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- AÑO XLVIII - Nº 527

PSICOLOGICA
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Beatriz Janin - Alicia Donghi - Ariana Lebovic - Juan José Calzetta, Fabiana Freidin
Florencia Basualdo, Gabriel Paiva, Victoria Zallocco - Alejandra Ruibal
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La La pandemia y después… es lo mismo que la muerte de un familiar cercano


haya ocurrido en la primera infancia, con el pre-

E
stamos a comienzos del 2023… dominio del pensamiento mágico, a que se haya
Venimos de una pandemia y el dado cuando la idea de la muerte podía ser despo-
mundo habitual se dio vuelta… Lo jada (por lo menos a nivel conciente) de los pro-

complejidad impensable, lo no imaginable,


irrumpió en nuestras vidas. A tres
años de ese comienzo, seguimos en un mundo de
pios deseos y que quedase claro que no dependiese
de uno. Pero también puede causar efectos muy di-
ferentes si ocurre en la adolescencia, cuando se
incertidumbres colectivas, de sensaciones de de- desea la muerte de los progenitores. Del mismo

en tiempos samparo, de guerras y crisis.


Durante los últimos tiempos, niñas, niños y
adolescentes vienen mostrando con mucha nitidez
modo, qué pulsiones predominen y con qué defen-
sas cuenta un sujeto, van a ser fundamentales para
pensar cómo se inscribieron sus vivencias. Pero
las marcas que estas situaciones dejaron en ellos. también si hubo o no alguien que filtrara los em-
Son evidentes los efectos que se producen en bates de los sucesos.

complejos: ellos en las situaciones en las que la sociedad en su


conjunto queda en situaciones de desamparo, pero
Es por esto que considero que es imposible pen-
sar las manifestaciones psicopatológicas de niñas,
tenemos que precisarlos y, sobre todo, no confun- niños y adolescentes sin tener en cuenta la comple-
dirlos con patologías de por vida. jidad de la constitución psíquica y la incidencia de

Vicisitudes de Niñas y niños que no hablan, otros que tienen


dificultades para contactarse con semejantes, o que
no atienden en clase, o con falta de coordinación
lo socio-cultural en esa constitución. Estoy conven-
cida de que toda simplificación termina siendo un
gran error, que impide escuchar a aquel que sufre
motriz… son muchas veces diagnosticados sin para enmarcarlo en lo ya sabido del profesional.
tener en cuenta las cuestiones epocales y sin consi- Así, y a pesar de que la pandemia mostró la im-
la derar su sufrimiento.
Adolescentes que se autolesionan, con restric-
portancia de los avatares sociales, muchas veces se
siguen tomando las conductas infantiles como si
ciones alimentarias y hasta con intentos de suicidio, fueran generadas por factores biológicos exclusiva-
nos están hablando de lo difícil que es transitar esa mente. También se puede adjudicar todo a la “frial-

constitución etapa de la vida cuando el futuro no se vislumbra


promisorio y es complicado plantear proyectos.
Del encierro al contacto, de la vida online a la
dad” materna o a la ausencia de la palabra paterna,
sin considerar los otros determinantes.
Pero la constitución psíquica es compleja y no
presencialidad… fuimos sufriendo todos los ava- se puede reducir a una determinación. El medio in-
tares y los desafíos de cada momento. Y frente a cide desde antes del nacimiento, pero el niño no es
subjetiva en adultos que intentaban reacomodarse a las nuevas
circunstancias, siempre cambiantes, y que queda-
una tabla rasa sobre la que se depositan los deseos
y prohibiciones de los otros, sino que, a su vez, él
ban desbordados por la situación, los más chicos inscribe, liga, metaboliza o no esos deseos y prohi-
manifestaron, de diferentes formas, que les cos- biciones del modo en que puede. Se podría decir

los niños de taba tramitar, sin sostén adulto, una realidad tan
incierta.
Así, poder diferenciar las consecuencias que
que, de acuerdo a qué pulsiones, defensas, tipos de
pensamiento predominen en ese momento de su
vida, irá enlazando esas marcas y armando nuevos
acarreó en cada uno de los momentos de la consti- recorridos deseantes, mandatos e ideales.
tución subjetiva, y también en diferentes grupos so- Es decir, va a ir constituyéndose a partir de las
hoy. ciales, así como pensar sobre las dificultades que se
pusieron en juego en las familias y en las escuelas,
marcas que las vivencias dejan en él y a su vez va a
metabolizar esas marcas del modo en que pueda.
nos lleva a pensar y a inventar modos para ayudar
y ayudarnos a elaborar la tempestad vivida. Entonces, no es casual que las consultas actua-
Sin embargo, también es cierto que en medio les sean muy diferentes a lo que eran las de hace
Beatriz Janin de la pandemia y de las crisis, hubo imaginación y cuarenta años. No sólo cada época tiene determi-
creación. nadas ideas sobre lo que debería ser un niño “nor-
Como ya lo planteó Freud, la diferencia entre lo mal” sino que también los modos de crianza, los
soñado, lo fantaseado, lo esperado y la realidad pro- ideales puestos en juego, el estado psíquico de los
duce una conmoción psíquica pero también pro- adultos, las defensas predominantes en ellos, así
mueve pensamientos novedosos. Nos fuerza a como las situaciones sociales en las que están in-
replantearnos el encuadre, los modos de pensar la sertos… todo esto lleva a que las vivencias de los
psicopatología, pero también a profundizar cada niños de hoy no sean iguales a los de otros momen-
vez más en la articulación entre lo social y la cons- tos históricos. Y a la vez cada niña y cada niño hará
titución subjetiva. con eso lo que pueda.
Esto explica de algún modo que, en medio del
La complejidad en juego arrasamiento psíquico que provocó la pandemia,
muchas respuestas infantiles fueran muy semejan-
Sabemos que la subjetividad se constituye siem- tes (dificultades en la adquisición del lenguaje y de
pre de un modo complejo. El marco social, familiar la motricidad, desatención, autolesiones, etc.). Es
y la historia de esa sociedad y de esa familia van a muy interesante ver cómo estas dificultades se re-
incidir en esa constitución, pero también la histo- piten en diferentes países, a pesar de las distancias
ria de ese sujeto y cómo haya podido metabolizar geográficas. Y debemos tener en cuenta que las con-
aquello que el entorno le fue transmitiendo, las mi- flictivas de los adultos tampoco son las mismas que
radas de los otros y sus palabras (o ausencia de pa- en otras épocas (sin pensar que esas épocas eran
labras), así como las defensas que ha podido ir mejores) y éstas también se repiten en la época ac-
implementando y los modos de pensamiento que tual en diferentes regiones del planeta.
predominen en él en cada momento de su vida. No Así, nos consultan padres desbordados, que se
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presentan diciendo “No doy más, no sé qué hacer”, mar parte de aquellos que comparten un mismo desechables, de los que no tienen espacio en el
en un mundo en el que es difícil asumir los roles pa- ideal porque eso hará perdurar al grupo y el niño mundo y esto va a condicionar el modo en que
rentales, cuando se está sobre exigido y ubicado necesita que se le asegure ocupar un lugar que no pueda construir su subjetividad.
como un engranaje de una máquina que debería dependa únicamente del veredicto de los padres,
funcionar bien. La desesperación, el agobio, el can- sino que responda a un modelo colectivo, en un El narcisismo en jaque:
sancio… predominan. proyecto del que él forme parte.
A la vez, nos encontramos con niños que sufren Y en esto va a entrar a la vez en juego la relación Voy a plantear algunas hipótesis en relación al
en un mundo en el que hay poco espacio para des- de la pareja parental con el conjunto social. Y acá predominio de patologías narcisistas en esta época
plegar el sufrimiento y que no hablan ni se conectan puede haber una serie de problemas. El lugar que (tomando solo algunas de las determinaciones en
con los otros, y con otros que se mueven sin rumbo, ocupen los padres en el entramado social puede de- juego):
gritan, exigen, y a la vez se odian por necesitar al terminar en cierta medida si pueden o no soste- Considero que el yo de placer (el yo del narci-
otro, como si tendiesen a anular aquello que les nerse narcisísticamente y por ende investir al niño sismo) se constituye por una doble vía: la articula-
marca la dependencia. como sujeto, investidura unificadora que le permi- ción de las zonas erógenas (y por ende el comienzo
tiría soportar después los embates inevitables. Es de unificación de la representación del cuerpo) y la
Gran parte de las consultas son por actuaciones decir, si los padres se sienten desvalorizados social- identificación primaria que implica a su vez una tri-
más que por inhibiciones. Pero esto se da en una mente, si no tienen un lugar o el lugar que tienen ple conjunción:
sociedad en que se incentiva el: ¡“hazlo ya!” es el de permanentes excluidos, es difícil que pue- 1) Identificación a ese otro-espejo organizador,
Muchos niños buscan ser mirados, quieren que dan incluir al niño como alguien investido por el gestalt que se anticipa a la representación unificada
el otro esté atento a ellos, y a la vez no establecen conjunto. Ese niño puede quedar en el grupo de los de sí.
un lazo duradero con ese otro. Necesitan al adulto
para conseguir lo que quieren y para sentirse
vivos, pero pasan rápidamente de una actividad a
otra, de un deseo a otro y quieren “todo ya”, sin
tiempo de espera.
Muchos se vuelven desafiantes y agresivos por
terror a los otros. Predominan funcionamientos pa-
ranoides y terrores más que fobias y temores.
Más que la insistencia de lo reprimido aparece
entonces la falla de la represión.
Y en tanto predomina el narcisismo, en muchos
ámbitos, la disyuntiva para algunos parece ser co-
sificar al otro o ser cosificado.

Para la lógica narcisista existe un solo lugar y si


otro lo ocupa uno se queda afuera. Cuando esta ló-
gica predomina en una familia, los niños suelen
sentirse pasivizados, ubicados como posibles obje-
tos, y suponen que tienen que luchar para recobrar
la actividad a través de un movimiento desmesu-
rado, o con transgresiones y desafíos, sintiéndose
perdidos en el intento de recuperar-se.
Cuando se los rotula, apelando a supuestos
“diagnósticos” estandarizados, que solo tienen en
cuenta las conductas manifiestas, como si fueran
objetos “clasificables”, la cosificación se concretiza.
A la vez, sabemos que los estados anímicos de
los padres, la posibilidad de sostenerse narcisística-
mente, sus propias identificaciones, van a estar in-
fluenciados por el marco social del que forman
parte.
Cuando un niño nace, lo hace dentro de un
grupo familiar y social, que lo incluirá de determi-
nada manera, que le asignará lugares y que proyec-
tará en él anhelos y desventuras.
Y ese grupo establecerá con él un contrato nar-
cisista. Dice Piera Aullagnier: “el sujeto ve en el
conjunto al soporte ofrecido a una parte de su libido
narcisista; por ello, hace de su voz el elemento que
se añade al coro que, en y para el conjunto, co-
menta el origen de la pieza y anuncia el objeto al
que apunta. A cambio de ello, el grupo reconoce que
sólo puede existir gracias a lo que la voz repite; va-
loriza, de ese modo, la función que él le solicita;
transforma la repetición en creación continua de lo
que es, y sólo puede persistir a ese precio.” (P. Au-
lagnier, 1975, pág. 164). Hay aquí un deseo de in-
mortalidad del grupo.

El grupo necesita suponer que el niño va a for-


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2) Identificación con su propia imagen reflejada inútil, es decir, cuando queda en el lugar de resto, Ligado a la constitución del yo, el sentimiento
en los ojos de la madre, en tanto el niño se ve en la de desecho. de sí se constituye, a partir de la ligadura de las re-
imagen que ella le devuelve de sí. Este punto es cen- Si la constitución narcisista se ha dado, pero el presentaciones de la pulsión, motorizado por la mi-
tral porque el niño va a “ser” aquello que los padres niño queda atrapado en ser «el mejor del mundo», rada unificadora de otro y por la contención
le reflejen. La representación que construirá de sí no necesitará caminar, hablar, aprender, pues ya lo empática del contexto. Cuando esto falla, nos en-
mismo tendrá que ver con la representación que los es todo. Es decir, se aferra a una posición imposible contramos con niños que se accidentan, se golpean,
padres le dan. Por eso es tan grave cuando se dice porque todo movimiento de búsqueda del objeto, gritan o se hacen pegar, buscando sentir. Y el vacío
de un niño que es “discapacitado” en momentos de apertura a los otros, resulta doloroso y la decep- por no sentir es terrorífico, ya que se enlaza a la no-
muy tempranos de la vida, porque aquél a quien los ción es intolerable. existencia.
otros se van a dirigir, la imagen que los demás le de- También puede haber un exceso de narcisiza-
vuelvan con sus miradas, sus gestos y palabras, es- ción y una imposibilidad de los padres de ubicar a El niño como sostén narcisista
tará marcado por esa idea de “discapacidad”. su hijo en relación a las leyes de la cultura, en tanto de los padres:
3) Identificación a la representación que él tolerar la caída de “his majesty the baby” supone so-
puede forjarse de sus padres (padre-madre acá in- portar las propias fracturas narcisistas. Todo hijo es, en alguna medida, aquél del que
diferenciados) en función del modo en que ellos se Si son los deseos, las pasiones humanas las que se espera que pueda lo que los padres no pudieron,
ven a sí mismos (la imagen de sí que le transmiten, nos traccionan hacia una búsqueda permanente, el pero cuando la ilusión es que sea el niño quien sos-
mediada por la mirada del niño). Padres deprimi- deseo de no deseo, el no buscar nada, el suponer tenga el narcisismo parental se produce una inver-
dos reflejarán en su rostro y en sus gestos, en sus que ya se es todo, está abrochado a la imposibilidad sión de lugares. Sin saberlo, se le otorga un poder
palabras y en sus miradas ese estado y serán mode- de salida del narcisismo primario. Un “no tengo que dificulta su despliegue. Y esto es algo que ocu-
los identificatorios. El niño puede sentir la depre- ganas” que remite a la muerte. rre con gran frecuencia en estos tiempos, quizás por
sión de uno de los progenitores como propia. Niños que no aprenden porque admitir que no lo difícil que resulta sostener una imagen valorada
Es decir, para caminar y movernos armónica- se sabe, imprescindible para poder aprender, se de sí mismo en un mundo convulsionado.
mente, debemos tener la convicción de que somos torna dolorosísimo. Implica una herida terrorífica
una unidad, un ser que no se rompe con cada mo- en tanto tendría que responder a esa imagen de Es frecuente que la sensación de inermidad, de
vimiento y también de que el otro está separado de niño maravilloso, omnipotente. Exigencia que lo desprotección frente a un mundo que aparece
nosotros, es alguien a quien nos podemos acercar y deja sumido en la impotencia absoluta. Y en tanto como muy exigente lleva a los adultos a idealizar la
de quien nos podemos alejar. el niño fracasa en la escuela, esta imagen de niño infancia y a desestimar su lugar como protectores.
Entonces, es clave el haber sido mirado como ideal se invierte y pasa a ser, como tantos niños, el Pero esto a la vez hace más difícil en los niños el
siendo un sujeto, alguien que está armando una his- que desilusiona, aquél con quien se desplegará la pasaje del principio de placer al de realidad, porque
toria propia. hostilidad. los adultos idealizan la infancia, confundiendo al
Nos encontramos a veces con niños que tienen Si el devenir temporal mismo va mostrando las niño, que no puede renunciar a la fantaseada om-
dificultades en la constitución de la propia imagen, posibilidades y las carencias de un niño y a la vez nipotencia porque los otros lo sostienen como to-
que no se sostienen como unificados frente a los di- los logros y fracasos maternos, el ser “ya” el “niño dopoderoso.
ferentes avatares, como si hubiesen carecido de un soñado”, va a dar paso a: “cuando sea grande” ...” “No puedo decirle que no porque se enoja
espejo estable, garante del propio ser. Cualquier algún día” ... “cuando vaya a la escuela” ... Es decir, mucho”, comenta la mamá de un niño de cinco
contratiempo desarma y entran en un estado de an- se va a renunciar a un lugar, se va a desidealizar al años. “Él es el que determina todo, porque si no le
gustia catastrófica, lo que puede ser confundido a propio yo y al otro perfecto ideal. Y esto sólo es po- hacemos caso grita tanto que nos aturde”, dicen los
veces con simples “berrinches” causados por la in- sible si los padres renuncian a ser padres perfectos padres de un niño de tres años. Múltiples consultas
tolerancia a las normas. de un hijo perfecto, si se reconocen intentando en las que insiste lo mismo: un niño ubicado como
Otras veces, vemos niños que se han unificado cumplir con ideales, como integrantes de una so- si fuera un dictador y padres desesperados.
en una representación negativa. “Soy malo”, o “Soy ciedad y como eslabones de una cadena generacio- Así, la diferencia niño-adulto se quiebra y los
tonto” pueden ser imágenes de sí totalizadoras que nal y laboral. Cuando esto no ocurre, se debe apelar niños se sienten depositarios de un poder que los
permiten “ser” alguien entero, pero que impiden el a la desmentida y sostener la idealización. Ante la supera, que los deja desamparados y sin sostén.
crecimiento. imposibilidad de tolerar la caída narcisista de los Frente al desafío a la autoridad que todo niño
A veces, los padres pueden devolver una imagen padres, el niño tenderá a desmentir las carencias suele hacer, el adulto se siente anulado como tal,
unificada del niño incompatible con el deseo de ser materno-paternas y a ofrecerse como sostén del se siente sin lugar. Esto se agrava cuando el adulto
amado y valorado. Por ejemplo, cuando sostienen narcisismo parental, a costa de su propio juicio de espera el reconocimiento del niño para sentirse
que el niño es «absolutamente» insoportable, malo, realidad. valioso.
Si el imperativo social es: “goza ya” y, a la vez,
muestra ya que puedes ser un sujeto que produce,
que triunfa, que está adquiriendo todos los emble-
mas del éxito de nuestro tiempo, ¿cómo construir
ideales y soportar esa tensión entre lo que se puede
y lo que se debe, entre el yo y el ideal del yo?
Hay algunas paradojas que debemos tener en
cuenta: en primer lugar, como afirmamos antes,
para que los padres puedan investir narcisística-
mente al niño, ellos deben tener una representación
valiosa de sí mismos y trasvasar parte de ese narci-
sismo en el niño, tal como plantea Silvia Bleichmar
(Bleichmar, 1999).

Al mismo tiempo, es necesario que hayan lo-


grado un armado narcisista suficientemente sólido
como para poder renunciar a sus propios deseos en
función de los deseos del niño. Esto no siempre es
sencillo. Vemos habitualmente en la clínica padres
que no soportan las inevitables renuncias que todo
niño exige y lo viven como un ataque. Y otros que
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pelean como pares con los hijos suponiendo que Otro modo en el que prevalece un funciona- cismo, las castas y, sobre todo, la desigualdad». (En
toda cesión de placer que deban hacer por el niño miento narcisista es cuando impera la idea de que Comune Info – 12/mayo/2020)
es una afrenta narcisista insoportable. son un grupo que debe defenderse del afuera. “No- Quizás habría que agregar que amplificó tam-
Escuchamos: “¿Por qué tengo que jugar si no sotros y los otros”, como polaridades, es una lógica bién la mirada patologizadora sobre niñas, niños y
me gusta? ¿Por qué no puedo estar tranquila le- arraigada en muchas familias, que tienden a ce- adolescentes y el borramiento de las determinacio-
yendo si es eso lo que quiero?”. El otro se desdi- rrarse y a considerar al otro, un extranjero, dife- nes sociales, en el mismo momento en que éstas se
buja como sujeto con deseos, o más bien es vivido rente y un posible enemigo. Así, se sostienen en una hicieron más evidentes que nunca.
como atacante en tanto deseante. Pero no tenemos relación endogámica, generalmente difícil de sobre- Así, se piensan todas las manifestaciones infan-
que olvidar que los padres también están marca- llevar, en tanto todas las pasiones se juegan en el tiles como efecto de los genes o de perturbaciones
dos por la sociedad en la que viven y que muchas seno familiar. Esto se transmite a los niños creando neurológicas, cuando las investigaciones actuales
veces han quedado como puros engranajes de una dificultades importantes en su vínculo con los otros, nos muestran que los genes no determinan nada
máquina sin que se tengan en cuenta sus deseos ni dejándolos encerrados en el círculo familiar, sin in- por sí solos. Hoy se sabe que el medio ambiente
sus sentimientos. tercambios y con dificultades para confiar en los puede afectar la expresión de los genes sin alterar la
Como sostiene A. Green, “los narcisistas son su- otros. Algunos niños que presentan mutismo selec- secuencia de ADN de estos. Se trata más bien de in-
jetos lastimados; de hecho, carenciados desde el tivo son exponentes de este funcionamiento, así fluencias que inciden en la activación e inactivación
punto de vista del narcisismo”. (Green, 1983, pág. como los niños que suponen que ir a la escuela es de genes, un fenómeno llamado epigenética, que
18). Esto nos ayuda a pensar estos padres como meterse en el campo del enemigo. está llamado a revolucionar el concepto de interac-
seres carentes, que tienen que armar una coraza de- Al mismo tiempo, sabemos que no sólo las re- ción genético-ambiental. (Penchaszadeh, 2014)
fensiva para intentar sostenerse y que viven toda presentaciones concientes y pre-concientes se cons- Cuando se hace un diagnóstico en base a cues-
afrenta como un golpe intolerable. tituyen a partir de vivencias que se dan en un tionarios o a observaciones regidas por una nor-
Por otra parte, me parece crucial detectar si es contexto, sino que el inconciente mismo, en cuanto malidad atemporal, desconociendo la incidencia
este tipo de funcionamiento el que predomina en armado pulsional, se forja en una sociedad deter- del contexto y de los vínculos tempranos, se está
los padres porque si es así será más importante dar- minada. Es decir, que los deseos mismos van a estar ubicando al otro como objeto de observación, no
les un lugar, considerar su sufrimiento y sus labili- marcados por el contexto. como persona con la que se realiza un intercambio.
dades, como para que encuentren un espacio en He visto niños que han llegado al consultorio ate-
donde sean escuchados. Los padres que sienten que La patologización en lugar de la rrados después de esas consultas en las que se les
es la vida del niño o la propia la que puede desple- escucha del sufrimiento: habían hecho mil pruebas, análisis, observaciones,
garse (en esta lógica en la que hay un solo lugar y todo sin preguntarle por lo que a él le pasaba y lo
no muchos), necesitan tener un espacio en el que Como escribe Arundhati Roy, «El coronavirus que él quería.
puedan volcar sus angustias, en el que sientan que entró en los cuerpos humanos y amplificó patolo- Asimismo, cuando se piensa que con un cues-
tienen un lugar en la cabeza del analista. Y esto gías existentes, entró en los países y sociedades y tionario realizado a los padres tenemos una especie
suele ayudarlos a ir armando un lugar en su cabeza amplificó sus enfermedades y patologías estructu- de “radiografía” del hijo, tenemos que considerar
para sus hijos como semejantes diferentes. rales. Amplificó la injusticia, el sectarismo, el ra- que ni madre ni padre pueden dar una visión “ob-
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jetiva” de su hijo en tanto cuando hablamos de un propio lenguaje, dominando el mundo se torna al andar, que no somos los únicos protagonistas,
hijo necesariamente hablamos de nosotros mismos. muy complicado cuando se lo supone siendo un que podemos dudar…Y que habitualmente nos
Y que por ende la representación de hijo que nos discapacitado. sorprendemos…
devuelvan va a tener mucho que ver con la repre- Es fundamental la detección temprana de difi- Entonces, este diagnóstico no se puede formular
sentación de sí mismos, con su propia historia. cultades, pero si esto se transforma en una bús- en una sigla ni se hace en una entrevista.
Hemos dicho en otros libros que escuchar a los pa- queda de “signos” de patología termina siendo Frente a esto, es muy importante implementar
dres es fundamental porque son ellos los que le de- iatrogénica. intervenciones que posibiliten el despliegue de la
vuelven al niño una imagen de sí que es subjetividad y devolver una mirada que reinstale
estructurante. El niño va a suponer que él “es” ese Diagnosticar como búsqueda de el tiempo de la infancia como un tiempo de trans-
que los otros le devuelven con su mirada. determinaciones: formaciones.
Si pensamos que nuestra meta es trabajar en la
Por otra parte, ningún niño pequeño obedece Es decir, diagnosticar es una intervención clave, línea de Eros, lo que implica tender a una comple-
consignas y mucho menos de un desconocido. muy importante. jización creciente, deberemos intervenir tomando
Cuando le pedimos a un niño que dibuje una figura, Diagnosticar implica encontrar cuáles son las en cuenta la diversidad de las problemáticas, sin
o que devuelva una pelota que le tiramos, el niño determinaciones. Estas pueden ser intrasubjetivas, anular diferencias y, fundamentalmente, posibili-
puede o no hacerlo por múltiples motivos: la rela- cuando el conflicto es interno al niño, entre los de- tando que ese niño despliegue y enriquezca sus po-
ción transferencial que ha establecido con ese que seos y las prohibiciones, entre mandatos opuestos, tencialidades. Es decir, nuestra tarea implica abrir
le pide que realice tal acción, el momento que está entre identificaciones contradictorias, por ejemplo. nuevas vías…
atravesando, los deseos puestos en juego en ese mo- Pueden ser predominantemente intersubjetivas, Trabajar psicoanalíticamente con niños implica
mento y los intereses que se han despertado en esa cuando el conflicto involucra a otros, además del siempre reflexionar sobre la teoría, conocer en pro-
entrevista. Suponer que todos los niños tienen que niño mismo. Sabemos que casi siempre, en el caso fundidad los momentos de la constitución psíquica
responder del mismo modo y que lo tienen que de un niño, todos estos elementos entran en juego, pero también poder renunciar a saberlo todo, escu-
hacer en una o pocas entrevistas implica descono- pero el diagnóstico nos puede dar la pista sobre cuál char al niño y a sus padres, renunciando a ser el
cer la lógica infantil, regida por el narcisismo y el es la situación predominante y cuáles son los polos centro de la escena y apelando permanentemente a
pensamiento primario. en conflicto. También hay que diagnosticar si lo que la creatividad.
Entonces, hay movimientos desubjetivantes está determinando el sufrimiento es la imposibili- La tarea que debemos realizar es fundamental:
cuando se medica para tapar angustias, tristezas o dad de cumplir los deseos por represión y por ende salud mental y educación son los ejes a poner en
temores, cuando se confunde tristeza y angustia con el niño o el adolescente está angustiado o si la per- juego para que las infancias y adolescencias de hoy
trastornos orgánicos o cuando se supone que el turbación es más bien un efecto de la caída narci- puedan ligar las marcas dejadas por las vivencias
modo de contención de un niño desbordado se sista y el sentimiento prevalente es de humillación dolorosas, zurcir los agujeros producto de pérdidas
puede dar a través de una pastilla. y decepción. de seres queridos y tramitar las angustias que aca-
Qué defensas hay en juego, cuáles son las pul- rrea la incertidumbre en relación con el mañana.
Este tipo de violencia produce ciertos efectos siones predominantes, qué tipo de pensamiento es Si estamos a la intemperie, armemos entre todos
particulares: uno es el quiebre de los soportes iden- el que prevalece, qué es lo que se repite… eso es lo un mundo que sea un refugio y a la vez un puerto
tificatorios. El yo de placer se estructura por iden- que tenemos que diagnosticar…para pensar con seguro para que los más chicos puedan explorar te-
tificación con una imagen devaluada o monstruosa quién o con quiénes trabajar, qué metas proponer- rritorios, establecer lazos con otras y otros, jugar y
de sí. Y hacerse cargo de la propia motricidad, del nos, sabiendo a la vez que el camino se va haciendo fantasear… Y, sobre todo, renovemos la esperanza,
en sus posibilidades y en un futuro diferente, ayu-
dándolos a transformar lo vivido en historia a ser
relatada a las generaciones venideras.

Bibliografía

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rrortu Ed., Buenos Aires, 2001.
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Winnicott, D R (1971) Los procesos de maduración y el am-
biente facilitador, Buenos Aires, Hormé
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Las “El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el


mundo. El que quiere nacer tiene que romper el
mundo” (Herman Hesse,1919)
los consumos: el contexto y la época les imprime
particularidades que tenemos que tener presentes
a la hora de abordarlos.
Los adolescentes no solo constituyen un grupo

E
l despliegue de policonsumos clínico particular - con necesidades propias - con
adolescencias junto con prácticas seudo perver-
sas constituye una particularidad
expresiones enormemente heterogéneas y diferen-
tes de los adultos, sino que revisten una condición
de esta época, que parece superar de vulnerabilidad que vuelve imprescindibles inten-
la comprensión de los saberes pre- tos de aproximación diversos tanto teórica como

y sus (poli) establecidos. El accionar de las diversas disciplinas


destinadas a sus cuidados sucumbe ante estos goces
que se han ido instalando, antes de la llegada de
clínicamente. No nos olvidemos que es una etapa
donde se reactualizan conflictos y tendencias del
periodo infantil luego del acallamiento que supone
cualquier reglamentación simbólica que los acote. el periodo de latencia. Sus familias también requie-
Su proliferación ha puesto en cuestión los diferen- ren atención, orientación, respuestas tentativas ante
consumos tes abordajes instituidos y los tratamientos tradicio-
nales ofrecidos. La perplejidad ante estos hechos ha
este abrupto cambio que son responsabilidad -al
menos en parte- de los profesionales que nos inte-
surgido no solo en los profesionales de la salud, sino resamos en este campo.
también en los responsables de las leyes, la jurispru-

problemáticos dencia y la conducción política, donde se hace difí-


cil resolver el problema del sujeto de derecho,
respecto de la responsabilidad y las decisiones a
También el término “consumos problemáticos”
(3) implica variaciones en las formas y la cantidad
de los consumos, como también el hecho de que al-
tomar en cada uno de estos campos. Más que en gunos consumos pueden no llegar a serlo. Lo “pro-
ningún otro fenómeno, estas problemáticas nos in- blemático» permite enfocar un hecho o una
Alicia Donghi troducen de golpe en las consecuencias que el pro- situación desde distintos saberes, evitando concep-
greso va dejando, arrastrando un tratamiento del ciones unívocas. Nos hemos encontrado con algu-
dolor y el sufrimiento que más se parece a una sus- nos diagnósticos cuya prisa más que dar solución a
tancialización de los problemas que a la búsqueda un problema, han resultado estigmatizantes. Tam-
de su causa. bién implica complejizar nuestra mirada en un in-
tento de sustraer el tema de los consumos del lado
No es lo mismo experimentar con drogas, que de la perversión y/o transgresión a las leyes de
abusar de ellas en situación de duelo cual “quitape- otrora. Desde esta perspectiva, la adolescencia no
nas” (1) que hacer del consumo el derrotero de una constituye un concepto universal ahistórico. Tam-
vida, más allá de todo anclaje subjetivo. Cortarse, bién los consumos dependen de la época que le im-
tatuarse, drogarse, extasiarse en la ingesta de ali- prime particularidades propias. Entonces lo
mentos, o privarse de los mismos hasta hacer pal- problemático de la adolescencia y sus consumos
pables los signos de la inanición, permanecer horas proviene de construcciones sociales conformadas
jugando en casinos o en la web, “hiperconectarse” por ideas, creencias y prejuicios. Estas devienen re-
(2) a las redes sociales, celulares, TV, a la informa- presentaciones que dan paso a versiones, que luego
ción y al espectáculo son formas fallidas de intentar se cristalizan en estereotipos. Por ejemplo ”pibes
hacer escritura, allí donde la fascinación por los chorros = “adictos”. Vulneración dependiente la
gadgets hizo al capitalismo distraerse y olvidar lo mas de las veces de condicionamientos socioeconó-
más importante lo que ordena todo, la causa y no micos. La exclusión y la fragmentación social gene-
cualquiera, la perdida. Y por eso estamos sin pér- ran una violencia implícita contenida en las nuevas
dida, pero perdidos, extraviados. formas de agrupamiento. Es desde esta lógica que
El universo virtual prima en un presente expan- “lo social” produce un elemento traumático en la
dido, como si fuera posible un sujeto sin marcas y subjetividad de los adolescentes que demora la
sin historia: lo que ayer era signo, puede hoy ya no construcción de un “yo soy” (4). En este punto nos
serlo y sin aviso previo, caducando sin apenas dejar encontramos con reduccionismos que velan su
huella. Los consumos más problemáticos, en su es- complejidad. Se hace preciso un cambio de para-
tadio más dependiente se vienen considerando en- digma y acompañar legislaciones donde los adoles-
fermedades crónicas y progresivas, confundiendo centes sean objetos de protección y sujetos de
consumo con adicción. El “enfermo” no se curará, derecho (Ley Nacional 26061 de protección integral
en todo caso podrá abstenerse, pero su ser de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes)
“adicto” será el rotulo que el Otro social utilizará así como la Ley Nacional 26657 de Salud Mental
para nombrarlo, borrando toda asunción de res- que ubica a los consumos dentro de las problemá-
ponsabilidad y apropiación de saber sobre su pade- ticas de la salud, considerando a los pacientes suje-
cimiento y de lo que en él lo causa como sujeto tos de derecho, garantizando el acceso a
tratamientos integrales. Este encuadre de las prác-
Adolescencias ticas permite detectar la vulneración de derechos y
dar lugar a acciones tendientes a su restitución. La
Si nos centramos en las adolescencias y sus conformación de equipos interdisciplinarios ha co-
consumos- más o menos problemáticos - nos laborado y colabora en enmarcar la diversidad im-
lleva a hacer algunas apreciaciones respecto de plícita en su abordaje.
ambas pluralidades. Las adolescencias y no la ado-
lescencia en singular, hace referencia a los diver- Suele suceder -o así lo indicaba nuestra idea tra-
sos modos de transitar este momento, según dicional de la adolescencia- que los y las adolescen-
patrones singulares y condiciones socioeconómi- tes asumen conductas riesgosas en su necesidad de
cas diversas, que hacen imposible una categoriza- tantear el afuera, la sociedad, tal como un bebe
ción unificante. En el mismo sentido entendemos asume el riesgo de empezar a dar sus primeros
Página 8 • Abril 2023 Actualidad Psicológica

pasos, caerse, volver a levantarse, etc. Si bien los por la imagen que de él tenía el Otro. Es el mo- no dejarla sola. Cuando acude al consultorio, siem-
adolescentes tantean los riesgos también los evitan, mento, también, de la conmoción de la versión que pre alguno de ellos la acompaña. Como desencade-
en algún lugar dilatan las salidas del “útero fami- se ha armado ese Otro. En el mejor de los casos nante de sus cortes M. sitúa la muerte de su abuela-
liar”, a veces sin vislumbrar un primer riesgo claro podrá ser garantía y sostén y el adolescente tendrá de quien dice haber sido la nieta favorita- muerte
de la adolescencia actual: no terminar de salir de ese allí la oportunidad de cuestionamiento y rebeldía. que coincide con la aparición de su amenorrea.
confort familiar. Por esta razón los y las adolescen- Esta serie de duelos competen tanto al adolescente Según dichos de la paciente: “un poco por delgadez,
tes son vistos -señalados como peligrosos- porque como a sus padres y a su entorno social. Como po- otro poco por estrés…” Su médico clínico le sugiere
son potencialmente portadores de una esperanza, demos observar son duelos que involucran tanto lo consultar con un analista y de ese modo llegó a mi
un motor, un impulso creador, expresión feha- imaginario, lo simbólico como lo real. Si nos situa- consultorio. Llevábamos ya algún tiempo en entre-
ciente de sus trans- formaciones: los cambios en su mos en el registro imaginario las modificaciones del vistas preliminares, cuando la contingencia (tycke)
cuerpo, pensamientos, emociones y vínculos que cuerpo introducen una desestabilización de la ima- quiso que los padres no pudieran acompañarla y en
parecen volcarse hacia el mundo en que viven y al gen corporal infantil. Esta imagen de consolidarse su lugar lo hizo el abuelo (esposo de la mencionada
que deben salir a habitar… sumisamente, con algu- estará sujeta a los afectos más diversos: pudor, ver- abuela ya muerta) y personaje fundamental de esta
nas rebeldías que producen cuerpos y/o identidades güenza, indiferencia, aceptación, rechazo. Y esto historia, de este caso. Concluyendo ya esa sesión
transformadas. La inevitable irrupción somática según la mirada sobretodo de los pares, y en se- con M, y orientada por alguna asociación que allí
que trae aparejada se conjuga con cierta presenta- gunda instancia de los padres si estuvieran a la al- se produjo, y por algo que el abuelo “da a ver” en la
ción en sociedad del niño que ya fue y del joven que tura de “barrarse” lo suficiente. Al registro sala de espera (algo así como una marca o un ta-
todavía no es. Llegados a este punto de convergen- simbólico le corresponde el lento trabajo de duelo tuaje en una muñeca) es que decido cuando sale M,
cia nos encontramos con que los adolescentes se (al que ya nos referimos) de pérdida de las garantías hacer pasar al abuelo unos minutos. Es en ese cruce
emborrachan, protagonizan peleas, se autolesionan, del Otro de la infancia. Si el propio cuerpo puede entre la nieta y el abuelo que chocan sus muñecas
se drogan, tienen sexo sin ningún tipo de protec- cambiar, entonces nada es seguro, ni consistente. derechas, como un saludo cómplice…Se queda el
ción…etc. ¿Pero desde donde lo hacen? ¿Qué bús- Por último, lo real de las transformaciones corpo- abuelo en silencio, observo una de sus muñecas con
queda hay en esas actuaciones tal como se rales, no solo las que involucran la mirada del Otro, un tatuaje que parecían números chiquitos…Re-
presentan en la actualidad? ¿No hay una provoca- de los pares, sino también las más profundas, las paró en mi mirada y agregó con pesar “Soy sobrevi-
ción social para que hagan todo eso ligado sobre hormonales - que inundan el cuerpo de nuevas sen- viente de los campos”, “yo era un niño por eso me
todo a la estimulación del consumo? saciones- y que retomando a Freud producen tanto quedaron chiquitos los números“ (marcas que vuel-
inhibición, síntoma como angustia. ven dos generaciones después en las muñecas au-
Hay puntos de convergencia entre las adoles- Esa oleada pulsional que tanto empuja a satisfa- tolesionadas de M).
cencias y los consumos problemáticos: la compul- cerse como a reeditar lo masturbatorio de la pri- Luego prosigue con un extenso relato, que dijo
sividad. Por un lado, la adolescencia es un tiempo mera infancia, también debe estar preparada para ser la primera vez que lo podía contar… ya que
en el que hay que hacer, donde se les demanda responder según estos cánones a otras exigencias. cuando pisó suelo argentino, luego de 45 días de
cierta acción. Es la época de la “primera vez”, pri- Se suman las primeras experiencias de encuentros viaje junto a otros sobrevivientes se juró a sí mismo,
meras experiencias en el campo del amor y del sexo, corporales, con la curiosidad y la vergüenza que con los pocos años que tenía, que ese horror que-
de la amistad, de la pasión por los ideales, las causas acarrean. Preludio del primer amor en el mejor de daría atrás para siempre, los campos, la guerra, la
políticas, sociales y también de los consumos. En el los casos. penuria del viaje…a partir de ese momento queda-
transcurso de la adolescencia es posible ubicar mo- Teniendo en cuenta la complejidad del tema, rían silenciados. Bajo de la mano de otra sobrevi-
mentos cruciales (5) en el que el adolescente es con- este es el momento de ejemplificación y transmi- viente, con la que luego se casó y que hoy llevaba ya
vocado cada vez más, como sujeto deseante y sión de la puesta en forma de ‘’un’’ dispositivo de un año muerta. Dice con una sonrisa en los labios-
apremiado a dar una respuesta. Esos momentos tratamiento en un centro de problemáticas del con- “Mi nieta se le parece mucho…eran las únicas de las
pueden tomar la forma de una pregunta por una sumo, tratando de conjugar la lógica interdiscipli- familias con ojos claros”. Lo más significativo de su
elección vocacional, por comenzar a trabajar, por naria con la ética psicoanalítica, enmarcando en las relato, que me permitió ordenar el caso de M, fue
asumir una posición sexuada y ponerla en juego aplicaciones del psicoanálisis su eficacia. la circunstancias en que se alimentaban en el barco:
con un partenaire, irse a otro país… o más radical- “Había poca comida, que luego se pudrió, el agua se
mente una huida de la incierta realidad a través de Presentación de “un” dispositivo fue acabando, prácticamente la mitad del viaje solo
las drogas. Estos interrogantes no son más que el tomábamos alcohol de unas barricas con bebidas al-
despliegue de una pregunta estructural: Che vuoi Recibo en la consulta a una paciente de 15 años cohólicas para sobrevivir…y eso que ya éramos so-
¿qué me quiere?, variantes del “que quiero” que an- a quien llamaremos M. Como primera impresión brevivientes”.
gustia sobremanera. No en vano la adolescencia es llama la atención su aspecto enfermizo, su palidez
el terreno preferido de los actings, último recurso y su extrema delgadez. De la primera entrevista se Una pregunta se impone: ¿Qué hacer con esta
frente a la angustia cuyo objetivo consiste en ha- recorta un hecho que marca la gravedad del caso, y información? El abuelo planteó expresamente que
cerse un lugar en la escena del mundo del Otro. hace pensar que se trata de una paciente en riesgo: quería preservar a la nieta del relato de ese horror,
Mundo intermedio entre la infancia y la juventud, “solo toma alcohol” y esto es literal, solo toma be- y a esta altura de su vida no quería cargar con algún
sesgado por la latencia muchas veces amenazada bidas alcohólicas, también se practica cortes en sus posible reproche familiar por ocultar esta parte de
por las circunstancias de la época y las transforma- muñecas, algunos más profundos, otros apenas ras- su historia y por respeto a su esposa muerta con
ciones del propio cuerpo. guños. Atiendo el llamado de los padres, muy pre- quien había realizado este pacto de silencio. Accedí
En esa línea, es un observable clínico la sutil de- ocupados por ella y por sí mismos por no haberlo al pedido del abuelo, y lo derive al Centro, de este
dicación que un adolescente dispensa al cuidado de advertido antes y aceptan ser derivados a un Centro modo respecto de M conservo mi lugar de analista,
su imagen. Evidencia de la búsqueda de algún sem- de atención en problemáticas del consumo para con una información en reserva. Dejo entonces que
blante en su lazo con su grupo de pares para con- armar (construir) un dispositivo intensivo de tra- el dispositivo interdisciplinario se ocupe de “los cui-
trarrestar la temida amenaza: su exclusión. No es tamiento ambulatorio. dados”, poder escuchar dispensada así de tener que
casualidad, que sea un momento en que florezcan La paciente solicita continuar siendo atendida cuidarla. “Cuídense de comprender…” enunciaba
los diarios íntimos, esos testimonios guardados ce- en el consultorio, a lo que accedo a condición de Lacan enfáticamente…Tenemos entonces, una pa-
losamente y solo compartidos con “el mejor que en el mencionado Centro se arme un disposi- ciente que exhibe su extremada delgadez, su ingesta
amigo/a” (6). Delicada escritura y elaboración que tivo intensivo donde se incluyan entrevistas fami- de alcohol como único alimento y sus muñecas
también puede darse en la intimidad del trabajo de liares, evaluación nutricional y psiquiátrica. marcadas. Claramente “da a ver” la historia silen-
duelo por la infancia perdida. Este se hace palpable Sobretodo ante el riesgo cierto e inminente de in- ciada, actúa el secreto (7) más íntimo de sus abuelos
en la transformación del cuerpo, más allá de su vo- toxicación etílica que comprometa su vida. Los pa- sobrevivientes. Pero estas manifestaciones, no son
luntad, al encuentro con una imagen en el espejo dres comienzan las entrevistas familiares, se un síntoma, no es un retorno de lo reprimido, por
en la cual por momentos no se reconoce; y al duelo encuentran muy preocupados por ella y tratan de eso no desliza, no es interpretable, es algo que llama
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a la construcción, a ubicar la pieza faltante y nece- ñala la equivocidad del término sirenita asocia que saber o respuesta preestablecida a la cuestión de la sexualidad...
saria como en el segundo tiempo de la fantasía estas seducían a los navegantes y los llevaban a la (6) Lazo por demás relevante a la hora de encarar la salida exo-
“Pegan a un niño” o como hemos localizado esa muerte. Surge un interrogante: ¿Cómo el alcohol en gámica.
otra referencia de Freud acerca de la Construcción esa travesía hasta que se transformó en el “único ali- (7) La familia puede ser nuestro más preciado cofre del tesoro o
en “Tótem y tabú” : ”La perspectiva de una hipótesis mento”? Recuerda también que la retaban porque a nuestra trampa mortal. Acceder de algún modo a los secretos fa-
que - acaso parezca fantástica pero - tiene la ventaja las muñecas que le regalaban les sacaba los brazos miliares nos libera de la repetición salvaje y de los avatares del
de establecer una unidad insospechada entre series y las manos (¿a la altura de las muñecas?) En fin… duelo bajo sus máscaras y velos (Donghi, A, Innovaciones la prac-
de fenómenos hasta hoy separados” ( Freud, un tratamiento en marcha, una obra en construc- tica II, 2007)
OC,Tomo XII, 1914) ción, que puso a rodar las asociaciones. La opera- (8) Freud, S. (1915 [1914]). “Puntualizaciones sobre el amor de
El encuentro contingente, tíquico, con el abuelo, ción de separación que le permitió tomar la palabra transferencia (Nuevos consejos sobre la técnica de psicoanálisis
en el marco del dispositivo trajo esa pieza faltante. (y no el alcohol) tal vez tuvo que ver con varias pie- III)” y “Recordar, repetir y reelaborar” O.C, tomo XII, Bs As:
Se puede inferir que este abuelo traído a la consulta zas de un rompecabezas, que comenzó cuando la Amorrortu Ed.
como por azar, despliega un “acting” con su nieta acepte en el consultorio y su familia tomo el com- (9) Según cuenta la leyenda el rey de Itaca, Ulises, fue el único
que permite que estas marcas - letras escritas en el promiso de acudir al centro, y sobre todo la apari- hombre que escuchó el canto de las sirenas y sobrevivió. Le costó
cuerpo - empiecen a significarse y formar parte del ción en escena del abuelo. Ella fue alojada y se cursar ese tramo del viaje atado a un mástil y así no perder la di-
relato de este mito familiar, que como todo mito fa- encontró alojamiento para su abuelo. Allí se reveló rección.
miliar abarca al menos tres generaciones. el lugar de partenaire de uno y otro y la identifica- (10) Lacan pudo extraer tres tiempos lógicos, desligados de una
Sabemos ahora, que M está en el lugar de su ción con la abuela que detenía el trabajo de duelo. cronología: el instante de ver, el tiempo de comprender y el mo-
abuela, era su preferida, tiene los ojos claros como mento de concluir en su texto: “El tiempo lógico y el aserto de cer-
ella y comparte las marcas del pacto realizado con Conclusión tidumbre anticipada. Un nuevo sofisma” en Escritos I, Bs As,
el abuelo. “Nuestra tarea consiste en reemplazar el dolor Paidos
En este caso el artificio del dispositivo interdis- desnudo y enigmático por el trabajo de duelo
ciplinario, vino al lugar de la construcción, el por un objeto o una abstracción Bibliografía
abuelo por primera vez rompe el pacto de silencio puesta en su lugar”.
y al expresar su historia guardada, separa a la nieta S. Freud, Duelo y Melancolia,1917 Freud, S. “Tres ensayos de teoría sexual. Parte III: “La metamor-
de la abuela muerta dando lugar al trabajo del fosis de la pubertad” (1905)
duelo. Actualmente el trabajo con la paciente con- El dispositivo de tratamiento de esta adolescente “Dinámica de la transferencia“ (1912) Ed Amorrortu, Bs
tinúa, produciéndose una notable mejoría. Sus aso- y su familia testimonia de una época, la nuestra, As,1976
ciaciones evocan la historia sepultada en aquel viaje donde puede convivir un consumo problemático de “Tótem y tabú” (1913/14) Ed Amorrortu, Bs As,1993
en barco. No es un dato menor que su padre sea alcohol con una posición subjetiva anoréxica de Lacan, J. “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre antici-
marino mercante y que su propio nombre M evo- consumir “nada”. También muestra que los duelos pada. Un nuevo sofisma” Escritos I, Ed Paidos, Bs As,1981
que al mar. Algunas preguntas salen a la superficie – como las crisis, tal vez sus hermanas mayores o Lacan J. “El despertar de la primavera” (1974). Intervenciones y
¿habrá llevado la abuela muerta el secreto a la sus progenitoras, o ¿sus hijas? - y sus tramitaciones textos II. Ed Manantial. Bs As, 1988
tumba? Al decir del abuelo o del mismo modo en se enmarcan en este necesario retorno a lo transge- Donghi, A. “Innovaciones de la practica II. Anorexias, bulimias
que el abuelo chocaba sus marcas en las muñecas neracional que silenciado lesiona o autolesiona el y obesidad (2007) JVEdic. Bs As, 2007
de la muchacha y ellas las repetía ¿la abuela también cuerpo.
habrá también dejado un medio decir y con ello una El dispositivo clínico y su trabajo en red inter-
verdad? disciplinario genero las condiciones para que pu-
Sin embargo, como un acting que atraviesa las diese advenir el “tiempo de comprender” (10)
generaciones, el secreto tan guardado se muestra en propio del trabajo de duelo, allí donde imperaba el
el cuerpo de la nieta, quien ahora solo toma alcohol cortocircuito entre el “instante de ver” y el “mo-
y se corta las muñecas que hace chocar en las ya mento de concluir” propio del acting out.
marcadas muñecas del abuelo.
Psicoanalista. Profesora regular de Grado y
Me encontraba en un dilema, el abuelo había Docente de Posgrado (Facultad de Psicologia.UBA)
confiado la historia de un pasado que había jurado Investigadora UBACyT.
olvidar, pero ese secreto volvía ahora en los sínto- Directora de AAbra (Centro en problemáticas del consumo)
mas de la nieta… como el recuerdo de lo que nunca
fue olvidado, verdaderos fragmentos de vida real:
“Cómo es posible recordar lo que nunca fue olvi- Notas
dado” (8) que no se corresponden con el retorno de
lo reprimido. Se discutió esta información obtenida (1) Freud sostiene en El malestar en la cultura (1930) que la vida
en la entrevista con el equipo tratante del centro y nos resulta demasiado pesada, nos depara excesivos sufrimientos,
convenimos en que no era conveniente forzar de decepciones y empresas imposibles. Para poder soportarla no po- ASOCIACIÓn ARGEnTInA
ningún modo la revelación del secreto. Sobre todo; demos evitar “las quitapenas”, medios que nos permitan mitigar- DE PSICODIAGnÓSTICO
y esto no es menor, porque a partir de este relato los, entre ellos los narcóticos que nos tornan insensibles a ella. DE RORSCHACH

que pone en palabras por primera vez, se siente (2)”Viciar en la compu”, apreciación realizada por los adolescen- • SEMInARIOS:
Z Test. Aplicación en las áreas clínica, laboral y forense- Wartegg - El Psicodiagnóstico
fuertemente conmovido y pidió tomar algunas en- tes de su inmersión virtual “toxica” pericial y el uso del Rorschach en los distintos fueros - Abuso Sexual Intrafamiliar -
Evaluación Psicológica Para Portación De Arma De Fuego - Test de la Persona Bajo la
trevistas con un profesional del centro, además de (3) De ahí la preferencia del uso de este concepto por sobre el de Lluvia - Cuestionario Desiderativo - Orientación Vocacional - Psicología Laboral -
Pensemos juntos Psicosomática
las entrevistas familiares a las que acudiría si “hacía “adicción” más estigmatizante Modalidad: híbrida: presencial / virtual sincrónica
falta su presencia”. Por primera vez en la historia (4) Lacan nos dice sobre la adolescencia en ‘El despertar de la PARA EGRESADOS DE AAPRO:
de esta familia se generaba un lugar para poner en primavera´ en Otros Escritos (1947); “… es el primer despertar • GRUPOS DE SUPERVISIÒN.
• GRUPOS DE ESTUDIO EN NIÑOS Y GRUPO DE ESTUDIO EN
palabras un secreto que laceraba el cuerpo de más sexual en que el cachorro humano se enfrenta indefenso a su pri- PSICOANALISIS
de una generación. mer pasaje al acto normativo: dejarse caer en el campo del Otro. • PSICODIAGnÓSTICOS InSTITUCIOnALES. SUPERVISIOnES

Las asociaciones relanzadas tras la puesta en Esta caída no es otra que la primera alienación fundante: Yo no Aclaración: Por no ser esta Asociación una institución universitaria habilitada para dictar cursos de especialización, maestría
ni doctorado, de acuerdo con la Ley de Educación Superior Nº 24.521 y normas reglamentarias, los certificados que extiende acre-
ditan la realización de cada programa de estudios en particular.
forma de la construcción-dispositivo nos traen al- pienso, soy ese objeto de goce del Otro.” Horarios de Secretaría: 9 a 18 hs.
guna respuesta. La abuela era muy amorosa con ella (5) Alexandre Stevens dice que la adolescencia se presenta para Teléfonos 4777-0351/492 Celular 15-2778-3059
Uriarte 2221. (1425) Buenos Aires.
y la llamaba “Sirenita” (9) porque se anunciaba imi- el adolescente como “la edad de todos los posibles” cuando en re- E-Mail: aapro@ asoc-arg-rorschach.com.ar
tando el ruido de las ambulancias. Cuando se le se- alidad se trata del encuentro con un imposible: la ausencia de un WEB: www.asoc-arg-rorschach.com.ar
Página 10 • Abril 2023 Actualidad Psicológica

La “Los científicos dicen que estamos hechos de


átomos, pero a mí un pajarito me contó que esta-
mos hechos de historias”1
no trae una sino múltiples historias que se super-
ponen, lo anteceden y lo constituyen. Sabemos que
si al que traen es a un niño rara vez viene por
Eduardo Galeano cuenta propia, es hablado por otros que han anti-
cipado para él sueños, deseos, miedos, y fantasías.
transmisión 1. La complejidad en el psicoanálisis
con niños.
Objeto de amor, de cuidados, de odios y de múlti-
ples proyecciones o expectativas. Ha sido nom-
brado, ha sido esperado o no, tiene un lugar en los

E
n epistemología de la complejidad deseos inconscientes de sus padres y antecesores y

intergenera- Edgar Morin llama complejo a un


modo de pensar en el que está pre-
sente la dificultad, en oposición a lo
diferentes significaciones. Muchas veces el niño
responde a eso deseado, otras no. A veces responde
realizando destinos inconscientes de padecimiento,
simple que es una reducción o una enfermedad o locura...-»me hace acordar a mi her-

cional en el simplificación. El todo habita en cada una de las


partes, y a la vez las partes son intervenidas y mo-
dificadas en la interacción con otros sistemas u or-
mano que vive encerrado»- «Es como mi papá y yo
nunca pude hacer que mi papá me entienda» -»tiene
el mismo carácter podrido que mi mamá». Leer en
ganismos que facilitan o inhiben su potencial la transferencia aquellas marcas que precedieron al
singular. niño y que son parte de una historia que lo ante-

análisis de El hombre está hecho de un cuerpo biológico,


pero también de un cuerpo histórico-social, un
cuerpo fantasmático e irracional.
cede, darles un sentido, y una interpretación, per-
mite pasar a valor significante y por ende simbólico
un real que se juega en el niño allí donde no sabe
“Cada ser, aún el más vulgar o anónimo, es un de qué la juega.

niñas y niños. verdadero cosmos. No sólo porque la profusión de


interacciones en su cerebro es mayor que todas las
interacciones en el cosmos, sino también porque
Mucho antes de su existencia real el niño del
que nos hablan ocupa un lugar particular en el fan-
tasma de cada uno de ellos, en el narcisismo, en sus
lleva en sí un mundo fabuloso y desconocido”2. deseos conscientes e inconscientes, en sus miedos,
Todos los que se interesan por la psicología hu- y sus angustias. Nunca Podemos suponer que los
Ariana Lebovic mana saben que los sueños, las locuras, los fantas- padres son informantes objetivos. Por eso es fun-
mas, son parte integrante del ser humano. No son damental tomarnos un tiempo para escucharlos,
superestructuras que se desvanecen, sino su tejido. para conocer cómo se vinculan con su hijo/hija, qué
Como decía Shakespeare en La tempestad: “esta- lugar ocupa el niño en sus deseos, cómo se lo ha in-
mos hechos de la materia de los sueños”.3 vestido, qué miedos o preocupaciones les genera.
Cómo ha sido la historia de ellos, su historia como
Quienes trabajamos con infancias sabemos que pareja, como padres, como hijos, el vínculo con el
la vida psíquica de todo recién llegado se constituye niño. Qué lugar tiene el niño o la niña en la cadena
en interrelación con la vida psíquica de sus padres. generacional.
Contamos con sobrada evidencia acerca de las re- Historias que llevan tiempo y que exigen tener
percusiones que el entorno temprano tiene sobre su disponibilidad para escuchar a quien llega pidiendo
desarrollo cognitivo, emocional, y social. ayuda. Entramado de historias que constituyen la
Cada niño que nace hereda no sólo el ADN de red que sostiene y enlaza al niño.
sus antecesores sino muchas historias de deseos, de
ideales, de ilusiones o de desilusiones que anticipan Ubicar al niño en una historia que lo antecede y
su lugar en el psiquismo parental. Es frecuente que lo constituye permite pensar el sentido de los sín-
el nacimiento de un hijo actualice la historia infantil tomas por lo que nos consultan. Se trata además de
(consciente e inconsciente) de los adultos de quien saber qué tipo de estrategias tendremos que diseñar
depende. para orientar hacia allí nuestras intervenciones. A
Para el psicoanálisis el nacimiento del sujeto de- veces nos encontramos con niños con dificultades
pende del deseo del otro, un deseo que no es anó- para simbolizar, y allí frente al silencio intentamos
nimo sino hijo de una historia que lo precede. La construir, crear, donar sentidos o representaciones.
función de sostén del otro primordial, prótesis psí- Poner palabras y crear la capacidad de jugar. Enla-
quica, hace del bebé un sujeto en potencia, pues zar lo que no tiene nombre a una representación le
pese a su prematurez, el infans es considerado por permite al niño armar una historia enlazándose él
el psicoanálisis como una subjetividad. El trabajo también a la trama de la cadena generacional de la
con niños es complejo pues allí hay una superposi- que depende. Otras veces se trata de interpretar lo
ción de discursos, de amores, pasiones, y miradas oculto, y así develar conflictos entre lo deseado y lo
conscientes e inconscientes que constituyen al niño temido, entre lo prohibido y lo permitido.
y en esa trama también tendrá lugar nuestra palabra
que caerá en la cuenta transferencial. 2 ¿Qué le aporta la perspectiva
vincular al psicoanálisis con niños?
Como dice Serrat “cargan con nuestros dioses “Hemos entendido, cuando formamos parte
y nuestro idioma, y con nuestro porvenir. Por eso de lo que se nos dice”
nos parece que son de goma y que les bastan nues- Heidegger.
tros cuentos para dormir”4. En la cura, en transfe-
rencia, se irá develando qué personaje juega el niño Para el psicoanálisis de las configuraciones fa-
allí donde no sabe de qué la juega. miliares el lazo social es el soporte del hecho psí-
Los padres ocupan un lugar en lo Real de la quico individual, el individuo es un grupo
transferencia en tanto son parte de lo que le pasa al interiorizado. Lo primero es el grupo luego está el
niño desde un lugar no sabido o no pensado. individuo.
Por eso creemos que quien llega a la consulta La idea de Transmisión tiene su origen en los
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textos sociales de Freud, en Moisés y la Religión de acceso y que requiere de elaboración en cuanto o adultos responsables para poder evaluar qué tipo
monoteísta, en Tótem y Tabú. Allí plantea que las a lo enigmático que despierta en las generaciones de abordajes requiere esa consulta en particular.
Herencias Psíquicas garantizan la conservación de venideras. Pues sabemos que la consulta la hagan los padres
las adquisiciones y el potencial psíquico de toda la O puede estar ligada a la pulsión de muerte y a no es suficiente para determinar que sea el niño el
humanidad. Toda generación tiene la tarea de la compulsión de repetición, eso sucede cuando lo que necesita ayuda.
transmitir lo heredado a sus descendientes, así que se transmite es un material no discursivo, no
como las nuevas generaciones tienen que incorpo- tramitado, incluso no pensado. Un material que fue Silvia Gomel (1997) en su artículo “Las tres ge-
rar eso que heredan para poder apropiárselo como silenciado por dolor o por vergüenza y que se trans- neraciones en la constitución subjetiva”5 plantea
base de la identidad. Freud cita a Goethe en Tótem forma en una cripta. Ese resto de historia que no que el sujeto humano no se constituye solo a partir
y Tabú (1913) “Lo que has heredado de tus padres tuvo acceso a la palabra pasa en forma de secreto a de las experiencias ocurridas a lo largo de su propia
hazlo propio para poseerlo”. la siguiente generación. En estos casos la transmi- vida, sino que la subjetividad muestra límites im-
sión es productora de patología, psicosis, trastornos precisos entre pasado, presente y futuro.
La transmisión se da en una interacción donde severos, patologías del acto. Se llama transmisión transgeneracional a un
la mayor parte de las operaciones psíquicas son in- proceso mediante el cual la generación que adviene
conscientes. Resultan del doble movimiento En el caso de niños pequeños muchos de los tiene que asumir las adquisiciones simbólico-ima-
de las impresiones de los padres sobre los hijos trastornos tempranos por los que se nos consulta a ginarias que le son legadas, este proceso se da vía
de las expresiones de los hijos hacia los padres. los analistas (trastornos del sueño, del habla, de la identificación.
alimentación) guardan relación con el psiquismo La familia es la encargada de su transmisión. “Se
La transmisión no es un acto pasivo donde el su- parental ya que el infans por su condición de des- transmiten las nociones de lo prohibido y lo per-
jeto se apropia pasivamente de algo que hereda o valimiento infantil depende de la realidad psíquica mitido, el idioma, el sistema de parentesco, los va-
recibe de otro, sino que pone en juego de entrada del adulto. lores, las ideologías, los criterios estéticos, la
un modo de respuesta. historia oficial. Siempre teniendo en cuenta que lo
El psiquismo del niño está en un estado de pre- transmitido por una familia consiste en un recorte
A través de las identificaciones una generación maturez, es un psiquismo en estructuración, en los posibilitado por su particular perspectiva sobre las
pasa su historia a la siguiente. La identificación es orígenes de su constitución su aparato psíquico no reglas y convenciones de la cultura. La menor o
una vía de transmisión, puede ser consciente e in- está clivado, él y el otro primordial conforman una mayor distancia que haya en su manera de visua-
consciente, parcial o total. Puede pasarla de un unidad, por eso está mucho más en contacto y ex- lizar el mundo en relación con el discurso del con-
modo discursivo, ligado a la pulsión de vida. En este puesto a los significantes enigmáticos e inconscien- junto contribuye en el armado de la cualidad de
caso es fundante del psiquismo, produce un plus tes provenientes del grupo familiar. Esta esa transmisión (…) Pero el proceso de transmi-
que es motor del progreso psíquico ya que entre lo dependencia o apuntalamiento repercute en el sión no se funda únicamente en quién transmite y
que se quiere decir y lo que se dice siempre hay una modo en que un psicoanalista aborda las consultas. qué se transmite: se encuentra asimismo susten-
diferencia productora de nuevos significados. Lo Antes de recibir al pequeño en cuestión es estraté- tado en los modos en que el receptor recibe el le-
que circula es un material al que se tiene cierto nivel gico tener un tiempo de entrevistas con los padres gado de la transmisión, cómo va a hacerla suya,

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Página 12 • Abril 2023 Actualidad Psicológica

qué nuevo giro, qué novedad puede introducir en Julia Kristeva (1969) plantea que estamos habi- tismo de repetición que una repetición significante.
ella, cuánto toma y cuánto desecha. La transmi- tados por textos, somos como archivos, o como una El auto llegaba a un punto donde se caía, y ahí se
sión resulta así un proceso construido entre las ge- biblioteca donde fluyen textos que se desplazan, se detenía el juego que volvía a empezar. La insistencia
neraciones, haciendo borde en cada una de ellas”6. inter-penetran hasta que tal vez se detienen en ana- en este juego repetitivo me hacía pensar en algo de-
En el caso de adultos con traumatismos, duelos no queles y se inmovilizan allí. Pero no somos dueños tenido en su historia ¿su historia? ¿era la historia de
elaborados, o secretos pensamos que se da un tipo de esos textos, sólo sabemos de su existencia por los él, o la de alguno de ellos?
de transmisión inconsciente puede incluirse en el síntomas, intraducibles salvo que un traductor
psiquismo infantil como un ladrillo, en bloque sagaz nos ayude, aunque la versión sea siempre Luego de un tiempo suficientemente bueno de
constituyendo una identificación alienante que ava- aproximada. Esos textos provienen de otros, son encuentros de entrevistas con los padres en los que
salla la singularidad. deseos de otros, Julia Kristeva se pregunta si se trata pudimos amasar y darle forma a la transferencia
de un problema de intertextualidad, no sólo de in- surgió la revelación de una historia, una tragedia fa-
En este sentido la cualidad de su transmisión tersubjetividad. Como psicoanalistas somos los tra- miliar, un accidente en la temprana infancia de la
hace a los modos de inscripción y de retorno de la ductores traidores, ya que nuestra ciencia no es madre en el que había muerto un niño pequeño, ac-
historia en la constitución subjetiva de quien la re- exacta y la interpretación nunca es una traducción cidente que había quedado como una vergüenza fa-
cibe. Si la transmisión se realiza por medios simbó- fiel sino más bien una búsqueda de la palabra per- miliar y conminado al silencio y la vergüenza.
licos-discursivos se amplían los hilos que entretejen dida o ausente, que aflora o se hace oír a través de Teniendo ella 4 años queda al cuidado de un niño
la trama psíquica, es una transmisión ligada a la los síntomas. de 2 años que cae desde un balcón y muere. Lo trau-
pulsión de vida, fundante del psiquismo. La trans- mático no elaborado influía en la dificultad para
misión vía matriz significante convierte al sujeto en Diego García Reinoso se pregunta ¿cómo in- cuidar y estar a cargo de Ciro.
un eslabón más de la cadena generacional, le otorga cluir el discurso familiar en transferencia, en el A través de un trabajo en transferencia pudimos
un lugar. El mecanismo psíquico que predomina es discurso del niño que se analiza, discurso que tan construir cómo el nacimiento de Ciro había actua-
el de la Represión, pues siempre en la transmisión a menudo carece de palabras o que se expresa en lizado en la madre marcas no elaboradas de su pro-
se produce una diferencia entre lo que se quiere un juego sin palabras, pero en el que están inclui- pia historia infantil que aparecían a través de
decir y lo que efectivamente se dice. En este sentido das las palabras? ¿Todos los niños, o casi todos ha- actings out. Se sentía con tan poca confianza en su
aquello que se transmite en forma reprimida re- blan cuando juegan o juegan hablando, pero ¿son capacidad de cuidado que lo cedía a otros supo-
torna por la vía del síntoma. dueños del discurso?8 niendo que serían mejores que ella. Otros que lo
Erik Porge (1986) plantea que el niño con su acunaban, lo calmaban, lo nombraban. El miedo no
La otra vertiente de la transmisión está ligada a síntoma habla a la cantonade, al aire, entre bam- consciente de provocar algún daño la llevaba a de-
la pulsión de muerte y a la compulsión a la repeti- balinas, buscando que alguien sea un buen enten- legar en otros los cuidados del hijo, a estar con él lo
ción. Se trata de una transmisión sin palabras dedor de un discurso que no puede pasar. menos posible, out, por el temor a causarle daño.
donde lo no elaborado ni tramitado de la genera- Podemos pensar algunas consultas como el in- Lo no pensado había hecho un cortocircuito en el
ción de los padres pasa a los hijos a través de un ma- tento desesperado de encontrar un traductor de vínculo con su hijo interfiriendo en su capacidad de
terial no discursivo. Se trata de fragmentos que se ciertos textos que en calidad de sagrados o prohi- conexión con el niño. No lo entendía. Ciro no podía
transmiten vía compulsión a la repetición. bidos no pueden dejar de repetirse en su intento incorporar la lengua materna, encarnando así no
de ser desencriptados. sólo algo de lo no dicho familiar sino algo de lo no
Los trastornos en la infancia temprana muchas pensado, un niño caído de la escena materna.
veces se articulan fuertemente con déficits semán- En busca de las palabras perdidas.9
ticos propios de la trama familiar; en ellos habitan “La Salud mental es pasar a otra cosa” El trabajo en binomio madre-hijo ayudó a re-
además fragmentos de discursos transgeneraciona- Jean Allouch. instalar la función materna venida a menos. En-
les que se trasmitieran sin elaboración. En ocasio- cuentros de juego permitieron otra conexión entre
nes, expresan también el impacto traumático de Los padres de Ciro de 4 años llegaron angustia- madre e hijo, habilitados por mi mirada como sos-
situaciones actuales que el grupo familiar no puede dos a la consulta ante la posibilidad de que Ciro sea tén. Cantar, jugar, hablar. Otro espejo se armaba en
elaborar, aflorando en ese psiquismo en vías de autista. Habían retornado de un país extranjero el juego de miradas que nos incluía a todos, y que
constitución aún no clivado. donde pasaron los últimos años, lejos de su país de posibilitaba a la mamá de Ciro verse reflejada como
Dichas discursividades se encarnan así en pato- origen y de su lengua materna. Lo familiar y lo ex- madre en una escena que parecía un hito inaugural
logías tempranas, a la vez que obturan la singulari- traño aparecían de entrada como elementos a con- de su maternidad.
zación del aparato psíquico en vías de constitución. siderar. El embarazo y los primeros años habían El trabajo y la apuesta analítica habilitaron un
Nos encontramos entonces con patologías severas, sido una experiencia intensa en emociones, pero espacio de encuentro a través de canciones, juegos
en las cuales se entrecruza aquello que en las dis- también de mucha soledad, sobre todo para la y palabras allí donde reinaba el silencio. El espacio
cursividades familiares y particularmente en la psi- madre que pasaba jornadas enteras sola a cargo del permitió la construcción de escenas que favore-
que de los padres no ha podido ser metabolizado; pequeño. Lo cuidaba, pero le costaba entenderlo, cieron el despliegue fantasmático, coagulado y de-
lo que en generaciones anteriores fue renegado o no podía conectar con él. Durante las primeras en- tenido. La caída puesta en juego en forma
repudiado, no siendo tramitado por vía de la elabo- trevistas, el padre era quien tomaba activamente la repetitiva estaba más cerca de la compulsión que
ración psíquica. Los hijos son así herederos de pa- palabra. La madre ocupaba el espacio de manera si- la creación. Había que ayudar a Ciro y a su mamá
dres y antepasados, tanto en lo que hace al destino lenciosa ¿muda? a construir caminos más confiables donde conti-
como a la significación. Ciro balbuceaba un lenguaje incomprensible, nuar la travesía.
Como dice Diego García Reinoso (1980) “Se un lenguaje al que le inventé un nombre, lenguaje Los encuentros con los padres habilitaron la co-
despliega en el grupo una trama fantasmática fa- minion10. Sin embargo, de entrada, mostró su inte- municación y la tramitación de un real no elabo-
miliar que constituye la “Otra escena” familiar, rés en establecer contacto a través de un juego de rado. Lo que no pudo ser pensado empezaba a
entramado simbólico imaginario en el que se ge- miradas y sonrisas, Gesto al que hice lugar como su ponerse en palabras, nombrar lo innombrable en el
nera una circulación fantasmática. Cuando ésta intención de entrar en comunicación. Miradas y se- marco del análisis permitió hacer lugar a la historia.
parece detenerse, al modo en que se interrumpe la ñalamientos. Con su dedo índice me señalaba los En sesión Ciro empezó a hablar, a llamar a cada
proyección de un film, se fija en una secuencia; tal juguetes que quería que le acerque para jugar o me cosa por su nombre. Un movimiento empezaba a
imagen a menudo tiende a cristalizar en el espacio tomaba de la mano y me guiaba hasta donde él que- producirse. Quería incorporar las palabras del
psíquico del niño pequeño, dado que dicho espa- ría ir. Era muy simpático y cariñoso, aunque un mundo, las reglas culturales, las buenas formas so-
cio, escasamente diferenciado y todavía precaria- poco terco también. ciales. Copiaba palabras, letras, imágenes, estaba
mente constituido, opone escasos límites y Movía los autos, los metía en lugares cerrados o ávido de aprender. Su posición con respecto el
fronteras indefinidas a la irrupción de lo peligrosos desde donde caían al vacío, pero no ju- aprendizaje empezaba a conmoverse, empezando a
familiar”.7 gaba. La repetición del juego era más un automa- asomar la curiosidad y los deseos de saber.
Actualidad Psicológica Abril 2023 • Página 13

Un día dibujó una persona en el pizarrón, ya no Yo no es amo en su propia casa y habla de huéspe- hijo criado por padres portadores de un trauma-
tenía un lenguaje incomprensible ni extraterrestre, des extraños que parecen más poderosos que los so- tismo no elaborado y clivado debe tratar no ya con
afloraba un niño que se interesaba por los nombres metidos al yo. una con una experiencia traumática personal sino
de las letras, las formas, los colores. Ya no eran Cuando en una familia la experiencia del pasado con el clivaje del o los padres de quien depende psí-
autos chocando sino niños subiendo al «colectivo» y la percepción de ciertos hechos es desmentida por quicamente. Estas experiencias pueden afectar el
para ir al jardín, era papá e hijo peleando en escenas los otros significativos, pueden emerger fenómenos psiquismo del niño, pero también, según los auto-
típicamente competitivas y edípicas. de desrealización o de despersonalización en las res, pueden dar lugar a la puesta en forma de acti-
Era el nacimiento del sujeto, pero también era personas que perciben en forma diferente, llevando vidades sublimatorias. Otorgar significado a lo
el surgimiento de un niño. incluso a la descalificación de la propia percepción desmentido o forcluído de una historia tanto indi-
para conservar el vínculo. Un hijo capturado en una vidual como familiar o colectiva, supone recuperar
Según Maud Mannoni (1967) en el síntoma del configuración de transmisión como esta puede de- la capacidad simbólica e intentar que la cadena ge-
niño está siempre incluida una palabra del padre o sarrollar síntomas aparentemente desprovistos de nealógica de transmisión de lo negativizado no re-
de la madre. Una palabra que, clausurada para ellos, todo sentido, tanto en el campo de los aprendizajes quiera encarnarse en el cuerpo de una tercera
se escucha ya no como palabra sino como síntoma, (J.L. Brenoty M. Brenot) como en el de los trastor- generación para poder adquirir un sentido.
en el niño. Es esa palabra encerrada la que busca- nos mentales: especialmente conductas toxicóma-
mos a veces en un niño que aún no posee el domi- nas, alcoholismo y delirios (M. Enríquez). Escribir la historia es una forma de elaborar los
nio de la palabra, pero es la que sostiene el síntoma, El proceso de transmisión no recae solo en traumatismos de los antepasados y además es una
la que perpetúa la unión indisoluble entre madre e quién transmite y qué se trasmite, también es muy manera simbólica de transmitir y acercar a las nue-
hijo. En “El niño, su enfermedad y los otros” (1967) importante los modos en que el sujeto recibe el le- vas generaciones a la verdad sobre los orígenes. En
plantea que la madre (también el padre) expresa gado de la transmisión, cuánto toma, cuánto dese- este sentido se piensa la importancia del testimonio
con su palabra (que puede estar silenciada) la pe- cha, qué cambios o giros puede introducir es decir y de la escritura en psicoanálisis. Si se denomina
rennidad de su presencia en los síntomas del hijo. qué hace con aquello que le fue dado. Por lo tanto, testigo tanto al que habla de lo que ha visto, vivido
De esta manera no hay corte, se anula toda separa- no hay un psiquismo que esté sobredeterminado u oído como a quien lo escucha, oye y recoge su tes-
ción madre-hijo, no existe la muerte en los proge- por las marcas ancestrales, sino que hay un psi- timonio, no puede haber testimonios si no se reú-
nitores y es el hijo el que puede estar en peligro de quismo abierto a rectificaciones y transformacio- nen esas dos clases de testigos. De modo que el
morir, no tan sólo como ser vivo sino como sujeto nes. Lo novedoso producido en la historia de un testimonio estaría hecho no solo de palabras dichas
de su propio deseo. sujeto podrá sobrevenir tanto por un punto de anu- a otros sino también de la creencia de este otro en
damiento azaroso como por un cambio de sentido la veracidad de lo dicho, que podría así autentificar
En ese lugar asignado al niño aún antes de nacer situacional. la vivencia del sobreviviente y devolvérsela.
puede comenzar el fracaso de una cura llevada a Raíces y anticipaciones son imprescindibles
cabo muchos años después. para la constitución del sujeto psíquico. Al respecto, Notas
dice Piera Aulagnier: “La versión que el discurso
Por todo esto es indispensable poder escuchar materno le propone acerca de un tiempo que lo ha 1 Galeano, Eduardo (1989) “El libro de los abrazos”, Siglo XXI
el discurso familiar como una escritura trans-indi- precedido puede ser una fábula: es mejor esto que editores.
vidual en el psiquismo infantil. Asumir la transfe- el silencio, porque el yo infantil no puede auto- 2 Morin, Edgar (1992) “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjeti-
rencia de los padres no sólo es ineludible sino crear este primer capítulo por el solo recurso a la vidad, Paidós editorial.
conveniente. Son ellos los que significan las prime- extraña “escritura” y a la extraña “memoria’ pro- 3 Shakespeare, William (1611): La Tempestad, Austral editor-
ras experiencias corporales, los gestos, las palabras, pias de su cuerpo”.11 ial.
mucho antes de que pueda él mismo ser dueño de En tanto el psiquismo se construye “en ocasión 4 Serrat, Joan Manuel (1981): Esos Locos Bajitos, Álbum En
sus propias palabras, por eso en muchas situaciones de” y no “a causa de”, en articulación transforma- Tránsito.
es imprescindible trabajar con ellos, no derivarlos dora de múltiples determinaciones que constituyen 5 Gomel, Silvia (1997) Transimisión generacional, familia y
a otros espacios. El niño es hablado por otros que la trama inicial, considero que a lo largo de toda la subjetividad, Lugar editorial.
constituyen discursos acerca de lo que le pasa. Se vida la construcción subjetiva habrá de continuar 6 Gomel, Silvia (1997) Transimisión generacional, familia y
trata de un discurso constituido alrededor del sín- reformulándose conflictivamente. El Inter juego subjetividad, Lugar editorial.
toma del niño y que abarca a los adultos con sus entre la reproducción de lo dado y la creación de lo 7 García Reinoso, Diego (1990) El Discurso familiar como es-
propias representaciones de la infancia. nuevo, seguirá insistiendo en una tensión en que critura transindividual, Ediciones Diarios Clínicos, Revista de
pulsión de muerte y pulsión de vida habrán de ex- psicoanálisis con niños y adolescentes.
¿Qué se dice de eso que le pasa? ¿Cómo escu- presarse como conflicto fundante”. La herencia no 8 García Reinoso, Diego (1990) El Discurso familiar como es-
char el síntoma del niño? ¿Se lo escucha como un es recibida pasivamente, el sujeto del inconsciente critura transindividual, Ediciones Diarios Clínicos, Revista de
mensaje, una palabra encerrada? ¿es el niño con su realiza una adquisición apropiativa de la misma. El psicoanálisis con niños y adolescentes.
padecimiento quien realiza la presencia de un ob- psiquismo es una configuración abierta, transfor- 9 El material clínico presentado ha sido modificado para su pu-
jeto fantasmático de alguno de los padres? mable, susceptible de nuevas inscripciones, hay una blicación, los datos reales han sido ficcionalizados, cualquier
No se separa con fórceps sino con estructuras metabolización activa de la propuesta familiar y so- parecido a la realidad es mera coincidencia.
de ficción y en transferencia. ciocultural. La construcción de la subjetividad no 10 Los minions son personajes de una película infantil llamada
está determinada por causas de orden lineal, sino Nace un villano (2015) son unas pequeñas criaturas que se co-
Para que un recién nacido organice su mundo que incluye determinaciones complejas. munican en un lenguaje difícil de entender.
interno y construya su psiquismo tiene que apo- 11 Aulagnier Castoriadis, Piera (1977) La violencia de la inter-
yarse en el funcionamiento psíquico de las personas En el libro “El psiquismo ante la prueba de las pretación: del pictograma al enunciado. Amorrortu editores.
más significativas de su entorno, quienes le trans- generaciones” los autores plantean que cuando en
miten sus vivencias, sus maneras de pensar y expe- una generación después de un traumatismo no se
rimentar el mundo. Se le asigna la misión de hace el trabajo de elaboración psíquica resulta en
asegurar la continuidad de la generación desde un consecuencia un clivaje que va a constituir para las
lugar que le es asignado mediante un contrato nar- generaciones posteriores una verdadera prehistoria
cisista (P. Aulagnier, 1975) es decir aquello que el de su historia personal. El suceso en cuestión puede
niño tendrá que cumplir a cambio de la investidura denominarse indecible en la medida en que está
de la que será objeto desde las figuras parentales. presente en aquellos que lo vivieron, pero no pue-
Contrato narcisista y pacto de negación. den hablar de ello a causa de una vergüenza. Son
Freud en el texto “Una dificultad en psicoanáli- los portadores de una cripta que transmiten a la si-
sis” al hablar de ciertas enfermedades refiere que el guiente generación. En la generación siguiente, el
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Cuando la I - Pensar lo complejo de las neurosis, nos permitimos prescindir, en al-


guna medida, de considerar un cierto nivel de com-

P
uede afirmarse que la complejidad plejidad. Actuamos sin la pretensión de controlar
es una cualidad inherente a cual- todas las variables y como si el espacio en el que de-
quier manifestación de lo hu- sarrollamos nuestro trabajo -el famoso “encuadre”-
complejidad mano, lo cual es especialmente
notable en su dimensión psicoló-
fuera realmente una garantía protectora. Y por
cierto funciona: para esa porción de pacientes, la
gica. El aparato psíquico es en sí mismo un sistema práctica habitual del psicoanálisis abre una puerta
complejo, en tanto cumple los requisitos que Edgar que parecía clausurada y los pone en condiciones

habita el Morin (2003) propuso como distintivos de tal


forma de existencia: es un sistema abierto, y, por
tanto, “auto-eco-organizador”, en la medida en que
de utilizar partes de sí que hasta ese momento esta-
ban excluidas de su vida, con el consiguiente alivio
del malestar.
su individualidad misma está entrañablemente li- Pero entonces, creyéndonos a salvo de la com-
gada a relaciones muy ricas con el ambiente, lo que plejidad, vemos como ésta reclama ser escuchada,
consultorio: determina su dependencia mutua. No puede ser re-
ducido a los elementos que lo componen: el apa-
por el agravamiento sintomático o a causa del es-
tancamiento en el tratamiento psicoanalítico del
rato psíquico no es el yo, ni el ello ni el superyó, ni niño o del adolescente. Otros pacientes no respon-
una mera yuxtaposición de ellos. Tampoco se den a los encuadres conocidos y ello nos lleva a im-

niños y puede subsumir todo el funcionamiento psíquico


en el del inconsciente, y está claro que la conscien-
cia está lejos de encontrar en sí misma sus propios
plementar (imaginar,
intervenciones distintas.
inventar, crear)

En primer lugar, se hace necesario considerar en


fundamentos. estos casos -los así llamados «niños atípicos» o «di-

adolescentes En otras palabras, es más que la suma de sus


partes; produce nuevas propiedades emergentes, en
tanto -como propone Green- la suma de los efectos
fíciles»- el proceso de constitución subjetiva. Es
decir, la medida en que se ha adquirido la posibili-
dad de tomar en cuenta al otro como separado del
mutuos de las distintas instancias que lo componen yo y diferente a él, así como la capacidad de control
es lo que cabe denominar “sujeto”, una realidad de los propios impulsos. Se trata de dos logros fun-

en análisis nueva, diferente a la de cada una de las instancias.


“El aparato psíquico -señala Green- sería su expre-
sión objetivante, mientras que el sujeto quedaría
damentales en ese proceso de constitución del su-
jeto psíquico: la cualificación de las cantidades de
excitación y la diferenciación entre yo y objeto. En
asignado a la experiencia de la subjetividad” la medida en que esas operaciones psíquicas se vean
(Green, 1996, 27). Este sistema requiere un cons- perturbadas, se afectará la estabilidad de las inves-
Juan José Calzetta tante aporte de energía (e información) por parte tiduras libidinales y se incrementará el riesgo de
del ambiente porque está siempre fuera de un daño al funcionamiento psíquico. Como conse-
punto de equilibrio estático, pero tiende a mantener cuencia de esos procesos tóxicos suelen observarse
dinámicamente su adaptación. Además, puede ser intolerancia a la frustración y a la demora, rigidez
Fabiana Freidin puesto en relación con otros sistemas limítrofes yoica e incapacidad de negociación.
como por ejemplo el que se revela a partir de los co- La realidad clínica obliga a reconocer, en esos
nocimientos sobre dinámica familiar y vinculari- casos, un nivel de complejidad mayor, que excede
dad, o el que describen las neurociencias. Esta los límites de nuestra conceptualización tradicio-
complejidad puede ser concebida como efecto de la nal. Enfrentamos diversas fuentes de esa hipercom-
intersección de líneas causales relativamente inde- plejidad. Por ejemplo: lo familiar, que juega a favor
pendientes entre sí (en tanto, como señala Morin, o en contra de la constitución subjetiva; las expe-
la complejidad está íntimamente ligada con el azar); riencias traumáticas tempranas intensas o reitera-
concepción que facilita la adopción de una visión das, por abuso o por otras causas, y lo orgánico,
interdisciplinaria, y la aproxima al modelo etioló- por lo menos de dos maneras distintas: 1) la disca-
gico freudiano de las series complementarias. pacidad de origen neurológico y 2) la enfermedad
Si el aparato psíquico es en sí complejo, todos orgánica, no neurológica, que altera la experiencia
los sujetos lo son; también, obviamente, todos los de la subjetividad.
niños y adolescentes. ¿Cuál es, entonces, la cualidad Lo aparentemente simple -un síntoma de un
que se invoca cuando se habla de niñeces, adoles- niño- abre el camino a que pueda reconocerse, por
cencias o, simplemente, casos complejos? La res- ejemplo, una difícil situación parental, de la que el
puesta es antes clínica que teórica. Para una cierta problema que lleva a consultar por el hijo resulta
porción de quienes demandan atención a su sufri- ser un emergente. Aquí se impone un abordaje de
miento psíquico, creemos poder dar cuenta de él dicha situación, que, de ser obviada, llevará al tra-
con un bagaje de recursos que forma parte habitual tamiento centrado únicamente en el niño al fracaso.
de nuestra práctica cotidiana. Entendemos, en esos Múltiples situaciones clínicas se nos presentan en
casos, el mecanismo de formación de síntomas y este sentido, con alta frecuencia. En esos casos surge
disponemos de herramientas para enfrentarlos, no la necesidad de trabajar aspectos vinculares que -
importa si la labor que eso demande sea larga y di- oficiando de predisponentes- forman parte de la
fícil, no siempre premiada con el éxito. Nos senti- ecuación etiológica, ya que la causalidad no puede
mos pertrechados para el desafío, aun cuando sostenerse de manera relativamente simple, como
recordemos que siempre lo que tenemos ante no- hemos planteado al comienzo.
sotros es un enigma, que nuestro diagnóstico no es
más que una presunción de corto alcance, una hi- II - Lo complejo en la clínica
pótesis provisoria, y que, aun en el mejor de los
casos, entre la intención y la verdad se interponen Una niña de 6 años, diagnosticada con un Tras-
varias capas de resistencia. torno de déficit de atención, en el marco de la com-
Con todo lo complejo que pueda ser el análisis prensión que ofrecen los manuales estadísticos de
Actualidad Psicológica Abril 2023 • Página 15

diagnóstico, resulta ser la depositaria de aspectos ne- cluyen la estimulación de las áreas del lenguaje, ductas impulsivas, confusión, vivencias de terror,
gativos de los padres en un grado tal, que rechazan cognitiva, la motricidad, maestra de apoyo y psico- masturbación compulsiva, siendo necesario el esta-
vincularse afectivamente con ella. Su comporta- terapia. Si bien, al comienzo predominaban accio- blecimiento de marcos muy firmes. La transferencia
miento oposicionista los irrita, los decepciona, les nes muy limitadas y repetitivas (apilar cubos, hacer y la contratransferencia cobran gran intensidad. Se
genera respuestas y severos castigos, que sólo au- caer objetos, jugar carreras con auto), y muy pocas hace imprescindible el trabajo con la familia, que
mentan las reacciones-acciones de la niña. La com- palabras, se fue abriendo paso a lo lúdico, tan rudi- será el ámbito privilegiado para ofrecer una posibi-
paran con su hermano, notoriamente adaptado a los mentario como genuino. Se fue logrando una com- lidad de holding a estos niños y niñas con subjetivi-
ideales familiares. La desventaja en la comparación plejización en un psiquismo que estaba aplastado dades vulneradas. Puede citarse el caso de una niña,
refuerza sus apreciaciones sobre la hija. La impoten- por la limitación física y la falta de esperanza, una recientemente adoptada, que alterna los comporta-
cia de los padres frente a la niña es marcada; se creciente complejidad en esa simbolización tan pre- mientos disruptivos descriptos con recuerdos frag-
puede suponer que tanta violencia de los adultos caria. Arribamos a representaciones del Complejo mentarios y penosos, sobre un pasado de violencia
habla, en verdad, de falencias en el holding (Winni- de Edipo, ordenador universal, con muñecos que del que fue objeto. Cuando juega en las sesiones fa-
cott, 1965) y que, si hay déficits en juego, uno de escenificaban el papá y la nena abrazándose o bai- miliares lo hace de modo acelerado, necesita irse,
ellos es, en este caso, el que afecta a las funciones pa- lando, viajando en coche, mientras la mamá se iba pero luego quiere quedarse. Incluye y excluye a sus
rentales. En el tratamiento de la niña, su intensa a trabajar, o los niños yendo a la escuela, al campa- nuevos padres en las escenas, sobre un fondo de no-
transferencia negativa es alojada, sin responder a sus mento, despidiéndose y encontrándose. Armaba su toria angustia. Aquí lo complejo está en la historia;
provocaciones en forma hostil, como lo hacían sus familia ampliada cada sesión con muchos muñecos, su yo aun no puede organizar lo nuevo y benéfico
padres. Si bien esto es así en todos los casos con los incluyendo tíos, madrina, padrino y, lo que es más que se le ofrece porque lo traumático está presente,
que trabajamos, aquí fue crucial. Dada la conflictiva sorprendente, a un tío fallecido, Felipe, al que no aún sin suficiente tramitación.
compleja, se trabaja en forma paralela con entrevis- había conocido. Llegó a crear una historia donde
tas a los padres, encuentros vinculares y sesiones con éste vivía en el campo, tenía mascotas y le contaba Tal vez podría considerarse en el extremo de la
la niña. Con los padres, se apunta a generar, por un cuentos -novela familiar a la que tuvo acceso-. Pen- complejidad la clínica con autistas graves, en parti-
lado, empatía con el sufrimiento de la hija; por otro, sar en el tío la ponía triste, porque lo extrañaba. cular quienes carecen no sólo de la posibilidad de
a tomar nota de sus propios sentimientos de frus- ¿Qué más complejo que la nostalgia por alguien que expresarse mediante el lenguaje verbal, sino que lle-
tración y hostilidad que genera esta crianza difícil, nunca estuvo? «Te voy a extrañar» dijo al acercarse gan incluso a encontrar cerrado el camino a cual-
vivida por ellos como agotadora y frustrante. El la separación por vacaciones. También armó un quier otra forma de expresión simbólica. El
fondo sobre el que se presenta el problema es una cuento. Ella dibujaba, escribiendo la analista los tex- terapeuta que intenta trabajar con la subjetividad se
conflictiva en la pareja parental, que va revelándose tos que la nena refería mientras ella hacía lo propio encuentra allí solo y desnudo, sin ninguna de sus
conforme se avanza en la estrategia. Con la niña, se con nombres que sí podía escribir: las amigas, papá herramientas habituales y sin indicación de un ca-
propicia un espacio de expresión para entender qué y mamá, ella misma. El cuento iba a la casa y lo leía mino que comenzar a recorrer. Se ha llegado a decir
es lo que la enoja y la lleva a rechazar lo que le ofre- con sus padres antes de dormir y volvía al consul- que eso ocurre porque no hay allí sujeto alguno, que
cen sus padres y a hacerse rechazar, cuando lo que torio, donde se seguía complejizando la historia ar- es en vano intentar comunicación con lo que no
pide es una mayor presencia de ellos. El proceso mada pieza por pieza, con interés y placer existe, que sólo es posible el condicionamiento y la
lleva a la emergencia de una vinculación más amo- compartidos... De este modo, se dio lugar a la emer- implantación de algunos gestos adaptativos a la
rosa, al pedido de realizar nuevas actividades y de- gencia de la subjetividad, en una niña inicialmente vida convencional con los otros. Quien haya traba-
portes, a un cambio de escuela y a la disminución de objetualizada por una mirada limitada por prejui- jado algún tiempo con esos niños sabe que no es así,
reacciones violentas en los padres. cios. Es necesario destacar que el sostén de los pa- que esa vivencia de desolación, de vacío, en el borde
Otras importantes falencias en el holding se ex- dres era muy firme, como así también lo era la de la angustia, que lo embarga es producto de una
presan en los accidentes infantiles autoprovocados libidinización de esta niña, aspecto que fue crucial identificación con ese otro que tiene ante sí, con su
y reiterados. Esta manifestación del sufrimiento in- en su evolución. intento la más de las veces infructuoso por encon-
fantil merece una profundización, dado sus aspec- En los casos de abuso y experiencias traumáticas trar el sentido de lo que acontece y la vía que le per-
tos tanáticos y el riesgo para la integridad física y tempranas, que muchas veces se observan en los mita acceder al vínculo con los otros, el cual
emocional que implican. Se ha podido estudiar análisis de niños adoptados a edades mayores, la necesita desesperadamente, pero al que, a la vez, se
cómo la falta de un adecuado sostén parental lleva complejidad de lo vivido, -escindido o desmentido- ve obligado a rechazar para sobrevivir.
a los niños con accidentes a “no dejar de caer” (Frei- , suele aparecer a nivel del comportamiento: las Esa forma particular de nexo afectivo entre el te-
din, 2018), lesionándose con frecuencia, sin que marcas del daño se reflejan en hiperactividad, con- rapeuta y su paciente, que podría ser llamado “con-
esto logre ser leído como una llamada a un otro que
contenga, que preste una mirada que espeje al niño
(Winnicott, 1970). La falta de mirada, la negligencia
o el maltrato llevan a actuaciones graves en los
niños, exponiéndolos al dolor físico y la laceración,
problemática a todas luces compleja, que requiere
de estrategias de prevención y tratamiento (Freidin
y Calzetta, 2015, 2016)
Otras tantas situaciones clínicas nos alertan
sobre lo paradójico de la “complejidad” de ciertos
casos. A modo de ejemplo: una niña pequeña, que
presenta una discapacidad mental asociada a una
enfermedad orgánica de orden neurológico, por lo
tanto, con un “techo”, planteado por sus maestros
y médicos, hace un progreso en la psicoterapia, mo-
vilizada por un fuerte enlace transferencial propio
y de sus padres. Nunca hablaría, y sin embargo
habla, y no solamente eso: baila, logra hacerse ami-
gos y aprender, en contextos cuidados y acompa-
ñada por su equipo tratante interdisciplinario.
¿Diríamos que este caso resultó ser menos com-
plejo? Sin dudas es compleja la enfermedad médica
de la paciente, sus secuelas y los abordajes, que in-
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tratransferencia” si se admite estirar el concepto sus conductas autistas -las que tenían un sentido de vínculo. En otros, cuando lo que se opone a la
hasta ese extremo, es, las más de las veces, la única claramente defensivo con respecto a la dependen- cura proviene del funcionamiento del soma, se im-
luz con que cuenta para guiarse en la oscuridad. No cia del objeto- cedieron y dieron paso a otras más pone reconocer el límite sin dejar de advertir que,
sirve repetir recetas aprendidas, porque la diferen- acordes con el vínculo familiar. Lo que parecía de- a veces, el trabajo en el campo de la subjetividad re-
cia entre uno y otro caso las invalida. El fulgor de tenido en forma irreversible pudo ponerse en mo- vierte sobre el sustrato biológico, modificando su
un momento de vínculo, la luz de una mirada, una vimiento. Un movimiento incierto, es verdad, pero forma de expresión en un sentido beneficioso para
sonrisa o una palabra compensan, cuando ocurren, muchas veces el mejor aporte terapéutico es, pre- el paciente.
muchas horas en el límite de la desesperanza. cisamente, el de preservar la incertidumbre en el Finalmente, con respecto al efecto de situacio-
Otro camino ha permitido aprender algo más destino de un sujeto. nes traumáticas, vale la pena recordar que, para
acerca de la complejidad extrema de estos casos. La Freud, la consecuencia de un trauma sólo puede ser
investigación clínica mostró que muchos de los su- En lo relativo a la pubertad y la adolescencia, la pensada en relación con la disposición pulsional, la
jetos más afectados por esa radical dificultad comu- complejidad propia de la etapa está dada por la in- que remite tanto a cuestiones del basamento bioló-
nicacional y, en general, simbólica, son, sin tensa interacción de factores biológicos, ambienta- gico como a las experiencias infantiles más tempra-
embargo, capaces de aprender a comunicarse a tra- les y psicológicos. La pubertad exige un nuevo nas: “La intensidad constitucional de la pulsión y la
vés de la escritura, en condiciones particulares, me- trabajo al aparato psíquico: creación de nuevas in- alteración perjudicial del yo, adquirida en la lucha
diante un teclado y con un sostén intenso de un vestiduras, la resignificación de experiencias infan- defensiva, en el sentido de un desquicio y una limi-
auxiliar de la comunicación (Orlievsky y Calzetta, tiles y el atravesamiento de duelos, sobre un fondo tación, son los factores desfavorables para el efecto
2004; Calzetta y Orlievsky, 2005, Calzetta y Freidin, de memoria infantil (Aulagnier, 1988) que necesa- de un análisis y capaces de prolongar su duración
2019). Sorprendentemente, la escritura funciona riamente deberá construirse. Esta tarea impuesta a hasta lo inconcluible” (Freud, S, 1937, 223)
allí como una prótesis que facilita otra vía para el los jóvenes sujetos no está exenta de escollos y de-
procesamiento psíquico. A partir del uso de esa safíos. También para sus padres, que muchas veces
forma de representación, los sujetos logran comen- observan con perplejidad a esos extraños -los pro- Referencias bibliográficas
zar a comunicar y -lo que tal vez sea más impor- pios hijos-, con el tiempo devenidos adolescentes,
tante- a comunicarse consigo mismos, es decir, a atravesando todos ellos enfrentamientos, rivalida- Aulagnier, P.:(1988) Se construire un passé, Congreso de Mó-
procesar psíquicamente lo que hasta entonces eran, des y una necesaria puesta de marcos o límites. naco, 1988.
a menudo, aumentos inespecíficos de la cantidad de La actuación es una de las dificultades de este Bion, W. (1962): Aprendiendo de la experiencia. Bs. As.: Horme
excitación. Se abre así una ventana a eso que llama- ciclo vital, al menos para el mundo adulto, puesto Calzetta, J.J. (2007):” Representación y trauma en el autismo”.
mos subjetividad; a veces tan estrecha que sólo per- que cuando la impulsividad domina la escena en- XIV Anuario de investigaciones, Facultad de Psicología, Univer-
mite un atisbo; otras, suficientemente amplia como traña riesgos para la integridad física y psíquica de sidad de Buenos Aires.
para que pase por allí el sujeto entero. los adolescentes. Cuidar (sostener) este experienciar Calzetta, J.J. y Cerdá, M.: (2011): “Los trastornos severos del de-
A modo de ejemplo, un niño que comenzó a los adolescente es parte de las difíciles situaciones que sarrollo y el proceso de constitución psíquica”. XVIII Anuario
9 años su participación en el espacio de habilitación atravesamos los analistas, a la vez de propiciar la bús- de investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Bs As.
comunicacional mediante la escritura, en un hos- queda de sentido, para entender qué se busca, qué se Calzetta, Juan José y Freidin, Fabiana (2019): “Representación
pital de la ciudad de Buenos Aires (una reseña del encuentra, qué no se entiende de sí mismo y de los y simbolización: Incidencias en la teoría y en la clínica actual”.
comienzo del caso fue publicada en Calzetta y otros. El cruce de transferencias paternas, maternas, XI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profe-
Cerdá, 2011), era hasta ese momento incapaz de ha- escolares, y la del propio paciente configuran una sional en Psicología. XXVI Jornadas de Investigación. XV En-
blar o de comunicarse por alguna otra vía; sólo su trama compleja, muy habitual en los tratamientos. cuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. I
madre entendía algunos de sus reclamos. Todos en Encuentro de Investigación de Terapia Ocupacional. I Encuen-
la casa -madre, padre, sus hermanos mayores- lo III- Discusión tro de Musicoterapia. Facultad de Psicología - Universidad de
trataban con cariño, pero él parecía incapaz de in- Buenos Aires, Buenos Aires.
teractuar en ese mismo registro: lo que alteraba su La labor del analista es compleja. En el sentido Calzetta, J.J. y Orlievsky, G.D. (2005): “Trastornos severos del
aparente indiferencia eran accesos de cólera, a veces inverso a una clínica protocolizada, cada caso exige desarrollo: de la escritura a la representación”. XII Anuario de
incluso con agresiones físicas. No desarrollaba con- una tarea de investigación, de conexión íntima con investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Bs. As.
ductas simbólicas, mostraba rasgos marcadamente cada situación clínica, de armar nexos, de desarmar Freidin, F. (2018). “Una revisión de la noción de interioridad
autistas y su nivel cognitivo estaba rotulado como nudos. La tarea es integrar aquello que se percibe por en psicoanálisis. Su articulación con la clínica y la investigación
“retraso mental severo”. A los pocos meses de tra- múltiples vías (observacional, emocional, transferen- actual en el contexto de una universidad pública”. Revista de
bajo, sin embargo, comenzó a mostrar cierto interés cial y contratransferencial) y captar el modelo de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de México,
por reconocer números. Al cabo de un año se ma- cada paciente (Bion, 1962), puesto que no se trata de [S.l.], v. 7, n. 14, p. 56-79, jul. 2018.
nifestó una creciente curiosidad por la computa- imprimir el propio sino de dejarlo en suspenso. Freidin, F. y Calzetta, J.J. (2015): “Accidentes en la niñez. ¿Im-
dora y por la posibilidad de escritura de palabras, Si bien es evidente que tal definición abarca por pulsividad, negligencia o maltrato?”. Memorias del VII Congreso
en particular referidas a sus gustos: dibujos anima- completo nuestra clínica, existe una cierta porción Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicolo-
dos y comidas. Aunque al comienzo mostró mucha de casos en los que los recursos específicos y habi- gía, XXII Jornadas de Investigación y XI Encuentro de Investi-
resistencia a persistir en la escritura, que parecía tuales con que contamos se manifiestan insuficien- gadores en Psicología del MERCOSUR. Tomo I. pp. 78-82.
causarle una gran fatiga, en forma paulatina fue ad- tes y la cuestión de la complejidad se ubica en el Freidin, F. y Calzetta, J.J. (2016): “Niños insuficientemente sos-
quiriendo la capacidad de reconocer las imágenes centro del problema. En esas circunstancias, aun tenidos: consideraciones sobre accidentes en la niñez”. Memo-
que se le mostraban, de modo que llegó a señalarlas cuando podamos llegar a intuir la forma particular rias del VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica
y a escribir la palabra correspondiente. Comenzó a en que se ha construido la subjetividad, se pone de Profesional en Psicología, XXIII Jornadas de Investigación y XI
nombrar objetos y a expresar deseos verbalmente, manifiesto que no siempre se trata sólo de facilitar Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR.
una conducta verificada en otros casos estudiados que advenga el yo en el territorio antes ocupado por Tomo 1 pp. 50-53.
en esa investigación, en los que el lenguaje escrito el ello; que hay aspectos de la realidad exterior al Freud, S. (1937): Análisis terminable e interminable. Obras com-
precede en su aparición al oral. aparato psíquico que persisten allí, como obstáculo pletas, T. XXIII, Buenos Aires, Amorrortu editores, (1993)
Con el transcurso del tratamiento, se modificó que no puede ser removido con los mismos recur- Green, A. (1996): La metapsicología revisitada. Bs As: Eudeba.
sensiblemente su capacidad de tramitación de im- sos con los que se resuelve una represión. En otras Morin, E. (2003): Introducción al pensamiento complejo. Barce-
pulsos: adquirió mayor autocontrol y una notable palabras, nuestro límite es el límite del yo. lona, Gedisa
aptitud para demostrar afectos adecuados a las cir- En algunos casos, las dificultades provienen del Orlievsky, D. y Calzetta, J.J. (2004): “Efectos de la escritura en
cunstancias. También aumentó considerablemente ámbito de la familia. Allí, en ocasiones nos es dado los trastornos severos del desarrollo”, XI Anuario de Investiga-
la posibilidad de comunicarse con los miembros de intervenir para intentar poner de manifiesto lo que ciones, año 2003, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires
su familia, lo que benefició el vínculo y aportó a su opera fuera de la vista, de modo de favorecer una Winnicott, D. (1965): Los Procesos de maduración y el ambiente
posibilidad de autorregulación afectiva. Algunas de toma de conciencia que permita modificar el patrón facilitador. Buenos Aires:Paidós
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Con-versacio- “No hay evolución, sino historias.


No hay programación, sino disponibilidad.
No hay resultados, sino afectaciones.
munes de encuentros y afectaciones, generando y
restituyendo colectivamente condiciones ambien-
tales necesarias, “que sepa ir fallando” para que una
No hay expectativas, sino cuidados y atención (...).” experiencia fluya, prolifere, se amplíe, se despliegue,
(Barrilete Cósmico, Duschatzky, Sztulwark, 2011) se desarrolle (Rodulfo, 2012).

nes en la Introducción
Y algo adviene, se expresa, se produce. Se abre
una zona donde la experiencia es poder estar-con-
otrx. Bancamos, sostenemos, abrazamos. Acompa-

N
os proponemos compartir ex- ñamos en un armado para que eso que aparece

pecera: una periencias que surgen a raíz


del trabajo del Equipo Técnico
de una organización social de-
pueda transmutar y posibilite una metamorfosis
(siempre colectiva).
Cohabitamos un espacio constituido por un en-
dicada a la protección de las tramado de espacios intermedios. Los profesionales
infancias y adolescencias en situación de vulnera- ¿ejercemos una técnica allí? Dos psicologxs y una

ética de la bilidad: la Fundación Juanito. Allí conviven veinti-


cuatro (24) niños, niñas y adolescentes (en adelante,
NNyA) que han sido separadxs de su medio fami-
trabajadora social componen el Equipo Técnico
que trabaja con NNyA, en articulación continua e
indisociable con el equipo interdisciplinario, el
liar y que han ingresado a la institución en el marco equipo de educadores3 y la red comunitaria.

escucha de una medida excepcional1 de protección de de-


rechos adoptada por el Estado2.
Entendemos que no se trata de NNyA comple-
Técnicas y dispositivos entreverados
en el compost.
jos, sino que son las difíciles situaciones que pade-
cieron las que complejizan su existencia, el vivir, Cuando mencionamos nuestro trabajo suelen
Florencia Basualdo confrontándolos prematuramente con dolores y preguntarnos ¿qué hace un Equipo Técnico en un
heridas muy profundas. Animarnos a pensar qué es hogar convivencial de protección de NNyA? Inten-
lo complejo y dónde lo ubicamos nos daría una pista tamos sostener ese interrogante, buscando el modo
para no encubrir las condiciones de producción de en que técnica y dispositivo se entreveran.
Gabriel Paiva dichas situaciones. NNyA que han transitado por Nos interesa una idea que Peter Pal Pelbart toma
una paradoja casi fatal, como bien lo expresa Jorge de Deligny, allí el filósofo “contrapone actuar y
Rodríguez (2017): la de agonizar en el momento de hacer”. La diferencia consiste en que hacer implica
comenzar a vivir. una dirección y una finalidad. En tanto que el actuar
Victoria Zallocco Ellxs llegan al hogar desconfiando de todxs y de vendría a estar en la línea de los gestos desinteresados,
todo. Al comienzo se lxs siente lejos. Distantes. Saben un movimiento sin representación, ni intencionali-
que estamos ahí. Nos buscan con cualquier excusa. dad. Actuar sería como tejer, trazar, pintar, sin lími-
Para hablar, para mostrarnos un libro que están le- tes. Se asimila al “vagar”, al “errar”. Nos trae la imagen
yendo, alguna canción que no pueden parar de es- de una balsa; “pedazos de madera ligados entre sí de
cuchar, para decirnos cómo les fue en el cole. Miden, manera bastante suelta para que, cuando vengan las
tantean, se acercan sigilosa o intempestivamente, dan olas del mar, el agua atraviese los vanos entre los tron-
cuenta de sus tiempos y condiciones para, en algún cos y la balsa consiga continuar flotando. Es apenas
momento (si se da), armar otra vez esos lazos de con- así, con esa estructura rudimentaria, que quien está
fianza que fueron arrasados o deshilachados. sobre la balsa puede flotar y sostenerse”.
A veces vienen y traen sus historias. Por mo-
mentos somos varios, y otros estamos solos. Parti- Por su parte, Emanuele Coccia (2021) viene a
cipan la palabra -o los silencios-, pero también proponernos una idea interesante: él dice que la téc-
están la música, los lápices, las series, los chistes, la nica es el arte de construir capullos. Refiere que “la
tarea. Circula el dolor, aparecen sus heridas, pero, técnica -el capullo- es la forma que todo ser vivo
de pronto, ya no tienen que bancárselas solxs. Nos mantiene consigo mismo y que lo lleva a modificar
tomamos en serio eso de estar-ahí. radicalmente su cuerpo y su identidad (...) toda re-
Practicamos la disponibilidad, habitamos un lación con uno mismo produce un huevo, un capu-
lugar sin disposición fija que invita, que se ofrece llo posnatal que hace del mundo un espacio de
para inaugurar un tiempo otro, un ritmo otro, un renacimiento y de rearmado de sí mismo. Debería-
espacio otro, con ellxs y cada vez. Entendemos que mos aprender a ver en cada objeto técnico un ca-
la función del equipo que acompaña es estar-ahí pullo que permite esta transmutación”.
para ser puestos a prueba, para armar colectiva- Este autor señala que el hecho técnico puede
mente un sostén-de-cuerpos, un andamiaje que permitir a todo cuerpo liberarse de su desarrollo,
pueda soportar, que pueda perdurar en el tiempo disolver su particularidad, deshacer la historia a la
sin derrumbarse. Que les posibilite volver a confiar. vez individual y evolutiva. Interesa que Coccia
Salimos al encuentro. Se va armando un espacio nombra esto como un acto en el que nos proveemos
que ya no tiene propiedad ni límites territoriales. de infancia; un rejuvenecimiento. En ese proceso
Jugamos, en tanto “experiencia de lo inesperado e los objetos técnicos se construyen para producir
imprevisible” (Rodríguez, 2017). Con otros códi- una infancia compartida.
gos, que nos son familiares, pero no tanto. Lxs pibes
nos dicen que no entendemos nada, y resulta cierto Manoel do Barros, poeta brasilero, hace amistad
tantas veces, por eso experimentamos, improvisa- con esta idea de Coccia, narra una serie de historias
mos, vamos tanteando, captando las señales para ir que cruzan la infancia, la memoria y la invención.
viendo por dónde ir. Sin ninguna finalidad a priori, Para él «la infancia es una cierta intensidad en la
con la indeterminación de dispositivos que se forma de estar con el mundo (...) otro modo de dar
arman y se desarman para abrir/alojar/sostener. atención a los desechos, a las sobras, a un resto; en
En ese andar, co-creamos microterritorios co- definitiva, la infancia es una oportunidad de pensar
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otro pensamiento, de escribir otra escritura, de ha- ción de una común composición de vincularidades. ñala que “nuestra relación con el mundo es ante
blar otra palabra, de vivir otra vida, de habitar otro De un proceso de fecundación de diversidades que todo aérea. El espacio no es para nosotrxs solo un
mundo» (Kohan, 2007). creen condiciones de salud y posibilidad para la fer- espacio para recorrer, para ver, para tocar. Todo es-
En sintonía, en su libro titulado Free Play, el mú- tilización de los suelos y los gérmenes de vida. pacio habitable debe ser un espacio respirable. En-
sico Stephen Nachmanovitch (2013) menciona tres Entrevero no es entrecruzamiento, ni entramado. tonces, el espacio es en primer lugar el objeto de la
elementos para componer “mundos”, “territorios Es más bien vincularidad. Aunque puede ser tam- respiración, el alimento de nuestros pulmones. Por
existenciales”, “dispositivos situacionales”: impro- bién mezcla, desordenada (pero siempre afín, o con esta razón, el acto arquitectónico inaugural no es la
visación, juego y técnica. Refiere que la técnica es un objetivo en común), de personas, potencialidades, construcción de muros, sino la climatización”.
como un vehículo, un medio de transporte para dispositivos, cosas o animales; un “poder hacer con Se hace más fácil escuchar y conversar cuando
traer a la superficie un material inconsciente. Aque- otros” según Berenstein (Altobelli, Grandal, 2017). el ambiente es respirable.
llo que le daría, a ese material inconsciente, la posi- El entrevero, a diferencia del entramado, no La palabra «conversar» viene del latín conver-
bilidad de hacerse visible, nombrable, compone un todo. Supone una común composi- sari y significa «vivir, dar vueltas, en compañía». Se
individualizable. Sugiere pensar en la plasticidad de ción de restos, residuos y desechos. Descomposi- arman (y desarman) escenas entre varios, muchas
las cosas para que la técnica no se vuelva demasiado ciones que devienen compost; artificio vital. son situaciones vivenciadas traumáticamente, otras
sólida y no alejarse de la novedad. Re-aprender (¿o Diversidades que abonan y hacen fecundar los sue- son del orden del vivir. Confían y las comparten.
desaprender?) para “tocar con el arco del princi- los para sembrar semillas. Como señala Coccia “respirar es tratar con algo,
piante, la respiración del principiante, el cuerpo del Decimos de otra forma, como las infancias y vivir de algo que algún otro produjo, y transformar
principiante”. Nachmanovitch nos invita a jugar. Se- adolescencias que acompañamos, como una forma ese algo en nuestra primera madriguera”
ñala que “para poder jugar libremente tenemos que de hacer política poética, como un modo de ilustrar Giraldo y Toro (2020), en el libro titulado “afec-
dominar una técnica. (...) Armonizamos el tener los la potencia de los procesos en conjunto, entre va- tividad ambiental” retomando al geógrafo sueco
pies en el suelo con la práctica diaria, y con el vuelo rios; común. Torsten Hägerstrand (1976) mencionan “que al ima-
del espíritu de nuestras diarias entradas en lo des- ginar cada componente del ambiente incluyendo hu-
conocido. Este es otro de los ritmos de sístole y diás- Movimientos clínicos: (des)encuentros manos, plantas, animales y cosas, todos al mismo
tole de la vida, como la contracción y relajación y (des)composiciones en la Pecera, tiempo, en una trayectoria continua de movimiento,
alternada de los músculos, que no debe ser ni rígida vivario. encontrándose con otras trayectorias, podemos ver
ni floja sino mantener cierta tonicidad”. La vida es pura suerte y solo adquiere cómo los diversos componentes se van entretejiendo
Así, podemos jugar a ser zahoríes sosteniendo sentido si se forma parte de una (...) Pero las criaturas no se quedan ahí, sino que más
una práctica ancestral. En medio del desierto, nos constelación de afectos. bien siguen deambulando, andando, siguiendo sus
empeñamos en encontrar agua. Procuramos crear Afectos como fuerzas capaces de caminos por otras rutas, y por tal razón el nudo que
condiciones para recuperar lo vital allí donde fue afectar modos de existencia. podemos dibujar es sólo provisional”.
capturado y parece imperceptible. Recorremos lar- (Barrilete Cósmico, Duschatzky, Sztulwark, 2011) Quizás por eso nos interesa narrar procesos de
gos trayectos, pisamos territorios áridos, hostiles, en subjetivación, que suponen metamorfosis -y no
apariencia infértiles, en busca de una fuente de vida Los desvíos son propios de este dispositivo. La tanto describir metáforas-, cartografiar afectos-in-
subterránea. Portamos una técnica un tanto particu- teoría del encuentro (Althusser, citado en Medina, tensidades-movimientos que de algún modo ilustren
lar: los zahoríes, como “magos” o “adivinos” de la tie- 2017) supone que cuando dos átomos, de caram- el hacer de una práctica/clínica que, a veces, resulta
rra, tenemos como herramienta de trabajo nuestra bola, se chocan, desvían su destino “predetermi- difícil de explicitar, tanto por la complejidad de las
sensibilidad, una percepción sensible tan agudizada nado” y provocan la aparición de algo nuevo: situaciones padecidas (algunas aberrantes, violentas,
que sentimos las vibraciones de los flujos subterrá- clinamen4. La vincularidad, así, acontece como en- abusivas) como por los cuidados y la delicadeza que
neos. Sólo quienes conocen y practican la técnica trevero de descomposiciones, de residuos y dese- requiere el trabajo con infancias y adolescencias.
pueden detectar flujos e intensidades de agua en te- chos, de restos de seres y cosas que, puestas en Compartimos palabras de Marcelo Percia (2014) que
rritorios desfavorables. Nos abrimos a esas afectacio- común, vinculándose, se componen (una y) otra pintan cierto paisaje respecto a aquellxs con quienes
nes y las ponemos en juego, producimos con ellas. vez. Una forma de relatar los movimientos clínicos trabajamos: “no me gusta verme deducido, medido
Mientras andamos cartografiando paisajes, vemos que se nos van apareciendo. y definido. Como si dijeran: ‘Por fin te tenemos por
cómo técnica y dispositivo se entreveran en un com- Múltiples especies pugnan por encontrarse en la completo. He aquí todo lo que importa de tu vida y
post. Pueden funcionar como fertilizantes para que pecera -nombre con el que designamos esa pequeña no hay más que decir sobre tu persona’. No me gusta
la tierra se alimente y de allí nazca, acontezca vida. área cristalizada de la institución-. Como dijimos, sentirme disecado. Estar concluido por explicacio-
Como una forma de presentar los procesos vita- en la cotidianeidad de la vida en común, los NNyA nes, rodeado de argumentos, fotografiado en los pre-
les podemos señalar que las flores, encadenadas al recorren los pasillos de la institución corriendo, sal- tendidos instantes claves de mi historia. No me gusta
suelo, para existir tienen que vérselas con mayores tando, gritando, van y vienen, dan vueltas. Entonces que el conocimiento me decida, y que un oído espe-
dificultades que los animales. En el devenir recurren ¿cómo hacer para encontrar(nos) con otrxs? cializado me escuche como una voz llena de palabras
a astucias y combinaciones, observan intensamente Pensar las condiciones en que se dan estos en- sin vida. Ni que examinen mis bolsillos para buscar
a los insectos, componiendo formas de supervivencia cuentros nos remite a la idea de vivarium, como pistas que me resuelvan como un enigma ya definido
que, miles de años después, se verían en ciertas cons- «espacios de incubación donde el mundo, a seme- desde el principio y encerrado en el pasado”.
trucciones humanas (Maeterlinck, 2014, como se janza de una incubadora, compone y exhibe posi- Muchas veces nos lanzamos a nadar en aguas es-
citó en Colectivo Ternura Insurgente, 2020). bilidades de vida.” Diseñados cuidadosamente pesas, turbias, revueltas. Indefinidas, deformes.
Otra amante de la común composición cuenta «para que los seres vivos que albergan completen Aun así, necesitamos que ese espacio acuoso esté
la historia de un río del Amazonas podrido por las su ciclo vital» ya que algunos pueden albergar es- habitable, respirable para poder movernos “como
toxicidades que una fábrica industrial vertía sobre pecies delicadas (Zilio, 2021). peces en el agua”. Para pedir una mano cuando es-
él. Según los aldeanos, el río encontró una forma Pecera/Vivario, deviene lugar privilegiado para temos tocando fondo (o a punto de hacerlo) por-
subterránea de seguir vivo (Rolnik, 2018, como se los encuentros y conversaciones con lxs pibes. Un que, como sostenía Herman Melville (1996), autor
citó en Colectivo Ternura Insurgente, 2020). espacio donde acontecen charlas interminables, in- de Moby Dick, lanzarse al agua y descender a lo
Nos gustaría ser claros como el agua. En nuestro tercambios intensos, y donde fluyen todo tipo de profundo conlleva un riesgo: “cualquier pez puede
caso, cuando decimos técnica y dispositivo nos re- afecciones. Allí conversamos con minorías que ha- nadar cerca de la superficie, pero sólo las grandes
ferimos a dos elementos que entran en descompo- blan de otra forma. Lenguajes que escapan al orden ballenas son capaces de descender más de cinco mi-
sición para componer, cada vez, en un entrevero, adulto, pero que se presentan como un texto a ser llas [...]. Desde que el mundo es mundo, los bucea-
una posibilidad vital. leído/construido. Allí se vive, se (re)producen am- dores del pensamiento regresan a la superficie con
Insistimos que en ambientes hostiles, áridos, bientes y climas. En este punto, interesa resaltar la los ojos inyectados en sangre».
violentos para sobrevivir hace falta de entreveros y importancia de la “respiración” y la creación de cli- Vinciane Despret (2022) nos hace un aporte para
afinidades. O, dicho de otra forma, de la produc- mas, siguiendo lo desarrollado por Coccia quien se- seguir pensando en la pecera, ella señala que hay te-
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rritorios que pueden devenir “un lugar donde la vida Por eso decimos que estamos ahí, disponibles; Como equipo técnico sostenemos que el trabajo
colectiva se pone en sordina, un espacio de retiro; un construyendo, produciendo a partir de lo que hay. clínico en un hogar convivencial de protección de
espacio de ruptura parcial con los usos de la vida so- “La disposición consiste en partir desde lo que la infancia nos confronta con el desafío de acompa-
cial, una tregua durante el cual se instalan otros há- hay, es un hacer más que un ser. Dispositivos ñar NNyA que han transitado por experiencias del
bitos (...) un lugar de vida tranquila” (Despret, 2022) como espacios de producción, producción de sub- orden del desamparo, del estrago, del arrasamiento,
o territorios que también pueden dar lugar a “la apa- jetividad. Entendemos que “dispositivos con lógi- del dolor profundo; y cuyo paso por la institución
rición de las perturbaciones, de aquello que desesta- cas estáticas, con posiciones planteadas y inaugura un espacio potencial para la creación de
biliza el estado de cosas, desde sus movimientos a plantadas de antemano, sólo dan lugar a la re-pro- condiciones otras. Espacio a ser habitado al tiempo
veces imperceptibles, pero siempre incansables y ducción de subjetividades previamente moldea- que se construye, con otrxs, y que en el marco de la
permanentes” buscando múltiples conexiones, das. Se trataría entonces de pensar que los restitución de sus derechos posibilita la producción
donde la dimensión de la escucha deviene soporte dispositivos no son lugares del cual se parte sino de discontinuidades/desvíos/transformaciones de
metodológico central para un hacer-con-otrxs, sin lugares a los que se adviene en un gesto de invita- la trama que los trajo hasta allí en el camino hacia
caer en un interpretacionismo congelatorio (Casas ción, en un movimiento de pasaje que lleva del la construcción de un proyecto que despliegue con-
Alvarez, 2015). Se trata de “una escucha dispuesta a creer al crear, como el recorrido de temas desco- diciones vitales.
incorporar el disenso, el malestar, aun lo que daña, nocidos, trabajando en levantar mapas, cartogra- Un desafío que nos convoca a la transmutación, a
se trata de una escucha del no confort, un aprendi- fiarlos, atravesando y arrasando con todas las la búsqueda de lo vital en territorios áridos, desérticos,
zaje de la incomodidad” (Sidelnik, 2013). Así, inten- líneas”. (Altobelli y Guaragna, 2013) estériles. Creemos que se trata, fundamentalmente, de
sidades fluyen, se encuentran (o no), desviándose. Se En terreno, embarrados, con los pies llenos de crear condiciones; de proveer colectivamente cuidados
entreveran en un ida y vuelta: con-versaciones. tierra o mojándolos en el agua, un trabajo del cuerpo ambientales, sostenidos en actos, que posibiliten esos
Nuestro trabajo las más de las veces consiste en a cuerpo (entre varios) que nos lleva otras tantas movimientos.
co-construir esas “peceras”, “vivarios”, “nidos”, “ca- veces (por no decir siempre) a pisar tierras desco- Las conversaciones en la pecera, como aquello
pullos”, “territorios” que se mueven, transmutan y nocidas, y ahí donde acontecen conversaciones en que ocurre y se produce entre, inaugura un tiempo
posibilitan un “re-armado”. Dispositivos que se la pecera, nos préstamos a esas metamorfosis. Posi- y ritmo otros, un espacio de intervalo, de ruptura
arman, se desarman, imprevisibles e indetermina- bilidades de aparición de algo nuevo en la que un parcial con el régimen cotidiano de actividades de
dos, situados, que nos llevan a habitar la compleji- encuentro pueda devenir acontecimiento. la vida en el Hogar y de contactos muchas veces im-
dad que ello implica (Altobelli, Grandal, 2017). puestos. Emergen desde la espontaneidad, la dispo-
Pecera/Vivario, como “contra-espacio”, como Metamorfoseando: movimientos de sición y, fundamentalmente, desde la confianza. Y
una multiplicidad de dispositivos situacionales (Al- una transformación silenciosa se expresan con una sonoridad propia, sutil, dis-
tobelli y Guaragna, 2013) que se van creando cada creta, delicada. Sólo hay que aprender a escuchar. O
vez, deviniendo espacio transicional. Emanuele “Llamo transformación silenciosa a una trans- como sugiere Marcelo Percia (2014) “para estar en
Coccia habla de una arquitectura interespecífica, a formación que se produce sin ruido, y por lo tanto de diálogo se necesita sacrificar el yo, la personalidad y
partir de la cual nos invita a pensar el “medio am- la que no se habla. Silenciosa en dos sentidos: actúa la obstinada ilusión de seguir siendo uno mismo”.
biente natural” como algo construido, diseñado, sin hacer escándalo, y no se piensa en hablar de ello. Una clínica más de la comunicación que de la inter-
donde nada de “natural” habría allí. Para él “estar Su imperceptibilidad no es la de ser invisible, porque pretación, como expresa Jorge Rodríguez (2021). De
en el mundo significa, para cada especie, vivir en el se produce ostensiblemente, ante nuestros ojos, pero eso se trata: de “encontrar vías de comunicación,
espacio concebido y construido por otrxs. Vivir sig- no se advierte. Esa indiscernibilidad no es del orden donde el otro responda”. En una escena tan simple
nifica ocupar, invadir espacio ajeno y negociar es- del espectáculo, sino del desarrollo; no se despliega como esa se puede ver la complejidad; campos de
pacio compartido.” en el espacio, sino en el tiempo”. (Jullien, 2013). juego superponiéndose. Y aparece la confianza, y
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las partículas más ínfimas que conforman a un cuerpo, a los


aparece el relato. Y la “digestión” del dolor, de las cuerpos de nuestra historia. Desvío, como fotografía constante Foucault, Michel (2008). “Topologías (dos conferencias radio-
cosas vividas y las palabras sentidas empiezan a fluir del devenir, como oleaje incansable que busca siempre diferen- fónicas)”. Recuperado el 15 de marzo de 2019 de: http://hiper-
de otra manera. Una constelación de composibili- ciarse de aquel lugar en donde está; desvío, como un movi- medula.org/wp-content/uploads/2013/09/michel_foucault_heter
miento imposible, como ese ejercicio que denuncia que la vida
dades se pueden desplegar a partir de lo que no- no acepta la quietud y la permanencia eterna, de una vez y para
otopias_y_cuerpo_utopico.pdf.
sotrxs entendemos como una ética de la escucha. siempre. Desvío que queda evidenciado ante las irrupciones ma- Giraldo, O & Toro, I (2020) Afectividad Ambiental: Sensibili-
Así, con-versaciones como zona de espacio in- gistrales del acontecimiento” (Casas Alvarez, 2015) dad, Empatía y estéticas del habitar. Colegio de la Frontera Sur.
termedio, habilitan lo novedoso y los procesos de Bibliografía Universidad Veracruzana. Chetumal, Quintana Roo, México.
historización. Y en esos territorios locales, micros- Julien, F. (2013). “Una transformación silenciosa” en Cinco con-
cópicos, vamos componiendo juntxs ¿minúsculos? Altobelli, H. & Guaragna, A (2013). Dispositivos situacionales. ceptos propuestos al psicoanálisis. Bs. Aires: El cuenco de plata.
movimientos subterráneos de transformación si- La producción de diagnósticos en escenarios terapéuticos: del Kohan, Walter O. (2007). Infancia, política y pensamiento: en-
lenciosa (Jullien, 2013) que nos permitirán armar creer al crear. (Trabajo Final Integrador de la Carrera de Espe- sayos de filosofia y educación. Bs As, Argentina: Del Estante Ed.
otros posibles. cialización en Psicología Vincular de Familias con Niños y Ado- Nachmanovitch, S. (2013) Free Play: La improvisación en la
(Equipo Técnico Fundación Juanito) lescentes del IUHI). vida y en el arte. 2da Ed. Buenos Aires. Paidós.
Barrilete cósmico; Duschatzky, S.; Sztulwark, D. (2011). Peda- Pal Pelbart, P. (2021). Líneas erráticas. Recuperado de www.lo-
Notas gogía mutante: territorio, encuentro y tiempo desquiciado (pura bosuelto.com/lineas-erraticas-peter-pal-pelbart/
suerte). Tinta Limón Ediciones. Percia, M. (2014). De la inconclusión, la polifonía y el dialogismo.
1
El art. 39 de la Ley N° 26061 conceptualiza las medidas ex-
Casas Alvarez, F. (2015) Análisis en desvío. Cartografía de una terri- Recuperado de https://milnovecientossesentayocho.blogspot.com
cepcionales como “aquellas que se adoptan cuando las niñas,
niños y adolescentes estuvieran temporal o permanentemente torialización. Trabajo Final de Grado. Ftad de Psicología. Uruguay. /2014/11/de-la-inconclusion-la-polifonia-y-el.html?view=timeslide
privados de su medio familiar o cuyo superior interés exija que Coccia, E. (2021). Metamorfosis. - 1a ed. -Buenos Aires: Cactus. Rodríguez, J. (2017). Soñar con los dedos. Bs Aires: Letra Viva.
no permanezcan en ese medio.” Son adoptadas por el órgano ad- Colectivo Ternura Insurgente (2020). “Micropolíticas de los Rodríguez, J. [Hospital Bonaparte] (2021). Ciclo de Teleconferencias
ministrativo competente local cuando previamente se han cum-
gestos. Experiencias en con-vivencias en un hogar de protección 2021 - Jorge Rodríguez. [Video]https://www.youtube.com/watch?
plimentado las medidas de protección integral de derechos y
éstas no hayan resultado efectivas; y les corresponden su debido de la infancia” en Entreveros y afinidades 3. Hernan Altobelli; v=Jqd4vQZwU-M.
control de legalidad por parte del juzgado civil competente en Lila Grandal ediciones. Rodulfo, R. (2012). “¿Cómo se cuida una experiencia?” en Pa-
asuntos de familia. Son limitadas en el tiempo y sólo se pueden Deleuze, G. (1996). Conversaciones. -2da ed- Valencia: Pre-textos. dres e hijos. Buenos Aires: Paidós.
prolongar mientras persistan las causas que les dieron origen.
2
El Sistema de Protección Integral de los derechos de las NNyA Despret, V. (2022) Habitar como un pájaro. Modos de hacer y Sidelnik, R. (2013). “LA MAQUINA DE SONAR I -Una poética
(creado en Argentina a partir de la Ley 26061) está conformado de pensar los territorios. 1a ed. Buenos Aires. Cactus. de la improvisación musico terapéutica-. Recuperado de http://kin-
por organismos gubernamentales específicos que, en articula- Entreveros y afinidades 2: clínica vincular. Construcción de dis- ledis.blogspot.com/2013/07/la-maquina-de-sonar-l-una-poetica-de-
ción con los diferentes poderes del Estado y la comunidad, está
positivos en clave de hibridación (2017). Hernan Altobelli; Lila la_18.html?m=1
destinado a la protección de los derechos de la infancia y ado-
lescencia, debiendo intervenir para su restitución cuándo éstos Grandal ediciones. Zilio, M. (2022). El libro de las larvas: cómo nos convertimos
se encontraran vulnerados. Altobelli, H & Grandal, L. “Diseño de dispositivos de interven- en nuestras presas. 1a ed. - Buenos Aires: Cactus.
3
Equipo responsable del cuidado y sostenimiento cotidiano al ción clínica en clave de hibridación: montaje en bricolaje”
interior de los hogares que desempeña su tarea en un marco con-
Medina, H. “En la intemperie todavía amar” en Entreveros y
vivencial.
4
“Clinamen como ese principio de desvío que es inherente a afinidades 2.

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Actualidad Psicológica Abril 2023 • Página 21

Adolescencias Partir de la noción de Adolescencias Complejas,


nos introduce en un recorrido conceptual que nos
lleva a pensar en las subjetividades emergentes en las
tificatorias, de los ideales, de las prohibiciones y
también de su relación a las carencias simbólicas
que se reconocen en todas las culturas. Convergen
adolescencias actuales, desde una perspectiva clínica, en esa urdimbre las inequitativas y desiguales re-
teórica y política. Así se enlazan diversas cualidades alidades materiales, que entramadas a esas caren-

complejas: conceptuales y prácticas para tener en cuenta. En


principio propongo servirnos del Paradigma Episte-
mológico de la Complejidad, en su articulación al
cias producen los imposibles identificatorios de
cada cultura.

Psicoanálisis Contemporáneo con Perspectiva de Gé- Así, las adolescencias, resultan definidas, cate-

hacia la nero. A su vez considerarlo en el marco de la Pers-


pectiva de Derechos y las Políticas de Cuidado,
donde tenga lugar una Práctica Situada y Ampliada.
gorizadas, descriptas y problematizadas según los
discursos de la época. De múltiples modos, los
discursos sociales se enraízan, produciendo, como
Inter y Transdisciplinaria. De tal modo que la Des- dice Cornelius Castoriadis (1989), “sujetos encar-
patologización de las infancias y las Adolescencias nados”.
construcción sean el núcleo de Prácticas Subjetivantes. Desde esta perspectiva, si los discursos sociales
se encarnan en los sujetos, la producción social de
Las prácticas interpeladas. subjetividad se ubica no sólo como un hecho de
discurso, sino como traza cultural que marca los

de devenires
A
sí como nos lo ofreció Freud, cuerpos y la vida cotidiana, como resalta Susana
la posibilidad de la articula- Sternbach (2006).
ción conceptual de las pregun- Así se perfilan modelos de belleza y de con-
tas que nos atraviesan sumo, de éxito y de fracaso. Y desde este lugar se
provienen y se sostienen de las marca y determina lo que es salud y enfermedad.
subjetivantes prácticas que ejercemos. Para la clínica actual con
púberes y adolescentes el Paradigma de la Com-
Si los discursos de época definen lo que es
salud y enfermedad, con nuestro trabajo nos con-
plejidad, como lo concibe Edgard Morín (1999), vertimos en agentes activos en la confirmación o
nos será de gran ayuda. En tanto nos confiere una en la transformación de esa definición. Estamos

en los posición epistemológica que enriquece y orienta


nuestro ejercicio. Se trata de hacer una apuesta al
pensamiento complejo, caracterizado como mul-
situados como actores protagónicos en el armado
de prácticas no patologizantes.

tidimensional, abierto, cambiante e indetermi- Podemos decir entonces que se requiere des-
nado. Donde tiene lugar “lo uno y lo múltiple”, la patologizar las prácticas, en tanto que podemos
dispositivos incertidumbre y el azar.
En el entrecruzamiento de lo contemporáneo y
afirmar que hay prácticas que patologizan. Se
trata de aquellas que al hacer de las patologías eti-
las constantes fundantes de nuestra práxis, se nos quetas, enferman. Donde no se reconocen las di-
impone reflexionar sobre los orígenes de la subjeti- ferencias, los diversos existenciarios humanos y

clínicos. vidad y su devenir, como una construcción donde


lo biológico y lo psíquico, lo histórico y lo actual, se
entrelazan y constituyen recursivamente. Esta po-
se vulneran derechos. Allí donde se abandona una
función de sostén y de regulación simbólica, ha-
ciendo del saber un ejercicio del poder. Por su-
sibilidad se sostiene en un modelo de pensamiento puesto con la consecuente discriminación que
que asigna a la producción de conocimiento la con- esto supone.
Alejandra Ruibal vivencia de las paradojas, la incertidumbre y el azar. Entonces, por el contrario, la clínica en gene-
Lo que nos permite entender al psiquismo como un ral, y con niños y con adolescentes en particular,
sistema abierto y complejo en permanente trabajo de se enmarca como una buena práctica cuando po-
reorganización. demos concebirla como una práctica Situada y
Ampliada. Cuya praxis deviene en Situación y en
Morin, dice que uno de los axiomas de la com- Contexto.
plejidad es la imposibilidad de una omniciencia. Situada en el campo teórico-clínico cuando nos
Hace suya la frese de Theodor Adorno y dice, “la referimos a diagnósticos y abordajes, en el campo
totalidad es la no-verdad”, reconociendo un prin- de lo político y articulada a la incidencia de lo so-
cipio de incompletud y de incertidumbre. cial-epocal. El terreno que también nos compete
Es desde esta posición epistemológica, entra- y nos ubica es el de la adquisición, producción y
mada con la teoría psicoanalítica, que me sitúo vulneración de derechos, abarcando el campo de
para pensar y abordar los interrogantes de este lo educativo, lo jurídico, lo familiar y transgene-
período de la vida que contienen en su estructura, racional, con perspectiva de género. Una práctica
la matriz de los procesos complejos. clínica que busca trascender los límites de su dis-
ciplina, abierta a una mirada ampliada inter y
Se nos escucha hablar de las adolescencias. Es transdisciplinaria.
que efectivamente el plural de la nominación con-
cibe a las adolescencias como diversas y múltiples. Se hace lugar de este modo al surgimiento de
Como lo dice Alicia Stolkiner (2010), no po- una nueva subjetividad por venir.
demos hablar de “la adolescencia” en una socie-
dad cuya segmentación y fragmentación ha Tal como lo he propuesto en un artículo pu-
generado notables diferencias en las formas de blicado en esta misma revista en 2021, las adoles-
vivir y resolver la cotidianeidad, en el cuidado de cencias, particularmente suponen la aparición de
los cuerpos y en el acceso a los recursos materiales distintos fenómenos que desafían las tendencias
y simbólicos. al ideal, y que hacen resistencia desde aquel que
Es imposible así, disociar la constitución de las escucha a la posibilidad de alojar un nuevo decir.
subjetividades adolescentes de las propuestas iden- Es entonces que la clínica, que se realiza con la de-
Página 22 • Abril 2023 Actualidad Psicológica

manda que lxs adolescentes presentan, puede des- Ona Sujoy, psicoanalista con amplia experiencia turas. El enfoque transdisciplinario es en sí mismo
viarse hacia el refugio en prejuicios que no per- en el trabajo con grupos, que dice “en el encuen- transcultural.
mitan producir un margen de subjetividad que tro grupal, la presencia de otros hace tope al re- -Del mismo modo se presentan las Culturas
contenga y encause la función del deseo en su sin- gocijo narcisista y permite que el pensamiento se Adolescentes, propias de cada territorio y tiempo-
gularidad. sustente en una actividad con otros que será ge-
neradora de argumento psíquico, así como de la Artículo 13. La ética transdisciplinaria rechaza
Es preciso distinguir lo que podemos llamar la ampliación del campo representacional.” Enton- toda actitud que niegue el diálogo y la discusión,
constitución del psiquismo desde la perspectiva ces, para que éste trabajo de pensamiento tenga cualquiera sea su origen, ideológico, cientista, re-
psicoanalítica, como una operatoria universal, a lugar, requiere de determinadas coordenadas que ligioso, económico, político, filosófico. El saber
diferencia de lo que consideramos la producción lo contengan en un tiempo y en un espacio. “La compartido debería conducir a una comprensión
de la subjetividad como un efecto de la época. participación en un equipo de esta índole implica compartida, fundada sobre el respeto absoluto de
Lo cual exige anudar nuestras categorías psi- numerosas renuncias, la primera es la renuncia a las alteridades unidas por la vida común sobre una
coanalíticas fundamentales, tales como pulsión, considerar que el saber de la propia disciplina es sola y misma Tierra.
narcisismo, identificación, castración, Edipo, con suficiente para dar cuenta del problema. Implica -Premisa básica para aceptar las adolescencias
la producción actual de subjetividad y con las im- allí, reconocer su incompletud.” (Stolkiner, 1999) diversas, cualquiera sea el escenario de sus mani-
prontas de lo histórico-social. (Sternbach, 2006) festaciones-
Ahondando en lo complejo introducimos la
Al respecto nos dice Silvia Bleichmar (2009): noción de Transdisciplinariedad. Artículo 14. Rigor, apertura y tolerancia son las
“la forma en que un sujeto se emplaza por relación Para abordarla voy a tomar la llamada “Carta características fundamentales de la actitud y visión
al inconsciente, la organización identitaria del yo de la Transdisciplinariedad”, que un grupo de in- transdisciplinaria. El rigor en la argumentación,
y las pautaciones que proceden de sus instancias telectuales escribieron en noviembre de 1994, en que toma en cuenta todas las cuestiones. La aper-
ideales, se definen en la intersección entre deseos - el Primer Congreso Mundial de Transdisciplina- tura incluye la aceptación de lo desconocido, de lo
pulsionales y narcisísticos- y modos de producción riedad, llevado a cabo en el Convento de Arrá- inesperado y de lo imprevisible. La tolerancia es el
subjetiva”. bida, Portugal, entre los que se encuentra Edgard reconocimiento del derecho a las ideas y verdades
Morin. Escriben allí las bases para considerar lo contrarias a las nuestras.
Aventurarnos a la construcción de devenires que se puede llamar una posición transdisciplina- -Anclaje en lo simbólico, apertura a lo incierto
subjetivantes es lo que le da sentido a nuestra clí- ria desde la ciencia. Haciendo una fuerte crítica a y tolerancia a las diferencias. Tres condiciones ne-
nica. La idea de devenir, alude a la dimensión de la racionalidad clásica y a la segmentación de los cesarias para alojar a las y los adolescentes en la
proyecto, que articulada a la noción de construc- conocimientos, propios de la actualidad, e inci- creación de dispositivos.
ción remite a una puesta en marcha, a una idea de tando a tomar partido por la complejidad del pen-
movimiento, respecto de la constitución subjetiva samiento. La noción de dispositivo aportada por Giorgio
de lxs adolescentes y también a un movimiento Agamben (2005) es una de las que más nos aporta
respecto del vínculo que establezcamos con ellos. Tomo algunas consideraciones que la Carta para pensar su alcance en nuestro trabajo. Agam-
Es entonces como lo dice poéticamente Gisela introduce en su Preámbulo, muy atinadas para ben lo considera como cualquier cosa que tenga
Untoiglich, que los diagnósticos en niños y ado- pensar el contexto en que están insertas las ado- de algún modo la capacidad de capturar, orientar,
lescentes debemos escribirlos con lápiz, dado que lescencias. A saber: determinar, interceptar, modelar, controlar y ase-
portan psiquismos en constitución. gurar los gestos, las conductas, las opiniones y los
• La vida está seriamente amenazada por una discursos de los seres vivientes.
Dispositivos interdisciplinarios y tecnociencia triunfante, que sólo obedece a la ló-
transdisciplinariedad. gica horrorosa de la eficacia por la eficacia. En el caso de Foucault, el dispositivo tiene una
función estratégica dominante, y “el dispositivo
Enhebradas de este modo las coordenadas de • La ruptura contemporánea entre un saber está siempre inscripto en un juego de poder».
las subjetividades adolescentes, se hace necesario cada vez más acumulativo y un ser interior cada Ampliando la noción de Foucault y tomando
reflexionar sobre las disciplinas y los dispositivos vez más empobrecido conduce a un ascenso de un la de Agamben, podemos pensar, ¿qué ocurre con
que las abordan. Los cuales se producen al inter- nuevo oscurantismo, cuyas consecuencias en el lxs adolescentes ante la captura en estos dispositi-
venir en el campo de la clínica, la prevención y la plano individual y social son incalculables. vos?. Considerando el acontecimiento singular del
promoción de salud, así como también en los encuentro de los cuerpos/sujetos adolescentes,
campos educativos y comunitarios. Requieren • El crecimiento de los saberes, sin precedente entre pares y con los adultos en el marco de esas
para su ejecución abordajes interdisciplinarios. en la historia, aumenta la desigualdad entre aque- capturas.
llos que los poseen y los que carecen de ellos, engen- Una definición sobre la subjetividad de Gior-
Alicia Stolkiner, en su texto, “La interdisci- drando así desigualdades crecientes en el seno de gio Agamben nos permite avanzar en esta tarea:
plina: entre la epistemología y las prácticas” de los pueblos y entre las naciones de nuestro planeta. “El sujeto…no es algo que pueda ser alcanzado di-
1999, parte de la idea que “Las disciplinas no exis- rectamente como una realidad sustancial presente
ten sino por los sujetos que las portan, las repro- Estas reflexiones y preocupaciones, entre en alguna parte; por el contrario, es aquello que re-
ducen, las transforman y son atravesados por otras, dan lugar a quince artículos que conforman sulta del encuentro cuerpo a cuerpo con los dispo-
ellas.” Desde ésta perspectiva, dado que todo la carta. Me referiré a cuatro para considerar sitivos en los cuales ha sido puesto en juego”…“La
equipo interdisciplinario es un grupo, debe ser nuestras prácticas y nuestras teorías: historia de los hombres no es quizás otra cosa que
pensado con alguna lógica que contemple lo sub- el incesante cuerpo a cuerpo con los dispositivos
jetivo y lo intersubjetivo. Dice que lo primero a Artículo 1. Toda tentativa de reducir al ser hu- que ellos mismos han producido: antes que nin-
considerar, es que un saber disciplinario es una mano a una definición y de disolverlo en estructuras guno el lenguaje”.
forma de poder y, por ende, las cuestiones de poder formales, cualesquiera que sean, es incompatible
aparecerán necesariamente en su entramado. con la visión transdisciplinaria. Dese una perspectiva de género, concibiendo a
-Si bien la carta no está redactada por psicoa- la emergencia de las nuevas sexualidades, las ado-
Un equipo asistencial interdisciplinario, como nalistas aquí nosotros podemos articularlo a la di- lescencias nos convocan a una deconstrucción de
un equipo escolar, como un equipo de un juz- mensión enigmática que aporta el psicoanálisis los binarismos sexuales y de género. Ana Fernán-
gado, etc., para que pueda funcionar como tal, re- con la noción de sujeto- dez (2021) nos remite a la deconstrucción de mo-
quiere la inclusión programada, dentro de sus delos tradicionales reproductores de diferencias
actividades, de un tiempo dedicado al armado de Artículo 10. No hay un lugar cultural privile- desigualadas instaladas en todas las relaciones so-
estos dispositivos. Me gusta tomar una frase de giado desde donde se pueda juzgar a las otras cul- ciales y discursivas.
Actualidad Psicológica Abril 2023 • Página 23

Trabajar en el sentido de la deconstrucción, bidos, sino facilitar los dispositivos para que cons- Y toma el texto “La banalidad el mal” de Han-
nos implica en una vía distintita a destruir o de- truyan sus modelos. Esto se favorece a través de nah Arendt (1906-1975), filósofa alemana de ori-
rrocar. Si profundizamos en el término decons- formas institucionales que se sostengan en la ló- gen judío, quién acuñó la expresión «banalidad del
trucción, la propuesta de Derridá se inserta de gica de la garantía de derechos. Se trata de trabajar mal» para expresar que algunos individuos actúan
mejor modo en la noción que implica un devenir, conjuntamente para que no sea la sociedad la que dentro de las reglas del sistema al que pertenecen
un ir haciéndolo, en el encuentro mismo que el habla de lxs adolescentes, sino que ellxs hablen en sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan
dispositivo propone como efecto de una determi- y a la sociedad, haciendo su experiencia de ensayo por las consecuencias de sus actos, solo por el
nada posición. y error. cumplimiento de las órdenes y deberes.
En una entrevista inédita del 30 de junio de Cuando un entramado social facilita las con- Y así, en esos dispositivos biopolíticos de la
1992, Jacques Derrida dice que hay que compren- diciones para la elaboración colectiva de lo trau- crueldad, son capaces de ejercer crueldad sobre el
der el término “deconstrucción”, no en el sentido mático, y da lugar a las voces de lxs adolescentes, semejante. Crueldad en el sentido de desconocer
de disolver o de destruir, sino en el de analizar las ellxs toman la palabra. Y realizan movimientos al otro como sujeto. Son seres pensantes, raciona-
estructuras sedimentadas que forman el elemento que son transformadores de la realidad que habi- les, que infringen crueldad como la ejercida en los
discursivo en el que estamos insertos los sujetos. tan y también de su entorno. (Ruibal 2022) campos de concentración nazis y también durante
Según Derrida la experiencia deconstructiva, no Entonces, las revueltas adolescentes pueden dis- el terrorismo de estado en nuestro país.
puede ser una disciplina o un método, la decons- ponerse a ser experiencias subjetivantes, tanto en el
trucción es, en efecto, una interrogación sobre consultorio como pequeñas revueltas, o cómo en Discriminaciones, ignorancias, desestimaciones
todo lo que “es”. Podríamos decir que es una po- los movimientos colectivos adolescentes, por todxs y rechazos, de cualquier condición vulnerable que
sición interrogativa. conocidos en la historia argentina, que permiten hace visible lo más ominoso de nuestra sociedad,
Interrogar la condición humana, nos ubica en pensar en esas revueltas como productoras de sub- las que en gestos y alocuciones de odio pueblan el
un escenario de violencias que no podemos des- jetividad y de advenimiento de lo nuevo. discurso público, se precipitan en la anestesia que
conocer, que movilizan lo que podemos llamar el Como psicoanalistas concebimos la problemá- supone una anomalía donde hay un llamado, una
suelo moral en el que estamos viviendo, como lo tica de lo psíquico teniendo siempre presente que indisciplina donde hay una voz, una provocación
denomina la epistemóloga Paula Sibilia. Nos refe- el sujeto adviene a un espacio relacional. En el donde hay un deseo.
rimos a los modos de banalización de la violencia campo de lo vincular, en la interacción, la violen- Al referirnos a la violencia y a la crueldad, con-
y a la de naturalización de los discursos de odio. cia y la agresión, como categorías diferenciadas viene distinguir a la agresividad en su rol constitutivo
A la luz de los avatares de nuestros tiempos, que se implican en la relación con otrxs, necesa- de la subjetividad y evitarnos caer en una confusión.
no es conveniente ignorar el peso y la injerencia rias para la constitución del psiquismo, son tam- La confusión que por momentos comanda una par-
que la violencia y la crueldad pueden tener en el bién expresiones de lo que no se puede elaborar ticular mirada sobre las adolescencias.
devenir subjetivo. Así es que es preciso deslindar de otro modo y a las que el contexto induce.
qué dispositivos y redes discursivas potencian de- Ahora bien, ¿qué diferencia a la crueldad de la
venires violentos y alojan la crueldad, por un lado; Algunas referencias a lo que plantea Denise agresividad?
y cuáles favorecen el despliegue de potencias dese- Najmanovich, nos ayudan a distinguir conceptual-
antes transformadoras, por otro. mente Violencia de Agresión. A su vez, nos da pié Winnicott (1986) lo explica de un modo bri-
a ubicar lo que nombramos como Políticas de llante, planteando que en los inicios de la consti-
Intervenir en tiempos violentos. Cuidado. tución subjetiva la agresividad es vitalidad. Y esa
Son las teóricas feministas quienes han hecho agresividad vital no es destructora de los vínculos,
El adulto en función, aquél que interviene en los aportes al concepto político de “cuidado” y a la ética muy por el contrario.
ámbitos habitados por las adolescencias, en escuelas, ligada al mismo. Entre ellas, Najmanovich, se re- Si esa agresividad no se juega en la infancia, en
en instituciones de salud, en organizaciones sociales fiere a las políticas de cuidado, no cómo cuidados esos primeros tiempos, donde el otro adulto so-
o comunitarias; está llamado a acompañar la pro- regimentados y de seguridad, sino como cuidado porta, contiene, aloja, subsiste, sobrevive a la agre-
ducción de una transformación que es esencial en vital, situado y pensado, atento a uno y al otro. sión que los niños y lxs adolescentes en su segunda
el modo en que el adolescente habita la institución, Cuidar es un verbo y es una forma de habitar la vuelta, presentan y plantean; se dificulta la insta-
estableciendo lazos desde un determinado lugar, vida. Acuña el término Cuidadanía para remitir a lación de la preocupación por el otro en el sujeto.
desde el cual incide en la dinámica institucional. una Ética del cuidado, en consideración al seme- Ya resalté en otra ocasión, que en la adolescen-
Alicia Stolkiner (2010), afirma que los niños y jante. Ubica que las violencias mayores no son cia cierta agresividad es necesaria para desinvestir
los adolescentes son analizadores privilegiados de agresivas. Son silenciosas. Tienden a anestesiarnos. lo familiar e investir lo extrafamiliar. (Ruibal, 2021)
las instituciones. Define a un analizador como una Se sostienen, para todos los seres humanos, en La tesis de Winnicott es que la impulsividad y
persona, un acto o acontecimiento, que coloca en procesos de justificación y anestesiamiento. Es la agresividad llevan al niño a buscar un objeto
el discurso social o institucional algo que estaba muy poderoso el entrenamiento que tenemos en externo. La oposición y la sobrevivencia del ob-
naturalizando o invisibilizado, lo pone en escena. invisibilizar las violencias, nos dice. jeto, que significa ni desaparición ni venganza,
Es sumamente importante para todos los que
formamos parte de estas instituciones tener en
cuenta que ser un analizador es distinto de ser
actor. El analizador produce un proceso de re-
vulsión del discurso y del sentido sin que nece-
sariamente haya en su acto una intención de
hacerlo. Un joven puede protagonizar un acto
de violencia escolar involucrando a toda la ins-
titución en la escena, en la que su propio
cuerpo está implicado. No necesariamente está
tratando de cambiar algo, simplemente puede
haber reaccionado a una situación insoporta-
ble. Para configurarse como actor necesita in-
corporar una intencionalidad y una búsqueda
de asociatividad con otrxs. Todo nuestro es-
fuerzo debe estar dirigido a favorecer su pase de
analizadores a actores, dice Stolkiner. No debe-
mos tratar de adaptarlos a modelos preconce-
Página 24 • Abril 2023 Actualidad Psicológica

Sumario I 527 hacen que el niño a través de su empuje agresivo


descubra la realidad. Plantea la paradoja de que al
destruirlo lo halla, siempre y cuando el objeto so-
porte “el ataque” y contribuya a la desilusión.
sional que va a tratarlo sabrá cómo librarlo de su
tormento.”
La liberación del tormento parte de poner en
acto una determinada escucha y no de dar una
Como adultos y como adultos significativos, respuesta acabada. Escuchar a un/a paciente, es
necesitamos rescatar y validar esas construcciones más que “oir”. Es una escucha activa, atenta a las
espontáneas que se dan en la niñez a través de manifestaciones verbales y no verbales de quién
actos agresivos, y que se dan comúnmente en la nos habla. Escuchar es concentrarnos en lo que
adolescencia a partir de revueltas adolescentes y nos dice el/la paciente, tratando de ir más allá de
significarlas con pautas de regulación simbólica de las palabras que pronuncia, sobre todo inten-
esa agresividad, que complejicen y enriquezcan la tando sentir en nosotros la emoción dolorosa que
vida en sociedad. Y diferenciándolas de actos en lx habita, consciente e inconsciente.
donde el otro no es considerado como semejante
y se vulnera su condición de existente. La experiencia profunda de la escucha, supone
el deseo de entrar con él o la paciente en la explo-
Psicoanálisis y peste capitalista. ración de su mundo interior, de saber los modos
en cómo éstx se siente, se juzga, se percibe y sobre
Es común escuchar que los analistas tienen sus todo se ignora. Arrojándonos así al campo del
consultorios “estallados” de pacientes. El diagnós- enigma sin sucumbir a las respuestas exhibidas en
tico inicial a semejante aluvión de consultas, la góndola.
como es esperable, es atribuible a los efectos psí-
quicos/sociales/económicos que produjo seme- Psicoanalista. Especialista en Psicología Clínica con púberes, ado-
Abril 2023 jante acontecimiento traumático como fue la lescentes y adultos. Directora Docente de Posgrados, DGSM,
Pandemia. ¿Alcanza hoy pensarlo sólo desde ahí? GCBA. Profesora Titular de “Adolescencias Complejas: abordajes
Ilustración de tapa:
Rodolfo López Martino Con cierto humor un colega me decía que el y dispositivos en el campo clínico, educativo y comunitario. Prác-
Distribución en Interior: D.I.S.A Dibu Matinez, arquero de la selección argentina, ticas subjetivantes”, en la Carrera de Especialización en
Imprenta: Mundo Gráfico S.R.L.
fue la mejor propaganda para nuestra profesión. Psicoanálisis con Adolescentes de UCES.
Que hizo más por los psicólogxs que las institu-
Los artículos firmados son de exclusiva ciones psicoanalíticas. ¿Será así?
responsabilidad de sus autores,
y no reflejan necesariamente la opinión
Una paciente joven me pide una derivación para Bibliografía
de la dirección. un familiar de su misma edad, sugiero alguien. A la
sesión siguiente me cuenta que la persona en cues- Agamben, G.: ¿Qué es un dispositivo?. Conferencia dictada,
tión, había pedido varias recomendaciones y que se en el año 2005, en la ciudad de La Plata.
había tomado dos días para tener 6 o 7 entrevistas Bleichmar, S.: Producción de subjetividad y constitución del
de primera vez. De esta manera podría evaluar qué psiquismo. En El Desmantelamiento de la Subjetividad. Esta-
2 La complejidad en tiempos complejos: profesional estaría a la altura de responder a sus re- llido del yo. Buenos Aires: Editorial Topia, 2008.
Vicisitudes de la constitución subjetiva en
quisitos de atención, los que estaban formulados en Castoriadis, C.: La institución imaginaria de la sociedad. Bar-
los niños de hoy.
Beatriz Janin términos de objetivos a cumplir, y así decidir con celona, Tusquets. 1989.
quién comenzar su terapia...La búsqueda ya se Derrida, J.: ¿Qué es la deconstrucción? Entrevista inédita del
7 Las adolescencias y sus (poli) consumos había iniciado en un peregrinaje por sesiones de 30 de junio de 1992.
problemáticos. constelaciones familiares, astrología, tarot y resolu- Fernández, A. M.: Psicoanálisis. De los lapsus fundamentales
Alicia Donghi ción de conflictos a corto plazo, entre otras varian- a los feminismos del siglo XXI. Buenos Aires: Paidos. 2021.
tes psicológicas de distinta parroquia. Tiempo Morin, E.: Introducción al pensamiento complejo. Barcelona:
10 La transmisión intergeneracional en el después llega a mí la noticia de que la derivación Gedisa, 1995.
análisis de niñas y niños. había sorteado los obstáculos y su familiar comenzó Morin, E. y otros: Carta de la Transdisciplinariedad. Primer
Ariana Lebovic a analizarse con la colega que había propuesto. Congreso Mundial de Transdisciplinariedad, Convento de
Claro está, que elegir analista, como objetos de Arrábida, Portugal. 6 de noviembre de 1994.
14 Cuando la complejidad habita el una góndola, no la protegió del padecimiento que Najmanovich, D.: Violencias y autolesiones. Construyendo in-
consultorio: niños y adolescentes en
conlleva semejante exigencia de triunfo. Muy por tervenciones desde una ética del cuidado. En Curso de Actua-
análisis.
Juan José Calzetta, el contrario. Consumidores y consumidos, nos lización profesional 2022, Forum Infancias. Buenos Aires. 27
Fabiana Freidin fundimos en la vertiente más infame que el capi- de agosto de 2022.
talismo promulga, rendir. Rendir incansable- Nasio, J. D.: ¡Sí, el psicoanálisis cura!. Buenos Aires, Paidós.
17 Con-versaciones en la pecera: una ética mente. Batallar con los problemas, aniquilarlos, 2017.
de la escucha para seguir produciendo y triunfar. Ruibal, A.: En busca del tiempo perdido. Por el camino de
Florencia Basualdo, Eros. En Revista Actualidad Psicológica, Periódico Mensual,
Gabriel Paiva, Consultorios estallados, analistas detonados, No. 516. Pág. 14 a 16. Buenos Aires; abril de 2022.
Victoria Zallocco agendas explotadas...todas metáforas bélicas para Ruibal, A.: Las adolescencias exigidas. Entre Eros y Tánatos.
describir el malestar que nos habita. Dónde uno En Revista Actualidad Psicológica, Periódico Mensual, No.
21 Adolescencias complejas: hacia la y otro, alienados al ideal, corremos el riesgo de 508. ISSN 0325-2590. Bs. As.; julio de 2021.
construcción de devenires subjetivantes en perder nuestra condición de sujeto, particular- Sternbach, S.: Adolescencias, tiempo y cuerpo en la cultura
los dispositivos clínicos.
mente de sujetos deseantes. actual. En Adolescencias: trayectorias turbulentas. Buenos
Alejandra Ruibal
Aires: Paidos. 2006.
En uno de sus libros sobre la cura psicoanalí- Stolkiner, A.: La interdisciplina: entre la epistemología y las
tica, Juan David Nasio, dice: prácticas. Publicado en El Campo Psi. Abril 1999.
“Para que el psicoanálisis sea eficaz, es necesa- Stolkiner, A.: Las formas de transitar la adolescencia hoy y la
rio que quien consulta reúna las siguientes carac- salud/salud mental: actores y escenarios. Novedades Educati-
Próximo número: Mayo 2023 terísticas: que sufra, que no soporte más sufrir, vas, 25 (269), I, 40-45. 2010.
Redes que se interrogue sobre las causas de su sufri- Winnicott, D.: Realidad y Juego. Buenos Aires: Gedisa, 1986.
miento y que tenga la esperanza de que el profe-

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