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Celebración del Miércoles de Ceniza.

Conviértete y cree en el Evangelio (Mt 1, 14.)

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CANTO DE ENTRADA.
SALUDO LITÚRGICO

V/ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


R/ Amén
V/ El Señor, esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu
Tras el saludo inicial se lee la monició n de entrada

MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos a nuestra celebración: Hoy empezamos un nuevo tiempo que se
llama Cuaresma que dura 40 días. Es un tiempo que llega hasta la Semana Santa.
También la Cuaresma es un momento para conocer el mensaje de Jesús, así como
también a nosotros mismos, porque siguiendo el camino que Jesús nos propone
nosotros seremos más felices y así podremos hacer más felices a los demás.
Hoy, miércoles de Ceniza nos reunimos para celebrar todos juntos el comienzo
de estos 40 días mediante el símbolo de la ceniza.
ORACIÓN COLECTA
Que el día de ayuno, con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el
principio de una verdadera conversión a ti, y que nuestros actos de
penitencia nos ayuden e vencer el espíritu del mal Por nuestro Señor
Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura
Lectura de la profecía de Joel (2,12-28)
Pues bien —oráculo del Señor—, convertíos a mí de todo corazón, con ayunos,
llantos y lamentos; rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos, y convertíos
al Señor vuestro Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y
rico en amor, que se arrepiente del castigo.
¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda
y libación | para el Señor, vuestro Dios!
Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno santo, convocad a la
asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos;
congregad a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y
la esposa del tálamo.

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Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: Ten
compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas
de los pueblos. ¿Por qué van a decir las gentes: «Dónde está su Dios»? Entonces
se encendió el celo de Dios por su tierra | y perdonó a su pueblo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial (Sal 50)
R/ Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/ Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi
culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado R/.
V/ Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti,
contra ti solo pequé, cometí la maldad en tu presencia R/.
V/ Oh, Dios crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu
firme. No me arrojes dentro de tu rostro, no me quites tu santo espíritu R/.
V/ Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza R/.
Segunda Lectura
Lectura de la segunda Carta del apóstol San Pablo a los Corintios (2Cor 5,20).
Hermanos:
Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por
medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros
llegáramos a ser justicia de Dios en él.
Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de
Dios. Pues dice: «En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te
ayudé». Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.
Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. (Mt 6,1-6. 16-18)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos;
Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por
ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto,
cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en
verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

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Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace
tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta
orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los
hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre,
que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus
rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han
recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu
ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu
Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Palabra del Señor.
HOMILIA
GESTO
Un grupo de niños entran con la cadena extendida, una vez en las escaleras se explica

La cadena representa, el pecado que ata nuestras vidas, para vencer ese pecado
contamos con la ayuda de Jesús nuestro amigo, que por medio de la ceniza que
ahora nos impondrán, y por medio de la confesión nos perdona todos nuestros
pecados, especialmente en este tiempo de Cuaresma que hoy comenzamos.
BENDICIÓN E IMPOSICION DE LA CENEIZA.
Queridos hermanos, pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con
su gracia esta ceniza que, en señal de penitencia, vamos a imponer sobre
nuestra cabeza.
Tras unos breves minutos de oración se prosigue.

Señor Dios, que no quieres la muerte del pecador sino su conversión,


escucha bondadosamente nuestras súplicas y dígnate bendecir esta ceniza,
que vamos a imponer sobre nuestra cabeza, sabiendo que somos polvo y al
polvo hemos de volver y concédenos que, por nuestro esfuerzo en las
prácticas cuaresmales, obtengamos el perdón de nuestros pecados y una vida
renovada a imagen de tu Hijo resucitado. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
℟Amén.
En seguida, el sacerdote impone la ceniza a todos los presentes que se acercan con él, y dice a cada uno:

Conviértete y cree en el Evangelio.

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Se puede realizar un canto apropiado.

PRECES
Oremos al Señor, nuestro Dios. Él nos escucha en este tiempo de gracia: nos
ayuda en este día de salvación.
Por la Iglesia, para que, escuchando la Palabra de Dios y preservando en la
oración, llegue a celebrar con sinceridad la Pascua. Roguemos al Señor.
Por nuestra familia y amigo, para que, en este tiempo de Cuaresma sepamos
valorar el cariño que de ellos recibimos, agradeciendo su dedicación, afecto y
comprensión. Roguemos al Señor.
Por los que están pasando dificultades y sufren a causa de la enfermedad, la
pobreza, el paro, la guerra…Danos un corazón generoso para sentirnos cerca de
ellos. Roguemos al Señor.
Por nosotros, que hemos recibido la ceniza, para que tomemos en serio la
oración, la limosna y el ayuno, comprendiendo su sentido. Roguemos al Señor.
Oración del sacerdote.

Oh Dios, Padre nuestro, que no quieres la muerte del pecador, sino que se
convierta y viva, escucha nuestras suplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PADRE NUESTRO
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos
atrevemos a decir:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
DESPEDIDA.
Oración sobre el pueblo

Infunde benignamente, Señor Dios, en quienes, postrados, te adoramos, un


espíritu de contrición y que, por nuestro arrepentimiento, merezcamos
alcanzar el premio que misericordiosamente nos volviste a prometer. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

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Bendición final.

V/ El Señor esté con vosotros.


R/ Y con tu espíritu.
V/ La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
R/ Amen.
V/ Podeis ir en paz.
R/ Demos gracias a Dios.
Canto final a la Virgen.

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