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Jason Perry, M.D.

, médico especialista en medicina deportiva, se encuentra en


una posición única con una experiencia que se aplica a las personas físicamente
activas. Sin embargo, subraya que muchos de sus pacientes no son activos y
necesitan ser guiados y motivados para comenzar rutinas de ejercicio.
“Se podría pensar que, por yo ser parte de una consulta de ortopedia o medicina
deportiva, todo el mundo es un atleta”, dice el Dr. Perry. “Pero la mayoría de los
pacientes que vemos están probablemente en la escala menos activa, o tal vez
están tratando de empezar a hacer alguna actividad y no lo han hecho en un
tiempo – y se encuentran con algún trastorno o un problema”.
Entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes del Dr. Perry tienen problemas
articulares crónicos, como artritis, y la mayoría no son activos.
“Una gran parte del tratamiento es una discusión sobre cómo reducir su dolor con
el ejercicio regular”, explica el Dr. Perry. “Ahí es donde a menudo utilizo la
fisioterapia como una forma de mostrar a los pacientes que pueden incluirlo en su
vida ocupada regular. Y sólo tienen que priorizar y hacer tiempo para hacerlo.
Creo que es una buena manera de empezar”.
A continuación, hay más información por parte del Dr. Perry sobre la
importancia de hacer ejercicio. los consejos del Dr. Perry sobre el ejercicio se
aplican tanto a los hombres como a las mujeres.
Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los beneficios físicos y mentales de hacer
ejercicio?
Dr. Perry: Se ha demostrado que el ejercicio es muy beneficioso para la salud
mental y para reducir el riesgo de depresión y ansiedad. El ejercicio regular
puede ayudar a mejorar nuestro sueño, mejorar nuestro equilibrio, prevenir caídas
y fracturas al mejorar nuestra densidad ósea. Y se ha demostrado que ayuda a la
salud del cerebro y la memoria. Hay muchos beneficios. Uno de los que veo con
frecuencia es la reducción del dolor en las articulaciones de los pacientes con
artritis. Como profesionales de la salud, sabemos que no podemos obligar a
nuestros pacientes a ser activos y que no podemos lograr que todo el mundo lo
sea como nosotros queremos. Pero regularmente, en cada visita, deberíamos
evaluar los niveles de actividad física de nuestros pacientes, evaluar su voluntad
de ser activos, si es que no lo son ya. Y luego, a partir de ahí, tenemos que ayudar
a nuestros pacientes a establecer algunos objetivos y esos objetivos tienen que ser
realistas y luego proporcionarles maneras reales para cumplir esos objetivos”.
Pregunta: ¿Cuáles son las señales de advertencia de que un paciente debe
chequearse para evitar las lesiones antes de comenzar una rutina de ejercicio?
Dr. Perry: “Definitivamente, hay cosas por las cuales las personas deberían
consultar a su médico de atención primaria o a su cardiólogo antes de comenzar
un programa de ejercicios. Ciertamente, las personas que no han hecho ejercicio
en mucho tiempo, o si tienen algún tipo de dolor en el pecho, falta de aire,
mareos en reposo o con niveles ligeros de actividad, deben ser evaluados por un
médico antes de participar en un programa. Los que tengan antecedentes de
enfermedades cardíacas o arritmias (latidos irregulares del corazón) o
enfermedades renales, deberían hablar con sus proveedores de atención primaria
o sus especialistas para que les orienten sobre lo que pueden y no pueden hacer”.
Pregunta: ¿Qué pasa con los pacientes que comienzan a hacer ejercicios y se
lesionan? ¿Qué pueden hacer los pacientes para evitar las lesiones?
Dr. Perry: “Obviamente, ser una persona activa conlleva riesgos: lesiones y
problemas relacionados con las articulaciones. Y siempre les digo a mis pacientes
que los beneficios del ejercicio superan los riesgos. Y si nos encontramos con un
problema, podemos abordarlo. Ciertamente, tener dolor en las articulaciones al
soportar el peso, cojera o hinchazón en una articulación – estas serían cosas por
la cuales animaríamos a las personas a venir a vernos antes de continuar el
ejercicio para hacerse una evaluación, en lugar de esperar y tratar de empujarse a
través del dolor. Es muy individualizado cuando se trata de estos programas y de
lo que alguien debería o no debería hacer. Tiene mucho que ver con los
problemas que tienen en su punto de partida. Y es difícil dar una declaración
general para todo el mundo. Deben hablar de eso con su proveedor. Y ahí es
donde entran las prescripciones de ejercicio: tener una conversación con los
pacientes sobre las cosas que pueden hacer y las que quizá deberían evitar”

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