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PÚBLICA RESPONSABLE
UNIDAD DIDÁCTIA
Materia III: La
administración sostenible
Fecha: 20 de noviem
viembre al 6 de diciembre de 2014
La administración sostenible
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………….
……………………………………………………………………………..
….. 5
INTRODUCCIÓN
http://www.youtube.com/watch?v=Nu9f33ddDUI
De hecho, la propia Estrategia EUROPA 2020 lleva por título “Una Estrategia
para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”. Cada vez es más
evidente que los poderes públicos y los ciudadanos debemos afrontar nuestras
decisiones individuales y colectivas desde una perspectiva inclusiva, viable,
integradora, sostenible, vivible…
En definitiva, el desarrollo sostenible entraña dos ideas principales sobre las que
existe un amplio consenso mundial:
- El desarrollo tiene una dimensión económica, social y ambiental y sólo será
sostenible si se logra el equilibrio entre los distintos factores que influyen en la
calidad de vida.
- La generación actual tiene la obligación, frente a las generaciones futuras, de
dejar suficientes recursos sociales, ambientales y económicos para que puedan
disfrutar, al menos, del mismo grado de bienestar que ella.
En resumen, lo que se plantea es una propuesta a largo plazo para una sociedad
más justa, más solidaria, más próspera, más segura, más sana y que ofrezca una
calidad de vida duradera intra e inter generaciones. Pero, además, supone un
punto de inflexión en el discurso ambiental, al asociar el crecimiento económico
y la cohesión social con la protección de los recursos y del entorno. Implica, por
tanto, el reto fundamental de conseguir una economía dinámica para una
sociedad que ofrezca oportunidades para todos, al tiempo que se mejora la
productividad de los recursos y se desliga el crecimiento de la degradación del
medio ambiente.
Puedes ver las cinco dimensiones que Naciones Unidas plantea para su integración en las
agendas de los Estados en el Documento I.
PNUMA, 2011. Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza - Síntesis para los encargados de la formulación de políticas.
www.unep.org/greeneconomy (Documento III)
Administración 2032. Teclas para transformar la Administración pública española. INAP.
2014. Capítulo I. (Documento IV)
Como los indicadores representan datos que han sido recolectados por distintas
entidades utilizando diferentes métodos, puede haber incongruencias entre
ellos.ǁ
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), un indicador puede definirse como un
parámetro o valor, derivado de parámetros generales
(variables), que señala o provee información o describe el
estado de un fenómeno dado - del ambiente o un área
específica - con un significado que trasciende el valor específico
del parámetro (análisis).
Un indicador puede definirse como un instrumento de medición que aporta información sobre
la condición actual de una situación, evento o fenómeno determinado y sirve para orientar a
los tomadores de decisiones en la formulación de políticas que busquen dar soluciones a
problemas reales identificados por la sociedad.
Ante la complejidad de su definición, los autores y los diversos organismos han ido
confluyendo en la elaboración de tablas de indicadores (ver tablas 1, 2, 3, 4, 5 y 6).
Desde una perspectiva micro, podemos analizar cómo una organización puede
evaluar el impacto de su labor en el medio ambiente y en su entorno en general
a través de un ejemplo concreto.
EL CASO DEL INAP (Instituto Nacional de Administración Pública del Reino de España)
Plan de Eficiencia Energética y Sostenibilidad Medioambiental (Documento V)
clarificadora para la actuación diaria. Este hecho plantea coherencia en todas las
acciones ya que permite alinear los objetivos.
3. Además de ser un sistema de información y de control, es también un
instrumento de formación, ya que supone un aprendizaje de las buenas
acciones desarrolladas y de los errores. Este factor supone obtener posibilidades
de mejora continua, ya que sólo se mejora lo que se mide.
4. Obliga a coordinar las tareas de planificación con la estrategia. Orienta
la organización hacia objetivos estratégicos.
5. Contribuye a la redefinición permanente de la estrategia. El entorno en
el que se mueve una organización es cambiante, por lo que se consigue un
efecto de retroalimentación entre las experiencias y las decisiones de la visión
global de la organización.
EXTRAIDO DE “CUADRO DE MANDO PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL”, de Ingrid Lameda Montero. ProfesoraTitular de la
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, y Javier Gimeno Zuera, Profesor Universidad de Zaragoza.
MODELOS DE EXCELENCIA
IWA: 4
MEMORIAS DE SOSTENIBILIDAD
Las memorias de sostenibilidad incluyen la medición, la rendición de cuentas y
la difusión de los resultados económicos, medioambientales y sociales e una
organización, con el fin de mejorar su rendimiento y de avanzar en el desarrollo
sostenible. Lo cierto es que los datos sobre las dimensiones económica y
financiera de la sostenibilidad parecen ser sólidos; en cambio, la dimensión
social y medioambiental de la sostenibilidad se ha basado frecuentemente en
informes narrativos o descriptivos y menos en datos numéricos.
Las empresas privadas utilizan cada vez más las memorias de sostenibilidad en
tanto mejoran su reputación. Sin embargo, su utilización en el sector público
todavía es incipiente. Las consideraciones sobre sostenibilidad se tienen en
cuenta primordialmente en tres áreas del sector público: a) compra pública; b)
legislación obligatoria en algunos países para que las empresas públicas
presenten memorias de sostenibilidad (p.ej. España desde 2009 con le Ley de
Economía Sostenible); c) en el nivel local se ha asumido con más rigor la
adopción de la Agenda 21, aunque también se ha utilizado la “huella ecológica”.
Los organismos que elaboran memorias de conformidad con la Guía GRI se han
encontrado con varias dificultades cuando la utilizan: el lenguaje, los conceptos
y los indicadores de rendimiento, que consideran inadecuados. A pesar de ello,
la Guía ofrece una serie de ventajas:
a) Distingue tres ámbitos diferentes para la mejora de la sostenibilidad: el
funcionamiento de la organización, el impacto de las políticas y los
servicios públicos y el impacto de todos los intereses afectados.
A modo de conclusión
La función de las memorias, como de todas las herramientas que permiten
medir y comunicar la sostenibilidad, es aportar la información necesaria para
que los grupos de interés puedan orientar sus decisiones hacia la consecución
del desarrollo sostenible. Las memorias contienen una ingente cantidad de
información, no relevante en todos los casos. Es una herramienta muy útil, para
muchos grupos de interés como pueden ser los accionistas, los futuros
inversores, organizaciones no gubernamentales, incluso para el personal de la
propia organización.
Pero no resulta de mucha utilidad para los usuarios. La información está
demasiado dispersa y para hacerse una idea del comportamiento de la
organización es necesario un análisis profundo de la memoria, tomar notas y
cotejar la información con otras organizaciones. Además, la falta de valores
umbrales para los indicadores presentados en las memorias dificulta que sean
herramientas útiles para la toma de decisiones de los usuarios.
La propuesta realizada por Juan Luis Domenech, en su libro Huella ecológica y
desarrollo sostenible, de integrar la huella ecológica corporativa en la memoria
de sostenibilidad, apunta en este sentido (Domenech, 2007). La huella ecológica
integra en un solo indicador todos los indicadores de entrada y salida, ofrece un
número con claro significado y de fácil interpretación (número de hectáreas) y
además existe un valor umbral perfectamente identificable. Además, la mayoría
de los actuales indicadores ambientales recomendados por el GRI están
recogidos en la huella ecológica; por tanto, la complementación de ambas
herramientas es muy elevada y la incorporación de la huella ecológica a la
memoria de sostenibilidad les aportaría a ambas un interesante valor añadido.
4.1 El concepto de RS
Las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos, consumidores,
poderes públicos e inversores en el contexto de la mundialización y el cambio
industrial a gran escala; la cada vez mayor influencia de los criterios sociales en
las decisiones de inversión de las personas o las instituciones tanto en calidad
de consumidores como de inversores; la cada vez mayor preocupación sobre el
deterioro medioambiental provocado por la actividad económica, o la
transparencia de las actividades empresariales propiciada por los medios de
comunicación y las modernas tecnologías de información y comunicación, han
incidido en un cambio de cultura empresarial y organizacional en general,
plasmado en una decisión voluntaria de contribuir al logro de una sociedad
mejor y un medio ambiente más limpio, extendiendo su objetivo más allá de la
obtención de beneficios.
Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las
obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo
«más» en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores.
La experiencia adquirida con la inversión en tecnologías y prácticas comerciales
respetuosas con el medio ambiente sugiere que ir más allá del cumplimiento de
la legislación puede aumentar la competitividad de las empresas. La aplicación
de normas más estrictas que los requisitos de la legislación del ámbito social,
por ejemplo en materia de formación, condiciones laborales o relaciones entre
la dirección y los trabajadores, puede tener también un impacto directo en la
productividad. Abre una vía para administrar el cambio y conciliar el desarrollo
social con el aumento de la competitividad.
Otras definiciones:
El Instituto Ethos, de Brasil, sostiene que la RSE «es la forma de gestión definida
por la relación ética y transparente de la empresa con todos los públicos con los
cuales se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales
compatibles con el desarrollo sustentable de la sociedad, preservando recursos
ambientales y culturales para las futuras generaciones, respetando la diversidad
y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales».
World Business Council for Sustainable Development (WBCSD): “La
responsabilidad social corporativa es el compromiso continuo que deben
adoptar las empresas para contribuir al desarrollo económico sostenible,
trabajando con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en
general para mejorar su calidad de vida.” Unión Europea (Libro Verde ‘Fomentar
un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas’): “La mayoría
de las definiciones de la responsabilidad social de las empresas entienden este
concepto como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las
preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y
sus relaciones con sus interlocutores.”
Foro de Expertos en RSE del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del Reino
de España: “La Responsabilidad Social de la Empresa es, además del
cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración
voluntaria en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos,
de las preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de respeto a los
derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparentes con sus
grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos
que se derivan de sus acciones. Una empresa es socialmente responsable
cuando responde satisfactoriamente a las expectativas que sobre su
funcionamiento tienen los distintos grupos de interés.”
Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA): “La
responsabilidad social corporativa es el compromiso voluntario de las empresas
con el desarrollo de la sociedad y la preservación del medio ambiente, desde su
composición social y un comportamiento responsable hacia las personas y
grupos sociales con quienes interactúa. La responsabilidad social corporativa
centra su atención en la satisfacción de las necesidades de los grupos de interés
a través de determinadas estrategias, cuyos resultados han de ser medidos,
verificados y comunicados adecuadamente. La responsabilidad social
corporativa va más allá del mero cumplimiento de la normativa legal establecida
y de la obtención de resultados exclusivamente económicos a corto plazo.
Supone un planteamiento de tipo estratégico que afecta a la toma de
decisiones y a las operaciones de toda la organización, creando valor en el largo
plazo y contribuyendo significativamente a la obtención de ventajas
competitivas duraderas.”
Sostenibilidad
Creación de
valor
compartido
RS Voluntariedad
Competitividad Transparaencia
COMPETITIVIDAD
La puesta en marcha de actuaciones en materia de responsabilidad social se
puede identificar también como una apuesta por la excelencia en la gestión
dando respuesta a retos sociales y ambientales. La asunción de la RSE por las
empresas no tiene sentido si se entiende como una carga colateral a su
actividad, en vez de asumirla como una cultura innovadora y transparente que
corresponde a un modelo de competitividad responsable y sostenible. De este
modo, la RSE forma parte esencial de una estrategia empresarial en la que la
tendencia a la excelencia impregna sus relaciones con todos sus grupos de
interés.
COHESIÓN SOCIAL
La RS debe aumentar la efectividad de las organizaciones en la promoción de la
igualdad de oportunidades y la inclusión social. No puede existir una auténtica
política responsable que no se ocupe suficientemente de la vertiente social.
SOSTENIBILIDAD
La RS se constituye como un instrumento para desarrollar organizaciones
conscientes de su papel principal en el logro de un desarrollo humano,
económico y medioambiental sostenido en el tiempo para las sociedades en las
que se integran. Es posible una evolución justa y responsable hacia una
economía más competitiva que dé lugar a un desarrollo sostenible y logre
progreso social.
TRANSPARENCIA
La RS contribuye a promover organizaciones ejemplares y transparentes, lo que
redunda en un aumento de la credibilidad y de la confianza. Las organizaciones
socialmente responsables dialogan con sus interlocutores y adquieren
compromisos con sus grupos de interés, lo que facilita que éstos puedan tomar
decisiones mejor informadas. Ello repercute de manera directa en su reputación
ante el resto de la sociedad.
VOLUNTARIEDAD
La adopción de políticas de responsabilidad social es voluntaria y supone un
valor añadido al cumplimiento de la normativa vigente. El compromiso asumido
voluntariamente con las partes interesadas debe ser la base del cumplimiento
de las expectativas que generen las organizaciones.
El Pacto Mundial es una iniciativa voluntaria, en la cual las empresas se comprometen a alinear
sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas
temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción. Por su
número de participantes, 12,000 en más de 145 países, el Pacto Mundial es la iniciativa de
ciudadanía corporativa más grande del mundo. El Pacto es un marco de acción encaminado a la
construcción de la legitimación social de las corporaciones y los mercados. Aquellas empresas
que se adhieren al Pacto Mundial comparten la convicción de que las prácticas empresariales
basadas en principios universales contribuyen a la construcción de un mercado global más
estable, equitativo e incluyente que fomentan sociedades más prósperas. Derechos Humanos:
Principio 1: las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos
fundamentales reconocidos universalmente, dentro de su ámbito de influencia. Principio 2: las
empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices de la vulneración de los
derechos humanos. Estándares Laborales: Principio 3: las empresas deben apoyar la libertad de
asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva. Principio 4: las
empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo
coacción. Principio 5: las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil. Principio 6:
las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y
ocupación. Medio Ambiente: Principio 7: las empresas deberán mantener un enfoque
preventivo que favorezca el medio ambiente. Principio 8: las empresas deben fomentar las
iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental. Principio 9: las empresas
deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio
ambiente. Anticorrupción: Principio 10: las empresas deben trabajar en contra de la
corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno.
El modelo Partenariado
El modelo Paternariado es la forma de diseñar e implementar políticas públicas
de RS propia de los países nórdicos y escandinavos (Dinamarca, Suecia y
Finlandia) y Países Bajos. Estos países cuentan con una larga experiencia en
gestión ambiental, a la que se ha añadido el componente de RS, y una favorable
tradición histórica de negociación social. Por lo tanto, el impulso de
El modelo Ágora
El modelo Ágora es más propio de los países mediterráneos (Italia, España,
Portugal y Grecia), que empezaron a incluir en la agenda política las acciones de
RS más recientemente (fundamentalmente desde 2002), a partir de la
publicación del Libro Verde de la Comisión Europea, presentando cada uno de
estos países diferentes grados de implementación de políticas de RSE.
Este modelo se basa en un enfoque multistakeholder, en virtud del cual la
aplicación política de RSE nace de procesos de discusión entre empresas,
organizaciones empresariales, universidades, organizaciones sociales y
sindicatos, y representantes políticos. Estos procesos de discusión se articulan
mediante debates en el seno de grupos de trabajo o comisiones creados por los
gobiernos, como primera acción gubernamental en materia de RSE. Estos
procesos de discusión giran en torno a la delimitación conceptual de la RSE y a
la búsqueda de soluciones consensuadas por todas las perspectivas sociales
acerca del papel que debe ejercer el Gobierno en dicha materia.
Debido a que los tejidos empresariales de estos países están formados
mayoritariamente por pymes, uno de los elementos más destacados de las
políticas públicas en materia de RSE es la promoción y desarrollo de medidas e
instrumentos de RSE adecuados a esas empresas.
GRI e ISO 26000: Cómo usar las Directrices del GRI, en conjunto con la Norma
ISO 26000 (Documento
Documento XI)
XI
www.globalreporting.org
SGE 21:2008. Sistema de gestión ética y socialmente responsable (Documento
Documento XII)
XII
Puedes acceder a una serie de enlaces web que te ofrecemos en el Documento XIII.
XIII
IDEAS CLAVE
indicador de desarrollo humano que del producto interior bruto para medir el
desarrollo –que no el crecimiento- de los países.
Los modelos públicos existentes de evaluación de la sostenibilidad, a partir de
los modelos privados que han ido integrando la sostenibilidad para ganar
legitimidad ante sus grupos de interés, se han ideado para conseguir la
integración de la sostenibilidad en la gestión organizativa, la rendición de
cuentas, la realización de benchmarking para aprender de los demás o el
fortalecimiento de la confianza y la responsabilidad de la organización frente a
terceros e intereses afectados.
Son muchos los modos de clasificar las herramientas de medición: teóricos,
voluntarios, teórico-prácticos, etc. Las más importantes tienen puntos fuertes y
puntos débiles, esos últimos normalmente relacionados con la dificultad
intrínseca de la sostenibilidad para ser medida. La Guía GRI, a pesar de algunos
inconvenientes, puede resultar un marco referencial para elaborar memorias en
el sector público.
RS es la integración voluntaria, por parte de las empresas y de las
Administraciones públicas, de las preocupaciones sociales y medioambientales
en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores.
Se integra en la estructura de la organización, en todos los procesos y
abarcando todas las decisiones que adopta. La empresa se responsabiliza ante
todos los grupos concernidos por su actividad de las consecuencias que tienen
sus acciones en la sociedad.
La Administración tiene un papel fundamental en el ámbito de la
Responsabilidad Social desde el punto de vista de la aplicación de los principios
de la RSC a su propia forma de actuar y desempeño interno y como impulsora
de conductas empresariales y ciudadanas responsables.
La ética y el buen gobierno son esenciales para superar la crisis de confianza de
los ciudadanos en sus instituciones
Se pueden identificar como principios de la RS la competitividad, la cohesión
social, la creación de valor compartido, la sostenibilidad, la transparencia, la
voluntariedad y el triple balance ambiental, social y económico.
Las grandes áreas de la RS son derechos humanos, prácticas de trabajo y
empleo, protección de la salud, cuestiones medioambientales, lucha contra el
fraude y la corrupción e intereses de los consumidores.
La responsabilidad social en la Administración pública debe constituir una
política que se integre directamente en la estrategia de la organización, con el
apoyo de un liderazgo responsable y permanente y basado en la participación.
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