Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
E XPOSICIÓN DE RODILLAS
GUÍA
Hemos comenzado la Cuaresma: una nueva oportunidad que el Señor nos
concede a cada uno de nosotros para convertirnos a él.
Decía el Papa en su catequesis semanal: La conciencia de las maravillas que el
Señor ha obrado por nuestra salvación dispone nuestra mente y nuestro corazón a
una actitud de gratitud a Dios por lo que Él nos ha dado, por todo lo que realiza a
favor de su Pueblo y de la entera el humanidad. Desde aquí comienza nuestra
conversión: ésta es la respuesta agradecida al misterio estupendo del amor de Dios.
Cuando nosotros vemos este amor que Dios tiene por nosotros, sentimos el deseo
de acercarnos a Él y ésta es la conversión.
MEDITACIÓN
La Cuaresma nos prepara a este momento tan importante, y por eso la Cuaresma
es un tiempo "fuerte", un punto de inflexión que puede favorecer en cada uno de
nosotros el cambio, la conversión. Todos nosotros necesitamos mejorar, cambiar a
mejor, y la Cuaresma nos ayuda a salir de las costumbres cansadas y de la perezosa
adicción al mal que nos insidia. En el tiempo cuaresmal, la Iglesia nos dirige dos
importantes invitaciones: tomar conciencia más viva de la obra redentora de Cristo;
vivir con mayor compromiso el propio
Bautismo.
*** V/. Como el hijo pródigo, manifestemos el deseo de volver a la Casa del Padre:
CANTO
CANTO
La Cuaresma llega a nosotros como un tiempo providencial para cambiar de
rumbo, para recuperar la capacidad de reaccionar frente a la realidad del mal
que siempre nos desafía. La Cuaresma se vive como un tiempo de conversión,
de renovación personal y comunitaria mediante el acercamiento a Dios y la
adhesión confiada al Evangelio. De este modo nos permite mirar con ojos
nuevos a los hermanos y a sus necesidades. Por esto la Cuaresma es un
momento favorable para convertirse al amor a Dios y al prójimo; un amor que
sepa hacer propio la actitud de gratuidad y de misericordia del Señor, el cual “se
hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (cfr. 2 Cor 8, 9). Meditando los
misterios centrales de la fe, la pasión, la cruz y la resurrección de Cristo, nos
daremos cuenta de que el don sin medida de la Redención se nos ha dado por la
iniciativa gratuita de Dios.
CANTO
BENDCIÓN Y RESERVA