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Hipoteca De La Empresa

En nuestro código del comercio podemos observar la regulación de la hipoteca, en el artículo 1314,
nos establece que se pueden dar en hipoteca, empresas mercantiles y los busques.

La legislación Mercantil en Honduras y el Código civil, son dos leyes diferentes trabajan en conjunto
al definir los establecimientos de la validez de la hipoteca aún cuando esta sea un bien inmueble; no
obstante, pese a su naturaleza primigenia en el código civil esta figura posee una estructura definida y
establecida en el código de comercio.

El remate judicial en una hipoteca de empresa, tiene ciertos elementos a considerar; En el remate
judicial de las Empresas solo puede considerarse los activos de la empresa mas no las deudas. la
garantía es una norma de derecho o un precepto de autonomía privada que viene añadir al crédito algo
que el crédito por sí mismo no tiene, y esto lleva una regulación que garantiza al acreedor la seguridad
de que su derecho será satisfecho, otorgando un poder jurídico sobre la cosa determinada

La hipoteca se considera siempre un acto civil: solo que cuando se realiza con ocasión de
actos de comercio, se introducen ciertas modalidades no solo no previstas, sino contrarias a
las disposiciones civiles sobre la hipoteca. A esta finalidad responde:

· La declaración de la posibilidad de hipotecar bienes muebles.

· La hipoteca de buques y empresas.

· La hipoteca en garantía de títulos valores, ya sean unitarios (letras de cambio, pagaré),

ya seriales (obligaciones de sociedades anónimas y obligaciones bancarias).

Teniendo en cuentas lo anterior forzoso es aplicar a la hipoteca de empresa, en lo que al tema

objeto de estos párrafos se refiere, las siguientes normas del derecho común. La hipoteca
debe constituirse por escritura publica e inscribirse en el competente registro.

Por ende, si la empresa contiene entre sus elementos bienes inmuebles o derechos reales, es
necesario hipotecarla cumplir con los requisitos del código civil y de la ley del registro de la
propiedad, entre los cuales resultan obligatorios: el otorgamiento de una escritura pública en
que se describa el bien inmueble o derecho real hipotecado, así como sus antecedentes; por lo
que en el caso en análisis no basta identificar la empresa en la escritura pública contentiva de
la hipoteca, sino que es necesario relacionar y describir cada uno de sus inmuebles o derechos
reales, mencionando sus antecedentes, que debió tener a la vista el notario autorizante. Lo
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anterior, no puede, a nuestro juicio, considerarse en contradicción con lo dispuesto en el art.
1315 del código de comercio.

El mismo código exige, en su art. 646, que los gravámenes sobre los elementos inmuebles se
rijan por el código civil, norma imprescindible ya que, para que un gravamen sobre un
inmueble pueda afectar a los terceros, es requisito indispensable que conste en el registro
público donde aparezca inscrito el dominio sobre el mismo.

De no cumplirse con dichos requisitos, aun cuando la hipoteca de la empresa inscrita en el

Registro de Comercio será válida en cuanto, a los bienes muebles que integran sus elementos,
no tendría validez en cuanto a los elementos inmuebles por imperio del art. 2099 del código
civil aplicable al caso, al tenor de lo dispuesto, en el art 715 del código del comercio, si bien
el acreedor hipotecario podrá exigir al deudor hipotecario cumplir con las formalidades
requeridas basándose en el art 1574 del código civil.
Es esa a nuestro juicio la forma de aclarar la aparente contradicción, si bien el hecho de que
en una hipoteca de empresa no se describen los bienes inmuebles o no se inscriba el
gravamen, tenga eficacia en cuanto a dichos elementos, art 646, del código del comercio.
Al celebrar el contrato de hipoteca ambas partes consideraron, al no excluir expresamente
ningún bien, que el gravamen incluiría, los elementos inmuebles de la empresa art 648, en
relación con el art 1315, del código del comercio, más el hecho de que a través, de dicho
consentimiento hayan sentado, las bases del compromiso, no entraña la eficacia de la
hipoteca, ya que al ser condición de su existencia la inscripción en el registro.

Elementos que Forman parte del Remate Judicial en una Hipoteca de Empresa

Como antes afirmamos el remate judicial de una empresa, siendo una exención a las normas
del art. 649 del código del Comercio, solo incluye los elementos (activos) y no deudas de
empresas rematadas. Criterios aplicados a los casos de remate de empresas hipotecadas no
solo por lo antes expuesto, sino por las siguientes condiciones.
Como razón sostuvo Diez Picazo que la garantía “es una norma de derecho o un prospecto de
autonomía privada que viene añadir al crédito algo que el crédito por sí mismo no tiene, de tal
manera que esta adicción o esta yuxtaposición lo que refuerza al acreedor la seguridad de que
su derecho será satisfecho”; Juan Hernandez Martines dijo que “las garantías pueden ser de
muy diversa índole, pero todas ellas tienen de común el añadir al derecho del crédito un
derecho subjetivo o una facultad que aquel no posee por sí mismo”

La garantía hipotecaria ofrece, fundamentalmente, tres tipos de derechos esenciales:

a) El derecho de persecución que le permite ejercitar su garantía contra terceros (cfr. art.
2141, Cod. Civil).
b) El derecho de prelación o privilegio, como bien sostiene Puig Peña se produce cuando
la ley concede a un acreedor la facultad de cobrar con preferencia a los demás
acreedores., llamados por esto acreedores ordinarios, sobre el producto obtenido con
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la realización de los bienes del deudor o de alguno o algunos de tales bienes (cfr. arts.
1523, Cód. de Comercio).
c) El derecho de conservación, que le garantiza al acreedor hipotecario el derecho de
asegurarse que su garantía no disminuya de valor (cfr. art. 2107. Cod. Civil).
Analizando las características es concluir que al otorgarse una hipoteca de empresa está
afecta únicamente los elementos que integran su activo y nunca su pasivo, ya que siendo
esencialmente un derecho de garantía tiene que excluirse de las misma las deudas contraídas
por el titular toda vez de incluirse estas, se se haría imponente la característica de prelación o
privilegio del acreedor al quedar de hecho obligado y por tanto, subordinado al resto de los
acreedores del deudor rematado.

Para concluir en el art. 1315 del Cód. de Comercio, determina que la hipoteca sobre un
empresa mercantil comprende “todos los elementos de la misma” quedando definido el
término “elemento” en el art. 648 del Cód. de Comercio, a que se hizo referencia en el
párrafo anterior.
Siguiendo la doctrina más aceptada, la garantía hipotecaria ofrece, fundamentalmente, tres
tipos de derechos esenciales al acreedor:
a) El derecho de persecución, que le permite ejercitar su garantía contra terceros (art. 2141,
Código Civil).
b) El derecho de prelación o privilegio que, como bien sostiene Puig Peña, se produce cuando
la ley concede a un acreedor la facultad de cobrar con preferencia a los demás acreedores,
llamados por esto acreedores ordinarios, sobre el producto obtenido con la realización de los
bienes del deudor o de alguno o algunos de tales bienes (cfr. arts. 2256, 3, y 2260, Cód. Civil,
en relación con los arts. 1521 y 1523, Cód. de Comercio).
c) El derecho de conservación, que le garantiza al acreedor hipotecario el derecho de
asegurarse que su garantía no disminuya de valor (cfr. art. 2107, Cód. Civil).
Analizando dichas características en el caso en análisis, obvio es concluir que al otorgarse
una hipoteca de empresa ésta afecta únicamente los elementos que integran su activo y nunca
su pasivo, ya que siendo esencialmente un derecho de garantía tienen que excluirse de la
misma las deudas contraídas por el titular, toda vez que, de incluirse éstas, se haría inoperante
la característica de prelación o privilegio del acreedor al quedar de hecho obligado y, por
tanto, subordinado al resto de los acreedores del deudor rematado. Basamos la anterior
conclusión en el siguiente razonamiento: el art. 1315 del Cód. de Comercio, antes citado,
determina que la hipoteca sobre una empresa mercantil comprende "todos los elementos de la
misma", quedando definido el término "elementos" en el art. 648 del Cód. de Comercio, a
que hicimos referencia en párrafos anteriores,siendo por ende dichos bienes y sólo dichos
bienes, entre los cuales no aparecen las deudas, los que quedan grabados. Nos habla de una
argumentación detallada en torno al artículo 437, I, del Código de Comercio, sosteniendo que
éste respalda la noción de que los elementos esenciales de una empresa, relevantes para un
embargo, son exclusivamente los bienes que integran su activo. Se utiliza la regla
interpretativa del artículo 18 del Código Civil para sostener que los elementos a los que se
refiere el artículo 1315 deben ser los mismos enumerados en el artículo 648 del Código de
Comercio, es decir, los bienes que conforman el activo del balance.
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Nos ofrece dos conclusiones a partir de estas premisas: la primera sostiene que la empresa,
considerada como bien mueble, puede ser objeto de hipoteca, embargo y remate, afectando
únicamente los "elementos" presentes en el activo. La segunda conclusión argumenta que,
como se afirmó anteriormente, las deudas no son consideradas "elementos esenciales" de la
empresa según los artículos 1315 y 648 del Código de Comercio. Se argumenta que tanto la
hipoteca como el embargo son medidas de garantía que solo pueden afectar aquellos bienes
con valor económico recuperable por el acreedor, excluyendo las deudas u obligaciones del
empresario embargado.

Además, se realiza un análisis desde la perspectiva del derecho civil y procesal, destacando el
artículo 2158 del Código Civil, que establece la extinción de la hipoteca en caso de remate
público ordenado por el juez. Se relaciona este artículo con los artículos 2141, 2256 y 2260
del Código Civil, que abordan aspectos como el derecho de perseguir la finca hipotecada, la
excepción en subastas públicas y la preferencia de los créditos hipotecarios.

"Sin estar completamente reintegrado el ejecutante, no podrá aplicarse las sumas producidas
por los bienes embargados a ningún otro objeto que no haya sido declarado preferente por
sentencia ejecutoriada", surgen de las normas citadas dos conceptos fundamentales:
a) Que los que tengan una garantía hipotecaria sobre determinados bienes gozan de
preferencia, en cuanto al cobro del valor del remate, hasta el reintegro total de la deuda, a
menos que se hubiese declarado otro acreedor preferente por sentencia ejecutoriada".
b) Que el acreedor rematante recibe el valor del bien rematado, con exclusión de todos los
demás acreedores del deudor que no hayan sido declarados preferentes por sentencia
ejecutoriada. De donde, si al rematar la empresa se rematará con todo y deudas, el adquirente
del remate se encontraría en la situación de haber adquirido los bienes con la carga de todas
las otras obligaciones del deudor, por lo que no recibiría el importe de la venta con
preferencia a los demás acreedores, teniendo que deducir del valor de los activos percibidos
las deudas del anterior titular, razón por la cual la tasación de la empresa, a efectos del remate
(arts. 2117. Cód. Civil, en relación con el art. 485, Cód. de Procedimientos) se tendría que
llevar a cabo deduciendo, del activo de
la empresa, su pasivo.
Según la naturaleza de los acreedores quebrados el código de comercio los clasifica en:
Acreedores singularmente privilegiados.
Acreedores hipotecarios
Acreedores con privilegio especial
Acreedores comunes por operaciones mercantiles
Acreedores comunes de derecho civil
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RÚBRICA PARA EVALUACIÓN

Trabajo/asignación
Resumen
Fecha: 26 de Febrero del 2024
Nombre del Coordinador Anabel Hernández Rodríguez
(a)

N° CALIFICACIÓN ASIGNADA POR EL

Nombre del Integrante COORDINADOR
0% 5% 10%

1 Anabel Hernández Rodríguez 10

2 Evee Azzalia Lagos Molina 10
3 Amanda Berenice Lopes Lopez 10
4 Luis Daniel Ponce Rodriguez 10
5 Genesis Itzell Ramirez Hernandez 10
6 Juan Antonio Rodriguez Sanchez 10
7 Eduar Sarmiento Perdomo 10
8 Daniel David Padilla 10
Observaciones: Todos trabajaron de acuerdo a lo asignado.