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México de hoy
México de hoy
Populismo y el
México de hoy
Humanos. Sus líneas de investigación dores. Autor del libro La sociedad rota.
son: instituciones de la democracia, po- Elementos para entender la violencia en
pulismo, justicia electoral, gobernanza México. Sus líneas de investigación son:
y autoritarismo electoral. los problemas contemporáneos de la
democracia, la cohesión social, el capi-
tal social y el populismo.
ISBN GEDISA 978-607-8866-65-6
ISBN UNAM 978-607-30-8114-6
Universidad Nacional
311123
JPFF
Autónoma de México
Populismo y el México de hoy
Este libro fue financiado con recursos de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico
(DGAPA) de la Universidad Nacional Autónoma de México en el marco del Proyecto "Populismo
y representación política. El debate inacabado" coordinado por el Dr. Germán Pérez Fernández
del Castillo, como parte del programa de Apoyo a Proyectos para la Investigación e Innovación
Tecnológica (PAPIIT) IN308520.
Esta investigación, arbitrada por pares académicos, se privilegia con el aval de la institución
coeditora.
Impreso en México
Printed in Mexico
Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma
idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma.
Universidad Nacional Autónoma de México
Rector
Enrique Luis Graue Wiechers
Secretario General
Leonardo Lomelí Vanegas
Secretario Administrativo
Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria
Abogado General
Hugo Concha Cantú
Directora
Carola García Calderón
Secretaria General
Patricia Guadalupe Martínez Torreblanca
Secretario Administrativo
Jesús Baca Martínez
Introducción ......................................................................................... 13
Introducción ...................................................................................... 59
La democracia representativa ............................................................ 60
La crisis de la democracia representativa
y el desencanto democrático ............................................................. 62
Democracia representativa, calidad del gobierno
y cultura democrática ........................................................................ 63
El estado de la democracia representativa en el mundo ............. 69
Las amenazas populista y autoritaria ......................................... 73
Conclusiones .................................................................................... 77
10. 2021: ¿el fin del experimento populista en México? ..................... 289
Jorge Federico Márquez Muñoz
Mariana Berushka Alonso Albither
13
El populismo es un fenómeno inseparable de la crisis de representación
política contemporánea causada, en gran medida, por la forma en la que
se ha desarrollado el liberalismo en las últimas décadas. Un punto
que se destaca a lo largo de este libro es que, si bien no necesariamente
toda crisis de representación tiene como efecto necesario al populismo,
se puede afirmar que todo populismo tiene un antecedente de crisis de
representación.
La representación no siempre ha estado vinculada de forma ontológi-
ca a la democracia. Sus fundamentos van engarzados a la forma en que
se relaciona con la soberanía. Hay que recordar que el problema de la
soberanía fue sustantivo durante el siglo xix y en buena parte del xx. El
debate estribó justamente en preguntarse quién poseía la soberanía. La re-
presentación en un Estado soberano se distinguió de la soberanía popular
y, a lo largo de muchas décadas, fue el Estado-nación el poseedor de esta
última. El problema de la representación de intereses específicos entra en
vigor solamente con la aparición del Estado de masas, incluso después
de la aparición de las clases sociales –como lo señala el marxismo cuando
menciona que el Estado no tiene otra opción que ser el puño represor
de la burguesía..
Hay que recordar también que para el liberalismo decimonónico la
democracia representativa significó una amenaza de la “dictadura de las
mayorías”, por lo que aparecieron durante todo el siglo xix formas de li-
mitar el voto universal (por género, por raza, por razones económicas, en-
tre otros). De esta forma, si bien el voto universal en Europa se obtiene en
las dos primeras décadas del siglo xx, no es sino hasta su segunda mitad,
por la presión ejercida por el Estado de masas (sindicatos, organizaciones
sociales y campesinas, etc.), que aparece la exigencia al gobernante, de la
Populismo y el México de hoy
El contexto necesario
El caso mexicano
Existe una serie de rasgos mínimos que nos ayudan a clarificar e identi-
ficar funcionamientos por parte de actores políticos, que los relacionan
indubitablemente con el populismo y cómo es que esos rasgos son perju-
diciales para la democracia. La opción populista observa el conflicto y la
división social derivada del neoliberalismo y promete resolver el proble-
ma, pero en los hechos lo exacerba, al sustentarse en una lógica dicotómi-
ca de pobres y ricos, corruptos y honestos, buenos y malos. Esto significa
que el populismo se alimenta de la desigualdad, por lo que no puede
abandonarla, tampoco al conflicto. El populismo transita y se sirve de la
democracia para después fortalecerse con el conflicto natural al interior
de ésta, ya sea en la tensión entre sus principios de competencia entre
proyectos políticos distintos (Canovan, 1996) o en la diferenciación entre
simpatizantes y detractores (Mouffe, 2018). Al ser una propuesta que, en
el papel, busca la participación del pueblo en la toma de decisiones frente
a una élite gobernante, la confrontación de ideas o visiones políticas son
un elemento fundamental.
Hay que señalar que el pueblo al que se refieren los populistas, no es el
pueblo en tanto conjunto de una población gobernada por una autori-
dad; aquí, el pueblo es una entelequia inexistente que aglutina idealmente
todo lo que ha sido excluido de la estructura de poder y lo opone a este
sector favorecido. El pueblo de los populistas es un constructo ideal dota-
do de valores, de moral, de eticidad, de responsabilidad, de honestidad y
lealtad, esto es, de valores moralmente irrefutables que existen solamente
El discurso frente a la realidad
todos pero que les vamos a dar preferencia a los vulnerables y los
desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres (Secretaría
de Relaciones Exteriores, 2018).
Una vez que hemos establecido la construcción del populismo del pre-
sidente López Obrador y los pilares que lo hacen operativo, en este úl-
timo apartado hacemos una crítica y confrontamos su discurso con la
realidad del país para evidenciar los riesgos o los aciertos que esta forma
42 de gobernar tiene al ponerse en práctica. Para esto, nos apoyaremos en
algunos datos y estudios que se han hecho en torno a lo que identificamos
como las grandes problemáticas a enfrentar durante este gobierno, desde
el combate a la pobreza y la corrupción.
El populismo en México se sostiene en gran medida en los pilares
del combate a la pobreza y la corrupción, siendo la respuesta discur-
siva recurrente a cualquier situación. A lo largo de los últimos cuatro
años, identificamos situaciones en donde el gobierno y su discurso
se concentran en remarcar la distinción entre el pueblo y la élite y
las reservas por parte de los adversarios al cambio propuesto como el
principal obstáculo. A continuación, se presentan algunos datos que
serán contrastados con el discurso populista, se identificará una estrategia
y se advertirá sobre los riesgos que tiene simplificar las problemáticas y
las soluciones.
El combate a la pobreza es una exigencia sistémica, racional e im-
postergable, basta con revisar cualquier diagnóstico sobre los problemas
sociales del país para concluir que en México los pobres son mayoría,
que existen millones de personas a las que los distintos gobiernos les
han quedado a deber, ya sea por incapacidad o por condiciones aje-
nas a estos. El presidente López Obrador no se equivoca en su diag-
nóstico, la prueba más grande fue el apoyo recibido en las elecciones
de 2018. Lo criticable es la forma en la que ha dado respuesta a esta
demanda legítima.
La estrategia del actual gobierno tiene como figuras centrales pro-
gramas sociales diseñados para entregar apoyos económicos a impor-
tantes grupos sociales e impulsar la economía de sectores pobres del
país, tal es el caso de los programas Jóvenes Construyendo el Futuro y
Sembrando Vida. El primero fue presentado como una propuesta para
El discurso frente a la realidad
es el país que más invirtió, con cerca de 9%; así, México se quedó muy
atrás de la mayoría de los países a niveles de El Salvador o Bolivia, y con un
número mucho mayor de contagios y muertes (Barría, 2020).
¿Por qué habría sido vital el gasto público en el control de la covid-19
y la protección de la vida de los ciudadanos? Es de conocimiento público
que la mejor manera de controlar la pandemia, tal como se ha hecho en
46 los países con menos muertes en términos relativos, radica en dos colum-
nas: la primera consiste en efectuar el mayor número posible de pruebas
a todos y dar seguimiento a los infectados. El segundo, en permanecer en
aislamiento, en casa; el virus no camina, pero ¿cómo permanecer en casa
sin ingresos? En Japón, China, Corea, Alemania y en general en Europa,
los distintos gobiernos utilizaron el dinero público para subvencionar a
las personas para que pudieran sufragar sus gastos mínimos sin tener que
salir a trabajar; algunos países lo hicieron a través del seguro de desem-
pleo, otros a través de políticas fiscales y/o apoyos directos a las empre-
sas para que pagaran los salarios de sus empleados, aunque no fueran a
trabajar, otros más apoyaron directamente a las personas. Todo ello ha
costado mucho dinero al erario y han sacrificado muchos proyectos y se
han endeudado para contar con los recursos suficientes para salvar la vida
de sus ciudadanos.
En México hubo una campaña permanente para que las personas per-
manecieran en casa, pero no hubo subsidios al salario ni a las empresas
ni tampoco seguro de desempleo, así que las personas tuvieron que salir
y con ello adquirieron riesgos en los centros de trabajo, en el transporte
público, riesgos padecidos por los grupos más vulnerables.
Pero la falta de apoyos gubernamentales a empresas y personas se
vio también reflejada en el ya mencionado decrecimiento del pib con la
pérdida de 647 mil 710 empleos, entre formales e informales, según el
Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) (Animal Político, 2021); un
consecuente aumento de la pobreza como no se había visto desde hace
treinta años.
Como se observa, hasta hoy la pandemia ha tenido repercusiones en
el ámbito de la salud, pero la falta de políticas públicas adecuadas hizo
que un fenómeno enmarcado en este ámbito propiciara desastrosas con-
El discurso frente a la realidad
A manera de conclusión
canovan, M. (1996). Trust the people! Populism and the two faces of
Democracy, en Political Studies, 47(1): 2-16.
pérez, G., Márquez, J., Hernández, D., González, P., Mora, S. y Hernán-
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do de: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/son-aportaciones-pa-
ra-fortalecer-el-movimiento-afirma-amlo-sobre-dinero-que-recibio-su
59
Introducción
La democracia representativa
Harald Wydra (2015) y Guy Hermet (1989) han demostrado que la de-
mocracia surge para resolver una serie de problemas sociales. Pero se trata
de un tipo de solución que a la vez produce nuevas problemáticas. Así,
la democracia surge para responder a ciertas crisis, pero sus soluciones no
están exentas de conflicto.
Según Sonia Alonso, John Keane y Wolfgang Merkel, esta forma de
gobierno se pensó “como un método nuevo y efectivo para repartir culpas
por el pobre desempeño político; una nueva forma de fomentar la rota-
ción del liderazgo, guiada por el mérito” (Alonso et al., 2011: 23). De esta
manera, los representantes y sus partidos son llamados a una rendición
periódica de cuentas.
4 De los 195 Estados estudiados en 2020 por Freedom House, 43% fueron califica-
dos como libres, 32% como parcialmente libres y 25% como no libres (2020: 20).
Cabe destacar que, en 1978, de 153 Estados estudiados, 28.7% fueron calificados
como libres, 30% como parcialmente libres y 41.1% como no libres (1987: 21). En
1990, de 167 Estados estudiados, 36.5% fueron calificados como libres, 26.3% como
parcialmente libres y 37.1% como no libres (1989-1990: 4). En el 2000, de 192 Es-
tados estudiados 44.3% fueron calificados como libres, 31.2% como parcialmente
libres y 24.4% como no libres (1999-2000: 5). Asimismo, en 2010, de 194 Estados
estudiados, 46% fueron calificados como libres, 30% como parcialmente libres y
24% como no libres (2000: 5). Como se puede apreciar, en los últimos 20 años no ha
habido grandes fluctuaciones.
La democracia representativa y sus retos
hoy está clasificada como dictadura. En Libia, Siria y Yemen las cosas no
están mejor (Fukuyama, 2014: 140).
Actualmente, hay un pesimismo moderado, pero también debe ser
una posible señal de alarma. Los niveles globales de democracia y libertad
se han erosionado ligeramente en los últimos 17 años.
De acuerdo con el informe más reciente del V-Dem Institute (2022:
12), la democracia liberal ha alcanzado los niveles más bajos en más de 25 65
años, siendo el declive democrático más evidente en Asia Pacífico, Europa
del Este y Asia Central, así como en algunos países de América Latina y el
Caribe. A este respecto, The Economist Intelligence Unit (2022: 4) señala
que actualmente menos de la mitad de la población mundial (45.7%)
vive en países cuyo régimen político es democrático, una disminución
significativa para sólo dos años, 49.4% en 2020.
Larry Diamond resume así la situación:
Fuente: Elaboración propia, con base en la gráfica “Declines across the board”, dispo-
nible en Freedom House (2020: 12).
7 Freedom House clasifica a los países en tres categorías: libre, parcialmente libre y
sin libertad, esto con base en el promedio de puntuación de los derechos civiles de
cada uno de los 195 países que mide (Freedom House, 2018).
8 También Douglas North hace un análisis en este sentido y destaca la importancia
de instituciones fuertes para el cumplimiento del Estado de derecho (1990: 5-10).
9 Lo anterior es algo que también destaca Larry Diamond (2015: 110).
Populismo y el México de hoy
12 En 1990 la media era de 0.46; en 1995 de 0.60; en 2000 de 0.63; en 2005 de 0.64 y en
2010 de 0.59.
13 Todos los índices se reescalan al intervalo 0-1. Para la encuesta de Freedom
House los datos se obtuvieron de los informes de cada año y de las bases de datos
Populismo y el México de hoy
y el Partido Ley y Justicia (pis) en Polonia, con 37.6%. Como parte de los partidos
con segunda fuerza, se encuentran: el Partido Verdaderos Finlandeses, con 17.5%
de los votos; el partido Frente Nacional (fn) en Francia, con 21.3%; el Partido para
la Libertad (pvv) en los Países Bajos, con 13.1%; el Partido Popular en Dinamarca,
con el 21.1%, y el Partido Liga Norte en Italia, con 17.4% de los votos. Mientras que
en la tercera fuerza están: el Partido Alternativa para Alemania (afd), con 12.6%
de los votos; el Partido Liberal de Austria (fpÖ), con 26.6%; el Partido Movimiento
por una Hungría Mejor (jobbik), con 19.1%; el Partido Demócratas Suecos (sd),
con 17.6%, y el partido Amanecer Dorado (xa) en Grecia, con 7% de los votos. En
el caso de España, el partido Vox, con 11.2% de los votos, es la quinta fuerza según
las encuestas, mientras que el Partido Vlaams Belongs (vb) en Bélgica, además de
contar con 12% de los votos, es fundamental para el partido de los independentistas
flamencos del n-va. Por último, en Reino Unido el partido por la Independencia del
Reino Unido (ukip) representa 1.8% de los votos y no tiene representación en los
Comunes (Cano, 2019). En América Latina los casos más visibles de derecha son
Brasil, con el Partido Social Liberal, y Colombia, con Álvaro Uribe apoyado por
múltiples partidos. Con orientaciones discursivas hacia la izquierda: Venezuela con
Nicolás Maduro; Bolivia con Evo Morales; Ecuador con Rafael Correa; los Kirchner
en Argentina; y, México con López Obrador.
16 Las instituciones guardianas se refieren a las que son autónomas del poder po-
lítico; aunque en un principio pudieron ser concebidas para ir de la mano del po-
der ciudadano, en la realidad se han vuelto estructuras tan complejas que, si bien sí
crean contrapesos y son necesarias para los Estados, cada vez se distancian más de la
gente común. Un ejemplo de estas instituciones son las agencias anticorrupción, las
electorales, de defensa del consumidor, de derechos humanos. Saskia Sassen (2012)
también habla de la concentración del poder del Ejecutivo a partir de los procesos
de globalización y de la forma en que se quita el poder a los órganos tradicionales de
representación.
Populismo y el México de hoy
17 Por ejemplo, si se busca en jstor, la mitad de los primeros resultados (25) más
relevantes corresponde a la región.
Populismo y el México de hoy
18 También puede ser más amplio: un poder opresivo desde poderes económicos, el
Estado, un grupo étnico o el sistema de partidos (Panizza, 2013: 86)
Populismo y el México de hoy
Conclusiones
hace más difícil lograr una legitimidad que consolide democracias sus-
tentables, “para sostener la democracia el Estado debe garantizar la in-
tegridad territorial y la seguridad física, debe mantener las condiciones
necesarias para el ejercicio efectivo de la ciudadanía, debe disponer de
ahorros públicos, coordinar la asignación de recursos y corregir la distri-
bución de ingresos” (Przeworski, 1998: 35); para eso se necesitan también
78 de burocracias de calidad.
En un momento en el cual la representación está sufriendo o debe
tener metamorfosis importantes, como ya se ha descrito, es posible tam-
bién que la democracia se vea atrapada por las instituciones guardianas o
por decisiones ejecutivas, que se alejan de la ciudadanía en manos de una
tecnocracia que no produce más participación.
El reto es cómo hacer que las instituciones propias de la democracia
representativa (desde los partidos y el Legislativo, hasta el andamiaje ins-
titucional que puede procesar las demandas de los ciudadanos) funcionen
de manera correcta y se incorporen formas de representación más eficien-
tes que puedan coadyuvar con las instituciones mencionadas.
Dentro de este punto también está el debate en torno al fortaleci-
miento de la rendición de cuentas a nivel político, mediante el cual la
caja negra donde se procesan las demandas se vuelva transparente y los
ciudadanos puedan exigir a sus gobernantes.
Como se puede apreciar, esta reforma con el fin de mejorar la demo-
cracia representativa, también implica un compromiso de los ciudadanos
para exigir mejores instituciones, y para que éstas procesen las demandas
de manera más eficiente; un Estado eficiente, al final, necesita de una
ciudadanía participativa que no se repliegue a sus espacios privados como
consecuencia del deficiente funcionamiento de las instituciones.
Ahora, al parecer, vivimos en democracias delegativas retomando el
concepto de O’Donnell (1994), caracterizadas por una apatía hacia la
participación constante, la cual puede despertar en situaciones coyuntu-
rales. Ante esto, el reto consiste en cómo conducir a una democracia re-
presentativa que trascienda la preocupación de lo procedimental, creando
nuevas formas de deliberación política que sean más incluyentes y que
creen los contrapesos adecuados en momentos en que el populismo y el
La democracia representativa y sus retos
19 Otro de los problemas de este tipo de instrumentos es que pueden oprimir a cier-
tos grupos, ya que los congresos están diseñados para dar representación a diversos
grupos, independientemente de su número (por ejemplo, la Cámara de Senadores en
México, en la cual hay 4 senadores por estado, independientemente del número de
habitantes), aunque esto no siempre funciona de manera adecuada.
Populismo y el México de hoy
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its-not-just-trump-authoritarian-populism-is-rising-across-thewest-
heres-why/?utm_term=.b573e9428373
89
El uso ideológico del populismo
3 Aunque para Aristóteles, la democracia sea ya, una desviación de la república. Es-
cribe en ese sentido: “Las desviaciones de los regímenes mencionados son: la tiranía
de la monarquía, la oligarquía de la aristocracia y la democracia de la república. La
tiranía es una monarquía que atiende al interés del monarca, la oligarquía al interés
de los ricos y la democracia al interés de los pobres; pero ninguno de ellos atiende al
provecho de la comunidad (Aristóteles, 1988: 172).
La ideología populista y su doble neoliberal
nes específicamente políticas sólo cuando alcanzan en el terreno del ser un grado de
intensidad de asociación tan fuerte y decisiva que agrupa a los hombres en amigos
y enemigos.
7 “Un movimiento o una ideología –o, si ponemos ambos bajo su género común, un
discurso– va a ser más o menos populista dependiendo del grado en que sus conteni-
dos son articulados por lógicas equivalenciales. Esto significa que ningún movimien-
to político va a estar completamente exento de populismo, porque ninguno va a dejar
de interpelar hasta cierto punto al “pueblo” contra un enemigo, mediante la cons-
trucción de una frontera social […] El grado de populismo en ese sentido, dependerá
de la profundidad del abismo que separa las alternativas políticas” (Laclau, 2009: 68).
La ideología populista y su doble neoliberal
8 Para Bataille, lo heterogéneo tiene que ver con todo aquello que la sociedad ho-
mogénea rechaza como desecho, por ejemplo, las capas sociales más bajas que des-
piertan repulsión, o bien, con aquello que lo homogéneo no puede asimilar: las mu-
chedumbres, las clases guerreras, aristocráticas y miserables, los diferentes tipos de
individuos violentos, o que violan las normas (locos, agitadores, poetas, etcétera)
(Bataille, 1993: 17).
La ideología populista y su doble neoliberal
9 Con este término, Laclau se opone al esencialismo de Schmitt, para quien la articu-
lación política unitaria se establece a través del Estado-nación y la guerra con otros
estados. Como también se opone al esencialismo de Marx, para quien la articulación
política se establece como una lucha de clases sociales entre el proletariado y la bur-
guesía establecida trascendentalmente como lucha sobre las demás.
Populismo y el México de hoy
10 “¿Qué ocurre, sin embargo, si el pueblo es concebido como una entidad homo-
génea a priori postulada desde un centro de poder que, en lugar de ser el precipita-
do social de una interacción equivalencial de demandas democráticas, es percibido
como el que determina una sustancia idéntica a toda demanda expresa? En ese caso,
la división interna inherente a toda demanda democrática dentro de la cadena equi-
valencial se derrumba, el pueblo pierde sus diferenciaciones internas y es reducido a
una unidad sustancial. El pueblo aún puede ser concebido como una fuerza radical
opuesta al status quo existente, pero ya no es más una plebe marginal: se ha abando-
nado la heterogeneidad esencial que está en la base de toda identidad populista y es
ahora reemplazada por una unidad homogénea. Eso es lo que ocurrió en Turquía y
explica por qué el kemalismo pudo haber sido un discurso radical, de ruptura, pero
nunca fue populista”. Véase Laclau (2005: 259).
La ideología populista y su doble neoliberal
La ideología populista
Los usos ideológicos del populismo hasta aquí descritos han ocasionado
una extensión indiscriminada del término que describe por igual a líde-
res, partidos políticos y movimientos sociales con las más variadas ideolo-
16 De acuerdo con Marramao, puesto que “lo político” en Schmitt implica exclusiva-
mente un criterio y no el ámbito en el que aquel se explica, se deduce erróneamente
de ello que cualquier agregación de intensidad próxima a la antítesis amigo/enemigo
adquiere por sí un carácter típicamente político (Marramao, 2004: 141).
La ideología populista y su doble neoliberal
17 Así, por ejemplo, habría que plantearse, actualmente, qué política no es demagó-
gica en un tiempo en el que la globalización provocó un descentramiento del Estado
y de la política con sus órganos representativos, restándoles capacidad para cumplir
sus promesas y volviéndolos en lucha descarnada por el poder en la que priva la
deslegitimación del contrario. “El discurso político se vuelve demagógico cuando se
reconocen las necesidades de la población, tanto como la imposibilidad real de satis-
facerlas y aun así se mantiene la promesa de mejorar la situación” (Pérez, 2009: 42).
Populismo y el México de hoy
18 De acuerdo con Bobbio, la distinción entre izquierda y derecha no debe estar fin-
cada en el eje libertarismo-autoritarismo, ya que eso supondría una distinción axio-
lógica que vuelve exclusivamente democrática a la izquierda, cuando también hay
una derecha que es democrática, así como izquierdas y derechas que no lo son. El
eje distintivo, entonces, es entre igualitarios y no igualitarios que hace que exista la
extrema izquierda igualitaria y autoritaria, el centro-izquierda igualitario y libertario,
el centro-derecha no igualitario y libertario y una extrema derecha no igualitaria y
autoritaria (Bobbio, 1995: 163).
Populismo y el México de hoy
20 Esto no significa que siga existiendo fascismo. “Cuando se habla del fenómeno del
populismo de derecha en Europa, por ejemplo, de Orbán en Hungría, sería mucho
más correcto hablar de fascismo” (Marramao, 1 de diciembre de 2020)
La ideología populista y su doble neoliberal
con sus mejores intenciones. “La virtud puede servir al interés del hombre
potentado, pero no del justo” (San Agustín, 2010, p. 430). La salvación es
espiritual, y, por tanto, no es de este mundo. El poder va en el exceso y no
en la contención; en el placer de hacerlo todo sin ser visto o condenado
por ello, pues lo mismo da no estar sujeto a corrupción que no poder ser
acusado por ello, tal es la condición del poder.21 El populismo no salva.
En conclusión: este trabajo recoge algunas ideas de reconocidos inves- 117
tigadores como Andreas Schedler y Fernando Escalante, con el fin de dar
continuidad a las primeras suposiciones de que no existe un populismo
de derecha, y en cambio sí es posible establecer un paralelismo entre el
neoliberalismo y el populismo como ideologías cómplices y opuestas
entre sí, así como algún día lo fueron, predominantemente, el fascismo
y el marxismo.
Particularmente, es a través del pensamiento de Giacomo Marramao
que se logra realizar una precisión teórica schmittiana a la teoría del po-
pulismo de Ernesto Laclau, quizá una de las más influyentes, a fin de
sostener que el populismo es una peculiar ideología política, en clara dis-
tinción con los trabajos de Pierre Rosanvallon y Cas Mudde, quienes
asimilan la ideología con cultura política.
La pretensión de este capítulo es esclarecer los usos del populismo, a
fin de explicar que tanto el uso peyorativo como el apologético son dos
visiones parcialmente ciertas dentro de la ideología populista como con-
cepto. Los detractores pensarán que este trabajo le brinda un estatus no
merecido al populismo al reconocerlo como ideología, y los apologetas
del mismo pensarán que se les ha sustraído la bandera democrática que
enarbolan. El objetivo es no tomar parte de este debate, sino estable-
cer un punto de partida para el desarrollo de tipos ideales que permitan
esclarecer la existente complicidad y oposición entre el populismo y el
neoliberalismo como las ideologías antipolíticas de nuestro tiempo (cada
una con una idea incompleta de democracia, sea vista ésta como legalidad
o como legitimidad, exclusivamente); un viejo falso debate que revive en
la globalización e invita a insistir en que, aun con todos sus defectos y
canovan, M. (1999). Trust the People! Populism and the Two Faces of
Democracy. Political Studies, (42): 2-16.
123
Introducción
del sujeto y el reclamo general. Una integración que debe trascender a las
demandas particulares, obligando a que lo central para el populismo no
sean los intereses sino las subjetividades o los “sistemas de acción” de los
movimientos (Melucci, 1999), que serán expresados en un nuevo sistema
más amplio que derivará en la identidad, la mentalidad y la ritualidad
democrática distintiva del movimiento o el partido populista, pero no en
130 una ideología coherente. Una lógica que no suele responder a un movi-
miento de abajo hacia arriba y cuando lo hace, éste cuenta con un recorri-
do limitado. Por lo que la estrategia populista no sólo consiste en articular
algo más que lo popular (Urbinati, 2015), sino que es lo popular en manos
de un proyecto político capaz de interpretarlo en pro de la adquisición
y el mantenimiento del poder con base en ninguna, una o cambiantes
ideologías. Lo que hace que el populismo no esté sujeto a una evaluación
racionalizada con base en su ideología y los intereses que representa, sino
a la moral que reproduce en la significación y representación discursiva
del pueblo. Factor por el que pensamos que el populismo antiguo y mo-
derno difieren menos de lo que la literatura reconoce.
Como veremos y resulta evidente, el populismo de los antiguos y el
de los modernos difieren y tienen distintas capacidades para hacer de la
estrategia algo rutinario sin poner fin al modelo republicano y dar paso a
su contrario: el imperio. Sin embargo, en tanto se trata de una estrategia
moral y no ideológica, su mecánica es similar en la antigüedad y en la
modernidad, sustentándose en una serie de pasos tácticos que dependen
para su implementación del momento y del contexto: primero, la cone-
xión con la cultura popular en términos del lenguaje, la memoria, los
símbolos y los criterios morales que significan el conflicto entre la élite
y el pueblo; segundo, el encuadramiento de los movimientos donde ese
conflicto se reproduce en aspectos y bajo intereses parciales, para dotarlos
de una unidad de acción sentida como popular y de carácter moral; ter-
cero, la dirección de esa acción a través de un líder; y cuarto, la derrama
o traducción de la moral popular en el reparto de recursos y la apertura
de una representación donde la unidad es direccionada y ordenada en sus
parcialidades como parte del todo.
El populismo como estrategia
Estos pasos implican que la estrategia no está articulada por los movi-
mientos, sino desde un sujeto político –líder, oligarcas, élites revolucio-
narias–, y que dado su carácter moral no tiene por qué existir una ideo-
logía que determine cuáles son los intereses particulares y organizados a
satisfacer por ese sujeto, lo que hace imposible que las políticas populistas
sean evaluadas racional y normativamente para tener que serlo moral-
mente. Por otro lado, en caso de que la estrategia se haga rutinaria, la 131
necesidad de ese sujeto dirigente para seguir significando y encuadrando
al pueblo movilizado hará que el ímpetu democrático se subsuma a sus
intereses instrumentales –por ejemplo, como convocante de plebiscitos.
Por último, la conexión con los movimientos sociales, la combinación de
la preeminencia de lo moral frente a lo racional y la necesidad de control
político, incentivarán la presencia de canales informales y corporativos
para la representación y la resolución de demandas, por lo que el iguali-
tarismo democrático pasará por concepciones jerárquicas y funcionales
de la sociedad y por un Estado entendido como proveedor de derrama.
Esto es, de recursos sujetos a un reparto grupal e indiscriminado, más
que a una titularidad individual y fijada en un reconocimiento formal.
Una mecánica que se replica en el tiempo y el espacio, para situar al
populismo, no como una ideología, sino más bien como un lastre a la
expresión ideológica o moderna de la política.
les permitía acudir a las asambleas tribales. Hay que tener en cuenta que,
a diferencia de Atenas, la participación en las asambleas no era deliberati-
va sino electiva, que el peso del voto popular para elegir anualmente a los
magistrados nunca fue determinante, y que la libertad residía en el ám-
bito civil pero no en el político (Grimal, 1991: 19). Pero es que, además,
la ciudadanía insertaba a las personas en un entramado de compromisos
132 mutuos con la élite y relacionados: por una parte, con la competencia
oligárquica y, por otra, con las clientelas de las que habían derivado los
plebeyos y los libertos ahora reconocidos como ciudadanos, formando un
sistema de economía moral en la ciudad que se extendió a las provincias
y a la relación entre generales y soldados. Por tanto, la carrera política de
los patricios dependía del apoyo popular medido por el cumplimiento
de las costumbres, como del curso honorario o la carrera política, como por
la generosidad con la ciudad y la amplitud de las clientelas y amigos o
fides (sobre la relación entre élite y pueblo en Roma en diferentes periodos
véase a Syme, 2010, y a Duncan, 2017: 25).
La crisis de la república romana tuvo que ver con la ampliación de
su escala, de manera que como señaló Nicolás de Maquiavelo, el dilema
de las repúblicas grandes como aquella, es asumir el conflicto entre la
élite y el pueblo como parte de su naturaleza (Maquiavelo, 2000: 49).
En Roma ese conflicto se articuló bajo dos bandos o corrientes de opi-
nión que, si bien no dieron pie a un grupo fijo de senadores y menos a
un planteamiento doctrinario, sobrevivieron a dos generaciones. Por lo
que el apelativo de popular se aplicó y avaló a dos líderes, Cayo Mario y
luego su sobrino político Julio César, y marcó las disposiciones generales
sobre el papel de los cónsules frente al Senado, siendo el bando nominado
como optimate el que defendía conservar el poder senatorial u oligárquico
frente a una dirección unipersonal o popular. Por tanto, el contexto de
ese populismo fue el de un largo momento en el que las élites estuvieron
divididas, pero en el que, además, se estaban bloqueando los mecanismos
de concertación de intereses, por ejemplo, para repartirse el control de
las provincias y dotar de los lotes de terreno prometidos a los legiona-
rios licenciados. Un momento donde el pueblo y los legionarios conta-
ron con un líder, unas redes de relación y organizaciones mínimas para
El populismo como estrategia
Casos modernos
2002: 53). Es decir, que del mismo modo que pudieron hacer los po-
pulares romanos, los nacionalistas franceses, los anarquistas y los comu-
nistas rusos, también los fascistas aprovecharon el momento populista
para implementar una estrategia basada en un conflicto dual élite-pueblo,
se mimetizaron en la cultura popular y encuadraron a los movimientos
nacionalistas y conservadores, contaron con un líder y fundaron un im-
138 perio que, a diferencia del romano, pero al igual que en el resto de casos
modernos, se apoyó en el concepto de soberanía nacional, en el uso de
mecanismos democráticos para avalarse, y de un partido político y el Es-
tado para afianzarse. Unos casos en los que la preminencia de la ideología
huésped hace que deba ser entendida como la ideología dominante y al
populismo simplemente como su estrategia. Por esto, hay que compren-
der que los casos en los que esas ideologías huésped y sus organizaciones
son débiles, el populismo adquiere sentido por sí mismo, la estrategia se
institucionaliza y la república sobrevive frente a la alternativa autocrática
del imperio.
Para Ernesto Laclau (2015b), el populismo se contrapone a las ideolo-
gías clásicas de la izquierda, porque mientras éstas atienden a los “temas
democráticos”, asociados a la suma de una serie de intereses organizados
por distintos sectores sociales, el populismo mira por los “temas popula-
res” que igualan a esos sectores en una demanda moral absoluta; esto lo
contrasta con las estrategias socialista y anarquista en tanto que, por un
lado, éstas intentan articular una suma de intereses asignados a clases de-
finidas ideológicamente, lo que determina cuáles y cómo son los intereses
a ser representados, y sobre cuya racionalidad hay que convencer con
el debate, la propaganda y los hechos; mientras que por otro, el popu-
lismo actúa no sólo a la inversa que esta suma organizada de intereses a
racionalizar, sino que además no se adhiere a esa posibilidad racional y se
imbrica en la moral. Esto es, parte confeccionando una suma moral por
la que no hay sujetos interesados a los que definir, organizar y representar,
sino un sujeto moral al que significar, movilizar y dotar de mecanismos
de representación por los que, una vez en el poder, se pueda determinar
su interés en términos de una justicia igualitarista. Entre los años 1943
y 1945 y desde la Secretaría del Trabajo, el general Juan Domingo Perón
El populismo como estrategia
- (1999). Trust the People! Populism and the Two Faces of Democracy.
Political Studies, 47(1): 2-16.
149
Planteamiento
marco, Pierre Rosanvallon define el populismo como una forma límite del proyecto
democrático, que flanquea otras dos formas límite: la de las democracias mínimas
(reducidas a los derechos humanos y a la elección de los dirigentes) y la de las demo-
cracias esencialistas (definidas por la instalación de un poder-sociedad encargado
de edificar el bien). Por su estructura y por su historia, cada una de estas formas se
encuentra amenazada por modalidades específicas de degradación: la deriva hacia
oligarquías electivas en el caso de las democracias mínimas, y el viraje totalitario del
poder contra la sociedad en el de las democracias esencialistas. El populismo, cons-
titutivo de una forma de democracia que este historiador califica de polarizada, está
a su vez amenazado, cuando funda un régimen, de derivar hacia una democradura
(démocrature), es decir, hacia un poder autoritario dotado empero de cierta capaci-
dad (variable) de reversibilidad (Rosanvallon, 2020: 23).
5 Francis Fukuyama escribió recientemente sobre la pandemia y el orden político en
el sentido de que las crisis importantes tienen consecuencias importantes, las cuales
generalmente son imprevistas. Señala que la gran depresión estimuló el aislacionis-
mo, el nacionalismo, el fascismo y la Segunda Guerra Mundial, pero también condu-
jo al New Deal, el surgimiento de los Estados Unidos como una superpotencia global
y, finalmente, la descolonización. Los ataques del 11 de septiembre de 2001 produ-
jeron dos intervenciones estadounidenses fallidas, el surgimiento de Irán y nuevas
formas de radicalismo islámico. La crisis financiera de 2008 generó un aumento en
el populismo antiestablishment que reemplazó a los líderes de todo el mundo y los
historiadores futuros trazarán los efectos comparativamente de la actual pandemia
de coronavirus (Fukuyama, 2020).
Populismo y el México de hoy
Parece ser una constante en todos los trabajos de investigación que inten-
tan echar luz sobre el populismo, manifestar que es un elemento de difícil
delimitación, sumamente vago y heterogéneo. Coincidimos entonces con
aquellos autores que consideran poco útil para las ciencias sociales que di-
cho concepto abarque casos tan disímiles, porque “forzar” tanto esta cate-
goría redundaría en quitarle casi todo su valor explicativo y conduciría a los
mencionados análisis “vagos e imprecisos” (Funes y Saint-Mezard, 1993).
Este planteamiento nos conduce a retomar la conferencia que en 1967
se verificó en la London School of Economics and Political Science, “Para
definir el populismo”, en la que participó Isaiah Berlin6 y de la que se
derivan algunas generalizaciones. Una de ellas es la que refiere el intento
por formular algún tipo de modelo o modelos con los cuales se pudieran
identificar los diversos tipos de populismo, en todos sus momentos y en
todos los lugares. Frente a esta tarea, Berlin identificó que en este plantea-
miento se presentaba un problema a priori: el intento de producir algún
tipo de modelo analítico o modelos analíticos (unificación artificial), sin
traer necesariamente preguntas sobre desarrollos específicos y en lugares
específicos, implicaba eliminar el cambio histórico específico del populis-
mo en algún país, lugar y época en particular (Berlin, 1968).
Es importante destacar aquí que los estudios empíricos del populismo re-
quieren establecer un marco conceptual claro antes de su medición. Pipa
Norris (2020) afirma que tres enfoques alternativos para definir el popu-
lismo permanecen en debate: a) concebirlo como ideología; b) como un
conjunto de ideas más laxas, y c) como una forma de retórica política.
Explica que, para tratar al populismo como una ideología política dis-
tintiva, el primer enfoque ejemplifica al socialismo, al comunismo y al
liberalismo, en el sentido de que como ideologías políticas incluyen tres
componentes: en el nivel más abstracto, como sistemas formales de pen-
samiento político, textos canónicos sobre marxismo, liberalismo, conser-
vadurismo (incluso se incluye al feminismo), elaborados por pensadores
seminales que desarrollan interpretaciones elaboradas del mundo y ofre-
cen prescripciones para las acciones.
Las ideologías políticas se caracterizan típicamente por un conjunto
de valores normativos coherentes y principios políticos que proporcionan
Las razones del populismo
7 Ver por ejemplo el texto de Paula Biglieri (2020), en el cual la autora participa en
la discusión actual sobre si la proliferación de los así denominados populismos de
derechas, que en diversas latitudes del globo han dado lugar a gobiernos que han enla-
zado políticas neoliberales con posiciones xenófobas, racistas, sexistas, homofóbicas,
antifeministas, etcétera, invalida o no la tesis de Laclau de que el populismo es un
tipo de articulación que puede dar un sentido emancipatorio a la iniciativa política,
lo que desde su punto de vista teórico, significa hacer la política nuevamente pensable.
Biglieri menciona sólo algunos ejemplos: Donald Trump en Estados Unidos, Viktor
Orbán en Hungría, Recep Tayyip Erdogan en Turquía y Jair Bolsonaro en Brasil.
Las razones del populismo
Marramao afirma que en más de una ocasión Laclau había subrayado que
en las sociedades contemporáneas “lo social” se presenta con un elevado
coeficiente de complejidad y heterogeneidad. Ello no comporta, sin em-
bargo, la desaparición del conflicto entre capital y trabajo que está en el
centro del análisis marxiano clásico del sistema de producción capitalista,
bien existe una constitución que limita los poderes del gobierno, pero los que están
en el poder pasan por alto las libertades reflejadas en la Constitución, o porque no
existe un marco constitucional legal adecuado sobre libertades. El término demo-
cracia iliberal fue utilizado por el periodista Fareed Zakaria en un artículo de 1997
en la revista Foreign Affairs. Dicho término fue utilizado en la década de 1990 por
Pierre Rosanvallon y Étienne Balibar. Hay una gama de democracias a las que se les
considera iliberales: desde las que son casi democracias liberales a las que son casi
abiertamente dictaduras. Un método propuesto para determinar si un régimen es
una democracia iliberal es determinar si “tiene elecciones regulares, gratuitas, im-
parciales y competitivas para ocupar los puestos principales de poder en el país, pero
no llega a poder calificarse como free (libre) según los índices anuales de libertades
civiles y derechos políticos de la Freedom House. Un componente clave en el aumen-
to de las democracias iliberales hoy en día es el populismo. Hay dirigentes populistas
actuales –especialmente dentro de los estados occidentales– que tienen la tendencia
a promover valores iliberales, un ejemplo notable es la exclusión de inmigrantes y
las afirmaciones abiertamente xenófobas. Esta ola ha sido denominada como “popu-
lismo xenófobo” (Democracia iliberal. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/
Democracia_iliberal).
9 Vallespín y Bascuñán, al responder ¿por qué el populismo? en el capítulo dos de su
libro, enumeran entre los factores socioeconómicos la relación entre globalización y
complejidad; el rastro de la crisis económica: los perdedores. En los factores cultu-
rales y psicosociales: la “malaise”; el resentimiento: clave de la cartografía emocio-
nal; el choque generacional: baby-boomers contra millenials, y el factor político es la
Las razones del populismo
173
Demócratas contra demócratas
Hay autores que consideran que para establecer la relación del populismo
con la democracia se requiere comprender tanto la complejidad de la
democracia, como su inescapable ambigüedad. Canovan (1999) lleva a
cabo este ejercicio dando respuesta a algunas de las preguntas fundamen-
tales de esta relación: ¿Es democrático el populismo? Ella responde que
los populistas buscan movilizar al electorado contra el poder establecido;
para ello apelan a las bases mediante una forma democrática de hacerlo,
después de todo los referéndums y las iniciativas populares son univer-
salmente referidos dentro de la literatura de la ciencia política como una
“democracia directa”. ¿Por qué, entonces, no son reconocidos los popu-
listas como los verdaderos demócratas que dicen ser? Una respuesta dada
regularmente a esta pregunta es que la democracia como la conocemos es
democracia liberal y el populismo es peligroso porque no es liberal.
Una segunda forma de relacionar al populismo con la democracia es
enfatizar la inevitable brecha, dentro de esta última, entre el ideal y la
realidad, es decir entre la promesa y la acción. El reclamo de Canovan es
que la democracia como la conocemos tiene dos caras, una “redentora” y
otra “pragmática”. La tensión entre ambas es una invitación perpetua a la
movilización populista, y los intentos de escapar hacia una interpretación
puramente pragmática de la democracia son ilusorios, ya que el poder y
la legitimidad de la democracia, como un sistema pragmático, continúa
dependiendo, al menos en parte, de sus elementos redentores, “lo que
siempre da lugar para el populismo que acompaña a la democracia como
una sombra” (Canovan, 1999).
Populismo y el México de hoy
tensiones entre ellos son muy grandes, y son estas tensiones las que pro-
porcionan el estímulo a la movilización populista” (Canovan, 1999).
Podemos afirmar, como corolario, que entre demócratas liberales y po-
pulistas se disputan sostener la concepción autónoma de la democracia.
Tanto unos como otros estarían de acuerdo en su concepto: democracia es
el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
El problema reside en ver cómo se alcanza o realiza ese ideal. Con respec- 175
to a esta cuestión existen dos posiciones que siempre han estado en tensión
y que conviene dejar sentadas aquí: una es el principio de soberanía popular,
el elemento democrático por antonomasia (Vallespín y Bascuñán, 1999), la
democracia como expresión de la “voluntad general” roussoniana; y la otra,
la liberal individualista, incapaz de imaginar la traslación de dicha voluntad
si no es a través de todo un conjunto de mediaciones, destacando entre
ellas el sistema representativo y los controles constitucionales del poder.
canovan, M. (1999). Trust the people! Populism and the Two Faces
of Democracy. Political Studies, 47(1): 2-16. doi: https://doi.
org/10.1111/1467-9248.00184
179
Introducción
Género y poder
2 Los cuatro elementos que se interrelacionan en el género son: 1) los símbolos cul-
turalmente disponibles; 2) los conceptos normativos que manifiestan las interpreta-
ciones de los significados de los símbolos; 3) las nociones políticas y referencias a las
instituciones y organizaciones sociales, y 4) la identidad subjetiva (Scott, 2003).
3 Esto se refiere a que es el “campo primario dentro del cual o por medio del cual se
articula el poder” (Scott, 2003: 292).
4 Para Foucault el poder “no es un bien, una posición, un premio o un lote: es una
operación de las tecnologías políticas a través del cuerpo social. El funcionamiento de
estos rituales políticos de poder es exactamente lo que produce relaciones desiguali-
tarias y asimétricas. […] Para comprender al poder en su materialidad, su forma de
actuar día a día, debemos llegar al nivel de microprácticas, las tecnologías políticas
en las cuales se forman nuestras prácticas. […] Las relaciones de poder, afirma, son
‘intencionales y no subjetivas’. Su inteligibilidad deriva de su intencionalidad. Están
atravesadas de parte a parte por un cálculo: no hay poder que se ejerza sin una serie
de miras y objetivos” (Dreyfus y Rabinow, 2001: 216 y 218).
5 “Como orden de dominio prevalecen en él los poderes que se ejercen sobre per-
sonas, grupos y categorías sociales, negativos para quien es su objeto, pero ideal-
mente positivos para quien los ejerce. […] Para quien domina, sus poderes siem-
Populismo y el México de hoy
pre son positivos porque se beneficia no sólo poseerlos y, desde luego, al ejercerlos”
(Lagarde, 1997: 69).
6 La “opresión de género es también opresión política a los hombres que no han
adquirido personalmente los bienes y recursos, las capacidades, las destrezas y las
habilidades (sexuales, económicas, culturales, políticas) que deberían poseer como
hombres. Sucede también que no se perdona a quienes no usan sus poderes implíci-
tos de género (hombres no violentos, o afines a las mujeres, equitativos o paritarios,
pacifistas, honestos o solidarios)” (Lagarde, 1997: 80).
7 Según Connell (2003), a partir de la interacción de estas variables se explica enton-
ces que haya diferentes masculinidades; los principales patrones de masculinidad
en el orden de género actual son: a) hegemonía, garantiza la posición dominante
de los hombres sobre las mujeres; b) subordinación, relaciones de dominación y
subordinación de hombres hacia otros hombres; c) complicidad, de hombres con
otros hombres en la subordinación de las mujeres (relaciones de complicidad con el
proyecto hegemónico); y d) marginación, la interacción con variables como raza y
clase.
8 “Un conjunto resueltamente heterogéneo que compone los discursos, las institu-
ciones, las habilitaciones arquitectónicas, las decisiones reglamentarias, las leyes, las
medidas administrativas, los enunciados científicos, las proposiciones filosóficas,
morales, filantrópicas. […] El dispositivo mismo es la red que tendemos entre estos
Representación política, feminismo y populismo en México
elementos. […] el dispositivo tiene una función estratégica dominante […] Así, el
dispositivo siempre está inscrito en un juego de poder, pero también ligado a un
límite o a los límites del saber, que le dan nacimiento pero, ante todo, lo condicionan.
Esto es el dispositivo: estrategias de relaciones de fuerza sosteniendo tipos de saber, y
[son] sostenidas por ellos” (Foucault, Dits et écrits, (III)): 229 y ss., citado por Agam-
ben, 2011: 250).
9 El concepto instituciones gendered “significa que el género está presente en los pro-
cesos, prácticas, imágenes e ideologías y distribuciones de poder en los diversos sec-
tores de la vida social”. Traducción propia (Acker, 1992: 567).
10 Según Acker (1992: 568) son procesos que cruzan con la variable raza y clase, entre
otras: 1) generan las “decisiones y procedimientos abiertos que controlan, segregan,
excluyen y construyen jerarquías basadas en el género y con frecuencia en la raza” ; 2)
Populismo y el México de hoy
Representación política
representación adopta una forma más profunda, que [denomina como] ca-
rencia de marco […] [que] se articula en función de la importancia crucial de
establecer un marco para todas las cuestiones de justicia social”.
Como se señaló anteriormente, la participación y representación po-
lítica de las mujeres en México es relativamente reciente (desde media-
dos del siglo pasado) y, además, no porque tuviéramos derecho a votar
188 significaba que estaríamos representadas en los congresos, por lo que se
volvieron necesarias una serie de acciones positivas o afirmativas. En las
últimas décadas se ha intensificado el desarrollo de marcos jurídicos inter-
nacionales y nacionales que comprenden los derechos fundamentales de
las mujeres y la eliminación de las desigualdades de género.
Cabe señalar que, además de las cuotas de género,19 en estos últi-
mos años en nuestro país se han implementado otro tipo de cuotas o
19 En México, las cuotas de género fueron incluidas por primera vez a nivel federal
en la década de 1990 y poco a poco se han ido incorporando en las legislaciones elec-
torales locales. Las cuotas de género son una medida que busca compensar, corregir,
incentivar y garantizar la participación y la inclusión de las mujeres en candidaturas,
y por tanto en cargos de decisión de los partidos y del Estado, buscando acabar con
prácticas patriarcales de dominación y exclusión de las mujeres en la vida pública,
política. A partir de la reforma política electoral de 2014, con la centralización de
la función electoral, quedó establecida la paridad de género en el Poder Legislativo
en todo el país. La implementación de estas cuotas ha pasado por una diversidad de
modificaciones a nivel federal (véanse Cofipe: reformas 1993, 1996 –en un inicio
no eran obligatorias, sin embargo, conforme fueron evolucionando adquirieron este
estatus, sobre todo desde la década de 2000–, 2002, 2008 y 2012; y lgipe, 2014) y que
han ido permeando y generando procesos de armonización legal a nivel local. Ahora
bien, para garantizar e implementar esta paridad en la postulación de candidaturas
estatales, ha sido fundamental la definición de instrumentos jurídicos como juris-
prudencias, resoluciones y acuerdos por parte de las autoridades electorales, tanto
administrativas como jurisdiccionales. Recientemente la reforma constitucional de
2019 conocida como paridad en todo ha tenido alcances importantes ya que trans-
versaliza esta paridad, en otras palabras, la paridad va más allá de únicamente las
candidaturas del Poder Legislativo, se suman la conformación a nivel federal y local
de los organismos públicos autónomos, así como de los otros dos poderes: del Eje-
cutivo, específicamente el gobierno (administración pública: personas titulares de
las secretarías de despacho) y la postulación de candidaturas para las gubernaturas y
ayuntamientos; y del Poder Judicial.
Representación política, feminismo y populismo en México
21 “La cartelización de los partidos, que algunos creen es un factor de crecimiento del
populismo, ha ido de la mano de la erosión de los ideales sociales en los partidos de
izquierda y de la erosión de la oposición ideológica entre la izquierda y la derecha”
(Urbinati, 2019: 80-81).
22 “a) la disminución en el cumplimiento de sus funciones, específicamente las relaciona-
das con la representación social (vinculadas con la responsividad y la responsabilidad); b)
el alejamiento de los partidos con la militancia por los efectos del financiamiento público;
y c) la colonización de los partidos en distintos espacios de la esfera pública, suplantan-
do la participación de la sociedad. Como parte del contexto, hay que considerar el pa-
pel de los grupos fácticos, los medios de comunicación y las repercusiones del modelo
económico y político neoliberal que hacen más complicada la relación entre partidos y
sociedad debido al peso sustantivo que los medios tienen en la agregación de intereses
y en la socialización de valores, y por las directrices del modelo de desarrollo, que limitan
Representación política, feminismo y populismo en México
la capacidad de respuesta de los gobernantes, dándole un valor superior a las leyes del
mercado que a las demandas de la sociedad. Finalmente, en el caso mexicano habría que
sumar el factor del predominio de las prácticas informales como el corporativismo, el
clientelismo y la corrupción, que son herencias del régimen político autoritario. No por
nada en nuestro país los partidos son vistos críticamente y a la distancia por la mayoría
de los ciudadanos” (Cárdenas y Reveles, 2019, p. 294).
23 El cuestionario se aplicó entre el 15 de junio y el 15 de julio de 2018. La jornada
electoral de la elección presidencial fue el 1º de julio de 2018.
24 El cuestionario se aplicó entre el 26 de octubre y el 15 de diciembre de 2020.
25 Se sumaron las respuestas “no muy satisfecho” y “nada satisfecho”.
26 Además, frente a la pregunta: “¿Apoyaría usted a un gobierno militar en reemplazo
del gobierno democrático si las cosas se ponen muy difíciles, o no apoyaría usted en
ninguna circunstancia un gobierno militar?”, en 2020, 36.2% respondió que sí apoya-
rían un gobierno militar y el 8.8% respondió no saber.
Populismo y el México de hoy
27 En las fuerzas armadas, policía, iglesia, Poder Judicial e Instituto Nacional Electoral.
28 El porcentaje de personas que confían poco y nada aumentó de 39.8% en 2018 a
46% en 2020.
Representación política, feminismo y populismo en México
Por lo que esto supondría que logrará esas dos cosas al “regresarle el poder
a la soberanía popular y al expulsar el establishment” (Urbinati, 2019:
79). El populismo en América Latina y en nuestro país surge como con-
secuencia de la crisis de legitimidad y representación, por un lado, pro-
vocada por el funcionamiento de la democracia liberal, cuya representa-
ción política funciona más bien como una representación de intereses,
en otras palabras, la representación de la élite conformada por hombres
que responden en gran medida a las características de la masculinidad
hegemónica; por el otro, es un producto de las profundas asimetrías
económicas, sociales y políticas que ha generado la lógica neoliberal.
30 De lunes a viernes, cada mañana a las 7:00 a.m. realiza una conferencia de prensa.
31 Especialmente el rol medular que tienen las personas servidoras de la nación en la
“implementación de los programas sociales de nuestro país y son la cara más visible
de las intervenciones” (Coneval, 2020: 3). Estas personas servidoras de la nación son
“un grupo creado meses después del 1 de julio de 2018, heredero de las estructuras de
promoción del voto de Morena y que hoy, convertidos en un ejército bajo el paraguas
de la Secretaría del Bienestar, cuestan al erario unos 2 mil millones de pesos al año.
[…] Son, literalmente, representantes personales del presidente ante los gobernados.
Usan camisetas y gorras blancas con el logotipo de Bienestar –la nueva marca de la
política social del gobierno federal–, portan gafete y chalecos color marrón rotulados
con el nombre de Andrés Manuel López Obrador. El 16 de agosto, la Comisión de
Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral ordenó a la Secretaría del Bien-
estar retirar el nombre de Andrés Manuel López Obrador de los chalecos. Instrucción
que el presidente aceptó y que su gobierno acató colocando pegotes de masking tape
encima del nombre del presidente” (Núñez, 29 de septiembre de 2019).
Representación política, feminismo y populismo en México
35 A partir del mes de marzo de 2020 se observan las cifras más altas desde enero de
2015, el pico se visualiza en septiembre de 2020. Al comparar los mismos meses (enero
a diciembre) de 2020 con datos de 2019, se nota un incremento de 27.4% (ssypc, 31 de
diciembre de 2020: 80). El comparativo de enero a agosto de 2020, respecto al mismo
periodo de 2021, se advierte un incremento de 9.1% (ssypc, 31 de agosto de 2021:80).
36 En el mes de octubre de 2020 se observa el pico más alto desde enero de 2015 y en
el mes de marzo de 2020 se aprecian también datos preocupantes. Sin embargo,
en 2021 son superados estos datos, observándose el mayor incremento en mayo de
2021. Desde marzo de 2021 hasta la fecha de corte, agosto de 2021, se aprecian datos
superiores a octubre de 2020 (el pico de ese año). Según los datos de la ssypc este delito,
en comparación con los mismos meses de 2019 (enero a diciembre), aumenta 4.7% (31
de diciembre de 2020: 75). Y con respecto a los datos de enero a agosto de 2020 com-
parados con 2021, este delito se incrementa 19.6% (ssypc, 31 de agosto de 2021: 75).
37 A diferencia de lo que señala en su discurso, se aprecia que el feminicidio sí au-
mentó al comparar los datos de enero a agosto de 2019 con el mismo periodo en
2020, es decir aumentaron de 615 a 622 (1.3%) (véase ssypc, 31 de agosto de 2021).
Representación política, feminismo y populismo en México
Esto desató una serie de críticas en redes sociales por parte de activistas,
escritoras, intelectuales, entre otras, haciendo un llamado al presidente a
“romper el pacto” (patriarcal). Ante esto respondió que el feminismo es
una simulación, es una expresión importada, una copia y que ellos son
respetuosos de las mujeres y de todos los seres humanos, siendo que este
tema debían resolverlo los guerrerenses.40
198 A finales de febrero, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia
(cnhj) de Morena, teniendo abiertos dos expedientes de investigación,
resolvió que se debía reponer el procedimiento para elegir la candidatura
a la gubernatura, por lo que se realizó nueva encuesta y Salgado quedó
nuevamente como candidato. No obstante, a principios de abril, Salga-
do perdió el registro de su candidatura por una falta administrativa (no
presentó su informe de campaña como precandidato) planteada por el
Instituto Nacional Electoral (ine) y ratificada por el Tribunal Electoral
las iglesias, sino que sea un asunto de las mujeres, de los ciudadanos, de la gente, del
pueblo. Por eso pienso que lo mejor es la democracia, que la gente se exprese, se hace
una consulta y a partir de ahí el gobierno tiene que actuar. Es mandar obedeciendo
en todo” (amlo, 31 de diciembre de 2020).
43 Fragmento de la versión estenográfica: “Presidente Andrés Manuel López Obra-
dor: Ya ven que suele pasar que los extremos se juntan, se tocan. Los veo muy
conservadores estos movimientos, muy conservadores, quizá porque yo tengo otra
formación, pero en el caso del movimiento de las mujeres pues para mí es Josefa
Representación política, feminismo y populismo en México
Ortiz de Domínguez y es Leona Vicario, Carmen Serdán, doña Rosario Ibarra de Pie-
dra. ¿Cómo encapuchados o encapuchadas? […] quiero agradecer a quienes cuidan
los edificios públicos, los negocios, pues a las mujeres policías agradecerles porque
estoicamente, resisten, porque allá andan las cámaras esperando que una mujer po-
licía le pegue a otra mujer, o más si es un hombre, y no, resisten, resisten, resisten
[…] Quiero también agradecer mucho a quienes cuidan los edificios públicos, los
negocios. […] Y llamar a todos, incluso a los que participan en estos actos, a que
actúen de manera pacífica, que no les ayuda en su causa, en nada, se revierte, tiene
un efecto de búmeran. Por eso me da mala espina, porque si se tratara de un mo-
vimiento realmente transformador lo que se busca es tener la simpatía del pueblo.
Una guerrilla, por ejemplo, siempre se apoya en el pueblo. Puede ser que la acción
militar la lleve a cabo un grupo, pero cuentan con el apoyo de las comunidades, de los
pueblos, hay una base de apoyo; si no, no podrían triunfar y han logrado triunfar las
guerrillas, bueno, muchos gobiernos se constituyeron de esa manera, movimientos
revolucionarios, con el apoyo del pueblo. Pero acá no, aquí parece que lo que se busca
es no tener apoyo popular, apoyo en el pueblo. Porque así no van a tener simpatías.
Hay que ver qué es lo que está detrás, porque hace unos dos años, cuando empezó el
movimiento feminista muchas mujeres participaron, pero se empezaron a dar cuen-
ta de que se habían convertido en feministas conservadoras sólo para afectarnos a
nosotros, sólo con ese propósito” (amlo, 29 de septiembre de 2021). Cfr. efe, 28 de
septiembre de 2021.
Populismo y el México de hoy
47 “La política feminista debe ser entendida no como una forma de política, diseñada
para la persecución de los intereses de las mujeres como mujeres, sino más bien como
la persecución de las metas y aspiraciones feministas dentro del contexto de una más
amplia articulación de demandas […] debemos ser conscientes del hecho de que
las metas feministas pueden ser construidas de muy diferentes maneras, de acuerdo
con la multiplicidad de los discursos en los cuales pueden ser enmarcadas: marxista,
liberal, conservador, separatista-radical, democrático-radical, y así sucesivamente”
(Mouffe, 1999: 125-126).
48 Aunque esto no significa que no pueda dialogar, complementarse y enriquecerse
con otras teorías e ideologías.
Representación política, feminismo y populismo en México
Consideraciones finales
213
Introducción
plantear una lógica política y/o ideología, así como ejecuta “la relación entre
el líder y las instituciones” (Urbinati, 2020: 280), entonces se puede analizar
cómo la apropiación de demandas se traduce en acciones de gobierno que se
asumen legales y legítimas, a pesar de representar riesgos para el Estado de de-
recho. Por ende, en este ensayo ofrecemos una revisión de la implementación
de la política de seguridad populista punitiva, considerando la militarización,
214 la prisión preventiva oficiosa y sus consecuencias.
La presencia del ejército, a diferencia de otros sexenios, se enmascara
en el discurso populista como “pueblo uniformado”; el ejército es parte de
la entelequia (cfr. Hernández y Pérez, en este libro), o también como un
cuerpo disciplinado y no corrupto. La estrategia utiliza marcos de excep-
ción, que en el caso mexicano han permitido las modificaciones legales y
la presencia militar, con el objetivo de definir el cambio social y político
que construye el populismo.
Por eso, la presente administración ha ampliado las tareas de las fuer-
zas armadas en dos bloques: “la militarización de la seguridad pública, y
segundo, se ha confiado como nunca a las ff. aa. tareas que no están rela-
cionadas estrechamente con la seguridad, sino que abarcan una variedad
de materias” (Ibarra, 2021).
Desde esta perspectiva, la estrategia de militarización de la seguridad
pública se propone resultados inmediatos, pues es determinante como in-
sumo de campaña para los procesos electorales y como factor de la capaci-
dad político-administrativa del gobierno. Es decir, “las políticas de mano
dura han demostrado ser altamente atractivas en periodos electorales y
eficientes como mecanismo para mantener el apoyo popular una vez en el
poder” (Vergara, 2019: 4). Este último elemento es central para los pro-
yectos populistas, para los que la búsqueda del bien público no sólo se
construye por la implementación de la política social, también debe gene-
rar un clima de paz que permita un orden social donde la corrupción, la
delincuencia, el robo, sean erradicados con base en una ascendencia moral.
Por eso, el “... populismo ha comenzado a asociarse a la política de ‘mano
dura contra el crimen’ y a las respuestas emocionales que se suceden habi-
tualmente después de algunos crímenes horrendos que suscitan una intensa
atención mediática” (Gargarella, 2016: 3202). Desde esta perspectiva, ratifi-
El populismo legal en México
La ley y la justicia en la 4T
derechos humanos, pues el uso de esta figura por los ministerios públicos
delinea una estrategia que omite la existencia de otros mecanismos que
permiten que el imputado sea presentado en un juicio. En lugar de re-
visar la legislación en la materia, así como los procesos judiciales, el uso
automático de la prisión preventiva antepone un modelo rebasado en el
país desde 2008.
220 En el presente sexenio la modificación al artículo 19 constitucional
propone ampliar el catálogo de delitos graves, con lo que se desvía la aten-
ción central de un juicio a medida que conduce a errores, pues se atacan
las causas bajo un esquema punitivo que no favorece a las instituciones de
justicia ni alienta un clima de paz y estabilidad en el país, por el contra-
rio, condiciona su eficacia y confianza en el aparato de justicia.
El quid de la implementación de la prisión preventiva oficiosa se halla
en que el encarcelamiento por delitos desconoce la presunción de inocen-
cia, asimismo, omite la dinámica particular de cada delito, lo que amerita
una medida con base en la gravedad y no una acción de la justicia que
desconoce que la adopción de la prisión, sin mediar sentencia, debe ser
implementada lo menos posible y como una medida excepcional.
Es decir , la “prisión preventiva es una medida que debe ser dictada de
acuerdo con las necesidades de cada proceso penal, […] es una medida
procesal no relacionada con la gravedad de la conducta que se busca san-
cionar” (Jarab, 2019).
Existen otros factores a considerar; la investigación deja de ser central
para el proceso de imputación de un delito, pues ahora la competencia
que permite a la autoridad investigadora determinar la prisión a un pro-
bable delincuente, no requerirá del elemento de prueba. Es así que el
catálogo de delitos ampliado en la Constitución condiciona el trabajo de
los jueces y, por ende, la independencia del sistema de justicia.
A la agenda referida, cuando agregamos el rendimiento institucional
del sistema de justicia, hay que considerar el tema de la impunidad, ya
que daremos cuenta de que el índice de impunidad alcanza 98.86% de
los casos que son denunciados, es decir, cometer un delito en México
tiene una baja probabilidad de denuncia y, a su vez, la búsqueda de cas-
tigo por un delito cometido es posible que no se sancione conculcando
El populismo legal en México
una condena, pues sólo el 6.4 % de los casos se investigan. Ante la evi-
dencia de los datos, podemos señalar que en el país la probabilidad de
que un delito “se denuncie y se resuelva es de apenas 1.14%” (Infobae,
2019). Derivado de lo anterior, sobre el sistema de justicia pesa una crisis
estructural y, por extensión, en México tenemos un deficitario Estado
de derecho.
Asimismo, consideramos la prisión preventiva como una medida que 221
incrementa el número de población en el sistema penitenciario, proble-
ma que se agrega al existente de hacinamiento en las cárceles mexicanas
y a que las prisiones se han convertido en un espacio que no permite la
reinserción social, por el contrario, son “escuelas del crimen” al concurrir
delincuentes que conculcan una pena e individuos que no cuentan con
sentencia. De esta manera, las prisiones están envueltas en un déficit de
infraestructura para dotar de mejores condiciones a las personas en situa-
ción carcelaria, lo que incrementa la violación de derechos humanos.
El sistema acusatorio queda relegado con la adopción de criterios que
sobreponen medidas punitivas taquilleras como la prisión preventiva ofi-
ciosa, con lo que la figura de presunción de inocencia se lesiona como
garantía constitucional. Es importante plantear que para el sistema de
justicia la presunción de inocencia
acotar la actuación del ejército (Zaverucha, 2008). Más allá del discurso, la
alianza se ha desarrollado con un marco legal que consolida la autonomía
de actuación de los miembros del ejército con licencia para incorporarse
a la Guardia Nacional, lo que robustece la capacidad institucional de los
militares para constituirse en un cuerpo de seguridad de excepción que se
amplía hasta la conclusión del sexenio.
La naturalización del estado de excepción como política pública de- 229
linea la “primacía de la acción militar [lo que] supone la cuarteadura del
contrato social, el agotamiento del Estado de derecho” (Cajas, 2012: 7).
Desde esta perspectiva, la Guardia Nacional es un proyecto militarizado
que nacionaliza y a su vez generaliza la respuesta para restituir la paz social
del país. Pero con excepciones, pues, si bien con base en datos del general
Luis Rodríguez Bucio, hay en el país 90 mil elementos que ayudan en
labores de seguridad, el despliegue de los efectivos no establece criterios
con base en factores como el nivel de inseguridad. “Prueba de ello es
que las entidades con mayores tasas de homicidio, como Guanajuato,
Baja California o Chihuahua no figuran entre las que tienen más guar-
dias” (Ángel, 2020a).
De alguna forma, es el regreso a la ley del garrote; sin embargo, como
primer respondiente, el ejército y la marina –y con suerte una pequeña
fracción de civiles pertenecientes a la otrora policía federal– participan
bajo un marco de actuación dudoso por múltiples consideraciones, por
ejemplo, ¿quién presenta al implicado en un delito? Generalmente, la
presentación ante el Ministerio Público la realiza la corporación de po-
licía estatal o municipal, de la que se acompañan los miembros de la
Guardia Nacional (cfr. Díaz de León, 2020), incluso se han encontrado
casos en los que el llenado del reporte policial homologado es firmado por
miembros de seguridad pública que ni siquiera han participado en la de-
tención, por lo que el detenido es liberado por las inconsistencias que
presenta la detención.
Nuevamente la impunidad aparece como un mal que aqueja a los
cuerpos de seguridad, pues se hallan datos en los que la discrecionalidad
de la actuación de la Guardia Nacional es motivo de atención, pues los
arrestos y detenciones arbitrarias siguen un patrón en el que el tiempo en
Populismo y el México de hoy
241
Introducción
Este ensayo tiene como objeto el análisis de los contenidos que utilizan
los partidos políticos (Morena, pri, pan) dentro de las redes sociales y el
internet. Para ello se van a seleccionar algunas páginas de los diferentes
partidos2 para detectar los principales temas que abordan, los comen-
tarios que efectúan, así como lo que proponen para gobernar México.
La metodología será el análisis de contenido, su alcance no pretende
ser un análisis del discurso, ya que la técnica es distinta y se busca un
estudio cualitativo que arroje fundamentalmente algunos indicios que
después puedan servir para una investigación más profunda. A partir de
los resultados, utilizando la taxonomía de Grecia Cordero sobre las ca-
racterísticas de los partidos políticos de tipo populista, neoliberal y fas-
cista, se examinará a qué tipología responde cada uno. Para ello utiliza-
ré como base un cuadro que ella elaboró y nos expuso en el seminario
de populismo.3
1 Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la unam. Profesora del Sistema Univer-
sidad Abierta y Educación a Distancia de la unam. Contacto: maite.alvarez.martin@
politicas.unam.mx
2 Por razones de espacio y de tiempo se van a utilizar las páginas de internet que uti-
lizan los partidos políticos oficiales y algunos documentos que sirven para ahondar
en la visión que tienen del país, con el objetivo de detectar aquellos rasgos que per-
miten identificar si se alejan o se acercan a las características que tiene la taxonomía
de Grecia Cordero. Para ello, se hará un comparativo y los resultados se cruzarán con
dichas características.
3 Existen otras tipologías que sirven para el análisis de los partidos políticos, esto no
es excluyente de otras taxonomías, pero en este caso utilizaré únicamente la de Grecia
Cordero, fruto del Seminario de Populismo.
Populismo y el México de hoy
Grecia Cordero expone una tipología de partidos que explica las carac-
terísticas del fascismo, el neoliberalismo y el populismo.4 Para hacer el
análisis del discurso me basaré en su clasificación. El fin del ensayo es te-
ner claro los tipos de partidos que existen en México y saber si se acercan
más a una tipología que a otra. En el siguiente cuadro se expone dicha
tipología y posteriormente, en diversos apartados, realizo el análisis de los
tres partidos.
5 Aunque este cuadro será un referente para el análisis, no pretendo usar cada carac-
terística sino analizar sólo las aproximaciones a este esquema, debido a que es una
tipología de casos puros y es difícil que los partidos no posean rasgos de diferentes
variables de análisis.
Populismo y el México de hoy
246 Al buscar un concepto en una red social se hallan muchas fuentes, algunas
relacionadas con el tema y otras no tanto. En el caso de Morena encontré
infinidad de páginas, las cuales sería inviable revisar por falta de tiempo y
espacio. En general, aclarado lo anterior, me concentré en la información
de la página oficial de los tres partidos analizados (Morena, pri y pan) y
revisé lo que propone cada uno de manera complementaria, únicamente
en Facebook y algunas páginas de internet; así, de esta manera, se preten-
de hacer un análisis de contenido con carácter cualitativo.
La página oficial del pri (pri Oficial México) tiene dos millones trescien-
tos mil usuarios. A diferencia de la de Morena, utiliza un modelo multi-
direccional de comunicación, con lo cual puede considerarse dinámica.
Permite que se escriban comentarios de los consumidores, poner likes
y compartir la página. Los comentarios que ahí se despliegan, a su vez
pueden ser rebatidos por cualquiera de los participantes en dicha pági-
na. Aunque sí tiene seguidores, el nivel de participación no es muy alto.
Donde más participan es en los likes, después en los comentarios, y el
nivel más ínfimo se encuentra en las veces que se comparte la información
contenida en la publicación.
Al incursionar en los temas que se tratan en esta página, encontramos
las siguientes características:
Al analizar una página del pri donde nos presenta su programa político
(pri, 2017), destacan los siguientes puntos:
Una radiografía de los partidos políticos en México
252
Las redes sociales y el internet: el pan
La página oficial del pan (pan, 2021) tiene 574 mil 5 seguidores. Tie-
ne tres opciones: me gusta, comentario y compartir. En comparación
con las páginas de los otros partidos, el nivel de participación es más alto,
siendo una página más activa.
El Partido Acción Nacional se muestra como un partido democrático.
Critica al gobierno por las acciones cometidas. Dentro de sus críticas hay
que destacar los siguientes aspectos:
La propuesta que tiene el pan para mejorar la situación de México consis- 253
te en los siguientes puntos:
Conclusiones
261
Introducción
3 La Constitución Política mexicana establece que la revocación del mandato “se po-
drá solicitar en una sola ocasión y durante los tres meses posteriores a la conclusión
del tercer año del periodo constitucional (artículo 35, 2o.), es decir, en marzo de 2022.
Populismo y el México de hoy
se debe señalar que esta consulta tuvo lugar por las acusaciones acerca de
que la Asamblea Nacional Constituyente aprobada en abril era espuria.
El resultado de este ejercicio fue que 71% de votantes aprobó dicha cons-
titución y el 28% la rechazó (Lissidini, 2008).
El 2 de diciembre de 2000 se realizó un nuevo referéndum propuesto
por Chávez, con el fin de que la ciudadanía opinara en torno a la reno-
vación de la dirigencia sindical. A pesar de que esta iniciativa se aprobó y 275
contó con el respaldo de 62.5% de electores, frente a 27.34% que votó
que “No”, tuvo muchas críticas debido a que tendría que ser el propio
sindicato quien se ocupase de sus dirigencias, y no un asunto de toda
la ciudadanía.
En este punto debo mencionar que en 2004 se efectuó un proceso de
revocación del mandato, impulsado por la oposición de Hugo Chávez,
siendo el resultado mayoritario en contra, dando al mandatario la po-
sibilidad de continuar con su encargo. Para el 2 de diciembre de 2007
se realizó un nuevo referéndum para reformar la Constitución, que fue
propuesto por Chávez. La iniciativa la había emitido desde agosto de ese
año, pero se realizaría más tarde. Los cambios tenían que ver con aspectos
políticos, económicos, sociales, territoriales, militares y culturales, pero
el más significativo era ampliar el periodo presidencial a siete años, a la
vez que permitía una reelección indefinida (Lander y López, 2008). El
resultado de la participación ciudadana fue de rechazo del 50.7% que
votó por el “No”, frente a un 49.36% por el “Sí” (López, 2008). El últi-
mo ejercicio participativo promovido por Chávez fue una nueva consulta
para la reforma constitucional para reelección indefinida, acontecida el
15 de febrero de 2009. Y el resultado fue aprobatorio, votando 54.85% a
favor y 45.1% en contra.
Con estos tres ejemplos se extraen dos reflexiones. La primera, que a
pesar de que los mdd en esos países no han sido propuestos exclusiva-
mente por los mandatarios populistas, pues en casos como el de Ecuador
siguen empleándose las consultas populares para que la ciudadanía opine
sobre aspectos de relevancia nacional incentivados por los mandatarios
presidenciales antes y después de Correa, es cierto que en los tres se han
usado también para la incorporación o modificación de sus constituciones
Populismo y el México de hoy
La primera de estas dos consultas tuvo que ver con que la ciudadanía
opinara en torno al futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de Méxi-
co (naim). Se realizó durante cuatro días, del 25 al 28 de octubre de 2018
(antes de que tomara protesta) (Sandoval y Welp, 2018). Debido a que
fue una consulta que no se llevó a cabo siguiendo lo estipulado en el mar-
co legal, tuvo diferentes cuestionamientos. Y es que, para poder realizarla
apegada a lo establecido en la Constitución y la Ley Federal de Consulta 277
Popular de 2014 se tendría que haber esperado a la siguiente elección
presidencial, en 2024. Sin embargo, con la reforma en materia de parti-
cipación ciudadana realizada en diciembre de 2019, quedó estipulado en
dicha ley que las consultas se podrán realizar de manera anual, y no cada
tres años, como señalaba la versión anterior, y que se realizarán el primer
domingo de agosto (artículo 35-5o, Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos).
Para la implementación de la primera consulta se instalaron mil 73
mesas en 538 municipios de las 32 entidades federativas del país. En es-
tos municipios habitaba un 80% de la población. El coste de la consulta
se estimó en 1.5 millones de pesos (lo que equivaldría ahora a 68 mil
181 dólares), financiados con aportaciones voluntarias de los legisladores,
principalmente del partido político Movimiento de Regeneración Nacio-
nal (Morena) –el partido del presidente–. La pregunta, con dos opciones
de respuesta, fue la siguiente:
Conclusión
alcocer, G. (2022, abril). ¿Buen resultado, para quién? Voz y voto: po-
lítica y elecciones. Recuperado de: https://www.vozyvoto.com.mx/
articulo/buen-resultado-para-quien?category_id=5
Populismo y el México de hoy
welp, Y. (2018). Todo lo que necesitas saber sobre las democracias del siglo
xxi: 348. Argentina: Paidós.
289
El sistema político mexicano es presidencialista. Para evitar los mayores exce-
sos de la centralización del poder, a partir del sexenio de Miguel de la Madrid
Hurtado y hasta el de Enrique Peña Nieto, se construyeron tres bloques de
contrapesos al Ejecutivo: el primero, compuesto de acuerdos internacionales;
el segundo aseguró a los poderes Legislativo y Judicial su autonomía, y el
tercero creó y fortaleció los órganos autónomos.
En este capítulo se deja en claro cómo el gobierno de Morena ha utilizado
los recursos clave del populismo para crear clientelas y distorsionar la opinión
pública. Lo hizo mediante la manipulación de los programas sociales y los
servicios del gobierno; un discurso polarizador y la descalificación de los opo-
sitores; el desprecio por el Estado de derecho con fines electorales; la alianza
con el crimen organizado y la utilización de las fiscalías, la General y la de
Inteligencia Financiera, para intimidar a los opositores.
Los acuerdos internacionales se hicieron bajo la lógica de que México ne-
cesitaba modernizar su economía, dado que el modelo nacionalista de Luis
Echeverría y López Portillo nos llevó a la década perdida. Las condiciones
del milagro económico habían cambiado profundamente y sería contrapro-
ducente intentar regresar a él. Los gobernantes mexicanos de 1982 a 2018,
creyeron esto. Miguel de la Madrid (1982-1988) buscó remediar la crisis que
heredó de la administración anterior. Únicamente la sorteó, pero no edificó
un nuevo modelo. Salinas de Gortari (1988-1994) cambió el paradigma, ins-
tauró una política acorde a la globalización: libre comercio y atracción a las
Tabla 3
El gobierno de Morena
Tabla 5
El plan de gobierno de Morena era claro: había que usar el poder para
aplastar a la oposición, pero no de un modo tal que produjera aislamiento
internacional, pues eso conlleva costos muy elevados en materia econó-
mica y de estabilidad social. Así es que había que recurrir a métodos más
sutiles: discursos que más bien parecían maratones de palabras por parte
del presidente, saturación de mensajes a favor del gobierno, utilización de
los recursos del Ejecutivo para amedrentar a los opositores, clientelismo
descarado, etcétera.
Sin embargo, en lugar de aplastar a la oposición, ésta se reagrupó y se
forjó una alianza electoral y ahora legislativa. Con excepción del partido
Movimiento Ciudadano, que aún se mantiene como una incógnita, los
partidos opositores a Morena han conformado un bloque para resistir la
embestida centralizadora del Ejecutivo y el intento de desmantelamiento
de las reformas democráticas, es decir, que generaban contrapesos y dis-
persaban el poder en órganos especializados.
Populismo y el México de hoy
Tabla 6
Tabla 7
Tabla 8
Más aún, el momento psicológico es muy distinto. Lejos de que Morena con-
siga construir una nueva “mayoría artificial” en la Cámara baja, lo contrario
parece más probable. Primero vimos al pvem titubear respecto a su alianza
con Morena, según las declaraciones de uno de sus principales líderes, el se-
nador Manuel Velasco. De inmediato vimos la ofensiva morenista mediante
“filtraciones” a la prensa, desde la uif, según las cuales, dicho personaje estaba
siendo investigado por desvío de recursos durante su gestión como goberna- 307
dor en Chiapas. A lo cual, después de unas semanas, el líder verde respondió
con la filtración de un nuevo video en donde uno de sus empleados entregaba
dinero, de modo ilegal, a uno de los hermanos de López Obrador. Se ve así,
que la alianza pvem-Morena tambalea.
Por otra parte, el Ejecutivo federal ha intentado también construir su
“mayoría artificial” intimidando al pri. Primero, con una serie de “fil-
traciones” en donde se acusa al presidente del tricolor de malos manejos
durante su gestión como gobernador de Campeche. Pero como éste no se
amedrentó, las amenazas siguen escalando. Primero con la toma de insta-
laciones del partido (Ramos, 2021), orquestada desde Morena, y después,
con la carpeta de investigación en contra del diputado electo Ildefonso
Guajardo (Ángel, 2021). El liderazgo priista, sin embargo, aún resiste.
Así es que lejos de construir una nueva “mayoría artificial”, lo que parece
estar sucediendo es que el bloque oficialista, sobre todo por lo que respec-
ta al pvem, que comienza a olfatear que el siguiente paso en el sistema
político mexicano no está en continuar la tendencia de concentración
de poderes en el Ejecutivo, sino en la recuperación del terreno perdido en
materia de contrapesos y dispersión del poder.
Esta proyección ha sido materializada en el mes de octubre, a pocos me-
ses de concluir el tercer año de mandato de Andrés Manuel López Obrador
y con un factor sustancial como lo es la nueva composición de los grupos
parlamentarios en la Cámara de Diputados. Fueron presentadas por el Eje-
cutivo tres grandes iniciativas: la energética, la electoral y la de seguridad na-
cional. Las tres iniciativas tienen como finalidad una mayor concentración
de poder en el Ejecutivo. En principio el bloque opositor cuenta con una
cantidad suficiente de diputados para evitar la aprobación de dichas pro-
puestas. Al bloquear las iniciativas la alianza pri-pan-prd mostraría su fuerza
Populismo y el México de hoy
309
Conclusiones
gonzález, L. (11 de agosto de 2021). ¿Por qué no cuadran las cifras de be-
neficiarios de programas sociales?, en El Economista. Recuperado de:
https://tinyurl.com/65tvzna8
- (17 de junio 2021). Latinus Originals: Loret Capítulo 48, en Latinus. Recu-
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ortega, A. (27 de enero 2021). México sube del lugar 130 al 124 en el
Índice de Percepción de la Corrupción, en Expansión Política. Re-
cuperado de: https://tinyurl.com/pb3nbf2j
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para exigir renuncia de Alejandro Moreno; denuncian agresiones,
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rueda, R. (26 de enero 2022). Hay nueve fotos de Cuauh con narcos:
Capella, en El Sol de México. Recuperado de: https://tinyurl.com/
2jcvn2zc
316
Conclusiones finales
317
El libro parte de la afirmación de que el debate sobre el populismo en
democracia es un debate inacabado, y se confirma a lo largo de algunos
textos que no existe una definición terminal del mismo. Distintas auto-
ras y autores afirman que el populismo es una ideología, otros hablan
de una estrategia para llegar al poder, y otros de que el populismo es
como un recipiente vacío que puede contener cualquier tipo de ideolo-
gía. Sin embargo, sí es posible realizar análisis sobre los elementos que lo
constituyen (por ejemplo, la división pueblo-élite, su ser anti sistémico,
sus rasgos morales, entre otros), sus orígenes (crisis de representación)
o sus consecuencias (imposibilidad de modificar el sistema) e inestabi-
lidad en el mediano y largo plazo (promesas incumplidas y frustración
social). El libro presenta las distintas alternativas teóricas que sobre el po-
pulismo han dado los autores más significativos y nos invita a corroborar
esas tesis en un caso preciso: el de México.
En efecto, no sería posible hablar de populismo en México sin enten-
der la crisis de representación que sufrió el país a través de las décadas
neoliberales, con sus discursos técnicos, inaccesible para la mayoría y que
alejaron a la población de cualquier posibilidad de participación política
y con ello se consiguió una aguda falta de identidad y solidaridad con
sus políticas públicas. De igual manera, el discurso tecnocrático intentó
construir una sociedad eminentemente individualista, rompiendo lazos
de solidaridad, relaciones de confianza y reciprocidad.
Ante ello surgió un discurso emocionalmente atractivo que buscó la
unión del gobierno con “su pueblo”, que creó una identidad, si bien di-
fusa, lo suficientemente atractiva como para crear esperanzas de recu-
perar la dimensión social perdida en el discurso neoliberal. Un discurso
sustentado en dos de las características más importantes del grupo de los
Populismo y el México de hoy
319
Populismo y el México de hoy,
editado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de la Universidad Nacional Autónoma de México,
fue impreso en offset, sobre papel bond ahuesado de 75 grs para
interiores y cartulina sulfatada de 240 grs para forros, en los
talleres de Impresiones Gráficas Finas (IGRAF), con domicilio
en Ferrocarril San Rafael Manzana 28, Lote 18 Col. Las Peñas,
09750, Iztapalapa, Ciudad de México, el 16 de octubre de 2023