Está en la página 1de 5

Apunte preparado por la

Profesora Claudia Rodríguez


Cátedra derecho civil VI.

VOLUNTAD EXENTA DE VICIOS.

Si bien la voluntad es un requisito de existencia de todo acto jurídico, el legislador


la cuida con especial celo tratándose de dos actos jurídicos:
El matrimonio y el testamento.
En el testamento, la voluntad es de la mas alta relevancia si se considera que se
trata de la última voluntad de una persona, razón por la cual, el legislador no
quiere que exista ninguna duda respecto de la intención y claridad de esa
declaración de voluntad.

Los vicios que pueden afectar la voluntad del testador son: La fuerza, el dolo y el
error.

LA FUERZA: art. 1007. Desde el punto de vista de quien ha ejercido la fuerza


constituye una causal de indignidad para suceder de acuerdo al art. 968 N° 4.
Si ha intervenido la fuerza, el testamento es nulo en su totalidad. Por ello se
entiende que dicha fuerza debe reunir los requisitos señalados en los arts. 1456 y
1457 (grave, injusta y determinante).
Sin embargo, algunos autores han señalado que dichos requisitos en este caso no
son necesarios, pues, resultan excesivos tratándose de un acto que constituye la
última voluntad de una persona. Por ello, señalan, bastaría con que se pueda
deducir de los hechos que el testador no ha dispuesto de su plena voluntad o que
la fuerza que sobre él se ha ejercido ha sido suficiente para hacerlo hacer lo que
no ha querido, pues lo que se busca es rechazar toda coacción sobre la voluntad
del testador.
Otros en cambio, sostienen que la frase “en que de cualquier modo haya
intervenido la fuerza”, significa que es indiferente que la fuerza sea ejercida por el

1
que se beneficia con la disposición o por un tercero, debiendo aplicarse las reglas
generales de los arts. 1456 y 1457.

Otro problema que se presenta con la redacción del citado art. es si la sanción
aplicable sería la nulidad absoluta o la relativa. Se entiende en principio, que
debiera ser la relativa, pues esa es la sanción para los vicios del consentimiento
por regla general.

EL ERROR: el CC trata el error en materia testamentaria a propósito de las


asignaciones testamentarias reguladas en los arts. 1057 y 1058.
El error se puede presentar:
a) Respecto de la persona del asignatario: art. 1455 y 1057. Al respecto, se puede
señalar que el art. 1057 sigue la regla del art. 1455 toda vez que el testamento es
un acto intuito personae, siendo la identidad del sujeto a quien se instituye
heredero o legatario el motivo principal de la asignación. Por ello, si existen dudas
acerca de quien es la persona asignataria, el error constituye un vicio de la
voluntad, acarreando por consiguiente la nulidad relativa de la asignación o del
testamento según los casos.
 Afectará al testamento en su totalidad si se designa un asignatario a título
universal y el error lo afecta a él.
 O bien, puede afectar solo una parte del testamento, anulándose solo la
disposición que adolece del vicio, siempre que sea separable del resto del
testamento y no lo afecte en su esencia.
Lo importante es que el error se padezca respecto de la identidad de la persona, y
no solo respecto de su nombre o calidad.
// Así, si se asigna algo a un hijo pensando que tiene la calidad de matrimonial y
en verdad es no matrimonial, la disposición vale.
// Lo mismo ocurre, si se le asigna un legado a un trabajador que por años fue
conocido como Pepe y en verdad se llama José. Pues no existe duda respecto a
quien es el asignatario.

2
b) Respecto de los motivos de la disposición testamentaria: art. 1058. Por lo tanto,
no todo error de hecho en los motivos acarrea la invalidez de la disposición.
Requisitos:
 Debe ser determinante: la disposición debe estar especialmente motivada
por una circunstancia que es la que está afecta al error. Es decir, sin esa
circunstancia no se hubiese otorgado la disposición.
 El motivo debe ser expresado en forma explícita o implícita en el
testamento: si bien no lo dice el art. 1058 con esto se impide que alegando
cuestiones extra testamentarias se obtenga la nulidad de una disposición.
 El motivo debe ser erróneo y de hecho: la causa de la asignación
testamentaria debe ser equivocada en los hechos, no se admite el error de
derecho. // Si el testador deja un legado a cierta persona en señal de
gratitud por haberle prestado un servicio importante, y, esto no fue así, la
asignación no vale. Sanción: La disposición se tiene por no escrita. Es
como si no existiere dentro del testamento.

EL DOLO: el CC no se refiere al dolo de manera particular en esta materia.


Sin embargo, es perfectamente factible que un individuo, mediante maquinaciones
fraudulentas, logre que el testador disponga de sus bienes de una determinada
manera, sea a favor de él o de un tercero, o bien logre que el causante se
abstenga de testar.
Por ello se ha señalado, que en materia testamentaria se tienen en cuenta formas
de engaño mas sutiles que en materia contractual. Pues, lo que se busca es
predisponer al testador sirviéndose de manifestaciones insinceras de afecto, de
alegaciones falaces, de calumnias contra posibles beneficiarios, engaños diversos,
etc. Siendo el caso mas corriente, cuando se consigue alegar al testador de sus
personas queridas, insinuando sospechas y malentendidos respecto de ellas.

3
Por todo lo anterior, es que la doctrina está de acuerdo en que el dolo si tiene
cabida en el testamento. Entendiéndose, que son aplicables las reglas generales
dadas por los arts. 1458 y 1459. Pero con la particularidad, de que si bien el dolo
para viciar la voluntad del testador debe ser determinante, no es necesario que
sea obra de una de las partes, pues se trata de un acto jurídico unilateral,
pudiendo provenir de cualquier persona.
Así, el dolo viciaría la voluntad del testador y la disposición en que él tuvo
incidencia de conformidad a las reglas generales. Sin perjuicio de que opere la
causal de indignidad del art. 968 N° 4.

OBJETO DEL TESTAMENTO.

El CC no se refiere al tema de manera particular.


En doctrina se define como: el conjunto de intereses jurídicos que el autor
pretende regular con la declaración de última voluntad.

Requisitos:
a) La asignación debe recaer sobre bienes del causante: art. 1107. que por regla
general señala que es nulo el legado de cosa ajena. Por lo que dicha disposición
será nula absolutamente, sin perjuicio del valor del resto del testamento.

b) La asignación debe ser posible: 1460, 1461, 1113. para determinar si el objeto
es o no posible hay que estarse al momento en que se produce la apertura de la
sucesión y no al momento en que se otorgó el testamento. Así, si el objeto no es
posible a esa época, la asignación es nula absolutamente.

c) La asignación debe estar determinada o ser determinable: art. 1461, 1066 inc 1.
Si el objeto de la asignación no está debidamente determinado, no es posible
darle cumplimiento, por lo que la asignación sería nula absolutamente.

4
d) La asignación debe ser lícita: no debe contravenir la ley, el orden público, la
moral o las buenas costumbres. Art. 1105. si el objeto es ilícito, la sanción es la
nulidad absoluta de la asignación.

CAUSA DEL TESTAMENTO.

Concepto: motivos determinantes que han llevado al testador a disponer de un


modo particular en el testamento.
La causa en materia testamentaria cumple una doble función:

a) Protege la verdadera voluntad del testador: se trata de amparar al testador


mismo, de modo que haya perfecta correspondencia entre el motivo que tuvo para
testar y lo que acontece en la realidad. Art. 1058. si el causante ha realizado una
asignación a alguien por una razón que no existe, habría desarmonía entre los
motivos y la voluntad, l oque permitiría sostener que la causa de la asignación no
existe.

b) Evita fines ilícitos de parte del causante: si el causante hace un asignación con
el objeto de favorecer el narcotráfico o el terrorismo por ejemplo, la causa de ella
no resulta lícita, pudiendo ser anulada.

También podría gustarte