por ésAndr Ramos
CTHULHU D100
HISTORIA PREVIA
PARA EL GAME MASTER
Duncan Manor es una casa ubicada en el conda-
do rural de McLean, Illinois, cerca de Towanda. Es
de estilo italiano y cuenta con dos pisos y un porche
en su entrada. Bonita, elegante, pero no majestuosa.
La mandaron construir el reverendo Preston
Duncan y su hermana Lavinia en 1869. Dedicados
a combatir el mal y a investigar todo fenómeno
paranormal, encontraron esta zona idónea para un
almacén. Aquí decidieron guardar todo aquello que
se encontraban en sus casos, en su mayoría piezas
malditas.
La casa no difiere de una casa normal de la época,
pero está bendecida. Cuenta con un sótano enorme
y bien resguardado que alberga todos y cada uno de
los objetos malditos, expuestos como si de trofeos se
tratara. Ahí se puede encontrar desde un ejemplar
auténtico e inédito del famoso Necronomicón a dife-
rentes objetos (un espejo, una cajita de música, etc.)
que, aunque aparentemente normales para el ojo hu-
mano, cuentan con terribles maldiciones. Algunos
más tristemente conocidos o famosos que otros.
Pero si hay algo que realmente estremezca y aterro-
rice es la habitación que se encuentra al fondo del só-
tano. Realmente hay dos puertas pero, mientras una
no se ve porque está más al interior y en la penumbra,
la otra se puede apreciar con más claridad. Es de ma-
dera lisa sin adornos, salvo por una cruz de plata que
cuelga de ella. Se encuentra siempre cerrada, pero
en su interior está su trofeo más preciado. Nunca
hablaban de él y negaban cualquier rumor que les
llegara, pero la leyenda se extendía cada vez más con
el paso del tiempo. Se trataba, ni más ni menos, del
mal absoluto, del Mal con mayúsculas, del príncipe
de los avernos. Hablamos del auténtico diablo o, al
menos, un ser del inframundo tan poderoso como él.
Pasados unos años, la casa se fue quedando huér-
fana. Ninguno de los hermanos tuvo descendencia,
pero sí sus otros dos hermanos, que vivían aún en
su Boston natal. Los bisnietos de estos serán los
protagonistas de esta aventura. Hay personajes pre-
generados, pero realmente se puede jugar con cual-
quier otro grupo, mientras sean todos herederos de
los hermanos Duncan. Lo único conveniente sería
que fueran ocultistas, parapsicólogos o aficionados a
estos menesteres. Antes de empezar, el game master
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debe hablar con cada uno de los personajes jugadores
a solas, escogiendo a aquel que tenga más porcentaje
en Ciencias ocultas, para decirle que es el Elegido,
el más adecuado o el más creyente. Más tarde ya sa-
brá el porqué de todo esto.
LA HERENCIA
Estamos casi a finales de marzo de 1932 y los juga-
dores son convocados en un bufete de abogados de
la firma Schwartz & Rothman, en Chicago, Illinois,
para la lectura de un testamento y posterior herencia.
Los personajes jugadores están en el despacho junto a
un par de personas más.
Uno de los abogados, Schwartz, está acabando
de leer el testamento de Reginald Duncan, abuelo
de uno de los asistentes y sobrino de Preston y su
hermana. Era un excéntrico millonario que acaba
de morir de forma natural. Él había heredado esta
mansión, pero nunca quiso poner los pies en ella.
El abogado sigue leyendo el testamento, que dice
que «cedo la escritura de esta casa a mi nieto Robert
Duncan, al que nunca he conocido por culpa de
mis desavenencias con su padre, así como también
el 50% de mis bienes. No obstante, el otro 50% se
lo dejo a los nietos de mi hermano. Como también
la mitad de las escrituras de Duncan Manor».
Uno de los dos asistentes adicionales se levanta
de golpe. Es Robert Duncan, un joven adinerado,
de unos 25 años y aspecto arrogante que, con toda
prepotencia interrumpe con un «pero ¿esto qué es?,
¿una broma de mal gusto? El dinero y la casa me
pertenecen a mí solo. No tengo porque compartir
mi herencia con estos… plebeyos carroñeros».
Si alguno de los personajes jugadores decide plan-
tarle cara a Robert, se encuentra con que la otra
persona se levanta de su silla rápidamente para de-
fenderlo. Se trata de un hombre de casi dos metros
de alto por uno de ancho. Va bien vestido, pero su
ropa parece que vaya a resquebrajarse de lo justa que
le va con tanta musculatura.
Robert detiene al enorme hombre que le ha
defendido. Y, dirigiéndose después al jugador, co-
menta: «Le presento a Kevin. Kevin Quinn, mi…
digamos…mayordomo. Me defiende siempre. Ante
todo. Y todos».
Schwartz interrumpe la discusión y, con una lige-
ra sonrisa, explica que el señor Reginald imaginaba
 DUNCAN MANOR
algo así y dejó una cláusula adicional: «No quiero
que haya motivos de pelea, así que quiero dejar cons-
tancia de que aquel que consiga pasar toda la noche
del 30 de marzo en Duncan Manor, sin salir de ella,
y sobreviva, será el auténtico heredero de esta».
Este anuncio cae como una losa, ya que todos
los presentes saben de esa especie de maldición con
respecto al museo que está dentro de la casa. Los
abogados Schwartz o Rothman lo explican con más
detalle.
Mientras vivía el reverendo Preston Duncan, se
mantenía la casa bendecida y a salvo. Pero, tras su
muerte, todo fue a peor. Dicen que su hermana
Lavinia enloqueció y fue encerrada en un sanatorio
mental hasta su muerte. Se pasó el resto de su vida
sin dejar de gritar a diario: «¡Está fuera! ¡Hay que
volver a encerrarlo!».
Si alguien quiere hacer alguna pregunta a los abo-
gados, estos explican tan solo lo del museo, lo de la
muerte repentina de Preston y la locura de Lavinia
(ver la sección «Una ouija y un enigma» en la página
4) aunque desconozcan los motivos.
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Los abogados se despiden, pero no sin antes aña-
dir que aquel que decida no aceptar la apuesta queda
definitiva y automáticamente fuera de la obtención
de la herencia. Esta se repartirá a partes iguales en-
tre los supervivientes, «aunque, como dejó dicho el
señor Duncan, creo que sería mejor que permanecie-
ran unidos. Por su propio bien».
LLEGADA A TOWANDA
Con una población de unos 480 habitantes y una
diversa fe cristiana (predomina la católica), la vi-
lla del condado de McLean, en Illinois no difiere
mucho de sus alrededores. Cuenta con unas pocas
casas, un par de hoteles, mucho verde y mucho
descampado. En resumen, todo bastante idílico y
tranquilizador.
La verdad es que es un pueblo muy tranquilo,
pero muy suyo. Si los personajes jugadores deciden
pasar por el pueblo antes de ir a la mansión, son bien
recibidos como forasteros, incluso cuando dicen a
dónde se dirigen. En cambio, si preguntan a los ha-
bitantes locales por los Duncan, intentan cambiar de
 CTHULHU D100
conversación o eludir las preguntas. Parece como si
temieran hablar sobre el tema.
Por esta villa pasa parte de la famosa Ruta 66,
más concretamente la llamada Curva del Hombre
Muerto. En este tramo, varios viajeros han perdido
la vida al confiarse de su anchura y darse cuenta,
demasiado tarde, de que era una carretera en dos
sentidos. Tras la fatídica curva viene el desvío hacia
la mansión. Muchos lugareños hablan de espíritus
malignos que, procedentes de Duncan Manor, se
ponían delante de los vehículos, haciendo que estos
perdieran el control.
Hasta ahora se sabe de tres accidentes: un desco-
nocido en 1890, un comercial de licores llamado
Joseph Peabody en 1902 y un abogado llamado
Michael Peterson en 1920. Todos eran forasteros y,
casualmente, todos murieron un 30 de marzo. Los
tres accidentes ocurrieron en el mismo lugar y a la
misma hora, las 21:30h. Desde el tercer fallecimien-
to, en la villa tienen por costumbre no salir de sus
casas a partir de las 21:30, ningún día del año. Para
ellos, en ese momento empieza la hora de las brujas.
Llegada a Duncan Manor
Los huéspedes llegan a su destino, la preciosa y enor-
me casa de los hermanos Duncan. La encuentran
algo sucia y polvorienta, aunque bien conservada y
de aspecto elegante, y provista de unas vistas a her-
mosas explanadas y campos. Detrás de ella hay una
pequeña capilla que alberga, en su sótano, un mau-
soleo. Se trata de una pequeña cripta donde están los
cuerpos de los hermanos Duncan, pero no se puede
entrar en la ella.
Dentro de la casa, iluminada por luz eléctrica, se
puede pasear con normalidad por sus dos pisos. El
recibidor es amplio, con dos escaleras laterales que
suben al piso de arriba. Allí un pasillo une las dos
escaleras y sirve de distribuidor para las habitacio-
nes y un lavabo al fondo. En la planta baja hay un
salón-biblioteca, una cocina, otro lavabo y un co-
medor. Nada más entrar, el Elegido debe hacer una
tirada de Ciencias ocultas y, si la supera, nota una
presencia a la que de momento no hará mucho caso.
Esto le irá ocurriendo cada poco tiempo, durante las
primeras horas.
Bajo la escalera derecha hay una puerta que lleva
a un sótano. En este se encuentra el museo antes
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descrito y, si alguien quiere echar un vistazo, necesi-
tará muchísimas horas para revisarlo a fondo. Aquí,
a libre albedrío del game master, pueden describirse
distintos objetos de lo que se llega a ver. Si alguien
se acerca a una de las puertas del fondo, sobre todo
la más cercana, el Elegido presiente algo malo. Una
presencia inquietante. Lo normal es que pida a los
demás que no se acerquen, pero desde luego Robert
no hace caso omiso. Al coger el picaporte sale dis-
parado hacia atrás, se da un golpe contra la pared y
pierde el sentido. Rápidamente, Kevin lo recoge y se
lo lleva en brazos hasta uno de los sofás del salón-bi-
blioteca.
Aparte de lo ocurrido en el sótano, las horas trans-
curren de lo más normal y Robert ya se encuentra
mejor.
UNA OUIJA Y UN ENIGMA
Ya han dado las 21:00 horas en el reloj del salón y el
Elegido empieza a notar un cosquilleo en la espalda
y alguien a quien no ve, le susurra algo en la oreja:
«Yo… Lavinia… taaabla… taaabla… háaablaame…
sí… sí…».
Lo que quiere decir Lavinia es que se contacte con
ella por invocación espiritual. Es decir, usando la ta-
bla ouija, que está situada en una mesita en el rincón
del salón donde ahora están. Una tirada de Percibir
hace que se percaten de que, dándole la vuelta a la
base superior de la mesita, esta se voltea y se convier-
te en una tabla con la que se podrá contactar con
Lavinia. En un lateral de esta mesita, un pequeño
cajón alberga en su interior el testigo para efectuar
la sesión. Tras una invocación, aparece el espíritu de
Lavinia ante los personajes jugadores y, siendo muy
breve, da las debidas indicaciones y advertencias so-
bre la puerta del sótano. Desgraciadamente, ella se
enteró demasiado tarde, cuando ya no podía hacer
nada.
Habla de la habitación y de lo que allí hay, y aña-
de algo de contexto histórico:
30 de marzo de 1890
Ese día, un ladrón, un forastero desconocido, entró
en Duncan Manor. En su afán por robar cosas de
valor llegó hasta la puerta de la habitación del só-
tano. Antes de abrirla, retiró el crucifijo santiguado
de plata (forjado a partir de las treinta monedas que
 DUNCAN MANOR
recibió Judas por traicionar a Jesucristo), que estaba
colgado en ella. Luego, al intentar forzar la cerradura
con unas ganzúas, eliminó el agua bendita que rociaba
los bordes y la cerradura de la puerta. A todas estas
precauciones se añadía un rezo diario del reverendo
Preston Duncan, sacado de uno de los más antiguos
libros de exorcismo escrito por el papa León XIII en
1886, pero en el momento del robo, el reverendo esta-
ba durmiendo en el piso de arriba.
Cuando por fin accedió a la estancia, al ver lo que
había en su interior, el ladrón salió de la casa despa-
vorido. En su huida se le cayó el crucifijo de plata en
el suelo del recibidor. Cogió su caballo y, al llegar a
la curva, algo encabritó al animal y el hombre cayó.
Se dio un golpe en la cabeza, lo que le produjo la
muerte al instante. Eran las 21:30 de la noche.
Los ruidos despertaron a Preston, que se enfrentó
al Mal y consiguió volver a encerrarlo. Recogió el
crucifijo, recitó una letanía y le obligó a volver a su
habitación antes del amanecer. Sin embargo, el Mal
ya había llegado a esa curva, por lo que a partir de
ese día, todos los 30 de marzo, desde las 21:30 al
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amanecer, el Maligno puede volver a llegar ahí. Todo
aquel que lo ve sufre las consecuencias.
Dos días después, y a causa del sobreesfuerzo,
Duncan sufrió un infarto que acabó con su vida, y
fue enterrado en la cripta familiar de la casa. Como
cuenta Lavinia, ella misma intentó continuar con
la labor de su hermano, pero no tuvo éxito. El 30
de marzo del año siguiente sufrió la aparición del
maldito ser y no volvió a ser la misma. Fue internada
en un sanatorio mental de Chicago hasta su muerte,
cuando su cuerpo fue trasladado de nuevo a Duncan
Manor.
Vencer al diablo
Todos los objetos de la mansión se han visto im-
pregnados por la esencia del Maligno, así que se han
visto sometidos al mismo problema que el diablo:
no pueden salir de la zona, más allá de la Curva del
Hombre Muerto. Ese es el motivo por el que la cruz
y el texto del exorcismo están escondidos por aquí
cerca, aunque no sea el lugar más seguro por la cerca-
nía del demonio. Lavinia no sabe dónde están, pero
 CTHULHU D100
sí que su hermano los escondió allí donde el Mal no
pudiera encontrarlos ni acercarse.
Por último, avisa que estos objetos solo podrá uti-
lizarlos aquel que sea el más creyente de todos. Hay
que tener mucha fe. Les insta a que permanezcan
juntos, porque así serán mucho más fuertes. Y que
no dejen que ese demonio encerrado pueda leer sus
mentes. Que procuren mantenerlas en blanco.
Su imagen se desvanece, pero el testigo de la tabla
ouija se mueve, marcando un último mensaje final:
DESCANSO POR FIN.
El crucifijo y el texto del exorcismo es lo único
que puede hacerles sobrevivir a la noche, pero se
encuentran en la cripta. Enterraron al reverendo allí
con la cruz de plata y el libro.
A las 21:30 exactamente, la casa empieza a tem-
blar y los ventanales se cierran de golpe. Se hace el
silencio y la oscuridad a la vez.
Cuando vuelve la luz faltan Robert y su criado.
LA CRIPTA
Fuera de la casa todo es oscuridad y tinieblas; ade-
más se oyen voces y se ven sombras extrañas que se
acercan susurrando palabras que no entendéis. Esto
obliga a hacer una tirada por Estabilidad Mental
(1/1d6). Buscar una entrada a la cripta es algo in-
fructuoso, pues solo se puede acceder a ella a través
del sótano. Atravesando la puerta situada justo al
lado de la habitación maldita se entra directamente
a la cripta.
Una vez dentro, solo hay que abrir el ataúd de
Preston Duncan para encontrar los restos del reve-
rendo y, junto a él, la cruz y un libro. Este es el diario
de Preston que, en su interior, guarda el exorcismo
de san Miguel Arcángel y unas pautas para ejecutar-
lo. Se puede ver más en la sección Ayudas.
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También, con una buena tirada de Percibir, se
descubre que la cruz tiene un pequeño resorte. Si
se aprieta, surge un estoque que la convierte en la
misma espada-lanza que aparece en el grabado de
san Miguel Arcángel (algo de lo que Preston no se
había dado cuenta). Con lo cual se deduce que, cla-
vándolo en el corazón de la Bestia, podría devolverla
de nuevo a los avernos.
Será difícil, pero no imposible.
Exorcismo final
El exorcismo se debe hacer en la habitación maldita.
Allí ya hay un círculo dibujado en el suelo, ocupado
en su centro por alguien. Se trata del cuerpo sin vida
de Robert, tendido en el suelo y con la cabeza vuelta
del revés. Verlo requiere de una tirada de Estabilidad
Mental (0/1d6). La puerta se cierra de golpe y una
voz de ultratumba dice: «Insensatos, ¿Qué pensabais
que podríais hacer», seguido de una carcajada.
Se trata de Kevin (poseído, naturalmente) quien
se acerca para intentar torturar la mente de los per-
sonajes jugadores. Con sus poderes hace que todos
piensen o vean las cosas más horribles. Hay que
recordar el consejo de Lavinia, que lo mejor es man-
tener la mente en blanco y permanecer todos juntos.
Para conseguirlo hay que sumar los puntos de POD
de todos. Todos hacen una tirada contra ese porcen-
taje y, aquel que no pase la tirada, debe realizar otra
por Estabilidad Mental (1d6/1d20).
No se debe salir del círculo. Desde allí, para in-
tentar acabar con él, hay que utilizar la cruz-espada.
Para conseguirlo se debe tirar por PODx5, sumando
un 20% de bonificación si lo intenta el Elegido.
Tras haber pasado todo, podrás elegir si quieren
seguir la tradición y trabajo de sus antepasados,
largarse de allí y cobrar la herencia, o simplemente
quemarlo todo, incluida la casa, para, ya se sabe,
¡purificar!
FIN
 PERSONAJES NO JUGADORES

— ROBERT DUNCAN —

fue con des tam int pod

10 12 9 14 9 6

Puntos de Vida: 13
Estabilidad Mental: 30
Habilidades: Burocracia 45%, Lucha 22%, Protocolo
45%

— KEVIN QUINN —
fue con des tam int pod
10 12 9 14 9 6

Puntos de Vida: 15
Modificador al Daño: +1d4
Estabilidad Mental: 45
Habilidades: Armas cuerpo a cuerpo 25%, Armas
de fuego 40%, Autoridad 35%, Discreción 30%,
Embaucar 55%, Intimidar 35%, Lucha 55%, Percibir
35%, Psicología 35%

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 PERSONAJES JUGADORES

— JOHN TAYLOR (DILETANTE) — — JANE SWARTZ (MÉDIUM) —

Millonario, aficionado a las ciencias ocultas. Es al único Trabaja en su casa y sus clientes le pagan para que, de
al que no le importa el dinero, sino la mansión. alguna forma, contacte con los espíritus de sus familia-
res fallecidos. Es la Elegida.
fue con des tam int pod
15 16 14 17 14 10 fue con des tam int pod
9 10 11 9 15 16
Puntos de Vida: 17
Modificador al Daño: +1d4 Puntos de Vida: 10
Estabilidad Mental: 50 Estabilidad Mental: 80
Habilidades: Autoridad (EST+CAR) 60%, Burocracia Habilidades: Ciencias ocultas 85%, Escuchar 40%,
55%, Ciencias ocultas 70%, Discreción 45%, Escuchar Embaucar 50%, Manejo de archivos 75%, Percibir
55%, Percibir 80% 70%

— RONALD WALTON — SARAH DANVERS (VIDENTE) —

(PARAPSICÓLOGO) — Ha trabajado en diversos sitios, como circos o ferias
Trabaja por su cuenta, aunque a veces da charlas de ambulantes. Sabe echar las cartas y lee el futuro en una
sus estudios psicológicos e incluso parapsicológicos en bola de cristal por dinero.
universidades y colegios.
fue con des tam int pod
fue con des tam int pod 10 12 15 14 16 14
8 14 10 10 18 14
Puntos de Vida: 13
Puntos de Vida: 12 Estabilidad Mental: 70
Estabilidad Mental: 70 Habilidades: Autoridad (EST+CAR) 55%, Ciencias ocul-
Habilidades: Autoridad (EST+CAR) 35%, Ciencias tas 75%, Escuchar 35%, Idiomas (Latín) 50% Manejo
ocultas 45%, Escritura 85%, Escuchar 70%, Idiomas de archivos 70%, Historia 85%, Percibir 65%, Primeros
(Latín) 45%, Manejo de archivos 75%, Percibir 65%, auxilios 75%, Psicología 50%
Psicología 65%, Sociología 55%

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 AYUDAS DE JUEGO
Diario de Preston Duncan
7 de diciembre de 1887
…Hoy he llegado al Vaticano después
de que el Santo Padre me rogara que
acudiera. Me había carteado previamente
con el papa León XIII y nos habíamos
explicado mutuamente nuestras ideologías
y situaciones en las que nos habíamos
encontrado. Yo pensaba que su interés era
simplemente por conocerme. Ahora sé que no,
que había una extraña confianza que le hacía
infundir respeto por mi trabajo.
Me ha recibido con efusivos elogios, aun
sabiendo lo que pensaba del catolicismo.
Incluso cuando le he hecho reverencia y
le he besado el sello en su mano, se ha
apresurado a levantarme y decirme que es
él quien debería agacharse. Que la función
que yo estaba desempeñando era mucho
mejor que la que a él le gustaría llegar a
hacer.
Sin lugar a duda sabía de mi trabajo
junto con mi hermana Lavinia, intentando
esclarecer y apartar el Mal de toda
persona y tenerlo, o por lo menos intentar
tenerlo, controlado.
9
8 de diciembre de 1887
…Hasta este momento, todo está correcto,
pero el papa ha esperado todo un día
para contarme la cruda verdad, algo que
me ha helado la sangre. Al principio
dudé de su palabra, pero más tarde
me di cuenta de que no mentía. Que
sus temores no eran gratuitos. Estaba
aterrado y me pedía ayuda, así que se la
he prestado sin pensarlo dos veces.
Le he acompañado por uno de los
sótanos del Vaticano, donde tienen todos
sus archivos y donde, hasta ahora, tan
solo unos pocos privilegiados habían
pisado sus suelos. Hemos entrado en
una especie de habitación donde una cruz
de plata de unos treinta centímetros de
largo estaba clavada en una vieja puerta
de madera. El papa me ha dicho:
"Tengo que leer mi exorcismo, noche tras
noche, ahí dentro y en el centro de un
círculo goético dibujado en tierra. Cada
día debo rociar con agua bendita los
contornos de la puerta y colocar la cruz
de plata que has visto en el centro de la
 CTHULHU D100
puerta, también. Esta cruz la encontraron en
unas excavaciones efectuadas cerca del árbol
donde se ahorcó Judas y se dice que
la crearon ángeles fundiendo las monedas
que este recibió al traicionar a Jesucristo.
También se comenta que ahuyenta o
mantiene alejado a Satanás del hombre.
Otra cosa más, por tu bien, mantén la
mente en blanco".
Lo que ha pasado a continuación, no lo
puedo describir con palabras. Se ha
abierto la puerta y ante nosotros teníamos
al ser más horrible que se pueda encontrar.
Cambiaba constantemente de forma,
adoptando algunas realmente horrendas.
Hemos hecho el exorcismo y hemos salido
de allí. Entonces lo he comprendido todo.
El Santo Padre tuvo el valor de
enfrentarse directamente con el diablo y
mantenerlo sujeto. Pero tenerlo allí era
peligroso. Así pues, esa era la razón por
la que mandó llamarme.
Quería que yo me ocupara del problema.
10
9 de diciembre de 1887
…Ya se han efectuado los preparativos
para el traslado de esa caja a Duncan
Manor. Con un par de personas
de confianza del Santo Pontífice la
traeremos y depositaremos su contenido
en la habitación que he mandado
preparar a mi hermana para tal cometido.
También me he traído la cruz de plata
y el libro con el exorcismo escrito por el
papa León XII.
Si no hay problemas, llegaremos a
casa sobre el día de Nochebuena.
Bonitas fechas para recibir tal regalo
de Navidad.
24 de diciembre de 1887
Como había predicho, hoy hemos llegado
a casa y ya hemos guardado lo del
interior de la caja a buen recaudo en
su habitación. Ruego a Dios que
me dé fuerzas suficientes para mantener
al Mal dominado, hasta encontrar la
forma de devolverlo a los avernos.
 DUNCAN MANOR

Exorcismo del papa León XIII

S a n M i g u e l A rc á n g e
l
O r ac i ó n a

San Miguel Arcángel,

defiéndenos en la batalla;
perversidad
sé nuestro amparo contra la nio.
y asechanzas del demo
licantes,
Reprímele Dios, pedimos sup lestial,
Mi lic ia Ce
y tú, Príncipe de la
ino Poder a Satanás
arroja al Infierno con el Div malignos
y a los demás espíritus
mundo
que andan dispersos por el as.
para la perdició n de las alm
Amén.

11
La lectura del testamento de vuestro pariente lejano, Reginald Duncan, ha
sido toda una sorpresa. Parece que hay una suculenta herencia en juego,
aunque para conseguirla habrá que pasar una prueba que os llevará a una vieja
mansión. ¿Es esta una simple casa como tantas otras llena de trastos tras años
de abandono? ¿O tienen razón los que hablan de una maldición y sucesos
extraños a su alrededor? A vosotros os tocará descubrirlo.

Autor: Andrés Ramos

Imágenes: Shutterstock
Edición: Francisco Javier Valverde García y Álvaro Loman
Corrección: Álvaro Loman y Marta de la Serna
Maquetación: Àngels Soler
Sistema: Cthulhu d100

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