Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un mundo abierto comienza con una mente abierta. Tenemos más en común con el mundo de lo
que creemos. Te invito ingresar al siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=fknilBqJI5g
Actividades:
DESDE INGLÉS: Busca información y responde las siguientes preguntas. (En inglés o español)
1- What is xenofobia?
Palabra de inmigrante
Lectura de testimonios:
- Como el trabajo aquí es… no se puede salir adelante. Entonces fue cuando el
decidió irse para allá hace 18 años, ellas estaban pequeñas; cuando él regresó, ellas ya
estaban grandes, entonces ya no lo veían como su padre.
- La cosa buena, nos hicimos esta casita y que las hijas pudieran estudiar. Yo la
administraba primero en el estudio y en la casa que la fui haciendo de a poquito.
Carmen. Divorciada, 50 años, su ex esposo vive en EE.UU.; ella se quedó a cargo de sus 4
hijas.
- ¿Qué le falta?
- El cariño de mis hijos, porque ellos me mandan dinero, pero yo quiero que me
vengan a ver y regresen a trabajar porque hay necesidad.
María. Viuda, 61 años, abuela encargada de los nietos; tiene 4 hijos en EE.UU.
a) ¿Cuáles son las razones de expulsión las personas tuvieron que migrar?
b) ¿A qué peligros se enfrenta una persona que intenta pasar la frontera a través de lugares
no habilitados? Ejemplifique.
d) ¿Qué son las remesas? ¿Qué importancia tienen para la parte de la familia que se queda?
Literatura
● Leer con atención el artículo "Un racismo estructural, muchas veces invisibilizado"
● Buscar en el diccionario las palabras desconocidas.
● Redactar un texto de opinión acerca de la discriminación en Argentina:
a) Incluir una breve referencia al artículo
b) Agregar citas textuales
c) Elaborar una opinión personal
d) Revisar el texto y corregir antes de enviar
e) Se pueden incluir ideas de los textos brindados por otras materias, recuerden que
siempre deben citar al autor.
_____________________________________
Página 12
08 de junio de 2020
“El racismo que sufrimos es estructural, un racismo que está enquistado dentro de todas las
instituciones”, afirma Sandra Chagas, integrante del Movimiento Afrocultural, activista
lésbica y parte del Grupo Matambas, de mujeres negras y afrodescendientes. En 2014, la
Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
estableció el “decenio para los afrodescendientes”, que se prolonga hasta 2024. Pero a
pesar de los nombramientos, la violencia sigue reproduciéndose en todo el continente.
“Debería ser una época de reconocimiento de nuestros derechos humanos, sin embargo las
cárceles están habitadas en su mayoría por personas indígenas o afrodescendientes”,
señaló Chagas, a partir de su experiencia al trabajar en distintos penales con personas
trans. “La política de criminalización de nuestra existencia es una de las formas de racismo
que sufrimos”, agrega Moira Millán, escritora y referente mapuche.
La represión de las fuerzas de seguridad hacia los pueblos indígenas y la venta de terrenos
donde viven familias o comunidades enteras no son historias de fines del siglo XIX sino
parte de la cotidianidad de los pueblos en todo el país. “El racismo es la expresión simbólica
del genocidio, lo que habilita que la violencia se siga permitiendo”, afirma Diana Lenton,
antropóloga, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora en Conicet,
y agrega que “lo que hay que cambiar para combatir el racismo es lo que tenemos en
nuestro pensamiento”. El entramado simbólico del racismo no es asunto menor: según
señala Yuderkys Espinosa, investigadora y filósofa afrodominicana, en su artículo “El
feminismo descolonial como epistemología contra-hegemónica”, la forma de desandar el
racismo establecido con la colonización de todo el territorio americano es “producir y
visibilizar de forma amplia nuestra propia interpretación del mundo, como tarea prioritaria
para los procesos de descolonización”.
“El problema es que los mismos vecinos que hoy aplauden la rebelión en Estados Unidos,
ayer felicitaban al gobierno porteño por liberar las veredas del Once”, señala Lenton, en
referencia al desalojo de los trabajadores –en su mayoría migrantes latinoamericanes y
africanes– de la vía pública de la Ciudad de Buenos Aires, y explicó “hay un racismo mucho
más profundo de lo que se cree, que se manifiesta en distintos niveles, desde la violencia
física hasta las barreras para acceder a la salud, a la educación, y la forma de invisibilizar a
ciertos grupos sociales en los discursos públicos”. Más concretamente, Álvarez sostiene
que “somos pobres porque somos negros, porque el país se construyó a partir de esa base
racista”.
El caso de George Floyd no fue muy distinto al de José Delfín Acosta Martínez, detenido por
la Policía en 1996 y muerto bajo custodia policial, ni al de Massar Ba, uno de los principales
referentes de la comunidad senegalesa, históricamente perseguida por la Policía de la
Ciudad de Buenos Aires, que fue asesinado en 2016 a metros de su casa en San Telmo. En
marzo de este año, el caso de Acosta Martínez llegó a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) durante las audiencias que se llevaron a cabo en Costa Rica, y el Estado
argentino admitió la culpabilidad. En julio o agosto se espera una sentencia sobre el caso.
“Es importante que el Estado reconozca los casos de violencia institucional”, señala Carlos
Álvarez, y explica: “No solo para reflexionar en nuestras prácticas racistas sino para que
efectivamente se pueda modificar la situación, la negación de la presencia negra en el país”.
Para Massar Ba, quien luchaba por los derechos de los y las migrantes africanos en la
Ciudad de Buenos Aires, todavía no hay justicia. Mientras tanto, cientos de trabajadores de
la vía pública en el barrio de Once y en Floresta se enfrentan a las represalias de la Policía
de la Ciudad. “Los mismos agentes estatales saben en qué casos pueden actuar
violentamente sin recibir represalias, porque el mismo Estado toleró abusos contra ciertas
poblaciones que no tolera en otras”, explica la antropóloga Diana Lenton.
“La negritud se penaliza también en los barrios, en las villas, donde de vive una doble
discriminación, por ser pobre y por ser afrodescendiente”, señala Álvarez, y remarca que “se
trata de un racismo estructural que se gestó en la esclavitud y luego en el colonialismo,
siempre la población negra encargada de los peores trabajos”. Para que realmente las vidas
negras importen, afirma Álvarez, “tenemos que salir de los lugares comunes, el culturalismo,
la migración, la criminalización, para hablar de economía, de derecho, de política. Si
nuestras voces no suenan donde se construye el poder, no estamos combatiendo el
racismo”.
En su barbijo, Millán lleva inscripto: “las vidas indígenas importan”. Para hablar por teléfono
o mandar un mensaje, ella tiene que caminar hasta el pueblo más cercano, porque en la
comunidad Pillán Mahuiza, en Chubut, no hay señal ni Internet. “Mi propia situación de
incomunicación es un ejemplo de negacionismo y silenciamiento. Hace años que pedimos
que nos habiliten los servicios de comunicación pero hay una intencionalidad de que
nuestras voces no lleguen”, señala Millán, escritora y referente del pueblo mapuche.
“¿Por qué no se indignó el mundo ante el asesinato de Rafael Nahuel?”, se pregunta Millán,
y advierte que “cuando se mata, se persigue, se tortura y se detiene de manera arbitraria a
los y las indígenas, la sociedad argentina es indolente porque ha asumido que hay una vida
que vale menos y es la nuestra”. En ese sentido, la investigadora Diana Lenton afirma que
“hay estructuras muy densas que hacen que las poblaciones indígenas siempre estén en el
banquillo de acusados”. Lenton participó del juicio contra la comunidad mapuche Lof Campo
Maripe, en Neuquén, a quienes se acusó en 2014 de usurpar el terreno donde viven. El año
pasado, la Justicia provincial reconoció el derecho mapuche sobre las tierras. “A pesar de
los pocos recursos con los que suelen contar las comunidades en este tipo de juicios, lo que
veo es que se intenta dar la lucha política, decir ‘estamos acá porque es nuestro derecho
ancestral’ pero los jueces, aunque se falle a favor, no dan lugar a estos argumentos”,
explica Lenton y afirma: “Es parte del éxito del pensamiento hegemónico: los grandes
poseedores de poder condensan el racismo, el machismo y el capitalismo y es ahí donde no
hay quiebres”.
“Yo escribí una novela y me cuesta un montón que llegue a las librerías, tengo hermanes
que quieren hacer cine y no pueden porque estamos siempre en la marginalidad, y la
marginalidad es un diseño de modelo de país”, afirma Millán, a quien la Justicia procesó por
encabezar un reclamo en 2017, cuando Santiago Maldonado aún estaba desaparecido.
“Somos un factor de conflicto emergente frente a las corporaciones y sus intereses, sin
embargo, cuando se trata del despojo territorial, el empobrecimiento y el terricidio contra
nuestros pueblos, somos algo que hay que quitarse de encima”, señala la weychafe –
guerrera– mapuche, y afirma que “al negar nuestra existencia, se niegan nuestros derechos
y nuestra manera de habitar el mundo, que es antagónica a la que impone el sistema
capitalista”.
La discriminación porteña
Uruguaya afrodescendiente, Chagas llegó a la Argentina a los 14 años. “El racismo es algo
que heredamos desde antes de nacer”, señala. “Hay personas que están reconociendo su
identidad con orgullo y eso es importantísimo, porque si sabés de dónde venís también
sabés a dónde vas”, agrega Chagas y explica que, aunque el “negacionismo histórico” es
irreparable, “el país está transitando un proceso lento y complejo, que requiere de una gran
voluntad política, como lo estamos haciendo desde la educación y cultura en derechos
humanos, valores y saberes”. La Ley 26.852, que establece el Día Nacional de los y las
Afroargentinos/as es una herramienta para “devolver la identidad robada”, afirma Chagas y
añade: “Me pregunto entonces si vamos a seguir mirando hacia Estados Unidos o vamos a
mirar finalmente hacia adentro”.
______________________________________
Historia: Holocausto
El Holocausto no es sólo un tema judío, es una preocupación universal. El racismo, la
negación, la xenofobia, la intolerancia, no son compatibles con la democracia y la ponen en
peligro.
://www.google.com/search?q=video+Holocausto&oq=video+Holocausto&aqs=chrome..69i57
j46j0l2.13842j0j7&client=ms-android-samsung-gj-revhttps1&sourceid=chrome-
mobile&ie=UTF-8#
2.¿Qué es Holocausto?
3.¿Quiénes fueron las víctimas?
4.Investigar sobre "la noche de los cristales rotos ".
5.¿Qué eran los guetos?
6. Existieron casos de alemanes que ayudaron a los judíos. Justificar tu respuesta.
7.¿ Cuáles fueron las consecuencias del Holocausto judío?
8. Realizar una reflexión personal sobre el Holocausto.
Introducción a la física
Efecto Matilda. Mujeres en la ciencia
El “Efecto Matilda”, acuñado por la investigadora Margaret W. Rossiter es la reivindicación
femenina del llamado “Efecto Mateo”, cuya explicación sociológica se basa en el principio
de no autoridad, es decir, que un autor afamado previamente y con un estatus de autoridad,
siempre obtendrá más fama, independientemente de la importancia o relevancia de su
trabajo. Rossiter trasladó ese principio, integrándolo con perspectiva de género a la
situación de invisibilidad histórica de las científicas. El “Efecto Matilda”, también aludía a la
abolicionista Matilda Joslyn Gage, cuyo trabajo “Woman as an Inventor” (1883) supuso una
protesta manifiesta ante la creencia generalizada de que la escasez de mujeres inventoras
se debía a la falta de genio. En el discurso museográfico, las prácticas sociales arraigadas
se manifiestan en un discurso que muestra elementos que se consideran dignos de estar
presentes, mientras que otros, en un proceso de naturalización se van volviendo cada vez
más invisibles. Este es el caso de la presencia, principalmente masculina, de los “genios” y
los grandes hallazgos científicos en los museos, mientras que la presencia de mujeres
científicas se intenta recuperar a marchas forzadas.
https://youtu.be/sYxG4bCsC4I
3. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué los muchos trabajos de mujeres científicas fueron
publicados con otro nombre? (responde dando tu opinión)
Introducción a la Química
Sin embargo, en nuestra vida cotidiana, es común usar este término en un sentido negativo.
Discriminar se convierte en un problema cuando segregamos a las personas que
consideramos diferentes por tener alguna característica física o cultural particular (que,
desde el punto de vista de quien segrega, la aleja de un supuesto modelo ideal de persona).
Muchas veces opinamos o actuamos en relación con alguien que consideramos diferente,
sin siquiera tomarnos el tiempo de conocerlo. En estos casos, solemos manejarnos con lo
que se denomina prejuicios.
Los prejuicios son juicios de valor que afectan a personas o grupos de personas. Sobre la
base de los prejuicios, a lo largo de la historia, algunos hombres han pretendido justificar la
valoración negativa de algunos grupos de personas a partir de alguna característica
determinada. Actitudes prejuiciosas son, por ejemplo, aquellas que relacionan un
determinado color de piel con una mayor o menor predisposición al trabajo, o una condición
cultural o religiosa con una mayor o menor predisposición a ahorrar dinero.
Ninguna persona nace con prejuicios. En realidad, los aprenden de quienes la rodean. Si los
adultos que están en contacto cotidiano con los niños y los jóvenes a lo largo del proceso de
socialización aceptan su existencia, es muy probable que los más jóvenes los expresen en
sus relaciones interpersonales.
Superar los prejuicios exige esfuerzo: aceptar al otro con el que no estamos de acuerdo o
que no nos gusta, no es cómodo ni fácil. Aceptarlos y convivir con ellos requiere una
reflexión permanente sobre cuáles son los valores que están presentes en cada una de
nuestras actitudes y comportamientos.
Del mismo modo, es importante tomar conciencia de las razones por las que actuamos
como actuamos: si porque elegimos libre y fundamentadamente o porque aceptamos –sin
mucho análisis– lo que otros miembros de la sociedad han decidido sobre quién es «normal
y debe ser aceptado» y quién no.
Fuente: María Ernestina Alonso, Lía Bachmann y María del Carmen Correale (1998). Los derechos
civiles. La libertad y la igualdad. Buenos Aires: Troquel.
Analicen el texto:
DESDE MATEMÁTICA
Actividad:
EDUCACIÓN FÍSICA
¿A qué se considera discriminación? Según define el INADI, es el “acto por el cual alguien arbitrariamente
de algún modo menoscaba el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías
fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional”.
Para la psicóloga deportiva, tiene que ver con una situación de “superioridad” y “prejuicios”. “Constituye una
visión del mundo que, consciente o inconscientemente, le permite al discriminador situarse en un nivel de
superioridad respecto al discriminado y puede ser una necesidad de afirmar la propia identidad. Lo peligroso
sucede cuando las víctimas terminan por creerse aquellos atributos y cualidades que se les cargan”, explica.
Ámbito.com reunió a diferentes deportistas que vivieron experiencias de discriminación. Casi todos coinciden
en que este es un flagelo que excede al profesionalismo o incluso que abarca a todos los sectores de la sociedad,
aunque remarcan que la clave está en la fortaleza integral de cada individuo.
“Creo que existe, también a nivel profesional, y se debe combatir desde adentro mismo. A mí me pasó con
respecto a la discapacidad, al deportista adaptado y la falta de objetividad que se genera por esto”,
advierte GUSTAVO FERNANDEZ, estrella mundial de tenis adaptado y con una marcada lucha por
una actividad sin prejuicios. El insiste: “Por la falta de objetividad, nunca se ve al deportista tal cual es.
Primero sos un crack, un ejemplo de vida, sólo por estar en silla de ruedas. Pero después nunca sos considerado
un real deportista profesional”.
Para el cordobés, un ejemplo concreto se da en los premios Olimpia. “Nunca se terna a los deportistas adaptados
en sus respectivas categorías. Tampoco es cuestión de ponerlo en una terna en la que no hizo los méritos
suficientes sólo para generar ‘inclusión’”, reclama.
“Hay discriminación como en todos lados, sólo que en este ambiente hay un machismo mucho más
grande. Hay mucho tabú con respecto a la sexualidad. Si sos gay, perdés esa masculinidad, esa
agresividad y te mostrás débil”, detalla el central de la Selección.
Acaba de llegar a Lima @facuimhoff, integrante de la selección argentina de voley, abiertamente gay.
Y se comprometió con la visión del Pride House Lima 2019: Inclusión y visibilidad LGTB+ en el
deporte.
Imhoff no cree que la exclusión sea mayor en el deporte, “sí los miedos de uno”. Por eso una clave fue
mostrarse firme ante “algún chiste medio desubicado que se pasa del límite”, o cuando los hinchas rivales lo
atacan. “Me gritaban y yo me reía. No me afectó y no dejé que la gente viera que me afectaba, porque
quieren debilitarte para que gane su equipo”.
** Quien sufrió casos más graves es, Mia Fedra, la primer tenista trans profesional de la Argentina.
En 2012 hizo el cambio de identidad de género y la Asociación Argentina de Tenis le emitió un nuevo carnet de
profesora. Sin embargo, a la hora de competir, repara que “hay algún rumorcito, que le pego más fuerte”.
“Siento la discriminación por fuera, algunos comentarios por detrás. Respecto a las asociaciones o no
clubes, no. Me pasó jugando en un club súper prestigioso que un hombre que competía se acercó al
alambrado y me decía: ‘No te parecés, sos muy diferentes’, o ‘Nunca vas a ser igual’. Lo ignoré, pero sentí
que estaba en la infancia cuando me hacían bullying”, recuerda la oriunda de Adrogué.
** Maria Laura Abalo, se alejó del remo, pero su historial denota medallas sudamericanas, panamericanas
y una participación olímpica en Londres 2012. Hoy brega por el saneamiento del Río Reconquista, pista
nacional de la actividad y en cuyas cercanías viven 4,5 millones de personas.
Para la porteña, “la discriminación depende del deporte. Algunos tienen naturalizado tener sexos mezclados,
pero en otros predomina la figura masculina. En el remo, cuando yo empecé, no éramos tan aceptadas, a la
mayoría de los entrenadores no les copaba la idea de entrenar mujeres. Pero nuestro rendimiento hizo cambiar
todo”.
(María Laura Ábalo (izq) junto a María Gabriela Best, campeonas panamericanas en el dos sin timonel en Guadalajara 2011.)
La campeona panamericana en Guadalajara 2011 (dos sin timonel y cuádruple par) se empodera al recordar que
no sufrió casos de discriminación “porque eso implica que una se deje poner en una posición inferior”. De
allí surge la figura del deporte, que aunque no ayuda en forma directa, “te da el carácter para posicionarte y
plantarte. El deportista lo que hace es exaltar sus cualidades”.
Ábalo entiende que la competencia termina siendo un refugio para aquellos que vivieron estas malas
experiencias: ““El deportista puede mostrar un temple y fortaleza ante situaciones. El caso de Jennife
Dahlgren, que siempre sufrió bullying por su tamaño y se cobijó en el deporte. O Paula Pareto, que
no se quedó llorando por su altura, eligió una disciplina que le gustó y es campeona olímpica”.
“No sé si me ayudó porque el deporte es mi trabajo, pero sí lo hicieron mis compañeros y un proceso de
crecimiento interno. Al principio tuve muchos miedos, pero me acepté y a partir de eso soy feliz. Hay muchos
deportes con gays tapados, eso perjudica en cuanto a rendimiento y en la vida en general”, apunta Imhoff, que
actualmente integra el plantel de la Selección de voley en los Juegos Panamericano.
Para Fernández, campeón este año de los tres Grand Slam de tenis adaptado, hay una doble condición: “La
herramienta de enseñanza mía siempre fue el deporte, pero también el amor propio que logré desarrollar. Hay
que erradicar la discriminación desde adentro y creyendo lo que uno es, haciendo que desaparezcan las barreras
y prejuicios”.
“A mí el juego me da felicidad, soy plena en mi deporte”, expresa Fedra. Ella asegura que dentro de un court,
no hay negativismo que la condicione: “Es bastante normal que te griten ‘puto’ o lo que sea, aunque para mí no
lo es hoy. No me hace mella porque no me percato de la discriminación”.
“El apoyo psicológico es fundamental, es un espacio en el que se expresan sin juicios. Buscamos fortalecer
la identidad. El deporte, bien gestionado, es una potente herramienta de educación, un elemento
transformador y que puede romper barreras”, expone, por su parte, García desde su experiencia como
terapeuta.
““Venimos de una sociedad en la que ser diferente está mal, y voy en contra de eso: sí, soy diferente,
soy gay, y soy muy feliz. No estoy contando nada malo, vive Imhoff a flor de piel. “Es importante luchar
entre todos en todos los niveles, y empezar a lograr ver a las personas por lo que son”, pide “Gusti”.
Aunque los deportistas muchas veces son vistos casi como héroes modernos, no escapan a estos descarnados
momentos, ya sea por género, condición sexual, nacionalidad o raza. Cuando la búsqueda de la debilidad del
otro se transforma en un golpe a la integridad del rival, el deporte cruza una frontera de la cual ya no hay
retorno.
· “Recibimos inquietudes, consultas sobre hechos y situaciones acontecidas en los escenarios deportivos.
Se conforman informes técnicos y observaciones, los que se registran y monitorean. Si así lo ameritan, son
derivadas al área de asistencia a la víctima para su evaluación y consideración”, informan del Instituto a
este medio.
· En el último año, tanto por derivaciones como por vía directa, llegaron 29 denuncias, de las cuales 15
corresponde a estos siete meses de 2019. Según aseguran, “todas están en etapa de tramitación y/o
evaluación para su dictamen”.
· Además de los relevamientos e informes, el INADI cuenta con diferentes campañas tanto en los
recintos deportivos como en las redes sociales y en concordancia con los diferentes actores que intervienen
las competencias. También incluyen participaciones de atletas profesionales (Dahlgren, Lisandro López,
Fabricio Oberto, entre otros) que “aportan ejemplos a seguir”.
ACTIVIDAD PROPUESTA
MENCIONAR? ¿QUE SE PODRIA HACER PARA MEJORAR ESTE ASPECTO? ¿EN LOS AMBITOS