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del personaje
Las dos caras del arco narrativo son el arco de la historia y el arco del personaje. Dependiendo
del tipo de obra que estés escribiendo, uno tendrá más relevancia que otro, pero hay que
trabajar ambos para que tu novela o tu relato lleguen a buen puerto; o sea, para que satisfagan
a tus lectoras, que es de lo que se trata.
Avengers, assemble! (dos arcos juntos, mejor que uno)
Leas donde leas, una de las preguntas que más vas a encontrarte se pare mucho a aquello de
¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? ¿Qué nace antes, la historia o el personaje? Conozco
autoras que empiezan a trabajar a partir de una especie de aparición mariana. Como los niños
del Fátima, un buen día (o una buena noche), se encuentran su cabeza poseída por la imagen
de un personaje totalmente arrebatador y, claro, tienen que ponerle una historia. Otras
trabajan con ese entusiasmo enfermizo de quien no puede hacer que su cabeza pare: «¿Te
imaginas que pasa esto? ¿Y si luego pasara lo otro? ¿Y no sería la repanocha que la historia
terminase así?». Y a estas últimas me las imagino con los ojos muy abiertos y dando botecitos
por la habitación.
La cuestión, es que no importa que seas una escritora intensita como el Capitán América o
más de arrastrar contigo lo que haga falta como Thor. Necesitas un arco de la historia y un
arco de personaje.
Porque ¿qué pasa si tienes a esa guerrera maravillosa y fornida, con un trasfondo de quitar el
hipo y un arco de transformación irresistible pero se queda quieta en su pedestal? Pues no
pasa nada. No hay novela, ni relato. Tus personajes se tienen que mover por una historia o,
sencillamente, no habrá historia, o habrá novela, no habrá relato. Ojo, puede que escribas
muchas páginas de un personaje sin hacer nada, pero a ver quién las lee.
Y, por otra parte, ¿Quién va a llevar a cabo todas asas acciones trepidantes?¿Quién correrá
todas esas aventuras que se te ocurrieron mientras ibas a tope de bebidas energéticas?
Necesitas que haya al menos un personaje involucrado en los acontecimientos o no podrás
contarlos.
Así que tu arco narrativo tiene que contener tanto el arco de la historia como el arco del
personaje.
Y, antes de que digas nada: sí, es posible escribir historias muy buenas y muy interesantes
acerca de personas que están tiradas en una cama sin hacer nada. Como Prozaico, de Cristina
Jurado, que aparece en Patreon y que cuenta lo que le sucede a un superhéroe muy peculiar.
Los hechos de una historia no tienen que ser siempre trepidantes, pero debe haber hechos
en una historia. Lo decíamos aquí.
Arco narrativo, arco de la historia y trama
En pocas palabras, En el arco de la historia es donde debes colocar los diferentes elementos
estructurales que darán forma a la novela final. Hay un montón de maneras de crear esa
estructura, ese arco.
¿Por qué se llama arco el arco de la historia?
Porque la estructura clásica, de hecho, tiene forma de arco: el comienzo empieza en un punto
de tensión bajo, esa tensión aumenta a medida que pasan las páginas, llega a un punto
máximo que es el clímax y desde ahí desciende durante el desenlace. No se trata de un
semicírculo, sino de algo así:
Sea cual sea tu novela, puedes encajarla en este arco narrativo básico. Pero para que esto
tenga sentido, debe ir de la mano del otro 50% del arco narrativo: el arco del personaje.
Arco del personaje
Te prometo que lo intento, pero es imposible hablar de arcos de personaje sin hablar del
viaje de la heroína. Y no, no son drogas. Heroína es el femenino de héroe. El viaje de la
heroína y la estructura en tres actos están tan relacionados como las fresas con la nata y la
estructura con el sirope. Ya te lo contaba en este artículo. Así que no me extenderé mucho.
A cambio te dejo una infografía preciosa que puedes imprimir y colocar en tu tablero de
trabajo para no perder de vista los aspectos más importantes.
Arco de crecimiento
Tu protagonista se convierte en una versión mejor de sí misma o, directamente, cambia de
punto de vista sobre algo vital para ella. Dentro de El Señor de los Anillos hay personajes que
se transforman. Como Faramir, que encuentra la fe en sí mismo. O Gandalf, que de hecho
sube de nivel al convertirse en un mago blanco cuando antes era un mago gris.
Arco negativo o trágico
En este caso la novela narra la caída de la protagonista que, o bien queda maldita para
siempre, o muere, o la no consecución de su objetivo la deja muy tocada.
Shakespeare era el maestro de las tragedias. Romeo y Julieta es un ejemplo clarísimo de
protagonistas que no alcanzan su objetivo y mueren. Por cierto, ellos mueren, pero su muerte
transforma el mundo. Este análisis de la obra te muestra cómo.
Podemos hablar de arco narrativo, arco de la historia y arco del personaje durante horas. Los
demás elementos del relato o de la novela están al servicio de ambos y por eso es tan
importante manejarlos bien.
Para ayudarte a trabajarlos en relación con el escenario, el tiempo, las subtramas, los
obstáculos, etc., está este libro. Es muy práctico y se enfoca a proyectos de duración corta,
como el Nanowrimo. Pero te servirá para cualquier obra que quieras emprender, sea de la
longitud que sea.
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