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Ejemplos de Reglas Ortográficas (del Español)

Las reglas ortográficas son aquellas trazadas por la regla culta de un idioma, es decir, el
conjunto de convenciones y normativas que rigen el sistema habitual de escritura aceptado y
puesto en práctica por sus hablantes.
La palabra ortografía (proveniente del griego ortho y graphos: grafía correcta) designa a ese
conjunto de convenciones taxativas que unifican el modo de escritura de una lengua.
Usualmente es producto de un devenir histórico de la misma, generando asimismo cierto
consenso y cierto debate, aunque al final es siempre el uso (el habla saussureana) el que se
impone diacrónicamente a todo sistema de reglas.
En el caso de la ortografía actual del Español, ésta data del siglo XVII, cuando la recién
creada Real Academia Española anunció sus primeras normas de ortografía. Posteriormente,
las diversas academias de la lengua hispana han debatido en torno a la conveniencia de
nuevas modificaciones dada la creciente tendencia del Español hacia la diversidad y la
dispersión, a juzgar por las lejanas formas de enunciación que caracterizan a las variantes
americanas y europea.
La ortografía del español atañe tanto a la selección escrita de fonemas homófonos (b/v, por
ejemplo), como la acentuación, el uso de las mayúsculas y de los diversos signos de
puntuación.
Ejemplos de reglas ortográficas
1. Antes de p y b, se escribe siempre m. Esta regla permite discernir entre la m y la n,
cuya fonía (sonido) puede llegar a ser semejante. Ej. imperio, emparentado,
amputación, ambiente, ambiguo, ambo.
2. Detrás de la n, d o b, se escribe siempre v. Esta regla lidia con el hecho de que el
fonema de la v no se distingue de la b en casi ninguna variante del Español actual. Ej.
envidia, envase, adverso.
3. Si un verbo se escribe con h en su infinitivo, sus conjugaciones también la llevarán.
Esto se debe a que los verbos conservan su raíz lexical, aunque su declinación varíe
al conjugarse.
4. Cuando la z se halle entre vocales débiles se tornará c. Como en los plurales de pez,
lápiz o tamiz: lápices, tamices. Cosa que no ocurre en taza o pereza: tazas, perezas.
5. Algunos tiempos y personas de verbos infinitivos terminados en -uir se conjugan con
y. Como es el caso de huir, concluir, influir: huyó, concluyamos, influyeron.
6. El modo imperativo de la segunda persona formal y plural de los verbos reflexivos
perderá la n Así, no será levántensen sino levántense, a pesar de que la lógica
indicaría la necesidad de esa n, como en tomen, apresen o disparen.
7. La rr se empleará únicamente en posición intervocálica. Incluso cuando las palabras
empiecen con ese sonido, con la r “fuerte”, se escribirá de todos modos con una sola
letra. Por ejemplo: rápido, revolucionario, río. Pero ferrocarril, correr.
8. Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en n, s, o vocal. Se llama así a las
palabras cuya sílaba tónica es la última. Por ejemplo: camión, trepó, pero tapiz, teñir.
9. Las palaras llanas llevan tilde cuando terminan en una consonante distinta de n o s.
Se llama así a las palabras cuya sílaba tónica es la penúltima. Por ejemplo: mártir,
inútil, pero joven, mides.
10. Las palabras esdrújulas siempre se acentúan. Se llama así a las palabras cuya sílaba
tónica es la antepenúltima o anteriores (sobreesdrújulas). Por ejemplo: esdrújula,
fósforo, cómpramelo, apócrifo.
11. Los adverbios terminados en -mente conservarán tilde si los adjetivos de donde
provienen la tienen también. Por ejemplo: inútilmente, apócrifamente, últimamente.
12. Los monosílabos no se acentúan, a menos que haya riesgo de ambigüedad gramatical.
Tal es el caso de dos palabras distintas que se escriben igual y requieren de
diferenciación, como él/el, más/mas, sólo/solo y de/dé.
13. Cuando una vocal débil en un diptongo lleve tilde, se tratará como sílaba
aparte. Debido a que la vocal débil adquiere suficiente energía para romper el
diptongo. Por ejemplo: maíz, laúd, ríanse, tíos.
14. Las palabras compuestas, al juntarse, pierden (la primera) y conservan (la segunda) la
tilde ortográfica. Por ejemplo: decimoséptimo, logicosemántico, santabárbara.
15. La diéresis se escribe sólo para los casos en que la sílaba “-gue” requiere del sonido
de la u. Normalmente, en esos casos, la u es muda, pero en palabras como ungüento
o güero, la diéresis marca la sonoridad.
16. Las palabras que empiezan por los diptongos ia, ie, ua, ue o ui, se escriben con h. Por
ejemplo: hiato, hiena, huaca, huevo o huida.
17. Los adjetivos terminados en -osa u -oso se escriben siempre con s. Por ejemplo:
trabajoso, amorosa, cenagoso, fibrosa, meloso.
18. Los verbos de infinitivo con j se conjugarán empleando esa misma letra. Por ejemplo:
conjugar (yo conjugo, ellos conjugaron, vosotros conjugáis), canjear, masajear.
19. Jamás va coma entre sujeto y verbo principal (a menos que sea un inciso). Así, no se
puede escribir: “el perro, comía poco” sino “el perro, cuando llegamos, comía poco”.
20. Los signos de admiración e interrogación vienen en pares. A diferencia de otras
lenguas, en el español se debe escribir el inicio y fin de la pregunta o de la exclamación
mediante los signos: ¡! y ¿?.
¿Qué es un cuadro sinóptico?
Un cuadro sinóptico es una representación gráfica de ideas o textos (que requiero analizar) de
manera acotada, mediante la utilización de palabras clave recuadradas y conectadas mediante
líneas que pueden o no poseer conectores. Gráficamente es como un árbol, que nace y tiene
muchas ramas; visualmente comienza en una palabra inicial de la cual desembocan varias
otras.
Un cuadro sinóptico es normalmente implementado como una estrategia para organizar
conocimientos de una manera simple y clara de comprender. Contiene una estructura ya que,
se basa en una temática en particular y sus diversas relaciones.
Los cuadros sinópticos resultan muy útiles para analizar un tema o una teoría (que es
planteada por distintos autores) porque contrasta variables al encontrar semejanzas y
diferencias entre ellas.

Resumen
El resumen es la exposición breve de lo esencial de un tema o materia, tanto efectuada de
manera oral como escrita. Consiste en reducir o sintetizar el contenido de una lectura, de un
texto, de un documento o de una exposición oral; haciendo un extracto en el que se recoja lo
más importante de éstos, con precisión y utilizando nuestras propias palabras.
Un resumen puede hacerse a partir de las ideas principales subrayadas en un texto o de las
notas tomadas en una exposición, se debe comprender la organización del material, observar
la conexión existente entre las diversas ideas expuestas y los diferentes párrafos, redactar con
exactitud y brevedad solo las aportaciones básicas del autor a la materia tratada, con frases
cortas y sin juicios críticos.
De igual manera, en el resumen se utilizan palabras propias sin alterar las ideas ni el sentido
del texto. Si se incluyen trozos textuales, estos deben ir entre comillas. En el lenguaje
periodístico, la entradilla de una noticia es el resumen de la misma y se redacta con las pautas
anteriores.
¿Cuáles son las partes de una oración?
Por oración se entiende una palabra o la conjunción de varias palabras que entre sí forjan un
sentido. Las partes de una oración pueden variar según sea el caso y se dividen en las que
son variables: el sustantivo, adjetivo, artículo, pronombre y verbo; y las que son invariables:
preposición, adverbio, conjunción e interjección.
¿Qué es una oración?
Cuando se habla de una oración se está haciendo alusión a una palabra o un conjunto de
palabras que poseen un sentido. En ese orden de ideas, una oración debe caracterizarse por
gozar de un sentido completo al entrar en interacción cada una de sus partes. Estas palabras
pueden variar de significado, género, número y función dentro de la oración (partes variables),
o bien no variar (partes invariables).
(Partes variables e invariables de la oración)
Partes variables de una oración
 Sustantivo: palabra con la se denomina a personas, animales, cosas, lugares o ideas
abstractas. Por ejemplo: Juan, perro, casa, Chile, amor.
 Adjetivo: palabra que acompaña al sustantivo para calificarlo o determinarlo. Por
ejemplo: casa grande.
 Artículo: palabra que determina el género y número del sustantivo. Por
ejemplo: los libros, la mesa.
 Pronombre: palabra que sustituye al sustantivo. Por ejemplo: aquellos, alguien,
ustedes.
 Verbo: palabra que indica acción. Por ejemplo: Luis camina. Dependiendo del tipo de
configuración se va a conjugar el verbo para dar el sentido deseado al significado de
la oración.
Partes invariables de una oración
 Preposición: palabra que no tiene género ni número, y cuya función es relacionar
palabras. Por ejemplo: el libro está sobre la mesa.
 Adverbio: palabra que tiende a intensificar un adjetivo o verbo. Por ejemplo: Ana
llegó muy tarde.
 Conjunción: palabra que une o enlaza oraciones o palabras. Por ejemplo:
Juan y Pedro van al cine.
 Interjección: palabra que manifiesta estados de ánimo o impresiones repentinas. Por
ejemplo: ¡Ay! Me duele.
Oración interrogativa
Una oración interrogativa es una oración empleada para pedir información y en ocasiones para
expresar mandatos o sugerencias.pragmáticamente suavizados. Las interrogativas pueden
clasificarse de acuerdo a varios criterios binarios: parciales/totales, directas/indirectas.
Las interrogativas directas parciales son las más complejas de todas y en muchos lenguajes
no pueden ser divididas en dos partes disjuntas sujeto - gramática debido a diversos
movimientos sintácticos que hacen que frecuentemente haya inversión de orden entre sujeto
y verbo y otras modificaciones adicionales. La gramática generativa analiza las interrogativas
directas como sintagmas complementantes dentro de los cuales se han practicado algunos
desplazamientos de constituyentes sintácticos.
Oraciones Negativas
La negación es una modalidad enunciativa que existe en todos los idiomas y que intenta
comunicar que algo no sucede o no existe. Se puede concebir a la oración negativa como la
contracara de la oración afirmativa, que expresa algo positivo.
Las oraciones negativas suelen ser menos claras que las afirmativas, pues cuando se niega
algo se abre un abanico de implicaturas, esto es, de posibilidades que el receptor del mensaje
puede pensar, pero que no tiene manera de resolver.
Así, si alguien nos dice: ‘No llego a la mañana’, queda la posibilidad de que llegue a la tarde,
a la noche, al mediodía, es decir, no ha sido muy útil esa frase si queremos ir a buscarlo al
aeropuerto.

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