Las ciencias sociales tienen sus raíces en la filosofía antigua y se desarrollaron a
partir de las contribuciones de la civilización islámica. Durante la Ilustración, hubo una revolución en la forma en que se entendía lo que era "científico". Las ciencias sociales se desarrollaron a partir de la filosofía moral y se vieron influenciadas por las revoluciones industrial y francesa. En el siglo XVIII, las ciencias sociales comenzaron a ser consideradas como un campo conceptual distinto y fueron influenciadas por el positivismo de Auguste Comte. A lo largo del tiempo, surgieron diferentes vías de desarrollo en las ciencias sociales, como la investigación social y el estudio de los "hechos sociales". En el siglo XX, hubo un enfoque cada vez mayor en la metodología cuantitativa y cualitativa, y la estadística se convirtió en una disciplina independiente. En la actualidad, las ciencias sociales continúan evolucionando y se espera que estén compuestas por diferentes áreas de investigación de campo. Sin embargo, a pesar de su importancia, las ciencias sociales suelen recibir menos financiamiento que las ciencias naturales. Esto se considera una distribución de recursos ineficiente, especialmente en temas urgentes como el cambio climático. A pesar de esto, el nivel de atención y financiación a las ciencias sociales varía según los países. En Brasil, por ejemplo, el desarrollo de las ciencias sociales estuvo determinado por su interrelación con fenómenos políticos y la necesidad de afianzar el poder del Estado. Las ciencias sociales presentan problemas metodológicos y epistemológicos propios, y ha habido discusiones sobre qué constituye genuinamente una ciencia social. Aunque algunas disciplinas sociales involucran razonamiento y discusión racional, no siempre se consideran ciencias sociales.