DE MIS MEMORIAS (Fragmento)

Por: Hernando Cano Cano

LA MONTOYA, UN PARAJE DE LA VEREDA SALINAS FUNDADO POR

FERROVIARIOS.

Entre la estación La Quiebra y Salinas del antiguo Ferrocarril de Amaga se

encuentra este paraje que antaño era cruzado por la vía del ferrocarril y obvio por
las estridentes locomotoras.

¿Pero cómo nació y se pobló el paraje y de donde proviene su nombre?

La ciudad de Barranquilla en el año 1871 inauguró la estación Montoya del

ferrocarril de Bolívar, una imponente obra de concreto y acero, de estilo
republicano, simétrico y con balcones, representativo de la arquitectura de las
Antillas, ubicada en el tradicional barrio El Prado, su nombre rinde homenaje al
líder político y empresario de la navegación fluvial, el paisa rionegrero don
Francisco Montoya Zapata.

Para la década de 1910 a 1920 ya el Ferrocarril de Amagá era una realidad ,en
1914 llegó a ese municipio del suroeste antioqueño, los ingenieros de la época
durante la construcción de la obra solían bautizar algunos tramos de la difícil vía
con nombres vinculados a la actividad férrea, tales como el Treinta, Malpaso, Paso
malo, los X2, el Terraplén, el Tachuelo, las Agujas, Punto Rojo etc. ,al tramo del
kilómetro 32 lo bautizaron con el nombre de La Montoya, en homenaje a don
Francisco y particularmente a la estación barranquillera que lleva su nombre y se
aprestaba a celebrar 50 años de su inauguración.

La dinámica de poblamiento del sector de la Montoya, como de toda la vereda

Salinas se desarrolló en torno a la construcción y posterior operación del ferrocarril
de Amagá, la vía del ferrocarril marcó los sitios de ubicación de sus primeros
pobladores, venían con la expectativa de emplearse como trabajadores de la
floreciente empresa ferroviaria.

El ferrocarril no sólo ayudó a transformar la economía del país, sino que hizo parte
de una mutación cultural, social y regional, reflejada en el tránsito de una sociedad
fundamentalmente agrícola hacia una que empezó a incorporar procedimientos y
mecanismos industriales. En este sentido, sin duda alguna los ferrocarriles
incentivaron permanentemente el éxodo y el tránsito de la población entre las
diferentes regiones del país, especialmente de los espacios rurales a los urbanos,
caso aplicable a los nuevos habitantes del sector de La Montoya, Vereda Salinas
del Municipio de Caldas.

El nuevo vínculo que se establecía con la empresa significaba dejar de trabajar

para un patrono local y vincularse a un espacio industrial donde se trabajaba por
un salario estrictamente calculado con todas las prestaciones sociales de ley, así
pues, se dejó de recolectar café, de ordeñar vacas o desyerbar el huerto;
desempeñarse como trabajador ferroviario daba estatus, se adquiría una posición
dentro de la sociedad, para envidia de muchos.

A propósito de las prestaciones sociales de los trabajadores ferroviarios, la

empresa creó el Fondo de Previsión Social, con el cual se atendía, entre otros, la
salud del trabajador y su núcleo familiar, esposa, compañera e hijos, el Dr.
Benjamín Soto Posada ( Caldas Antioquia 18 de octubre de 1917 - Medellín 1º. de mayo de
1970), fue el médico oficial, cercano al trabajador y su familia, un médico en la vía,
lo que hoy llaman médico en casa, una especie de EMI, para entonces, por fortuna
no existían las Eps, el doctor Soto semanalmente hacia el recorrido en autoferro
de Caldas a La Pintada , acompañado por su conductor de confianza, don Ángel
María García y provisto de medicamentos, para atender y recetar a sus pacientes,
especialmente embarazadas y menores de edad, éstos por lo general con
problemas gastrointestinales debido a estilos de vida poco saludables.

Dentro de los primeros pobladores del paraje La Montoya, vinculados al ramo

ferroviario y fundadores del sector puede mencionarse los nombres de Alfonso
Múnera Yepes, Marco Aurelio Cano López (padre de quien esto escribe), Eleazar
Tangarife Gallego, Juan Flórez, Everardo Múnera Yepes, Emilio Cano López,
Antonio Tangarife, Gilberto Velásquez y Guillermo Cano.