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Los funerales vikingos (I) – Tipologías

funerarias en la Era Vikinga


Con esta entrada comienzo en la web un Ciclo sobre artículos relacionados con los Funerales
Vikingos. Vamos a ir de menos a más; pasando por las tipologías de funerales y entierros,
poniendo algunos ejemplos sobre la mesa de «entierros famosos» dentro de sus distinas tipologías
y terminaremos por analizar distintos yacimientos y sus ajuares funerarios. Así, empezaremos por
lo más básico para ir profundizando y complejizando nuestros conocimientos sobre el tema.
Comenzamos el Ciclo con este primer artículo sobre Tipologías funerarias en la Era Vikinga.
Como muchas otras sociedades los vikingos prestaron especial atención al tema de la muerte y del
viaje al más allá. Y es que para los hombres del norte el paso de la vida a la muerte era un tránsito
muy importante. Los vikingos, que como sabemos eran paganos y creían en distintos dioses,
creían en una vida después de la muerte de la mano de esos dioses. Y no para todos era igual ni
todos terminarían en el mismo lugar. Tendemos a pensar en términos cristianos y a pensar en la
dicotomía Cielo e Infierno, sin embargo, los vikingos tenían algún destino más. La mitad de los
guerreros caídos en batalla eran llevados al Valhalla, la residencia del dios Odín, conducidos por
las valquirias para convertirse en einherjer, soldados que lucharán junto a Odín cuando llegue el
Ragnarök. La otra mitad de los guerreros caídos en batalla llegaban al palacio de la diosa Freyja,
llamado Fólkvangr. Los campesinos y los granjeros, es decir, los que no eran guerreros y morían
de muerte natural – mientras hubiesen sido personas de noble corazón – iban al palacio de
Thor, Bliskirnir. Las almas atormentadas, las de aquellos que habían sido malas personas, iban a
parar a con Hela a Helheim, el peor destino posible.
Y, como muchas otras sociedades también, los vikingos practicaron distintas formas de
enterramiento. ¿Qué tipos de entierros existieron en el mundo vikingo?
 Inhumación.
 En un barco; de madera o con hechos con piedras.
 En una tumba cavada en la tierra.
 Formando un montículo o un túmulo.
 Cremación.
 En una pira funeraria.
 En un barco funerario.
¿Y a qué respondía que se practicase uno u otro tipo? En el caso de los vikingos escoger el
tipo de entierro dependió de diversos factores. A saber;
 Diferencias regionales –> En unas zonas se practicó más la inhumación y en otras más la
cremación.
 Diferencias temporales –> En la Escandinavia vikinga se practicó más la cremación y en la
Escandinavia cristiana ganó terreno la inhumación.
 Diferencias jerárquicas –> En función de la riqueza y el estatus del fallecido éste podía
permitirse un tipo de entierro u otro; no todos pudieron permitirse enterrarse en un barco o
quemarse en uno. Algunos pudieron permitirse piedras funerarias más grandes y otros, tal
vez, ninguna. Algunos recibieron atenciones y otros, como los esclavos, probablemente
ninguna.
En cualquier caso, e incluso con sus diferencias, lo común durante la Era Vikinga fue acompañar al
difunto en su entierro con un ajuar funerario que variaba según el estatus y la profesión del
fallecido. Estos regalos y ofrendas que se depositaban junto al cadáver eran desde objetos que el
difunto había utilizado en vida como herramientas o armas, hasta objetos y utensilios de uso
cotidiano como calderos, baúles o carros, barcos o botes, joyas, alimentos varios, bebidas y, en
muchas ocasiones, sacrificios; de animales y también de humanos, generalmente esclavos del
fallecido que le acompañarían en su último viaje y le servirían allá donde fuese. En cuanto a las
ropas con las que se les enterraba, hay diferentes versiones; algunos textos nos dicen que se les
sepultaba con su ropa de diario, sin embargo otras fuentes hablan de todo un ceremonial en el que
se le confeccionaban ropajes nuevos ex profeso para el entierro.
Por otro lado, las formas de señalar los entierros también fueron numerosas y variadas; algunas
tumbas se señalaban con una piedra rúnica conmemorativa como las piedras de Jelling; algunas
tumbas se señalaban con una piedra en forma de barco como las de Lindholm Høje en
Dinamarca; también con forma circular o triangular en la zona de Suecia central o con túmulos o
montículos como los llamados cairn (túmulos con con forma cónica).
La forma y el tamaño de las piedras que indicaban el lugar de las tumbas aparentemente habrían
indicado el estatus de la persona fallecida, aunque iba más allá; el monumento funerario resultante,
esto es, el montículo, la piedra funeraria o, en definitiva, la tumba no sólo marcaba el estatus del
difunto, sino que marcaba el estatus de su familia e indicaba para la posteridad el estatus de sus
posibles descendientes.

Fuese como fuese el entierro, todo el ceremonial que acompañaba el evento habría sido por lo
general el mismo, aunque lamentablemente no es que sepamos mucho y muy pormenorizado
sobre todos los pasos y detalles que se seguían en los entierros vikingos. La información que
poseemos la debemos a tres fuentes, principalmente:

 La arqueología –> Los yacimientos funerarios son una enorme mina de información para
los historiadores y es que dan una visión muy amplia sobre multiplicidad de aspectos y, en
el caso que nos ocupa, sobre los tipos de entierros existentes durante el periodos vikingo.
 Las Sagas y otros textos nórdicos –> Entre otras muchas cosas, las Sagas nos muestran
distintos aspectos sobre la muerte y todo lo que la rodeaba en el mundo vikingo.
 Las crónicas árabes –> Especialmente las descripciones de funerales vikingos que dejaron
Ahmad Ibn Fadlan, Ahmad Ibn Rustah y el historiador Al-Masudi.

Extrayendo la información de esta fuentes, podemos decir que los rituales o ceremoniales que
conformaban los entierros consistían, en líneas generales, en;

 Banquetes –> Los vikingos acostumbraban a celebrar todos los acontecimientos


importantes del año y de la vida con celebraciones en reunión que incluían abundante
comida y bebida. Existía una cerveza funeraria – los vikingos tenían distintos tipos de
cervezas para distintos tipos de acontecimientos, como las bodas o los funerales – que se
bebía al séptimo día de la muerte del difunto, en la fiesta del sjaund o fiesta de la cerveza
funeraria y se procedía con las libaciones (rituales religiosos de la antigüedad consistentes
en la aspersión de una bebida en ofrenda a los dioses). Sólo tras esta ceremonia los
herederos podían reclamar la gerencia.
 Sacrificios –> La mayoría de las celebraciones incluían sacrificios rituales ofrecidos a los
dioses, tanto de animales como – en algunas ocasiones – de humanos. Los sacrificios
animales posteriormente serían la comida servida en el banquete, por lo que se habrían
sacrificado animales comunes de la zona; los sacrificios humanos eran generalmente de
esclavos y pensados, eminentemente, para servir a su amo en la otra vida. Tenemos
varios ejemplos; como el relato de Ibn Fadlan o algunos textos de carácter más míticos,
como El Canto breve de Sigurd, en el que Brunilda especifica a cuántas esclavas se deben
sacrificar para que acompañen al difunto Sigurd.
 Un enorme sentimiento de ser realizado todo correctamente –> Los vikingos tenían la firme
creencia de que si no se enterraba a los difuntos de forma correcta estos podían regresar
para perturbar a los vivos o que podían no encontrar el camino al más allá y quedarse
vagando en la tierra.
La cremación
La cremación habría sido la forma de entierro más común durante los inicios de la Era Vikinga y
hasta la llegada del cristianismo.Se solía cremar a los difuntos con su vestimenta, sus joyas y el
resto del ajuar funerario y las temperaturas de cremación llegaban a los 1400 grados centígrados
por lo que lo único que quedaba al finalizar eran restos de huesos y algunos metales. No obstante
y aunque pueda parecer lo contrario, de la cremación los historiadores también podemos extraer
información, aunque evidentemente mucho menos que de las inhumaciones ya que los restos son
menores.

Con las cenizas se podían hacer varias cosas; enterrarlas, dispersarlas, cubrirlas con un montículo
y enterrarlas marcándolas con una roca o piedra. Existía la creencia de que la pira crematoria
debía emitir una columna de humo lo más alta posible para que elevase al difunto; algo que
encontramos descrito en la Ynglinga Saga.

La inhumación
La inhumación se produjo a lo largo de todo el territorio escandinavo, con especial incidencia en las
zonas de la Península de Jutlandia y Dinamarca. Sin embargo, la inhumación comenzó a ganar
peso frente a la cremación – como hemos visto, la forma más típica de entierro – con la
introducción del cristianismo en territorios vikingos, la implícita cristianización de la sociedad
escandinava y la asimilación de las costumbres cristianas; a partir de finales del siglo IX y
principios del X. Para el año 1000 era la forma de entierro más común para los vikingos. Las
inhumaciones se habrían realizado depositando los cuerpos en ataúdes de madera o en sudarios,
pero esto parece más práctica ya de época cristiana.

No obstante, la inhumación no era desconocida para los escandinavos; durante le época previkinga
aparentemente fue muy común en suelo escandinavo. Empero, durante la Era Vikinga pasó a un
segundo plano aunque siguió siendo más común que la cremación en el sur de Jutlandia. Jutlandia
es una península que comprende la mayor parte de Dinamarca y el norte de Alemania y cuyo
nombre proviene de los jutos, un pueblo germánico que se instaló en la zona en el siglo V d.C.
procedente de las migraciones germánicas. Por su situación geográfica fue el territorio vikingo que
más cerca estuvo y más contacto directo tuvo con el continente europeo cristiano. ¿Tal vez el
hecho de que la inhumación – más propia de los cristianos – fuese más frecuente en Dinamarca
que en resto de los territorios vikingos se debiese a que los contactos con el cristianismo, por
cuestión de geografía, fueron anteriores y más acusados?
La inhumación, como hemos dicho, fue frecuente en la etapa previkinga de Escandinavia aunque
tal vez ésta estuviese reservada para aquellos con un estatus más alto en la sociedad o tal vez
para extranjeros. Muchas de las tumbas con método de inhumación halladas, también fechadas en
Era Vikinga, nos muestras enterramientos de personas no escandinavas, sepultadas siguiendo las
costumbres de su lugar de procedencia. Éstas evidencias las hemos observado en yacimientos
cerca de enclaves comerciales muy importantes durante el periodo vikingo a los que llegaban para
tratar mercaderes de muy diversas procedencias; ejemplos son Hedeby en el norte de Alemania o
Birka en Suecia, con sendas evidencias de entierros con características de la zona rusa y eslava,
mercantes que debieron perecer en territorio vikingo durante su periplo.

El hecho de pasar de cremación a inhumación a medida que se imponía el cristianismo supuso


grandes cambios tanto en cuanto a lo que al ceremonial se refiere como a lo que nos ha llegado a
los historiadores. Cuando las inhumaciones comenzaron a aumentar éstas se realizaban con las
mismas tradiciones paganas que las cremaciones, esto es, con un ajuar funerario que se adaptaba
y ajustaba al estatus y clase del fallecido. Estos ajuares son los que se han hallado en los
yacimientos arqueológicos funerarios y son una mina enorme de información para los
investigadores. Sin embargo y a medida que se imponía el cristianismo se fueron adoptando las
costumbres cristianas y ésta no incluían ajuares tan prolijos y preparados ya que el concepto de la
muerte cristiano era sustancialmente distinto al pagano. Por ende, aunque se han encontrado
muchos yacimientos ya de época cristiana, la información que estos nos proporcionan en cuanto a
objetos es muchísimo menor que la información extraída de los de época pagana.

Algunos cementerios hallados


 Birka (Suecia) –> Más de 3000 tumbas de los doscientos años de su existencia como
asentamiento vikingo.
 Borre (Noruega) –> Se trata de una zona de una extensión de unos 182.000 metros
cuadrados siendo un emplazamiento único en Escandinavia. Actualmente se conservan
sietra grandes montículos y un cairn; aunque otros dos montículos y un cairn habrían sido
destruidos en un pasado no muy lejano. Se emplazan en la zona otros 25 cairns más
pequeños. Algunos montículos tienen unas dimesiones de 45 metros de diámetro y hasta 6
metros de altura.
 Lindholm Høje (Dinamarca) –> El mayor cementerio vikingo hallado hasta la fecha, datado
aproximadamente entre los años 1000 y 1050. Contiene más de 700 tumbas señaladas
con rocas en su mayoría con forma de barco. Este enclave fue un importante centro de
comercio y en el yacimiento se ha hallado huella del comercio; cristalería, joyería – como
un broche modelo Urnes del siglo XI – y monedas de plata árabes. En este cementerio la
mayoría de los entierros son cremaciones habiendo algunas inhumaciones de época más
tardía.
 Hedeby (norte de Alemania) –> Este yacimiento cuenta con alrededor de 7000 tumbas.

Los funerales vikingos (II) – Los barcos


funerarios
Como sabemos, los barcos eran uno de los pilares en la vida de los vikingos, y no
sólo de los vikingos, los escandinavos desde que se asentaron en la Península
Escandinava utilizaron barcos tanto para transportar mercancías como para
moverse ellos por el territorio. Un territorio que, por su orografía, no permitía
transportes en otros medios en la mayoría de los casos. Pero los barcos no sólo
servían para transportar cosas y personas, sino que los barcos eran un símbolo de
riqueza y un indicativo de estatus y es que un barco, un barco vikingo de guerra –
un långskip –, no se lo podía permitir cualquiera. Por ende, sólo se inhumaban o
cremaban en barcos aquellos que tenían un poder económico muy alto y es que
hay quitarse de la cabeza que todos los vikingos se enterraban en barcos porque,
además de que no todos habrían podido permitírselo, hubiese supuesto un
enorme desperdicio teniendo en cuenta la cantidad de horas de trabajo y de
material que suponía construir uno. Aparentemente el entierro en barcos cumplía
una función absolutamente simbólica; el barco era el medio de transporte que
llevaría al difunto a su otra vida y, en esta tónica, se cree que los sacrificios de
caballos cumplían la misma función; la del transporte. En este orden de
simbolismo, se han hallado algunas tumbas en las que, aunque no hay barco
físico, la piedra con la que se señalaba el lugar de entierro sí tenía forma de barco
tallado; tal vez la versión low cost del barco funerario al alcance de la mayoría.
Los entierros en barcos funerarios fueron utilizados por distintos pueblos
europeos; como los pueblos nórdicos – especialmente suecos y noruegos –, los
anglosajones, los germánicos o los merovingios. Asimismo, como ya hemos
apuntado, los funerales en barcos podían ser tanto inhumaciones como
cremaciones.

 Barcos funerarios con cremación –> Los barcos para las cremaciones,
lógicamente, eran de madera porque debían arder. Un ejemplo de ellos
sería el descrito por Ibn Fadlan en su crónica o el descrito en la mitología
con el acontecimiento de la muerte del dios Balder y su funeral. Para la
cremación el barco se colocaba en tierra sobre una tabla o elevación y se
utilizaba el barco a modo de pira funeraria; se colocaba el cuerpo del
fallecido en la cubierta del barco, más las ofrendas, el ajuar y los sacrificios
que fuesen pertinentes y se rodeaba de material incendiario o aceites
inflamables. Se procedía a encender la pira con una antorcha o lanzando
una flecha con fuego. También podía incendiarse el barco en el agua y
dejarlo navegar a la deriva.
 Barcos funerarios con inhumación –> Los barcos para las inhumaciones
podían ser de madera, pero también de piedra. Un ejemplo sería el barco
funerario de Oseberg. Los barcos funerarios que se inhumaban
probablemente lo hacían retirando el mástil y todas las estructuras
prominentes para evitar que éstas sobresaliesen; así, se habrían retirado
también los mascarones de proa y popa. Algunos barcos se habrían
construido especialmente para la ocasión y se habrían realizado ya sin
estos elementos. El barco se depositaba en la tierra, habiendo cavado un
hueco para encajar el barco. El difunto se habría colocado en la cubierta del
barco, con sus ropas y todas sus ofrendas y ajuares funerarios y los
sacrificios oportunos. Tras esto, se habría cubierto la superficie con piedras
y se habría formado finalmente un túmulo de tierra, como una pequeña
elevación o colina.
Barcos funerarios hallados hasta la fecha
Escandinavia
 Ladby, Dinamarca.
 Gokstad, Noruega.
 Oseberg, Noruega.
 Tune, Noruega.
 Valsgärde, Suecia.
 Vendel, Suecia.
 Anundshög, Suecia.
 Nabberör, Suecia (period de Vendel).
Islas Británicas
Vikingos y nórdicos
 Balladoole and Knock-e-Dooney, Isla de Man.
 Port an Eilean Mhòir, zona Britania.
 Scar boat burial, Islas Orcadas.
Anglosajones
 Snapem Anglia Oriental.
 Sutton Hoo, Suffolk.
Norte de Europa
 Salme, Estonia.
Este de Europa
 Rurikovo Gorodishche, Novgorod, Russia
 Sarskoye Gorodishche, Yaroslavl Oblast, Russia
 Timerevo, Yaroslavl, Russia
 Black Grave, Ucrania.
Un ejemplo de barco funerario inhumado: el
barco de Oseberg

Barco funerario de Oseberg. Créditos fotográficos www.medievalists.net

Un ejemplo de ello es barco de Oseberg; hallado en el año 1904 a unos 20


kilómetros de Gokstad y fechado en torno al año 800; el diseño de este barco
parece poco apto para la navegación comparado con otros de periodos similares,
como el de Gokstad. La quilla era muy fina, excesivamente fina, y no estaba
construida, como ya era típico entonces, de una sola pieza, sino a base de varias
piezas ensambladas, como la popa, que también estaba formada por dos piezas.
Los tablones del casco eran sustancialmente débiles, los agujeros de los remos
estaban diez centímetros por encima de la línea de flotación y no tenían tapa y los
remos, quince pares, eran demasiado pequeños para la nave. El barco, en
definitiva y pese a su excelente ornamentación, era demasiado débil para soportar
un viaje a través del mar. Puede que hubiese sido utilizado en algún momento,
pero la arqueología nos revela que fue sustancialmente mejorado y embellecido
para su uso como tumba. Los remos, el timón y el mástil fueron colocados nuevos
para el entierro. Podía haber servido para navegar las tranquilas aguas de los
fiordos cerca de la costa, no obstante, no habría tenido mucho sentido para los
vikingos semejante “yate” para salir a darse un paseo por los fiordos. Es un
símbolo de grandeza, no es un ejemplo de barco ni mercante ni de guerra. Pero sí
es un ejemplo del exquisito arte decorativo y el gusto por los detalles que llegaron
a tener los vikingos. Todo un ejemplo de artesanía refinada y elegancia. Proa y
popa se levantan cinco metros por encima del mar (o de tierra) formando una
espiral con hermosos grabados pero que habrían hecho a la nave, en el caso de
zarpar, muy difícil de gobernar. En la proa encontramos una cabeza de serpiente
con los ojos pintados y en la popa, la cola de la serpiente.

En el barco, tumba de dos mujeres – una más joven de unos 25 o 30 años y otra
anciana de unos 60 o 70 y de las que no sabemos nada a día de hoy, más que
especulaciones – se encontró un enorme y lujoso ajuar funerario que constaba de
una ancla de hierro de más de diez kilos de peso, una plancha de madera de
roble, dos barriles para cargar agua, objetos cotidianos de una mujer rica, tres
arcones de roble con remaches, tres trineos de madera labrada, un carro con
relieves, el cuerpo de un criado, perros, caballos y un buey.

Un ejemplo de funeral con cremación: El


testimonio de Ahmad ibn Fadlan
Ibn Fadlan fue un diplomático árabe de la embajada del califato abasí de Bagdad
que se dirigía a la zona de los Búlgaros del Volga – nombre con el que se conoce
la zona entre los ríos Volga y Kama, actualmente Rusia, entre los siglos VIII y XIII
– en nombre del califa para intentar que los habitantes y dirigentes de esta zona
rindiesen pleitesía a su señor y se convirtiesen al islam. Fue enviado en el año 921
desde Bagdad para servir como secretario del embajador del califa abasí Al-
Muqtadir, pero al llegar a la zona del Volga la caravana en la que viajaba fue
asaltada por los vikingos conocidos como Rus e Ibn Faldan fue secuestrado y
llevado con ellos en sus campañas. La Rus es el nombre con el que conocemos a
la población histórica que habitó las zonas del Jananato de Rus y la Rus de Kiev.
El jananato de Rus fue una ciudad estado que emergió en lo que hoy es el norte
de Rusia entre finales del siglo VIII y principios del siglo IX y que se considera el
antecesor de la Rus de Kiev, un estado medieval monárquico que surgió en la
Europa Oriental a finales del siglo IX. Éste se fundó a manos de la Dinastía Rúrika,
una dinastía de varegos gobernantes en Nóvgorod, con centro de poder
establecido en la ciudad de Kiev y cuyo final se fecha a mediados del siglo XII.
Sabemos que los vikingos fueron llamados rus en las fuentes eslavas y rhos en las
bizantinas, probablemente derivado del adjetivo griego “rojo” y la primera vez que
encontramos a este pueblo mencionado en fuentes es en el año 839, en la crónica
franca Annales Bertiniani, donde los francos usaban el nombre rhos para referirse
a los Suecos, en concreto a las expediciones suecas que partían de Uppland.
Crónicas posteriores, como la Crónica de Néstor o Primera Crónica Rusa del Rus
de Kiev de 1113, se refieren a éstos como varegos que se trasladaron hasta las
zonas eslavas para terminar con el conflicto que existía entre eslavos y fineses en
el territorio de Nóvgorod y que, posteriormente, fundaron Kiev, el embrión de la
actual Rusia.
Al regresar de su periplo con los vikingos, Ibn Fadlan escribió su famosa crónica y
se la entregó al califa abasí para explicarle con ella por qué no había podido
cumplir el cometido por el que había sido enviado. En este relato el cronista árabe
cuenta multiplicidad de aspectos relacionados con los vikingos, de los cuales
ahora nos vamos a quedar con la descripción minuciosa que efectúa sobre el
funeral del jefe vikingo que conoció.

Veamos lo que dice el relato.


“El jefe fue colocado en una tumba temporal durante diez días
mientras se le confeccionaban ropas nuevas. Ante la muerte de
su amo, una de sus esclavas se ofreció en sacrificio de forma
voluntaria para acompañar a su amo en su nueva vida y servirle
en ésta. Durante estos diez días, la esclava que iba a ser
sacrificada fue custodiada día y noche mientras se le
suministraba abundante bebida alcohólica para mantenerla
ebria. Y se dedicaba a cantar. El día del funeral se colocó un
barco funerario en tierra, sobre una tarima de madera; hicieron
una cama en el barco y una mujer a la que llamaban “el ángel de
la muerte” se dedicaba a poner cojines en la cama. Esta anciana
sería la que oficiase el ritual. Se procedió a desenterrar al jefe
de su tumba provisional y se le pusieron sus ropajes nuevos. Lo
colocaron en el barco acompañado de bebidas alcohólicas,
frutas y un instrumento musical de cuerda. El jefe fue colocado
en la cama con todas sus armas y ofrendas alrededor, junto con
dos caballos sacrificados, un gallo y una gallina también
sacrificados. Mientras tanto, la esclava iba de tienda en tienda
de los hombres del jefe manteniendo relaciones sexuales con
todos ellos; cuando terminaban lo que le decían era “dile a tu
amo que esto lo he hecho por amor a él”. Mientras, por la tarde,
llevaban a la chica a algo que parecía el marco de una puerta,
donde ella era levantada por las palmas de los hombres tres
veces. Cada vez que era alzada, ella decía lo que veía: la primera
vez vio a su padre y a su madre, la segunda a todos sus
parientes, y la tercera a su amo en el más allá. Allí todo era
verde y hermoso y junto a él, vio hombres y chicos jóvenes. Vio
que su amo la llamaba por señas. Finalmente, la esclava fue
llevada al barco; se quitó los brazaletes y se los dio a la anciana
y los anillos a las hijas de la anciana, que la habían custodiado.
Después fue llevada a bordo del barco, pero no se le permitió
acceder a la tienda donde el jefe yacía. La chica bebió varios
vasos de bebidas alcohólicas, cantaba y se despedía de sus
amigos. Entonces la esclava fue llevada a la tienda y los hombres
empezaron a golpear sus escudos para que sus gritos no se
oyeran. Seis hombres la acompañaban y mantuvieron
relaciones sexuales con ella (se entendía a la esclava como un
recipiente de energía que entregaban sus hombres al difunto),
tras lo cual la pusieron en la cama del jefe. Dos hombres
agarraron sus manos y otros dos sus muñecas. El ángel de la
muerte puso una cuerda alrededor de su cuello y mientras dos
hombres tiraban de la cuerda, la anciana la apuñaló entre las
costillas con un cuchillo. Después, los parientes del jefe muerto
llegaron con una antorcha encendida y quemaron el barco.
Después, levantaron sobre las cenizas un túmulo redondo y, en
el centro del montículo, izaron un poste de abedul donde
grabaron con runas los nombres del jefe muerto y su rey. Tras
ello se fueron en sus barcos.”
Y seguro que esta escena narrada anteriormente a más de uno os sonará por
haber sido llevada a la gran pantalla, al menos, en dos ocasiones; la primera en la
la plelícula El Guerrero Número 13, donde Antonio Banderas representa el papel
del diplomático Ibn Fadlan. La segunda, en el capítulo 7 de la primera temporada
de la serie Vikings, de History Channel, en el funeral del Conde Haraldson.
Veámoslo en imágenes y notemos cómo ambas escenas – con mayor o menos
fortuna y acierto – están basadas en el relato de Ibn Fadlan.

¿Cómo era la casa vikinga?


En el post de hoy explicamos cómo era la casa vikinga. Los restos encontrados en
excavaciones nos dan pistas de su construcción y la disposición de sus habitaciones. La
vivienda de los antiguos escandinavos trataba de adaptarse a las adversas condiciones
climáticas, con largos y gélidos inviernos.

¿De qué estaban hechas las casas vikingas?


El principal material utilizado para construir la casa vikinga era la madera. Otros materiales
secundarios eran la piedra y el tepe, un trozo de tierra y raíces cubierto de césped.
Dado que la madera se deteriora fácilmente con el paso de los siglos, no ha quedado
prácticamente nada de las casas vikingas sobre el nivel del suelo. En consecuencia, lo que
hoy sabemos sobre las viviendas de los antiguos escandinavos son interpretaciones de los
hallazgos arqueológicos.
Partes de la casa vikinga
La estructura
El plano más habitual de la casa vikinga es rectangular, con una longitud variable y en
ocasiones con muros curvos. La anchura, por su parte, no solía exceder los 5 metros. Dos
filas de postes soportaban las vigas del techo y recorrían el largo del edificio. En
consecuencia, dividían la casa en una nave central y dos laterales, más estrechas.
No obstante, a finales de la era vikinga se extendió otra tipología de vivienda. Las dos hileras
de postes se encajaban en los muros, de modo que sólo había un único espacio.
La diferencia entre las casas vikingas de los nobles y las del pueblo llano estribaban en las
dimensiones y en cómo estaban amuebladas. En la localidad de Borg, en las Islas Lofoten
(Noruega), se ha encontrado un edificio de 83 metros de largo. Por su gran extensión
podemos deducir que se trataba de la casa de un jefe vikingo.
En Dinamarca se utilizaba madera de roble para los postes de las casas. Entre estos postes
se colocaban paneles de mimbre construidos por madera de avellano y sauce mezclada con
arcilla y estiércol. Es lo que se conoce como zarzo. Los miembros más pudientes del clan sí
contaban con sólidos muros de madera.
Por otro lado, en la península escandinava no abundan los robles. Por eso en Suecia y
Noruega se empleaban maderas blandas de coníferas. En este caso, largos maderos
horizontales se apilaban uno sobre otro, con muescas en los extremos para formar las juntas.
La longitud de los troncos determinaba el largo de las habitaciones, de modo que las casas
constaban de varias habitaciones independientes que se construían una al lado de otras para
formar un bloque.
La estructura de madera, incluido en ocasiones un suelo de madera (aunque normalmente era
de tierra batida), descansaba sobre una fila de piedras que formaba una solera. Esto
impedía que la madera se pudriera al estar en contacto con el suelo mojado. Precisamente es
esta disposición de piedras lo único que ha quedado de casi todas las casas vikingas
En cuanto al techo, normalmente estaba formado por paja, tepe o tablillas de madera. Debido
a las lluvias y la nieve, el tejado era a dos aguas. Esta disposición, en forma de barco
invertido, también proporcionaba más espacio interior.
Las habitaciones de la casa vikinga
En cuanto a la disposición de habitaciones, un extremo de la vivienda se utilizaba como
granero o se adaptaba como cuadra para el ganado. La inclusión de los animales dentro de
la vivienda proporcionaba más calor para sus habitantes, y al mismo tiempo permitía a los
granjeros vikingos tener más vigilados a sus animales.
El espacio para las personas contaba con una lumbre en el centro para dar luz y calor. Este
hogar también servía para cocinar, aunque la casa vikinga no está dotada de chimenea. En
lugar de esto, el humo salía por una claraboya en el techo. La principal fuente de luz era el
hogar central, aunque también podía haber un par de ventanucos.
Como refleja una reciente investigación, la disposición de estas casas con poca ventilación y
el fuego permanentemente encendido, exponía a los vikingos a un gran nivel de
contaminación. A la larga, el humo provocaba diversos problemas de salud, especialmente en
las mujeres, ya que éstas pasaban más tiempo dentro del hogar.
Unos bancos de tierra reforzados con mimbre recorrían las paredes internas de la casa.
Servían tanto para sentarse como para acostarse, y en ellos se practicaban labores cotidianas
como tejer o fabricar cestos.
La puerta de las viviendas era de madera, y se podía cerrar con una llave. De hecho, el
símbolo de la mujer libre era el manojo de llaves de su casa. En la sociedad vikinga, la
mujer era la señora de la casa o husfreya, y se encargaba de gestionar el hogar.

Réplica de una casa vikinga.

La casa vikinga en la ciudad


Las viviendas que se encontraban dentro de las muros de las ciudades no contaban con
espacios para almacenar el grano o guardar el ganado. En consecuencia, eran más pequeñas
que las casas vikingas rurales.
En Hedeby, Dinamarca, se han conservado los cimientos y las partes inferiores de los muros
de algunos edificios de madera. Las casas eran rectangulares, de unos 12 metros de largo por
5 metros de ancho. Los pilares de madera estaban apoyados en el exterior con postes
inclinados. El conjunto contaba con un revestimiento de zarzo.
Estas casas contaban con una habitación grande, que albergaba el hogar, y dos pequeñas,
una a cada extremo, como espacio de trabajo y para almacenar los productos artesanales de
sus moradores.

La Creación según los Vikingos

Cuando los gigantes se hicieron conscientes de la existencia del dios Buri y de su hijo Börr,
comenzaron a guerrear contra ellos, pues los dioses y los gigantes representaban las fuerzas
opuestas del bien y del mal, y no había la menor esperanza de que algún día llegaran a convivir en
paz. La lucha se prolongó durante una eternidad y ningún bando ganaba una ventaja decisiva
hasta que Börr se casó con la giganta Bestla, hija de Bolthorn (la espina del mal), que le dio tres
hijos: Odín (espíritu), Vili (Voluntad) y Ve (Sagrado). Estos tres hijos se unieron de inmediato a su
padre en la lucha contra los gigantes del hielo, y finalmente lograron dar muerte a su peor
enemigo, Ymir. Al desplomarse sin vida, la sangre manó de sus heridas en tal cantidad que produjo
una gran inundación en la que pereció toda su raza, con la excepción de Bergelmir, que escapó en
un barco y se fue con su esposa hasta los confines del mundo.

Allí pasó a residir, y llamó al lugar Jötunheim (el hogar de los gigantes).
En Jötunheim Bergelmer engendró una nueva raza de gigantes del hielo, siempre dispuestos para
navegar desde su desolado país y arrasar el territorio de los dioses.

Los dioses, llamados Aesir en la mitología nórdica (pilares del mundo), al haber triunfado sobre sus
enemigos y no verse ya comprometidos en una guerra perpetua, se percataron del aspecto
desolado con el que todo había quedado a su alrededor, y se dedicaron a la tarea de hacer un
mundo habitable. Los hijos de Börr, tras mucho deliberar, comenzaron a crearlo a partir del enorme
cuerpo de Ymir.

De su carne hicieron Midgard, como se llamó a la tierra. Esta fue colocada exactamente en el
centro del vasto espacio, y bordeada por las cejas de Ymir a modo de murallas. La porción sólida
de Midgard fue rodeada por la sangre y sudor del gigante, que formó el océano, mientras que con
sus huesos formaron las colinas, con sus dientes los arrecifes, y con su cabello los árboles y toda
la vegetación.

Complacidos con el resultado de sus primeros esfuerzos, los dioses tomaron entonces la calavera
del gigante y la elevaron sobre la tierra y el mar para formar la bóveda celeste; luego, esparciendo
su cerebro, hicieron las nubes.

Para sujetar la bóveda celeste, los dioses situaron en sus cuatro esquinas a los fuertes
enanos, Nordri, Sudri, Austri y Westri, encargándoles que la sujetaran sobre sus hombros, y de
ellos reciben su nombre los cuatro puntos cardinales.

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