Está en la página 1de 8

T.

8 La corona

1. La monarquía parlamentaria en el estado democrático:

En el Estado constitucional contemporáneo, la monarquía presenta dos características


esenciales: primera, es de carácter vitalicio, ya que se ejerce por una persona sin límite de
tiempo prefijado, normalmente hasta su muerte; segunda, posee carácter dinástico y
hereditario, ya que se transmite entre los miembros de un mismo linaje o familia,
conforme a unas leyes dinásticas, y en todo caso sin elección popular.

La Constitución española dedica el Título II a la Corona y establece que la forma de Estado


es la de una monarquía parlamentaria (art. 1.3 CE), en la que el Rey ejerce las funciones
del jefe del Estado (art. 56.1 CE).

Como jefe del Estado, el Rey, que personifica a la Corona, es un órgano constituido, que
nace con la Constitución y que ejerce las funciones que expresamente le atribuyen la
Constitución y las leyes. El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, presta
juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes (art. 62.1 CE), lo que implica que el
Rey se encuentra sometido al ordenamiento jurídico.

El Estado español se configura como un Estado social y democrático de derecho, cuya


forma de Estado es la monarquía parlamentaria. Lo decisivo es la caracterización de
“parlamentaria”. La forma política de Estado es la monarquía parlamentaria (art. 1.3 CE) y
la forma de gobierno se ha configurado también como un sistema parlamentario de
gobierno basado en la confianza entre el Parlamento y Gobierno.

Si tenemos en cuenta que la monarquía es uno de los órganos del Estado, que el Rey
carece de cualquier poder de decisión con efectos en el ámbito jurídico y que todos sus
actos son refrendados por el Parlamento o por el Gobierno, entonces el monarca se
encuentra sometido igualmente a la relación de confianza entre ambos órganos. La
monarquía parlamentaria implica, por tanto, el desplazamiento del poder del monarca al
sistema parlamentario.

Se puede afirmar que la monarquía tiene una legitimidad histórica, reflejada en esa
referencia a la “dinastía histórica” (art. 57.1 CE), pero también una legitimación
democrática y constitucional, ya que es un órgano constituido del Estado, que ha emanado
de la Constitución, elaborada por el poder constituyente, y se encuentra sometido a la CE y
a las Leyes.

Tipos de monarquía:

➡ Absoluta: el rey tiene todos los poderes.

➡ Limitada (típica de los Estuardo): el Parlamento establece límites del poder divino de la
monarquía.

1
➡ Constitucional: el monarca tiene su ámbito de la soberanía (normalmente relaciones
internacionales, Ejército y seguridad interior), y el Parlamento posee su propio ámbito de
soberanía (economía, presupuesto, relaciones comerciales, obras públicas, servicios
públicos, etc.).

➡ Parlamentaria: el monarca ejerce funciones simbólicas de representación, pero carece


de poderes efectivos. EL Rey reina, pero no gobierna; no tiene ningún nivel de potestad
(tiene máxima auctoritas y nula potestas)

La Monarquía Racionalizada se puede incluir dentro de la parlamentaria evita incurrir en


costumbres o convenciones y evita también otorgar poderes residuales al monarca. No
tiene potestad, tan sólo tiene auctoritas. La Corona ejerce la Jefatura del Estado hasta el
punto en el que se identifiquen bajo la CE ambos conceptos.

2. Las características y funciones del Rey :

➔ Símbolo de unidad y permanencia del Estado español:

Como jefe del Estado, la figura del Rey es un símbolo de unidad y permanencia, que actúa
como moderador de las instituciones y asume su más alta representación en las relaciones
internacionales (art. 56.1). En ambas, participa formalmente, pero no tiene la potestad
para inferir en las decisiones de los órganos.

Para ello, el Rey posee una serie de características:

O Inviolabilidad:

No se le puede poner ningún tipo de limitación en contra. Ninguna instancia puede exigirle
cuentas o imponerle sanciones. Esto se extiende a los ámbitos civil, penal y político. Tiene
una doble perspectiva: por una parte, especial protección jurídica desde la perspectiva
penal (art. 485 CP), es decir, los delitos contra el jefe de Estado o su familia tienen mayor
pena. Pero también inmunidad total frente a las leyes penales, sancionadoras o civiles (no
puede ser detenido, ni juzgado, ni actuar en calidad de testigo).

O Irresponsabilidad:

El art. 56.3 CE proclama que la persona del Rey es inviolable, pero también, que no está
sujeta a responsabilidad. En un Estado de Derecho esta prerrogativa implica una excepción
a la regla general de responsabilidad de todos los poderes públicos (art. 9.3 CE), pero se
justifica por el Monarca no tiene poderes efectivos y no puede adoptar decisiones con
efectos jurídicos en el orden constitucional. La irresponsabilidad se predica de los actos del
Rey e implica que ninguna instancia puede exigirle cuentas o imponerle sanciones (lo que,
como hemos visto, se extiende a los ámbitos civil, penal y político).

Esto se justifica por la exigencia constitucional de refrendo de la mayoría de los actos del
Rey. El Refrendo es la institución que dota al rey de irresponsabilidad de sus actos y la

2
asume el órgano que le representa y toma la decisión. Es decir, los actos que realiza el
monarca deben de estar avalados.

O Auctorcitas, pero no potestas:

El rey reina, pero no gobierna, tiene una figura honorífica. El monarca pasa así a ser una
figura honorífica, pierde su poder y responsabilidad (potestas), no tiene capacidad de
decisión ni potestad ejecutiva, sino que queda simplemente como “jefe del Estado”. Su
valor es esencialmente emblemático y representativo, con capacidad para influir como
institución social y políticamente relevante (auctoritas), pero sometido a la CE: el Rey
reina, pero no gobierna.

También cuenta con una serie de funciones, que pueden dividirse en dos grupos
principales:

- Funciones de carácter interno:

O En relación con el poder legislativo, al Rey le corresponden las siguientes funciones:

◼ Sancionar y promulgar las leyes, exigencia que ha de entenderse como un acto debido
del Rey en relación con lo establecido en el art. 91 CE, que prevé la sanción en el plazo de
15 días.

◼ La convocatoria de las Cortes Generales, y su disolución convocando elecciones. El art.


62.b) atribuye al Rey la convocatoria y disolución de las Cortes Generales.

◼ Convocatoria de referéndum y elecciones. En ambos casos se trata de una llamada a la


consulta popular, cuya formalidad en la convocatoria de elecciones exige también que se
lleve a cabo por el Rey.

O En relación con el poder ejecutivo: al Rey le corresponde proponer al candidato a


presidente del Gobierno, así como el nombramiento y cese de este.

◼ Convocatoria de referéndum.

◼ Propuesta, nombramiento y cese del candidato a presidente del Gobierno.

◼ Nombramiento y separación de los miembros del Gobierno a propuesta del presidente.

◼ Expedición de los decretos del Consejo de ministros.

◼ Presidir las sesiones del Consejo de ministros.

◼ La concesión de empleos civiles y militares, así como la concesión de honores y


distinciones.

◼ El mando supremo de las Fuerzas Armadas.

O En relación con el poder judicial:

3
◼ El art. 117 CE pone de manifiesto de nuevo la naturaleza simbólica de las funciones del
Rey, al establecer que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por
Jueces y Magistrados.

◼ Además, al Rey le corresponde formalmente ejercer la prerrogativa de gracia (indulto),


aunque, en la práctica, se decide por el Ministerio de Justicia en base a un procedimiento
establecido.

◼ Nombramiento de los miembros del CGPJ, del presidente del TS y de los Magistrados del
TC, a propuesta del órgano correspondiente. Pero más allá de estas cuestiones formales, el
Rey no tiene ninguna función atribuida en relación con la

◼ Administración de justicia.

- Funciones de carácter externo o internacional:

O El Rey acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos.

O Recibir a los representantes extranjeros en España.

O Manifestar el consentimiento del Estado en los Tratados.

O Previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz.

Desde un punto de vista práctico, la función más importante del rey es una no escrita,
como la de informar, animar e integrar a las fuerzas políticas, especialmente en las grandes
cuestiones del Estado.

➔ Actuar como árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones

O Ejerce el rol de poder armónico o regulador y la CE le atribuye las potestades de impulso


de los poderes del Estado y la resolución de conflictos entre los mismos.

O Destaca su propuesta para candidato a presidente de gobierno.

O Mensajes regios: entrevistas con los representantes de las fuerzas sociales y poderes
económicos son emanaciones de la denominada auctoritas regia.

O El rey no puede imponer su decisión a otros órganos, pero si puede influir formulando
propuestas o iniciativas. Tiene derecho a la expresión de Bagehot, a ser consultado, a
animar y advertir.

➔ La ausencia del derecho a veto:

O El rey ejerce las funciones que le atribuyen la CE y las leyes.

O La figura del veto no ha sido contemplada en nuestro ordenamiento constitucional.

➔ Auctoritas pero no potestas:

4
Ya ha sido explicada como característica del rey, pero se destacan estos conceptos
surgidos de la Antigua Roma:

O Imperium: poder absoluto.

O Auctoritas: significa literalmente autoridad; hace referencia a un poder no vinculante


pero socialmente reconocido.

O Potestas: era el poder de los magistrados, nombrados y dependientes de la autoridad


estatal, o del poder establecido. Sus decisiones eran obligatorias. Actúan por mandato de
la ley.

3. El refrendo de los actos del Rey:

Es una institución que dota al Rey de irresponsabilidad de sus actos y la asume el órgano
que le representa y toma la decisión. Supone el desplazamiento de la responsabilidad del
rey a los signatarios de sus decisiones. De este modo, el Rey no puede por sí solo disponer
de acto alguno que comprometa al Estado, pues el acto, sin el refrendo, carece de validez
a todos los efectos.

- Sujetos a refrendo: el refrendo se regula en el art. 64.1 de la CE. Los sujetos para
refrendar son: los ministros, el presidente del Gobierno y el presidente del Congreso. El
refrendo lo llevará a cabo el presidente del Congreso, y pueden ser:

 Expreso: cuando firman con el Rey. Por ejemplo: todos los Reales Decretos, Leyes,
Leyes Orgánicas que se firma entre Rey y presidente de Gobierno.
 Tácito: cuando el rey realiza un viaje internacional, necesita una persona que esté
detrás de él, acompañándole y haciendo acto de presencia
 Presunto: cuando se convalida posteriormente cuando el sujeto refrendador no
puede estar presente, por lo que se hace posteriormente. El ejemplo es el 23F: el
gobierno está preso bajo las armas de Tejero y no puede refrendar la actuación del
rey en ese mismo momento.

- Actos sujetos a refrendo: todos los actos que realice el rey en el desempeño de sus
atribuciones constitucionales. No están sujetos a refrendo según el art. 65.2 CE: el
nombramiento y relevo de los miembros civiles y militares de la Casa Real. A lo que cabría
añadir los actos del Rey que pertenezcan a la esfera jurídico -privada.

Por lo tanto, no está sujeto a refrendo la vida privada del rey o los gastos que haga la Casa
Real; salvo, en este supuesto, aquellos casos que tuvieran relevancia notoria como es el
nombramiento del tutor testamentario.

- Efectos del refrendo: dota de validez al acto del Rey, es un acto debido del Monarca por
el que no asume responsabilidad. Establece el art. 56.3 que los actos del Rey “estarán
siempre refrendados en la forma establecida en el art. 64, careciendo de validez sin dicho
refrendo, salvo lo dispuesto en el art. 65.2”.

5
El 64.2 CE expone que “de los actos del Rey serán responsables las personas que los
refrenden”, asegurándose así que sus actos estén sometidos a un control político y
jurídico.

Anotaciones sobre el rey:

O Si el Rey carece de poderes ejecutivos , como parece ser consustancial a la monarquía


parlamentaria, debe por la misma razón estar exento de responsabilidad, y el expediente
para que ello sea así, es, justamente, el refrendo.

O La firma puesta en los actos del rey por el órgano refrenda al pie de la del jefe del Estado
(refrendo explícito) o la presencia física de un ministro en un viaje de estado del Rey
(refrendo implícito).

O En el art. 65.1 CE el Rey recibe una cantidad económica global a cargo de los
Presupuestos para el sostenimiento de sus familias y de su casa. Esta partida /este gasto es
equiparable al dominio público (es inembargable, imprescriptible e inalienable) y está
exenta de tributación.

4. Sucesión, regencia y tutela en la Corona

Sucesión de la corona:

- El Estado Español representa una monarquía hereditaria: el art. 57 de la CE explica que la


Corona en España es hereditaria en los sucesores de Juan Carlos I, legítimo heredero de la
dinastía histórica.

- Los supuestos en los que se aplican las reglas sucesorias serían: en caso de fallecimiento
del Rey, abdicación y o renuncia de los derechos sucesorios efectuada por alguien distinto
al Rey. En estos dos últimos casos se requiere autorización por ley orgánica debido a su
repercusión para el interés público.

Orden de sucesión: art. 57.1 CE

O La sucesión debe seguir un orden regular de primogenitura.

O Resulta preferida la línea anterior sobre las posteriores y la línea recta (padres, hijos,
nietos) sobre la colateral (hermanos, tíos, primos).

O En la misma línea el preferido el grado más próximo al más remoto.

O En el mismo grado se anteponen el varón a la mujer (lo que supone una contrariedad a
la CE, que establece la igualdad entre sexos).

O En el mismo sexo, es preferida la persona de más edad a la de menos.

De todas estas reglas, la más controvertida es la 4ª, pues es contraria a la prohibición


constitucional (art. 14) de discriminación por razones de sexo. En 2006 el Consejo de
Estado presentó a propuesta del Gobierno un informe en el que se proponía suprimir la

6
preferencia del varón, pero esto no se materializó en ninguna reforma constitucional o
proyecto de reforma.

La CE no prohíbe que la mujer acceda al trono, pero lo hace con postergación al varón.

Causas de exclusión, art. 57.4 CE:

O Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren


matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedarán
excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes.

O No es una autorización previa para contraer matrimonio, tal y como ocurre en Suecia,
Noruega, Dinamarca y Bélgica, que se exige el consentimiento del Rey.

O En el Reino Unido quien permite expresamente el matrimonio es la Reina.

O En junio de 2014 Juan Carlos I abdica y le sucede el 19 de junio de 2014, Felipe VI, se le
proclamó Rey en sesión conjunta en las Cortes Generales.

Sucesor de la Corona art. 57.2 CE:

El príncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzca el hecho que origine el
llamamiento, tendrá la dignidad de Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados
tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.

Falta de sucesión art. 57.3 CE:

Extintas todas las líneas llamadas en Derecho, las Cortes Generales proveerán a la sucesión
en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España.

La regencia de la Corona:

El regente es como un rey interino. Si el Rey deja su puesto, no puede haber ese vacío.

La regencia es la institución a la que corresponde ejercer las funciones del Rey durante la
minoría de edad, ausencia o la incapacidad del titular de la Corona. Se regula en el art. 59
CE. Es una modalidad interina y extraordinaria de sucesión a la Corona.

Las funciones de la regencia serán las mismas a las del Rey.

La Regencia sólo sucede en supuestos ocasionales e inciertos (art. 59 CE). Son dos las
situaciones que pueden dar lugar a una regencia: la de minoría de edad y la de
inhabilitación del Rey.

O La regencia motivada por la minoría de edad del llamado a ser Rey. Es desempeñada
por el padre o la madre del Rey o, en su defecto, por el pariente mayor de edad llamado a
suceder la Corona (art. 59.1 CE).

7
O La regencia motivada por la inhabilitación del Rey (art. 59.2 CE) , que exige un
reconocimiento previo de esta incapacidad, por cuestiones físicas o psíquicas, por las
Cortes Generales. El nombramiento de una regencia, que recaería en el príncipe o princesa
heredero/a si fuera mayor de edad, o en caso de minoría de edad, ejercerá la Regencia el
pariente de mayor edad más próximo a suceder en la Corona.

No es posible esta inhabilitación por razones políticas (art. 56.3 CE), pero sí lo podría ser
por incumplimiento de sus funciones constitucionales. En cualquiera de los dos supuestos
de regencia, si no hubiese persona a quien le corresponda ejercerla, ésta será nombrada
por las Cortes Generales, y se compondrá de 1, 3 o 5 personas.

La tutela en la Corona:

En el caso de que el Rey sea menor de edad, además de la regencia, la Constitución


contempla la figura del tutor en su art. 60.

Existen 3 tipos de tutela:

O La tutela testamentaria: éste es el supuesto más común, y en principio, será tutor del
Rey la persona que en su testamento haya nombrado el Rey difunto, siempre que sea
mayor de edad y español de nacimiento.

O La tutela legítima: en ausencia de tutela testamentaria, se prevé la tutela legítima del


padre o la madre del Rey menor, mientras permanezcan viudos.

O La tutela dativa: en defecto de las tutelas anteriores, el tutor será nombrado por las
Cortes Generales, reunidas en sesión conjunta. Finalmente se establece que el ejercicio de
la tutela es incompatible con cualquier cargo de representación política.

También podría gustarte