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Instituto Tecnológico del Valle de Etla

Unidad Académica “Demetrio Vallejo”

Título del trabajo:


Actividad T6 - 01 (Resumen)

Nombre y número de control del alumno:


RODOLFO VASQUEZ MENDOZA

Asesor:
M. en C. Caleb Juárez Reyes

El Espinal, Oaxaca, México. A 29 de noviembre de 2023.


Resumen

Los biocombustibles son combustibles derivados de la biomasa, es decir, de materia

orgánica de origen vegetal o animal. Pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos y se utilizan

para fines energéticos, como el transporte, la calefacción o la generación de electricidad ya

que se consideran una alternativa más sostenible que los combustibles fósiles.

Los biocombustibles, se pueden encontrar en estado líquido, los cuales son ideales para el

transporte. Se clasifican en cuatro generaciones, basada en el tipo de materia prima

empleada: Primera generación, utilizan biomasa comestible; Segunda generación, utilizan

biomasa no comestible; Tercera generación, utilizan a los microorganismos como materia

prima; y Cuarta generación, que se centran en la modificación genética de los

microorganismos para lograr un rendimiento preferible de hidrógeno a carbono.

Muchos tipos de microorganismos son usados como materia prima para la generación de

biocombustibles. Las microalgas son el tipo más común para la producción de biodiesel.

Las microalgas se clasifican de acuerdo con el tamaño en: macro y microalga. Estas poseen

un potencial excelente para producir productos químicos y nutricionales debido a su

capacidad fotosintética. Las microalgas tienen muchas propiedades importantes tales

como: requieren menos espacio para crecer, alto contenido de lípidos, la capacidad para

crecer en los medios artificiales y naturales, y son amigables con el medio ambiente.

Las algas han atraído gran atención como una fuente de energía alterna para la producción

de bioetanol para resolver los problemas relacionados con la generación de

biocombustibles de primera y segunda generación.

El bioetanol puede ser producido por alguna de los tres procesos (mixótrofo, heterótrofo y

autótrofo). Después de la hidrolisis, el almidón de las algas, la celulosa y cualquier otro

carbohidrato acumulado puede ser convertido en etanol.


Ahora, hablamos de celdas microbianas de combustión, estas son dispositivos que utilizan

microorganismos para oxidar materia orgánica y generar electricidad. Constan de dos

cámaras separadas por una membrana, una cámara anódica donde los microorganismos

degradan el sustrato orgánico y liberan electrones, y una cámara catódica donde los

electrones se combinan con un aceptor de electrones, como el oxígeno, para producir agua.

Las CCM pueden aprovechar una gran variedad de fuentes de materia orgánica, como

aguas residuales, residuos agrícolas, almidón, glucosa, etc. Las CCM tienen varias

ventajas, como la producción simultánea de energía eléctrica y el tratamiento de aguas

residuales, la baja emisión de gases de efecto invernadero, el bajo costo de operación y de

mantenimiento.

Las celdas de combustibles (FCs) son dispositivos que convierten la energía química

intrínseca de los combustibles en electricidad de forma directa. La generación de energía

con estos dispositivos garantiza una eficiencia alta y un impacto ambiental bajo. Las Celdas

de Combustibles Biológicas (BFCs) funcionan de manera similar a las FCs químicas con un

suministro de combustible al ánodo y un suministro de oxidante al cátodo. Estos convierten

la energía química de los carbohidratos, como azúcares y alcoholes, directamente en

energía eléctrica. Los microorganismos pueden realizar la doble función de degradar los

efluentes y generar energía.

El hidrógeno y el metano son dos compuestos de interés para la generación de energía

renovable, ya que tienen un alto poder calorífico y pueden utilizarse en pilas de combustible

o motores de combustión interna. El hidrógeno y el metano pueden obtenerse mediante

procesos microbiológicos, como la fermentación, la fotosíntesis o la metanogénesis. Estos

procesos implican el uso de microorganismos que pueden transformar la materia orgánica

en hidrógeno o metano, aprovechando diferentes fuentes de energía, como la luz, el calor


o el potencial redox, en la utilización de recursos renovables y abundantes, la reducción de

las emisiones de gases de efecto invernadero.

La producción de hidrógeno fotosintético a partir de microalgas considera opciones

prometedoras para la energía limpia. Hay dos métodos biológicos para la producción de

hidrógeno a partir de microalgas. En el primero, las microalgas utilizan la energía de la luz

para producir hidrógeno a partir del agua, y en el segundo, las bacterias con capacidad para

fermentar los carbohidratos se utilizan para producir hidrógeno. Se puede mejorar aún más

la producción de hidrógeno identificando los cuellos de botella tecnológicos.

Las microalgas, también son biomasa como materia prima para la producción de biogás, y

la hidrólisis y la metanogénesis son dos bioprocesos para la producción de biogás. El

biodiésel de microalgas se obtiene del contenido de lípidos. La optimización multifactorial

mejora la reserva de lípidos del peso de células secas. Se sabe del uso potencial de

fotobiorreactores para la producción de biodiésel bajo la influencia de varios factores, a

saber, la intensidad de la luz, el pH, el tiempo, la temperatura, la concentración y el flujo de

CO2, centrándose más en la perspectiva económica y futura de la producción de biodiésel

a partir de microalgas.

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