO ANAL
La inervación de la porción del conducto anal superior a la línea pectínea es una inervación
visceral desde el plexo hipogástrico inferior (fibras simpáticas, parasimpáticas y aferentes
viscerales. Las fibras simpáticas mantienen el tono del esfínter interno del ano. Las fibras
parasimpáticas inhiben el tono del esfínter interno del ano y provocan contracciones
peristálticas para la defecación.
Superior a la línea pectínea, el conducto anal solo es sensible al estiramiento, que provoca
sensaciones tanto conscientes como inconscientes (reflejas). Por ejemplo, la distensión de la
ampolla rectal inhibe (relaja) el tono del esfínter interno.
La inervación del conducto anal inferior a la línea pectínea es somática y deriva de los nervios
anales (rectales) inferiores, ramos del nervio pudendo. Por tanto, esta parte del conducto anal
es sensible al dolor, al tacto y a la temperatura. Las fibras eferentes somáticas estimulan la
contracción del esfínter externo del ano, voluntario.

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