Está en la página 1de 18

¿Qué debe tener un primer capítulo?

La primera página siempre es la más difícil y no es porque sí. En esas


primeras palabras debemos establecer cuál será nuestra historia de una
forma que atraiga al lector. En el post de hoy les voy a compartir cuáles
son los consejos que los grandes autores nos proponen a la hora de
comenzar a escribir nuestra historia.
¿Qué elementos no pueden faltar?
Ten en cuenta lo siguiente cuando pongas a escribirte, planificar o revisar
tu primer capítulo:
1. Una primera línea intrigante
2. Presentar al protagonista
3. Introducir el conflicto
4. Establecer la mentira que cree el personaje
5. "Cliffhanger" al final del capítulo
La primera línea
Leer las primeras frases de los libros es un gran entretenimiento propio.
Algunos autores dominan este arte a la perfección. ¿En qué consiste?
Básicamente en volarle la cabeza al lector, y que éste necesite seguir
leyendo, ya desde la primera línea.
¿Cómo se hace?
Practicando. No hay soluciones mágicas para esto. Sin embargo, una
gran herramienta es buscarlos. Así que te propongo que empieces a leer
esas primeras frases de tus libros favoritos, hazte una lista y comienza a
encontrar patrones. Créeme que el cerebro empezará a notarlas.
Lisa Cron en su libro "Wired for story" menciona que una buena primera
frase debería responder las siguientes preguntas:
 ¿De quién es la historia?
 ¿Qué está pasando?
 ¿Qué hay en riesgo?
Como ejemplo, nos cita la primera frase del libro "What came before he shot
her" de Elizabeth George.
"Joel Campbell, once años en ese momento, comenzó su
descenso hacia el asesinato con un paseo en autobús."
Entonces:
¿De quién es la historia?
De Joel Campbell
¿Qué está pasando?
Está en un autobús, lo que, por algún motivo, termina siendo el incentivo
para convertirse en asesino.
¿Qué hay en riesgo?
La vida de Joel, la vida de alguien y quién sabe qué más.
Algunas de mis primeras líneas favoritas:
"Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne;
supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan
mayores explicaciones sobre mi persona."
El túnel de Ernesto Sábato
"Kell vestía un abrigo muy peculiar. No tenía un lado, lo que sería convencional,
ni dos, lo que sería inesperado, sino varios; lo que era, por supuesto, imposible."
Una magia más oscura de Victoria Schwab
"La noche que Kate Harker decidió quemar la capilla de la escuela, no estaba
enojada o borracha. Estaba desesperada."
Una canción salvaje de Victoria Schwab
Presentar al protagonista
Si por algún motivo no puedes lograr lo que hizo Elizabeth George, no
desesperes. Lo que tienes que tener en mente es a tu protagonista. Él es
la persona que hará a tu historia destacarse, quién será los ojos del
lector y su principal razón por querer llegar al final.
¡Así que preséntalo de la mejor manera posible!
Lo ideal es mostrarlo a través de una acción, para que presentar a la
escena con movimiento y, al mismo tiempo, retratar algún aspecto
importante del personaje.
No sé si habrán visto la serie "House Of Cards", en la que Francis
Underwood empieza a hablarle al público (ya de por sí un elemento
interesante) y luego, encuentra un perro moribundo en la calle. Es él
quien termina matándolo, sin remordimientos. Esto ya demuestra qué
clase de personaje estamos hablando.
Introducir el conflicto
También conocido como "mundo normal". Si quieren leer más sobre este
tema, les recomiendo este posteo del blog. Pero tengan en cuenta algo:
el mundo normal del protagonista es aquel que determina la mentira que
cree y es el símbolo de lo que está mal en su vida.
Establecer la mentira que cree el personaje
En el posteo que les compartí anteriormente, también desarrollo este
punto. Esta mentira que el personaje cree al comienzo de la historia es
ese deseo externo que él piensa que, de resolverlo, sus problemas se
esfuman con él. Para desgracia de él, está muy equivocado.
Cliffhanger
No puedo encontrar una palabra correcta para traducir este concepto,
pero imagínense que un protagonista está por cruzar una calle por la que
viene un camión. Y allí termina el capítulo. ¿Qué pasa después? Hay que
seguir leyendo, no hay otra manera de averiguarlo.
Aquel que puede manejar bien esta técnica y la aplica a todos los finales
de sus capítulos, se asegurará que el lector llegue al final.
¿Cómo crear personajes creíbles?
Leila, no voy a cansarme de decirte que los personajes son los
elementos esenciales de tu historia. Sí, incluso antes del
argumento. ¿Sabes por qué? Porque ellos son los que van a vivir tu
historia. Ellos van a crecer con ella. Ellos son los ojos de los
lectores, en quienes se verán reflejados o sentirán curiosidad por
su travesía. Por eso es que si ellos no son diseñados con
conciencia, estás perdiendo una gran herramienta.

La escritura no es una ciencia. Eso lo sabemos. No hay una única


manera de hacer las cosas, de hecho, hay demasiadas. Depende
de ti elegir (o diseñar) la que mejor encaje contigo. Yo te propongo
algunos tips que me han ayudado, tal vez te orienten en tu
búsqueda. Con ese fin, he creado una especie de cuestionario para
que completes a tu gusto.

Creando personajes
1. ¿Cómo va a acabar el personaje? ¿Aprenderá su lección
(verdad)? Intenta visualizar cómo será ese final, cómo se verá
él, cómo será su entorno…

2. ¿Cuál es la mentira que cree? ¿Por qué cree en eso (mundo


normal)? El objetivo es mostrarlo de forma opuesta a cómo
será su final. Si termina creyendo en el amor, debería empezar
descreyendo de él.

3. ¿Cuál va a ser el arco del personaje? ¿Positivo o negativo?


Piensa si el personaje aprenderá la lección y será una mejor
persona (positivo) o si decidirá seguir creyendo su verdad
(negativo).
4. ¿Qué es lo que quiere el personaje? ¿Por qué no puede
obtenerlo (miedos)? Su deseo externo debe ser una especie de
reflejo de su mentira (o conflicto interno).

5. ¿Quiénes son las personas más importantes en su vida?


¿Por qué? Crea su entorno y cómo éste lo afecta.

6. ¿Qué circunstancia o evento lo harán enfrentar tu mentira (y


salir de su zona de confort, ingresando así al acto 2)? También
conocido como evento desencadenante.

¿Qué es el tema de una historia?


Cuando terminas de leer un libro, ¿qué te llevas de él, Leila? Cada
historia cuenta una travesía, una en la que el protagonista
atraviesa enfrentando sus miedos para crecer y ser una mejor
persona. Incluso puede contar lo mismo, pero a través de una
tragedia o simplemente sin que el personaje principal aprenda su
lección. Y ahí está la cuestión.

¿Cuál es la lección que dejará tu historia?

El objetivo es profundizar en esa búsqueda. Decir que tu personaje


busca la felicidad, es muy amplio. Todos queremos ser felices.
¿Pero qué significa ser feliz para él? ¿Es formando una familia o
ganando mucho dinero? ¿O ambas? Cuando más te preguntes POR
QUÉ, más conciso será el tema de tu historia.
El tema de tu historia
1. Vuelve sobre la actividad que hiciste la semana pasada y fíjate qué
puedes rescatar de la mentira en la que cree tu personaje y cómo
acabará al final de la historia.

2. Haz una lista con todos los temas que te vengan a la cabeza y que
estén relacionados con lo que quieres contar. No te limites. El tema
puede surgir de una palabras o de varias.

3. Si te sigue costando encontrar el tema, te recomiendo que mires


películas del género que estás escribiendo y analiza a los personajes:
¿Cómo empezaron? ¿Qué pasó con ellos al final?

4. Cuando encuentres el tema, intenta que se refleje en la gran mayoría


(o en todos) los personajes de tu historia. Ejemplo, si tu protagonista no
cree en el amor, haz que su amigo tenga una pareja y sea feliz. De esta
manera, refleja el tema de tu historia pero desde otra arista.

5. Ten presente al tema en todo momento. En cada elección que haga tu


personaje y en cada capítulo que desees crear. Recuerda que el tema es
el camino que atravesará tu protagonista y es más importante que el
argumento en sí mismo.

¿Cuáles son las bases de tu historia?


De acuerdo. Ya hemos cubierto dos de los aspectos más
importantes de tu historia. Así que, si por algún motivo no leíste
los anteriores mails, te recomiendo que lo hagas antes de seguir
con esta actividad. Porque hoy nos toca ver la parte superficial de
la historia, es decir, el argumento. Seguramente tu cerebro tenga
todas (o algunas) escenas que quieras contar, sucesos que
involucran a tu protagonista y que hacen avanzar la historia… Sin
embargo, suele suceder que nos entusiasmamos por el argumento
y perdemos de vista la historia.

Antes de empezar a filtrar esas escenas que no deberían formar


parte de tu novela, comencemos por algo sencillo.

¿Qué va a contar tu novela?

¿Una distopía en la cual tu protagonista enfrentará al gobierno y


vencerá? ¿Una fantasía en la que la magia está perdiendo vida y tu
personaje principal tiene la llave para salvarla? ¿Un policial que
cuenta la historia de un crimen pasional?

Entonces, lo primero que necesito que hagas es que escribas en


una sola oración, qué argumento quieres contar. Esta frase es solo
para ti. Tiene como objetivo ayudarte a enfocar.

Sigamos...
Lo siguiente que necesito que hagas, Leila, es que enumeres algunas
escenas que quieras que aparezcan en tu historia. No importa el orden. Y
una vez que las tengas delante de ti, pregúntate si ellas reflejan el tema
de tu historia. Si no lo hace, tengo una mala (o buena) noticia: no deben
ser parte de tu novela. ¿Por qué? Porque no la ayudan a avanzar en lo
que importa. Si hay escenas de luchas que nada aportan sobre la
travesía del protagonista pero que son una pieza maestra, NO VAN. Tu
objetivo siempre tiene que ser tu protagonista.

Y por último, una vez que hayas eliminado aquellas escenas que no
pertenecían, te aliento a que escribas la sinopsis completa de la novela.
Comienza por la oración que ya tienes, y comienza a preguntarte sobre
cada elemento en ella, para ir haciéndola crecer.
Si necesitas ayuda para hacerla, tengo el video justo para ti.

Las bases de tu historia


1. En una oración, escribe de qué se tratará tu argumento.

2. Haz una lista de escenas que quieras que formen parte de tu novela.

3. ¿Todas esas escenas que escribiste reflejan el tema de tu historia? Si


no lo hacen, descártalas.

4. Escribe la sinopsis completa de tu novela.

CÓMO ESCRIBIR UNA NOVELA


Escribir una novela es bastante sencillo, hay que saber cómo empezar luego ir
paso a paso escribiendo los capítulos hasta el final.
Bromas aparte, escribir una novela no es una acción (escribir) es más bien un
proceso que para algunos puede ser bastante confuso por la cantidad de pasos a
seguir, que resumo en:
1) Crear todos los personajes de ficción e idear un argumento redondo.

2) Escribir argumentos secundarios para integrarlos a la perfección en la trama


principal.
3) Construir una atmósfera creíble y decidir hablar sobre un tema interesante.

… y eso es todo antes de que pueda sentarse a escribir la novela.


No es de extrañar que la pregunta que se hace todo nuevo escritor sea…

¿Por dónde empiezo?


Como la construcción de un edificio, para escribir una novela hay que tener una
buena idea del conjunto, entonces trazar un plano detallado y definir un plan de
avance.
El plano le da una visión general del conjunto y de cada componente, de cada
pieza y material que necesita para construir el relato que al final pueda salir
publicado con su nombre.

El plan de avance es una guía que le ayuda a escribir en el día a día, le dice dónde
se encuentra hoy y a dónde debe llegar. Nos mostrará nuestros logros y el camino
que resta.

Hay que tomarse el tiempo necesario para estudiar el plano antes de empezar a
construir nuestra novela, para tener presente el todo; pero no debemos olvidar
volver a consultarlo durante la ejecución de las obras, cuando estemos atascados
en un detalle o perdidos sobre qué componente debe ir a continuación

En el nivel más básico, escribir una novela consiste en sólo tres pasos…

Planificación. Aquí es donde usted resuelve lo que quiere decir (en forma de
síntesis).
Escritura. Es donde se transforma el plano en prosa y en diálogo.
Revisión. Por último, se pulen las ideas y las palabras hasta que brillen.
Fácil, ¿no? Bueno, sí… excepto que realmente no nos dice nada acerca de cómo
escribir novelas. Entonces dividimos estas tres etapas en instrucciones concretas
sobre qué hacer primero, en el medio y al final. Así llegamos a estos 15 pasos:

Planificación:
1. Preparación.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
3. Brainstorming: La idea original.
4. Decidir el tema.
5. La premisa principal.
6. Creación de personajes.
7. Punto de vista.
8. Sitio y situación.
9. Matemáticas y estructura.
10. El plano general: Síntesis del argumento.
Escritura:
11. Escenas clave.
12. Primer borrador.
Revisión:
13. Revisión de Tema.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Y ahora, la explicación de lo que conlleva cada punto de la lista. Ésta es una
explicación resumida para no extenderme demasiado y al final lograr que se
aburran, pero nos dará una idea clara de lo que hace falta tener cubierto para
pasar al siguiente punto.
Les aseguro que si cumplen cada paso a conciencia el resultado será una novela
con una calidad aceptable para la publicación.

1. Preparación
Hay algo necesario antes de iniciar un proyecto de éstas características y es
tomarse un tiempo para decidir y comprometerse con un trabajo largo y pesado,
sin reconocimiento inmediato.
Si usted busca la receta para escribir una novela completa para llevarle a una
editorial en tan sólo unos pocos meses, buena suerte, pero me temo que no puedo
ayudarle. No hay atajos en la escritura de novelas. Pero si está dispuesto a
trabajar tan duro como sea necesario durante el tiempo que sea necesario (sin
olvidarse de disfrutar a lo largo del camino, por supuesto) entonces sí se puede
llegar muy lejos.

En primer lugar, hay que decidirse a ser escritor de verdad, no de hobby.


Encontrar el motor que lo impulse en este emprendimiento es algo
personal. Hacer dinero de la escritura no es una mala motivación pero quizás
resulte insuficiente, hay maneras mucho mejores de asegurarse que le dan ganas
de trabajar en su novela todos los días.
Si decidimos que nos embarcamos en esto seriamente hay una serie de ajustes
prácticos que deberemos hacer a nuestro ritmo de vida. Deberemos separar
tiempo para la escritura, preparar un lugar específico, conseguirnos un ordenador
(hoy en día es imprescindible, porque aunque parezca romántico darle a las teclas
de la Remington de la familia, las correcciones y las entregas nos obligarán a
tener una copia en digital); en fin preparar el entorno de un escritor, para que
cuando llegue el momento sólo debamos sentarnos y escribir.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
Como ya lo habíamos comentado, hay que adoptar una actitud profesional.
Olvídese de los ideales románticos y la imagen del escritor bohemio. Ser un
escritor es una actividad creativa, pero también es un trabajo y la venta de una
novela a un editor es una propuesta de negocio.
¿Qué significa eso para usted? Esto significa que puede aumentar su posibilidad
de éxito si conoce desde el principio qué necesita su libro para integrarse
mercado editorial.
No le estoy pidiendo que venda su integridad artística aquí, yo simplemente le
aconsejo ponerse el sombrero de los negocios por un momento. Hay que
investigar un poco el mercado e identificar un nicho al que apuntar porque es
riesgoso escribir una novela sin tener una idea clara de la posición que va a
ocupar en el mercado literario. Usted puede salirse con la suya si su novela entra
perfectamente en una categoría, más por suerte que por juicio, pero si llega a
deslizarse entre las zonas grises intermedias de los géneros, entonces los editores
estarán poco inclinados a aceptarla, no importa lo bueno que la escritura. Editar
novelas es un negocio, no una obra de caridad para gente creativa. Si sus libros
no van a hacer ganar dinero a los editores (si no de inmediato, por lo menos en
los dos o tres años siguientes) entonces no van a querer saber nada con ellos.
En la práctica esto se puede prever explorando los distintos tipos de novelas,
decidiendo por el tipo que (desde nuestro punto de vista creativo) sea el que
permitirá expresarnos de forma fluida y crear una historia a la vez interesante y
original.

Si bien pueden existir innumerables tipos de ficción, a grandes rasgos se puede


dividir en tres grupos:
Las novelas de género
Es la variedad más popular de la ficción. Se puede dividir en categorías como de
misterio, policiales, ciencia ficción, fantasía, negras, de espías, etc. Si usted
decide escribir ficción de género, es necesario tener en cuenta que cada categoría
tiene un conjunto particular de reglas (o convencionalismos) que usted, el
escritor, tendrá que seguir más o menos.
Literatura mayor o ficción literaria seria
Son generalmente novelas profundas de contenido y cargadas de simbolismos e
ideología, con densas subtramas y alegorías. Por lo general mucho menos
comerciales que los libros de género, con honrosas excepciones. Si su novela
literaria seria pasa a ganar un importante premio o recibe crítica positiva del
boca a boca, podría hacerle muy rico.
Ficción general o de gran público
Como habrá adivinado, se encuentra a medio camino entre los otros dos tipos. No
son novelas de género, pero tampoco buscan la profundidad ideológica ni tienen
las pretensiones artísticas de la literatura mayor. Son las novelas que se
convierten en Best Sellers, y tienen un poco de otros tipos pero no siguen los
convencionalismos de los géneros (algunas se sitúan en el futuro, pero no
pretenden ser ciencia ficción, otras hablan de vampiros pero en realidad son de
amor y no de terror, etc). Usualmente relatan historias más íntimas y cercanas.
3. Brainstorming: Todas las ideas, una idea.
Bueno, estamos acercándonos al punto donde empieza el verdadero trabajo (es
decir, el punto en que comienza a planear su novela). Antes de poder planificar,
sin embargo, es necesario encontrar esa idea generadora. Habrá que hacer el
esfuerzo de buscar lo mejor que a uno se le pueda ocurrir. Después de todo, si le
piensa dedicar una parte significativa de su vida a esta novela la última cosa que
querrá hacer es empezar el pie izquierdo.
Algunas personas le dirán que las buenas ideas son difíciles de conseguir. Con
todo respeto, no estoy de acuerdo. De hecho, creo que cualquier escritor tiene el
problema opuesto: No tener suficientes años como para convertir cada buena idea
que tiene en una novela.

Hay toda una sección dedicada a las ideas que quizás quiera explorar.
Intermedio: Planificar su novela
Las ideas de una persona sobre cómo escribir una novela serán un poco diferentes
a las de otra persona. Es por eso que usted debe sentirse libre de adaptar este
proceso de escritura de novelas a sus necesidades propias.
Tal vez una de las diferencias más grandes sea ésta:

A algunos les gusta planificar su ficción al detalle, antes de iniciar la etapa de la


redacción y corrección. Otros escritores logran salir adelante con una
planificación casi inexistente, o incluso sin planificación. Vienen de la escuela de
escritura “sólo siéntate y escribe”.

¿Qué camino es el mejor? No hay una respuesta absoluta, sólo cabe decir que si
una determinada manera de escribir ficción funciona para usted, ésa es la
correcta.

Pero si no está seguro y quiere una recomendación, me permito sugerir que es


mejor planificar su novela con tanto detalle como usted pueda, antes de escribir
el primer borrador.

¿Qué implica la planificación de una novela?


Debido a que la planificación de un largo trabajo de ficción en detalle es una
tarea muy grande (por no hablar de que puede ser potencialmente confuso), la
mejor manera de hacerle frente es dividirlo en partes más pequeñas. En total, hay
seis partes:

Tema y simbolismo.
Premisa principal.
Personajes.
Punto de vista.
Escenarios.
Argumento.

4. El tema.
Esto no es tan difícil o tan confuso como parece. El tema es la esencia del relato,
el eje alrededor el cual gira la narración. El tema no es algo concreto, sino un
concepto abstracto, universal, algo que todos podemos entender: el sufrimiento,
el heroísmo, la violencia, la crueldad, etc. Como vemos, son todas palabras que,
independientemente de si transmiten un valor positivo o negativo, no se atienen a
una época o a un espacio determinado. El tema de nuestra historia es lo que
queda de ella cuando la reducimos a una sola palabra.
Si queremos escribir una historia de amor, da igual si los enamorados son Romeo
y Julieta, dos extraterrestres hechos de lava hirviente o una tostadora y un
microondas, el tema de las tres historias será el amor. Para aclarar un poco más la
cuestión veamos cuál es el tema en estas conocidas obras:
Peter Pan, de JM Barrie: la infancia.
El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas: la venganza.
El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde: el narcisismo.
Madame Bovary, de Gustave Flaubert: el adulterio.
Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski: la culpa.
Para concluir, la definición del tema es fundamental en nuestra planificación
porque al fin y al cabo es de lo que nuestra novela va a tratarse y estaremos
trabajando sobre este concepto durante todo el proyecto.

5. La premisa principal.
Una vez hayamos decidido el tema que ha de tratar nuestra novela debemos
definir nuestra perspectiva personal sobre ese tema, la mirada del autor. Si el
tema era sólo una palabra que contenía la esencia de nuestra novela, la premisa es
una frase que establece nuestra postura ante ese tema. No se trata de una frase
compleja, como habíamos visto en las ideas que originaban la novela, una
premisa contiene todo lo que pasa en la historia, pero sin protagonistas, ni
escenario, ni fechas; solo tema, conflicto y conclusión.
Por ejemplo, si su tema es “la mentira” su premisa puede ser “las mentiras
siempre acaban por descubrirse” y la historia que escriba deberá atenerse a esa
premisa, será la brújula, la promesa que ha hecho al lector y que debe ser
respetada.
Al ser una postura personal y subjetiva, la premisa no debe ser (necesariamente)
una verdad universal. Es su opinión sobre el tema, su tesis, y en la novela la va a
demostrar.

¿Por qué premisa principal? Como puede suponer, en una historia compleja como
las de las novelas aparecerán tramas secundarias y con ellas los temas
secundarios y las premisas de cada tema secundario. Lo importante en este punto
es definir nuestra premisa principal, que aportará nuestra opinión sobre el tema
principal.

6. Creación de los personajes.


Hay dos grandes tareas para completar aquí:
En primer lugar, es necesario elaborar una lista de personajes (de todos, desde el
protagonista principal hasta el hombre que pasa y pregunta la hora en el capítulo
8). Es imposible durante la etapa de planificación pensar en todos los personajes
que se necesitan. Ya se que muchos de ellos no existirán hasta que usted
comience a escribir, pero sin duda tiene una idea de quiénes son los principales
actores. Esta lista de personajes va a ir creciendo y completándose a medida que
avanza la escritura del primer borrador.
En segundo lugar, es necesario conocer a los personajes, escribiendo perfiles o
mini-biografías para ellos. Conocer de arriba abajo a tus personajes antes de
escribir una sola palabra de la novela es muy importante. Dejar de hacer esto
significa no tener el material básico para convencer a los lectores de que son
seres vivos y eso no dirá mucho de su reputación como novelista.

¿Qué debe entrar en estas mini biografías que usted necesita para escribir para
cada uno de los personajes principales? Iré subiendo post sobre cómo crear
personajes para que lleguemos a las respuestas.
7. Decidir sobre un punto de vista
Usted ya ha elaborado una lista de personajes y conoce de forma íntima y
completa a los personajes más importantes de esa lista. Ahora que todos ellos
son reales para usted el siguiente paso surge de manera sencilla: ¿Quién cuenta la
historia?
No debe confundir nunca al autor de la novela (usted) con el narrador de la
misma (una creación suya). En un relato de ficción nunca es el autor quien narra.
Si el narrador cuenta la historia desde fuera de los personajes, estará adoptando
un punto de vista externo. En este tipo de punto de vista, el narrador puede ser:
Narrador omnisciente
Es dios. Tiene acceso al mundo externo e interno de los personajes, conoce su
pasado y su futuro. Es ubicuo, por lo que puede contar hechos simultáneos que
suceden en lugares distantes. Tiene un conocimiento completo de la historia y
puede manejar un gran número de personajes. Puede también opinar sobre los
hechos que narra, aunque no siempre lo haga.
Narrador cámara
Esta técnica de narración crea la ilusión de que no existen intermediarios entre la
historia que se narra y el lector. Es lo más parecido a una película donde sólo
podemos ver las acciones del mundo externo de los personajes, nunca sabremos
qué piensan, no conoceremos sus emociones, ni su pasado o su futuro. Es como
asistir a la historia “en directo”.
Narrador cuasi omnisciente
Es un narrador omnisciente, pero limitado a uno de sus personajes. Usted
utilizará la tercera persona pero contará la historia desde la perspectiva de su
personaje protagonista. Sólo accede a las escenas que ve el personaje y sabe lo
que piensa y siente ese personaje, no los otros.
Si el narrador cuenta la historia desde dentro de los personajes (ya sea uno o
varios), estará adoptando un punto de vista interno. Aquí utilizará la primera
persona, verá la historia a través de los ojos de ese personaje y podremos oír sus
pensamientos.
Hay montones de combinaciones que pueden dar juego a interesantes formas de
contar la misma historia.

8. Sitio y situación
Una vez haya decidido quién y cómo narrará la historia al lector, deberá saber el
dónde y cuándo de la historia. La escenificación abarca mucho más que calles y
edificios. Es todo el mundo que rodea a los personajes. Incluye cosas como lo
que los personajes hacen, un trabajo, el clima (muy importante en una novela es
crear atmósfera). La historia de la ciudad o el lugar donde los personajes están, el
folclore.
Al igual que con los personajes, tiene que conocer a fondo el entorno antes de
empezar a escribir sobre ello. De hecho, si usted ve la escenificación de una
novela como un personaje más, no se equivocará.

Para esto debe realizar algo de investigación, recolectar fotos, tomar apuntes en
forma de cortas descripciones (no sólo visuales, también de sensaciones, olores,
tacto, etc.).
Actualmente el Google Maps nos lleva a casi cualquier sitio y nos permite
prácticamente pasear por las calles en cualquier punto del globo. Si nuestra
novela se desarrolla en la actualidad, ésta será una excelente herramienta.
9. Matemáticas y estructura
Antes de escribir nuestro argumento, deberemos conocer ciertas estadísticas que
pueden ayudarnos un poco con la estructura básica que ese argumento puede
tener.
En general, las novelas se componen de tres secciones (o tres actos): Inicio, que
abarca un 25% del total del libro, nudo un 50% y desenlace el restante 25%. Si
tenemos en cuenta que una novela tipo tiene unas 80.000 palabras (en promedio
bajo), la proporción es de: inicio 20.000 / nudo 40.000 / desenlace 20.000.

El inicio comprende la introducción a la historia y a los personajes, proporciona


el status quo y va creando el marco lógico para la introducción del primer punto
de giro de la trama, donde se presentará el conflicto que nuestro personaje deberá
resolver. En una novela tipo se desarrollan unas 80 a 120 escenas o
acontecimientos significativos. Si tomamos la primera cifra y de acuerdo con los
porcentajes iniciales, unas 20 escenas conformarán nuestro inicio.
El inicio culmina cuando el protagonista toma la decisión de actuar.

El nudo, que es donde se desarrolla la historia, la acción en sí, comprenderá unas


40 escenas, unas 40.000 palabras. Aquí aparecerán las subtramas (historias que
involucran personajes secundarios y que complementan o funcionan de
contrapunto de la historia principal).
El desenlace es donde se define la historia y se ven las consecuencias de la
acción llevada a cabo por el personaje principal. Tendrá otras 20 escenas (20.000
palabras).
Evidentemente es una estructura simplista y poco profunda, que no se ajustará
del todo a la novela que está pensando, pero es realmente útil a la hora de iniciar
el planteamiento del argumento de su novela, Los números irán cambiando, pero
es muy probable que se encuentren en los márgenes de los promedios dados.

10. El plano general: Síntesis del argumento


Este es un paso realmente importante, por lo menos en términos de cuánto tiempo
le llevará. Primero definamos: El argumento es una serie de eventos vinculados,
en relación con un personaje que quiere lograr algo importante para él y que no
será fácil de conseguir. Los eventos deben ceñirse a la lógica interna del relato y
llegar a una conclusión satisfactoria.
Para esto, también deberemos entender un par de conceptos más, el de historia y
trama.
La historia es el desarrollo de la acción (en donde se involucran nuestros los
personajes) de forma lineal y cronológica. Es todo lo que pasa en su novela,
contado desde el principio hasta el final en el orden natural de los
acontecimientos. La trama, sin embargo, el cómo decide usted mostrar esos
acontecimientos. Es el resultado de organizar narrativamente esa historia que ha
pensado. Para construir la trama deberá tomar dos decisiones fundamentales:
Seleccionar qué pasajes vamos a contar de la historia, porque en una serie de
hechos no todo es interesante y determinar en qué orden vamos a narrar lo
seleccionado.

A esta historia es necesario vincular una o varias subtramas perfectamente


integradas en la trama principal. También deberá crear intriga mediante la
plantación de «señales» que servirán de referencia para que los acontecimientos
futuros no parezcan caídos del cielo.
Una vez que haya completado el argumento base, usted estará listo para
comenzar a escribir su novela.
11. Escenas clave
Una técnica útil para comenzar la escritura es sentarse a escribir primero las
escenas clave del argumento. Si la trama está bien realizada, nos conocemos a
fondo los personajes, los escenarios y el desarrollo de la historia, entonces
podemos definir cuántas y cuáles son las escenas clave, esas escenas importantes,
intensas o emotivas con las que seguramente ya estuvo soñando en más de una
ocasión mientras se gestaba la historia en su cabeza.
Iniciar la escritura desde uno de estos puntos calientes le brindará el entusiasmo
que necesita para generar páginas y páginas sin temor al bloqueo frente a la
página en blanco. La escritura no consecutiva además fija estos puntos clave de
la historia tal como los hemos imaginado y permite que, cuando comencemos a
llenar los espacios intermedios, nuestra novela se dirija exactamente donde
queríamos en un primer momento.

12. El primer borrador


Usted se habrá dado cuenta de que, en esta guía de 15 pasos sobre escribir una
novela, los primeros 10 se ocupan de la preparación y planificación. Eso es
bastante deliberado.
Según los agentes y los editores, la mayoría de las novelas son rechazadas a
causa de una pobre elaboración. Y ¿adivinen qué? Está mucho más propenso a
escribir una novela bien elaborada si se toma el tiempo y la molestia de planearlo
todo con cierto detalle.
Si decide obviar la planificación y saltar directamente a la escritura, está bien. Lo
más probable es, sin embargo, que el primer proyecto vaya a terminar siendo una
zona de desastre estructural y, a continuación, tendrá que aplicar todas las
técnicas de planificación durante las etapas de revisión.

Aunque algunas personas le dirán que la única parte verdaderamente creativa en


una novela es la escritura en sí: están equivocadas. De hecho, partir de una hoja
de papel en blanco y llenarla de personajes, lugares y eventos, usando nada más
que su imaginación, es la definición misma de la creatividad.

Algunos autores le dirán que escribir un primer borrador de una novela es una
agonía. Y hay algo de verdad en esto. De hecho, es precisamente en este
momento en que el bloqueo del escritor acecha. Si ya tiene escogidas y
planteadas, incluso escritas, las escenas clave de su novela como había visto en el
paso anterior, esto no le sucederá
Abordada con una mentalidad positiva, no hay ninguna razón por la que llenar
unos pocos cientos de hojas de papel con las palabras no deba ser una experiencia
gozosa.
Los recién llegados a la escritura cometen aquí el error más grande: escribir
tratando de redactar y editar al mismo tiempo (es decir, obtener volcar una frase
al papel y de inmediato empezar a tratar de mejorarla). No haga esto. Los
primeros proyectos son simplemente poner la trama en negro sobre blanco, no
importa lo terrible de la calidad de la prosa. Ya se encargará de pulirla en el
siguiente paso.

Hay dos maneras de escribir una novela, una es la redacción de una sola vez,
hasta terminar el primer borrador y la segunda es hacerlo capítulo por capítulo y
revisar cada uno antes de continuar. Para la segunda sólo tendrá que repetir los
pasos de revisión con cada capítulo en lugar de con toda la novela. No importa
cuál de las manera haya escogido, el resultado no debe variar.

13. Revisión del tema


Lo que hará en este paso es revisar lo que ha dicho. Si usted hizo un montón de
planificación antes de escribir el primer borrador de la novela (como se
recomienda) no tendrá demasiado que hacer aquí. En pocas palabras, deberá
asegurarse que su novela habla efectivamente del tema que planteó en un
principio y que al lector le queda claro que es así. También si el mensaje que deja
la lectura de su historia encaja con la premisa que había escogido defender.
Esto deberá hacerlo también con cada subtrama, aislándola en lo posible de la
historia principal y viendo si el tema y la premisa de esa parte de la historia son
comprensibles.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
Los personajes tienen el hábito de tomar una vida propia durante la escritura, y a
menudo significa que lo que usted quería que hagan los personajes (es decir, el
argumento) se puede salir de pista en algunos lugares. Esto es realmente una
bueno. El cambio de opinión acerca de ciertos aspectos menores de la historia,
una vez la vaya conociendo detalladamente, debe dar lugar a una historia mejor.
Pero también significa que ahora tiene que revisar cuidadosamente el manuscrito
para encontrar los errores o inconsistencias que se podrían haber deslizado.
La cohesión es la manera de relacionar y unir las distintas palabras, oraciones y
párrafos del texto, de forma que se entiendan como partes del mismo todo. Salvo
que se busque una diferenciación por motivo de la trama, nuestro texto tiene que
dar la clara sensación de integrar la novela de forma fluida y natural.

Como sabemos, las novelas tienen su propia lógica en donde cada hecho tiene
una causa y una consecuencia. Si existen en nuestra novela escenas, actitudes o
acciones de nuestros personajes que parecen inexplicables, o que no siguen la
lógica interna de la novela, estas secciones atentarán contra la comprensión de la
historia. Todas las acciones, actitudes y pensamientos de nuestros protagonistas
tienen que ser consistentes con lo que anteriormente se ha escrito sobre ellos y así
llegaremos al final que aunque pueda sorprender al lector, será una resolución
creíble y lógica de los acontecimientos anteriores.

La verosimilitud está muy cerca de la coherencia. Respetando la lógica de


nuestro relato, nuestros personajes deben actuar, hablar y pensar como lo que
son. Cualquier elemento que contradiga su perfil restará credibilidad a ese
personaje y por añadidura a toda la historia. De la misma manera, si sobreviene
una resolución o una acción sin causa previa, parecerá poco creíble y contagiará
la sensación de falsedad a toda la historia.

15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.


Esto simplemente significa pulir el lenguaje hasta que fluya tan fácilmente como
una buena conversación.
Escribir es conseguir las palabras correctas y colocarlas en el orden adecuado.
Ernest Hemingway
El mejor consejo es simplemente confiar en su oído. Fue el amor a la lengua lo
que le llevó a escribir una novela en primer lugar, por lo que este es el momento
de confiar en sus instintos.

Si una frase suena demasiado elegante, demasiado exagerada, es necesario bajar


el tono o directamente sacarla. Si suena floja, todavía necesita trabajo. Pero si
una oración fluye sin esfuerzo y transmite la idea exacta de lo que significa para
nosotros, lo que buscábamos, no la toque.

En cuanto al estilo, en mi opinión, el mejor es un estilo simple que no llame la


atención sobre sí mismo (a diferencia de la prosa pomposa, que es lo que los
aficionados escriben cuando tratan de sonar literarios). Y la paradoja es que,
cuanto más simple y menos trabajada usted quiere que se lea su prosa, más se
tiene que trabajar en ella.
Esto es muy importante: No trate de vender su novela a un editor hasta que haya
revisado las palabras una y otra y otra vez. (y luego, una vez más para la buena
suerte.)

Conclusión
Pregunte a cien escritores sobre cómo escribir una novela y obtendrá cien
respuestas diferentes. Todo el mundo es único, y todo el mundo trabaja de
manera única. Le puedo decir lo que funciona para mí y para muchos otros
escritores con los que he hablado, pero si usted necesita adaptar los pasos
anteriores a sus propias necesidades personales, eso es lo que debe hacer. El
anterior es un programa tipo, usted debe darle la forma definitiva, la suya.

Más allá del proceso de escritura de novelas, también es necesario practicar,


practicar y practicar mediante la aplicación de lo aprendido a su propia novela en
progreso. Y tiene que leer un montón de ficción publicada (preferiblemente del
mismo género que está escribiendo) así que usted puede ver ejemplos que tienen
relativo éxito. Estudiar, escribir y leer, haga estas tres cosas al mismo tiempo y se
creará un verdadero círculo virtuoso.

Tienes que estar preparado para trabajar siempre sin aplausos… nadie puede
ver lo que haces hasta que lo hayas repasado una y otra vez, hasta que se haya
logrado comunicar la emoción, las imágenes y los sonidos al lector, y mientras
estés completando el mensaje, las palabras, a veces, no tendrán sentido para ti
cuando las lees, así que muchas veces tienes que volver a leerlas y releerlas.
Cuando el libro salga publicado tu habrás comenzado otra cosa, todo lo habrás
dejado atrás y ya no quieres ni oír hablar de ello.
Ernest Hemingway
https://www.piterinception.site/como-debes-construir-el-mundo-perfecto-de-tu-historia/

También podría gustarte