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ORACIONES SUBORDINADAS DE RELATIVO

SUBORDINADAS ADJETIVAS Y SUBORDINADAS DE RELATIVO


Llamamos subordinación adjetiva a aquella que hace cumplir a una oración el oficio de
un adjetivo o sintagma adjetival. Los nexos que se utilizan con más frecuencia en
español para introducir una oración con estas funciones son los relativos; de ahí que se
tienda a identificar las oraciones adjetivas con oraciones de relativo. Sin embargo, esto
es inexacto, ya que ni todas las oraciones de relativo son adjetivas, ni todas las
oraciones adjetivas son de relativo.

LAS ORACIONES DE RELATIVO

Las oraciones de relativo se llaman así porque se sirven, como nexo de subordinación,
de un relativo (determinante, pronombre o adverbio). Los relativos son, como los
interrogativos y exclamativos (que solo se distinguen de ellos en la escritura por el
acento ortográfico o tilde, y que son invariablemente tónicos), unidades bifuncionales:
además de emplearse como nexos de subordinación, cumplen otro oficio, dentro de la
oración subordinada, conforme a su condición de determinante (cuyo, cuya, cuyos,
cuyas; cuanto, cuanta, cuantos, cuantas; con este valor ya no se emplea apenas cual,
cuales), de pronombre (que; quien, quienes; cual, cuales; cuanto, cuanta, cuantos,
cuantas) o de adverbio (cuando, donde, como, cuanto).

El término relativo presupone que estas unidades se refieren, anafóricamente, a un


elemento anterior, denominado antecedente, al que representan en la oración
subordinada (el relativo, además de su función de nexo, cumple en la oración
subordinada la función que desempeñaría en ella su antecedente, puesto que lo
representa). Ahora bien, el antecedente puede estar explícito o implícito (o
integrado). Cuando el antecedente se expresa, toda la oración subordinada funciona
como adyacente de esa unidad, por lo que puede hablarse de subordinación adjetiva:

La información que me diste ayer es falsa.


El emisario en quien confías ciegamente aún no ha regresado.
Esta es la casa donde murió Lope de Vega.

Por el contrario, cuando el antecedente está implícito y no se expresa, la oración


subordinada pasa a ser sustantiva, si el relativo que funciona como nexo es un
pronombre (o el determinante cuanto, -a, -os, -as en su uso más común en el español
de nuestros días), o adverbial, si el relativo es un adverbio.
No obstante; el determinante relativo-posesivo cuyo (-a, -os, -as) solo introduce
oraciones subordinadas adjetivas y lo mismo sucede con el pronombre cual (-es), que
es incompatible con un antecedente implícito; tampoco es habitual que lleve
antecedente el pronombre cuanto (-a, -os -as), salvo en raros ejemplos (Los invasores,
cuantos entraron en la aldea, estaban rendidos).

Así, no habría subordinación adjetiva en casos como éstos:

Quien mal anda mal acaba.


El que se pica ajos come.
Cuanto tengo confieso yo deberos.
Iré cuantas veces quiera.
Influyó cuanto pudo [influir] en todos nosotros.
Donde las dan las toman.
Lo digo como lo siento.
Cuando yo era niño iba al colegio público del barrio.

Por el contrario, sí encontramos subordinación adjetiva en los ejemplos siguientes:

El reloj, cuyas agujas están paradas, marca siempre las dos.

Cervantes publicó sus mejores novelas en el siglo XVII, de las cuales la más
célebre es el Quijote.

ADJETIVAS ESPECIFICATIVAS Y ADJETIVAS EXPLICATIVAS

Las oraciones de relativo adjetivas (en función de adyacente de un sustantivo, con


antecedente explícito) pueden ser especificativas y explicativas. De esta forma, se
acomodan a una clasificación conocida en el caso de los adjetivos propiamente dichos.

La oración adjetiva especificativa delimita, precisa, concreta y restringe el significado


del antecedente, y es necesaria para entender el contenido de este:

El concejal que había sido atacado dimitió.


El libro que me prestaste ayer es fascinante.
Por el contrario, la oración adjetiva explicativa abarca al antecedente en su totalidad,
sin restringir su significado; solo añade una aclaración ocasional, innecesaria para la
cabal comprensión de su antecedente, y su ausencia no modifica sustancialmente el
significado de la oración compleja. Desde el punto de vista formal, se distingue porque
va delimitada por pausas en la pronunciación (por comas en la escritura).

En efecto, la presencia de las comas correspondientes delante y detrás de las


oraciones adjetivas de los ejemplos anteriores (que hemos destacado en negrita)
bastará para expresar su valor explicativo; en cambio, sin esas comas, la oración
subordinada adjetiva tendrá valor especificativo, y solo entonces podrá limitar el
significado del antecedente:

El concejal que había sido atacado dimitió. (ESPECIFICATIVA)


El concejal, que había sido atacado, dimitió. (EXPLICATIVA)

Esta diferencia se aprecia mucho mejor si el antecedente aparece en plural. Así,


observamos que las oraciones adjetivas especificativas seleccionan, entre los alumnos,
escritores o viajeros, únicamente aquellos que reúnen ciertas condiciones (trabajar con
ahínco, que sus obras hayan sido tratadas en clase, que sus pasaportes estén
caducados):

Los alumnos que trabajan con ahínco logran lo que se proponen.


Todos los escritores cuyas obras hemos tratado en clase serán materia de
examen.
Los viajeros cuyos pasaportes han caducado deberán comunicarlo
inmediatamente.

En cambio, las oraciones adjetivas explicativas que formamos siguiendo el modelo de


aquellas carecen de esa capacidad de selección, puesto que presuponen que los datos
aportados por la subordinada se predican de su antecedente en toda la extensión de
su significado (es decir, que todos los alumnos trabajan con ahínco, que se han tratado
en clase las obras de todos los escritores y que los pasaportes de todos los viajeros
están caducados):

Los alumnos, que trabajan con ahínco, logran lo que se proponen.


Todos los escritores, cuyas obras hemos tratado en clase, serán materia de
examen.
Los viajeros, cuyos pasaportes han caducado, deberán comunicarlo
inmediatamente.
RELATIVOS COMPLEJOS

Las oraciones de relativo pueden estar introducidas por un relativo simple o bien por
un relativo complejo (la combinación de un artículo + que, o de un artículo + cual),
siempre con antecedente expreso.

Los relativos complejos pueden aparecer como término de preposición, dentro de un


sintagma preposicional que contrae una función sintáctica dentro de la oración
subordinada: en “la persona de la que te he hablado”, el sintagma preposicional “de la
que” funciona como complemento de régimen de “he hablado”.

Precedido de las preposiciones a, con, de, en, y a veces por, se puede omitir el
artículo del relativo complejo: “la amabilidad con [la] que nos trata”. Este uso es
corriente en las oraciones adjetivas especificativas, pero es inusual en las explicativas.

ORACIONES RELATIVAS SIN ANTECEDENTE EXPRESO

Cuando el relativo carece de antecedente expreso, podemos encontrarnos con dos


tipos diferentes de oraciones relativas: las relativas libres y las relativas semilibres.

a) Relativas libres

Las oraciones encabezadas por los pronombres relativos quien y cuanto (con sus
variantes flexivas), cuando no expresan su antecedente, se asimilan a sintagmas
nominales y pueden ejercer sus mismas funciones. Podemos hablar, por tanto, de
oraciones sustantivas.

Quien lo probó lo sabe.


SUJETO

Las encabezadas por los adverbios relativos donde, como, cuando y cuanto (formas
invariables por su condición de adverbios), equivalen a sintagmas adverbiales o a
sintagmas preposicionales, y se consideran oraciones adverbiales.

Se lo recordaré cuando la vea.


CC de tiempo
b) Relativas semilibres

Son semilibres las relativas sin antecedente expreso encabezadas por el artículo + el
pronombre que: el que / la que / lo que / los que / las que.

A veces el antecedente se puede recuperar por el contexto, lo que permite analizar la


oración subordinada como adjetiva:

He leído muchas novelas históricas, pero las Ø que prefiero son las de Mujica
Láinez.

Otras veces el antecedente no se puede recuperar tan fácilmente:

El que lo haya visto no lo olvidará jamás. (Aquí, la secuencia el que equivale a ‘la
persona que’).

Ante todo, importa aclarar que en las relativas semilibres no hay relativos
complejos, puesto que el artículo y el relativo que forman parte de segmentos
distintos, entre los cuales podemos intercalar otros elementos.

Ese es el que nos recibió ayer. (Ese es el mismo que nos recibió ayer).

Esta apreciación es esencial para analizar correctamente las relativas semilibres: en


ellas, el artículo no forma parte de la oración subordinada, sino que artículo y oración
de relativo forman parte del mismo sintagma nominal. Si es posible restituir el
antecedente, la oración de relativo tendrá su consabido valor adjetivo; si no es posible
recuperarlo, podemos considerar que la oración de relativo funciona como núcleo del
sintagma, de modo que podremos hablar de una oración subordinada sustantiva (o, si
se prefiere, adjetiva sustantivada por el artículo).

Intentaré enseñaros lo que sé.


CD (SN)
SN → Determinante (artíc. lo) + Núcleo (oración de relativo
semilibre que sé).

De la misma manera, en todas las construcciones de relativo sin antecedente expreso


(tanto en la relativas libres como en las semilibres), la preposición tendrá como
término a toda la oración relativa:

Me hablaron de [ quien te dije].


Enlace Término
(prep.) (orac. de relativo libre)
C de régimen (S Prep)
Se acordó de [ la [ que vive enfrente ] ].

(artíc.) (oración de relativo semilibre)

Det. N
Enlace Término (SN)
C de régimen (S Prep)

Como apuntábamos antes, también podemos mantener la interpretación adjetiva,


recuperando elementos elípticos:

Se acordó de [ la Ø [ que vive enfrente ] ].

(artíc.) (orac. de relat.: adjetiva especif.)

Det. N CN
Enlace Término (SN)
C de régimen (S Prep)

Pero, como también hemos señalado, esta opción de análisis no sería posible con el
artículo neutro “lo”, puesto que en español no existen los sustantivos neutros.

Se ha planteado un tercer análisis para las oraciones de relativo semilibres, a partir de


una propuesta del insigne gramático Andrés Bello. Según este análisis, el artículo se
comportaría en estos casos como un pronombre, lo que nos permitiría interpretarlo
como núcleo de SN, devolviendo a la oración de relativo el carácter de oración
adjetiva, como complemento del antecedente. El artículo se analizaría como una
variante del pronombre personal y la oración subordinada tendría antecedente
expreso (el pronombre). La ventaja teórica de este análisis, además de su sencillez,
radica en que se puede aplicar también a la forma neutra “lo”, que no permite
recuperar un sustantivo elidido. Pero no debemos obviar que, si aceptamos esta
interpretación, estaremos considerando que el núcleo del SN es una unidad átona, de
la cual haríamos depender otras unidades tónicas, lo que resulta insólito en español.

De acuerdo con este segundo análisis, el esquema de la oración anterior quedaría así:

Se acordó de [ la [ que vive enfrente ] ].

N CN (orac. de relat.: adjetiva especif.)


Enlace Término (SN)
C de régimen (S Prep)
ORACIONES PARA ANALIZAR

No sabías calcular el tiempo que podías perder.

Te recuerdo las razones por las que debes estudiar.

Esas son las cosas de las cuales me hablas.

Era un pueblo de cuyo nombre no quería acordarse.

Era la persona a quien debía acudir.

Es un relato donde hay un solo protagonista.

Casi no recuerdo los tiempos cuando vivíamos en Soria.

Debes fijarte en la manera como trabaja tu hermano.

Recibe a cuantos alumnos se lo piden.

Envió el mensaje a cuantos países hay en el mundo.

El necio desprecia cuanto ignora.

Trabajó cuanto pudo.

Los documentos que se salvaron del incendio son fundamentales.

Los documentos, que se salvaron del incendio, son fundamentales.

Encontré a mi amiga Mercedes, la cual trabaja por las tardes.

Ya hablaremos cuando llegue.

No te voy a repetir lo que ya sabes.


RASGOS BÁSICOS DE LOS RELATIVOS

1. Valor anafórico.

Los relativos se relacionan con una expresión previa o implícita en el enunciado: su


antecedente. Poseen el mismo referente.

Ese es el asunto del que te hablé. (Aquí, asunto es el antecedente de que).

Quien lo probó lo sabe. (Quien, es decir, ‘el que, la persona que’, aparece en un
contexto en el que no está expreso el antecedente, sino implícito o integrado
en el relativo).

2. Función sintáctica dentro de la oración que introducen.

Se trata de la misma función que desempeñaría su antecedente si apareciera en su


lugar, puesto que tienen la misma referencia.

Coincidimos en la casa que hace esquina con la plaza. (El pronombre relativo
que funciona como sujeto de la oración subordinada, puesto que La casa hace
esquina con la plaza).

3. Valor subordinante: nexo de subordinación.

Los relativos subordinan la oración que introducen. Cuando tienen antecedente


expreso, la oración subordinada cumple la función característica del adjetivo. Sin
antecedente expreso (relativas libres o semilibres), se asimilan a grupos nominales
o prepositivos.

4. Posición sintáctica, al comienzo de la oración subordinada.

A veces arrastran a la posición inicial a otras palabras con las que forman grupos
sintácticos.

Te traigo el libro del que te hablé. (Aquí, del que forma parte de la oración
subordinada, como complemento de régimen del verbo hablar: Te hablé del
libro).

INVENTARIO DE RELATIVOS

DETERMINANTES PRONOMBRES ADVERBIOS

que / art. + que donde

cuyo, cuya, cuyos, cuyas quien, quienes cuando

art. + cual, cuales como

cuanto, cuanta, cuantos, cuantas cuanto

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